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Con la 4T, México está jodido - Radio

Expresión México

Blas A. Buendía

· La justicia debe ser la palabra de México, sentencia la Academia de


Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados, Foro de México

· Políticos y gobierno no actúan con justicia, reclama, y sentencia:


“México se halla en el laberinto de la desmoralización”

· El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha inclinado en aplicar


la política salinista: “Ni los veo, ni los escucho”, en el estricto sentido que ha
transformado a la Fiscalía General de la República, como una “Fiscalía de
Alta Consigna”

“Es la última de las vilezas consentir que en la Nación no haya


justicia”:

Antonio Maura y Montaner

Blas A. Buendía

La justicia puede entenderse de muchos y muy diversos modos, pero entre


ellos la justicia es la constancia de una perpetua voluntad. Sin la justicia,
¿qué son los reinos sino una partida de salteadores? La justicia es reina y
señora de todas las acciones de hombres y mujeres, donde las sociedades
deben ceñirse a los códigos de disciplina social constitucionales.

Bien lo determinaba Antonio Maura y Montaner, “Es la última de las


vilezas consentir que en la Nación no haya justicia”.

La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados, Foro de


México, A.C., por lo anterior, ha meditado sobre cuestiones que afectan a
nuestra Patria y, esas reflexiones no pueden estar completas sin dedicar
unas líneas a la Justicia.

Se estima que todos los que bregan alrededor de los recintos de la legalidad,
amparados bajo leyes y el inalienable texto de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, que rigen el devenir de México, cuentan con un
ideal y un objetivo: la Justicia.
Ya lo decía Antonio Maura y Montaner, presidente del Consejo de Ministros
por cinco ocasiones durante el reinado de Alfonso XIII: “Es la última de
las vilezas consentir que en la Nación no haya justicia”. Pero el
problema es que en la actualidad la política y el gobierno no saben dónde
está la Justicia. Así de plano.

Para hacernos sólo una idea, aunque sea superficial, de la enorme dificultad
que entraña para la Cuarta Transformación de la Nación la procuración y
persecución de la Justicia, empezaremos por consagrar un aforismo jurídico
que reza: “Summun ius, summa injuria”. O lo que es lo mismo; si aplicamos
estrictamente el derecho que emite y transmite Andrés Manuel López
Obrador, ello produce la mayor injusticia. Estamos desmoralizados, jodidos.
O sea, que si aplicamos la ley de la Cuarta, a lo mejor –la peor– estamos
vulnerando, desgraciando a la Justicia. Menuda brega, pequeño lío.
Por enriquecer el rema, la ley (en latín, lex, legis) es una norma jurídica
dictada por el legislador, es decir, un precepto establecido por la autoridad
competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia,
cuyo incumplimiento conlleva a una sanción.

Según el jurista panameño César Quintero, la ley es una “norma dictada por
una autoridad pública que a todos ordena, prohíbe o permite, y a la cual
todos deben obediencia”.

Por otro lado, el jurista venezolano Andrés Bello definió la ley como “una
declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la forma prescrita
por la Constitución, manda, prohíbe o permite”.

Para Bello, lo decisivo para calificar un acto de ley es la forma en que se


gesta y no la naturaleza de la disposición en él contenida. En general, las
leyes son normas que regulan la convivencia social de una nación.

De lo contrario, como lo atestigua la citada Academia, “seguiremos viviendo


en la mediocridad y en el laberinto de la jodidés”, un tanto como el Efecto
Mosca, que equivale al comportamiento de ese insecto que invade territorios
sin ser invitado y todo lo echa a perder.

Charles Louis de Secodat, señor de la Bréde y barón de Montesquieu, en su


obra, “Del espíritu de las leyes”, nos legó: “No hay tiranía más cruel
que la que se perpetra bajo la protección de la Ley y en nombre
de la Justicia”. Ahora los pensantes saben lo que puede ocurrir, con
ciertas decretales y ocurrencias.

En el contexto de la historia jurídica internacional, el inolvidable presidente


Decano de la Academia Mexicana de Derecho Internacional, Don Luis de
Gonzaga y Sevilla, repartió su sapiencia analítica, “Cada País cuenta con
un sistema legal para alcanzar el fin de la Justicia. Cada uno el
propio. Y todos diferentes”.

En la Alemania nazi, bajo la ley todo estaba prohibido a menos que estuviera
permitido; en la Francia de Charles de Gaulle, todo era permitido, menos lo
que estaba prohibido; en la Unión Soviética de Lenin todo estaba prohibido,
incluso lo que estaba permitido. ¿Dónde ésta el México de hoy?

En la búsqueda de la justicia de la Patria mexicana, es esencial que se sepa


que la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados, Foro
de México, “no va a permitir decretales ni leyes ocurrentes, inconsistentes e
inconstitucionales.

“No vamos a aplaudir más transgresiones a nuestra Constitución Política de


los Estados Unidos Mexicanos. Así fijamos las reglas del juego. La
impunidad, la inseguridad, las alianzas del narco-procurador con el
narcotráfico, han tenido muchas reformas a nuestras reglas. Cada una de
esas reformas le ha concedido más gananciales al narco-político de
referencia. Ninguna de ellas ha procurado ni perseguido justicia”, aseveró.

“Lo que México quiere ver es Justicia. Ver en la cárcel al narco-político que
se apartó de las reglas. Verle. Sólo verle. Y ya que se le haya visto… Adiós.
¡Es cuanto!, puntualizó el Jurisconsulto Alberto Woolrich Ortiz, presidente
de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados, Foro de
México, A.C.

“Si el enemigo se equivoca, no lo distraigas”

En el medio periodístico internacional pero muy aplicado para el presidente


Andrés Manuel López Obrador, permea la inquietud que trazara Pitágoras,
en el entendido que “Mide tus deseos, pesa tus opiniones, cuenta tus
palabras”; en tanto que Napoleón Bonaparte, concluye: “Si el enemigo
se equivoca, no lo distraigas”.

En el plano mundial, se ventilan razonamientos muy lógicos. Irrebatibles.


Por ejemplo, para “The Economist”, afirma que “México perdió calidad
democrática con la 4T”, y detalla que “es un régimen híbrido”.

Lo anterior se centra en la presentación de su informe “Índice de Calidad


Democrática 2021”, en cuya revista británica, se subraya que “el país
(México) se ubica más cerca de gobiernos autoritarios como Afganistán o
Siria”.

La explosión y/o clamor social del país azteca es suficientemente elocuente.


A decir que en una de tantas manifestaciones donde se han exhibido carteles
hirientes para un gobierno que no es gobierno, sino un histriónico remedo
de gobierno: “Soy mexicano. Amo a mi país, y me avergüenzo de
mi gobierno”.

México ya no es democrático

En febrero del 2022, la revista británica “The Economist” presentó su Índice


de Calidad Democrática 2021, donde México ya no figura como una
democracia, sino como un régimen híbrido; esto parece ser un fenómeno
global, ya que sólo 21 naciones experimentaron una total democracia
durante ese año.

¿Por qué The Economist pone a México como un régimen híbrido? De


acuerdo con el índice de Calidad Democrática, nuestro país se ubica más
cerca de gobiernos autoritarios (como Afganistán o Siria) que de
democracias plenas; el régimen híbrido también es catalogado como una
democracia defectuosa.

The Economist ubica a México en el sitio 86 de 167 países, gracias a que


obtuvo una calificación de 5.57, mientras que las “democracias débiles” son
evaluadas de 6 a 7 puntos.

La revista considerar cinco puntos para establecer si hay democracia…

Proceso electoral y pluralismo

Funcionamiento del gobierno

Participación política

Cultura política democrática

Libertades civiles

De acuerdo con The Economist, México reprobó en puntos como


funcionamiento del gobierno (5.0 puntos), cultura política (3.13) y libertades
civiles (5.59). Sólo salió bien librado en el apartado de participación política
(7.22).

Con respecto al índice de Calidad Democrática 2020, México pasó de la


“democracia débil” al acumular 6.07 puntos y ubicarse en el puesto 72
mundial, a un régimen híbrido, lo que representa una caída de 14 posiciones
y 0.5 puntos.

Factores como la pandemia por COVID-19 y las restricciones a las libertades


ocasionadas por la misma han afectado a la mayoría de las democracias del
planeta, por ejemplo: Estados Unidos cayó 0.07 unidades y es considerada
como una “democracia débil”, probablemente por los incidentes violentos
del Capitolio.

El término “régimen híbrido” es la tercera de cuatro categorías que utilizó el


estudio y se define como “un nuevo punto bajo para la democracia global”.

—Un régimen híbrido es un tipo mixto de régimen político que a


menudo se crea como resultado de una transición incompleta de
un régimen autoritario a uno democrático. Los regímenes
híbridos combinan características autocráticas con democráticas
y pueden celebrar simultáneamente represiones políticas y
elecciones regulares—.

De acuerdo con el ranking, el país se encuentra en la categoría de


“defectuosa”, más cerca de los “regímenes autoritarios” que de las
“democracias plenas”. Es decir, que el régimen totalitario y opresor del
presidente Andrés Manuel López Obrador, de extracción priista, se ha
inclinado en aplicar la política salinista: “Ni los veo, ni los escucho”, en el
estricto sentido que ha transformado a la Fiscalía General de la República,
como una “Fiscalía de Alta Consigna”.

Prosiguiendo con la clasificación del tema, Noruega es la nación que destaca


por ser una democracia plena con un puntaje de 9.75; en el segundo puesto
se encuentra Nueva Zelanda, al sumar 9.37 puntos; la tercera posición la
ocupa Finlandia, con 9.27 puntos.

Mientras que Afganistán es el país peor evaluado, con 0.32 puntos, luego de
atravesar el regreso del gobierno talibán.

Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021

filtrodedatospoliticos@gmail.com

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