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1.

Introducción
Los avances tecnológicos actuales representan una gran ventaja para
apoyar los procesos de enseñanza-aprendizaje, contamos con un
sinnúmero de aplicaciones digitales para prácticamente todas las áreas
del saber humano, incluyendo simuladores, videos de apoyo,
programas especializados, y prácticamente todo al alcance de cualquier
persona que cuenta con una computadora, tableta o celular (Brown &
Haupt, 2018).Como docentes enfocamos nuestros esfuerzos en utilizar esta
tecnología para apoyar nuestros métodos educativos de acuerdo a la
materia o al área a la que estamos enfocados, así como el desarrollo de
cursos y/o proyectos en contextos reales, para la construcción de
aprendizajes significativos de nuestros estudiantes (Ramírez, 2015).La
contingencia debida a la presencia de la enfermedad COVID-19, que nos
llevó a cambiar repentinamente las clases presenciales a un formato
completamente en línea, puso de manifiesto la necesidad de utilizar
además, una herramienta digital que permita al profesor impartir su
cátedra sincrónica, como lo haría en un pizarrón en el salón de
clases. En este trabajo se presenta un método que resuelve el problema
básico del profesor para impartir su cátedra sincrónica en línea, y además
generar videos de apoyo utilizando su misma exposición sin necesidad de
buscar otro recurso digital.
2. Desarrollo
2.1 Marco teórico
El proceso de enseñanza-aprendizaje ha evolucionado a través del
tiempo, conocemos las principales teorías educativas que de manera
general podemos mencionar como conductista, cognitivista y constructivista
(Heredia y Sánchez, 2013), cuya evolución es también resultado de los
descubrimientos sobre cómo funciona y aprehende nuestro cerebro
(neurociencias).De la misma manera el rol del profesor ha ido
evolucionando de acuerdo a estas teorías, desde ser visto principalmente
como un mero transmisor de conocimiento, hasta la actualidad donde
su rol consiste en ser un mentor o guía que facilita el proceso de
construcción de aprendizajes significativos de los alumnos, y aunque en
esta nueva visión el alumno toma responsabilidad de su propio aprendizaje
(Almazán, 2015), el profesor sigue siendo el eje central ahora con mayores
responsabilidades y necesidad de generar nuevas competencias que le
permitan cumplir con su nuevo rol, como la creación de actividades,
proyectos o retos, diseñar problemas a resolver preferentemente en
situaciones reales (lo que le exige amplia experiencia práctica en su área),
crear ambientes de cooperación y trabajo colaborativo entre sus
estudiantes, el uso experto de tecnología para crear escenarios y
simulaciones, y finalmente, preparar materiales y realizar presentaciones
que en determinados tiempos de intervención apoyen a la exposición y
clarificación teórica necesaria, ya que no todo puede resolverse en un
experimento de Laboratorio (Anaya, 2018, p. 44).Es pertinente entonces,
enfatizar que la participación del profesor con espacios de exposición
se presenta en cualquier etapa de la evolución del proceso enseñanza-
aprendizaje, y también en los modelos digitales (en línea), donde de
acuerdo con Sanga (2018) se recomienda que existan momentos de
comunicación entre miembros de la facultad y estudiantes en este
modelo, por eso la importancia de contar con una buena herramienta
que le permita dar su exposición y explicaciones de manera ágil, y por
otro lado, la necesidad de brindar al alumno la posibilidad de contar
también con recursos digitales que pueda consultar en cualquier momento
como videos de apoyo (Serrano, Ponce, Rodríguez, et al.,2019) con
explicaciones y desarrollo de ejercicios y como sucede en áreas de
ingeniería, dibujo de sistemas, procesos de análisis y generalmente
cálculos matemáticos (Gaviño, González & Mejorada, 2019, p.
211).Actualmente se han desarrollado una gran cantidad de cursos
MOOC (Massive Open Online Courses) por muchas universidades con gran
variedad temática y ofrecidas en distintas plataformas tecnológicas, con
la característica general, de permitir la autogestión completa del proceso de
aprendizaje por parte del alumno, sin embargo, de acuerdo con Galina,
B. (2017), existe preocupación por las universidades debido a la naturaleza
impersonal de este esquema, que puede prestarse al plagio, lo que
evidencia la importancia de la presencia del profesor que acompaña al
estudiante. Estos elementos mencionados, Profesor - recursos
tecnológicos, se unen con mayor fuerza debido a un importante
fenómeno que cambiará la “normalidad” del modelo educativo y de
nuestra vida en general. En el año 2020 se vive un momento histórico
importante, el mundo se ve obligado a detener sus actividades socio-
económicas en general, para tratar de contener la presencia de la
enfermedad COVID-19 que se extiende
rápidamente, y en el mes de marzo de este mismo año, México toma acciones
de contingencia y las escuelas de todos los niveles, cierran sus puertas
a las clases presenciales .El Tecnológico de Monterrey, toma la decisión
en un momento muy oportuno, de cambiar el modelo de clases presenciales a
un modelo completamente en línea (digital). La Institución propone la
herramienta digital de Zoom como el medio oficial para impartir las sesiones
sincrónicas (en tiempo real) de clase a los alumnos, y acuña el término de
Modelo Flexible Digital (MFD) para este nuevo modelo educativo (Observatorio
de Innovación, 2020).Los profesores del Tecnológico de Monterrey, en una
rápida reacción hacen gala de su creatividad, de sus conocimientos en
modelos educativos y experiencia, además de capacitarse en
herramientas digitales ofrecidas por la Institución para mejorar y/o
desarrollar nuevas competencias y lograr convertir sus cursos presenciales, ya
iniciados, en un modelo completamente en línea. Muchos profesores integran
herramientas tecnológicas que ya utilizaban, como simuladores, videos de
apoyo, presentaciones en programas como PowerPoint y/o algunos
recursos digitales más, sin embargo, para muchos de ellos, representó un
problema la manera de realizar explicaciones y exposición de su cátedra.
Esta afirmación se evidencia con los esfuerzos expresos de profesores para
poder implementar estrategias, a falta de pizarrones, para las clases
sincrónicas de exposición en línea, algunos profesores, por ejemplo,
compartieron su experiencia y explicaban cómo construir con PVC una
estructura y colocar sobre ésta su celular para utilizarlo como cámara y
escribir sobre una hoja de papel para mostrar sus explicaciones en la
computadora a los estudiantes, algunos otros utilizaron legos para dicha
estructura, algunos colocaron un pizarrón en su pared para salir a cuadro
tratando de emular una clase presencial entre otras ideas, evidentemente sin
un resultado 100% satisfactorio. De este modo, se puso de manifiesto que no
se había prestado suficiente atención a la probable necesidad de utilizar una
herramienta digital que funcionara simplemente como un pizarrón (aunque
existen), y no porque se considere poco importante, sino porque nadie
habría podido prever antes de este fenómeno de pandemia que el profesor no
tendría acceso a una herramienta como el pizarrón para realizar sus
explicaciones, donde muestra realmente sus principales competencias
docentes y su experiencia profesional al realizar la tarea más común,
natural e incluso espontánea, como es, ofrecer explicaciones, dibujar y realizar
cálculos apoyándose en una superficie (pizarrón o papel) de manera libre y
sencilla.

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