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Los escultores novohispanos


y sus ordenanzas

María del Consuelo Maquívar

A manera de introducción níficos testimonios que han llegado a nuestros


días. Fueron hábiles especialmente en el arte de
E1 trabajo escultórico en la Nueva España fue esculpir; muchos de los cronistas y viajeros euro-
ampliamente utilizado durante los tres siglos peos de aquellos tiempos expresaron sus comen-
del virreinato, especialmente por la Iglesia cató- tarios al respecto, como sucede con el padre jesui-
lica que requería de las imágenes para enseñar ta José de Acosta, quien llegó a México en 1586
sus verdades doctrinales. Al llegar los misione- y escribió una amplia descripción del templo ma-
ros a estas tierras se dieron cuenta de que entre yor de Tenochtitlan: "Tenían las cumbres de las
la población indígena había manos diestras para cámaras y oratorios donde los ídolos estaban, un
llevar a cabo estas labores; más adelante, con las pretil muy galano con piedras menudas, negras
enseñanzas de los maestros peninsulares que ins- como azabache, puestas con mucho orden y con-
tituyeron la organización gremial, el trabajo es- cierto."1 También un famoso viajero italiano, Gio-
cultórico se reglamenta y consolida. vanni Gemelli Carreri, expresó en su diario, escri-
Si bien es cierto que las ordenanzas novohis- to a finales del siglo XVIII, expresó su admiración
panas tuvieron como modelo las españolas, es- cuando conoció Teotihuacan: "Dos cuestiones sur-
pecialmente las sevillanas, también es evidente gen [... ] cómo cortaban los indios tan dura pie-
que tuvieron que adaptarse a las necesidades de dra, no conociendo el uso del hierro; la segunda,
estas tierras, especialmente en lo que respecta a cómo la transportaban y levantaban a tal altu-
los integrantes de la corporación. En este texto ra, careciendo por entero de máquina ... "2 Si bien
pretendo analizar cuáles fueron los puntos que es cierto que estos europeos no expresaron jui-
se tomaron de las reglamentaciones hispanas y cios de valor sobre la "belleza" de las obras, segu-
cuáles las aportaciones que se introdujeron a lo ramente porque se enfrentaban a un arte ajeno
largo del virreinato, dando como resultado una a sus ideales estéticos, sí fueron capaces de ad-
tradición escultórica netamente novohispana. mirar este trabajo que había sido ejecutado sin la
intervención de herramientas de hierro.

La tradición escultórica prehispánica


El arte escultórico de la evangelización
Los indígenas mexicanos que recibieron el im-
pacto de la conquista española, habían heredado
de sus antepasados una notable sensibilidad ar- Es bien sabido que, al mismo tiempo que los pri-
tística; prueba de ello son los innumerables y mag- meros frailes desarrollaron su labor misionera,

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enseñaron a los naturales las técnicas artísticas ...de bulto hay muy buenos escultores y
europeas, entre las que destacó el trabajo escul- tengo en este pueblo de Santiago, indio na-
tórico, indispensable para cubrir sus requeri- tural de él que se llama Miguel Mauricio,
mientos ornamentales y didácticos. El Concilio que entre otros buenos que hay, es aven-
de Trento (1545-1563) confirmó la necesidad de tajadísimo y son sus obras mucho más esti-
utilizar imágenes, esculpidas y pintadas, para dar madas que las de algunos escultores espa-
a conocer a los diversos personajes de la historia ñoles y juntamente con ser tan buen oficial
sagrada, a los ángeles y a los santos, así como los no es notado de vicio alguno5
principios fundamentales del catolicismo.
En esta primera etapa de evangelización y De este comentario vale la pena destacar dos
adiestramiento artístico fueron fundamentales cuestiones, en primer lugar que el fraile da el
los talleres que debieron existir en la mayoría nombre del escultor, cuestión rara para el co-
de los complejos conventuales. Se sabe bien que mún de los escritos de esta época, ya que el ano-
tomaron como modelo la primera escuela-taller nimato que rodea la mayor parte de la produc-
llamada de San José de los Naturales, fundada ción escultórica es en verdad decepcionante, y en
por fray Pedro de Gante en el convento francis- segundo lugar que hace alusión a la falta de "vi-
cano de la capital novohispana: " ... procuró que cios" en este indígena, como si ésta fuera una
los mozos grandecillos se aplicasen a depren- condición ideal para todos los que trabajaban en
der los oficios y artes de los españoles, que sus la edificación de la "Iglesia de Dios".
padres y abuelos no supieron, y en los que antes
usaban se prefeccionasen" .3
Es evidente que el proyecto del fraile flamenco
La escultura tequitqui o indocristiana
dio amplios frutos cuando de estas escuelas-ta-. El trabajo escultórico producto de estos talleres
lleres salieron los primeros indígenas artesanos, conventuales ha sido motivo de interesantes dis-
con conocimientos y destrezas que fueron am- quisiciones; especialmente han sido dos los inves-
pliamente aprovechados por los españoles, tal tigadores que les dieron un calificativo, empeña-
como hasta la fecha puede constatarse en las cons- dos en distinguir estas obras de aquéllas otras
trucciones conventuales que afortunadamente realizadas por artistas europeos en la misma épo-
conservan estos trabajos. Prueba de lo anterior ca de la evangelización. En primer lugar están
son los comentarios que expresaron algunos de los puntos de vista del escritor malagueño José
los cronistas, como el dominico fray Bartolomé Moreno Villa, quien en 1942 se expresó así de la
de las Casas, quien en su obra tituladaApologé- escultura novohispana, en ese entonces tan poco
tica, dejó este testimonio: apreciada:

Hay y sotilísimos oficiales carpinteros de La escultura colonial mexicana ha sido pre-


obra de talla que hacen obras de sus manos terida, sin justificación, en el orden de las
más dignas que toda alabanza y sobre todas bellas artes olvidadas dentro del país. Se
perfectísimos crucifijos y devotísimos para la considera inferior a la arquitectura y a la
provocar los cristianos a gran devoción no pintura. Creo que esto se debe a dos moti-
sólo cuanto al bulto y forma de madera, pe- vos: la mayor dificultad de saborearla, y el
ro añadiéndoles proporcionadas y propios desconocimiento de ella.
colores y pinturas.4
Con respecto a estas últimas palabras, sin
duda alguna se refería a los trabajos en los que
También fray Juan de Torquemada, quien fue- se pone de manifiesto la intervención de la mano
ra guardián del convento franciscano de Tlate- indígena, de ahí que opinara también lo siguien-
lolco, cuenta lo siguiente con respecto a los indí- te: " ...durante el siglo XVI es cuando se produ-
genas de su comunidad: cen aquí las esculturas más interesantes, preci-

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samente porque al contacto de las diferentes dos al cristianismo, tanto en la teoría como en la
razas surge un conato de estilo que, por analogía, práctica de su vida cotidiana, simultáneamente
con el mudéjar, llamo tequitqui" . El vocablo ná- fueron adiestrados en la nueva técnica de escul-
huatl que eligió el poeta español significa "tribu- pir, que requería, además del manejo de herra-
tario", y según él, este tipo de trabajo se aprecia mientas de hierro, enfrentarse a la copia de mo-
sobre todo en la cantera, en los relieves de pie- delos con una nueva iconografía religiosa.
dra, materia ampliamente utilizada por los es- Ahora bien, mientras esto sucedía en el ámbi-
cultores prehispánicos.6 to rural, comenzaron a llegcµ- a la capital los pri-
Por su parte, el investigador mexicano Cons- meros maestros europeos con experiencia artís-
tantino Reyes Valerio, quien ha dedicado buena tica, acostumbrados a trabajar bajo el régimen
parte de su vida a estudiar la producción artísti- gremial. Es lógico pensar que, una vez que se
ca del siglo XVI en la Nueva España, acepta las establecieron en la Nueva España, fundaron sus
diferencias señaladas por Moreno Villa; sin em- talleres y, tal como se acostumbraba en la metró-
bargo, no está de acuerdo con el término tequitqui poli, requirieron de reglamentaciones que orde-
para identificar la producción indígena y propo- naran su trabajo.
ne se le nombre "arte indocristiano", pues según
él, los artistas indígenas que realizaron estos tra-
bajos no los hicieron por voluntad propia, sino La organización gremial
forzados por los misioneros quienes, al imponer
la nueva religión los obligaban a olvidar sus an- Aunque sobre este tema ya se ha escrito, se hace
tiguas creencias; sin embargo, dice Reyes Valerio: necesario recordar ahora algunos de sus puntos so-
bresalientes. El origen de los gremios europeos
El indio, pues,.no pudo pasar gradualmente se remonta al medievo, cuando los maestros de
de una técnica a otra y mucho menos co- un mismo oficio deciden agruparse para defen-
nocer tal o cual estilo del románico al rena- der sus intereses. Defenderse especial_m ente de
centista[. .. ] Que haya ignorado las minucias la competencia desleal de aquellos que trabaja-
del esculpir a lo clásico no tiene importan- ban fuera de la corporación; por otra parte, el
cia alguna, los caminos fueron diforentes y gremio fue la única forma mediante la cual, go-
nada más. 7 bierno y sociedad reconocieron a los individuos
productivos.
Lo cierto es que no se puede soslayar la tras- La jerarquía gremial era la misma para todas
cendencia que tienen estos trabajos indígenas en las corporaciones: el maestro encabezaba el ta-
el marco del desarrollo del arte escultórico novo- ller, era el dueño de la materia prima y de las he-
hispano; sea que se denominen a estas primeras rramientas y en su tienda vendía los productos
esculturas y relieves arte tequitqui o arte indo- de su trabajo. Le seguían los oficiales, que se con-
cristiano, es innegable que en ellos se puede ad- trataban con los jefes del taller; se entendía qu~
mirar la singularidad de un trabajo que, aunque a ellos les restaba poco tiempo de práctica y apren-
dirigido, copiado e inspirado eri los modelos eu- dizaje, al cabo del cual solicitaban examinarse
ropeos, evidencia la participación del indígena. ante los veedores del gremio; si lograban su carta
Las características formales de estos trabajos son, de "maestros" podían independizarse para po-
en general, poco volumen en las figuras, perfiles ner su taller y tienda. Por último, los aprendices
angulosos y cierta ingenuidad en el tratamiento eran niños y jóvenes cuyos padres firmaban an-
de la figura humana que a·veces resulta despro- te escribano un contrato con el maestro, para
porcionada. También hay que insistir en que es- que les enseñara a sus hijos el oficio y las leccio-
tos rasgos peculiares están en estrecha relación nes "de vida" necesarias para su futuro. Mientras
con las condiciones bajo las cuales desarrolla- el maestro se comprometía a educarlos en la fe
ron su labor artística los naturales mexicanos, católica y en todos los "secretos" del trabajo, los
ya que al mismo tiempo que fueron introduci- aprendices se obligaban a ser obedientes y dili-

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gentes. Finalmente, cuando aquél consideraba Los escultores españoles


que había transcurrido el tiempo suficiente del y sus ordenanzas
aprendizaje teórico y práctico del oficio, los jóve-
nes eran ascendidos a oficiales. Para comprender de qué manera se reglamentó
Cada gremio tenía el derecho de elegir a los el trabajo escultórico de los artistas novohispanos,
miembros de su mesa directiva de entre los maes- se hace indispensable revisar, aunque sea so-
tros reconocidos, y generalmente duraban en el meramente, cómo estaba organizada esta labor
cargo de uno a dos años. Entre ellos decidían quién en la Península, especialmen~e a partir del siglo
iba a presidir la corporación, así como quiénes se- XVI, cuando España logró su unificación bajo
rían los responsables de recaudar las cuotas y el reinado de los Reyes Católicos. En 1484 éstos
dictaminar los exámenes de los oficiales durante imprimen las Ordenanzas Reales de Castilla, don-
el periodo de su gestión. de estaban contenidas las leyes que debían nor-
Por otra parte, tal vez la función más impor- mar a la sociedad civil de la Península recon-
tante de los maestros era la de estudiar y formu- quistada; veintiún años más tarde, su hija Juana
lar las ordenanzas bajo las cuales todos los miem- promulgó las Leyes de Toro. En 1567 el rey Felipe
bros del gremio se obligaban a trabajar; de esta 11 ordenó la inclusión de dichas leyes en la llama-
manera se preservaba la integridad de cada cor- da Nueva Recopilación, en un intento de publicar
poración, así como la calidad de la producción. y revisar toda la legislación hasta ese entonces
Para ello, las reglas consideraban muchos pun- emitida, y en 1805 se publicó la llamada Novísima
tos, entre ellos el control de la calidad de los pro- Recopilación. 8 Finalmente, en 1812, las Cortes
ductos mediante la inspección constante de los de Cádiz promulgaron la primera Constitución
veedores; regulaban las multas de aquellas ac- española, que después de diversas vicisitudes em-
ciones que perjudicaban la integridad del gremio pezó a legislar en 1836.
y establecían los requisitos para adquirir la ma- Con respecto a las ordenanzas que regularon
teria prima y las herramientas indispensables los oficios en la Península, no he encontrado in-
para cada oficio; advertían quiénes tenían dere- formación anterior a 1527, por lo que he llegado
cho a pertenecer a la corporación y quiénes no po- a pensar en la posibilidad de que ésta se encuen-
dían ser admitidos. En las ordenanzas también se tre dispersa en los diversos archivos municipa-
especificaban todas las pruebas que debían pasar les, pues según dice Vicente Romero Muñoz:
los futuros maestros en los exámenes, bien fuera
En el orden práctico la fuente de derecho
en la teoría o en la práctica.
más usual es la Ordenanza de cada gremio,
Aunada al gremio existía la cofradía, cuyos
aprobada en todo caso por el Municipio. El
objetivos eran principalmente de carácter social,
texto fundamental se contiene en la Recopi-
ya que regulaban las fiestas de cada corporación,
lación de las Ordenanzas de Sevilla, obra
generalmente de carácter religioso, así como las
rarísima impresa en Sevilla por Juan Varela
diversas formas de protección para los agremia-
de Salamanca en 1527, verdadera joya de la
dos y sus familiares en caso de enfermedad o de-
bibliografía española.9
función de los integrantes.
Esta forma de organizar y legislar el trabajo Posteriormente, en 1632, Andrés Grande re-
perduró en Europa hasta principios del siglo XIX editó esta obra en la que:
y fue la que se estableció en la Nueva España a
partir del siglo XVI, según consta en las Actas del ...se renuevan todos los caracteres de las le-
Cabildo, que registran como las primeras orde- tras, la escritur~ de las palabras, se desha-
·nanzas las de los "herreros", en 1524. Posterior- cen las abreviaturas y se ordenan las hojas
mente se normaron las diversas labores, de tal con numeración arábiga. Todo indica que es-
manera que para finales del siglo de la conquista tando agotada la lujosa edición anterior de
la corona controlaba la mayor parte de la activi- 300 ejemplares, fue necesario reeditarla pa-
dad productiva novohispana. ra uso de los gremios y particulares.1º

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Esta edición fue la que pude consultar en el que solamente siendo carpinteros y alum-
fondo reservado de la biblioteca de la Universi- nos examinados, se encargan de obras de
dad de Sevilla, 11 y como se verá más adelante, imaginería y devoción con que demás de la
es posible que éstas fueran las reglamentaciones indecencia por ser las más cosas de la igle-
que sirvieron de modelo a los maestros esculto- sia, engañan y defraudan.
res de la Nueva España para que formularan las
propias a partir de 1569. El argumento esgrimido sobre la "indecen-
cia" de las imágenes ejecutadas por los carpinte-
ros deja ver que había un traslape de funciones,
Las ordenanzas de los escultores lo cual debió propiciar un serio debate, especial-
novohispanos mente con aquellos trabajadores especializados
en hacer las imágenes religiosas:
En cuanto a las reglamentaciones que legislaron
el trabajo de los escultores novohispanos, con- En lo que toca al oficio de los entalladores
viene decir que se encuentran contenidas en el por ser como son adornadores del Credo
libro que custodia el Archivo Histórico del Ayun- Divino, hay muy gran necesidad particu-
tamiento de la Ciudad de México. En él se en- larmente de los miembros de ella[ ... ] ha de
cuentra.r:i reunidas las ordenanzas que fueron ser examinado de la talla y de la escultura,
recopiladas por Francisco del Barrio Lorenzot, tomando razón de cada cosa por práctica y
abogado de la Real Audiencia, en el siglo XVIII. teórica y demostración, para que en todo en
Las normas del gremio que nos ocupa están en el lo que está facultado, quedare examinado...
tomo 1 titulado Ordenanzas de gremios de la
Nueva España. Como se aprecia en estas líneas, para confir-
Las primeras ordenanzas fueron confirmadas mar la trascendencia de su labor los escultores se
por la Audiencia en 1568, ya que el tercer virrey, autodenominaban "adornadores del Credo divi-
Gastón de Peralta, se encontraba en la metrópo- no", distinguiendo así el producto de su labor13
li atendiendo asuntos de índole política. Se nor- del de los carpinteros; sin duda alguna, éste fue
maba el trabajo de los carpinteros de lo blanco y uno de los fundamentos que esgrimieron para
de lo prieto, de los entalladores, ensambladores separarse.
y violeros. Como se puede apreciar, estas reglas En las segundas ordenanzas, aunque los es-
agrupaban los oficios cuya materia prima de tra- cultores siguen considerados en el mismo gre-
bajo era la madera, la que debían adquirir: " .. .les mio se definen con precisión sus tareas, esto es,
dejan venir a la plaza de la ciudad para que los los escultores o "imagineros" ejecutaban las fi-
vecinos de ella la compren para hacer sus obras". guras que representaban los diversos pasajes de
Por otro lado, hay que advertir que desde este la vida de Jesucristo, de la Virgen María y de los
momento, al igual que sucedió con los escultores santos. Los entalladores, como se puede apreciar
españoles, nunca aceptaron estar en el mismo en los requerimientos que les solicitaban los vee-
gremio que los carpinteros; siempre se opusie- dores el día de su examen para obtener el nom-
ron y lucharon por su independencia. bramiento de maestros: " ...un chapitel corintio
Las segundas reglamentaciones fueron con- y una columna revistada de talla y follajes de uso
firmadas en 1589 por el virrey marqués de Villa- romano; de un serafin y de un pajarito; de cortar
manrique, y en ellas los maestros escultores, bien la madera, guardar los campos de la dicha
entalladores y arquitectos, 12 esgrimieron sus plan- obra y que la sepa dibujar". Éstos eran armados
teamientos para sustentar su separación de los por los ensambladores del gremio en el sitio para
carpinteros: el que se habían destinado. 14 En el apartado si-
guiente se abundará sobre los trabajos que les
...por causa que muchas personas que no correspondía a cada uno. Todos ellos definían su
saben, ni entienden los dichos oficios, por- mesa directiva y, por lo tanto, elegían a sus vee-

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dores para que aplicaran los exámenes a los ofi- esta característica fue determinante para con-
ciales que deseaban ya independizarse. formar la identidad de la escultura novohispana?
Finalmente, en 1703, el virrey duque de Al- Reconozco de antemano que este trabajo no
burquerque aprobó las últimas ordenanzas que pretende agotar el tema, pues como ya dije, me
se conocen y cuyo único objetivo fue obtener la fue imposible consultar toda la información que
autonomía de los carpinteros: debe existir sobre la legislación española y sólo
me basé en la obra ya mencionada de la Recopila-
Por cuanto don Juan de Rojas15 y otro maes- ción de las Ordenanzas de Sevilla, publicada en
tro de arte de entallador por memorial que 1527 y reeditada en 1632.
ante mí presentaron, me hicieron relación Para empezar, el cuerpo de los preceptos pe-
diciendo que en virtud de mi despacho me ninsulares está conformado por veintidós cláu-
servir en contradictorio juicio de mandar- sulas, en tanto que el de las novohispanas está
los separar y segregar del oficio de carpin- constituido por treinta y una; pienso que esto se
tería, para que cada uno viniese por se- debe a que en el caso de México hubo que hacer
parado debajo de sus reglas y preceptos y señalamientos más precisos para que se regula-
que esta nobilísima ciudad les formase or- ra un nuevo oficio, en tanto que en España exis-
denanzas ... tía ya una tradición escultórica en madera desde
la época medieval. Al mismo tiempo, y esto es
Con respecto al contenido de estas reglas, re- quizá el fundamento más interesante, las reglas
sulta interesante advertir que se basaron funda- novohispanas tuvieron que legislar el trabajo de
mentalmente en las anteriores disposiciones: los escultores indígenas, asunto que constituye
"Primeramente, que se guarden y cumplan las la diferencia más notable entre ambas reglamen-
ordenanzas que para el buen regimiento y go- taciones.
bierno de este arte, hizo y formó esta nobilísima Como ya se dijo, las normas espaf1olas tam-
ciudad, en diecisiete de abril de mil quinientos bién estuvieron dirigidas en un principio a los car-
ochenta y nueve." Cabe destacar que en esta oca- pinteros de lo blanco y de lo prieto, a los entalla-
sión, sólo se utilizó el nombre de "entalladores" dores, ensambladores y violeros. Asimismo, debo
para nombrar las diversas tareas propias de los destacar que, tanto en la Península como en el
agremiados, lo cual confirma que no fue tan de- Virreinato, eran los carpinteros los que tenían
terminante, sobre todo en la práctica, la estricta preponderancia sobre los demás trabajadores,
clasificación de las tareas. Lo único que conser- ya que de ellos dependía la selección de los inte-
varon de su anterior organización fue el santo grantes de la mesa directiva del gremio, y aun-
patrón del grem~o que era San José, que por ra- que no se precisa esta cuestión, por la redacción
zones obvias era el "carpintero por excelencia". se infiere que ellos determinaban la selección
de los veedores de los demás oficios. Los textos de
ambas ordenanzas así lo señalan: " .. .los dichos
Análisis comparativo de las ordenanzas oficiales carpinteros por todos los oficiales car-
novohispanas y españolas pinteros[... ] y después de así elegidos, el alcalde
y diputados vayan al Cabildo de la ciudad para
En seguida se analizarán los puntos principa- que allí hagan la solemnidad y juramento que en
les de los reglamentos peninsulares que sirvie- tal caso se requiere". No he podido aclarar aún
ron de modelo para las ordenanzas novohispanas, cuál fue la razón de esta preferencia, tal vez se
así como los cambios sobresalientes. Pretendo debió más que nada a una cuestión de cantidad,
dilucidar tres interrogantes: ¿Se procuró que las esto es, que los carpinteros aventajaban en nú-
ordenanzas mexicanas se ajustaran a la realidad mero al resto de sus compañeros agremiados.
de la nueva sociedad que tenía como principal ca- En las primeras ordenanzas de la Nueva Es-
racterística estar integrada por indígenas, euro- paña de 1569, tal como se advirtió en los párrafos
peos, mestizos y africanos? ¿Puede decirse que anteriores, se distinguió, mediante el examen

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correspondiente, el trabajo de los entalladores, ya que seguramente se entendía que en los talle-
calificados como "adornadores del Credo Divi- res existían personas con experiencia en el ma-
no", porque tallaban las imágenes religiosas, y nejo de la iconografía religiosa, y por lo tanto es-
de los ensambladores, en cuyo examen les pe- to aseguraba la correcta factura de los diversos
dían ejecutar: "un escritorio con dos tapas [... ]una pasajes de la historia sagrada y de las vidas de
silla francesa[ ... ] una cama [... ] una mesa de seis los santos.
piezas con sus cuerdas y sillas de ataraceas" .16 Si se compara el contenido de las ordenanzas
Como se desprende de esta síntesis, el ensam- de los maestros peninsulares con las del virreinato
blador estaba más bien relacionado con la ejecu- mexicano, en algunos puntos presentan idénti-
ción del mobiliario fino y no con la manufactura ca redacción, sin embargo, puedo afirmar que se
de los retablos. aprecian claramente preocupaciones diferentes.
En las segundas ordenanzas de 1589, el térmi- Por ejemplo, en las reglas sevillanas hay varias
no de ensamblador no se volvió a utilizar. Se nom- cláusulas en las que se insiste en el lugar donde
braban entalladores a los que hacían las diferen- debían adquirir la madera y todos los elementos
tes secciones de un retablo, mientras que se de hierro indispensables para realizar sus labo-
denominan escultores a los que hacían las imá- res:
genes: " ...los que pidieren carta de examen de
escultor, de una figura desnuda y otra vestida, ... Que ninguna de las dichas personas sea
dando cuenta de la razón y compostura de ella, osado de comprar en esta ciudad madera
por dibujo y arte; luego hacerla de bulto en pro- ninguna de la que viene sobre mar para ha-
porción y bien medida, con buena gracia... " berla revender [... ] De esta misma forma se
Finalmente, en las últimas reglamentaciones entienda en la compra de la dicha clavazón
que se expidieron en la Nueva España en 1704, perteneciente para el dicho su oficio...
las que ya "corrieron por separado de los carpin-
teros", como se advirtió, se utilizó el término de Esto permite suponer que la corona tuvo gran
entalladores para denominar, tanto a los que ha- dificultad para controlar la compra, venta y re-
cían imágenes, como a los que fabricaban reta- ventad~ madera y otros materiales, especialmen-
blos: "Los maestros examinados en este arte, te por sus puertos, a través de los cuales debieron
pueden hacer esculturas, talla y arquitectura en llegar preciosas cargas de América y África.
cualquier materia como lo hacen comúnmente En ambas reglamentaciones, se analiza la si-
en lo que es tocante y perteneciente a su arte y tuación de los maestros que no son "de la tie-
ha sido costumbre." rra". En la Nueva España seguramente los pro-
Con lo que respecta a la legislación española blemas fueron frecuentes, ya que tuvieron que
no hubo tanta especificación en las tareas, ya enfrentar el problema de los europeos que al lle-
que el entallador " ... ha de ser buen dibujador y gar traían pretensiones de trabajar y vender sus
saber bien elegir y labrar bien por sus manos re- obras de inmediato, pretextando que estaban fa-
tablos de grande arte, pilares revestidos [... J con cultados para desempeñar el oficio. Esta compe-
sus tabernáculos y repisas para imágenes [... ] y tencia desleal debió inconformar a los que se ha-
hacer coros de sillas ricos ... " Llama la atención bían apegado a las ordenanzas -especialmente
que no se hace mención en este apartado, como criollos y mestizos- y que habían cumplido con
sí aparecen en las normas novohispanas, las la- el consabido requisito del examen, de ahí que se
bores de talla que implican la ejecución de las estipulara que debían acreditarse como verdade-
imágenes de bulto, como si se diera por sentado ros maestros; "... ningún oficial escultor, ni enta-
que al hablar del trabajo de los retablos estuvie- llador que viniere de fuera de esta ciudad, así de
ran incluidas. Tengo la impresión de que, para los reinos de Castilla como de cualquier parte, no
los maestros españoles, no significaba ningún pueda tener tienda abierta [. .. ] sin que primero
riesgo la "decencia" de las imágenes que aparece y ante todas las cosas, haya presentado y presen-
mencionada tantas veces en las reglas mexicanas, te la carta de examen".

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En las reglas sevillanas se insiste en la calidad han encontrado suelen aparecer en lugares no
de los aprendices: "Que ninguno de los dichos visibles, como el interior de las cabezas o de las
oficiales susodichos sea obligado a tomar mozo bases de las imágenes, y difícilmente se puede
ni lo meta para aprender el oficio, al menos que saber si se trata del escultor que talló la figura,
sea cristiano y de linaje de cristianos limpio ... " o del pintor que realizó la policromía y el esto-
Este mandato representa una de las grandes di- fado.
ferencias con respecto a las novohispanas. El tex-
to especifica: " ... ningún negro o esclavo que ~í
fuere de cualquier oficial ora sea comprado por El escultor indígena en las ordenanzas
sus dineros, ora sea puesto para que aprenda el novohispanas
dicho oficio y lo aprendiere, no pueda ser exami-
nado (... ] ni poner tienda ... " Es decir, podían Dada la trascendencia que tuvo la participación
trabajar en el taller pero se prohibía el examen del indígena en los talleres gremiales de los es-
que les daba derecho a montar su taller y vender cultores novohispanos, las disposiciones que se
sus obras. En este sentido, aunque las ordenan- emitieron al respecto merecen ser abordadas con
zas del virreinato de pintores y escultores están detenimiento. El primer virrey de la Nueva Es-
redactadas en idénticos términos, estudios recien- paña, Antonio de Mendoza, en la Instrucción
tes han demostrado que esto no se llevó a cabo al que dejó a su sucesor, deja ver cuál era su interés
pie de la letra; prueba de ello es el caso del mag- con respecto a la educación general de los indíge-
nífico pintor mulato Juan Correa, quien destacó nas:
ampliamente en su gremio durante la segunda
mitad del siglo XVII. Yo he procurado que haya oficiales indios
Otra disposición que no se señala en las orde- de todos los oficios en esta república, e así
nanzas sevillanas y que aparece en las virreinales, viene de haber gran cantidad de ellos estos
es la que prohibe al escultor llevar a cabo tareas tales oficiales se manda que no usen los ofi-
que son de la competencia del pintor y viceversa, cios sino estuvieren examinados conforme
lo cual evidencia que esto acontecía con frecuen- a los que en las repúblicas de España se ha-
cia, ya que no hay que olvidar que para los reta- ce [... ] y siempre he proveido que particu-
blos dorados y las esculturas policromadas y es- larmente examinen los indios y españoles
tofadas17 se requería que intervinieran los dos en aquellas cosas que saben bien e de aque-
oficios: el escultor tallaba en madera los diversos llo les den título e permitan que tengan
elementos del retablo y las imágenes, y una vez tiendas porque haya más oficiales y no haya
terminados, "en blanco", debían entregarse al ta- tanta carestía. is
ller del maestro pintor para que terminara el
trabajo. Es por ello que, en·los contratos novo- Como se vio, desde los primeros tiempos de la
hispanos aparecen las firmas de los maestros de evangelización los naturales fueron adiestrados
escultura y pintura que se comprometían a cum- en el arte de esculpir, así que desde el momento
plir con determinada obra. en que se estableció el gremio de los escultores,
Vale la pena señalar ahora que, seguramente se determinó también cómo debía ser tratado.
porque los pintores y los escultores compartían Así, tenemos que en las primeras ordenanzas de
el crédito de la factura de los retablos y de las 1568 quedó estipulado que: " ... los indios de esta
imágenes, existe una gran dificultad, tanto en ciudad, sean examinados y que tengan cuenta y
España como en México, para adjudicar las obras razón en estos dichos oficios y se señalen para ello
a sus autores. A menos que se conozcan a través personas las más hábiles y suficientes que entre
de los contratos o de menciones en las crónicas y ellos se hallaren, para hacer el dicho examen ... "
otro tipo de documentos, no se pueden conocer a Asimismo, según se lee, parece ser que los indí-
los artistas que intervinieron en la realización genas se examinaban con veedores diferentes
de las esculturas, ya que las pocas firmas que se a los de los europeos: " ...y se nombren cada año,

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un alcalde y dos veedores, para que éstos tengan culto divino, deben hacerse con toda perfec-
cuenta de examinar a todos los oficiales de estos ción y arte [... ] que se han hecho y hacen re-
dichos oficios, para que las obras que los dichos tablos de imágenes tan imperfectos que
indios hicieren, vayan bien acertadas". quitan la devoción engañando los que los
Esto va a cambiar notablemente en las regla- hacen a los pobres indios y también a los es-
mentaciones que se expidieron en 1589, ya que pañoles [... ] para remedio de este engaño y
se liberó a los naturales de esta exigencia: daño conocido, se pone por ordenanza que
los veedores que fueren de dicho arte [. .. ]
salgan a los pueblos y ciudades a ver y
Porque a los dichos indios naturales no se
reconocer dichas obras y hallando que no
puede obligar que en sus oficios y obras que
están dispuestas conforme el arte, las quite
por sus manos hacen, a guardar estas orde-
a quien las hiciere y las acabe y las perfec-
nanzas, se declara que: no se entiende con
cione ...
ellos la prohibición y penas susodichas [se
refiere al examen que debían presentar los
Resulta importante mencionar que, desde el
demás] sino que libremente hagan sus ofi-
siglo XVI, el clero de la Nueva España tuvo
cios ...
especial interés en vigilar estrechamente la cali-
dad de la manufactura de las imágenes religio-
Además se prohibió que " ... ningún español, sas. Es evidente que tomó en cuenta las carac-
aunque sea maestro examinado, pueda comprar terísticas de la nueva sociedad, especialmente
obra hecha por los dichos indios para volverla a porque se temía que los indígenas relacionaran
ver en sus tiendas, ni fuera de ellas, so la dicha esta imaginería con sus antiguos ídolos. En va-
pena... ". Esto nos confirma, una vez más, que rios escritos se manejaron los términos de "hones-
los escultores indígenas fueron tan capaces co- tidad" y "decencia" para calificar cómo debían ser
mo los europeos, de manera que algunos de éstos las esculturas que abordaban los diversos asun-
revendían en sus tiendas las obras de los nativos, tos de la historia sagrada y de las vidas de los san-
de ahí que se les sancionara con graves multas. tos. Tal es el caso del 111 Concilio Provincial Me-
Por último, en las terceras ordenanzas emiti- xicano de 1585, convocado y presidido por el
das hasta 1703, cuando al fin lograron los esculto- arzobispo-virrey Pedro Moya de Contreras, don-
res ser reconocidos como gremio independiente, de también se consideraron estas cuestiones. Ins-
sorprende el hecho de que se vuelve a reglamentar pirado seguramente en las recientes disposicio-
el examen para los indígenas, aunque solamente nes tridentinas, el sínodo mexicano recomendó
para hacer imágenes: "Ningún indio pueda ha- lo siguiente:
cer pintura ni imagen alguna de santos sin que
haya aprendido el oficio con perfección y sea exa-
... para que la piadosa y laudable costumbre
minado ... "; cabe señalar que estas últimas nor-
de venerar las sagradas imágenes produzca
mas que tuvieron vigencia hasta la segunda dé-
en los fieles el efecto para que han sido es-
cada del siglo XIX, repiten en lo sustancial las
tablecidas y el pueblo haga memoria de los
anteriores reglamentaciones.
santos, los venera y arregle su vida y costum-
En estas ordenanzas se aprecia una particu-
bres a su imitación, es muy conveniente
lar preocupación de las autoridades por la correc-
que nada se presente en las imágenes inde-
ta factura de las imágenes que representan a los
cente o profano con que pueda impedirse la
diferentes personajes sagrados, de ahí que se
devoción de los fieles.
exija una vigilancia estrecha tanto de las obras
de los pintores como de los escultores:
Un punto digno de mencionar es que en estas
Por cuanto los retablos y esculturas de imá- disposiciones se prohíben las imágenes de vestir:
genes, como cosa de tanta devoción y del "Las imágenes que en lo sucesivo se construyan,

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si fuere posible, o sean pintadas o si se hacen de examen para ser considerados maestros. " 21 Prue-
escultura, sea de tal manera, que de ninguna ba de todo ello es que, cuando en la Nueva Espa-
suerte se necesite adornarse con vestidos y los ña se expidieron las últimas ordenanzas en 1704,
que ya existieren tengan designadas sus vestidu- cuando se concedió a los escultores su indepen-
ras propias". Asimismo se negó el permiso de sa- dencia gremial, igual que en la metrópoli, sólo se
car las imágenes de los templos para efectos de utilizó el nombre de "entalladores" para denomi-
"vestirlas o adornarlas" .19 Con estas medidas, nar a su corporación.
además de evitar que se desvirtuara el significa- En cuanto al tipo de producción escultórica
do de cada representación por una excesiva o fal- que se normó en el virreinato, hay que desta-
sa ornamentación, se prevenía que debajo de los car que, desde el siglo XVI estuvo básicamente
ropajes de tela se depositaran objetos o amuletos orientada a las obras de carácter religioso, a la
que evocaran sus antiguas creencias. manufactura de retablos, de relieves e imágenes
Es bien claro que estas disposiciones ecle- de los diversos personajes sagrados, de ahí que se
siásticas se trataron de cumplir, pues aunque el prestara particular atención a su correcta factu-
acervo escultórico del siglo XVI que ha llegado a ra e iconografía. Cabe advertir que, aunque no se
nuestros días, por desgracia no es numeroso, la menciona en las ordenanzas el trabajo laico que
mayoría de las imágenes están completamente se requirió para los arcos triunfales, los túmulos
talladas en la madera, policromadas y estofadas, funerarios y las esculturas funerarias de los que
sin inclusión de ningún material complementa- nos dan buena cuenta algunas crónicas y docu-
rio, y si llevan algún ropaje es porque la piedad mentos, es evidente que los mismos artistas
popular lo colocó posteriormente. novohispanos que se distinguieron por sus es-
culturas de índole religiosa, también debieron
participar en la ejecución de estas obras que por
Consideraciones finales su carácter efímero han desaparecido.
Por otra parte, vale la pena destacar que, de
Es un hecho contundente que la normatividad toda la producción escultórica que se desarrolló
hispana inspiró en lo general las reglamentacio- a lo largo de los tres siglos del virreinato, es par-
nes virreinales, sin embargo, las mismas autori- ticularmente en las imágenes de bulto redondo
dades tuvieron que idear estatutos novedosos donde se aprecian características técnicas y for-
que coadyuvaran al control y formación de to- males diferentes que la distinguen de la penin-
dos los agremiados, especialmente de los indíge- sular. Por ejemplo, mientras España, durante la
nas y mestizos que, desde los inicios, compartie- última fase del barroco del siglo XVIII, se alejaba
ron los espacios de competencia laboral con los del colorido abundante y prefería la monocro-
europeos. mía en las vestimentas, la Nueva España produ-
Las ordenanzas novohispanas definieron con cía esculturas con gran riqueza en la policromía
precisión cada uno de los trabajos que se enume- y en los diseños del estofado. Al mismo tiempo,
ran, tanto para ejecutar las diferentes partes de sería mediante la inclusión de materiales auxi-
un retablo, como para las imágenes; pienso que liares como pelucas y uñas naturales, ojos de vi-
esto se debió a que fue necesario capacitar am- drio, lágrimas de cristal, huesillos y corchos, así
pliamente a los indígenas y mestizos en estas la- como aureolas y resplandores de plata, que se lo-
bores tan ajenas a ellos. En cambio, en España, graban efectos realistas en la imagen sagrada, de
tal como lo señalan los especialistas en la actua- manera que propiciaban que los creyentes expe-
lidad: "Existía una auténtica indefinición profe- rimentaran un "acercamiento" a la imagen sa-
sional entre maestros carpinteros, maestros de grada; baste evocar a los famosos Cristos san-
obras, ensambladores, arquitectos. "2ºOtra inves- grantes mexicanos, con las espaldas laceradas y
tigadora apunta: "Tampoco hay referencias en entreabiertas mostrando la anatomía "casi real"
las ordenanzas granadinas al arte de la escultu- del Salvador, con la finalidad de exaltar la piedad
ra ni que tuviesen que realizar ningún tipo de y devoción de los fieles.

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En síntesis, no puede hacerse a un lado la gran cialmente durante los siglos del barroco, surgie:
influencia que tuvo la tradición escultórica pe- ron artistas sobresalientes, mestizos y criollos,
ninsular en la imaginería de la Nueva España, que dejaron un legado cuyas características téc-
principalmente de la castellana y la andaluza, nicas y formales identifican a la escultura novo-
pero a medida que se avanzó en el tiempo, espe- hispana.

Notas
1
Joseph de Acosta, Historia natural y moral de las los escultores que se especializaban en la factura de los
Indias, México, Fondo de Cultura Económica, 1962, p. retablos y se puede decir que no fue usado con frecuen-
237. cia.
2
Giovanni Francisco Gemelli Carreri, Viqje a la Nue- 1
s Las ordenanzas completas de los escultores novo-
va España, México, Universidad Nacional Autónoma de hispanos se encuentran publicadas en el libro El imagi-
México, 1983, p. 129. nero novohispano y su obra, México, Instituto Nacional
3 Fray Jerónimo de Mendieta, Historia eclesiástica de Antropología e Historia, 1995, cuya autora es la que
indiana, México, Editorial Porrúa, 1971, p. 408. suscribe este artículo.
• Fray Bartolomé de las Casas, Apologética histpria 14
Resulta interesante que, por más que las ordenan-
sumaria, México, Universidad Nacional Autónoma de zas tratan de definir cuál es la labor que identifica cada
México, 1967, t. I, p. 327. trabajo, lo común, a lo largo de los tres siglos del virreinato,
5 Fray Juan de Torquemada, Monarquía Indiana, fue la utilización indistinta de los nombres de escultor,
México, Porrúa, 1973, vol. In, p. 487. entallador y ensamblador.
8 José Moreno Villa, La escultura colonial mexica- 15
Escultor reconocido en su tiempo, segunda mitad
na, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, pp. del siglo XVII y principios de) XVIII, autor de la sille-
9-11. ría del coro de la catedral de México.
7
Constantino Reyes Valerio, El arte indocristiano, 16
Recibe el nombre de "taracea" la labor formada por
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, el embutido de pequeñas piezas de marfil, maderas finas,
1978, pp. 129-154. carey, plata, etcétera.
8 Ramón Falcón Rodríguez, "Introducción" a la edi- 11
La técnica del eatofado conaiste en cubrir la super-
ción facsimilar de Leyes de Toro, Madrid, Ministerio de ficie de la escultura donde se ha tallado la vestimenta,
Educación y Ciencia, s/a, p. 10. con policromía y oro de hoja, aparentando las telas de
9
Vicente Romero Muñoz, Los gremios de Sevilla, brocados de seda.
18
Sevilla, Padilla Libros Editores & Libreros, 2001, pp. 21 Manuel Carrera Stampa, Los gremios mexicanos,
y 22. . México, EDIAPSA, 1954, pp. 235-236, apud Anselmo de
IO lbid., p. 124. la Portilla, Instrucciones que los virreyes de Nueva Espa-
11
Ordenanzas de Sevilla que por su original, son aho- ña dejaron a sus sucesores, México, Imprenta de Ignacio
ra nuevamente impresas, con licencia del señor Asisten- Escalante, 1873, t . I, p. 35.
te, por Andrés Grande, Impresor de libros, Año de 1632. 19
Concilio JII Provincial Mexicano, publicado por Ma-
Recopilación de las Ordenanzas de la muy noble y muy riano Galván Rivera, Barcelona, Imprenta de Manuel
leal Ciudad de Sevilla: de todas las leyes y ordenamientos Miró y D. Marsá, 1870, pp. 331-332.
antiguos y modernos; cartas y provisiones reales, para la 20
René..Jesús Payo Herranz, El retablo en Burgos y
buena gobernación del bien público y pacífico regimiento su comarca, Burgos, ExcelentísimaDiputaciónde Burgos,
de Sevilla y su tierra. Hecha por mandado de los muy 1997, p. 107.
21
altos y muy poderosos Católicos Reyes y señores, don Fer- Bibiana Moreno Romera, Artistas y artesanos del
nando y doña Isabel, de gloriosa memoria y por su real barroco granadino. Documentación y estudio histórico
provisión. de los gremios, Granada, Universidad de Granada, 2001,
12
En este caso, el término de arquitecto se refería a p. 153.

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