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TAREA:
SERMONES BASADOS EN LAS CARTAS A LOS
ROMANOS Y A LOS GÁLATAS.
CONCLUSIÓN: ¿Cuántos van camino al infierno porque piensan que Dios les va a
juzgar según su opinión, status o religión? Dios no juzga de acuerdo a estos
principios, sino según la verdad, de acuerdo a nuestras obras y de acuerdo al
evangelio de Cristo. De este modo, en el capítulo 1 Pablo prueba que los gentiles no
tienen excusa, y aquí en el capítulo 2, que los judíos no tienen excusa. En el capítulo
3 demostrará que el mundo entero está bajo pecado y condenación, necesitando con
desesperación la gracia de Dios.
TEMA: LAS BUENAS NUEVAS: JUSTIFICACIÓN POR FE
(ROMANOS. 3.21–31)
CONCLUSIÓN: Este estudio explica cómo Dios justifica (declara justo) a los
impíos mediante la muerte y la resurrección de Jesucristo. «Salvación» es un
término amplio e incluye todo lo que Dios hace por el creyente en Cristo:
«justificación» es un término legal que describe nuestra perfecta posición ante Dios
en la justicia de Cristo. En este capítulo Pablo usa el ejemplo de Abraham para
ilustrar tres grandes hechos respecto a la justificación por fe.
TEMA: LEY, GRACIA, FE.
Gálatas 3:6-14
INTRODUCCIÓN. Estas tres, más la mayor de ellas es la «gracia». La ley nos muestra
nuestra necesidad. La gracia revela la provisión de Dios para suplir esta necesidad. La fe es
la aplicación personal de esta provisión para suplir esta necesidad.
Él no podía ser hecho maldición por nosotros haciéndose desobediente a la ley. Dijo: «No
he venido a destruir la ley, sino a cumplirla» (Mt. 5:17).
De su voluntad tomó el lugar y la maldición de los que estaban bajo la ley, llevando su pena
al colgar de un madero (v. 13). Él murió por nosotros, el Justo por los injustos, para
llevarnos a Dios.
c. CRISTO NOS REDIMIÓ «para que… recibiésemos la promesa del Espíritu» (v. 14).
Es una gran bendición para nosotros ser liberados de la maldición y del dominio de la ley.
Es también un gran honor para Cristo que seamos poseídos por su Espíritu y hechos
testigos de Él. ¿No es éste el propósito final de nuestra redención? Salvados para servir.
Él nos ha redimido para que recibiéramos la promesa del Espíritu. El Espíritu Santo es
prometido a cada creyente en Jesús, y una promesa es para la fe. «¿Recibisteis el Espíritu
Santo cuando creísteis?» (Hch. 19:2).