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Tejidos animales
Un tejido es un conjunto de células, matriz extracelular, y fluido corporal. Las células de un
tejido cooperan para llevar a cabo una o varias funciones en un organismo. Estas células se
relacionan entre sí mediante interacciones directas entre ellas o mediadas por las moléculas
que se encuentran entre ellas y que forman la matriz extracelular. La matriz extracelular, que
puede ser más abundante que las propias células, es una compleja red de proteínas y
polisacáridos secretados por las células que rellenan los espacios entre ellas y las unen entre
sí y con los tejidos, algo imprescindible para formar los órganos. Aunque los animales
presentan una gran complejidad, únicamente están constituidos por cuatro tipos básicos de
tejido: epitelial, conectivo, nervioso y muscular.

1. Epitelial
Los epitelios recubren superficies corporales, tanto internas como externas, con funciones de
protección. Además, los derivados epiteliales son las principales células secretoras del
organismo y en algunos casos, como el hígado, forman el propio parénquima de los órganos.
Algunas especializaciones epiteliales forman estructuras sensoriales. Además, se nombran
teniendo en cuenta el número de capas de células (simples o estratificados), la forma de las
células de la capa más externa (planos, cúbicos o prismáticos) y si tienen o no
especializaciones en su superficie apical (ciliados o con microvellosidades).

1.1. Organización
Las células epiteliales se organizan formando uno o
varios estratos que descansan sobre una capa de matriz
extracelular especializada denominada lámina basal, bajo
la cual casi siempre aparece tejido conectivo
vascularizado. La lámina basal tiene un componente
producido por las células epiteliales y otro por el tejido
conectivo subyacente. Es característico también de los
epitelios su polaridad, entendiendo por ello las
diferencias morfofuncionales que presentan entre su
dominio apical (orientado hacia la luz de un órgano o hacia
el exterior del cuerpo) y su dominio basal (orientado hacia la
lámina basal).
Los epitelios están formados por células dispuestas de
manera contigua, sin que exista prácticamente matriz
extracelular, con lo que presentan una gran superficie de
contacto entre ellas; y no poseen red de capilares sanguíneos,
por lo que la nutrición se realiza por difusión desde el tejido
conectivo subyacente.
Las superficies libres de las células epiteliales pueden
presentar especializaciones celulares tales como microvellosidades, estereocilios y cilios.
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1.2. Epitelios de revestimiento


Los epitelios de revestimiento forman una capa que tapiza las superficies externas (piel,
pulmones o aparato digestivo) e internas (vasos sanguíneos, linfáticos y pleuras). La
epidermis es un epitelio que recubre la superficie externa del cuerpo. Los epitelios de
revestimiento se caracterizan por poseer muy poca matriz extracelular y sus células están
fuertemente unidas por complejos de unión. A pesar de que mantienen una gran estabilidad
en su estructura, los epitelios de revestimiento poseen una alta tasa de renovación celular
debido a la proliferación de las células progenitoras que poseen y a una muerte celular
continuada. Esta renovación ocurre normalmente, pero se ve potenciada frente a daños que
necesitan reparación tisular. Sus principales funciones son:
● protección frente a la desecación o la abrasión
● filtración
● absorción selectiva
● intercambio de gases y otras moléculas
● transporte de sustancias por su superficie
● recepción de estímulos
Los epitelios de revestimiento se pueden clasificar según el número de capas celulares que
presentan y la forma celular de la capa más superficial:
EPITELIOS SIMPLES

Epitelio simple plano Epitelio simple Epitelio simple Pseudoestratificado


cúbico cilíndrico

Compuesto por células Compuesto por células Compuesto por células Solo existe una capa de
planas con núcleo ovoide. cuboides con un cuyo núcleo se localiza en células cuyos núcleos
Tapiza las grandes núcleo redondo. la base. Puede presentar alcanzan distintas alturas.
cavidades corporales, así Tapiza el ovario y cilios o microvellosidades. El epitelio bronquial posee
como el interior de los vasos forma el epitelio de Recubre gran parte del cilios y células caliciformes
sanguíneos y el corazón. ciertos túbulos renales. tubo digestivo. secretoras de mucus.

EPITELIO ESTRATIFICADO PLANO

No queratinizado Queratinizado

Las células más profundas tienen forma Las células más profundas tienen forma cuboide y van siendo más
cuboide y van siendo más aplanadas a aplanadas a medida que se acercan a la superficie. Las células de
medida que se acercan a la superficie. las capas superficiales están muertas y llenas de queratina. Este
Recubre la boca, el esófago y la vagina. epitelio constituye la epidermis de la piel.
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1.3. Epitelio glandular


Una glándula es una asociación grande y compleja de células
cuya principal función es la secreción. También existen células
aisladas o agrupaciones pequeñas de células que se localizan
entre los epitelios de revestimiento o tejidos internos y que
también están especializadas en la secreción, como las células
caliciformes. El tejido glandular se encuentra rodeado de tejido
intersticial, no secretor, recorrido por vasos sanguíneos y
conexiones nerviosas que regulan su actividad.

TIPOS DE EPITELIOS GLANDULARES

Glándulas exocrinas Glándulas endocrinas Glándulas mixtas

Las glándulas exocrinas Las glándulas endocrinas no tienen En el páncreas coexisten


liberan sus secreciones a una conductos y secretan sus productos, glándulas exocrinas y endocrinas
cavidad interna, como sucede como hormonas y proteínas, al en estrecha asociación. La parte
exocrina libera su contenido al
con las glándulas salivales o espacio extracelular, desde donde
tubo digestivo (jugos
el hígado, o al exterior del pasan al torrente sanguíneo para pancreáticos), mientras que la
organismo, como las distribuirse por el resto del parte endocrina forma los islotes
glándulas sudoríparas y organismo. La tiroides, hipófisis, o de Langerhans (insulina y
sebáceas. glándulas suprarrenales. glucagón).

2. Conectivo
El tejido conectivo, es el principal constituyente del organismo. Se engloban una serie de
tejidos heterogéneos pero con algunas características compartidas:
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● origen mesenquimático (del mesodermo embrionario)


● tejidos de sostén puesto que sostienen y cohesionan a otros tejidos dentro de los
órganos
● soporte de estructuras del organismo o del propio organismo
● protegen y aíslan a los órganos
● sirven de vía de comunicación entre otros tejidos, por lo que generalmente se les
considera como el medio interno del organismo
● existencia de una matriz extracelular, generalmente abundante, en la que se
encuentran las células
La matriz extracelular está formada por una sustancia fundamental y por fibras. La sustancia
fundamental es amorfa y gelatinosa, y está compuesta por agua, sales minerales y
macromoléculas (ácido hialurónico, proteoglucanos, glucosaminoglucanos y proteínas
multiadhesivas). Puede tener distinta consistencia según el tipo de tejido. Las fibras son de
naturaleza proteica, y existen tres tipos: fibras de colágeno, que se disponen en haces
paralelos, confieren resistencia y están formadas por colágeno; fibras elásticas, más finas que
las anteriores, proporcionan elasticidad y están compuestas por elastina; y fibras reticulares,
muy finas y ramificadas, con función esquelética. Están constituidas por reticulina, proteína
semejante al colágeno.
Las características de la matriz extracelular son las principales responsables de las
propiedades mecánicas, estructurales y bioquímicas de los distintos tipos de tejido conectivo,
y, junto con las células, uno de los principales elementos considerados a la hora de clasificar
a los tejidos conectivos.
Todo tejido conectivo está formado por células, fibras y sustancia fundamental, y cada
variedad contiene un tipo de células inmaduras, cuyo nombre termina en –blasto, que se
dividen y sintetizan la matriz propia de su tejido. Cuando maduran pierden estas
capacidades y su función es el mantenimiento de la matriz existente. Su nombre termina en
–cito.

2.1. Tejido conjuntivo


El tejido conjuntivo es en realidad un conjunto de tejidos que sirven para conectar, dar
soporte y ayudar a unir a otros tejidos del cuerpo. Está muy extendido por todo el cuerpo:
rellena espacios entre órganos, por ejemplo entre la piel y los músculos; rodea a los vasos
sanguíneos, a los nervios y a muchos órganos; forma parte del estroma de órganos como el
riñón, el hígado, glándulas, gónadas, etcétera; y también es el tejido que forma los tendones,
los ligamentos, la córnea y la dermis.
La célula típica del tejido conjuntivo es el fibroblasto, cuya función es producir y liberar los
diversos componentes de la matriz extracelular. Cuando se observan con el microscopio, el
fibroblasto se aparece como una célula alargada, con aspecto irregular más o menos
fusiforme, con un núcleo ovoide que presenta uno o dos nucléolos y con un citoplasma
generalmente poco visible.

2.1.1. Conjuntivo laxo


No posee una organización estructurada, y
está compuesto sobre todo por fibroblastos
y por una matriz extracelular abundante. Su
matriz extracelular se compone de fibras
dispersas de colágeno, elásticas y de las
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menos abundantes reticulares. Este tejido desempeña un papel fundamental en la nutrición


de otros tejidos y órganos, ya que los nutrientes se difunden fácilmente por la parte acuosa
de su matriz extracelular. Pero además presenta una gran cantidad de vasos sanguíneos,
prolongaciones nerviosas, así como partes secretoras de glándulas exocrinas. No es un tejido
especializado.
Se encuentra en zonas que no requieren una gran resistencia a las tensiones mecánicas:
rellena los espacios entre la piel y los músculos; se encuentra bajo los epitelios; recubre
órganos, vasos sanguíneos, nervios; forma parte del estroma de órganos como el riñón, el
hígado, glándulas, testículos y otros; forma parte de la pared de órganos como el digestivo,
etcétera.

2.1.2. Conjuntivo denso


El tejido conjuntivo denso presenta predominancia de fibras de
colágeno y elásticas respecto a la sustancia fundamental y a los
fibroblastos, mucho más que en el laxo. También contiene fibras
reticulares. Así, no presenta tantos espacios abiertos como el
conjuntivo laxo. A los fibroblastos del tejido conjuntivo denso se
les suele llamar fibrocitos para indicar que su actividad es
mucho menor que en el conjuntivo laxo. La principal función del
tejido conjuntivo denso es contrarrestar tensiones mecánicas. Se
pueden considerar tres variantes dentro del tejido conjuntivo denso: irregular, regular y
elástico.

2.1.2.1. Conjuntivo denso irregular


Posee grandes cantidades de fibras de colágeno agrupadas en haces
gruesos orientados en todas las direcciones formando una red
tridimensional. Es un tejido mecánicamente fuerte. Las fibras de
colágeno son más gruesas y numerosas que en el tejido conjuntivo
laxo, y tiene poca densidad de vasos sanguíneos y fibras nerviosas.
Se encuentra en la dermis de la piel (sobre todo en la dermis
reticular); formando las cápsulas que envuelven los órganos; en la
meninge duramadre; en el periostio, pericardio, válvulas cardiacas y
cápsulas articulares.

2.1.2.2. Conjuntivo denso regular


El tejido conjuntivo denso regular posee una matriz
extracelular con una gran cantidad de fibras de colágeno que
se ordenan en forma regular, generalmente en haces paralelos.
Esto refleja unas necesidades mecánicas de resistencia a
estiramientos unidireccionales. Este tejido se encuentra en
aquellas estructuras como los tendones, ligamentos y las
vainas o fascias que rodean a los músculos esqueléticos.
También hay tejido conjuntivo denso regular en algunos
tendones aplanados de los músculos abdominales, donde las
fibras adoptan una orientación en diferentes direcciones
puesto que los estiramientos mecánicos se dan en diferentes direcciones. La córnea es otra
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estructura formada por tejido conjuntivo denso regular con capas de fibras de colágeno
orientadas de forma perpendicular entre sí.

2.1.2.3. Conjuntivo denso elástico


El tejido conjuntivo denso elástico destaca por la
abundancia de fibras
elásticas, que le confieren al
órgano, además de un
característico color
amarillento, una gran
elasticidad. Las fibras
elásticas se disponen
normalmente paralelas unas
a otras formando haces de
grosor variable, y a veces
como fibras individuales.
Este tejido se encuentra en
órganos que sufren estrés mecánico (estiramientos y
contracciones) debido a
presiones o tensiones: en los
ligamentos elásticos que se
encuentran en la columna
vertebral uniendo las
vértebras y permitiendo la
movilidad de la columna.
Otros ejemplos son el grueso
ligamento nucal y los pequeños ligamentos de la laringe.

2.2. Tejido adiposo


El tejido adiposo es un tejido conjuntivo especializado en
el almacenamiento de lípidos. El tejido adiposo está
presente en todos los mamíferos y en algunas especies de
animales no mamíferos. Su capacidad para almacenar
lípidos depende de sus células, los adipocitos, que pueden
contener en su citoplasma grandes gotas de grasa. Los adipocitos se agrupan estrechamente
y en gran número para formar el tejido adiposo, aunque también se pueden encontrar
dispersos en el tejido conjuntivo laxo. Estos almacenes se emplean para proporcionar
moléculas energéticas a otros tejidos o para generar directamente calor. El tejido adiposo no
sólo almacena energía, sino que también controla el metabolismo corporal a través de la
liberación de hormonas, citocinas, proteínas, lípidos específicos y ARNs; y protege órganos.
Posee muy poca matriz extracelular.

2.2.1. Tejido adiposo blanco (grasa blanca)


El tejido adiposo blanco o unilocular forma la grasa blanca que está
presente en todos los mamíferos y es el tejido graso predominante.
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Además, es uno de los pocos tejidos que puede incrementar y disminuir su volumen de
manera drástica en animales adultos.
Las células que forman este tejido, los adipocitos, son células redondeadas muy grandes, de
más de 100 µm de diámetro, que poseen una sola y gran gota de grasa, la cual ocupa
prácticamente todo el citoplasma. Tanto el núcleo como el resto de los componentes
citoplasmáticos ocupan un fino espacio periférico,
próximo a la membrana plasmática. El tejido
adiposo unilocular se localiza en diferentes
regiones del cuerpo de los mamíferos y los
diferentes depósitos de grasa en el cuerpo tienen
diferentes funciones. La que se acumula en la
parte de los glúteos y femorales pueden ser
protectoras. Internamente es abundante en los
mesenterios e intraperitonealmente, y hay menos
proporción en la médula ósea y otras regiones
alrededor de los órganos. Además de actuar como lugar de reserva, también funciona en
algunas especies como capa aislante frente al frío (panículo adiposo). Asimismo, la grasa que
se encuentra en la planta de los pies o en la palma de las manos tienen una función de
protección mecánica más que reserva de energía.

2.2.2. Tejido adiposo pardo (grasa parda)


La grasa parda está formada por adipocitos maduros
que contienen, no una, sino numerosas gotas de
lípidos. Por ello también se llaman adipocitos
multiloculares. Los adipocitos multiloculares son más
pequeños que los uniloculares y su núcleo no suele
estar aplanado sino redondeado y situado en cualquier
parte del citoplasma. El color pardo de este tipo de
grasa en fresco es debido a la presencia de multitud de
mitocondrias en su citoplasma. También ayuda al
color su alta vascularización. Estos adipocitos se
caracterizan por poseer la proteína UCP1, que produce
calor. La grasa parda es frecuente en los animales
hibernantes y en los fetos y neonatos de mamíferos,
mientras que en los adultos está muy reducida. En
humanos se encuentra en regiones dispersas que se pueden agrupar en dos:
● Viscerales: perivasculares (arterias aorta, carótidas, braquicefálicas, coronarias
epicárdicas; venas cardiacas; arteria mamilar interna; arterias y venas intercostales),
en torno a órganos huecos (corazón, tráquea, bronquios mayores, mesocolon,
omentum principal) y en torno a órganos sólidos (tórax paravertebral, páncreas,
riñón, hígado, hilio del bazo).
● Subcutánea: músculos anteriores del cuello, fosa
supracavicular, bajo las clavículas, axila, pared abdominal
anterior, fosa inguinal.
2.3. Tejido cartilaginoso
Es, junto con el hueso, uno de los principales tejidos de soporte de
los animales. Su función es posible gracias a las propiedades de su
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matriz extracelular. El cartílago es una estructura semirrígida que permite mantener la


forma de numerosos órganos, recubre la superficie de los huesos en las articulaciones y es el
principal tejido de soporte durante el desarrollo embrionario, cuando el hueso aún no está
formado.
Es un tejido generalmente avascular, alinfático y sin terminaciones nerviosas. Su
propiedades mecánicas y bioquímicas están determinadas por su matriz extracelular, que
puede representar hasta el 90 % del volumen del tejido. Las células que componen el
cartílago son los condrocitos, los cuales se localizan en pequeñas oquedades diseminadas
denominadas lagunas. Son células redondeadas o elipsoides con una superficie con
numerosas microvellosidades irregulares, muchos poseen un cilio, contienen gotas de graso
y gránulos de glucógeno. Son células aplanadas con el núcleo ovoide y con un citoplasma
basofílico debido a la gran abundancia de retículo rugoso, muestran orgánulos secretores y
un aparato de Golgi muy desarrollado, puesto que son capaces de sintetizar colágeno y fibras
elásticas. Cuando hay pericondrio, se encuentran justo debajo de él. El pericondrio posee una
capa externa, denominada pericondrio fibroso, formada por tejido conjuntivo denso que
contiene fibroblastos y fibras de colágeno, y otra interna denominada pericondrio
condrogénico, donde se encuentran las células condrogénicas y los condroblastos que por
diferenciación darán lugar a los condrocitos.

2.3.1. Cartílago hialino


El cartílago hialino es el cartílago más ampliamente distribuido.
Está asociado comúnmente con el hueso. Se encuentra como parte
del esqueleto del embrión y en animales adultos aparece en los
anillos de la tráquea, bronquios, la nariz, laringe, superficies
articulares y en las zonas de unión de las costillas al esternón. El
cartílago hialino tiene muy poca capacidad de autoreparación, que
ocurre cuando se conserva el pericondrio. La matriz extracelular
es secretada por los condrocitos, los cuales se encuentran en unas
cavidades denominadas lagunas. Los condrocitos se suelen asociar
por parejas o tétradas
formando los llamados
grupos isogénicos, los
cuales están separados
entre sí por la matriz
interterritorial.
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2.3.2. Cartílago elástico


El cartílago elástico se caracteriza por contener una gran
cantidad de fibras elásticas, lo que le confiere la
capacidad para estirarse sin romper su estructura, y se
encuentra en lugares como el oído externo, en el
conducto auditivo externo, trompa de Eustaquio,
epiglotis y en la laringe. Posee poca matriz extracelular,
la cual está formada principalmente por fibras elásticas
muy ramificadas, que contribuyen a las propiedades
mecánicas de este tejido. En su periferia se localiza el
pericondrio formando una vaina muy delgada de tejido
conectivo altamente condensado. El cartílago elástico no
se osifica ni tiene capacidad de regeneración.

2.3.3. Cartílago fibroso


El fibrocartílago se encuentra en lugares como los
discos intervertebrales, algunas articulaciones, en la
inserción del tendón a la epífisis del hueso, en zonas
de las válvulas del corazón y en el pene de algunos
animales. Normalmente está rodeado por cartílago
hialino. Carece de pericondrio. Sus células pueden
disponerse de forma irregular y más dispersas que en
el hialino, pero también aparecen formando hileras.
Contiene muchas fibras de colágeno, que suelen estar
orientadas en la dirección de las tensiones mecánicas.
Posee pocas fibras elásticas.

2.4. Tejido óseo


El tejido óseo, junto con la médula ósea y otros tejidos conectivos, forma los huesos, los
cuales tienen una doble función: mecánica y metabólica. En su faceta mecánica, los huesos
sostienen las partes blandas del cuerpo y protegen a los órganos como el cerebro, pulmones y
corazón. También sirven como palanca para el agarre de los músculos y la generación de los
movimientos. Como centro metabólico, el tejido óseo almacena calcio y fósforo, y regula su
metabolismo. Además, en el interior de los huesos, en la médula ósea, se generan las células
sanguíneas (hematopoyesis).

2.4.1. Tipos de células


● Los osteoblastos son las células
especializadas en la síntesis de matriz
ósea y las fibras de colágeno, y son
responsables del crecimiento y
remodelación del hueso. Se encuentran
en el frente de crecimiento del hueso,
alineados uno al lado del otro formando
una especie de capa celular de una célula
de espesor. Esta matriz ósea, todavía no
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mineralizada, se denomina osteoide, la cual madura por la deposición de sales de


calcio. Cuando los osteoblastos se rodean completamente por matriz ósea quedan
encerrados en unas oquedades denominadas lagunas óseas y entonces se diferencian
en osteocitos.
● Los osteocitos son el tipo de celular óseo más abundante en el hueso maduro. Se
localizan en unas cavidades de la matriz ósea que se denominan lagunas óseas.
Tienen aspecto de arañas con largas patas. A través de estas prolongaciones es
posible el trasiego de sustancias desde los vasos sanguíneos a todos los osteocitos,
puesto que la matriz ósea mineralizada es un medio que dificulta la difusión de
metabolitos. Los osteocitos mantienen la matriz ósea, reabsorben y producen matriz
ósea. También intervienen en la homeostasis del calcio en el cuerpo mediante su
liberación desde la matriz ósea.
● Los osteoclastos se encargan de eliminar hueso, tanto la matriz ósea mineralizada
como la orgánica, mediante un proceso denominado reabsorción. Son células muy
grandes y multinucleadas.
2.4.2. Matriz ósea
El componente más característico del hueso es una matriz extracelular mineralizada
(principalmente fosfato y carbonato de calcio), el resto de la matriz extracelular lo forma la
parte orgánica que está compuesta por una gran abundancia de fibras de colágeno. Esta
composición confiere al tejido óseo una gran consistencia, dureza, resistencia a la
compresión y cierta elasticidad. El hueso es un tejido fuertemente irrigado por el sistema
sanguíneo.

2.4.3. Tejido óseo esponjoso


Se localiza en la parte central de los huesos planos y en las
epífisis (extremos) de los huesos largos. En estos últimos
forma también una fina capa alrededor del canal medular. El
hueso esponjoso o trabecular posee grandes espacios
denominados cavidades vasculares, ocupados por vasos
sanguíneos y elementos hematopoyéticos (la médula ósea
roja, que sintetiza células sanguíneas). Estas cavidades están
delimitadas por trabéculas óseas,
láminas óseas de escaso espesor.
Puesto que carecen de vasos
sanguíneos, las células óseas se
nutren por difusión.

2.4.4. Tejido óseo compacto


Se encuentra en la diáfisis (parte central) de los huesos largos, como
el fémur, y en las dos capas externas de los huesos planos, como los
del cráneo. El hueso compacto o cortical no posee cavidades
vasculares y su matriz extracelular se ordena en laminillas óseas
(formadas por osteocitos, osteoblastos, osteoclastos y materia
mineral). Las laminillas se disponen de manera concéntrica
alrededor del canal de Havers, forman un conjunto denominado
osteona o sistema de Havers. Los canales de Havers de osteonas
cercanas están conectados mediante canales transversales
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denominados canales de Volkmann. Ambos tipos de canales están


ocupados por venas, vasos linfáticos, arterias y nervios. Los osteocitos
se encuentran en unos huecos localizados en las laminillas óseas
denominados lagunas. De estas lagunas salen pequeños conductos,
denominados canalículos, por donde los osteocitos emiten
prolongaciones celulares. Los canalículos se abren a los canales de
Havers por donde viajan los vasos sanguíneos, y desde donde los
osteocitos obtienen los nutrientes.

2.5. Tejido sanguíneo


La sangre es un tipo especializado de tejido conectivo compuesto de elementos celulares
(células y fragmentos celulares) y una matriz extracelular líquida denominada plasma. Sería
el único tejido con matriz extracelular líquida. La sangre se encuentra en el interior de los
vasos sanguíneos y del corazón, y circula por todo el organismo impulsada por las
contracciones del corazón y por los movimientos corporales.

2.5.1. Funciones
● Transporte. La sangre sirve para transportar nutrientes y oxígeno desde el aparato
digestivo y los pulmones, respectivamente, al resto de las células del organismo; y
productos de desecho hasta el riñón, el hígado y los pulmones. Es la principal vía de
comunicación entre células distantes para el intercambio de señales como las
hormonas.
● Homeostasis. Contribuye a la homeostasis general o regulación del estado general del
cuerpo. Contribuye a mantener una temperatura corporal homogénea en todo el
cuerpo. También mantiene un pH tisular estable, así como es el principal encargado
de regular la cantidad de agua de las células del cuerpo.
● Defensa. Tiene una función de protección frente a heridas mediante su capacidad de
coagulación, evitando así que el organismo pierda su sangre, y de defensa frente a
patógenos externos o células malignas internas gracias a las células del sistema
inmunitario, los leucocitos, que utilizan la red de vasos sanguíneos para viajar a
cualquier parte del organismo.
2.5.2. Elementos celulares
Las células sanguíneas se clasifican en dos tipos: eritrocitos o glóbulos rojos y leucocitos o
glóbulos blancos. Los leucocitos se dividen a su vez en granulares: neutrófilos, basófilos y
eosinófilos, y en agranulares: linfocitos y monocitos. La sangre también contiene fragmentos
celulares denominados plaquetas. Todas las células de la sangre derivan de una célula madre
adulta común, que en los organismos adultos se encuentran en la médula ósea. Cuando se
centrifuga la sangre los diferentes elementos que la componen se separan por densidad. El
componente más pesado son los eritrocitos que quedan en el fondo del tubo (44%), más
arriba están los linfocitos y plaquetas (1%), mientras que el plasma es el componente más
ligero y queda en la parte superior (55%).
● Los eritrocitos son los responsables de dar el color rojo a la
sangre por su alto contenido en hemoglobina, una proteína
que contiene hierro en su estructura. Su principal misión es la
de transportar el oxígeno y el CO2. El eritrocito, en
mamíferos, se puede considerar como una célula modificada
para su función puesto que no posee núcleo y carece de
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mitocondrias y otros orgánulos celulares. Tienen una forma bicóncava de unos 7,5
µm de diámetro, lo que le confiere mayor superficie de intercambio con el plasma
sanguíneo.
● Las plaquetas, o trombocitos, son pequeñas porciones de citoplasma sin núcleo. Son
estructuras pequeñas, de 2 a 5 µm de diámetro, incoloras o ligeramente basófilas. Su
principal misión es cooperar en la aglutinación y coagulación sanguínea. Están
presentes en los mamíferos, pero no en los vertebrados inferiores. Se forman
mediante "desgajes" del citoplasma de unas células denominadas
megacariocitos que se encuentran en la médula ósea.
● Los leucocitos presentan un núcleo muy grande y son incoloros en la
sangre fresca. Su principal misión es la defensa del organismo
frente a agresiones como los patógenos externos o
alteraciones aberrantes internas. Utilizan el sistema
circulatorio para desplazarse por el organismo. Los glóbulos
blancos se clasifican en granulares y agranulares.
○ Los leucocitos granulares son los neutrófilos, eosinófilos y
basófilos. Los neutrófilos son los leucocitos granulares
más abundantes y representan el 60-70% de todos los
leucocitos. Se reconocen fácilmente por su núcleo multilobulado. Son
uno de los principales tipos celulares que intervienen en la defensa
frente a las infecciones bacterianas. Los eosinófilos representan del 2
al 5% de la población leucocitaria. Su núcleo es bilobulado. Interviene
en la lucha contra las infecciones parasitarias, además de
histaminasas encargadas de neutralizar la acción de la histamina en
reacciones alérgicas. Los basófilos son los leucocitos granulares
menos abundantes y más pequeños, representando el 0.5% del total.
Su núcleo es poco lobulado. Intervienen en la reacción inflamatoria y
segregan histamina.
○ Los leucocitos agranulares son los linfocitos y monocitos. Los
linfocitos son tras los neutrófilos los leucocitos más abundantes,
representando del 20 al 35% de los leucocitos. Son células pequeñas.
Los dos grandes grupos de linfocitos son los B y los T. Ambos
principales responsables de las respuestas de defensa inmune del
organismo. Los monocitos se caracterizan por tener un tamaño
grande y por presentar un núcleo arriñonado. Los monocitos
contribuyen a las respuestas de defensa del organismo, abandonando
la sangre y desplazándose al lugar de la infección o daño, donde se
convierten en macrófagos; convirtiéndose en células dendríticas para
intervenir en la respuesta inmunitaria específica; y también en
osteoclastos.
En general la vida de los elementos celulares que forman la sangre es muy corta, y
puede ir desde horas a unas pocas semanas (excepto algunos linfocitos denominados de
memoria que pueden durar años). Por tanto se deben generar continuamente células
sanguíneas, proceso conocido como hematopoyesis.

2.5.3. Plasma
El plasma es el componente fluido de la sangre y representa más de la mitad del volumen
sanguíneo. Es el principal medio de transporte de nutrientes y productos de desecho. Es en
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su mayoría agua, y el resto de sus componentes son:proteínas como albúmina, globulinas y


fibrinógeno, que participan en el mantenimiento de la presión osmótica sanguínea adecuada;
iones, como calcio, sodio y potasio; aminoácidos; lípidos; y gases.

3. Tejido nervioso
Es un tejido formado principalmente por dos tipos celulares: neuronas
y glía, y cuya misión es recibir información del medio externo e
interno, procesarla y desencadenar una respuesta. El sistema nervioso
también posee una pequeña proporción de matriz extracelular.
Las células del sistema nervioso se agrupan para formar dos
estructuras: el sistema nervioso central que incluye el encéfalo y la
médula espinal, y el sistema nervioso periférico, formado por ganglios,
nervios y neuronas diseminados por el organismo. Este último se
divide en el sistema nervioso somático, que controla los músculos
voluntarios y los receptores sensoriales de la piel; y el sistema nervioso
autónomo, que controla las funciones involuntarias del cuerpo, como
la frecuencia cardíaca, la digestión y la respiración.

3.1. Neuronas
Las neuronas están especializadas en la conducción de información
eléctrica gracias a que están dotadas de la propiedad de excitabilidad,
por lo que pueden percibir estímulos del medio externo o interno y generar impulsos
nerviosos de naturaleza eléctrica.
Morfológicamente, estas células se pueden dividir en tres compartimentos:
● cuerpo neuronal, soma o pericarion. Contiene el núcleo y las diferentes estructuras
citoplasmáticas, entre las que destacan los corpúsculos de Nissl, que son agregados
de retículo endoplasmático rugoso, y las neurofibrillas, que recorren todo el
citoplasma
● dendritas, prolongaciones o árbol dendrítico. Prolongaciones del citoplasma de
variable número, tamaño y disposición que están ramificadas y son el principal
receptor de la información de una neurona, información que recibe de multitud de
otras neuronas y de receptores sensoriales, se integra y se dirige al cuerpo celular.
● axón o fibra nerviosa. Prolongación que suele ser única y larga (hasta 1 metro) y
conduce los impulsos hacia otra neurona o hacia órganos diana (glándulas y
músculos). En su extremo final presenta múltiples ramificaciones que forman
terminaciones axónicas, las cuales contienen minúsculas vesículas que albergan
mensajeros químicos denominados neurotransmisores
El contacto funcional entre dos neuronas se denomina sinapsis.
Se pueden clasificar según diferentes criterios:

3.1.1. Según la estructura


● unipolares: una sola prolongación
● bipolares: dos prolongaciones (dendrita, axón)
● multipolares: varias prolongaciones
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3.1.2. Según el tipo


● aferentes/sensoriales/sensitivas: desde los receptores sensoriales hasta el SNC.
● eferentes/motoras/motoneuronas: del SNC al SNP. Las motoras inervan músculos,
las secretoras inervan glándulas.
● interneuronas: procesan información localizada. Dentro del SNC. Conectan
las dos anteriores.
● De proyección: dentro del SNC. Se agrupan formando vías.
3.2. Células gliales
Las células gliales son tan numerosas como las propias neuronas, y hay diversos
tipos de células gliales:
● los astrocitos son células estrelladas que envuelven los vasos sanguíneos,
tapizan la superficie del encéfalo y están presentes como un tercer elemento de las
sinapsis, siendo los otros dos la neurona presináptica y la postsináptica. Actúan como
soporte mecánico y metabólico de las neuronas,
participan en la modulación de la actividad sináptica y
proliferan en las heridas o infartos cerebrales ocupando
el lugar de las neuronas muertas.
● los oligodendrocitos y las células de Schwann forman
vainas de mielina que rodean los axones de las neuronas
en el encéfalo y en el sistema nervioso periférico. Es una
sustancia aislante.
● la microglía son células
ramificadas que cuando se
activan adquieren aspecto de ameboide. Se relaciona con
funciones de defensa frente a patógenos o lesiones nerviosas
ya que actúan como fagocitos. También participan en el
proceso inflamatorio.
● los ependimocitos son
células prismáticas o
cúbicas que recubren las cavidades internas
del sistema nervioso central y secretan el
líquido cefalorraquídeo.

4. Tejido muscular
El tejido muscular es responsable del movimiento del
organismo y de sus órganos. Está formado por unas
células denominadas miocitos o fibras musculares que tienen la capacidad de contraerse. Los
miocitos se suelen disponer en paralelo formando haces o láminas. La capacidad contráctil
de estas células depende de la asociación entre filamentos de
actina y filamentos formados por las proteínas motoras
miosina II presentes en su citoesqueleto. Se divide en tres
tipos: estriado, liso y cardiaco. Se diferencian por el aspecto y
organización de sus células.
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4.1. Tejido muscular esquelético estriado


El músculo estriado esquelético se denomina también voluntario puesto que es capaz de
producir movimientos voluntarios. Su contracción es rápida, intensa y voluntaria.
Los músculos esqueléticos están generalmente conectados a los huesos directamente o más
comúnmente a través de los tendones, a excepción de algunos como los del ojo, los de la
parte superior del esófago o la lengua.
Está formado por miocitos o fibras musculares, unas células cilíndricas, muy alargadas, que
contienen numerosos núcleos situados junto a la membrana
celular; tejido conectivo; ramificaciones nerviosas y vasos
sanguíneos. Las células musculares se asocian entre sí para
formar los fascículos musculares, y éstos a su vez se unen para
formar el músculo esquelético, principal responsable de la
movilidad de los animales (gracias a los sarcómeros, que
permiten la contracción de las células).

4.2. Tejido muscular liso


Se encuentra en todos aquellas estructuras corporales que no
requieran movimientos voluntarios como el aparato digestivo, vías respiratorias, algunas
glándulas, vesícula biliar, vejiga urinaria, vasos sanguíneos y linfáticos, útero, etcétera. Su
contracción es lenta, rítmica e involuntaria.
Sus células son largas y fusiformes,
presentando en ocasiones sus extremos
ramificados. Poseen un núcleo que, en estado
relajado, es elongado y localizado en posición
central. Hay zonas del citoplasma donde se
disponen la mayoría de los orgánulos, y que
contienen pocos filamentos del citoesqueleto.
El resto del citoplasma muestra un aspecto
homogéneo y es donde se localiza el aparato
contráctil que no se organiza en estructuras
regulares o estrías visibles con el microscopio
óptico. El nombre de músculo liso se debe a
que carece de dichas estriaciones en su citoplasma.

4.3. Tejido muscular cardiaco


Como su nombre indica, el músculo cardiaco, o
miocardio, forma las paredes del corazón. Su misión
es el bombeo de sangre por parte del corazón
mediante la contracción de las paredes de éste. Su
contracción es involuntaria, intensa y rítmica.
El músculo cardiaco está formado por cardiomiocitos.
Estas células musculares son mononucleadas, con el
núcleo en posición central. Son cortas y ramificadas.
Los cardiomiocitos están unidos entre sí por los
llamados discos intercalares, cuya función es la de
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mantener cohesionadas las células, siendo los principales sitios de anclaje del citoesqueleto
de células contiguas. También hay uniones en hendidura que permiten la sincronización
contráctil ya que comunican citoplasmas de células vecinas de manera directa. Su citoplasma
contiene también miofibrillas estriadas.

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