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árabe:
https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/126304/PER_HERNANDEZPEREZ_TFG.pdf?sequence=1
&isAllowed=y
En-Nahda o Partido del Renacimiento es un partido de centro-derecha islamista que ya existía durante
el régimen de Ben Ali. Sin embargo su papel durante la revolución y su afán democratizador le hacen junto a
Nidaa Tounes (partido de Caid Essebsi) el gran sostén de la democracia en Túnez. Su ideología, similar a lo
que serían las democracias cristianas en Europa con un tono claramente moderado y huyendo de la
imposición de la ley islámica.
Pese a todos estos problemas, Túnez sigue siendo la única flor dentro de una primavera árabe
marchita. Su transición democrática, llena de problemas e inconvenientes, es ya una excepción a la norma
dentro del Magreb y Oriente Próximo y Medio.
También hay que destacar el apoyo que asociaciones obreras y sindicatos dieron al gobierno
parlamentario desde un primer momento (Melián Rodríguez, 2016, p.106). Desde la convocatoria de una
huelga general que sería clave para la caída de Ben Ali por parte de la UGTT (Unión General de Trabajadores
Tunecinos) hasta el establecimiento del Cuarteto de Diálogo entre la UGTT, la Liga de DDHH, el Colegio de
Abogados y la Confederación de Industria, Comercio y Artesanías. La labor del Cuarteto de Diálogo fue vital
para evitar el desmoronamiento del país en los primeros meses de gobierno provisional y su labor fue
reconocida internacionalmente en el año 2015 con el Premio Nobel de la Paz.
Los sublevamientos en el mundo árabe: ¿Hacia una democratización? (El caso de Túnez y
Egipto): http://www.scielo.org.co/pdf/anpol/v24n73/v24n73a05.pdf
En Túnez, la única central autorizada durante el periodo Ben Ali es la UGTT (unión general tunecina
del trabajo). Aunque siempre fue muy ambivalente su posicionamiento hacia el mandatario, constituye un
actor con un poder importante desde su creación en 1946. Si bien fue ambigua en su actuar hasta casi el día
de la salida de Ben Ali, tuvo un papel protagónico en los acontecimientos de enero de 2011, al convocar una
huelga general que resulto ser un detonante clave en el desenlace.
“Cronología de la Primavera Árabe: Sahara Occidental, Túnez, Egipto, Libia y Yemen” Gabriel Isaías
García Sánchez- Toluca, México, Junio de 2014 . Universidad Autónoma del Estado de México
- La “revolución de los jazmines” se convirtió en el inicio de un cambio trascendental dentro del Magreb,
que traería como consecuencia una “ola democrática” dentro del mundo árabe
Sahin
- La transición de Egipto a la democracia fracasó con el golpe militar de 2013, mientras que la transición
tunecina fue exitosa. Esto es a pesar del hecho de que las revueltas en Egipto y Túnez se parecían
mucho entre sí durante las fases iniciales. p.169
- Egipto ha vuelto a sus viejas costumbres con un nuevo dictador, Al Sisi, que surgió de las filas
militares como sus predecesores desde 1952. Sin embargo, Túnez se ha convertido en el primer país
árabe definido comogratis por Freedom House. p.169
- Las instituciones democráticas protegen la competencia política asegurando la posibilidad de un
cambio de gobierno por medios pacíficos. Por lo tanto, la democracia florece donde los actores
políticos fuertes no están seguros de lo que traerá el mañana. Esto se debe a que, en ausencia de
incertidumbre limitada, los incentivos para negociar con los actores de la oposición disminuyen para
los actores políticos más fuertes. De hecho, la investigación demuestra las formas en que los actores
fuertes, que dominan el sistema y rechazan la negociación con la oposición, hacen que la democracia
fracase. p. 170-171
- Esto se debe a que los sistemas electorales son instrumentos importantes con implicaciones para la
competencia partidista, la inclusividad de las legislaturas y la composición de los gobiernos, todos los
cuales tienen profundas influencias en la consolidación democrática.12 Proporcionan reglas para la
competencia y determinan qué tan bien los cuerpos electos representan diferentes grupos e intereses.
p. 173
- En cuanto a la fórmula electoral, se distingue entre fórmulas proporcional, mayoritaria y de
pluralidad.14 En la fórmula de pluralidad, el candidato que obtiene la mayor cantidad de votos (pero no
necesariamente la mayoría absoluta) entre todos los candidatos gana las elecciones. Este sistema se
usa ampliamente en el Reino Unido y sus antiguas colonias (por ejemplo, Canadá, India). El sistema
mayoritario está asociado a las elecciones de segunda vuelta. Si ningún candidato puede obtener el
50% más 1 de los votos, en una fecha posterior se llevará a cabo una segunda vuelta en la que se
enfrentarán los dos primeros clasificados de la primera ronda. Este sistema se utiliza generalmente
para elegir altos ejecutivos en países como Argentina, Francia y Rusia. Ta ventaja más importante de
este sistema sobre el sistema de representación proporcional (PR) es la eficacia del gobierno, ya que
el sistema produce gobiernos de un solo partido.15 Una vez elegido con este sistema, el gabinete
puede aprobar la legislación que considere necesaria durante su mandato, siempre que lleve a cabo
sus propios backbenchers con ellos. Sin embargo, PR maximiza el poder representativo al reflejar la
composición del electorado en la legislatura mejor que otros sistemas.16 Los defensores de las
relaciones públicas argumentan que la fórmula de la pluralidad y los sistemas mayoritariospequeños
partidos en situación de desventaja al no poder representarlos. Sugieren que el incentivo es mayor
para que la gente participe y vote en PR ya que se desperdician menos votos en este sistema. p. 173
- La ortodoxia académica argumenta que alguna forma de relaciones públicas es casi esencial para que
la democracia sobreviva en sociedades divididas. 2 Lijphart sugiere que la representación de todos los
grupos significativos de una sociedad dentro de la legislatura a través de la RP es necesaria para
proteger la democracia.23 Las sociedades divididas necesitan la RP para dar a las minorías una
representación adecuada, desalentar el provincianismo y forzar la moderación en los partidos políticos.
- En consecuencia, en sociedades fragmentadas, que tratan de salir de la inestabilidad del régimen, la
RP tiene más éxito en dar cabida a diversos grupos, reducir las tensiones y promover la aceptación de
los acuerdos de paz.p.175
- Antes de los levantamientos árabes, el sistema electoral de Egipto tenía fallas graves que causaban
problemas importantes para elecciones libres y justas. El sistema electoral fue diseñado para otorgar
una ventaja competitiva al Partido Nacional Democrático (NDP) de Mubarak, que era un partido no
programático que ofrecía a los votantes nada más que competencia ejecutiva y estabilidad en el
sistema político y económico. En el Egipto de Mubarak, las elecciones para el órgano legislativo
inferior emplearon un SMD nacional modificado, en el que se elegían dos ganadores de cada
distrito.30 Este sistema tenía fallas considerables en su aplicación, siendo la distribución inadecuada
grande e intencional la más significativa.31 Por ejemplo, las áreas rurales fueron privilegiadas con
distritos de tamaño pequeño, mientras que los centros urbanos como El Cairo, Alejandría y Asuán
recibieron menos representantes por persona, ya que las ciudades más grandes eran más propensas
a acomodar a los partidos liberales. p.176-177
- Después de la caída de Mubarak, los principales actores políticos sabían que el sistema electoral
influiría profundamente en los resultados y la forma de las próximas luchas políticas. Mientras los
actores revolucionarios presionaban por un cambio en el sistema electoral y el reemplazo del SMD por
PR, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (SCAF)32 suspendió la constitución de 1971 en
febrero de 2011, allanando el camino para una nueva legislación. El nuevo sistema electoral que se
implementó en septiembre de 2011 no fomentó la cooperación y la competencia entre los actores
políticos de Egipto. En cambio, impuso divisiones entre grupos islamistas y seculares y fomentó la
polarización dentro de la sociedad. A pesar de la presión de los actores revolucionarios, el SCAF
introdujo un complicado sistema mixto que usaba la RP y el sistema mayoritario simultáneamente.
p.177
- Cada distrito mayoritario de dos escaños tenía que elegir al menos un candidato que fuera obrero o
campesino. La misma regla se aplicó a los candidatos que fueron elegidos a través de PR; al menos el
50% serían trabajadores o campesinos.34 En consecuencia, en las elecciones parlamentarias de
2011, se eligieron 332 escaños de la cámara baja a través de PR. Los 166 escaños restantes fueron
elegidos con SMD. En estas elecciones, el SCAF optó por un umbral del 0,5 % (el más bajo de su tipo)
para los distritos de listas proporcionales, que fue diseñado deliberadamente para desincentivar la
formación de coaliciones electorales.35 Esta estrategia funcionó bien, ya que más de 40 partidos
compitieron en las elecciones de 2011. elecciones. La fórmula del sistema electoral diseñada por
SCAF había brindado un colchón electoral al partido más fuerte del país.36 Bajo el sistema, los
partidos pequeños y aún en formación estaban seriamente en desventaja. El sistema de mayor
resto37 hizo prácticamente imposible que los partidos más pequeños compitieran contra los partidos
más grandes, ya que solo aquellos partidos que alcanzaron o excedieron la cuota de votos para un
distrito determinado habrían podido ganar escaños en este sistema. 178-179
- En resumen, varias características del sistema electoral de 2011 impidieron una transición fluida a la
democracia. Primero, era extremadamente complejo. El sistema acomodó tanto al sistema de
relaciones públicas como al sistema mayoritario. 2/3 de la legislatura fue elegida a través de PR,
mientras que el resto fue elegido por una fórmula de segunda vuelta mayoritaria donde cada distrito
eligió a dos candidatos. En segundo lugar, el sistema de remanente más grande en los distritos, donde
se utilizó la RP, brindó a los partidos grandes como el FJP y el Partido Al-Nour importantes ventajas
frente a los partidos pequeños. En consecuencia, el FJP no necesitaba negociar los términos de la
transición con actores liberales/laicos. Esto contribuyó a una atmósfera política en la que los islamistas
dominaban la legislatura y la asamblea constituyente que redactó la constitución egipcia de 2012.43
Esta situación alejó a otros actores y provocó que una parte considerable de la oposición frustrada
apoyara a Tamarod (rebelión), un movimiento que disfrutaba del apoyo de los el ejército y la policía,
así como la financiación de los magnates de los negocios de la era Mubarak p.180
- Antes de 2011, el sistema electoral en Túnez era un sistema mayoritario con un voto en bloque del
partido para ganar todos los escaños en todos los distritos electorales, como partido del régimen. El
fraude electoral era común y los resultados falsificados aseguraron más del 90% de los escaños para
el Partido Agrupación Democrática Constitucional (CDR). Una revisión del registro de votantes
realizada en octubre de 2011 encontró que de los 4,5 millones de nombres en las listas de votantes,
solo 2,5 millones eran exactos. p.183
- Una diferencia importante entre los sistemas electorales egipcio y tunecino fue que este último fue el
resultado de negociaciones entre los partidos políticos tunecinos y las organizaciones de la sociedad
civil, mientras que los sistemas electorales egipcios de 2011 y 2014 fueron impuestos por el ejército.58
Por ejemplo, el sistema de candidatura individual que se asoció con clientelismo y personalidades más
que con políticas y programas se mantuvo intacto tanto en los sistemas electorales de 2011 como de
2014. En contraste, los actores políticos tunecinos revisaron el antiguo sistema electoral y optaron por
relaciones públicas que han empoderado a los partidos políticos en el Túnez posterior a 2011. Esta
decisión contribuyó a un equilibrio de poder entre islamistas y laicos en la Asamblea Nacional
Constituyente de Túnez (NCA); fomentar un ambiente político en el país que fomente el diálogo, la
inclusión y la cooperación entre los actores. p.184
- El sistema electoral constituye una condición necesaria pero insuficiente para una transición a la
democracia. En ausencia de partidos de oposición competitivos, la elección del sistema electoral
puede resultar insuficiente para conducir a la democracia. Cuando la oposición es débil y está
fragmentada, es poco probable que los actores más fuertes se comprometan y es más probable que
exploten su posición dominante. La presencia de partidos de oposición competitivos es, por lo tanto, la
segunda condición para el éxito de las transiciones a la democracia. p.187
Partidos de oposición competitivos
- En los sistemas políticos contemporáneos, solo unos pocos países (por ejemplo, Arabia Saudita) no
tienen partidos políticos.67 Los partidos políticos desempeñan varias funciones importantes, incluida la
articulación y agregación de intereses, el reclutamiento de élites y la gobernabilidad.68 'La democracia
es un sistema en el que los partidos pierden elecciones unos contra otros69, lo que hace que la
oposición organizada sea probablemente la característica más distintiva del régimen.70 Por lo tanto, la
dicotomía institucionalizada de gobierno y oposición separa a los regímenes democráticos de los
regímenes no democráticos. p.187
- A pesar de la importancia de la oposición competitiva para la democracia, la literatura no presta la
debida atención a este factor. En ausencia de partidos políticos competitivos, el poder ejecutivo
permanece sin control. Los partidos políticos brindan un baluarte contra el despotismo de un ejecutivo
presuntuoso a través del derecho de investigación, censura y supervisión. p.188
- Cuando los partidos de oposición son débiles, las élites prodemocráticas carecen de infraestructuras a
nivel nacional y no pueden establecer lazos fuertes dentro de la sociedad. Por lo tanto, los partidos
políticos competitivos aumentan el poder de las fuerzas democráticas para resistir y derrocar las
invasiones autoritarias durante las transiciones. Lo hacen permitiendo que la oposición presente un
frente unido contra los gobernantes autoritarios. También lo hacen presentando una alternativa creíble
al gobierno en tiempos de crisis y, por lo tanto, limitando los excesos del gobierno y fomentando la
negociación y el compromiso. p. 188
- Siete años antes de los levantamientos, Langohr señaló que esta debilidad era más frecuente en
Egipto y Túnez.80 El fraude electoral, la represión de los candidatos de la oposición, la falta de
cobertura mediática, la fragilidad financiera y la prevalencia de candidaturas independientes se
mencionaron como causas de la debilidad de los partidos y falta de competencia en el Medio
Oriente.81 Algunas investigaciones, por ejemplo, sugirieron que la debilidad de los partidos políticos
fue un factor importante que explica el fracaso de la democracia en Egipto. p.189
- Kirdis argumentó que los partidos en el poder en Egipto y Túnez enfrentaron diferentes restricciones
externas que dieron forma a sus acciones durante las transiciones. Mientras estuvo en Egipto, el FJP
no fue desafiado; La Ennahda tunecina enfrentó una oposición política formidable que la obligó a ser
más abierta a las demandas de la oposición política.84 p.189
- Egipto: los autócratas egipcios destruyeron los partidos políticos organizados en Egipto desde 1952.p.
190
- Justo antes de los levantamientos árabes, se registraron alrededor de 20 partidos en Egipto. Estos
partidos se vieron perjudicados tanto por el estricto control que les imponía el Estado como por sus
propias deficiencias organizativas. Sus relaciones con el régimen mancillaron gravemente su imagen,
haciéndolos ilegítimos a los ojos de la ciudadanía en la medida en que fueron vistos como actores que
desempeñaban un papel en el mantenimiento y la durabilidad del régimen.89 Por lo tanto, cuando
estallaron las protestas en enero de 2011, los manifestantes de la La Plaza Tahrir (Liberación) no pudo
encontrar ningún partido político competitivo para expresar, defender y promover su agenda contra la
élite gobernante. p. 190
- Algunos celebraron los Levantamientos Árabes como un movimiento social sin líderes al que se unió la
juventud idealista.90 Sin embargo, este hecho formó el vientre blando de los manifestantes en Tahrir.
Cuando la política institucional comenzó a ganar preeminencia sobre la política callejera, los actores
liberales/laicos poco organizados no lograron formar partidos políticos competitivos. Su agenda no era
homogénea, y muchos en Tahrir argumentaron en contra de la fundación de partidos políticos. Solo
unos pocos de los manifestantes entendieron que la gente necesitaba líderes e instituciones para
ejercer influencia sobre el proceso político. p. 191
- Mientras que los partidos políticos en el Egipto de Mubarak eran débiles y la gente los consideraba
ilegítimos, la HM era la única organización fuera del NDP que tenía una experiencia real en política
institucional. Antes de los levantamientos, los miembros de la HM se postularon y fueron elegidos para
el parlamento. p. 192
- En lugar de aliarse con actores liberales/laicos que podrían amenazar los intereses institucionales de
los militares a largo plazo, el SCAF decidió forjar una alianza con la HM y la utilizó para desmovilizar a
la población.97 El ejército y la HM, que estaban los únicos actores institucionalizados en ausencia de
partidos de oposición competitivos, condenaron a los 'anarquistas' luchando en las calles, deteniendo
el flujo de tráfico en la plaza Tahrir y perturbando la vida de los egipcios al negarse a regresar a sus
hogares.98 p. 192
- El estilo de gobierno de Morsi había distanciado a los votantes que no pertenecían a la HM antes de
que celebrara su primer año en el cargo.102 El movimiento Tamarod, afirmando que tenía 22 millones
de firmas exigiendo la renuncia de Morsi, salió a la calle el 30 de junio de 2013. Enfrentamientos entre
los partidarios de la MB y Tamarod continuó durante varios días. Hablando retrospectivamente, fue la
continua falta de voluntad de Morsi y la HM de incluir a otros actores en los procesos políticos lo que
fortalecería a Tamarod, una organización con dudosas credenciales democráticas. El ejército utilizó los
enfrentamientos entre los dos bandos y explotó los temores de los actores liberales/laicos para dar un
golpe de Estado contra Morsi en julio de 2013, poniendo así fin al breve experimento democrático de
Egipto. Egipto, a finales de 2014, se encontraba bajo un régimen más represivo que en el período
anterior a 2011.103 Por lo tanto, el caso egipcio demuestra que la democracia no es el único resultado
posible de las transiciones. Muestra cómo los actores establecidos con interés en el autoritarismo
pueden revertir un proceso de democratización en ausencia de un partido de oposición competitivo. p.
193- 184
- Túnez: A diferencia de Egipto, en Túnez los partidos políticos competitivos presentaron alternativas
viables entre sí. En Túnez antes de 2011, la política de partidos competitivos no existía. La oposición
política fue reducida a una fachada primero por Bourguiba (1959-1987) y luego por Ben Ali
(1987-2011).104 Bourguiba prohibió toda oposición política entre 1959 y 1981, mientras que durante
su reinado, Ben Ali solo alentó a los partidos políticos que servir como oposición leal a los CDR. Entre
1990 y 2010, a los partidos nominales de la oposición se les otorgó una cuota fija de escaños, sin
embargo, no pudieron y no quisieron competir con los CDR.105 En las primeras elecciones bajo Ben
Ali, al Partido del Renacimiento Islámico (MTI) de Gannouchi no se le permitió ingresar al elecciones.
Cuando los miembros del MTI se postularon como independientes, obtuvieron el 14,5% de los votos,
después de lo cual se prohibió al MTI participar en las elecciones y sus miembros fueron sometidos a
fuertes presiones.106 El MTI fue luego cerrado en 1992. p. 194
- La primera encuesta importante después de enero de 2011 mostró que solo la mitad de los tunecinos
podía nombrar algún partido político. Cinco meses después de las protestas, otra encuesta demostró
que solo una cuarta parte de los tunecinos dijo tener suficiente conocimiento sobre los partidos
políticos tunecinos.107 Esta situación cambió después del establecimiento de varios partidos políticos
importantes. El gobierno interino aprobó un decreto sobre partidos políticos (Decreto 87-2011) y sobre
asociaciones (Decreto 88-2011). Este nuevo marco legal y las elecciones programadas dieron como
resultado un sistema de partidos caracterizado por el pluralismo y la competencia. p. 195
- Dos ideologías principales compitieron por el poder en Túnez después de 2011. Una fue el islamismo
representado por Ennahda de Ghannouchi. El otro fue el laicismo representado por Beji Caid Essebsi
y su partido después de 2012. p. 195
- La voluntad de los partidos políticos de formar alianzas entre sí estuvo presente a lo largo de la
transición tunecina a la democracia.113 En las primeras elecciones para la asamblea en octubre de
2011, Ennahda obtuvo alrededor del 37% de los votos y así obtuvo 89 de los 217 escaños. Un
gobierno de coalición fue formado por Ennahda, el CPR secular y el Foro Democrático por el Trabajo y
las Libertades secular de izquierda. Como el partido más grande de Túnez, Ennahda podría intentar
impulsar la islamización de la constitución. En cambio, Ennahda mostró un pragmatismo y una
voluntad de trabajar con otros actores políticos contrarios a las expectativas de los intelectuales
seculares. p. 196
- La presencia de una oposición competitiva fue una de las principales razones detrás de la actitud
comprometida de Ennahda, ya que Nida Tounes de Essebsi, que se estableció en abril de 2012, era
una alternativa creíble a su gobierno. Después de su fundación, Nida Tounes se convirtió en el
principal bastión de los actores liberales/laicos en Túnez. Cuando se considera que en las elecciones
anteriores de octubre de 2011, el mayor partido laico obtuvo solo el 8,7% de los votos, la importancia
de Nida Tounes se hace más evidente. Nida Tounes era un partido cuyo objetivo era formar una
coalición completamente secular.117 La presencia de este partido como otro centro de poder y una
alternativa competitiva para el gobierno obligó a Ennahda a estar más abierta al compromiso y la
negociación. p. 197
- En las elecciones parlamentarias de octubre de 2014, Nida Tounes demostró sus credenciales. Obtuvo
el 37,6% de los votos seguido de Ennahda con el 27,8% de los votos. El tercer partido fue la laica
Unión Patriótica Libre con el 4,1% de los votos. Contrariamente a las expectativas,118 Nida Tounes
optó por formar un gobierno de unidad que incluyera miembros del rival Ennahda y otros partidos de
oposición.p. 197
- Por lo tanto, en Túnez, los partidos de oposición competitivos eran mucho más poderosos que los
partidos de oposición en Egipto, obligando primero al islamista Ennahda y luego al secular Nida
Tounes a reevaluar sus posiciones y negociar con sus rivales en lugar de excluirlos del proceso. p.
197-198
- El examen de Egipto y Túnez entre 2011 y 2015 reveló que el sistema electoral egipcio permitió a los
actores más fuertes dejar de lado a los actores de la oposición e ignorar sus demandas. En ausencia
de partidos políticos competitivos en Egipto, la combinación fue mortal para la democracia. p. 198
-
PROCESOS DE CAMBIO POLÍTICO TRAS LA PRIMAVERA ÁRABE. UN ESTUDIO
COMPARADO DE LOS CASOS DE TÚNEZ, EGIPTO Y JORDANIA.
Luis Melián Rodríguez. SALAMANCA, 2015
Meilán, L. (2015). Procesos de cambio político tras la Primavera Árabe Un estudio comparado de los
casos de Túnez, Egipto y Jordania [Tesis de doctorado, Universidad de Salamanca] Universidad de
Salamanca
- A pesar de estos pactos autoritarios, estos regímenes tienen qué rostro también la
existencia de grupos de oposición y contestación. Así pues, los regímenes desarrollan estructura
de contestación a la oposición política, que son clave a la hora de comprender las dinámicas de
oposición y movilización
- Burguiba se esforzó en eliminar del juego político a sus oponentes, como el propio Ben Yusuf o
Esyorey, asegurándose así que todo el poder quedaba en sus manos, tal y como plasma la
Constitución de 1959. En este sentido, la estrategia de concentración del poder alrededor de su
persona no era tan solo un fin para el presidente, sino que se trataba a su vez del medio elegido
para la consecución de su objetivo final: modernizar y crear un Túnez desarrollado
- Debe resaltarse que esta estrategia por parte de Burguiba se deslizaba entre la represión y la
cooptación. Así, para cumplir con su fin y evitar al tiempo alimentar a la oposición, el presidente se
aseguraba la lealtad de los depuestos a través de políticas clientelares y nepotistas confiriendo
puestos de cierto poder a medio plazo para estos políticos caídos en desgracia.
- este contexto de crisis verá surgir con fuerza en 1981 al movimiento islamista bajo la forma del
Movimiento deTendencia Islamista (MTI, en árabe Ḥarakat al-Ittiŷah al-Islāmī). A pesar de que ya
desde los años sesenta existe una corriente islamista poderosa en Túnez (Willis 2012:159), será en
respuesta al fracaso de las políticas reformistas y en este marco “liberalizador” donde el islamismo
tomará su impulso en el panorama político tunecino adoptando un rol central en el nuevo escenario
(Willis 2012:155). Sin embargo, y pese a este tímido viraje hacia el pluralismo político de finales de
los setenta, el Gobierno no permite al MTI convertirse en un partido político legal (Mercancía
1988:591). Al igual que los Hermanos Musulmanes en Egipto, el MTI defiende la necesidad de un
“renacer” donde el islam se configure como el elemento central de la vida política frente a la visión
secularista burguibista (Ware 1988:591); esto junto a su capacidad organizativa de redes de asistencia
social le asegura en épocas de crisis una espectacular capacidad de movilización social.
- Por su parte el MTI será el primer movimiento islamista en posicionarse públicamente a favor de la
democracia y de la participación política convencional
- la práctica inexistencia de partidos políticos de oposición real que canalizaran este descontento,
actuando como actores intermediarios entre el estado y la población (Willis 2012:151), llevó al auge de
procesos disruptivos como los de Gafsa en el 2008, la quema del joven vendedor ambulante y las
propias manifestaciones posteriores.
- Al igual que en el caso egipcio, aunque con algo menos fuerza debido a la exitosa campaña de los
noventa contra ellos, los islamistas poseen una mayor estructura organizativa y son ampliamente
conocidos en el país, mientras que la oposición secular o se vinculaba con el antiguo régimen o
apenas tenía un desarrollo organizacional.
- El panorama partidista en este momento estaba compuesto, además de por Ennahda, por los laicos y
cercanos a los círculos económicos del país del Partido Democrático Progresista (PDP) y el Foro
Democrático por el Trabajo y las Libertades (FDTL, Ettakol) del líder Mustafa ben Jaʿafar, ambos
contrarios a los islamistas o a cualquier vínculo entre Estado e islam
- A pesar del éxito cosechado por Ennahda, los islamistas necesitaba de alianzas para poder gobernar
en un panorama tan fragmentado. Para ello reincidieron en transmitir un mensaje conciliador y de
compromiso con los valores democráticos (MaddyWeitzman 2012:200) al igual qué en los otros del
casos estudiados. Así, conformaron y gobierno de coalición nacional en el qué participó mucho los
islamistas como los fiestas secularistas del RCP y de Ettakol (angrista 2013: 562; Martínez 2013:42;
murphy 2013a:232), yen el qué el PPD con negó a para participar
- La victoria de Ennahda en las elecciones constituyentes de 2011, y el establecimiento de y
gobierno provisional de coalición nacional puede considerarse el FIN de la Revolución de la
Dignidad, y el comienzo del proceso democratizador tunecino en el marcos de transición qué
comienza tras la caída del régimen de ben Ali.
- A forma de breve síntesis de Es primer aparte acerca de la evolución política egipcia, con puede
definir el Egipto contemporáneo como y régimen estratiotocrato estafa tres actores sociopolíticos
principales: el establecimiento militar, la oposición organizado islamista qué representan los
Hermanos Musulmanes, y la nueva oposición secular y liberal.
- la caída de Mubarak no supuso el fin del gobierno militar ni una transformación del régimen
político establecido, sino que se trató de la consecuencia externo de fractura existente al interior de
la élite política dominante.
- Así mismo, la victoria de los Hermanos Musulmanes no antecedía un verdadero proceso de apertura
política y alejamiento de las Fuerzas Armadas de la primera línea política, sino que se trató del
resultado inesperado de un mal cálculo por parte del poder militar y al que puso fin apenas un año
después volviendo a apoyarse para ello en los movimientos sociales de oposición. Además, la
victoria islamista permitía a los generales volver a usar el discurso del miedo con el qué
hacerse con el poder de nuevo frente Alabama peligro qué suponía una imaginada islamización del
régimen.
¿Cuánto poder tienen las oposiciones? Comparando las Estructuras de Oportunidad de las
Oposiciones Parlamentarias en 21 Democracias. Julian L. Garritzmann Schneckenburgstr. 48, 78467
Constanza, Alemania 2014.Universidad de Constanza; Universidad de Zúrich
Garritzmann, J. (2014) ¿Cuánto poder tienen las oposiciones? Comparando las Estructuras de
Oportunidad de las Oposiciones Parlamentarias en 21 Democracias. Documento Reunión
Anual APSA 2014, Recuperado de:https://ssrn.com/abstract=2453716
- No podemos imaginar un sistema político sin oposición.
- Nada parece distinguir tanto a los regímenes democráticos de los no democráticos como la dicotomía
institucionalizada de gobierno y oposición. Como señaló Dahl en 1966, la existencia de una oposición
puede considerarse “casi como la característica más distintiva de la democracia misma” (Dahl 1966).
- Tras los sucesivos fracasos de los gobiernos y de otras instituciones se ha dejado de razonar en
términos de mayoría versus minoría y se ha impuesto el consenso, que es la condición sine quae non
del éxito de una transición
- “La sociedad tunecina ha sabido cerrar el paso al oscurantismo”, afirma Mouldi Lahmar, catedrático de
sociología de la Universidad de Túnez. “Pese a ser numéricamente débil, la oposición ha hecho frente
al intento de redactar una Constitución ideológicamente sectaria”, añade. Y cuando se votaron
artículos clave, “algunos diputados de la llamada troika [partidos asociados a los islamistas] se aliaron
con la oposición”, recuerda
- Si los islamistas, encabezados por Rachid Ghanouchi, de 72 años, y sus contrarios, dirigidos por Béji
Caid Essebsi, de 87 años, se han sentado a la mesa de diálogo ha sido, en buena media, gracias al
poderoso sindicato Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), que cuenta con cerca de medio
millón de afiliados en un país de diez millones de habitantes.
Alba Rico, S. (2014) Egipto, el golpe de Estado y las revoluciones árabes. Anuario de Movimientos Sociales
2013, Fundación Betiko.
https://fundacionbetiko.org/wp-content/uploads/2014/04/Egipto-el-golpe-de-estado-y-las-revoluciones-%C3%A
1rabes.pdf
- Para el régimen egipcio, los Hermanos Musulmanes siempre han encarnado a su más íntimo enemigo:
un enemigo real, sin duda, pero también funcional tanto en términos de legitimidad exterior como de
regulación de las relaciones de fuerzas internas.
- Las elecciones legislativas, celebradas entre el 28 de noviembre de 2011 y el 11 de enero de 2012,
dan una abrumadora mayoría a los Hermanos Musulmanes y a los otras fuerzas islamistas (en torno al
75%) mientras que los partidos laicos tienen que conformarse con el 22% (en cuanto a los fulul del
antiguo régimen sólo obtienen el 3%). En términos políticos, el resultado apenas cuenta, pues el poder
continúa en manos del ejército, cuyo CSFA se reserva todas las competencias, incluida la de formar
gobierno.
- Historial de violencia que no permite el diálogo y consenso, desde la ilegalización de los Hermanos
Musulmanes, los intentos de golpes de Estado y las promesas incumplidas. Pero en ese momento la
fractura social es ya irreconciliable y, cuando el 21 de noviembre Mursi emite un decreto mediante el
que se otorga poderes especiales durante una semana para poder convocar el referéndum
constitucional sin que los jueces intervengan, la reacción de toda la oposición -de izquierdas, de
derechas y restos del antiguo régimen- es unánime. En los días siguientes arden hasta 28 sedes de
los Hermanos Musulmanes y el 5 de diciembre, pocos días antes del referéndum, se producen
enfrentamientos sangrientos entre partidarios y detractores del presidente Mursi. La nueva constitución
es aprobada por un estrecho margen y una baja participación.
- Pero como fue una revolución democrática, salió a flote la verdadera relación de fuerzas en la zona
-reprimida durante décadas- y las elecciones, allí donde las hubo, llevaron al gobierno a los partidos
islamistas de la órbita de los Hermanos Musulmanes. Tanto la izquierda de la región, avejentada y
estalinista, como los partidos islamistas, que incubaban sueños de califato, cedieron a la presión
popular y adoptaron sinceros programas democráticos.
- Un año después de la inmolación de Mohamed Bouazizi, un modelo parecía imponerse de manera
irresistible en el nuevo mundo árabe en gestación a partir de las intifadas populares: el que debía
llevar al poder, por la vía democrática, a los islamistas “moderados” asociados a la constelación de los
Hermanos Musulmanes.
- el modelo de los Hermanos Musulmanes se ha desmoronado muy rápidamente, pero no como
resultado del fracaso del partido AKP gobernante en Turquía (que acaba de vencer las elecciones
municipales) sino de la intervención contrarrevolucionaria de fuerzas internas y externas, a menudo
enfrentadas entre sí, en el contexto de la región.
- que prometía “democratizar” y estabilizar la región sin rupturas económicas y que contaba por eso con
el apoyo refunfuñón de las potencias occidentales, reveló muy pronto sus limitaciones bajo la triple
presión de la crisis económica global, los conflictos geo-estratégicos y la movilización popular.
- Pero el modelo turco-qatarí recibió el golpe más duro en Egipto, el 3 de julio de 2013, con el brutal
golpe de Estado que derrocó a Mohamed Mursi, dirigente de los Hermanos Musulmanes y primer
presidente civil de la historia de Egipto.
- La posibilidad de una “normalización democrática” a través de la integración de los islamismos
“moderados”, muy real hace sólo un año, se está truncando de la peor manera, a la “argelina”, y hoy
sólo se mantiene viva en un pequeño país del norte de África, Túnez, cuya importancia es más bien
simbólica.
el sistema de representación proporcional maximiza el poder representativo al reflejar, mejor que en otros
sistemas, la composición del electorado en la legislatura, por lo que, en sociedades divididas, el sistema de
representación proporcional, los partidos minoritarios y los grupos significativos de la sociedad tienen una
representación adecuada , algo esencial para la democracia (Şahin, 2022). En sociedades donde hay gran
fragmentación, que tratan de emerger de un régimen inestable, la representación proporcional es más exitosa
en reducir tensiones y promover la paz (Şahin, 2022).
Pargeter, A. (2013). The Muslim Brotherhood. From opposition to power. Londres: Saqi Books
- Despite the fact that the popular uprisings that gripped parts of the Arab world in 2011 were largely
non-ideological in nature, driven largely by youth who came together with no political agenda other than
to oust the authoritarian regimes that had gripped the region more or less since independence, it was
the Brotherhood that was to reap the advantages of the revolutions. p.5
- The Brotherhood has always been a movement of controversy and contradiction that has proved near
impossible to pin down. Indeed, it has always represented a conundrum to those trying to fathom it. It is
a social movement that also functions as a political entity; it is a transnational organisation that
emphasises the independence of its national branches; it projects itself as pacific yet some of its
branches have been directly involved in violent action; it broadly rejects the West and Western values
yet is increasingly anxious to be seen in Western eyes as a moderate organisation that upholds
progressive inclusive values. It is also a movement that has been cloaked in ambiguity and that has
comprised so many different strands and currents that it has struggled to articulate a single stance on
many key issues including violence, the role of women and the role of non-Muslim minorities. p.6
- The Brotherhood came within the tradition of the reformist school that emerged in Egypt in the late
nineteenth century through scholars such as Rashid Rida and Muhammad Abdu who believed that the
only way the Islamic world could meet the challenges posed by Westernisation and modernisation was
to return to the ‘uncorrupted’ values of the Islamic past. The movement soon gathered momentum and
by the 1950s had also developed into a reaction against the modernising secular forces of Arab
nationalism that threatened to unseat traditional conservative religious values. As a result, the
Brotherhood drew much of its support from the classes that feared change, namely the petty
bourgeoisie and the trading and artisan classes.p.6
- Indeed, since its beginnings, it has been a largely reactionary movement, preoccupied by issues of
public morality and the preservation of traditional values. p. 6-7
- It was able to spread in this way because it offered a simple ideology that corresponded with the mood
of the time and that seemed to represent a reassuring beacon of constancy during a period of immense
upheaval in the region. Indeed, its slogan said it all: ‘Islam is the solution.’ p.7
- Despite the Brotherhood’s being the largest and most established opposition movement in the country,
it was the secular youth who, intoxicated by events in Tunisia, seized the moment and risked life and
limb to try to bring revolution to Egypt. p. 181
- the Brotherhood had never been a revolutionary movement. It had always maintained that it was not
seeking to overturn established order but rather that it preferred to concern itself with reforming society
to prepare it for the eventual establishment of the Islamic state. p. 182
- The Brotherhood’s youth elements were not much enamoured with the willingness of their leadership to
strike deals with the Mubarak regime either. Many Ikhwani young felt as though the Brotherhood
leadership had risked compromising the whole revolution by its willingness to negotiate. These
elements, along with other parts of the opposition, refused to compromise and continued to insist that
they would not leave Tahrir Square until Mubarak had gone from office. p. 187
- in April 2011 the Brotherhood set up the Freedom and Justice Party. Three members of the Guidance
Office were appointed to lead this new political venture. Mohamed Morsi was appointed as party head,
Issam al-Ariyan as its deputy and Saad al-Katatni as its secretary-general with all positions valid for a
four-year term. p. 193
- Setting up the Freedom and Justice Party was a bold and decisive move for a movement that had long
been riven with internal debates over the rights and wrongs of establishing a political party. All the more
so given that in the years prior to the revolution, the traditionalists, who advocated shying away from
the political arena, had come to dominate. However, after some heated debates within the movement in
which some brothers argued that the Brotherhood should remain as a jama’a, leaving its members free
to join whichever political party they wanted, the objections to forming a political party, even among the
party traditionalists, seemed to dissipate as quickly as Mubarak himself. p.193
- While this lack of separation was predictable enough, it still frustrated some more reformist-minded
members who had hoped that the revolution would herald a newer, fresher and more open way of
doing politics. Particularly aggrieved at the dominance of the old leadership over the new party were
some Brotherhood youth elements. These young people tried to stand up to the Brotherhood
machinery by holding public conferences at which they challenged the leadership’s way of doing things.
At one such meeting in April 2011, they demanded that the Brotherhood become an official Islamic
society in order for the Freedom and Justice Party to operate as a truly independent body. They also
called for a raft of reforms, including that the Brotherhood separate itself from the international
tanzeem, and, most boldly, that it select a general controller other than the Supreme Guide. Some of
these youth elements became so frustrated that they broke away and formed their own political parties,
such the Hizb al-Tayyar Al-Masri (the Egyptian Current Party). p. 194
- Whilst much was made of these youth elements in the international media, where there were even
suggestions that the Brotherhood might split apart, the movement proved as robust as ever. p. 194
- Although An-Nahda is not officially part of the Brotherhood, it was born out of the same ideological
tradition and shares the same broad ideological outlook. Some of An-Nahda’s leaders are bound to the
Brotherhood’s international structures through their membership in international Brotherhood-oriented
organisations such as the International Union of Islamic Scholars. As such Tunisians proved as
susceptible to the pull of reformist political Islam at the polls as the Egyptians. p. 203
- Although An-Nahda is not officially part of the Brotherhood, it was born out of the same ideological
tradition and shares the same broad ideological outlook. Some of An-Nahda’s leaders are bound to the
Brotherhood’s international structures through their membership in international Brotherhood-oriented
organisations such as the International Union of Islamic Scholars. As such Tunisians proved as
susceptible to the pull of reformist political Islam at the polls as the Egyptians. p. 203
- Moreover, unlike in Egypt that had always been the cradle of political Islamism and where the
Brotherhood was still able to operate on the ground despite being banned, the Tunisian regime allowed
no space whatsoever for the forces of political Islam. p. 203
- Yet, similarly to the Brotherhood, An-Nahda played the transition phase with extreme skill. Most
notably, it positioned itself to appeal to as wide a spectrum of voters as possible. Drawing on its
reputation for moderation, engendered by the more progressive teachings of its leader Sheikh Rashid
al-Ghannouchi who had long insisted that Islam and democracy were compatible, An-Nahda moved
into the middle ground. p. 203
- It purposefully sought to reassure women, for example, asserting that it had no intention of modifying
the personal status code or of imposing the hijab. It even went as far as to field a female candidate,
Souad Abdul Rahim, who chooses not the wear the veil. Indeed, An-Nahda prioritised compromise
giving the impression that it would be a reasonable and inclusive political player. p. 204
- Displaying similar pragmatism, when it became apparent that some of the more ideologically rigid
elements within the party could not conceal their more conservative thinking, the party kept them away
from the media. 56 An-Nahda was thus able to present itself as a unified body with a single cultural
message despite the frictions and factions within the party between the radical and more moderate
strands. p. 204
- An-Nahda positioned itself as the party that would restore traditional values and that would bring Islam
and Arabism back to the heart of Tunisian society. In doing so it was careful to make it clear that it
wanted to build a modern society, but also stressed that this society should be rooted in the country’s
‘authentic’ identity. To this end, rather than raise controversial issues such as polygamy, party members
focused on how to deal with social phenomena such as people being forced to marry late due to
financial hardship and high divorce rates. 57 While such messages may not have appealed to all of the
urban middle class, they certainly attracted enough Tunisians who felt alienated and troubled by the
overt secularism of previous regimes p. 204
Español:
- A pesar de que los levantamientos populares que se apoderaron de partes del mundo árabe en 2011
fueron en gran medida de naturaleza no ideológica, impulsados en gran medida por jóvenes que se
unieron sin otra agenda política que la de derrocar a los regímenes autoritarios que se habían
apoderado de la región más o menos desde la independencia, fue la Hermandad la que cosechó los
frutos de las revoluciones. p.5
- La Hermandad siempre ha sido un movimiento de controversia y contradicción que ha resultado casi
imposible de precisar. De hecho, siempre ha representado un enigma para quienes intentan sondearlo.
Es un movimiento social que también funciona como entidad política; es una organización
transnacional que enfatiza la independencia de sus ramas nacionales; se proyecta como pacífico pero
algunas de sus ramas han estado directamente involucradas en acciones violentas; rechaza
ampliamente Occidente y los valores occidentales, pero está cada vez más ansiosa por ser vista a
ojos occidentales como una organización moderada que defiende valores inclusivos progresistas.
También es un movimiento que se ha visto envuelto en la ambigüedad y que ha integrado tantos hilos
y corrientes diferentes que ha luchado por articular una sola postura sobre muchos temas clave,
incluida la violencia, el papel de la mujer y el papel de las minorías no musulmanas. pág.6
- De hecho, desde sus comienzos, ha sido un movimiento en gran medida reaccionario, preocupado por
cuestiones de moralidad pública y la preservación de los valores tradicionales. pag. 6-7
- Pudo difundirse de esta manera porque ofrecía una ideología simple que se correspondía con el
estado de ánimo de la época y que parecía representar un faro tranquilizador de constancia durante
un período de inmensa agitación en la región. De hecho, su eslogan lo decía todo: “El Islam es la
solución”. p.7
- A pesar de que la Hermandad es el movimiento de oposición más grande y establecido del país, fue
la juventud secular la que, intoxicada por los acontecimientos en Túnez, aprovechó el momento y
arriesgó la vida y las extremidades para tratar de llevar la revolución a Egipto. pag. 181
- la Hermandad nunca había sido un movimiento revolucionario. Siempre había sostenido que no
buscaba derrocar el orden establecido, sino que prefería preocuparse por reformar la sociedad para
prepararla para el eventual establecimiento del estado islámico. pag. 182
- Los elementos juveniles de la Hermandad tampoco estaban muy entusiasmados con la voluntad de su
liderazgo de llegar a acuerdos con el régimen de Mubarak. Muchos jóvenes Ikhwani sintieron que la
dirección de la Hermandad se había arriesgado a comprometer toda la revolución por su disposición a
negociar. Estos elementos, junto con otras partes de la oposición, se negaron a comprometerse y
continuaron insistiendo en que no abandonarían la plaza Tahrir hasta que Mubarak dejara el cargo.
pag. 187
- en abril de 2011 la Hermandad creó el Partido Libertad y Justicia. Tres miembros de la Oficina de
Orientación fueron designados para liderar esta nueva aventura política. Mohamed Morsi fue
designado como líder del partido, Issam al-Ariyan como adjunto y Saad al-Katatni como secretario
general con todos los cargos válidos por un período de cuatro años. pag. 193
- Establecer el Partido Libertad y Justicia fue un movimiento audaz y decisivo para un movimiento que
durante mucho tiempo había estado dividido por debates internos sobre los aciertos y errores de
establecer un partido político. Tanto más cuanto que en los años previos a la revolución, los
tradicionalistas, que propugnaban alejarse de la arena política, habían llegado a dominar. Sin
embargo, después de algunos acalorados debates dentro del movimiento en los que algunos
hermanos argumentaron que la Hermandad debería permanecer como una jama'a, dejando a sus
miembros la libertad de unirse al partido político que quisieran, las objeciones a la formación de un
partido político, incluso entre los tradicionalistas del partido , pareció disiparse tan rápido como el
propio Mubarak. pág.193
- Si bien esta falta de separación era lo suficientemente predecible, aún frustraba a algunos miembros
de mentalidad más reformista que esperaban que la revolución anunciara una forma más nueva,
fresca y abierta de hacer política. Particularmente agraviados por el dominio del antiguo liderazgo
sobre el nuevo partido estaban algunos elementos juveniles de la Hermandad. Estos jóvenes trataron
de hacer frente a la maquinaria de la Hermandad mediante la celebración de conferencias públicas en
las que desafiaron la forma de hacer las cosas de los líderes. En una de esas reuniones en abril de
2011, exigieron que la Hermandad se convirtiera en una sociedad islámica oficial para que el Partido
Libertad y Justicia operara como un organismo verdaderamente independiente. También pidieron una
serie de reformas, incluida que la Hermandad se separe del tanzeem internacional y, más
audazmente, que seleccione un controlador general que no sea el Guía Supremo. Algunos de estos
elementos juveniles se sintieron tan frustrados que se separaron y formaron sus propios partidos
políticos, como el Hizb al-Tayyar Al-Masri (el Partido de la Corriente Egipcia). pag. 194
- Si bien se habló mucho de estos elementos juveniles en los medios de comunicación internacionales,
donde incluso hubo sugerencias de que la Hermandad podría dividirse, el movimiento demostró ser
tan sólido como siempre. pag. 194
- Aunque An-Nahda no es oficialmente parte de la Hermandad, nació de la misma tradición ideológica y
comparte la misma perspectiva ideológica amplia. Algunos de los líderes de An-Nahda están
vinculados a las estructuras internacionales de la Hermandad a través de su membresía en
organizaciones internacionales orientadas a la Hermandad, como la Unión Internacional de Eruditos
Islámicos. Como tal, los tunecinos demostraron ser tan susceptibles a la atracción del Islam político
reformista en las urnas como los egipcios. pag. 203
- Además, a diferencia de Egipto, que siempre había sido la cuna del islamismo político y donde la
Hermandad aún podía operar sobre el terreno a pesar de estar prohibida, el régimen tunecino no
permitió espacio alguno para las fuerzas del islamismo político. pag. 203
- Sin embargo, al igual que la Hermandad, An-Nahda jugó la fase de transición con extrema habilidad.
En particular, se posicionó para atraer a un espectro de votantes lo más amplio posible. Basándose en
su reputación de moderación, engendrada por las enseñanzas más progresistas de su líder, el jeque
Rashid al-Ghannouchi, quien había insistido durante mucho tiempo en que el Islam y la democracia
eran compatibles, An-Nahda se movió hacia el término medio. pag. 203
- Deliberadamente buscó tranquilizar a las mujeres, por ejemplo, afirmando que no tenía intención de
modificar el código de estatus personal o de imponer el hiyab. Incluso llegó a presentar a una
candidata, Souad Abdul Rahim, que opta por no llevar el velo. De hecho, An-Nahda priorizó el
compromiso dando la impresión de que sería un actor político razonable e inclusivo. pag. 204
- Mostrando un pragmatismo similar, cuando se hizo evidente que algunos de los elementos
ideológicamente más rígidos dentro del partido no podían ocultar su pensamiento más conservador, el
partido los mantuvo alejados de los medios. 56 An-Nahda pudo así presentarse como un cuerpo
unificado con un único mensaje cultural a pesar de las fricciones y facciones dentro del partido entre
las tendencias radicales y más moderadas. pag. 204
- An-Nahda se posicionó como el partido que restauraría los valores tradicionales y que devolvería el
islam y el arabismo al corazón de la sociedad tunecina. Al hacerlo, tuvo cuidado de dejar en claro que
quería construir una sociedad moderna, pero también enfatizó que esta sociedad debería estar
arraigada en la identidad "auténtica" del país. Con este fin, en lugar de plantear temas controvertidos
como la poligamia, los miembros del partido se centraron en cómo lidiar con fenómenos sociales como
las personas que se ven obligadas a casarse tarde debido a las dificultades financieras y las altas
tasas de divorcio. 57 Si bien tales mensajes pueden no haber atraído a toda la clase media urbana,
ciertamente atrajeron a suficientes tunecinos que se sintieron alienados y preocupados por el laicismo
manifiesto de los regímenes anteriores p. 204
- An authoritarian system exists because the government is politically stronger than the opposition. It is
replaced when the government becomes weaker than the opposition. Hence replacement requires the
opposition to wear down the government and shift the balance of power in its favor.
- A popular image of democratic transitions is that repressive governments are brought down by "people
power, " the mass mobilization of outraged citizens demanding and eventually forcing a change of
regime. Some form of mass action did take place in almost every third wave regime change. Mass
demonstrations, protests, and strikes played central roles, p.146
- Before the fall, opposition groups are united by their desire to bring about the fall. After the fall,
divisions appear among them and they struggle over the distribution of power and the nature of the
new regime that must be established. p.148
- a system is undemocratic to the extent that no opposition is permitted in elections, or that the
opposition is curbed or harassed in what it can do, or that opposition newspapers are censored or
closed down, or that votes are manipulated or miscounted. 7-8
- Hence opposition to the party amounted to treason to the state. To legitimize opposition to the party it
was necessary to establish some other identity for the state. 118
- Moderates and radicals had a common interest in bringing down the existing regime and getting into
power but disagreed about what sort of new regime should be created. Reformers and moderates had
a common interest in creating democracy but often divided over how the costs of creating it should be
borne and how power within it should be apportioned. 122
- The three crucial interactions in democratization processes were those between government and
opposition, between reformers and standpatters in the governing coalition, and between moderates
and extremists in the opposition. In all transitions these three central interactions played some role. The
relative importance and the conflictual or cooperative character of these interactions, however, varied
with the overall nature of the transition process.123-124
- In replacements, the interactions between government and opposition and between moderates and
extremists were important; the opposition eventually had to be stronger than the government, and the
moderates had to be stronger than the extremists. 124
- Democratization consequently results from the opposition gaining strength and the government losing
strength until the government collapses or is overthrown. The former opposition groups come to power
and the conflict then often enters a new phase as groups in the new government struggle among
themselves over the nature of the regime they should institute.
- The central procedure of democracy is the selection of leaders through competitive elections by the
people they govern. 6
- Elections, open, free, and fair, are the essence of democracy, the inescapable sine qua non.9
- Governments produced by elections may be inefficient, corrupt, shortsighted, irresponsible, dominated
by special interests, and incapable of adopting policies demanded by the public good. These qualities
may make such governments undesirable but they do not make them undemocratic. 10
- Democratic systems, however, renew themselves through elections, which make it possible for a new
coalition to come to power with new policies and new promise for the future. In contrast, self-renewal is
a major problem for authoritarian regimes, and the absence of mechanisms for self-renewal contributes
significantly to the erosion of the legitimacy of those regimes.48
- Elections are the way democracy operates. In the third wave they were also a way of weakening and
ending authoritarian regimes. They were a vehicle of democratization as well as the goal of
democratization. Democratization was brought about by authoritarian rulers who, for one reason or
another, ventured to hold elections, and by opposition groups who pushed for elections and
participated in them. 174
- nondemocratic regimes do not have electoral competition and widespread voting participation 12
- The confidence of authoritarian rulers that they could win the elections they sponsored was
undoubtedly further bolstered by the extent to which they felt they could manipulate electoral
procedures.182
- authoritarian rulers often rigged elections by establishing electoral systems highly favorable to the
government, by harassing and intimidating the opposition, and by employing government resources in
the campaign. If carried to an extreme, of course, these tactics ensured the government's victory but
made a mockery of the election 183
- Selecting rulers through elections is the heart of democracy, and democracy is real only if rulers are
willing to give up power as a result of elections. The first electoral turnover often has symbolic
significance. 267