La histología es también llamada anatomía microscópica, es el
estudio científico de las estructuras microscópicas de los tejidos y órganos del cuerpo. La histología moderna no es sólo una ciencia descriptiva, sino que también incluye aspectos de la biología molecular y celular que ayudan a describir la organización y función celular. TIPOS DE TEJIDO: 1. Tejido epitelial 2. Tejido conjuntivo. 3. Tejido muscular 4. Tejido nervioso. CONCEPTO DE TEJIDO: los tejidos son cúmulos o grupos de células organizadas para llevar a cabo una o más funciones específicas. TEJIDO EPITELIAL: se caracteriza por la aposición estrecha de sus células y por su presencia en una superficie libre. Las células epiteliales tanto cuando se organiza en una capa simple como cuando lo hacen en múltiples capas, siempre están contiguas entre si. Suelen estar adheridas unas con otras por medio de uniones intercelulares especializadas, que crean una barrera entre la superficie libre y el tejido conjuntivo adyacente. El espacio intercelular entre las células epiteliales es un mínimo y carece de estructura, excepto a la altura de las uniones intercelulares. TEJIDO EPITELIAL DE REVESTIMIENTO: los epitelios de revestimiento forman una lámina celular continua que separa el tejido conjuntivo subyacente o adyacente del medio externo, de las cavidades internas o del tejido conjuntivo líquido como la sangre y la linfa. Este revestimiento epitelial funciona como una barrera selectiva capaz de facilitar o inhibir el intercambio de sustancias específicas entre el medio externo y el compartimiento de tejido conjuntivo subyacente. TEJIDO EPITELIAL GLANDULAR: Los epitelios glandulares, compuestos por tejido epitelial, son estructuras especializadas que desempeñan un papel en la producción y liberación de enzimas, hormonas, sudor, grasa y moco en los organismos. La secreción y liberación de estas sustancias son provocadas por estímulos externos o internos. Los productos del epitelio glandular se liberan en los conductos que conducen a la superficie del epitelio o hacia la sangre. Los dos tipos de glándulas son exocrinas y endocrinas. La clasificación se basa en el número y ubicación de las células secretoras y el tipo de secreciones, entre otros factores.
Tipos de glándulas Glándulas exocrinas:
o Sintetizan y secretan sus productos sobre una
superficie: Directamente: glándulas unicelulares A través de un tubo (conducto): glándulas multicelulares o Ejemplos: Glándulas sudoríparas Glándulas sebáceas Glándulas salivales Glándulas mucosas en los tractos intesti- nal y respiratorio Páncreas (enzimas digestivas) o Unicelulares (células mucosas y células cali- ciformes): Secretada por exocitosis Presente en los tractos intestinal y respira- torio o Multicelular: Secretada por conductos Compuesta por dos partes básicas: Conducto, que es derivado del epi- telio Unidad secretora (acino) El tejido conectivo rodea el ácino y le su- ministra sangre y fibras nerviosas. Glándulas endocrinas:
o Sin conductos
o Sintetizan y secretan sus productos en el espa-
cio extracelular
o Los productos secretores llegan a las células
diana a través de la sangre. o Ejemplos: Páncreas (insulina, glucagón) Tiroides Glándulas suprarrenales Ovarios Testículos Hipófisis o Las hormonas producidas en las células epitelia- les se liberan en el líquido intersticial.
Glándulas paracrinas: Las secreciones afectan a las
células epiteliales adyacentes.
TEJIDO LAXO: es sobre el que se apoya la mayoría de los epitelios. La
matriz extracelular del tejido conjuntivo laxo contiene fibras de colágeno de distribución laxa y abundantes células. TEJIDO DENSO: donde solo se requiere resistencia, las fibras de colágeno son más abundantes y se disponen en forma más densa, además las células son relativamente escasas y se limitan a la célula generadora de fibras, el fibroblasto. TEJIDO SANGUÍNEO: la sangre está compuesta por células y por una matriz extracelular en la forma de un líquido con abundancia de proteínas llamado plasma, que circula por todo el organismo. TEJIDO CARTILAJINOSO: el cartílago posee una matriz que contiene una gran cantidad de agua unida a los grupos hialurónicos. TEJIDO ADIPOSO: el tejido adiposo forma un órgano difuso y alrededor del 20% del peso corporal de una persona adulta normal es tejido adiposo. Los lípidos están especialmente capacitados para almacenar energía, dado que poseen más enlaces de energía química por unidad de peso o de volumen que los hidratos de carbono y las proteínas. Por lo tanto, la principal función del tejido adiposo es el depósito de energía. Además, actúa como órgano endócrino y en algunos sitios como almohadillado protector mecánico. En los mamíferos existen dos tipos de tejidos adiposos, que se diferencian por el color, entre otras características. El TEJIDO ADIPOSO AMARILLO o BLANCO representa la mayor parte del tejido adiposo en el adulto. TEJIDO ADIPOSO UNILOCULAR se denomina así porque las células sólo contienen una única gota grande de lípido. TEJIDO ADIPOSO MARRÓN se encuentra únicamente en determinados sitios y también se denomina TEJIDO ADIPOSO MULTILOCULAR porque las células contienen muchas gotas pequeñas de lípidos. TEJIDO HEMATOPOYÉTICO: La hematopoyesis es la producción de células sanguíneas (hema, “sangre”; poiesis, “formación”). En el ser hu- mano se lleva a cabo en la médula ósea durante toda la vida; este tejido es uno de los más activos en cuanto a proliferación, puesto que diaria- mente se producen alrededor de 2 3 1011 eritrocitos, 2 3 1011 plaquetas y 7 3 1010 granulocitos, indispensables para mantener los valores normales de las células circulando en la sangre. No sólo la médula ósea es un órgano hematopoyético, pues durante la vida embrionaria y fetal otros órganos tienen esta función. La hematopo- yesis inicia en el saco vitelino, alrededor de la segunda semana de gesta- ción (fase mesoblástica). Continúa alrededor de la quinta semana en el hígado y posteriormente en el bazo, son estos dos los que toman esta función y son los responsables de la hematopoyesis en el segundo tri- mestre del embarazo (fases hepática y esplénica). La médula ósea ini- cia la producción sanguínea a partir del cuarto mes y continúa con esta función durante toda la vida de la persona (fase mieloide). Sólo en con- diciones patológicas el hígado y el bazo pueden recuperar su función he- matopoyética después del nacimiento.
TEJIDO LINFÁTICO: se considera tejido linfático o linfoide a una forma
especial de organización del tejido conjuntivos, constituido por tejido conjuntivo reticular como integrante del estroma y un conjunto de células en el que la mayor parte de sus componentes celulares funcionales son los linfocitos. Por lo tanto, cualquiera que se la estructura u órgano linfático que exista en nuestro organismo el tejido linfático está constituido por tres componentes: Un componente fibrilar: integrado por fibras reticulares que se disponen en la forma de red tridimensional. Un tipo especial de fibroblastos denominado, células reticulares, situadas en los puntos de intersección de las fibras que ellas mismas elaboras. En este entramado fibrocelular se disponen células linfáticas de diversa estirpe que ocupan los espacios de esa red tridimensional. También células plasmáticas y macrófagos libres. El tejido óseo, junto con la médula ósea y otros tejidos conectivos, forma los huesos, los cuales tienen una doble función: mecánica y metabólica. En su faceta mecánica, los huesos sostienen las partes blandas del cuerpo y protegen a los órganos como el cerebro, pulmones y corazón. También sirven como palanca para el agarre de los músculos y la generación de los movimientos. Como centro metabólico, el tejido óseo almacena calcio y fósforo, y regula su metabolismo. Además, en el interior de los huesos, en la médula ósea, se generan las células sanguíneas. SANGRE DE LA MÉDULA ÓSEA: la médula ósea está compuesta por vasos sanguíneos, las unidades especializadas de vasos sanguíneos llamadas sinusoides y una red similar a una esponja de células hematopoyéticas. Los sinusoides de la médula ósea proporcionan una barrera entre el compartimiento hematopoyético y la circulación periférica. En los cortes, las células hematopoyéticas parecen que forman “cordones” entre sinusoides o entre sinusoide y hueso. El sinusoide de la médula ósea roja es una unidad vascular única. Se localiza en la posición normalmente ocupada por un capilar, es decir, que se interpone entre las arterias y las venas. Se cree que los sinusoides se forman a partir de estos vasos en la unión corticomedular. La pared sinusoide consiste en un revestimiento endotelial. Una lámina basal discontinua y un recubrimiento incompleto de las células adventicias.