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Magistrada Sustanciadora:
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO.
AUTO
I. ANTECEDENTES
2 Informe contenido en folios 2 y 3 del Primer Cuaderno del expediente digital CJU-1969.
3 Informe contenido en el folio 4 del primer cuaderno del expediente digital CJU-1969.
4 Ibídem.
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M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado
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10. Por medio de auto del 28 de agosto de 2003 11, el Juzgado 54 de Instrucción
Penal Militar ante la Tercera Brigada remitió el expediente correspondiente a
la investigación preliminar No. 014003, al Juzgado 51 de Instrucción Penal
Militar.
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18. El 4 de febrero de 2013, el señor Ramón Mejía Ortega rindió indagatoria 20.
Posteriormente, mediante providencia del 26 de julio de 2013 21, el Juzgado 51
13 Folios 84 a 85 del Primer Cuaderno del expediente CJU-1969.
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21. Mediante oficio del 1º de octubre de 2021 24, el Procurador 323 Judicial I
Penal solicitó al Juzgado 51 de Instrucción Penal Militar que de manera
inmediata remitiese el presente expediente, por competencia, a la Fiscalía
General de la Nación. Esta petición se motivó en la presunta mora judicial (el
proceso ha estado en trámite por más de 18 años), el vencimiento del término
de instrucción (artículo 465 de la Ley 522 de 1999) y la existencia de
circunstancias que sugieren que se trató de una ejecución extrajudicial.
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29 Ibídem.
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(ii) Existen elementos probatorios que sugieren que la muerte del ciudadano
Guillermo Pito Campo no se dio como consecuencia del servicio a
cargo de las Fuerzas Militares, es decir, su fallecimiento no responde a
una acción propia de las funciones del Ejército.
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viceprimero Oscar Mejía Mayorga, del cabo tercero Juan Carlos Peralta
Prado y del cabo tercero John Dilber Bravo González, quienes
describieron las circunstancias que presuntamente rodearon la muerte
del ciudadano Pito Campo.
(v) Que las trayectorias de los disparos y el número de veces (nueve) que
fue impactado el cuerpo del señor Pito Campo sugiere que pudo haber
sido ultimado en condiciones de indefensión y/o estando herido. Lo
anterior se ve reforzado por el hecho de que, luego del contacto inicial
ocurrido en la parte alta del lugar de los hechos, hubo otros disparos y
que el Batallón de Contraguerrillas No. 60 gastó en la operación
‘Dignidad’ más de mil cartuchos.
(vi) El médico legista que practicó la necropsia del cuerpo del ciudadano
Pito Campo no dejó constancia que indicara que su cuerpo presentaba
huellas de arrastre. Esto contradice lo dicho por los militares en sus
descripciones. El funcionario señaló que el cadáver venía vestido
adecuadamente y sus ropas “no presentan residuos visibles de pólvora,
manchas ni otras evidencias”40. De acuerdo con la Fiscalía, esta
inconsistencia, sumada a las trayectorias y el número de impactos de
bala recibido por el ciudadano Pito Campo pone en duda las
circunstancias reales que rodearon su muerte y el momento en el cual
ocurrió su deceso.
40 Ibid.
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(viii) No existe prueba alguna que acredite que el señor Pito Campo
pertenecía a las FARC. No tenía antecedentes penales y no era
requerido por ninguna autoridad, por delito alguno.
43 Pronunciamientos emitidos dentro de los expedientes con radicados No. 20050117200/604C, M.P. Guillermo Bueno
Mirado y 20050132100/29, M.P. Temístocles Ortega Narváez.
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En su auto, ese Juzgado consignó las razones por las cuales discierne de la
valoración hecha por la Fiscalía 114 Especializada, respecto de las pruebas
que obran en el proceso. Señaló que era equivocada la conclusión a la que
llegó respecto de la trayectoria de los impactos de bala que le causaron la
muerte al señor Guillermo Pito Campo. Consideró que tales trayectorias
corresponden a heridas percibidas por alguien que huye de un combate, colina
abajo. Además, explicó que el hecho de que las trayectorias no sean
consistentes se debe a las condiciones propias de un enfrentamiento en la
selva, el cual acaece de manera diferente a un contacto urbano, pues los
enemigos no se encuentran en posiciones fijas o inamovibles. También se
refirió al repliegue táctico, maniobra de combate en la que uno de los actores
se ve obligado a abandonar la confrontación sin dar la espalda.
46Ibídem.
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Competencia
49En el diseño original de la Constitución, la función de resolver los conflictos entre distintas jurisdicciones se
encontraba a cargo del Consejo Superior de la Judicatura. Sin embargo, en virtud del artículo 14 del Acto Legislativo 02
de 2015, la referida atribución fue asignada a la Corte. En su momento, este Tribunal determinó que asumiría esta
competencia únicamente cuando “(…) la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura haya
cesado de manera definitiva en el ejercicio de sus funciones” (Auto 278 de 2015, M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez).
Con todo, la Corte consideró que era competente para resolver las controversias entre la Jurisdicción Especial para la Paz
(JEP) y las demás autoridades que administran justicia. Lo anterior, porque la atribución del Consejo Superior de la
Judicatura se limitaba a los asuntos que, en algún momento, fueron de su competencia. La entrada en funcionamiento de la
Comisión Nacional de Disciplina Judicial ocurrió el 13 de enero de 2021. Por lo tanto, a partir de ese momento,
corresponde a esta Corporación decidir la totalidad de los conflictos de jurisdicción.
51 Las consideraciones contenidas en el presente capítulo fueron parcialmente retomadas de los Autos 332 y 130 de
2020 y 328 de 2019, con ponencia de la Magistrada Sustanciadora.
52 Autos 345 de 2018, M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez; 328 de 2019, M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y 452 de
2019, M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
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Así las cosas, la Corte ha reiterado que “el conflicto de jurisdicción no puede
provocarse autónomamente por las partes del respectivo proceso, sino que
necesariamente debe comprobarse que dos autoridades judiciales de
jurisdicciones diferentes reclaman para sí o niegan ser competentes para
asumir el conocimiento del asunto correspondiente” (Negrillas fuera del texto
original)58.
54 En consecuencia, no habrá conflicto cuando: (a) solo sea parte una autoridad; o (b) una de las partes en colisión no
ejerza funciones jurisdiccionales.
55 En este sentido, no existirá conflicto cuando: (a) se evidencie que el litigio no está en trámite o no existe, porque, por
ejemplo, ya finalizó; o (b) el debate procesal se centra sobre una causa de carácter administrativo o político, pero no
jurisdiccional (Cfr. Artículo 116 de la Constitución).
56 Así pues, no existirá conflicto cuando: (a) se evidencie que, a pesar de concurrir formalmente dos autoridades
judiciales, alguna de ellas no ha rechazado su competencia o manifestado su intención de asumirla; o (b) la exposición
sobre la competencia que presentan las autoridades en conflicto no tiene, al menos aparentemente, fundamento normativo
alguno, sino que se sustenta únicamente en argumentos de mera conveniencia.
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59 Las consideraciones se realizan a partir de las reglas previstas en el del Auto 636 de 2021, M.P. José Fernando Reyes
Cuartas. Ver también: Auto 102 de 2022, M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
60 El artículo 5° del Acto Legislativo 02 de 2003 establece que el sistema penal acusatorio previsto en la reforma entraría
en plena vigencia el 31 de diciembre de 2008.
61 Expresamente la norma señalaba que: “Corresponde a la Fiscalía General de la Nación, de oficio o mediante
denuncia o querella, investigar los delitos y acusar a los presuntos infractores ante los juzgados y tribunales competentes.
Se exceptúan los delitos cometidos por miembros de la Fuerza Pública en servicio activo y en relación con el mismo
servicio.
Para tal efecto la Fiscalía General de la Nación deberá:
1. Asegurar la comparecencia de los presuntos infractores de la ley penal, adoptando las medidas de aseguramiento.
Además, y si fuere del caso, tomar las necesarias para hacer efectivos el restablecimiento del derecho y la indemnización
de los perjuicios ocasionados por el delito.
2. Calificar y declarar precluidas las investigaciones realizadas.
3. Dirigir y coordinar las funciones de policía judicial que en forma permanente cumplen la Policía Nacional y los demás
organismos que señale la ley.
4. Velar por la protección de las víctimas, testigos e intervinientes en el proceso.
5. Cumplir las demás funciones que establezca la ley.
El Fiscal General de la Nación y sus delegados tienen competencia en todo el territorio nacional.
La Fiscalía General de la Nación está obligada a investigar tanto lo favorable como lo desfavorable al imputado, y a
respetar sus derechos fundamentales y las garantías procesales que le asisten”.
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9. Ahora bien, de acuerdo con las disposiciones de la Ley 906 de 2004 (nuevo
Código de Procedimiento Penal), las normas de la Ley 600 de 2000 rigen para
aquellos asuntos que cumplen con alguno de los siguientes límites de vigencia:
(i) un límite temporal, según el cual el nuevo Código de Procedimiento Penal
63 Sentencias C-620 de 2001 M.P. Jaime Araujo Rentería y C-558 de 1994 M.P. Carlos Gaviria Díaz.
64 Ibidem.
65 Consejo Superior de la Judicatura. Sentencia del 6 de noviembre de 2019. M.P. Magda Victoria Acosta Walteros y
Sentencia del 15 de enero de 2020. M.P. Carlos Mario Caño Diosa.
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rige solo para los delitos cometidos con posterioridad al 1° de enero de 2005 67;
(ii) un límite subjetivo, ya que mantiene las reglas de la Ley 600 de 2000 para
los aforados cuya investigación y juzgamiento adelanta la Corte Suprema de
Justicia68; y (iii) un límite territorial, dado que el sistema penal acusatorio
inició su aplicación, de forma progresiva, en los diferentes distritos judiciales
del país.
67“Artículo 533. Derogatoria y vigencia. El presente código regirá para los delitos cometidos con posterioridad al 1º de
enero del año 2005 (…)”.
68 El artículo 533 de la Ley 906 de 2004 también dispone que “Los casos de que trata el numeral 3 del artículo 235 de la
Constitución Política continuarán su trámite por la Ley 600 de 2000”.
70 Ibidem.
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Por las razones anteriores, la Sala considera que el asunto bajo examen
cumple con el presupuesto subjetivo, debido a que hay dos autoridades de
diferentes jurisdicciones que reclaman la competencia para asumir el
conocimiento del asunto.
72 Ley 522 de 1999. Art. 467. “Auto de formal iniciación de investigación. Para iniciar el sumario el funcionario dictará
un auto en el que con fundamento en el conocimiento que ha tenido del hecho y de los elementos probatorios que puedan
haberse aportado, precise las diligencias, pruebas, actuaciones, comunicaciones, que habrán de producirse para cumplir
con los fines del proceso. En este auto se ordenará siempre que se establezca la calidad de miembro activo de la Fuerza
Pública del imputado al tiempo de los hechos y la relación de éstos con el servicio. También ordenará la práctica de todas
las pruebas que sean indispensables para que se hagan viables los subrogados, beneficios y demás garantías a que tiene
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derecho el procesado. Así mismo, debe ordenarse que de manera inmediata se establezcan los antecedentes judiciales que
pueda tener el procesado.”
73Ley 522 de 1999. Art. 451. “Finalidades de la Indagación preliminar. En caso de duda sobre la procedencia de la
apertura de la investigación, la indagación preliminar tendrá como finalidad la de determinar si hay lugar o no al
ejercicio de la acción penal. Pretenderá adelantar las medidas necesarias tendientes a determinar si ha tenido ocurrencia
el hecho que por cualquier medio haya llegado a conocimiento de las autoridades; si está descrito en la ley penal como
punible; la procedibilidad de la acción penal y practicar y recaudar las pruebas indispensables con relación a la
identidad o la individualización de los autores o partícipes del hecho.”
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deben ser investigados y juzgados por los tribunales militares siempre que las
conductas punibles tengan relación con el cumplimiento de este servicio.
14. La Constitución Política establece como regla general que el juez natural
para sancionar a quienes cometen una conducta punible son las autoridades
judiciales que conforman la jurisdicción ordinaria penal. Sin embargo, el
artículo 221 de la Constitución dispuso una excepción a la regla para conocer
y sancionar delitos, por lo cual estableció que las cortes marciales o los
tribunales militares investigarán y juzgarán las conductas punibles que
cometan los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, siempre y
cuando estas tengan relación con el mismo.
15. El fuero penal militar puede definirse como una excepción a la regla
general de competencia atribuida a la jurisdicción ordinaria para conocer de la
comisión de injustos penales, en virtud de la cual, los delitos cometidos por
miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, en ejercicio de sus
funciones legales y constitucionales, y relacionadas con las mismas, serán
82 Ibídem.
83 Las consideraciones de esta sección se soportan en lo expuesto en los Autos 496 y 747 de 2021 M.P. Gloria Stella
Ortiz Delgado.
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17. Así, el artículo 221 de la Constitución estableció que las cortes marciales o
los tribunales militares investigarán y juzgarán las conductas punibles que
cometan los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, siempre y
85 Sentencia C-084 de 2016 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva: “Este trato particularizado se ha justificado en las
diferencias existentes entre los deberes y responsabilidades que tienen los ciudadanos y los que están llamados a asumir
los miembros de la fuerza pública, pues a estos últimos la Constitución les asigna una función especial, exclusiva y
excluyente: el monopolio del ejercicio coactivo del Estado, que implica el uso y disposición de la fuerza legítima y el
sometimiento a una reglas especiales propias de la actividad militar, opuestas por naturaleza a las que son aplicables en
la vida civil . El fuero reclamaría, así, justificación en la necesidad de proporcionar un régimen jurídico especial que se
ajuste a la especificidad de las funciones que el ordenamiento jurídico les ha asignado a las Fuerzas Militares y a la
Policía Nacional, y que resulte coherente y armónico con su particular sistema de organización y de formación
castrense”.
86 Sentencias C-457 de 2002 M.P. Jaime Córdoba Triviño y C-372 de 2016 M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez. “Sobre
esa base, lo ha expresado esta Corporación, el fuero penal militar encuentra pleno respaldo institucional en la necesidad
de establecer un régimen jurídico especial, materializado en la denominada Justicia Penal Militar, que resulte compatible
con la especificidad de las funciones que la Constitución y la ley le han asignado a la fuerza pública, y que a su vez
resulte coherente y armónico con su particular sistema de organización y de formación castrense. A este respecto, en la
Sentencia C-457 de 2002, la Corte destacó que la razón de ser de la Justicia Penal Militar radica, “de una parte, en las
reglas de conducta particulares a que se encuentran subordinados los miembros de la fuerza pública y, de otra, en la
estrecha relación que existe entre esas reglas particulares de comportamiento, el uso de la fuerza y la especial índole de
las conductas que les son imputables”, las cuales son en esencia incompatibles con las reglas generales y comunes que el
orden jurídico existente ha establecido para la jurisdicción ordinaria”.
87 Sentencia C-326 de 2016 M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo. El carácter especializado de las actividades de la
Fuerza Pública como fundamento del fuero penal militar también se expuso en los debates de la Asamblea Nacional
Constituyente. Al respecto el Delegatario de la Alianza Democrática M-19, Álvaro Echeverry Uruburu expresó: “la razón
por la cual se confiere fuero de los militares no es por su carácter deliberante, sino por la especificidad de su función; es
decir, no puede un civil juzgar las acciones propias de los militares por razón de la complejidad de la actividad.
Entonces, por eso deben ser sus pares quienes los juzguen en acto de guerra, en actos militares; esa es la razón”. El
Ministro de Gobierno respaldó esta postura: “no es solo un problema de quien juzga como lo señala correctamente el
doctor Echeverri Uruburo sino también de la naturaleza de los delitos que pueden cometerse en ejercicio de la actividad
militar y de policía, esa es la razón por la cual la presencia de ciertos delitos que no pueden cometer los civiles: la
deserción, la cobardía, etc., ha aconsejado en todos los ordenamientos constitucionales o en casi todos al menos la
presencia de tribunales especiales compuestos por sus pares que juzguen la actividad de los militares y de los miembros
de la policía, (…)”. Asamblea Nacional Constituyente (1991). Informe de la Sesión de la Comisión Tercera del día 24 de
abril de 1991. Bogotá: Presidencia de la República, Centro de Información y Sistemas para la preparación de la Asamblea
Nacional Constituyente, pp. 27-29.
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19. Para que un delito sea de competencia de la justicia penal militar, esto es,
para que exista un vínculo claro entre la conducta desviada y el servicio, “el
hecho punible debe surgir como una extralimitación o un abuso de poder
ocurrido en el marco de una actividad ligada directamente a una función
propia del cuerpo armado”91. Entonces, existe un vínculo con el servicio
cuando el agente de la fuerza pública desvirtúe el uso legítimo de la fuerza
porque con su actuación cometa excesos o defectos de acción que generen una
desviación de poder92. Por el contrario, tal vínculo se disolverá en el evento en
que el agente tenga marcados propósitos criminales, pues en ese caso “el
ejercicio de funciones militares constituye un mero disfraz o fachada para la
actividad delictiva”93.
88 Sentencias C-457 de 2002 M.P. Jaime Córdoba Triviño y C-372 de 2016 M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
93Ibídem.
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97 Ibid.
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(ii) El ámbito del fuero penal militar debe ser interpretado de manera
restrictiva, en el entendido de que el delito cometido “en relación con el
servicio” es aquel realizado en cumplimiento de la labor (del servicio).
(v) El nexo entre el delito y la actividad propia del servicio debe ser
próximo y directo, no hipotético y abstracto, de donde deriva que el
exceso o la extralimitación deben darse dentro de la realización de una
tarea propia de las funciones de las fuerzas armadas y de la Policía
Nacional.
99 Ibid.
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(viii) Un acto del servicio nunca puede ser delictivo, por ende, aquel no
será castigado, como sí el que tenga “relación con el servicio”.
(ix) La relación con el servicio debe surgir con claridad de las pruebas.
Si existe duda, se descarta el fuero y la competencia es del juez común,
pues la del extraordinario (el militar) debe estar demostrada plenamente.
24. En síntesis, la justicia penal militar solo tiene competencia para conocer de
investigaciones adelantadas: (i) en contra de miembros de la Fuerza Pública,
es decir, de integrantes de la Policía Nacional, Ejército Nacional, Fuerza Aérea
Colombiana o de la Armada Nacional, (ii) con ocasión de conductas punibles
(a) cometidas en desarrollo de las competencias asignadas por la Constitución
y la ley a las fuerzas militares o policiales, esto es, vinculadas directamente
con la función propia o la misión y (b) que tengan una relación directa,
próxima y evidentemente con el servicio activo. Asimismo, cuando la conducta
que se investigue no tiene una clara correspondencia con la misión
institucional de la Fuerza Pública y persistan dudas sobre su relación estricta
con el servicio, el asunto sigue la regla general de competencia que fija su
conocimiento en la jurisdicción penal ordinaria.
100 Corte Suprema de Justicia – Sala de Casación Penal, Decisión del 2 de mayo de 2018, SP1424-2018, Radicado No.
52095. M.P. Luis Guillermo Salazar Otero.
101 Consejo Superior de la Judicatura, Sala Disciplinaria. Providencia del 1 de julio de 2016 (Rad. 11001-01-02- 000-
2016-00923-00).
102 Consejo Superior de la Judicatura, Sala Disciplinaria. Providencia del 30 de septiembre de 2015 (Rad. 11001- 01-02-
000-2015-02355-00).
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(iii) En segundo lugar, los hechos sucedieron cuando cumplían una función
militar. Particularmente, la orden de operación ‘Dignidad’ emitida por el
Comando de la Brigada Móvil No. 6, dirigida a las Brigadas
Contraguerrilla 50 y 60, el 21 de mayo de 2003108.
103 Folios 187 a 201 del Primer Cuaderno del expediente CJU-1969.
104 Constancia emitida por la Brigada Móvil No 6, folio 23 del Segundo Cuaderno del expediente CJU-1969.
105 Constancia emitida por la Brigada Móvil No 6, folio 24 del Segundo Cuaderno del expediente CJU-1969.
106 Constancia por la Brigada Móvil No 6, folio 25 del Segundo Cuaderno del expediente CJU-1969.
107 Constancia emitida por el Batallón de Combate Terrestre No. 60 ‘GR. Sergio Camargo Pinzón’, folio 12 del Tercer
Cuaderno del expediente CJU-1969.
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109 Ibid.
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Cuarto. Hay dudas respecto del lugar preciso donde se encontró el fusil
AK 47 que supuestamente acompañaba el cadáver del señor Pito
Campo. La Fiscalía advirtió que también hay inconsistencias respecto
del lugar en el que se encontró el material bélico que se dice fue hallado
en el lugar de los hechos. En sus declaraciones, algunos militares
adujeron que el fusil AK 47 fue encontrado en poder del occiso,
mientras que otros aseguran que fue hallado al lado de una cerca y que
el cuerpo del señor Pito Campo fue encontrado a 4 o 5 kilómetros de
allí, o luego de una hora. Ocurre que si el fusil fue encontrado lejos del
cuerpo del occiso, esto sugiere que éste ya no tenía un arma en su poder
en el momento en el que fue abatido, lo cual sugiere su estado de
indefensión al momento de ser ultimado.
Quinto. No existe prueba alguna que acredite que el señor Pito Campo
pertenecía a las FARC pues no tenía antecedentes penales y no era
requerido por ninguna autoridad, por delito alguno.
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Regla de decisión. Ante la duda respecto del vínculo directo entre el hecho
delictivo y el servicio, como elemento funcional del fuero penal militar, le
corresponde a la jurisdicción penal ordinaria el conocimiento de una
investigación adelantada contra miembros de las Fuerzas Militares.
IV. DECISIÓN
RESUELVE
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