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Instituto de Educación y Cultura

Alejandría S.C.

MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN SOCIAL Y EDUCATIVA

Ensayo

“Metamorfosis:
De la República Democrática a la Narco-República”

Maestra: Edna Lila García Herrera


Maestrante: Lucía Xitlali Quiñones Compeán
Victoria de Durango, Dgo. a 21 de septiembre de 2018
La democracia es el régimen documentado y respaldado por nuestra Constitución,
por medio del cual los ciudadanos tenemos el derecho de elegir a nuestros
gobernantes y/o representantes públicos a través del ejercicio del voto libre y
secreto. Es la democracia la que nos garantiza que los puestos de elección popular
sean ocupados, precisamente, por los personajes políticos que el Pueblo elija tras
un proceso de análisis crítico y reflexivo.

México es un país democrático, por lo menos en teoría. Existen leyes complejas con
sus debidos artículos que avocan en este tema y explican metodológicamente los
derechos y obligaciones que de él emanan. No obstante, yo osaría a cuestionar,
¿es la República Democrática una realidad en nuestro país? ¿Es la voz ciudadana
la que marca el rumbo político?

Las respuestas a estas preguntas son bien conocidas por todos los mexicanos. Son
ese “secreto a voces” que se transmite temerosamente de par a par, por medio de
las conversaciones entre amigos y familiares, en redes sociales y medios de
comunicación (muchas veces no formales). Se trata de lo que Mauricio Aira (2009),
define como “ley del silencio cómplice”: un fenómeno en el que, indefectiblemente,
estamos inmersos sin ser conscientes la mayoría de las veces. Es bien sabido que
México atraviesa una crisis social, cultural, económica y estructural. No obstante, la
difusión formal y masiva no existe.

¿El motivo? La delincuencia organizada. Los grupos delictivos fueron incursionando


poco a poco en las esferas más exclusivas de organización social y política. Su
posicionamiento, considero, se fue estableciendo casi imperceptiblemente hasta
lograr obtener un control importante de los organismos más sustanciales que
administran al país. La principal amenaza nacional (con un 51% de influencia) es la
delincuencia organizada encabezada por la actividad de tráfico de drogas. (Primer
Encuesta Pública de Seguridad Nacional).

Lo anteriormente expuesto, no es una condición exclusiva de nuestro país, según


la Revista Insurrección (2007), es una problemática que ha alcanzado a gran parte
de Latinoamérica. Partiendo de un estudio realizado por dicha revista, Los Estados
Unidos de América convirtieron a los pequeños cárteles de los años 90’s, en los
cárteles gigantes que hoy desbordan las fronteras colombianas y se constituyen en
una amenaza para la democracia en México, Guatemala, Venezuela, Bolivia y
Brasil.

Narco-República. Es el nombre que se ha definido para este nuevo modelo de


fraude político perfeccionado donde el dinero del narcotráfico está por todos los
rincones del país y es el elemento determinante para conducir o no la justicia. En
este sentido, es mayor el peso del beneficio económico que el respeto a los
derechos y libertades de toda una Nación.

La Narco-República es un orden ajeno al Derecho que está ganando terreno en las


esferas públicas más relevantes. Profesionistas, periodistas, maestros, encargados
de las finanzas nacionales, policías, legisladores e “impartidores de justicia”…
miembros activos del crimen organizado ocupando cargos que no les fueron
conferidos democráticamente. Las instancias gubernamentales cada vez están más
dirigidas por los llamados “criminales de cuello blanco” que son aquellos políticos
cuyo delito consta de someter a una sociedad, robarle el derecho a que su voluntad
popular sea respetada y obtener beneficios económicos a costa de ello.

Tal parece que el narcotráfico ha llegado para abolir las leyes e implementar las
propias, para relegar los mecanismos de justicia y establecer los suyos. La DEA es
la Administración para el Control de Drogas (por sus siglas en inglés) y se encarga
de la lucha en contra del tráfico y consumo de drogas en Estados Unidos,
supuestamente. Me atrevo a agregar la palabra “supuestamente” porque a través
de la investigación, pude constatar que una alta funcionaria del Departamento de
Estado, en su momento dijo, que “la DEA se creó para controlar el narcotráfico, no
para acabarlo”. Prácticamente, su lucha no es para erradicar este nuevo orden que
ha incursionado en nuestro gobierno (y en el de muchos otros países), sino que
solamente son los encargados de su administración.
Es entonces, cuando surgen nuevas interrogantes que me llevan al análisis. Si la
DEA, que es la máxima organización enfocada en la droga y toda la estructura
delictiva que conlleva, no está trabajando para erradicar o, por lo menos, para
aminorar el impacto que está teniendo en las sociedades, ¿será pues que es el
mismo gobierno quien está entregando sus coordinaciones en manos del crimen
organizado? La sonada “guerra contra el narco” o las persecuciones delictivas, ¿son
reales? O quizá exista una correlación gobierno-crimen en donde el uno brinda
protección y recursos al otro y viceversa.

Mario Iván Carratu, originario de Venezuela, escribió: “Nos encontrados sumidos en


la tragedia que nosotros mismos hemos construido y permitido, somos
alcahueteados, engañados, mercadeados y utilizados cual aborígenes en pleno
siglo XXI, siglo de la era de las COMUNICACIONES y de la explosión de los
sistemas tecnológicos de información, donde la ética pareciera no existir y el valor
del CIUDADANO confundido con el de PUEBLO emerge como frase hueca, falsa y
soez de quienes continúan usufructuando la pobre credibilidad que aun rueda POR
ESTAS CALLES…”

Esta reflexión permite evaluar nuestros sistemas de creencias y valores. En una


época totalmente abierta a la información y la comunicación y con elementos de
sobra para exigir el respeto y cumplimiento de un Estado Democrático, ¿qué es lo
que está ocurriendo? ¿Por qué nos hemos entregado tan fácilmente al sometimiento
de lo que cada vez se acerca más a una Narco-República? Tal vez las respuestas
se encuentren al evaluar la ética que rige nuestras vidas en un México postmoderno.

"El sentido moral es de gran importancia. Cuando desaparece


de una nación, toda la estructura social va hacia el derrumbe."
(Alexis Carrel)
Referencias

- Revista Insurrección Ejército de Liberación Nacional: No a la ‘Narco-


república’. No. 082 - 15 de octubre de 2007. (Colombia)

- Mario Iván Carratu: El Narco-Estado, fallido y forajido que nadie desea ver y
actuar.(Venezuela)
- Primer Encuesta Pública de Seguridad Nacional.

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