Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Casos clínicos
(1) Paciente femenina de 19 años de edad, quién posterior a ruptura amorosa, es hallada
por familiares en su habitación, sin respuesta al llamado. Refieren haber hallado una
caja de clonazepam de 2 mg cuyo blíster se encontraba vacío (blíster de 10 tabletas). Es
llevada al Hospital Vargas de Caracas, donde es atendida por el Servicio de Medicina
Interna. Al examen físico: Glasgow 9/15 ptos (2/3/4), cambios en el patrón
respiratorio, con FR 9 rpm, pupilas mióticas.
NOTA: En recién nacidos y lactantes se administra 10-20 microgramos 3 v/d. Para las terapias de
larga duración la vía rectal puede ser una alternativa.
14
(2) Paciente femenina de 40 años de edad, quien presenta desde hace 2 meses, episodios
temporales y aislados de miedo intenso, acompañado de palpitaciones, sudoración,
sensación de ahogo y malestar torácico.
15
(3) Paciente masculino de 79 años de edad, quien presenta diagnóstico de Insomnio
primario en tratamiento con hipnóticos desde hace 2 años. Es llevado a consulta
psiquiátrica por familiares por presentar caídas frecuentes, olvidos constantes
relacionados con eventos cotidianos, y episodios de confusión.
a) Según lo referido, ¿cuál fármaco hipnótico cree usted que está recibiendo el
paciente?
Alguna benzodiacepina.
16
(4) Una niña de 14 meses, presenta convulsiones tonicoclónicas generalizadas, de una
duración aproximada de 3 min., en asociación con una infección de las vías respiratorias
superiores y una temperatura rectal de 39,5 ºC.
El mayor riesgo de padecer epilepsia u otras secuelas neurológicas provocó que muchos médicos
prescribieran anticonvulsivos en forma profiláctica después de una convulsión febril. Sin embargo,
la incertidumbre sobre la eficacia de la profilaxis para reducir la epilepsia en combinación con los
efectos secundarios importantes de la profilaxis con fenobarbital (Farwell et al., 1990),
desalientan el tratamiento crónico con fines profilácticos (Freeman, 1992). En los niños con riesgo
alto de padecer convulsiones febriles recurrentes y epilepsia, el diazepam rectal en el momento de
la fiebre evita las convulsiones recurrentes y los efectos secundarios del tratamiento prolongado.
a) Diagnóstico propuesto
Convulsión febril
El tratamiento posterior profiláctico no está indicado a menos que existan factores de riesgo que
permitan predisposición a desarrollo de epilepsia a futuro. El tratamiento profiláctico debe
recomendarse en casos muy seleccionados: niños menores de 12 meses, CF complejas de repetición,
cuando existen antecedentes familiares cargados de epilepsia, ante un trastorno neurológico previo,
o cuando la ansiedad y preocupación de los padres altere la dinámica familiar (Rufo, 2008). Para el
tratamiento profiláctico prolongado, se emplea ácido valproico (importante tener en cuenta su rara
asociación con hepatotoxicidad fatal especialmente en menores de 3 años, trombocitopenia,
ganancia o pérdida de peso, pancreatitis y disturbios gastrointestinales), o el fenobarbital (puede
producir trastornos de conducta, tales como hiperactividad, y reacciones de hipersensibilidad).
17
c) ¿Cuál sería la conducta a seguir cuando la paciente tenga fiebre?
En los niños con riesgo alto de padecer convulsiones febriles recurrentes y epilepsia, el diazepam
rectal en el momento de la fiebre evita las convulsiones recurrentes y los efectos secundarios del
tratamiento prolongado.
18
(5) Paciente de 14 años, peso 40 Kg, con antecedentes de convulsiones febriles. Presentó
convulsiones tonicoclónicas generalizadas en el colegio, durante su primera clase de la
mañana. Posterior al episodio, fue trasladada al hospital, donde se le practicó la
evaluación física y exámenes de laboratorio. El EEG muestra descargas epileptiformes
focales en el lóbulo temporal izquierdo, que se interpreta como anormal. En el hospital
presenta un segundo episodio de convulsiones, evidenciadas por el personal de salud. Al
recuperarse no recuerda el evento, solo recuerda sensación de “cosquillas” en el
estómago y “zumbidos” en los oídos. Se diagnostican convulsiones tonicoclónicas
generalizadas.
• Intoxicación aguda
o Estupor o coma, hiperirritabilidad, convulsiones y depresión respiratoria.
• Uso crónico
o Somnolencia, vértigo, ataxia, diplopía, visión borrosa
o Trastornos GI (náuseas, vómitos)
19
o Idiosincráticas → erupción cutánea eritematosa, alteración de la función hepática o
pancreática, hematológicas severas (anemia aplásica, agranulocitosis)
o Hiponatremia (¿?) y retención de agua (complicación tardía, en especial en ancianos
cardiópatas)
o Carcinógeno en ratas y no en humanos
o Potencialmente teratogénica (síndrome similar a hidantoínas)
o Algunos pacientes (10%) se observa leucopenia transitoria y leve al empezar el tto.
que por lo general desaparece en los primeros 4 meses, además de trombocitopenia
transitoria. La leucopenia persistente obliga a interrumpir el fármaco.
• Precauciones
o Vigilar función hepática, renal y valores hematológicos.
NOTA: los niveles plasmáticos son difíciles de interpretar. Las carbamazepinas tiene la capacidad de
inducir su metabolismo a dosis crónicas, debido a que induce la actividad del sistema microsomal
hepático. Esto genera una disminución del tiempo de vida media y de su concentración plasmática,
disminuyendo su efecto lo que generaría aparición de las convulsiones.
20
(6) La maestra de un niño de 7 años, reporta que presenta diariamente, conducta
caracterizada por mirada fija, movimientos orales de “chupeteo” sin respuesta al
llamado, por aproximadamente 10 segundos, posterior a lo cual el niño está
completamente alerta. Su rendimiento escolar se encuentra dentro del promedio. Es
llevado al pediatra, quien indica realización de EEG, el cual muestra patrón descargas
generalizadas de punta onda de 3 Hz.
c) ¿Cuáles son los efectos adversos y parámetros clínicos que deben ser controlados?
Ver cuadro anexo. Los parámetros clínicos a ser controlado son los hematológicos, debido a
que se asocian a reacciones adversas por idiosincrasia.
La etosuximida y el valproato se consideran igual de eficaces para el tratamiento de las crisis de ausencia
(Mikati y Browne, 1988). Las convulsiones desaparecen en 50 a 75% de los pacientes recién diagnosticados
después del tratamiento con cualquiera de estos fármacos. Cuando hay convulsiones tonicoclónicas o aparecen
durante el tratamiento, el fármaco de elección es el valproato. French y otros investigadores concluyeron que
los datos indican que la lamotrigina también es eficaz para las crisis de ausencia recién diagnosticadas, pese a
que la FDA no la ha aprobado para esta indicación.
Etosuximida
Clasificación Antiepiléptico clásico de primera generación.
Mecanismo de Reduce la corriente de Ca++ de los canales tipo T.
acción Inhibe la Na+K+ATPasa.
Deprime la tasa metabólica cerebral.
Inhibe la GABA transaminasa.
Indicaciones Tratamiento de elección para crisis de ausencia.
Farmacocinética Absorción: Vo buena (Tmax: 3-7 h).
21
Excreción: renal (25% intacto + metabolitos).
Rango 40 – 100 µg/ml.
terapéutico
Vía de
administración
Precauciones Se desaconseja en el caso de la presencia combinada de convulsiones tónico-clónicas, ya que
puede agrabarlas. EN este caso, es más efectivo el ácido valproico.
Interacciones Trastornos GI: náuseas, vómitos, anorexia.
farmacológicas SNC: somnoliencia, letargo, euforia, mareos, cefalea, inquietud, ansiedad, falta de
concentración.
Idiosincráticas: urticaria y otras reacciones cutáneas, hematológicas (leucopenia,
trombocitopena, aplasia medular).
No se ha establecido la seguridad del uso durante el embarazo.
g) ¿Cuáles son los efectos adversos y parámetros clínicos que deben ser controlados?
Los efectos adversos del ácido valproico incluyen alteraciones inespecíficas del TGI (náuseas,
vómitos y pirosis), trastornos del SNC (sedación, temblor y ataxia), aumento del apetito y de peso,
alopecia, idiosincráticas (trastornos hematológicos, cutáneos y principalmente alteraciones de la
función hepática, donde hay aumento de enzimas hepáticas en el 40% de los casos) y teratogénesis
(principalmente espina bífida y en menor medida alteraciones cardiovasculares, bucofaciales y
digitales).
Por ende, hay que vigilar la función hepática y tener precaución durante el embarazo.
22
h) Si tiene que modificar el tratamiento de este paciente, ¿Cuál esquema
seleccionaría y por qué? ¿Cómo se procede para el cambio de fármaco?
Después del ácido valproico la opción más indicada es etosuximida, porque al igual que el valproato
no tiene efecto sedante y el mecanismo de acción es similar al ácido valproico. El esquema
consta de una dosis inicial de 250 mg en niños de 3-6 años de edad y de 500 mg en los mayores, y en
adultos se incrementa en 250 mg a intervalos semanales, hasta que se controlan las convulsiones o
sobreviene intoxicación. A veces es necesario dividir la dosis para prevenir la náusea o la
somnolencia que conlleva el programa de una sola dosis diaria. La dosis ordinaria de sostén es de 20
mg/kg/día. Se requiere precaución si la dosis excede de 1500 mg en adultos o de 750 a 1000 mg en
niños. El cambio de fármaco sigue las reglas que generalmente se usan para los anticonvulsivos: no
se suspende bruscamente (riesgo de generar estado epiléptico) y se debe hacer de manera gradual.
23
(7) Paciente de 26 años, presenta convulsiones parciales complejas secundariamente
generalizadas. Acude al ginecólogo para iniciar un programa para evitar el embarazo. El
médico le indica un anticonceptivo compuesto por 0,3 mg de norgestrel y 30
microgramos de etinilestradiol. La paciente recibe 400 mg/día de fenitoína, 800 mg/día
de carbamazepina y 2.000 mg/día de ácido valproico.
25
(8) Paciente masculino de 22 años, con diagnóstico de epilepsia. Desde hace 6 meses ha
sido tratado con carbamazepina 600 mg/día, controlando completamente las
convulsiones tonicoclónicas generalizadas. El paciente decide suspender la medicación y
3 días después, presenta episodio de convulsiones tonicoclónicas de más de 30 minutos
de evolución, por lo cual es llevado al hospital, donde persiste la crisis.
Fenitoína intravenosa, que es eficaz y no sedante. Se puede administrar como dosis de carga de 13
a 18 mg/kg en adultos; el error usual es inyectar muy poco. La administración debe hacerse a una
26
velocidad máxima de 50 mg/min. Es lo más seguro administrar el fármaco directamente por vía IV,
pero también se puede diluir en solución salina; se precipita con rapidez en presencia de glucosa.
En los pacientes que no responden a la fenitoína se puede administrar fenobarbital en dosis fuertes
(100-200 mg vía IV hasta un total de 400-800 mg). La depresión respiratoria es una complicación
frecuente, en especial si ya se han administrado benzodiazepinas y no debe dudarse en instruir la
intubación y ventilación artificial. (Kt)
27