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MODULO 1 Conociendo A Mi Alumno
MODULO 1 Conociendo A Mi Alumno
CONOCIENDO A MI ALUMNO
Durante el tiempo que se está a solas con el niño, uno tiene otra oportunidad
para que él capte si somos francos, honrados, auténticos, rectos, no
enjuiciadores, aceptantes, amistosos. El puede descubrir esto mientras uno
habla brevemente, cuando se le hacen preguntas para una simple ficha de
admisión, cuando uno espera mientras él inspecciona la sala y el equipo,
mientras uno juega con él a algo sencillo, cuando uno lo introduce a una
actividad inofensiva. Tal vez el niño decida en sólo una sesión que uno es una
persona confiable y con la cual se puede relacionar, o quizás necesite tres o
cuatro para asegurarse. Cuando ello sucede, uno lo sabe de inmediato. Si no
llega a producirse, también lo sabremos y quizás deseemos tomarnos el tiempo
para reconocerlo y analizar lo que está aconteciendo entre uno y el niño.
Sobre todo, uno debe comprender que los niños son resistentes y defensivos por
buenas razones.
Es lo que tienen que hacer para sobrevivir, para protegerse. Han aprendido —
de los mundos caóticos en que están envueltos y de las escuelas tan a menudo
severas, indiferentes y ciegas— que deben hacer cuanto esté a su alcance
para cuidar de sí mismos, para protegerse de intrusiones. A medida que un niño
empieza a confiar en mí, comenzará a permitirse alguna apertura, ser algo más
vulnerable. Tengo que moverme calmada, gentil y suavemente.
Conocer sus gustos y sus disgustos, sus tiempos, sus gestos, sus movimientos, su
mirada, son cosas que debemos observar día a día en nuestro alumno y usarlo
a su favor.