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POR:
Y SOCIALES
ABOGADA Y NOTARIA
TRABAJO DE GRADUACIÓN
III
IV
V
VI
VII
REGLAMENTO DE TESIS
ARTÍCULO 9°: RESPONSABILIDAD
VIII
ÍNDICE
Contenido Página
Introducción 1
CAPITULO I 4
1. EL ESTADO 4
CAPITULO II 17
2. EL DERECHO PENAL 17
2.1 Antecedentes 17
2.2 Definición 21
2.3 Denominaciones 23
IX
2.5 Ramas del Derecho Penal 24
CAPITULO III 34
3. EL PROCESO PENAL 34
3.1 Definición 34
3.3 Características 36
X
3.4.3 Principio de oralidad 39
3.7. La pena 47
3.7.7 Fines 56
XI
CAPITULO IV 62
4.8 Sentencia 67
CAPITULO V 70
GUATEMALTECO 70
y perjuicios 74
XII
5.5.1. La Reparación Digna como Título Ejecutivo 77
CONCLUSIONES 105
RECOMENDACIONES 108
BIBLIOGRAFIA 111
ANEXOS 116
XIII
INTRODUCCIÓN
de hechos, algunos casos han sido efectivos muy contados; pero otros
justo para todas las personas que han quedado marcadas por un
hecho delictivo.
1
2
guatemalteco.
El método analítico, que sin duda alguna sirvió para analizar cada
proceso penal.
investigación.
hipótesis:
es justo para todas las personas que han quedado afectadas por un
hecho ilícito”.
CAPÍTULO I
EL ESTADO
cometidos estatales. Pero los que están separados o divididos son esos
centros, no el poder”.1
antiguo.
1
ORESTE, Raneletti. Principios de Derecho Administrativo, Editorial L. Pierro, novena edición,
Italia, 1912. Pág 22.
4
5
poder ejercido por aquel elemento social que en cada momento asume
2
ACOSTA ROMERO, Miguel. Teoría General del Derecho Administrativo. Editorial Porrúa,
primera edición, México, 1990, pág. 31
3
PRADO, Gerardo, Teoría del Estado, Editorial Fénix, primera edición, Guatemala, 2011,
pág. 12
4
PRADO, Gerardo: Loc. Cit pág. 29
5
DELGADILLO GUTIÉRREZ, Luis Humberto. Compendio de Derecho Administrativo, Editorial
Limusa, tercera edición, México, 2011, pág. 26.
6
consuetudinario.6
6
HÉLLER, Herman. Teoría del Estado, Editorial Fondo de Cultura Económica, cuarta edición,
Francia, 1912, pág. 211
7
CALDERÓN MORALES, Hugo Haroldo. Derecho Administrativo: Parte general, Editorial
impresiones gráficas, primera edición, Guatemala, 2012, pág. 146
8
CASTILLO GONZÁLEZ, Jorge Mario. Derecho Administrativo, Editorial Fénix, dieciocho edición,
Guatemala, 2008, pág. 187.
7
como tal.
facultad de administrar.
9
DROMI, José Roberto. Instituciones del Derecho Administrativo, Editorial Astrea de Rodolfo
de Palma y hermanos, primera edición, Buenos Aires, Argentina, 1973, pág. 54.
8
10
ICILIO, Vanni. Filosofía del Derecho, Editorial Rosay, tercera edición, Madrid, España, 1941,
pág. 150.
11
PRADO, Gerardo: Op. Cit. Pág. 60.
9
razón, ya que todos los elementos son necesarios para ser reconocidos
municipio.”13
12
PRADO, Gerardo: Loc. Cit. Págs. 61 y 62
13
PRADO, Gerardo: Loc. Cit. Págs. 69, 70, 71
10
como elemento se puede considerar como tal luego de cumplir con los
forma personal y por delegación divina. Con el trascurso del tiempo las
energía espiritual.
14
PRADO, Gerardo: Op. Cit. Pág. 74
11
territorialmente determinado.”15
desarrollo tecnológico.
15
PRADO, Gerardo: Op. Cit. Págs. 75, 76
16
BODENHEIMER, Edgar. Teoría del Derecho, Editorial Marquense, primera edición, Colombia,
1997, págs. 80 y 81.
12
social, mediante las cuales los hombres pueden conseguir con mayor
condiciones con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones
El autor De los Ríos Urrutí, indica: “El Derecho conviene que sea
función.”19
17
CHICAS HERNÁNDEZ, Raúl Antonio. Apuntes de Derecho Administrativo, Editorial Fénix,
primera edición, Guatemala, 2011. Págs.16-17.
18
DE LOS RÍOS URRUTÍ, Fernando, Estudios jurídicos, Editorial Elías Díaz, primera edición,
España, 1929. Pág. 150.
19
DE VELASCO CALVO, Recaredo F., Resumen de Derecho Administrativo y de Ciencia de la
Administración, Editorial Sánchez, primera edición, Uruguay, 1923, pág. 29.
13
Serra Rojas menciona que “las funciones del Estado son los medios o
formas diversas que adoptan el Derecho para realizar los fines del
Estado”.20
grande, si las mismas personas que tienen el poder de hacer las leyes
ente cree leyes y que también las ejecute, ya que se volvería a una
20
SIERRA ROJAS, Andrés. Derecho Administrativo, Editorial Porrúa, 28° edición, México, 2000.
Pág. 39.
21
GUTIÉRREZ Y GONZALES, Ernesto. Derecho Administrativo y Derecho Administrativo al Estilo
Mexicano, Editorial Porrúa, tercera edición, México, 1993. Pág. 69.
14
semejante.22
(Organismo Ejecutivo)
controversia.23
administrativa.24
22
HÉLLER, Hernán. Op. Cit. Pág. 213.
23
SIERRA ROJAS, Andrés. Loc. Cit. Pág. 53.
24
SIERRA ROJAS, Andrés Loc. Cit. Pág. 8.
25
SIERRA ROJAS, Andrés. Loc. Cit. Pág. 12.
15
juridicidad.
26
TENA RAMÍREZ, Felipe. Derecho Constitucional Mexicano, Editorial Porrúa, 10° edición,
México, 1970. Pág. 86.
16
27
RÍOS ELIZONDO, Roberto. El Acto de Gobierno, Editorial Porrúa, 2°edición, México, 1975.
Pág. 388.
CAPÍTULO II
EL DERECHO PENAL
2.1 Antecedentes
quema de delincuentes.
17
18
que por el delito; 4) Adopta las ventajas del método inductivo; 5) Adopta
representante fue Franz von Liszt. Esta Escuela tiene como postulados:
siguiente:
eran ágrafas, por lo que carecían de leyes escritas. Sin embargo, tenían
Más tarde fueron iniciados los trabajos para una recopilación general,
28
DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal y DE MATA VELA, José Francisco; Derecho Penal
Guatemalteco; Editorial Magna Terra Editores; Cuarta edición; Guatemala; 2009; Pág. 69.
21
que, por disposición del Rey, únicamente parte del Libro II tuvo fuerza
de ley.
1680. La razón por la que esta segunda recopilación tardó tanto tiempo
2.2 Definición:
humana pacífica.30
29
MAYORGA MORALES, Francisco Roberto. La Administración de la Justicia Penal en el Reino
de Guatemala durante el reinado de Carlos III (1759-1788), Editorial Fénix, primera edición,
Guatemala, 1994. Pág. 36
30
BUSTOS RAMÍREZ, Juan. Manual de Derecho Penal, Editorial Trotta, primera edición,
Santiago de Chile, 2006, pág. 27.
22
diversificado progresivamente.
indica el autor Claus Roxin como Derecho Penal “El Derecho Penal
y consecuencias.”33
31
NUFIO VICENTE, Jorge Luis. El Derecho Penal Guatemalteco, Editorial Reproducciones Rodas,
segunda edición, Guatemala, 2010. Pág 29.
32
HURTADO POZO, José. Nociones básicas de Derecho Penal de Guatemala, Editorial Fénix,
segunda edición, Guatemala, 2003. Págs. 1 y 2.
33
DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal Op. Cit. Pág 5.
23
2.3 Denominaciones
seguridad.
34
DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal Op. Cit Págs. 21 y 22
35
TREJO, Miguel y Otros, Manual de Derecho Penal, Editorial Salinas, primera edición, El
Salvador, 1992. Página 7.
36
DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal y DE MATA VELA, José Francisco. Op. Cit. págs. 5 y 6.
24
El autor Cury Urzúa, afirma que el Derecho Penal está constituido por el
37
JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis; Tratado de Derecho Penal; Editorial Losada S.A.; primera edición;
Buenos Aires, Argentina, 1938, Pág. 49.
25
punibles.38
Militar que servía para procesar a los militares que cometían hechos
que está compuesto por normas jurídicas que contienen y definen los
penas; pero agrega que esta parte del Derecho Penal se trata del Ius
cual es el objeto del Derecho Procesal Penal, siendo este una faceta
Por otro lado, el autor Eugenio Zaffarroni plantea que existe una clara
Derecho Procesal Penal, pero aun así, existen normas que pueden
42
DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal Op. Cit. Pág. 235.
43
FONTÁN BALESTRA, Carlos; Op. Cit. Pág. 36.
44
ZAFARRONI, Eugenio; Op. Cit. Pág. 194.
45
SOLER, Sebastián; Derecho Penal Argentino, Editorial Rubinzal, cuarta edición, Buenos Aires,
Argentina, 1970; Pág. 13.
46
FONTÁN BALESTRA, Carlos; Op Cit. Pág. 35.
47
MAURACH, REINHART, ZIPF, HEINZ, Derecho Penal, Parte General; Astrea Editorial, segunda
edición, Buenos Aires, Argentina, 1994. Pág. 7.
27
de medidas de seguridad”.49
48
CUELLO CALÓN, Eugenio, Derecho Penal, Editorial Casa, quinta edición, Barcelona, España.
1944. Pág. 7.
49
OSSORIO, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales, Editorial Heliasta,
33ª edición, Argentina, 2006, pág. 706.
50
http://dle.rae.es/?id=CGv2o6x , 8 de febrero del año 2018, 11:30.
51
http://dle.rae.es/?id=ST87flU, 8 de febrero del año 2018, 11:35.
28
jurisdiccional.
52
DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal y DE MATA VELA, José Francisco. Op. Cit. Pág. 20.
53
ZAFARRONI, Eugenio. Op. Cit. Pág. 55.
29
realizado.54
54
CEREZO, Mir; Curso de Derecho Penal Español, Parte general, Editorial Tecnos, 5ª edición,
Madrid, España, 1995. Pág. 56.
55
CEREZO, Mir; Loc. Cit. Pág. 57.
56
NÚÑEZ, Ricardo; Manual de Derecho Penal, Parte General, Editorial Córdoba, tercera
edición, Argentina, 1987; Pág. 50.
57
CUELLO CALÓN, Eugenio. Op. Cit. Pág. 10.
30
Así como en Derecho Penal, evasión es la fuga del que está privado de
adeuda.58
Derecho Constitucional.
58
VILLEGAS, Héctor. La Evasión Fiscal en Argentina; Editorial Argentina, 13ª edición, Argentina,
1998. pág. 326.
31
perjuicios, que son objeto de proceso penal, y por ende regulado por el
Derecho Penal
Binding pudieron objetar, por ello, con éxito a los idealistas alemanes
59
CEREZO, Mir; Op. Cit; Pág. 43.
32
hacer algo, el derecho que rige al país en el que nos encontramos, esto
es lo que tiene que ver la relación del Derecho Penal con el Derecho
Internacional.
Internacional”.61
internacionales.
61
DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal y DE MATA VELA, José Francisco: Op. Cit. Págs. 131 y 132.
CAPÍTULO III
EL PROCESO PENAL
3.2 Definición
El autor Santiago Mir Puig, define al Derecho Procesal Penal como: “Un
conjunto de normas que regulan los tres pilares del debido proceso, con
sustancial”.62
ley penal para cada caso en concreto utilizando para ello las leyes
gana, imaginémonos por un segundo como seria este mundo sin leyes,
todos viviéramos con más inseguridad de lo normal, por ello las normas
62
MIR PUIG, Santiago. Tratado de Derecho Penal; Editorial Tecfoto, tercera edición; Barcelona,
España, 1998. pág. 45.
63
MIR PUIG, Santiago. Loc. Cit. pág. 48.
64
MIR PUIG, Santiago. Loc. Cit. Pág. 49.
34
35
penal”.65
esta materia.
65
JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis; Loc. Cit. pág. 14.
66
JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis; Loc. Cit. Pág. 19.
36
constitucionales.67
país.
El artículo 5 del Código Procesal Penal, establece cuales son los fines
del proceso e indica “El proceso penal tiene por objeto la averiguación
de la misma.”
3.6 Características
67
TALAVERA ELGUERA, Pablo. La Prueba en el Nuevo Proceso Penal, Editorial Perúa, tercera
edición, Lima, Perú, 2001; Pág. 19.
37
Proceso constitucionalizado:
Autónomo:
relaciones entre el juez y las partes como las de estas entre sí. Se
que también cuenta con instituciones propias para el del desarrollo del
De naturaleza pública:
68
RODRÍGUEZ, Alejandro. Módulo Instruccional de Derecho Procesal Penal I, Editorial Fénix,
primera edición, Guatemala, 2010. Pág. 13.
38
proceso”.70
69
CANEL GARCÍA, Ditmar Alexander. “La Inadecuada Utilización de la Cláusula Provisional
como un Núcleo Problemático de Violación al Debido Proceso en el Derecho Penal
Guatemalteco”. Tesis (Abogacía y Notariado), Universidad de San Carlos de Guatemala,
Guatemala 2009. Págs. 2 y 3
70
MORENO CATENA, Víctor; Introducción al Derecho Procesal Penal, Editorial Tirant Lo Blanch,
sexta edición, Madrid, España, 1993; Pág. 292.
39
contradicción”71
71
MAIER, Julio; Derecho Procesal Penal, Editorial del Puerto Año, primera edición, Argentina,
2000; Págs. 316 y 317.
72
ÁLVAREZ MANCILLA, Erick Alfonso. Introducción al Estudio de la Teoría Genera del Proceso;
Editorial Fénix, primera edición, Guatemala, 2012; Pág. 178.
40
CPP).73
73
RAMÍREZ, Luis. CETINA, Gustavo. LÓPEZ, Fernando. URBINA, Miguel. PAZ Y PAZ, Claudia. El
Proceso Penal en Guatemala; Editorial Fénix, segunda edición, Guatemala, 2010; Pág. 39.
41
debate.74
diligencias practicadas.
Todo proceso penal debe ser público; es decir, cualquier persona puede
asesores técnicos.
74
RAMÍREZ, Luis. CETINA, Gustavo. LÓPEZ, Fernando. URBINA, Miguel. PAZ Y PAZ, Claudia. El
Proceso Penal en Guatemala; Op. Cit. Pág. 39.
42
“El debate será público, pero el tribunal podrá resolver, aun de oficio,
peligro”. 75
75
ÁLVAREZ MANCILLA, Erick Alfonso. Op. Cit. Pág. 181.
76
TALAVERA ELGUERA, Pablo; Op. Cit Pág. 110.
43
común.
77
POROJ SUBUYUJ, Oscar Alfredo. El Proceso Penal Guatemalteco; Editorial Fénix, quinta
edición; Guatemala; 2013. Pág. 243.
44
sentencia.
contradictorio.
al inculpado.
criterio general”.78
Oficio.79
78
HERRARTE, Alberto; Derecho Procesal Penal, El Proceso Penal Guatemalteco; Editorial Fénix,
tercera edición, Guatemala; 2012; Pág. 37.
79
PUIG PEÑA, Federico; Editorial Claraso, séptima edición, Barcelona, España, 1988; Pág. 27.
45
Republica Romana.
publicidad.
defensa.
debe existir una denuncia o acusación, los jueces deben ser imparciales
a) Tiene función dividida, una entidad que acusa, una que defiende y
publicidad y el contradictorio.
80
HERRARTE, Alberto; Op. Cit. Pág. 37.
47
Para mencionar las fases del proceso penal, haremos una breve
3.7. La pena
81
HERRARTE, Alberto; Op. Cit. Pág. 37.
48
ordenamiento jurídico.83
fundamento de la pena, (ya que traza los límites a los que puede
se deriva del vocablo Pondus, que quiere decir peso; otros consideran
que se deriva del sanscrito Punya, que significa pureza o virtud (valores
82
ZAFARRONI, Eugenio. Op. Cit. Pág. 7.
83
Cerezo Mir. Op. Cit. Pág. 26.
84
DE MATA VELA, José Francisco. DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal. Op. Cit. Pág. 245.
85
NUFIO VICENTE, Jorge Luis. Op. Cit. Pág. 253.
49
demuestre lo contrario.
orden jurídico”.88
86
CUELLO CALÓN, Eugenio. Loc. Cit. Págs. 715 y 716
87
CUELLO CALÓN, Eugenio. Loc. Cit. Pág. 37.
88
CASTELLANOS TENA, Fernando; Lineamientos elementales del Derecho Penal; Editorial
Porrúa; segunda edición, México, 1977. Págs. 305 y 306.
50
89
VILLALOBOS, Ignacio, Derecho Penal Mexicano; Editorial CampusCas, primera edición,
México, 2011 Pág. 523.
90
DORADO MONTERO, Pedro; Editorial Valena, segunda edición, México, 2010. Pág. 256.
91
CARRANCA Y TRUJILLO, Raúl, Derecho Penal Mexicano, parte general; Editorial CampusCas,
segunda edición, México, 1999. Pág. 712.
51
responsable de un delito”.92
El Juez no puede imponer una Pena que no esté dentro del mínimo ni
hechos delictivos.
92
AMUCHATEGUI REQUENA, Irma Griselda, Derecho Penal; Editorial Oxford, cuarta edición,
México, 2015. Pág. 108.
52
estudio de los elementos que describen cada uno de los tipos de delito
93
DE MATA VELA, José Francisco. Op. Cit. Pág. 259.
94
ARANGO ESCOBAR, Julio Eduardo. Las Sistemáticas Causalista y Finalista en el Derecho
Penal; Editorial Fénix, segunda edición, Guatemala; 1998 pág.115.
95
ROXIN, Claus. Evolución histórica de la moderna Teoría del Delito; Editorial Grijley, tercera
edición, Alemania, 2012. Pág. 196.
53
que deben concurrir, como mínimo, y con carácter general para que
sabe desde que Von Liszt inicio los estudios predominantes sobre
antes de que ley los defina o aun sin que la ley los definiera. La misión
“La Teoría del Delito tiene por objeto proporcionar los instrumentos
presupuesto de una pena, Para alcanzar esta meta la Teoría del Delito
la ley penal por parte de los tribunales, de ésta manera, la Teoría del
96
ROXIN, Claus. Op. Cit. Pág. 247, 248.
54
una intuición total, sino de un análisis que permita comprobar cada una
cualquier delito”98
El licenciado De Mata Vela, explica de una mejor forma cuales son las
97
BACIGALUPO, Enrique; Elementos de la Teoría del Delito; Editorial Hammurabi, segunda
edición, Argentina, 2010. Pág. 13.
98
ZAFFARONI, Eugenio. Op. Cit. página 318.
55
para él y la sociedad.
Estado.
sujeto que comete un delito; será justa debido a que no debe ser mayor
que se trata.
99
DE MATA VELA, José Francisco. Op. Cit. Págs, 257 y 258.
56
Jurídicos y proporcionalidad.
3.7.7 Fines:
El tratadista Ignacio Villalobos, sostiene que: "La pena para que sea
eficaz deberá ser intimidatoria, por lo que será aflictiva; ejemplar, por lo
que debe ser pública; correctiva; por lo que deberá disponer de medios
100
DE MATA VELA, José Francisco. Op. Cit. Págs. 250 y 251.
101
VILLALOBOS, Ignacio, Op. Cit. Pág. 532.
57
socialmente útil. Por esto, aun cuando la pena haya de tender, de modo
El tratadista Ignacio Villalobos, sostiene que "La pena para que sea
eficaz deberá ser intimidatoria, por lo que será aflictiva; ejemplar, por lo
que debe ser pública; correctiva; por lo que deberá disponer de medios
pena.
102
CUELLO CALÓN, Eugenio. Op. Cit. Pág. 260
103
VILLALOBOS, Ignacio, Op. Cit. Págs. 529-532.
104
BONNESSANA, César. Marques de Beccaria; De los Delitos y las Penas; Editorial Heliasta
S.R.L.; Primera edición, Italia, 1995, Pág.21.
58
error.
podrá imponerse la pena de muerte 1º. Por delitos políticos; 2º. Cuando
haya sido concedida bajo esa condición. En estos casos y siempre que
aplico por última vez la pena de muerte en el año 2000 y aunque hasta
años.
otros: elegir y ser electo, optar a cargos públicos etc.; 2º. La pérdida del
comisión pública; 4º. La privación del derecho de elegir y ser electo; 5º.
Penal.
magnitud de la culpabilidad.
repersonalizacion.105
Penal
1º. “Por muerte del procesado o del condenado. 2º. Por amnistía;
3º. Por perdón del ofendido, en los casos en que la ley lo permita
1º. Por su cumplimiento; 2º. Por muerte del reo; 3º. Por amnistía; 4º. Por
indulto; 5º. Por perdón del ofendido, en los casos señalados por la ley;
105
DE MATA VELA, José Francisco; DE LEÓN VELASCO, Héctor Aníbal. Op Cit. Pág. 264, 266 y
267.
CAPÍTULO IV
DIGNA
62
63
son los fines del proceso, en particular el derecho que tiene a declarar o
nombre, para que el Juez antes de continuar analice los argumentos del
derecho, y otros.
luego permitir que exprese todo lo que desea. Articulo 85.- (Métodos
perentoriamente.
documental y material.
procedimiento preparatorio.
65
requiera.
Los demás medios de prueba serán ofrecidos con indicación del hecho
necesaria su alteración.”
indicación de su origen.
última palabra.
4.7 Sentencia.
En esta etapa del proceso en el que el Juez toma una decisión y dicta la
Ministerio Público.
jerarquía.
106
HIDALGO, José Daniel; Revista de Ciencias Penales; Editorial Inacipe, segunda edición.
México, 2016. Pág. 9.
69
cuáles no.
107
MACK, Mirna; El Debate Oral en el Sistema Guatemalteco, Editorial Fénix, tercera edición,
Guatemala, 2014. Pág. 21.
CAPÍTULO V
PENAL GUATEMALTECO
70
71
recogidos por las leyes o no. Así, están presentes las víctimas de los
108
CABANELLAS DE TORRES, Guillermo; Diccionario Jurídico Elemental, Editorial Heliasta S.R.L.;
undécima edición, Buenos Aires, Argentina, 1993, pág. 330.
109
LEYTON JIMÉNEZ, José Francisco, Víctimas del Proceso Penal y Reparación, Editorial Inde,
Santiago de Chile, 2008, pág. 36.
110
Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, Tomo II, Espasa Calpe, S.A,
2001, Editorial La Caixa, vigésima segunda edición, Madrid, España, pág. 1946.
72
lista para ser ejecutada en la vía civil, es decir, que la víctima estaría
111
ESTRADA RIVERA, María del Carmen; La Reparación Digna en el Proceso Penal, Editorial
Santillana, primera edición, Guatemala, 2016. Pág. 30.
73
El artículo 462 del Código Procesal Penal establece que en los casos
indemnización prevista.
privada.
tomarse en cuenta la depreciación del bien que se vio afectada por una
provocar el daño.
74
daños y perjuicios.
tercer día.”
Según esta regla se indica que solo se puede ejercer después que se
responsabilidad penal.
75
proceso, por lo que se puede entonces requerir ante los tribunales del
ramo civil.
112
OSSORIO, Manuel; Op. Cit. Pág. 374.
76
traduce en intereses”.113
113
OSSORIO, Manuel; Loc. Cit. Pág 195.
114
OSSORIO, Manuel; Loc. Cit. Pág Pág. 16.
115
OSSORIO, Manuel; Loc. Cit. Pág Pág. 18.
77
sentencia condenatoria.
embargar que cubran el monto a que está obligado. Sin embargo esto
determinarla y establecerla.
CASO 1:
01 de marzo de 2017.
79
Sentencia: Culpable
01/03/2017 – PENAL
880-2016
DOCTRINA
Motivo de Forma: Es procedente el recurso de casación por motivos de forma,
fundamentado en el artículo 440 numeral 6) del Código Procesal Penal, cuando la
Sala respectiva deja de dar una respuesta suficientemente motivada a lo solicitado en
forma expresa por el recurrente, puesto que el tribunal de alzada debe fundamentar
jurídicamente su resolución, y emitir consideraciones jurídicas que no solo se dirijan al
tópico denunciado, de manera general, sino que además, respondan específicamente
lo requerido por el recurrente, pues con la misma se pretende garantizarle al apelante
la plena observancia del principio de tutela judicial efectiva en su vertiente de acceso a
la justicia y al principio al debido proceso, que en lo pertinente procuran la obtención
de una sentencia debidamente fundamentada.
Corte Suprema de Justicia, Cámara Penal. Guatemala, uno de marzo de dos mil
diecisiete.
Se tiene a la vista para dictar sentencia el recurso de casación por motivo de forma
interpuesto por el adolescente (...) por medio del abogado defensor, Glen Gálvez
García Estrada, del Instituto de la Defensa Pública Penal, contra la sentencia de fecha
cuatro de mayo de dos mil dieciséis, dictada por la Sala de la Corte de Apelaciones de
la Niñez y Adolescencia del departamento de Guatemala, dentro del proceso seguido
en su contra por el delito de agresión sexual. Interviene en el proceso, el Ministerio
Público, por medio de la agente fiscal Olga Cristina Morales García.
I. Antecedentes
A) De los hechos acreditados. a) [El adolescente] (...), el trece de noviembre de dos
mil trece, a eso de las veinte horas con treinta minutos aproximadamente, llegó a la
residencia de su tía (…); b) al finalizar dicha reunión, cuando sus familiares se
retiraban, su prima (…), de siete años de edad, ingresó al baño de dicha residencia,
momento en el cual el adolescente entró al mismo y sin medir palabra le bajó el
pantalón y su ropa interior, le quitó los botones a la camisa que ella usaba y la tiró,
haló su cabello y procedió a introducir su dedo índice en el ano de la niña aludida en el
lapso de tres minutos aproximados, posteriormente, con el cincho le pegó en los
glúteos; c) El adolescente (...), no solo una vez realizó actos con fines sexuales en
contra de la indemnidad de su prima, toda vez que en otra oportunidad llegó a la
residencia de ella, y el adolescente le dijo: “quedate quieta sino te mato con este
cuchillo”, posteriormente le bajó el pantalón y el calzón y le introdujo su dedo índice en
el ano, ella lo empujó ya que le dolió.
B) De la resolución del Tribunal de Sentencia. El Juzgado de Primera Instancia de la
Niñez y la Adolescencia y de Adolescentes en conflicto con la Ley Penal del
departamento de Chimaltenango, dictó sentencia condenatoria el cuatro de marzo de
dos mil dieciséis y declaró: que el adolescente (...) era responsable en calidad de
autor y en el grado de ejecución del delito de agresión sexual en contra de la niña (…).
Estimó en lo conducente, que en audiencia celebrada el veintiséis de febrero de dos
mil dieciséis, se otorgó la palabra a la señora (…), quien solicitó la cantidad de
cincuenta mil quetzales (Q. 50,000.00), ya que su hija, la niña (…) requerirá de
terapias psicológicas para superar lo sucedido, seguidamente, indicó la agente fiscal
del Ministerio Público con base en el artículo 141 de la ley de la materia, solicitó que
se accediera a lo manifestado por la señora (…), en consecuencia, el juzgador en
dicha audiencia condenó al adolescente (...) conjuntamente con sus progenitores, los
señores (...) e (...), al pago de cincuenta mil quetzales (Q. 50,000.00), que deberían
hacer efectivo a los señores (…) y (…) en calidad de representantes legales de su
hija, dentro del tercero día de causar firmeza esa sentencia.
C) Del recurso de apelación. Contra lo resuelto por el tribunal de sentencia, el
defensor del adolescente (...), interpuso recurso de apelación por motivos de forma
por inobservancia del artículo 11 Bis del Código Procesal Penal y por errónea
aplicación del artículo 124 numeral segundo del Código Procesal Penal.
Expuso que existía inobservancia del artículo 11 Bis del Código Procesal Penal, toda
vez que al realizar un análisis de la sentencia impugnada, específicamente en sus
numerales romanos III) referente al apartado de conclusiones, el juzgador trata de
justificar la valoración que realizó de las pruebas aportadas al proceso, citando como
fundamento la jurisprudencia existente en cuanto al delito de violencia contra la mujer,
sin embargo, se trata de un asunto diferente al de violencia contra la mujer, ni
tampoco se llevó el proceso como una violencia intrafamiliar, ya que se trata de un
proceso especial, en el cual se juzgó a un adolescente por la comisión del delito de
81
Delia Marina Dávila Salazar, Magistrada Vocal Cuarto, Presidente Cámara Penal en
Funciones; Josué Felipe Baquiax Baquiax, Magistrado Vocal Sexto; Néster Mauricio
Vásquez Pimentel, Magistrado Vocal Noveno; José Antonio Pineda Barales,
Magistrado Vocal Décimo Primero. Rony Eulalio López Contreras, Secretario de la
Corte Suprema de Justicia
CASO 2:
02 de agosto de 2016.
especiales de agravación.
Sentencia: Culpable
la comisión de un delito que conllevó a una condena civil, y que para los
85
digna.
02/08/2016 – PENAL
263-2016
DOCTRINA
El recurso de casación tiene como función armonizar los intereses descritos, partiendo
de los hechos acreditados, circunscribiéndose a conocer los errores jurídicos
contenidos en la resolución impugnada. El análisis en casación está sujeto a los
hechos que se hayan tenido como probados por el Tribunal de Sentencia.
En el presente caso, el tipo de violación describe como tal el hecho de que alguien con
violencia física y psicológica tenga acceso carnal vía vaginal, anal o bucal con otra
persona, ahora bien, la consecuencia jurídica se ve agravada cuando la víctima como
consecuencia de dicha violación resultó embarazada, y de forma especial cuando la
víctima es una menor de catorce años. Esta concurrencia se da cuando las conductas
antijurídicas son subsumibles en los tipos penales que no se excluyen
recíprocamente.
Corte Suprema de Justicia, Cámara Penal. Guatemala dos de agosto de dos mil
dieciséis.
86
Se tiene a la vista para resolver el recurso de casación por motivo de fondo con base
en el numeral 5 del artículo 441 del Código Procesal Penal, interpuesto por el
procesado Marcelo Chopox Saloj, quien actúa con el auxilio de los defensores
públicos Julio Salvador Pérez Hernández y María Dilma Micheo Alay, contra la
sentencia de veintinueve de febrero de dos mil dieciséis, emitida por la Sala
Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de La Antigua Guatemala, en el proceso
instruido en su contra por el delito de violación con agravación de la pena con
circunstancias especiales de agravación. Intervino en el proceso el Ministerio Público
a través del abogado Carlos Enrique Chex Semeyá, agente fiscal.
I. Antecedentes
Hechos acusados. El Ministerio Público formuló acusación contra Marcelo Chopox
Saloj por el delito de violación con agravación de la pena en agravio de la menor de
edad (…), señalando que: «… MARCELO CHOPOX SALOJ un día martes del mes de
marzo del año dos mil trece, cuando la menor de edad (…) quien tenia catorce años
de edad se dirigía a la Escuela Oficial Rural Mixta de la Aldea ElSitio, del Municipio de
Patzún del departamento de Chimaltenango, siendo aproximadamente las siete horas
la intercepto en el camino hacia la escuela y al ver que iba sola, le agarró la mano con
fuerza y la jaló hacia atrás le tapó la boca a la menor de edad para impedir que gritara
y pedir ayuda, la abrazó y la tiró al suelo y abusó sexualmente de ella durante el
tiempo aproximado de media hora, y al terminar de abusar de ella se vistió (…) el día
nueve de septiembre de dos mil trece la menor fue evaluada por el médico (…) al
acceder a realizar los exámenes se estableció que como consecuencia del abuso
sexual la menor de edad había quedado embarazada…».
Hechos acreditados. La Jueza Unipersonal de Sentencia Penal, Narcoactividad y
Delitos contra el Ambiente del departamento de Chimaltenango dio por acreditado lo
siguiente: «… a) Que el acusado MARCELO CHOPOX SALOJ, un día martes del mes
de marzo de dos mil trece, a eso de las siete horas aproximadamente, cuando la
menor de edad (…), se dirigía a la Escuela Oficial Rural Mixta de la Aldea El Sitio, del
Municipio de Patzún, departamento de Chimaltenango, la tomó a la fuerza, la jaló para
atrás y se la llevó a una vivienda (…) estando adentro de la vivienda le tapó la boca
para impedir que gritara, la tiró al suelo abusando sexualmente de ella por un tiempo
aproximado de media hora. Al terminar, la amenazó de muerte para que no dijera
nada de lo sucedido, por lo que la menor procedió a vestirse y salió de la vivienda en
donde ocurrió el hecho, dirigiéndose a su escuela, sin comentarle a nadie por temor a
las amenazas. b) El día nueve de septiembre de dos mil trece, la menor de edad (…)
al realizar los exámenes médicos se estableció que como consecuencia del abuso
sexual, la menor de edad resultó en estado de gravidez, dando a luz a la niña (…)…».
Resolución del Tribunal de Sentencia. La Jueza Unipersonal de Sentencia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de Chimaltenango, el
veinticuatro de marzo de dos mil quince, al dictar sentencia consideró: «… Al analizar
el elemento de la TIPICIDAD: Para la juzgadora los actos realizados por el
acusado MARCELO CHOPOX SALOJ, encuadran en los supuestos de hecho de los
artículos 173, 174 numeral 4º y 195 quinquies del Código Penal, toda vez que, con
violencia física, tuvo acceso carnal, con la agraviada (…), de catorce años de edad,
quien como producto del acceso carnal violento resultó en estado de gravidez, dando
a luz a la niña (…). En cuanto al elemento de la ANTIJURIDICIDAD: Se establece que
las acciones típicas realizadas por el acusado MARCELO CHOPOX SALOJ, son
antijurídicas, en virtud que contravienen los valores jurídicos protegidos por el Estado,
los cuales consisten en este caso, la libertad e indemnidad sexual de la víctima, bien
jurídico que fue afectado gravemente, dándose perfectamente la antijuridicidad formal
y material, al contravenir las normas legales citadas anteriormente y causar un daño a
la víctima consistente en sexualización traumatizada y convertirla en madre a
temprana edad. Finalmente al analizar el elemento de la CULPABILIDAD, la cual
conforme a la doctrina se analiza la existencia de tres elementos. Primero, el
conocimiento de la antijuridicidad del acto por parte del autor del hecho delictivo. El
acusado siendo una persona de sesenta y cuatro años de edad, conocía
87
dichos gastos; por lo que en realidad no se le debió dar valor a dicho gasto informó la
trabajadora social, ya que al tenor de la ley sustantiva civil, procesal civil y procesal
penal, todo gasto en concepto de reparación digna debe ser acreditado, es decir,
probado fehacientemente, situación que no se dio a criterio de la defensa.
El acusado, con relación a los diez mil quetzales que solicitó el ente acusador en
representación de la víctima para tratamiento psicológico, indicó que tampoco se
acreditó mediante estudio por perito en la materia para establecer dicho tratamiento y
presentar alguna cotización de dichos gastos firmados por algún profesional de la
materia para justificar el gasto en el momento de la audiencia de reparación digna,
haciendo énfasis en que: «… en el informe psicológico rendido por la Licenciada
Lilian Orfelinda Xuc Cú, quien evaluó clínicamente a la agraviada (…) en la última hoja
de su informe indica en sus conclusiones: “Tomando en consideración la historia
del problema y la observación clínica al momento de la evaluación psicológica
se concluye que no presenta signos ni síntomas compatibles a un trastorno
Psicológico; En consecuencia no es congruente con los diez mil quetzales que se
solicita para tratamiento Psicológico La Jueza Unipersonal de Sentencia del Tribunal
de Sentencia Penal, aplicó erróneamente la ley penal es su artículo denunciado, ya
que no tomó en cuenta que no existió prueba para determinar concretamente la
cantidad por daños por el hecho determinado en sentencia, es decir que la cantidad
de diez mil quetzales (Q10,000.00) fijado por el juzgador en concepto de
responsabilidades civiles fue impuesta sin prueba alguna en relación a la pretensión
de la ofendida. En cambio sí quedó probado con la declaración del padre de la víctima
(…) a la que se le dio valor probatorio que el sindicado Marcelo Chopox Saloj le dio
doce mil quetzales como resarcimiento al daño causado, incluso es mas a lo que la
Jueza Unipersonal de sentencia impuso. En consecuencia no se debió de imponerle
ninguna cantidad de dinero, de acuerdo a lo argumentado anteriormente.…».
Sentencia de la Sala de Apelaciones. La Sala Regional Mixta de la Corte de
Apelaciones de La Antigua Guatemala, en sentencia de veintinueve de febrero de dos
mil dieciséis, con relación al primer submotivo de fondo por errónea aplicación del
artículo 195 quinquies del Código Penal, consideró lo siguiente: «… En relación a este
sub-motivo invocado por el apelante al realizar el análisis tanto del agravio invocado
por el interponerte del recurso así como de la sentencia impugnada se establece
que la Jueza Unipersonal del Tribunal de Sentencia Penal Narcoactividad y Delitos
contra el Ambiente del Departamento de Chimaltenango, aplicó correctamente el
artículo 195 quinquies, en virtud de que la misma ley preceptúa para los delitos
contemplados en los artículos 173, 188, 193, 195, 195 bis, 195 ter. Se aumentaran las
penas dos terceras partes a la pena impuesta. Y en este caso de estudio quedo
acreditado el delito de violación en contra de la menor (…) quien contaba con la edad
de catorce años cuando sucedieron los hechos y de conformidad con lo que preceptúa
el articulo 195 quinquies del Código Penal la Jueza Unipersonal del Tribunal de
Sentencia Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de
Chimaltenango aplicó correctamente dicha norma de aumentar la pena impuesta en
dos terceras partes por tener la victima catorce años de edad tal y como el Juez
Sentenciador lo indicó en el apartado de la sentencia denominando “De calificación
Legal del Delito”. Por lo anteriormente expuesto esta Sala estima que la pena
impuesta al sindicado esta de conformidad a los artículos 173 y 195 quinquies del
Código Penal ya que la misma ley obliga a integrar las normas citadas cuando ocurren
circunstancias que indica el articulo 195 quinquies razón por la cual no se acoge por
este submotivo de fondo invocado…».
En el segundo submotivo de fondo en que se alegó errónea aplicación del artículo 112
del Código Penal con relación a los artículos 121 y 122 del mismo cuerpo legal, la
Sala consideró: «… el Juez de Primer grado aplico correctamente las normas
sustantivas como erróneamente aplicadas al dictar dicha sentencia ya que de
conformidad con el artículo 124 del Código Procesal Penal al dictarse una sentencia
tipo condenatorio las victimas tienen derecho a la reparación digna, también a la
condena en responsabilidad civil tal y como lo indica el juez sentenciador en el
89
Considerando
I
El referente básico para resolver un recurso por motivo de fondo, son los hechos que
se han tenido por acreditados por el tribunal de sentencia. La función de este órgano
jurisdiccional, se encuentra circunscrita a determinar, si hubo o no una correcta
adecuación de tales hechos a la figura típica aplicada, verificando el análisis realizado
por la Sala, pues dicha labor es la que parte del hecho que en su momento fue
acreditado por el tribunal sentenciador.
II
El acusado Marcelo Chopox Saloj reclamó como primer agravio la aplicación errónea
del artículo 195 quinquies del Código Penal, en virtud que se aplicó este cuando el
delito ya se había tipificado en los artículos 173 y 174 numeral 4 del Código Penal, por
lo que se agravó dos veces la pena.
Cámara Penal estima necesario indicar que, el tipo penal de violación constituye un
tipo penal simple o básico, que puede convertirse en un tipo cuya pena puede
agravarse mediante elementos específicos que el legislador consideró de mayor
desvalor jurídico, que se encuentran contenidos en los artículos 174 y 195 Quinquies
del Código Penal.
Las agravantes anteriores se relacionan con el artículo 173 del mismo código, de tal
modo que complementan el supuesto de hecho del tipo básico, siendo estas:
El artículo 174 del Código Penal regula que la pena a imponer por los delitos de
violación (aplicado) y agresión sexual, se aumentará en dos terceras partes cuando
concurran los siguientes casos, entre los cuales el aplicado por el sentenciante es el
contenido en el numeral 4º «… cuando se cometa en contra de una mujer en estado
de embarazo o cuando se produzca dicho estado como consecuencia del delito…».
El artículo 195 quinquies del mismo Código, regula las circunstancias especiales de
agravación cuando se comete el delito de violación, entre otros. El sentenciante aplicó
el rango que indica «… se aumentarán dos terceras partes si la víctima fuera menor
de dieciocho y mayor de catorce años de edad…».
Cámara Penal establece que en el presente caso los artículos 174 y 195 quinquies,
ambos del Código Penal, no tienen pugna entre sí, ya que contemplan agravantes de
la pena por circunstancias independientes unas de las otras; en el caso concreto, para
el primer artículo, como consecuencia de la violación la víctima quedó embarazada, y
para el segundo artículo, por la minoría de edad de la agraviada, menor de dieciocho y
mayor de catorce años.
Por lo que es correcto que el tipo de violación describe como tal el hecho de que
alguien con violencia física y psicológica tenga acceso carnal vía vaginal, anal o bucal
con otra persona, como lo es en el presente caso, y que la consecuencia jurídica haya
sido agravada porque la víctima como consecuencia de dicha violación resultó
embarazada, y de forma especial por ser esta menor de edad que a la fecha de la
consumación del delito tenía catorce años. Esta concurrencia se da porque las
conductas antijurídicas son subsumibles en el tipo penal, las que no se excluyen
recíprocamente.
Al revisar la operación matemática respecto a la fijación de la pena, no se advierte
error de cálculo, toda vez que el sentenciante tomó como base la pena mínima del
delito de violación, que son ocho años de prisión, esta la agravó con dos terceras
partes con base en el artículo 174 del Código Penal, cuyo resultado porcentual es de
cinco años con cuatro meses. Para aplicar la agravación especial del artículo 195
quinquies del Código Penal, nuevamente tomó como base la pena mínima del delito
de violación que es de ocho años, que al aumentarlo en dos terceras partes resulta
porcentualmente cinco años con cuatro meses. De ahí que al sumar la pena base del
delito de violación (ocho años), con los dos resultados porcentuales (cada uno de
cinco años con cuatro meses), surge el total de dieciocho años con ocho meses de
prisión, que fue el que impuso el Tribunal de Sentencia, avalado por la Sala de
Apelaciones.
91
Por tales razones carece de veracidad el argumento del casacionista, en virtud que no
se ha agravado dos veces la pena por el mismo hecho y por ende es correcto que al
artículo 173 del Código Penal se apliquen las agravantes reguladas en los artículos
174 numeral 4º y el 195 quinquies del mismo código.
Cámara Penal considera que con base a los hechos que se han tenido por
acreditados por el tribunal de sentencia, se aplicó correctamente el artículo 195
quinquies del Código Penal, toda vez que quedó acreditado que el acusado con
violencia física tuvo acceso carnal con la agraviada, quien tenía catorce años en ese
momento, quien como producto del acceso carnal violento resultó en estado de
gravidez.
En virtud del estudio de los hechos acreditados, las actuaciones y argumentos,
Cámara Penal considera que deviene improcedente el recurso por el agravio alegado.
Como segundo agravio, el procesado alegó la indebida aplicación de los artículos 121
y 122 del Código Penal, señalando que la defensa, en su momento procesal, expuso
que lo requerido por el ente acusador no fue probado, es decir que cada gasto debe
ser acreditado ante el tribunal y en el presente caso no consta la realización de dichos
gastos.
Cámara Penal considera necesario indicar que por virtud de la naturaleza jurídica y
objeto que le son propios a un motivo de fondo, la labor analítica que realiza esta
Cámara para resolver el reclamo parte de los hechos que el tribunal de sentencia tuvo
por probados, debiendo juzgarse solamente si los mismos realizan o no lo prescrito
por la norma cuya violación se denuncia. Por lo tanto, en esta clase de motivo no es
pertinente analizar si el proceso lógico y los razonamientos empleados para fijar tales
hechos han sido o no los correctos, pues ello corresponde analizarlo bajo motivo de
forma.
El artículo 112 del Código Penal establece que toda persona responsable penalmente
de un delito o falta lo es también civilmente. Partiendo de esta norma se toma en
cuenta que el procesado fue declarado responsable penalmente por la comisión del
delito de violación, así también fue condenado al pago de responsabilidades civiles;
por lo que esta última declaración es consecuencia del resultado ilícito que se le
imputó.
Por su parte 121 del Código Penal, indica que la reparación se hará valorando la
entidad del daño material, atendiendo el precio de la cosa y el de afectación del
agraviado, si constare o pudiera apreciarse. En tanto que el artículo 122 del mismo
código faculta la aplicación del Código Civil y el Código Procesal Civil y Mercantil, en
cuanto a lo que no esté previsto por el Código Penal en el título VII.
Para dilucidar el tema de dicha reparación, el Código Procesal Penal en su artículo
124 regula el procedimiento para determinar la reparación a la que tiene derecho la
víctima (reparación digna).
Cámara Penal considera que la Sala Regional Mixta de la Corte de Apelaciones de La
Antigua Guatemala, no incurrió en una indebida aplicación de las normas señaladas,
en virtud que el procesado sí fue condenado por la comisión de un delito que conllevó
a una condena civil, y que para los efectos de determinar el tipo de reparación, el
sentenciante realizó el procedimiento establecido en el artículo 124 del Código
Procesal Penal, en el que ejerció su derecho de defensa; de ahí que es procedente la
condena en responsabilidades civiles a favor de la menor de edad agraviada, toda vez
que el artículo mencionado regula que la reparación a que tiene derecho la víctima
comprende la restauración del derecho afectado por el hecho delictivo, que inicia
desde reconocer a la víctima como persona con todas sus circunstancias como sujeto
de derechos contra quien recayó la acción delictiva, hasta las alternativas disponibles
para su reincorporación social a fin de disfrutar o hacer uso lo más pronto posible del
derecho afectado, en la medida que tal reparación sea humanamente posible y, en su
caso, la indemnización de los daños y perjuicios derivados de la comisión del delito,
sin analizar la acreditación de los gastos, como lo pretende el recurrente, dado que,
como ya se indicó, ello es propio de un motivo de forma, que no corresponde al
invocado.
92
Por tanto
La Corte Suprema de Justicia, Cámara Penal, con base en lo considerado y leyes
citadas, al resolver declara: Improcedente el recurso de casación por motivo de fondo
interpuesto por el acusado Marcelo Chopox Saloj contra la sentencia de veintinueve
de febrero de dos mil dieciséis emitida por la Sala Regional Mixta de la Corte de
Apelaciones de La Antigua Guatemala. Notifíquese y, con certificación de lo resuelto,
devuélvanse los antecedentes a donde corresponda.
Nery Osvaldo Medina Méndez, Magistrado Vocal Segundo; Delia Marina Dávila
Salazar, Magistrada Vocal Cuarta; Josué Felipe Baquiax, Magistrado Vocal Sexto;
José Antonio Pineda Barales, Magistrado Vocal Décimo Tercero. Rony Eulalio López
Contreras, Secretario de la Corte Suprema de Justicia
CASO 3:
23 de septiembre de 2016.
Sentencia: Culpable
23/09/2016 – PENAL
615-2016
DOCTRINA
Motivo de fondo por errónea interpretación de los artículos 112 del Código Penal y 124
del Código Procesal Penal
Se incurre en errónea interpretación del artículo 124 del Código Procesal Penal
cuando al condenado penalmente se le exime totalmente de pagar las
responsabilidades civiles por causa de su falta de recursos económicos, ya que,
además de que la norma no concede esa facultad al juzgador, tampoco existe una
relación lógica de condicionamiento entre declarar y cuantificar la obligación de pagar
los daños y perjuicios derivados del delito y la capacidad económica del obligado.
empujaba para que se quitara, lo que no logró porque la sujetaba de la cintura con sus
manos. Seguidamente de realizar tales acciones se puso su ropa y le escribió en el
brazo derecho con marcador rojo el número de teléfono 43208243 [cuarenta y tres
millones doscientos ocho mil doscientos cuarenta y tres] y el nombre Noé”. (Sic).
B. De la resolución del Tribunal de Sentencia. En la resolución arriba identificado el
mencionado tribunal de sentencia declaró al acusado, Noé Isaías Lucas Chaj, como
responsable del delito de violación con agravación de la pena, delito por el cual lo
condenó a trece años con cuatro meses de prisión, pena que aumentada en dos
terceras partes por concurrir una agravante específica quedó en un total de dieciocho
años y ocho meses de prisión inconmutables. Por otra parte, declaró sin lugar el
reclamo de reparación digna que fuera formulado por la Procuraduría General de la
Nación en representación de la menor víctima.
En cuanto al tema de la reparación digna, que es la cuestión de fondo sobre la que
trata el presente recurso de casación, el tribunal hizo constar en su sentencia una
relación respecto a cómo se desarrolló y resolvió dicho aspecto, habiéndose
consignado que, en la audiencia respectiva, la Procuraduría General de la Nación
presentó el informe psicológico correspondiente, en el que se cuantificaba el costo del
tratamiento psicoterapéutico sugerido para la víctima en trece mil quinientos
quetzales; audiencia en que la mencionada institución solicitó que se declarara con
lugar la reparación digna “en lo que fuere humanamente posible”. Se hizo constar
también que “la defensa por su parte indicó que su defendido es de escasos recursos
económicos, a quien le será imposible satisfacer dicho requerimiento”, pero que no
obstante ello “la Unidad de Atención a la Víctima del Instituto de la Defensa Pública
Penal podía brindar el apoyo psicológico que la menor amerita”.
En virtud de lo anterior, “la jueza, luego de analizar lo esgrimido por las partes y haber
sustentado fáctica y legalmente su decisión, declaró sin lugar la reparación digna
reclamada por la Procuraduría General de la Nación; consecuentemente absolvió de
la misma al demandado civilmente: Noé Isaías Lucas Chaj, eximiéndolo del pago de
costas procesales en sede civil. Y con apego a la tutela judicial efectiva, [para]
viabilizar el acceso a la justicia a las víctimas y protección del interés superior de la
niña ofendida, ordenó referirla a la Defensa Pública de Quetzaltenango a fin de que
sea tratada psicológicamente durante el tiempo que estime el psicólogo tratante”.
C. Del recurso de apelación especial. Tanto el procesado como la Procuraduría
General de la Nación interpusieron, por separado, sus respectivos recursos de
apelación especial, los que en sentencia de fecha veintiséis de abril de dos mil
dieciséis fueron declarados improcedentes por la Sala Quinta de la Corte de
Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente. Con
relación a la apelación especial de la Procuraduría General de la Nación, que es la
que concierne a la presente casación, dicha institución denunció como motivo de
fondo la inobservancia de los artículos 124 y 419 del Código Procesal Penal, 112 del
Código Penal y 5 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.
Argumentó que le causaba agravio la absolución del procesado en cuanto al pago de
la responsabilidad civil, ya que el daño causado por el procesado fue alegado dentro
de la plataforma fáctica y jurídica en protección del interés superior de la agraviada,
quien requiere un tratamiento psicoterapéutico, en especial porque presenta rasgos
clínicos de retraso mental leve. Agregó que lo resuelto contravino la doctrina del daño,
según la cual todo daño es indemnizable y debe contener una expresión económica,
razón por la cual solicitó que se condene al procesado, en concepto de reparación
digna, al pago de trece mil quinientos quetzales, que estima necesario para resarcir a
la víctima del daño causado.
D. Sentencia de la Sala de Apelaciones. El veintiséis de abril de dos mil dieciséis, la
Sala Quinta de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos
Contra el Ambiente, con sede en Quetzaltenango, resolvió no acoger el recurso de
apelación especial interpuesto por la Procuraduría General de la Nación. Fundamentó
su decisión expresando lo siguiente: “Quienes conocemos (...) advertimos que la
recurrente no le asiste la razón, por cuanto si bien es cierto presentó un presupuesto
del coste del tratamiento psicoterapéutico para la agraviada, también lo es que el
acusado fue defendido por un abogado de la Defensa Pública Penal, quien expresó
que su defendido es de escasos recursos, a quien le sería imposible satisfacer dicho
requerimiento, por ello propuso que el apoyo psicológico (...) podía ser brindado por la
Unidad de Atención a la Víctima del relacionado instituto, proposición que la juzgadora
aceptó en aras de ‘viabilizar el acceso a la justicia a las víctimas y protección del
interés superior de la niña ofendida’, en consonancia con tal razonamiento, la
juzgadora también (...) exime del pago de costas procesales al acusado indicando
como fundamento de ello ‘al no constar (sic) con el informe socioeconómico del
procesado’; de lo anterior se colige que la jueza sentenciante no inobserva el artículo
96
124 del Código Procesal Penal, pues esta norma prescribe (...) que dicha reparación
debe ordenarse ‘en la medida que tal reparación sea humanamente posible’”.
II. RECURSO DE CASACIÓN
Contra lo resuelto por la mencionada Sala de apelaciones, la Procuraduría General de
la Nación, en su calidad de querellante adhesivo, en representación de los intereses
de la menor (…), y con fundamento en el numeral 5) del artículo 441 del Código Penal,
interpone recurso de casación por motivo de fondo; en el cual denuncia la vulneración
de los artículos 112 del Código Penal y 124 del Código Procesal Penal.
Argumenta la Procuraduría General de la Nación que al haberse determinado la
responsabilidad penal del procesado era obligatorio condenarlo también al pago de la
responsabilidad civil que deriva de la comisión del delito. “El problema radica –indica
la referida institución– en la incorrecta interpretación y aplicación que se dio al artículo
112 del Código Penal, por parte de la Sala de Apelaciones; toda vez que (...) debió
observar que el Tribunal de Sentencia incurrió en violación del citado artículo al eximir
totalmente del cumplimiento de la responsabilidad civil ‘ex delicto’ al señor Noé Isaías
Lucas Chaj, sin atender al hecho de que quedó acreditado un daño ocasionado a la
víctima. Debido a lo cual (...) el imperativo legal era condenar en materia de
responsabilidad civil. Atendiendo a dichas circunstancias (...) el ‘ad quem’ incurrió en
el mismo error que el ‘a quo’, interpretando que en las disposiciones del artículo 112
del Código Penal se contempla la posibilidad de absolver totalmente en materia de
responsabilidad civil, a quien ya ha sido condenado penalmente”.
Agrega la Procuraduría General de la Nación que la Sala consideró que no se había
violado el artículo 124 del Código Procesal Penal porque el acusado es de escasos
recursos económicos y le sería imposible satisfacer la reparación civil reclamada, pues
conforme a la norma impugnada la reparación “debe ordenarse en la medida de que
tal reparación sea humanamente posible”. Sin embargo, a criterio de la institución
recurrente, dicha norma “no autoriza al órgano jurisdiccional a absolver al acusado
totalmente en materia de reparación digna”, por lo que la Sala “actuó fuera de la
facultades que le están permitidas por la ley, al interpretar de una manera
excesivamente extensiva el precepto relativo a que la reparación digna debe
determinarse dentro de lo humanamente posible”. Bien analizada la norma –concluye
la entidad recurrente– únicamente “autoriza al órgano jurisdiccional a establecer una
indemnización mínima, pero no a excluir completamente el pago de la misma”.
Por otra parte –se agrega–, “la reparación digna no puede determinarse únicamente
desde la óptica del acusado (...) sino sobre todo, teniendo en consideración los
intereses de la víctima”, y en este caso particular, tratándose de una menor, tomando
en cuenta también el interés superior del niño conforme lo establece el artículo 5 de
Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.
Finalmente, la Procuraduría General de la Nación añade a su argumentación que la
Sala ha estimado incorrectamente que se cumple con el citado artículo 124 del Código
Procesal Penal cuando, a pesar de absolverse al condenado al pago de la reparación
digna, el órgano jurisdiccional ordena otras medias que, aún sin estar a cargo del
responsable penal, permiten una reparación adecuada del daño ocasionado a la
víctima. Sin embargo, a criterio de la entidad recurrente “la reparación de los daños
ocasionados por la conducta delictiva debe correr a cargo del responsable de dicho
ilícito, y solamente de manera subsidiaria por otras instituciones de naturaleza
pública”.
En virtud de las razones anteriores la Procuraduría General de la Nación solicita a
esta Cámara que case la case la sentencia recurrida, y que al resolver conforme a
derecho, se condene al procesado al pago de TRECE MIL QUINIENTOS
QUETZALES en concepto de reparación digna.
III. VISTA PÚBLICA
Para la vista pública se señaló la audiencia del uno de septiembre de dos mil dieciséis,
a las quince horas. La Procuraduría General de la Nación presentó oportunamente sus
alegaciones en forma escrita, reiterando los mismos argumentos que ya fueron
resumidos. El Ministerio Público se presentó por escrito también solicitando que se
declare procedente el recurso de casación por estimar que es el acusado y no el
Estado quien debe proporcionar los medios económicos para que se reparen los
daños. Por su parte, el procesado presentó sus alegaciones de forma escrita
exponiendo que se oponía al recurso de casación porque la Sala había resuelto de
forma objetiva, ya que quedó evidenciado que era una persona de escasos recursos
económicos a quien le sería imposible pagar el tratamiento psicoterapéutico,
especialmente ante la circunstancia de que ha quedado privado de su libertad.
97
CONSIDERANDO
I
La casación es un recurso extraordinario que está dado en interés de la ley y la
justicia. Tiene como finalidad la correcta y uniforme interpretación de la ley sustantiva,
así como velar por el respeto de las formas y requisitos esenciales del proceso.
Conforme lo establece la ley, el tribunal de casación se encuentra limitado a conocer
únicamente de los errores jurídicos contenidos en la resolución impugnada, y
asimismo se encuentra sujeto a los hechos que el tribunal de sentencia haya tenido
como probados (artículos 438 y 442 del Código Procesal Penal).
En el presente caso, la Procuraduría General de la Nación, en representación de la
menor agraviada, argumenta que hubo una incorrecta interpretación y una indebida
aplicación de los artículos 112 del Código Penal y 124 del Código Procesal Penal,
porque dichas normas no autorizan al juzgador a eximir totalmente al responsable
penal de la obligación de restituir o de pagar los daños y perjuicios derivados de la
comisión del delito, incluso en aquellos casos en que el condenado carezca de los
recursos económicos suficientes.
II
Para la correcta solución y análisis de la presente casación es necesario iniciar con el
examen del contenido de las normas que se denuncian violadas.
El artículo 112 del Código Penal establece que “toda persona responsable penalmente
de un delito o falta lo es también civilmente”. Por su parte, el artículo 124 del Código
Procesal Penal establece que “la reparación a que tiene derecho la víctima comprende
la restauración del derecho afectado por el hecho delictivo, que inicia desde reconocer
a la víctima como persona con todas sus circunstancias como sujeto de derechos
contra quien recayó la acción delictiva, hasta las alternativas disponibles para su
reincorporación social a fin de disfrutar o hacer uso lo más pronto posible del derecho
afectado, en la medida que tal reparación sea humanamente posible y, en su caso, la
indemnización de los daños y perjuicios derivados de la comisión del delito”. (La
negrilla es de esta Cámara). Adicionalmente a las normas que la entidad recurrente
denuncia como violadas, es pertinente citar de forma complementaria el artículo 1646
del Código Civil, en el que se establece que “el responsable de un delito doloso o
culposo, está obligado a reparar a la víctima los daños o perjuicios que le haya
causado”.
De las normas anteriores se extrae que la comisión de un delito conlleva para el
condenado, además de la responsabilidad penal, una responsabilidad civil frente a la
víctima del delito, lo que se debe a que el hecho delictivo, además de producir un
daño social, conlleva un daño a los intereses individuales y privados de la víctima,
generando consecuentemente el derecho de ésta a exigir su reparación o
indemnización.
Esta reparación abarca, sin que llegue a constituirse en un enriquecimiento indebido,
la restitución, la indemnización, la compensación y la rehabilitación, en lo
humanamente posible, a efecto de que la víctima pueda desarrollar su vida libre de
traumas o efectos negativos; consecuentemente, incorpora la reparación material,
inmaterial, e incluso la simbólica, yendo más allá de la simple entrega de dinero por el
delito soportado.
III
En el presente caso, la Sala de apelaciones expuso entre sus fundamentos que la
jueza sentenciadora no había inobservado el artículo 124 del Código Procesal Penal al
haber eximido al condenado de pagar las responsabilidades civiles, ya que dicha
norma prescribe que la reparación debe ordenarse “en la medida que sea
humanamente posible”. Sin embargo, esta interpretación es incorrecta para justificar
tal exención, ya que cuando la norma utiliza la expresión “dentro de lo humanamente
posible”, está haciendo referencia al alcance que deben tener las medidas tendientes
a lograr la reincorporación social de la víctima o la restitución de su derecho afectado,
mas no a la forma de graduar o cuantificar la responsabilidad civil del condenado
según su capacidad económica.
Es importante puntualizar que la reparación civil tiene como presupuesto básico la
cuantificación objetiva del daño y los perjuicios, y que entre esta cuantificación y la
capacidad económica del obligado no existe ninguna relación de condicionamiento
mutuo. Si acaso el obligado a pagar no tiene los recursos económicos suficientes,
entonces la obligación simplemente quedará pendiente de ejecución, pero ello no
justifica que el tribunal se niegue a declarar la existencia de la responsabilidad civil del
condenado, y menos aún que lo exima totalmente de reparar el daño.
En consecuencia, deviene procedente casar la sentencia recurrida en el sentido de
que, dentro del marco de la solicitud de reparación digna, el procesado debe ser
condenado también como responsable civil por el delito cometido, debiendo fijarse la
98
cuantía para reparar el daños causado en trece mil quinientos quetzales, cantidad que
corresponde al valor del tratamiento psicoterapéutico que requiere la víctima según el
informe psicológico que se presentó dentro del proceso, valor que así fue determinado
por el tribunal de sentencia a partir de la prueba valorada.
LEYES APLICADAS
Artículos citados y: 1, 2, 3, 5, 12, 14, 17, 28, de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 1, 10, 112, 173 y 174 del Código Penal, Decreto número 17-73; 1, 2, 3,
4, 5, 11Bis, 37, 50, 124, 125, 182, 184, 388, 437, 438, 439, 441, 442 y 447 del Código
Procesal Penal, Decreto número 51-92; 16, 57, 58 inciso a), 59, 74, 79 inciso a), 141,
142 y 143 de la Ley del Organismo Judicial, Decreto número 2-89; todos los Decretos
anteriores del Congreso de la República de Guatemala; y los artículo 1645 y 1646 del
Código Civil, Decreto Ley 106 del Jefe de Gobierno Enrique Peralta Azurdia.
POR TANTO
La Corte Suprema de Justicia, Cámara Penal, con base en lo considerado y leyes
aplicadas DECLARA: I) Procedente el recurso de casación por motivo de fondo
interpuesto por la Procuraduría General de la Nación, en su calidad de querellante
adhesivo, en representación de los intereses de la menor (…), contra la sentencia del
veintiséis de abril de dos mil dieciséis, la que fue dictada por la Sala Quinta de la Corte
de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente. III) En
consecuencia, casa la sentencia referida y, resolviendo conforme a derecho, se
condena al procesado, Noé Isaías Lucas Chaj, al pago de trece mil quinientos
quetzales en concepto de reparación digna por el daño causado, a favor de la víctima
(…). III) Con certificación de lo resuelto, devuélvanse los antecedentes a donde
corresponda. Notifíquese.
CASO 4:
30 de octubre de 2015.
Sentencia: Culpable
quetzales (Q.108,000.00)
sentencia
99
toda vez que las condiciones en que se fija disfrazan una obligación civil
al daño producido, será que ese monto es “digno”, sentencias como las
en ineficaz.
100
30/10/2015 – PENAL
179-2015
DOCTRINA
Casación por motivo de fondo: Existe vulneración del derecho de defensa, del debido
proceso y errónea interpretación del artículo 124 del Código Procesal Penal, cuando
bajo el concepto de un segundo rubro por reparación digna, se impone al sindicado
del delito de violación, la obligación de pagar una cantidad económica calculada en
pagos mensuales para cubrir los gastos de sustento, habitación, vestido, asistencia
médica y educación del hijo producto de la violación, legalmente no reconocido por el
agresor, hasta que cumpla los dieciocho años, haciendo extensiva dicha carga a los
padres del procesado en caso de insolvencia del procesado sin haber sido parte del
proceso penal, haciendo indebida analogía de la figura de la pensión alimenticia.
Lo anterior en virtud de que la reparación digna es para resarcir en su proyecto de
vida a la víctima mujer, y no para sustituir el derecho a la pensión alimenticia que le
pueda corresponder al hijo producto de la violación, y que, salvo que se ejerza
expresamente dentro del proceso penal como lo dispone el artículo 197 numeral 6) del
Código Penal, deberá ejercerse posteriormente ante los tribunales de familia.
psicológico descrito para lograr su recuperación emocional (…)”. Expuso también que
accedía a condenar al procesado al pago de ciento ocho mil quetzales a favor del
niño (…) “como ayuda económica que el acusado o los abuelos paternos en caso de
imposibilidad del primero y por todo el tiempo que dura la imposibilidad, deben
proporcionar al niño descrito, para su sustento, habitación, vestido, asistencia médica
y educación, pues si bien es cierto el niño no está reconocido legalmente por el
acusado como padre, también lo es que con la prueba que fue valorada para el efecto,
el acusado es el padre biológico del niño (no deseado), producto de una relación
sexual violenta”.
C) Recurso de apelación especial. El procesado interpuso recurso de apelación
especial por dos motivos de fondo. En el segundo de estos –que es al que hace
referencia el presente recurso de casación– el procesado denunció la inobservancia y
errónea aplicación de los artículos 279 y 283 del Código Civil, y del artículo 124 del
Código Procesal Penal. Argumentó que conforme a los citados artículos del Código
Civil los ascendientes y descendientes están obligados a darse alimentos
recíprocamente en proporción a la capacidad económica de quien los da y de quien
los recibe, y que en caso ni el padre ni la madre puedan cumplir con darlos a sus hijos,
tal obligación corresponderá a los abuelos paternos; sin embargo, tal situación tiene
que ser resuelta en un juicio oral de fijación de pensión alimenticia de conformidad con
los artículos 201, 206 y 208 del Código Procesal Civil y Mercantil, “pues se tendría que
hacer un estudio socioeconómico de quien debe de proporcionar los alimentos, y en
este caso no es posible fijar una pensión alimenticia con otra apariencia, dándole la
calidad de justo pago, en donde los obligados son los abuelos paternos, además el
Código Penal establece en su artículo 112 que el responsable penalmente de un delito
lo es también civilmente, y no es posible que se pretenda extender los efectos de un
juicio a tercero, porque la pena no debe alcanzar a terceros que no son responsables
de un hecho y que] no han sido citadas, oídas y vencidas en juicio legalmente
establecido. Pues solo una sentencia firme dictada dentro del ramo de familia podría
obligar a los abuelos paternos a proporcionar alimentos, habitación, vestido, asistencia
médica y educación, como lo refiere la sentencia que se impugna”.
D) Sentencia de la Sala de Apelaciones. La Sala Quinta de la Corte de Apelaciones
del Ramo Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Quetzaltenango,
mediante sentencia de fecha cinco de febrero de dos mil quince, declaró improcedente
el recurso de apelación especial interpuesto por el procesado. Para fundamentar su
decisión expuso que la sentencia recurrida fijó la cantidad de ciento ocho mil quetzales
“como ayuda económica, toda vez que el niño no está reconocido legalmente por el
condenado”, quien con la prueba aportada se demostró que es el padre biológico del
niño producto de la violación, por lo que la Sala considera “justo el monto reclamado”,
habiendo el sentenciador considerado para ello el interés superior del niño reconocido
en convenios y tratados suscritos por Guatemala. Por otra parte, indicó la Sala que
con dicha condena el sentenciante “no está emitiendo una condena civil sino
previendo un caso de insolvencia, tal cual lo estipula el art 283 del Código Civil”.
II. RECURSO DE CASACIÓN
Contra lo resuelto por la Sala, el procesado interpone recurso de casación por motivo
de fondo, en el que denuncia, con base al artículo 441 numeral 5) del Código Procesal
Penal, la violación del artículo 12 de la Constitución Política de la República de
Guatemala y la errónea aplicación de los artículos 112 y 113 del Código Penal y 279 y
283 del Código Civil. Argumenta que la Sala no entró a resolver el agravio concreto ni
realizó el análisis y cotejo de la sentencia apelada y la normativa aplicada, limitándose
a indicar que el juez sentenciador sí fundamentó su decisión y que respondió a lo
pedido por la víctima. Agrega que los abuelos paternos del menor no fueron hallados
responsables penalmente, que la responsabilidad penal es de orden personal, que la
responsabilidad civil es de quien ha sido declarado responsable penalmente, y que es
una clara violación al debido proceso y la justicia extender tal obligación hasta los
abuelos paternos, que son personas inocentes, que no han sido oídas ni vencidas
dentro del orden civil ni se ha tomado en cuenta su capacidad de pago; razón por la
cual la Sala aplicó erróneamente la ley al confirmar la responsabilidad civil de dos
personas que no fueron hallados penalmente responsables. Por otra parte concluye el
recurrente, aunque la Sala refiere que la suma de ciento ocho mil quetzales no
corresponde a una condena civil, sin embargo, reviste todas las características de una
pensión alimenticia, pues la misma deberá cubrirse hasta que el menor cumpla
dieciocho años y en cuotas de quinientos quetzales mensuales, habiendo indicado el
juez sentenciante que la misma cubre el sustento, la habitación, el vestido, la
asistencia médica y la educación.
Solicita que se case la sentencia impugnada y se resuelva conforme a la ley y la
doctrina aplicables.
102
II
El procesado denuncia la violación al artículo 12 de la Constitución Política de la
República y la errónea aplicación de los artículos 112 y 113 del Código Penal (que se
refieren a la responsabilidad civil derivada del delito), así como de los artículo 279 y
283 del Código Civil (relativos a los alimentos y a las personas obligadas a darlos).
Su argumento consiste en que la Sala, al confirmar la sentencia de primer grado,
vulneró los referidos preceptos constitucionales y legales, debido a que: a) aunque el
menor producto de la violación es su hijo biológico, legalmente no aparece inscrito
como tal, por lo que no procedía condenarlo al pago de una “reparación digna” que en
el fondo reviste las características de una verdadera “pensión alimenticia”; y b) que la
responsabilidad penal es personal y solo de ella se deriva la responsabilidad civil,
razón por la que los padres del sindicado no pueden ser condenados a pagar
subsidiariamente en representación suya, ya que ellos no fueron citados, oídos ni
vencidos ante este u otro proceso (en juicio oral de fijación de pensión alimenticia) en
donde se tomara en cuenta su capacidad de pago y se respetara las garantías del
debido proceso y el derecho de defensa.
Para el análisis y resolución de la casación planteada es necesario señalar que,
conforme lo define el artículo 124 del Código Procesal Penal, “La reparación a que
tiene derecho la víctima comprende la restauración del derecho afectado por el hecho
delictivo, que inicia desde reconocer a la víctima como persona con todas sus
circunstancias como sujeto de derecho, hasta las alternativas disponibles para su
reincorporación social a fin de disfrutar o hacer uso lo más pronto posible del derecho
afectado, en la medida que tal reparación sea humanamente posible y, en su caso, la
indemnización de los daños y perjuicios derivados de la comisión del delito”.
Esta Cámara observa que la Sala estimó correcto que el Tribunal de sentencia, bajo el
concepto de “ayuda económica”, haya condenado al procesado a pagar, en cuotas
mensuales, la cantidad de ciento ocho mil quetzales para sufragar los gastos de
alimentación, vestido, vivienda y educación del hijo producto de la violación, es decir,
hasta que éste cumpliera la mayoría de edad (18 años), obligando civilmente a los
padres del procesado a cumplir con dicha obligación en caso de imposibilidad de
aquel. Aparte de lo anterior, el tribunal también condenó al procesado a pagar
veinticuatro mil quetzales para el tratamiento psicológico y el daño moral causado a la
víctima.
III
Del estudio realizado al presente caso, palmariamente se advierte que se está
disfrazando una verdadera pensión alimenticia con el nombre de ayuda económica,
cuando aquella es una obligación legal que compete a los padres legalmente inscritos,
razón por la que el Tribunal sentenciante incurrió en una incorrecta aplicación de la
ley, específicamente de la figura jurídica de la reparación digna, pues esta se
encuentra instituida para ayudar a la víctima para enfrentar las consecuencias de la
violencia padecida y no en favor de otra persona. En el caso de un embarazo, claro
está, existe el derecho a favor del niño y que eventualmente debe ser requerido
judicialmente, a efecto que pueda recibir alimentos, pero en este caso concreto,
103
tendría que declararse mediante los procedimientos específicos establecidos por las
leyes del derecho civil y de familia, pues no fue parte de los requerimientos de la
víctima, lo que le era permitido conforme lo establece el artículo 197 númeral 6 del
Código Penal, la que en caso de haberse hecho, habría permitido, por ejemplo,
reconducirse mediante una certificación de lo conducente a un tribunal de familia. Por
esta razón, la declaración definitiva sobre una posible pensión alimenticia quedaría
postergada para cuando la víctima, en representación de su hijo, la formule
oportunamente ante los tribunales de familia.
Cabe advertir que, tratándose el tema objeto de discusión sobre los derechos de la
víctima, debe evaluarse, y para el efecto tener la opinión de la agraviada, y si fuera el
caso, dictamen pericial, si puede causarle o no un efecto negativo el hecho de
encontrarse vinculada por muchos años con su agresor por el hecho de existir una
obligación a requerirle de forma mensual, o más aún, otorgarle al agresor derechos
sobre el niño a partir del momento en que legalmente sea el padre del hijo de la
víctima, lo que podría revictimizar a la agraviada en detrimento de su desarrollo
integral como persona y como mujer.
Por otro lado, se encuentra que la referida confusión del Tribunal de Sentencia se
hace más evidente cuando, de una forma indebida y ajena a la figura de la reparación
digna, haciendo una errónea analogía entre reparación digna y pensión alimenticia,
declaró que la cuota mensual debería ser cubierta por los padres del procesado en
caso de que éste no pudiera hacerla efectiva. Tal declaración constituye
evidentemente un error que deberá ser corregido mediante la presente sentencia de
casación, pues no puede condenarse a los padres del procesado a pagar la
reparación digna, como consecuencia de un delito, como si ellos fuesen
corresponsables del delito, y menos aun cuando no han sido citados, oídos y vencidos
dentro del presente proceso penal, o en su caso, dentro de algún juicio oral para la
fijación de la pensión alimenticia, en donde correspondería evaluar, con los medios de
prueba idóneos para el efecto, su capacidad económica para pagar la referida cuota
mensual. Al haberse accedido a tal condena se violó, evidentemente el derecho a un
debido proceso y al derecho de defensa de los padres del procesado, al haber sido
condenados a cumplir una obligación sin haber sido citados, oídos y vencidos en
juicio.
IV
Esta Cámara es del criterio que las fundamentaciones de la Sala para confirmar la
sentencia del tribunal que fijó la reparación digna deben ser corregidas, en el sentido
de que este tipo de condena debe limitarse a la reparación de daños y gastos que son
consecuencia inmediata del delito y verificables en el marco de un análisis del
contexto económico y social de la víctima, cualquier otro tipo de declaración debe
derivar de una solicitud expresa, en este o en otro proceso. En ese sentido, esta
Cámara considera que, en efecto, la reparación del daño debe abarcar en este caso la
restitución de los gastos derivados directamente del delito de violación, tales como los
gastos para la atención médica y psicológica de la víctima, pero para que se extienda
a otros rubros que eventualmente requiera la víctima, es necesario que hayan sido
requeridos conforme lo exige el artículo 197 numeral 6) del Código Penal. Por esa
razón, la víctima deberá acudir oportunamente ante los tribunales de familia a formular
sus pretensiones a tal respecto.
A criterio de esta Cámara, el derecho a la reparación digna no está jurídicamente
diseñado para sustituir otras instituciones legales y de índole diversa como el derecho
a alimentos, pues como ya se ha dicho antes, la reparación digna se enfoca en la
reparación del daño causado a la víctima como consecuencia inmediata del delito
(daño emergente, lucro cesante o daño inmaterial), cosa distinta a establecer la
existencia o no de una obligación al pago de alimentos para el hijo producto de la
violación, para lo cual la ley establece acciones y procedimientos específicos, algunos
de ellos dentro del propio proceso penal (pero que no se ejercieron en el presente
caso), o bien ante los tribunales de familia (artículos 8 y 9 de la Ley de Tribunales de
Familia).
En consecuencia, esta Cámara considera que haber agregado a la reparación digna el
pago de la cantidad de ciento ocho mil quetzales en concepto de “ayuda económica”
es una sanción jurídicamente insostenible conforme a las circunstancias del presente
proceso penal, toda vez que las condiciones en que se fija disfrazan una obligación
civil jurídicamente inexistente que ni la víctima solicitó y que tampoco fue tramitado
conforme a las leyes procesales. Por otra parte, claramente se advierte que no se
desprotegió a la víctima, pues el tribunal sentenciante abarcó totalmente la reparación
digna al haber condenado al procesado, como un primer rubro, al pago de veinticuatro
mil cuatrocientos quetzales, que comprendían el resarcimiento por el tratamiento
psicológico y el daño moral. Por lo tanto, es procedente casar la sentencia recurrida, y,
104
Vitalina Orellana y Orellana, Magistrada Vocal Tercero; Josué Felipe Baquiax Baquiax,
Magistrado Vocal Sexto; Blanca Aída Stalling Dávila, Magistrado Vocal Octavo; José
Antonio Pineda Barales, Magistrado Vocal Décimo Tercero. Cecilia Odethe Moscoso
Arriaza de Salazar, Subsecretaria de la Corte Suprema de Justicia
víctima.
105
106
digna.
incumplimiento.
10. Las entrevistas son técnicas que sirven para saber cuál es la
sociedad.
108
109
Proceso Penal no sea fijada en una sola audiencia, para que las
monto justo.
muy distintas.
reparación digna.
BIBLIOGRAFÍA
Libros
Edición, México,1999.
111
112
12) HÉLLER, Hernán. “Teoría del Estado”, Sección Tercera. Parte III.
1942.
1994.
2010.
Argentina. 1998.
Leyes
República de Guatemala.
de Guatemala.
114
República de Guatemala.
de Guatemala.
República de Guatemala.
Diccionarios
Tesis
Internet
1) http://dle.rae.es/?id=CGv2o6x , 8 de febrero del año 2018, 11:30.
2) http://dle.rae.es/?id=ST87flU, 8 de febrero del año 2018, 11:35.
116
117
Señor Juez:
De manera atenta y respetuosa me dirijo a usted para solicitar su
valiosa colaboración, en el sentido, que se sirva responder las
preguntas de la presente encuesta, cuyas respuestas servirán para
coadyuvar a la elaboración de la tesis de Licenciatura en Ciencias
Jurídicas y Sociales, titulada: “La ineficacia de la reparación digna en el
Proceso Penal Guatemalteco”. Por su atención, muchas gracias.
INSTRUCCIÓN: Marque con una “X” dentro del cuadro que contenga la
respuesta que usted considere conveniente.
4) ¿Cree usted que todas las victimas reciben el dinero fijado a su favor
en concepto de reparación digna?
SI NO
SI NO
Señor(a) Abogo(a):
De manera atenta y respetuosa me dirijo a usted para solicitar su
valiosa colaboración, en el sentido, que se sirva responder las
preguntas de la presente encuesta, cuyas respuestas servirán para
coadyuvar a la elaboración de la tesis de Licenciatura en Ciencias
Jurídicas y Sociales, titulada: “La ineficacia de la reparación digna en el
Proceso Penal Guatemalteco”. Por su atención, muchas gracias.
INSTRUCCIÓN: Marque con una “X” dentro del cuadro que contenga la
respuesta que usted considere conveniente.
Señor(a) estudiante:
De manera atenta y respetuosa me dirijo a usted para solicitar su
valiosa colaboración, en el sentido, que se sirva responder las
preguntas de la presente encuesta, cuyas respuestas servirán para
coadyuvar a la elaboración de la tesis de Licenciatura en Ciencias
Jurídicas y Sociales, titulada: “La ineficacia de la reparación digna en el
Proceso Penal Guatemalteco”. Por su atención, muchas gracias.
INSTRUCCIÓN: Marque con una “X” dentro del cuadro que contenga la
respuesta que usted considere conveniente.
¿PORQUÉ:?
¿PORQUÉ:?
124
1) ¿Cuál es su nombre?
¿PORQUÉ:?
6) ¿Cree usted que una sola audiencia es suficiente para que el juez
fije el monto de reparación digna?
¿PORQUÉ:?
125
RESULTADOS DE LA ENCUESTA
7
6
5
4 si
3 no
2
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7
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