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COMUNICADO 099

JEP califica como crímenes de guerra y violaciones al


DIH las conductas cometidas por dos integrantes de las
extintas FARC-EP en el atentado al Club El Nogal
• Las conductas cometidas por los integrantes de la extinta guerrilla en el Club
el Nogal no son amnistiables.
• El 7 de febrero de 2003, a las 8:05 p.m., integrantes de las extintas Farc-EP
detonaron un carro-bomba en el Club El Nogal, en Bogotá, ocasionándole la
muerte a 36 personas.
• El atentado al Club El Nogal será remitido al Caso 10 de la Sala de
Reconocimiento de Verdad que investiga: ‘Crímenes no amnistiables
cometidos por miembros de las extintas FARC- EP en el conflicto armado’.

Bogotá, 25 de agosto de 2023. La Sala de Amnistía o Indulto (SAI) de la JEP declaró que
no son amnistiables las conductas de dos integrantes de la Columna Móvil Teófilo Forero
de las extintas FARC-EP con ocasión del atentado al Club El Nogal de Bogotá. Se trata de
Herminsul Arellán Barajas y Fernando Arellán Barajas, coautores de ese atentado,
ocurrido en Bogotá el 7 de febrero del 2003, que dejó 36 personas muertas y 158 heridas.

Las conductas cometidas por los comparecientes, según una resolución de la SAI, son
crímenes de guerra y violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH). La
magistratura determinó que el ataque no se dirigió contra un objetivo militar, sino en
contra de un club social y empresarial. Además, produjo muertes y lesiones de civiles
que no eran objetivos militares y gozaban de protección a la luz del DIH.

En la decisión, la magistratura de la JEP analizó los principios de distinción y precaución


que entre otras cosas indican que: “las partes en conflicto deberán distinguir en todo
momento entre personas civiles y combatientes. Los ataques solo podrán dirigirse contra
combatientes. Los civiles no deben ser atacados”.
Así mismo, la sala hizo un examen a la luz de la prohibición de ataques indiscriminados
por el Estatuto de Roma y las normas del DIH compiladas e interpretadas por el Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR). En este caso, el lugar del atentado está situado en
una zona comercial y residencial de Bogotá. Se trata de un bien civil que no tiene, ni tuvo
para la fecha de los hechos, como naturaleza, finalidad o utilización, contribuir
eficazmente a la acción militar y no ofreció una ventaja militar definida.

Además, las personas víctimas de este ataque eran civiles que no participaban en las
hostilidades y, por tanto, gozaban de protección respecto de un ataque en el marco del
conflicto armado. Así, es claro que el ataque al Club El Nogal desconoció gravemente el
principio de distinción al afectar directamente a personas civiles protegidas y a bienes de
carácter civil.

La SAI remitió el atentado al Club El Nogal al Caso 10 de la Sala de Reconocimiento de


Verdad: ‘Crímenes no amnistiables cometidos por miembros de las extintas FARC- EP en
el conflicto armado’. ¿La razón? podría hacer parte de los patrones de conductas no
amnistiables cometidas en el desarrollo de las hostilidades.

Los hermanos Arellán Barajas fueron condenados por la justicia ordinaria a 40 años de
cárcel por los delitos de terrorismo, homicidio y tentativa de homicidio, tras comprobarse
su participación en la explosión del carro-bomba en las instalaciones del Club El Nogal.
En su proceso en la JEP, luego de haber recibido el beneficio de libertad condicionada, la
SAI les impuso el régimen de condicionalidad y les hizo un llamado para que aporten a
la verdad y se comprometan con el Sistema Integral para la Paz.

Con ocasión a esta decisión, la Sala de Amnistía o Indulto estableció una ruta para que
las víctimas del atentado al Club el Nogal participen en el trámite en el Caso 10, para que
puedan ser acompañadas y asesoradas ante la Sala de Reconocimiento por el
Departamento de Atención a Víctimas de la JEP.

Finalmente, la SAI ordenó a la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las


Víctimas (UARIV) suspender el proceso de cobro coactivo que cursa en contra de
Herminsul Arellán Barajas. Esto, con ocasión de la multa impuesta por la justicia penal
ordinaria por el atentado al Club el Nogal hasta que la Sala de Reconocimiento se
pronuncie al respecto. Esta suspensión no implica el levantamiento de las medidas
cautelares impuestas con el propósito de garantizar los derechos de las víctimas.

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