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Organización dinámica
Sistemas psicofísicos
Determinantes
Allport empleaba la palabra determinar para insistir en que la personalidad es una causa
de la conducta.
“la personalidad es algo y hace algo”.
“los rasgos no son creaciones en la mente del observador, ni son ficciones verbales; son
aceptados aquí como hechos biofísicos, disposiciones psicofísicas reales”.
Únicos
Ajustes al ambiente
Rasgos de personalidad
Distinguió rasgos individuales, que son poseídos por una sola persona, y rasgos comunes,
que son poseídos por muchas personas en diferente grado.
Las unidades de personalidad reales con los rasgos únicos, los que existen dentro de un
individuo y tienen estatus como realidad psicofísicas.
“en el sentido estricto de la definición de rasgos, el rasgo común (continuo) no es un
verdadero rasgo, sino completamente un aspecto mensurable de los rasgos individuales
complejos”.
Los rasgos son entidades adaptativas individualizadas, únicas para cada persona. Allport
argumentaba: “hablando estrictamente, no hay dos personas que tengan precisamente el
mismo rasgo”.
Inferencia de rasgos
Rasgos centrales
Rasgos secundarios
Describen formas en las que una persona es consistente, pero, a diferencia de un rasgo
central, no afectan tanto de lo que hace la persona.
Son “menos llamativos, menos generalizados, menos consistentes y es menos común que
entren en acción que los rasgos centrales”.
En general, las preferencias personales no afectan muchas conductas, aunque son
consistentes.
Sin embargo, para algunas personas una preferencia personal puede ser un rasgo central.
Rasgos cardinales
Es tan penetrante que domina casi todo lo que hace una persona.
Es “el rasgo eminente, la pasión dominante, el sentimiento maestro o la raíz de una vida”.
La mayoría de la gente no tiene un solo rasgo tan altamente penetrante. Cuando lo tienen,
el rasgo a menudo hace famoso a quien lo posee, un prototipo de una disposición la que
otros se pueden asemejar en menor grado.
Dominaban toda la conducta original de quien los posee. Cada uno de los siguientes
adjetivos utilizados para describir a la gente se originó como un rasgo cardinal en una
persona: canibalismo, chauvinista, parecido a Cristo, dionisiaco, fáustico, maquiavélico,
quijotesco, sádico.
El adulto normal/sano
Unitas multiplex
El Proprium
Para poner énfasis en esta unidad, Allport sugirió un concepto teórico, el proprium, el cual
“incluye todos los aspectos de la personalidad que se dirigen a la unidad”.
En proprium cumple las funciones que otros teóricos describen como pertenecientes al yo
o al si mismo.
Es la parte esforzada de nuestro ser, la que nos da nuestra intencionalidad y dirección.
Es lo consistente, único y central en el individuo.
Se desarrolla en distintas etapas según Allport, desde la infancia.
Sentido del yo corporal (0-2 años), implica conocer los límites del propio cuerpo.
Autoidentidad (2-4/5 años), referido a la conciencia de igualdad y continuidad interna.
Seres individuales y separados y diferentes de los demás.
Autoestima (2-4 años), relacionado con la satisfacción de hacer cosas y logros.
Relacionado con la valoración del yo. Orgullo de propios logros o humillación y egoísmo.
Extensión del Yo (3/4-6 años), se refiere a un sentido de posesión.
Autoimagen (4-6 años), referido al conocimiento de las expectativas de los demás y
comparación con la propia conducta. El “reflejo de mí”, lo que los demás ven. Nociones de
lo bueno y lo malo.
Agente racional (6-12 años), en que el Yo afronta la realidad de modo racional. Niños en la
escuela (destrezas del yo).
Lucha apropiada (12 años en adelante), incluye proyecciones e ideales, un sentido o
propósito. La culminación de ésta daría como resultado “soy el propietario de mi vida, el
dueño”. De aquí deriva Allport el término proprium.
El que conoce (edad adulta), es el sí mismo como el que conoce. El adulto integra
cognoscitivamente los siete aspectos previos del sí mismo en un todo unificado.