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151-2007

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA: San Salvador, a las once horas cuarenta minutos del dieciocho de enero de dos mil
doce.
El presente Proceso Contencioso Administrativo ha sido promovido por Scotiabank El
Salvador, S.A., institución bancaria, de este domicilio, por medio de sus apoderados generales
judiciales licenciados Miguel Arturo Girón Flores y Erla Carolina Rodas Espinoza.
Impugna las resoluciones emitidas por: i) el Superintendente del Sistema Financiero de
las diez horas con once minutos del día veintiocho de noviembre de dos mil seis, específicamente
el literal e) por el cual se condena al pago de un mil dólares de los Estados Unidos de América en
concepto de multa por infracción cometida a las instrucciones contenidas en las notas 267 y 870,
de fechas nueve de febrero y siete de junio ambas de dos mil uno; e ii) el Consejo Directivo de la
Superintendencia del Sistema Financiero, pronunciada en el recurso de apelación a las trece horas
del día siete de febrero de dos mil siete, en el proceso promovido con referencia 25/2005 por
medio del cual confirma el fallo dictado por el Superintendente del Sistema Financiero.
Han intervenido en el proceso: la sociedad actora en la forma antes mencionada; el
Superintendente del Sistema Financiero y el Consejo Directivo de la Superintendencia del
Sistema Financiero como autoridades demandadas; y la licenciada Mirna Mercedes Flores
Quijada en representación del Fiscal General de la República.

I. CONSIDERANDOS:
A. ANTECEDENTES DE HECHO.
ALEGATOS DE LAS PARTES.
1. DEMANDA.
a) Autoridades demandadas y actos impugnados.
La demandante dirige su pretensión contra el Superintendente del Sistema Financiero [en
adelante el Superintendente] y el Consejo Directivo de la Superintendencia del Sistema
Financiero [en adelante el Consejo], por la emisión de los actos descritos en el preámbulo de la
presente sentencia.
b) Circunstancias.
Relata la sociedad demandante que se han cometido ilegalidades, las que se centran en
tres razones fundamentales:
i.) La falta de tipicidad con respecto a la conducta ilícita y que ha dado margen a la
imposición de la multa.
De la lectura de los actos administrativos impugnados se puede observar que la conducta
sancionable fue infringir las instrucciones contenidas en las Notas 267 y 870.
El fundamento legal del Superintendente para entender que había infracción, fue el
artículo 37 de la Ley Orgánica de la Superintendencia del Sistema Financiero [vigente al
momento de dictarse los actos administrativos impugnados].
La potestad sancionadora de la Administración Pública puede entenderse como aquella
que le compete para imponer correcciones a los ciudadanos, por actos de éstos contrarios al
ordenamiento jurídico.
Atendiendo estos principios, debe analizarse lo que constituye la causa de la sanción: la
infracción, y aparece que sus elementos esenciales son: 1. Acción u omisión: el comportamiento
positivo u omisivo que vulnera un mandato o una prohibición contendida en la norma
administrativa. 2. La sanción: para que este comportamiento sea constitutivo de infracción es
necesario, que el ordenamiento legal reserve para el mismo una reacción de carácter represivo. 3.
La tipicidad: el comportamiento del infractor, así como la sanción prevista para el mismo, deben
aparecer descritos con suficiente precisión en una norma con rango de Ley. 4. La culpabilidad: en
todo ordenamiento sancionador rige el criterio de que la responsabilidad puede ser exigida sólo si
en el comportamiento del agente se aprecia la existencia de dolo o culpa.
En el presente caso las "Notas" empleadas para configurar la infracción carecen de la
formalidad para erigirse como norma legal o al menos reglamentaria. Y es que las Notas en sí
mismas no son creadoras de conductas sancionables, ya que ello es precisamente materia de
reserva de ley, como ha sido reconocido por la Sala de lo Constitucional de esta Corte. (Sentencia
del veintinueve de noviembre de mil novecientos noventa y nueve, referencia 142-M-1998).
Y es que no existe una descripción previa de una conducta que sirva de patrón a seguir
por el administrado, y no puede argüirse que el mero incumplimiento a una instrucción contenida
en una Nota suple el principio de tipicidad. Las Notas podrían decir cualquier cosa y por ello
forzosamente se debe aceptar que no cualquier nota provocaría que su incumplimiento se
identificase en una infracción.
ii.) La interpretación del artículo 73 de la Ley de Bancos.
La interpretación se ha hecho al inciso primero del artículo 73 de la Ley de Bancos,
particularmente en lo que debe entenderse como "público ahorrante". Las autoridades
demandadas han dado su singular interpretación.
Y es que al entender de la sociedad actora, [las autoridades demandadas] han olvidado
que el origen de los saldos son primas de seguros. Las primas conforme al artículo 1344 del
Código de Comercio, vendría a constituir en la retribución que se hace a la empresa aseguradora
por el riesgo que asume de resarcir un daño o pagar una suma de dinero al verificarse la
eventualidad prevista en el contrato de seguro; es decir, no se entrega una prima en concepto de
"ahorro" "depósito" u otra calidad que implique su devolución. Dicho de otra forma nadie ahorra
pagando una prima de seguro.
Por otro lado, el razonamiento empleado por las autoridades demandadas entraña un
peligro adicional, haciendo extensivo una interpretación que a la larga perjudica al titular de la
cuenta a favor del Estado, quien se vería beneficiado con saldos que prescribirían a su favor, sin
estar el supuesto específicamente regulado en la Ley.
La analogía desde hace mucho es rechazada en el Derecho Penal para la configuración de
delitos. Recientemente, con la adopción que ha hecho el Derecho Administrativo Sancionador de
los principios del Derecho Penal, al reconocerse que al final se trata del mismo ejercicio del ius
puniendi del Estado, es inaceptable que se ocupe la analogía para crear conductas ilícitas.
Como puede observarse, el contenido de las Notas 267 y 870 de la Superintendencia del
Sistema Financiero, constituyen una instrucción motivada por una interpretación del artículo 73
de la Ley de Bancos, por lo que resulta más injusto, que a partir de esa interpretación se haya
construido una infracción atribuida a la demandante. Lo más grave, es que la conducta
sancionada estaría determinada por una interpretación legal de una disposición y no precisamente
por la descripción precisa e inequívoca de una conducta, que es lo que se pretende con el
principio de tipicidad.
iii.) La falta de responsabilidad.
El principio de culpabilidad o responsabilidad obliga a señalar en el infractor su DOLO o
CULPA, en la realización de la conducta ilícita.
La errónea comprensión de la Ley, es decir de lo mandado prohibido, elimina la
posibilidad de intención o de negligencia, ya que precisamente el sujeto actúa motivado por algo
que estima correcto, aun cuando realmente no lo sea.
Es decir, la sociedad demandante actuó con culpa, situación que no fue considerada en el
razonamiento empleado por las autoridades demandadas, para acreditar la existencia de la
infracción y la procedencia de la multa, lo que hace suponer que simplemente se ocupó un
criterio de responsabilidad objetiva.
c) Derechos que considera violados.
El demandante alega violación al derecho de propiedad, principios de tipicidad,
responsabilidad o culpabilidad, y a los artículos 2, 8 y 15 de la Constitución de la República; 73
de la Ley de Bancos y artículo 2 de la Ley de Procedimientos para la Imposición del Arresto o
Multa Administrativos.
d) Petición.
Solicita la sociedad demandante que se declaren ilegales los actos administrativos
impugnados.
2. ADMISIÓN DE LA DEMANDA.
La demanda fue admitida. Se tuvo por parte a la sociedad Scotiabank El Salvador, S.A.,
por medio de su apoderado general judicial licenciado Miguel Arturo Girón Flores. Se requirió
informes a las autoridades demandadas sobre la existencia de los actos administrativos que se les
imputaban y se requirió el expediente administrativo. Se declaró sin lugar la suspensión
provisional de la ejecución de los efectos de los actos administrativos impugnados.
3. INFORMES DE LAS AUTORIDADES DEMANDADAS
Se tuvieron por rendidos los informes requeridos a las autoridades demandadas; se
solicitó el informe a que hace referencia el artículo 24 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa. Se tuvo por remitido el expediente administrativo en los términos relacionados en
la razón de presentación respectiva suscrita por el Secretario de esta Sala. Se notificó al Fiscal
General de la República la existencia de este proceso.
En el informe justificativo las autoridades demandadas exponen que el fundamento de los
actos administrativos impugnados se hará de conformidad a lo planteado por la sociedad actora.
i) Sobre la tipicidad de la infracción y sanción.
El artículo 73 de la Ley de Bancos regula que se tendrán por prescritos y pasarán a favor
del Estado los saldos a cargo de Bancos y a favor del público ahorrante provenientes de
depósitos, títulos de capitalización, giros recibidos o cualesquiera otras cuentas que hubieren
cumplido diez o más años de permanecer inactivas y, por otro lado, la tipicidad citada se aprecia
con evidencia en el artículo 37 de la Ley Orgánica de la Superintendencia del Sistema Financiero
[vigente al momento de dictarse los actos administrativos impugnados].
En tal sentido, cuando verificó el contenido de la cuenta 2220999101 "Cuentas por Pagar-
Otras-Otras" (2709465002, 003 y 004 del sistema ASTRO) se encontró que el banco demandante
mantenía una suma de dinero que correspondían a primas de seguros por préstamos cancelados,
en razón de lo cual, en carta número 267, del nueve de septiembre de dos mil uno, se les
comunicó en lo pertinente ciertos conceptos.
En la carta se mencionan instrucciones al banco para no liquidar la cantidad de mil setenta
y nueve punto siete mil dólares de los Estados Unidos de América, que correspondían a seguros
por préstamos cancelados, todo en razón de que dichos saldos eran a cargo de la institución y a
favor del público, por lo que debían pasar al Estado cuando prescribieran, según lo determina el
artículo 73 de la Ley de Bancos.
Sin embargo, el treinta de abril de dos mil uno se liquidó de la cuenta 2220999101
"Cuentas por Pagar-Otras-Otras" (2709465002, 003 y 004 del Sistema ASTRO) la cantidad de
setecientos noventa y tres punto cinco mil dólares de los Estados Unidos de América, la que fue
utilizada para hacer frente a la liquidación de saldos antiguos en cuentas por cobrar,
incumpliendo las instrucciones contenidas en la carta.
Posteriormente mediante carta 870 del siete de junio de dos mil uno, se le comunicó a la
demandante que debía cumplir con el artículo 73 de la Ley de Bancos, pues los saldos son a cargo
de la institución y a favor del público, debiendo ser trasladados al Estado cuando prescribieran.
La tipicidad de la infracción y de la sanción está comprobada, debido a que la autoridad
demandada en el ejercicio de sus deberes constituye el supuesto jurídico del artículo 37 de la Ley
Orgánica [vigente al momento de dictarse los actos administrativos impugnados], teniendo
presente además la finalidad del organismo establecida en el artículo 2 de la Ley Orgánica de la
Superintendencia del Sistema Financiero [vigente al momento de dictarse los actos
administrativos impugnados].
ii) Interpretación del artículo 73 de la Ley de Bancos.
El artículo 73 de la Ley de Bancos establece que tendrán por prescritos y pasaran a favor
del Estado todos aquellos saldos a cargo de Bancos provenientes, entre otros, de cualesquiera
cuentas que hubieren cumplido diez o más años de permanecer inactivas, esto es cuando su
titular, no necesariamente el ahorrante, no haya efectuado con el Banco acto alguno que muestre
su conocimiento de la existencia del saldo a su favor o su propósito de continuar manteniéndolo
como tal en el Banco.
En tal contexto, la expresión "público ahorrante" no significa solo la persona que tenga
una cuenta de ahorro sino que también aquellos titulares de derechos o cuentas en un Banco,
como lo previene el primer inciso, al aludir depósitos, títulos de capitalización, giros recibidos o
cualesquiera otras cuentas distintas a las provenientes de sus contratos de ahorro, que implican
una relación jurídica propia entre su titular con el Banco respectivo, para éstos propósitos, el
acreedor de un depósito no se llama ahorrante sino que depositante, el acreedor de un título de
capitalización se llama suscriptor, el acreedor de giros se llama girado y el acreedor de
cualesquiera otras cuentas se denominará según la figura se dé, por lo que no necesariamente el
ahorrante es el destinatario del saldo inactivo, sino que cualesquiera otro titular de la cuenta, tal
como lo previene en el segundo inciso al establecer que la inactividad de la cuenta se presenta
cuando su titular no efectúe con el Banco acto alguno que muestre su conocimiento de la
existencia del saldo a su favor o su propósito de continuar manteniéndolo como tal en el Banco.
iii) La aplicación de criterios de responsabilidad objetiva.
La aplicación de estos criterios de responsabilidad, no es tal, primero porque el Banco
solo ha afirmado el concepto sin probarlo en el presente juicio, como si sólo su afirmación
bastara, y segundo, por cuanto la actuación del Banco de hacer suya la cantidad de dinero,
provenientes de las primas de seguros por préstamos cancelados cuyos titulares no le habían
solicitado su reintegro, revela su intención deliberada a tal propósito, es decir la intención
positiva de su parte a fin de enriquecerse sin justa causa por un monto de tal magnitud para
mostrar resultados financieros mayores que posteriormente, al constituir utilidades, se pudieran
haber distribuido en dividendos entre sus accionistas, para restarle al Estado lo que es suyo y no
permitirle, con esos montos, atender el cumplimiento de las finalidades que el artículo 1 de la
Constitución de la República le asignan, como es atender la justicia, la seguridad jurídica, el bien
común, así como la obligación de asegurar a los habitantes de la República el goce de la libertad,
la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social.
Tal actitud revela responsabilidad intencional de parte del Banco sobre el tema, no
pudiendo alegar que desconocía el precepto legal invocado cuando, a sabiendas, hizo suyas las
sumas de dinero relacionadas y no las transfirió al Estado en observancia al artículo 73 de la Ley
de Bancos.
Se previno a la delegada del señor Fiscal General de la República licenciada Karla
Elizabeth Muñoz Durán que acreditara en legal forma su personería.
4. TÉRMINO DE PRUEBA.
El juicio se abrió a prueba por el término de ley, los apoderados de la sociedad actora
presentaron escritos.
La licenciada Mirna Mercedes Flores Quijada, presentó escrito mediante el cual solicitó
que se le concediera intervención en el proceso en sustitución de la licenciada Karla Elizabeth
Muñoz Durán, ambas como delegadas de la Fiscalía General de la República.
Se dió intervención a la licenciada Mirna Mercedes Flores Quijada, en representación del
Fiscal General de la República.
5. TRASLADOS.
Posteriormente se corrieron los traslados que ordena el artículo 28 de la Ley de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, con los siguientes resultados:
a) La parte actora esencialmente ratifica lo expuesto en la demanda.
b) Las autoridades demandadas de manera general ratifican lo expuesto en el informe de
quince días presentado.
c) La representación fiscal en síntesis argumentó que es necesario realizar un estudio de
las leyes pertinentes, iniciando con el estudio de los artículos 1, 73 y 239 de la Ley de Bancos; así
como los artículos 2, 3, 4, 5, 10 literal j), 21 literales g) y j), 37 y 49 de la Ley Orgánica de la
Superintendencia del Sistema Financiero.
Las disposiciones legales antes mencionadas acreditan que la Superintendencia del
Sistema Financiero, es la entidad encargada de fiscalizar e inspeccionar a los bancos, razón por la
cual y en cumplimiento a dichos fines, le practicó inspección a la demandante el treinta de agosto
de dos mil, iniciando el proceso sancionatorio 25/2005, por haber incumplido las instrucciones
emanadas por la Superintendencia en el cumplimiento de sus funciones y que devienen de las
atribuciones que le establece el artículo 3 de la Ley Orgánica de la Superintendencia del Sistema
Financiero y que fueron plasmadas en las instrucciones contenidas en las notas 267 y 870, en las
cuáles se le ordenaba al Banco Scotiabank El Salvador, S.A., que le diera cumplimiento al
artículo 73 de la Ley de Bancos, en el sentido que no se pueden liquidar la cantidad de mil setenta
y nueve punto siete mil dólares de los Estados Unidos de América, que correspondían a primas de
seguros por préstamos cancelados que mantenía contabilizada en la cuenta 2220999101, en virtud
de que los saldos son a cargo de la institución y a favor del público, debiendo pasar a favor del
Estado cuando prescriban, no obstante dichas instrucciones la sociedad demandante liquidó la
cantidad de setecientos noventa y tres punto cinco mil dólares de los Estados Unidos de América,
instruyéndole que realizara el reintegro del mismo.
Con respecto a la actuación del Consejo Directivo de la Superintendencia Financiero, se
puede observar que en el artículo 49 de la Ley Orgánica de la Superintendencia del Sistema
Financiero se regula que: "De la resolución definitiva pronunciada por el Superintendente, se
admitirá el recurso de apelación para ante el Consejo"; aunado a lo anterior, al verificar éstos que
estaba inobservan el artículo 73 de la Ley de Bancos, confirmó la multa impuesta, en
consecuencia la actuación ha sido legal.
B. FUNDAMENTOS DE DERECHO.
1. OBJETO Y LIMITES DE LA PRETENSIÓN.
El juicio se encuentra en estado de dictar sentencia, conforme a lo establecido en el
artículo 32 de la Ley de la jurisdicción Contencioso Administrativa, por lo que esta Sala resolverá
sobre los puntos controvertidos. Para mejor proveer se tuvo a la vista el expediente administrativo
relacionado con el presente caso.
Los actos que se impugnan en el presente proceso son las resoluciones emitidas por: i) el
Superintendente del Sistema Financiero de las diez horas con once minutos del día veintiocho de
noviembre de dos mil seis, específicamente el literal e) por el cual se condena al pago de un mil
dólares de los Estados Unidos de América en concepto de multa por infracción cometida a las
instrucciones contenidas en las notas 267 y 870, de fechas nueve de febrero y siete de junio
ambas de dos mil uno; e ii) el Consejo Directivo de la Superintendencia del Sistema Financiero,
pronunciada en el recurso de apelación a las trece horas del día siete de febrero de dos mil siete,
en el proceso promovido con referencia 25/2005 por medio del cual confirma el fallo dictado por
el Superintendente del Sistema Financiero.

2. DELIMITACIÓN DE LA CONTROVERSIA.
Con la finalidad de resolver el presente proceso, es necesario fijar con claridad el objeto
de la controversia. Los motivos de ilegalidad alegados por la sociedad demandante con respecto a
los actos administrativos impugnados son las violaciones al derecho de propiedad, y a los
principios de tipicidad, responsabilidad o culpabilidad, y a los artículos 2, 8 y 15 de la
Constitución de la República; 73 de la Ley de Bancos y al artículo 2 de la Ley de Procedimientos
para la Imposición del Arresto o Multa Administrativos.

3. CONSIDERACIONES PRELIMINARES BÁSICAS.


a) Principio de Tipicidad.
Este principio encierra toda conducta que conlleva una acción u omisión que se ajusta a
los presupuestos detalladamente establecidos como delito o falta dentro de un cuerpo legal. Esto
quiere decir que, para que una conducta sea típica, debe constar específica y detalladamente
como delito o falta dentro de un código.
b) Principio de responsabilidad o culpabilidad.
El principio de culpabilidad en materia administrativa sancionatoria supone dolo o culpa
en la acción sancionable; en virtud de tal principio, sólo podrán ser sancionadas por hechos
constitutivos de infracción administrativa las personas físicas que resulten responsables de las
mismas, por tanto, la existencia de un nexo de culpabilidad constituye un requisito sine qua non
para la configuración de la conducta sancionable.
c) Derecho de Propiedad.
El Derecho a la propiedad es el poder directo e inmediato sobre un objeto o bien, por la
que se atribuye a su titular la capacidad de disponer del mismo, sin más limitaciones que las que
imponga la ley. Es el derecho real que implica el ejercicio de las facultades jurídicas más amplias
que el ordenamiento jurídico concede sobre un bien.
El objeto del derecho de propiedad está constituido por todos los bienes susceptibles de
apropiación. Para que se cumpla tal condición, en general, se requieren tres condiciones: que el
bien sea útil, ya que si no lo fuera, carecería de fin la apropiación; que el bien exista en cantidad
limitada, y que sea susceptible de ocupación, porque de otro modo no podrá actuarse.

4. PUNTOS CONTROVERTIDOS POR LAS PARTES.


Este Tribunal advierte que la controversia en el presente juicio se centra en tres aspectos
detallados en el transcurso de esta Sentencia, los cuáles son: a) falta de tipicidad en la conducta
sancionada; b) interpretación del artículo 73 de la Ley de Bancos; y c) falta de responsabilidad de
la conducta atribuida. En atención a lo manifestado, este Tribunal entrará a debatir los puntos
controvertidos y serán evaluados en su totalidad sólo en caso de que se concluya que cada uno se
encuentra dentro del marco establecido en la Ley, en caso contrario se procederá a resolver lo que
a derecho corresponda.
a) Falta de Tipicidad con respecto a la conducta y que dio margen a la imposición de
la multa.
Sostiene la sociedad actora que este principio se violentó al ser sancionada por realizar
conductas establecidas en unas "Notas" 267 y 870, las que carecen de la formalidad para erigirse
como norma legal o al menos reglamentaria. Y es que las Notas en sí mismas no son creadoras de
conductas sancionables, ya que ello es precisamente materia de reserva de ley, como ha sido
reconocido por la Sala de lo Constitucional de esta Corte. (Sentencia del veintinueve de
noviembre de mil novecientos noventa y nueve, referencia 142-M-1998).
La autoridad demandada sostiene que el artículo 73 de la Ley de Bancos regula que se
tendrán por prescritos y pasarán a favor del Estado los saldos a cargo de Bancos y a favor del
público ahorrante provenientes de depósitos, títulos de capitalización, giros recibidos o
cualesquiera otras cuentas que hubieren cumplido diez o más años de permanecer inactivas y, por
otro lado, la tipicidad citada se aprecia con evidencia en el artículo 37 de la Ley Orgánica de la
Superintendencia del Sistema Financiero [vigente al momento de dictarse los actos
administrativos impugnados].
Corresponde realizar -a este Tribunal- la valoración de los argumentos antes
mencionados, siendo necesario señalar que las "Notas" a las que se refiere la sociedad
demandante [y por las cuáles fue sancionada] constan en el expediente administrativo de folios
47 al 50, las que expresan que la autoridad demandada instruye a la sociedad demandante para
que las partidas de pasivos referidas a las anualidades de seguros de préstamos cancelados, no se
puedan liquidar porque dichos saldos son a cargo de la institución y a favor del público, debiendo
pasar a favor del Estado cuando prescriban, según lo determina el artículo 73 de la Ley de
Bancos.
Así mismo, consta de folios 137 al 151 del expediente administrativo, el acto emitido por
el Superintendente del Sistema Financiero, mediante el cual en el literal e) condena a la
demandante al pago de un mil dólares de los Estados Unidos de América, en concepto de multa
por la infracción cometida a las Notas 267 y 870 de fechas nueve de febrero y siete de junio
ambas de dos mil uno.
El artículo 73 de la Ley de Bancos literalmente establece:
"Prescripción de Ahorros del Público.
Se tendrán por prescritos y pasarán a favor del Estado, los saldos a cargo de bancos y a
favor del público ahorrante provenientes de depósitos, títulos de capitalización, giros recibidos o
cualesquiera otras cuentas que hubieren cumplido diez o más años de permanecer inactivas.
Se entenderá que una cuenta ha permanecido inactiva cuando su titular no haya
efectuado con el banco, acto alguno que muestre su conocimiento de la existencia del saldo a su
favor o su propósito de continuar manteniéndolo como tal en el banco. En ambos casos, el plazo
de la prescripción se empezará a contar a partir de la fecha en que se ejecutó el último acto.
Con el fin de evitar la prescripción, en los primeros sesenta días de cada año calendario,
cada banco deberá publicar una vez en dos de los diarios de circulación nacional la lista total de
cuentas que en el año inmediato anterior hayan cumplido ocho o más años de permanencia
inactivas, indicando el número y clase de la cuenta y el nombre de los titulares por orden
alfabético. Los bancos podrán, adicionalmente y a su juicio, utilizar otros medios para evitar la
prescripción.
Los bancos deberán enterar a la Dirección General de Tesorería dentro de los tres
primeros meses de cada año calendario, el valor del principal de las cuentas que de acuerdo con
este Artículo hubieren prescrito durante el año inmediato anterior.
Si se tratare de una cuenta sujeta al pago de intereses, se entenderá también el importe
de los mismos".
El artículo 37 de la Ley Orgánica de la Superintendencia del Sistema Financiero [vigente
al momento de dictarse los actos administrativos impugnados], literalmente dice: "Las entidades
sujetas a la fiscalización de la Superintendencia que incurran en infracciones a las Leyes,
Reglamentos, Estatutos y demás normas que las rijan o les sean aplicables o en el
incumplimiento de las instrucciones u órdenes que les imparta aquella dentro de sus facultades
legales, estarán sujetas a la imposición de multas hasta del dos por ciento sobre el capital y
reservas de capital sin perjuicio de las sanciones establecidas específicamente en otros cuerpos
legales o reglamentarios".
Como se ha dejado constancia, es evidente para este Tribunal que a la demandante se le
inició un proceso sancionatorio -entre otros- por la conducta señalada en las Notas 267 y 870
emitidas por la Superintendencia del Sistema Financiero.
Las Notas antes mencionadas, ordenan a la sociedad demandante que deberá cumplir con
lo establecido en el artículo 73 de la Ley de Bancos, en lo que se refiere a las partidas de pasivos
referidas a las anualidades de seguros de préstamos cancelados, no se puedan liquidar porque
dichos saldos son a cargo de la institución y a favor del público.
Así mismo, este Tribunal comparte el criterio sostenido por la autoridad demandada,
cuando menciona que la sanción impuesta se encuentra tipificada por el incumplimiento del
Banco al "incurrir en infracciones de las instrucciones u órdenes impartida por la
superintendencia, establecidas dentro de sus facultades legales".
Es decir, a nuestro criterio si bien es cierto las "Notas" 267 y 870 por medio de las cuáles
la sociedad demandante fue sancionada, la multa fue producto del incumplimiento de las
instrucciones u órdenes del Superintendente, y es esa falta la que se encuentra reglada y
sancionada de conformidad al artículo 37 de la Ley Orgánica de la Superintendencia del Sistema
Financiero [vigente al momento de dictarse los actos administrativos], por lo mencionado,
tenemos la convicción de que las órdenes incumplidas fueron plasmadas en las "Notas" 267 y
870, razón por la cual se llega a la conclusión que el primer acto administrativo impugnado en lo
que respecta a la violación al principio de tipicidad es legal.
b) Interpretación del artículo 73 de la Ley de Bancos.
La sociedad demandante manifiesta que existe ilegalidad por la interpretación errónea del
inciso primero del artículo 73 de la Ley de Bancos, particularmente en lo que debe entenderse
como "público ahorrante".
Sostiene que las autoridades demandadas han olvidado que el origen de los saldos son
primas de seguros. Las primas conforme al artículo 1344 del Código de Comercio, vendría a
constituir en la retribución que se hace a la empresa aseguradora por el riesgo que asume de
resarcir un daño o pagar una suma de dinero al verificarse la eventualidad prevista en el contrato
de seguro; es decir, no se entrega una prima en concepto de "ahorro" "depósito" u otra calidad
que implique su devolución.
La autoridad demandada al respecto manifiesta que la expresión "público ahorrante" no
significa solo la persona que tenga una cuenta de ahorro sino que también aquellos titulares de
derechos o cuentas en un Banco, como lo previene el primer inciso, al aludir depósitos, títulos de
capitalización, giros recibidos o cualesquiera otras cuentas distintas a las provenientes de sus
contratos de ahorro, que implican una relación jurídica propia entre su titular con el Banco
respectivo.
El génesis de la discusión se encuentra en el inciso primero del artículo 73 de la Ley de
Bancos, el cual literalmente manifiesta: "Se tendrán por prescritos y pasarán a favor del Estado,
los saldos a cargo de bancos y a favor del público ahorrante provenientes de depósitos, títulos de
capitalización, giros recibidos o cualesquiera otras cuentas que hubieren cumplido diez o más
años de permanecer inactivas".
El inciso primero de la norma citada regula la figura de la prescripción y como deberán
proceder para pasar a favor del Estado, un saldo a cargo de bancos y a favor del público
ahorrante, la demandante sostiene que las autoridades demandadas han interpretado erróneamente
el término "público ahorrante", olvidando que el origen del saldo es producto de una prima de
seguro.
Sin embargo, esta Sala comparte la interpretación adoptada por la autoridad demandada,
cuando manifiesta que expresión "público ahorrante" no significa solo la persona que tenga una
cuenta de ahorro, sino que también aquellos titulares de derechos o cuentas en un Banco, el
primer inciso citado lo manifiesta, al aludir depósitos, títulos de capitalización, giros recibidos o
cualesquiera otras cuentas distintas a las provenientes de sus contratos de ahorro, que implican
una relación jurídica propia entre su titular con el Banco respectivo.
Por lo expresado anteriormente, este Tribunal concluye que en lo que respecta a la
interpretación del artículo 73 de la Ley de Bancos, los actos administrativos impugnados son
legales.
c) Falta de responsabilidad de la conducta atribuida.
La sociedad demandante expresa que la errónea comprensión de la Ley, es decir de lo
mandado prohibido, elimina la posibilidad de intención o de negligencia, ya que precisamente el
sujeto actúa motivado por algo que estima correcto, aun cuando realmente no lo sea.
Es decir, la sociedad demandante actuó con culpa, situación que no fue considerada en el
razonamiento empleado por las autoridades demandadas, para acreditar la existencia de la
infracción y la procedencia de la multa, lo que hace suponer que simplemente se ocupó un
criterio de responsabilidad objetiva.
Al respecto, esta Sala considera que la sociedad demandante se ha limitado a expresar que
entiende como principio de responsabilidad de la conducta atribuida, pero no manifiesta en qué
forma las autoridades demandadas, no emplearon este principio para acreditar la existencia de la
infracción.
Aunado a ello, se advierte de las lecturas de las Notas 267 y 870, que se han tenido a la
vista, que el Superintendente previo a iniciar el procedimiento sancionatorio instruye a la
sociedad actora para que las partidas de pasivos referidas a las anualidades de seguros de
préstamos cancelados, no se puedan liquidar porque dichos saldos son a cargo de la institución y
a favor del público, debiendo pasar a favor del Estado cuando prescriban, según lo determina el
artículo 73 de la Ley de Bancos; en otras palabras, la sociedad demandante estaba advertida de
dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 73 de la Ley de Bancos, razón por la cual al no
acatar dicha instrucción, la demandante fue sancionada con la multa de un mil dólares de los
Estados Unidos de América.
En virtud de lo manifestado esta Sala concluye que, en lo que respecta a la falta de
responsabilidad en la conducta atribuida, los actos administrativos impugnados son legales.
5. CONCLUSIÓN.
Este Tribunal concluye que al haber desestimado cada uno de los argumentos esgrimidos
por la sociedad actora, los actos administrativos impugnados son legales y así serán declarados; y
el inicio del presente proceso contencioso administrativo se traduce en una mera inconformidad
de los mismos.
II. FALLO:
POR TANTO, con base en las razones expuestas y a los artículos 37 de la Ley Orgánica
de la Superintendencia del Sistema Financiero [vigente al momento de dictarse los actos
administrativos]; 73 de la Ley de Bancos; 706 del Código Procesal Civil y Mercantil; 421 y 427
del Código de Procedimientos Civiles [vigente al momento de dictarse los actos administrativos],
y artículos 31, 32 y 53 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, a nombre de la
República, esta Sala FALLA:
a) Que es legal el acto administrativo dictado por el Superintendente del Sistema
Financiero, de las diez horas con once minutos del día veintiocho de noviembre de dos mil seis,
en el literal e) por el cual se condena al pago de un mil dólares de los Estados Unidos de América
equivalentes a ocho mil setecientos cincuenta colones en concepto de multa por infracción
cometida a las instrucciones contenidas en las Notas 267 y 870, de fechas nueve de febrero y
siete de junio ambas de dos mil uno.
b) Que es legal el acto administrativo dictado por el Consejo Directivo de la
Superintendencia del Sistema Financiero, pronunciado en el recurso de apelación a las trece horas
del día siete de febrero de dos mil siete, en el proceso promovido con referencia 25/2005 por
medio del cual confirma el fallo dictado por el Superintendente del Sistema Financiero.
c) Condénase en costas a la sociedad demandante, conforme al derecho común.
d) Devuélvase el expediente administrativo a su oficina de origen.
e) En el acto de notificación extiéndasele certificación de esta sentencia a las partes, y a la
representación del señor Fiscal General de la República.
NOTIFÍQUESE.----L.C. DE AYALA G.--------M. POSADA-------E.R. NUÑEZ--------
DUEÑAS--------PRONUNCIADA POR LAS SEÑORAS MAGISTRADAS Y LOS SEÑORES
MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.------ILEGIBLE-----RUBRICADAS.

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