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Según Allport los rasgos de la personalidad son características que rige la conducta, los rasgos
se miden sobre un continuo y están sujetas a influencias sociales, ambientales y culturales.
Al principio Allport propone en su teoría dos clases que son rasgos individuales y rasgos
comunes.
DISPOSICIONES PERSONALES
Al principio, Allport usó el término rasgos, pero se dio cuenta que las personas entendían el
concepto como cuando alguien describe a otra persona o cuando concluimos la personalidad
en virtud de unos test de personalidad, en vez de considerarlo aquellas características únicas,
individuales de la persona. Finalmente, cambió el concepto por disposiciones.
RASGOS CARDINALES:
Se consideran rasgos cardinales aquellos rasgos de personalidad que forman parte del propio
núcleo de la persona, afectando y definiendo la mayor parte del repertorio conductual de la
persona.
RASGOS CENTRALES:
Estos rasgos no son tan dominantes como los rasgos cardinales, sus características principales
se podrían utilizar para describir a numerosas personas. Términos tales como inteligente,
honesto, tímido o ansioso se consideran rasgos centrales.
RASGOS SECUNDARIOS:
Estos rasgos que a veces están relacionados con las actitudes o preferencias y a
menudo aparecen sólo en ciertas situaciones o bajo circunstancias específicas
HABITOS Y ACCTITUDES
Las disposiciones personales se distinguen de otras características, como los hábitos
y las actitudes Allport acepto que estas dos últimas pueden iniciar y dirigir una
conducta.
Los hábitos son respuestas específicas, inflexibles, frente a determinados estímulos a
veces se combinan varios hábitos y forman un rasgo, influyen en su forma de
comportarse.
La actitud según Allport se parece a los rasgos pero tienen objetivos de diferencia
específicos y suponen una evaluación positiva o negativa, en conclusión los rasgos
son más generales que las actitudes.
MOTIVACION: la autonomía funcional de los motivos
A Allport no creía en mirar al pasado como forma de entender el presente de una
persona.
AUTONOMÍA FUNCIONAL:
Tus motivos actuales son independientes (autónomos) de sus orígenes, hipótesis que
plantea que los motivos de un adulto normal no depende de las experiencias de la
niñez en que se presentaron originalmente.
AUTONOMIA FUNCIONAL PERSEVERANTE:
Nivel de la autonomía funcional que se relaciona con las conductas rutinarias. Las
acciones continúan o perseveran por cuenta propia, pero ya no lo hacen y su nivel es
demasiado bajo como para considerarlas parte integral de la personalidad.