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DERECHO EMPRESARIAL

CONTRIBUCIONES FISCALES DE LA
EMPRESA
ASESORA:

MTRA. MARGARITA ARROYO DELGADO

ALUMNO: EFRAIN CHAVEZ


BARRETO

ENSAYO DEL TEMA


“DEDUCCIONES AUTORIZADAS”,
CONFORME A LA LEY DEL ISR
INTRODUCCION

Los impuestos que pagan los contribuyentes son una de las principales vías de
financiación de los Estados. Con ese dinero, las administraciones costean parte de su
propio funcionamiento e invierten en los sistemas de salud, educación, seguridad,
infraestructuras u otros gastos públicos. Dentro del capítulo de la recaudación, existe
un instrumento financiero diseñado para que cada contribuyente, de acuerdo con su
condición económica, familiar o particular, aporte a los fondos públicos; y también un
sistema para que pague menos impuestos por contribuir al cumplimiento de
determinados objetivos sociales, medioambientales o económicos, entre otros.

En el contexto económico, se entiende que deducir es descontar o disminuir, por lo que


este alivio económico lo que hace es restar una cantidad determinada al importe que se
debe pagar al Estado en concepto de impuestos, independientemente de si trabajamos
por cuenta ajena o por cuenta propia. Generalmente, la legislación tributaria de cada
país o región condiciona el derecho a beneficiarse de las deducciones fiscales al
cumplimiento de unos requisitos establecidos previamente. Es decir, que están regidas
por la ley y deben justificarse con la documentación pertinente.

En este sentido, hay diferentes tipos de deducciones fiscales y, dependiendo de la


clase de contribuyente que seamos –persona física, si se trata de un individuo, y
jurídica, si es una entidad-, podremos acogernos a unas u otras. En términos
generales, los Estados plantean objetivos específicos para las deducciones: desde
adaptar la carga tributaria a las circunstancias personales hasta favorecer el
cumplimiento de medidas económicas, sociales o medioambientales, entre otras.
Cuando una empresa realiza gastos que tienen que ver con sus actividades cotidianas
para su funcionamiento, estos califican para ser parte de las deducciones autorizadas
ISR (Impuesto Sobre la Renta) que permite la autoridad, siempre y cuando sea algo
lógico según el giro, se encuentre fundamentado, haya evidencia y se cumpla con
ciertos requisitos. Todo esto lo repasaremos a continuación.

Deducciones autorizadas para personas morales

Las personas morales, como contribuyentes, tienen un muy atractivo derecho fiscal, el
de hacer algunos de sus gastos deducibles, en términos acordes con la Ley del
Impuesto Sobre la Renta o LISR.

En el artículo 25, la ley del ISR nos dice que aquellos que sean contribuyentes pueden
deducir devoluciones recibidas, bonificaciones o descuentos hechos durante el
ejercicio, y los gastos netos dentro de estos mismos rubros; el costo de todo aquello
que fue vendido; créditos que no puedan cobrarse, así como pérdidas que se hayan
dado de forma fortuita o por causas de fuerza mayor.

También los intereses por los cuales tenga que haber pagos en el ejercicio, sin que
exista algún ajuste; las adaptaciones que resulten anualmente por la inflación y que
puedan ser deducibles, de acuerdo (según el artículo 44 de la misma ley) al saldo
promedio de las deudas y los créditos de la persona moral por año.

Asimismo las aportaciones hechas para incremento o creación de reservas enfocadas


a los fondos para jubilados y pensionados, mismas que complementen a las
establecidas dentro de la Ley del Seguro Social; cuotas que los patrones tengan que
pagar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); cuotas indicadas para el seguro
de desempleo, etc.

En cuanto al artículo 27, en él se habla de los donativos, deducibles mientras no


excedan el 7% de las utilidades fiscales que la organización haya obtenido durante un
ejercicio anterior a aquel en el que se dé la donación. Igualmente, se toca el tema de
deducciones cuando se trata de pagos a personas físicas (siempre y cuando
signifiquen ingresos para dichas personas físicas). En este artículo, también se habla
de deducir prestaciones de previsión social que sean brindadas a todos los
trabajadores en general para su aprovechamiento, como un complemento de sus
ingresos.

Requisitos para las deducciones autorizadas

Tomando en cuenta el artículo 27 nuevamente, contenido en la Ley del Impuesto Sobre


la Renta, ahí encontramos los requerimientos para que tanto negocios como empresas
puedan acceder a las mencionadas ventajas fiscales, considerando:

Que los gastos a deducir sean precisados exclusivamente para realizar las actividades
del negocio, a menos que estemos hablando de donativos fiscales, que cumplan con lo
ya mencionado anteriormente.

Tener el Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) que ampare esos gastos.

Que los pagos mayores a 2 mil pesos se ejecuten mediante transferencia, cheque,
tarjeta de débito, tarjeta de crédito, monederos electrónicos (con aval del SAT), etc.,
pero no efectivo; y en el caso de pago de combustibles, sea cual sea el monto, que no
se haga en efectivo, pero sí por cualquiera de las formas expuestas.

Que todos los movimientos estén debidamente registrados por el área de contabilidad,
y los montos a deducir sean restados una única vez.

Todas las operaciones tienen como límite el día último del ejercicio fiscal, hasta ese
momento se puede reunir lo requerido para lo que se vaya a deducir. Si no se cuenta
con el CFDI, este se puede conseguir como máximo en el día de la declaración de la
persona moral.

Si se debe presentar más documentación para comprobar pagos y retenciones, se


tiene que hacer dentro de los plazos y fechas establecidas por la disposición fiscal.
Estos son los beneficios

Entre las ventajas de las deducciones autorizadas ISR, están que las aportaciones al
IMSS, al seguro de desempleo, y al fondo de pensiones y jubilados, son gastos que al
ser deducibles no afectan a los ingresos de las empresas, al tiempo que estas cumplen
con sus obligaciones.

De igual forma, si las personas morales contribuyentes deciden dar extras a sus
colaboradores, como vales de despensa, vales de combustible o incentivos para
empleados, los podrán deducir y a la vez mantener motivados a los trabajadores,
conservando una baja tasa de rotación de personal, y promoviendo una alta
productividad.

Deducciones autorizadas

Artículo 105 Requisitos de las deducciones.

Las deducciones autorizadas en esta Sección, además de cumplir con los requisitos
establecidos en otras disposiciones fiscales, deberán reunir los siguientes:

I. Que hayan sido efectivamente erogadas en el ejercicio de que se trate. Se


consideran efectivamente erogadas cuando el pago haya sido realizado en efectivo,
mediante traspasos de cuentas en instituciones de crédito o casas de bolsa, en
servicios o en otros bienes que no sean títulos de crédito. Tratándose de pagos con
cheque, se considerará efectivamente erogado en la fecha en la que el mismo haya
sido cobrado o cuando los contribuyentes transmitan los cheques a un tercero, excepto
cuando dicha transmisión sea en procuración. Igualmente, se consideran efectivamente
erogadas cuando el contribuyente entregue títulos de crédito suscritos por una persona
distinta. También se entiende que es efectivamente erogado cuando el interés del
acreedor queda satisfecho mediante cualquier forma de extinción de las obligaciones.
Cuando los pagos a que se refiere el párrafo anterior se efectúen con cheque, la
deducción se efectuará en el ejercicio en que éste se cobre, siempre que entre la fecha
consignada en el comprobante fiscal que se haya expedido y la fecha en que
efectivamente se cobre dicho cheque no hayan transcurrido más de cuatro meses.

Se presume que la suscripción de títulos de crédito, por el contribuyente, diversos al


cheque, constituye garantía del pago del precio o de la contraprestación pactada por la
actividad empresarial o por el servicio profesional. En estos casos, se entenderá
recibido el pago cuando efectivamente se realice, o cuando los contribuyentes
transmitan a un tercero los títulos de crédito, excepto cuando dicha transmisión sea en
procuración.

Tratándose de inversiones, éstas deberán deducirse en el ejercicio en el que se inicie


su utilización o en el ejercicio siguiente, aun cuando en dicho ejercicio no se haya
erogado en su totalidad el monto original de la inversión.

II. Que sean estrictamente indispensables para la obtención de los ingresos por
los que se está obligado al pago de este impuesto en los términos de esta Sección.

III. Que cuando esta Ley permita la deducción de inversiones se proceda en los
términos del artículo 104 de esta Ley. Tratándose de contratos de arrendamiento
financiero, además deberán cumplirse los requisitos del artículo 38 de esta Ley.

IV. Que se resten una sola vez, aun cuando estén relacionadas con la obtención
de diversos ingresos.

V. Que los pagos de primas por seguros o fianzas se hagan conforme a las leyes
de la materia y correspondan a conceptos que esta Ley señala como deducibles o que
en otras leyes se establezca la obligación de contratarlos y siempre que, tratándose de
seguros, durante la vigencia de la póliza no se otorguen préstamos por parte de la
aseguradora, a persona alguna, con garantía de las sumas aseguradas, de las primas
pagadas o de las reservas matemáticas.
VI. Cuando el pago se realice a plazos, la deducción procederá por el monto de las
parcialidades efectivamente pagadas en el mes o en el ejercicio que corresponda,
excepto tratándose de las deducciones a que se refiere el artículo 104 de esta Ley.

VII. Que tratándose de las inversiones no se les dé efectos fiscales a su


revaluación.

VIII. Que al realizar las operaciones correspondientes o a más tardar el último día
del ejercicio, se reúnan los requisitos que para cada deducción en particular establece
esta Ley. Tratándose únicamente de los comprobantes fiscales a que se refiere el
primer párrafo de la fracción III del artículo 27 de esta Ley, estos se obtengan a más
tardar el día en que el contribuyente deba presentar su declaración del ejercicio y la
fecha de expedición de dicho comprobante fiscal deberá corresponder al ejercicio en el
que se efectúa la deducción.

Para los efectos de esta sección, se estará a lo dispuesto en el artículo 27, fracciones
III, IV, V, VI, X, XI, XIII, XIV, XVII, XVIII, XIX y XXI de esta Ley.

Las empresas mexicanas enfrentan el reto de superar la crisis económica sin apoyos ni
estímulos fiscales derivados de la contingencia. Por ello, es más relevante que nunca
obtener el máximo provecho de las facilidades que existen, como la deducción de
impuestos.

Mientras que más de 70 países redujeron la carga fiscal para aliviar la economía
durante la pandemia de COVID-19, México brilló por su ausencia de acciones en la
materia, como destacó en su momento la organización México Evalúa.

La buena noticia es que, por motivo del Covid-19, los contribuyentes ya pueden
incorporar la deducción de gastos relacionados con la prevención y control de los
contagios en el centro laboral. Sin duda, es una novedad para tener en cuenta en la
estrategia financiera y la planeación de las compras.
La deducción de gastos es un derecho que podemos obtener todos los contribuyentes,
para disminuir el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Como su nombre lo dice, este impuesto grava directamente nuestros ingresos, como
los salarios de las personas físicas y las utilidades obtenidas por las empresas. Por
eso, para calcular el ISR a pagar, debemos informarle al SAT cuánto percibimos,
además de los gastos autorizados en que hayamos incurrido.

Y es en este punto donde hablamos de la deducción de impuestos, es decir, de la


acreditación de los gastos para que podamos reducir el monto total (base gravable) por
el cual se nos cobrará el ISR.

Beneficios de una correcta deducción de gastos

La deducción de impuestos es un requisito básico para que cualquier negocio sea


rentable. Y en el caso de los asalariados, resulta un apoyo fundamental en las finanzas
personales. Si la realizamos correctamente, reducimos nuestra carga fiscal o, incluso,
podemos obtener una devolución de impuestos.

Recordemos que la deducción de impuestos se resta a nuestros ingresos acumulables,


con el fin de obtener la base gravable:

Personas morales: Restar a los ingresos las deducciones autorizadas y las


participaciones de los trabajadores en las utilidades de la empresa. Restar las pérdidas
fiscales anteriores (en su caso) y aplicar la tasa del 30% de ISR sobre el resultado.

Personas físicas: Restar las deducciones personales y autorizadas a los ingresos


obtenidos, sobre los que se aplica e impuesto.

Por eso, los contribuyentes que no planeen sus gastos ni incorporen una estrategia
fiscal adecuada en esta etapa de reactivación económica, podrían terminar pagando
impuestos de más.

¿Cuándo puedo deducir impuestos?


Los gastos deducibles dependen del régimen de incorporación fiscal. Para efectos
prácticos, los dividiremos entre las personas físicas y morales:

1. Gastos deducibles para personas morales

Las empresas y organizaciones registradas como personas morales pueden deducir los
gastos estrictamente indispensables realizados dentro de sus operaciones:

Anticipos a cuenta de mercancías

Cuotas del IMSS por trabajadores

Devoluciones

Descuentos sobre ventas realizadas

Intereses

Costo de lo vendido

Además, las personas morales también pueden deducir estos rubros que no resultan
tan obvios:

Créditos incobrables: Cuando expedimos una factura, pero no la cobramos durante el


ejercicio fiscal, podemos reclamar ese ingreso como un crédito incobrable, como
explica El Contribuyente.

Inventarios inservibles u obsoletos: Para efectos fiscales, es indispensable llevar un


registro de nuestros inventarios en tiempo real. Así, podemos detectar de inmediato los
activos que han pedido su valor, destruirlos siguiendo los protocolos correspondientes y
posteriormente, realizar la deducción de impuestos.

Donativos: Realizar donativos -en efectivo o en especie- a las donatarias autorizadas,


es otra táctica para reducir nuestros impuestos. Es importante tomar en cuenta que el
límite de la deducción de impuestos por donativos es del 7 por ciento de la utilidad del
ejercicio anterior.
2. Rubros deducibles para personas físicas

Por su parte, las personas físicas disponen de dos tipos de deducción de impuestos
para reducir sus ingresos acumulables en la declaración anual: las deducciones
personales y deducciones autorizadas.

a) Deducciones personales

En primer lugar, todas las personas físicas pueden realizar deducciones personales,
que son los gastos no relacionados con la actividad empresarial, pero que están
clasificados como necesarios, de acuerdo con el SAT.

Salud: honorarios médicos, dentales y por servicios de psicología y nutrición, gastos


hospitalarios, honorarios a enfermeras, estudios clínicos, aparatos de rehabilitación,
prótesis, lentes ópticos graduados, primas por seguros de gastos médicos.

Educación: colegiaturas en instituciones educativas privadas con validez oficial y


transporte escolar.

Otros: gastos funerarios, intereses por créditos hipotecarios destinados a casa


habitación, donativos, aportaciones a la Afore y pago por impuestos locales por
salarios, cuya tasa no exceda 5%.

b) Deducciones autorizadas

Estos gastos deducibles son aplicables según el tipo de ingresos o actividades


realizadas por la persona física. Consisten en erogaciones realizadas estrictamente
indispensables para la actividad, como:

Adquisiciones de mercancías, materias primas y productos que se utilicen para prestar


servicios, fabricar bienes o enajenarlos.

Gastos estrictamente indispensables para la obtención del ingreso.

Intereses pagados derivados de la actividad empresarial o servicio profesional.

Cuotas obrero-patronales pagadas al IMSS.


Inversiones.

Deducir gastos por contingencia COVID-19

Si bien el gobierno federal no implementó estímulos fiscales por la contingencia, sí se


están considerando los gastos que deben hacer las empresas en esta etapa de nueva
normalidad, para efectos de la deducción de impuestos.

Tanto los gastos médicos como los recursos que se inviertan para evitar los contagios
por Covid-19 pueden ser considerados como deducciones por seguridad e higiene,
relacionadas con la continuidad de las operaciones.

Es una buena noticia, dada la gran cantidad de lineamientos de seguridad laboral con
que deben cumplir los centros de trabajo.

1. Gastos médicos

De acuerdo con especialistas, las empresas pueden deducir de impuestos tanto las
pruebas COVID de sus trabajadores, como los gastos médicos. Ahora bien, para
justificar esta deducción de gastos se recomienda:

Tener a los trabajadores formalmente contratados. Contar con el alta patronal y la


nómina.

Contratar a una empresa o institución formal. Si se tienen que aplicar pruebas Covid-
19, se recomienda contratar un paquete de pruebas con un hospital o laboratorio
certificados para ello. Fuente: El Contribuyente

2. Trabajo desde casa

Por otro lado, los gastos derivados del home office también pueden ser deducibles. En
el caso de las personas físicas, esta deducción de impuestos es sencilla, porque en el
rubro de «Gastos generales» pueden reportar los pagos de:

Servicios
Artículos y equipo de oficina

Equipo de cómputo e impresoras

Equipo de oficina

Por otro lado, las personas morales también pueden cubrir y deducir los gastos
realizados por sus trabajadores en home office. Para ello, pueden recurrir a cualquiera
de dos esquemas:

Gastos por cuenta de terceros: En este esquema, la empresa pide al empleado


efectuar un gasto. Se puede hacer mediante pago anticipado o reembolso.

Viáticos: Como se sabe, la empresa puede otorgar recursos adicionales al trabajador


cuando realiza su actividad laboral fuera de la empresa. En tales casos, se pueden
acreditar gastos por conceptos como hospedaje, alimentos, transporte, gasolina y uso
temporal de auto.
Conclusion

Una deducción fiscal es una reducción del monto total de la obligación tributaria de una
persona u organización al encontrarse con un pago que baje sus ingresos imponibles.
Suelen ser gastos en los que incurres como contribuyente durante el año, que se
restan de tus ingresos brutos para calcular la cantidad de impuestos adeudados que
debes pagar.

La deducción de impuestos es una estrategia indispensable para el cuidado de las


finanzas, especialmente en tiempo de crisis económica.

En otras palabras, se necesita realizar la deducción de gastos para tributar sobre la


base de las ganancias reales, y no de los ingresos de una empresa. Así, el pago de
impuestos será más justo.

Se concluye que el tener mayor conocimiento sobre las disposiciones fiscales hace que
sea más justa su aplicación y por tanto se puedan obtener beneficios económicos
sobre el pago de contribuciones.

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