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de la Teoría
educativa
Revisiones didácticas en
el diseño competencial
INTRODUCCIÓN
1
De esta manera, se propende por un proyecto de aprendizaje psico-cultural que consiga el esfuerzo
personal de los seres humanos por formarse de la manera más adecuada y competente con el fin de
reunirse los unos con los otros en el espacio social que posibilite la igualdad, la libertad y la fraternidad
de todos los encontrados (Artículo 1 de la Declaración de Derechos Humanos (1948)
2
El diseño instruccional propuesto puede ser utilizado para quienes deseen transitar de una modalidad
presencial a una virtual, mejorar lo que hay con herramientas TIC o estratégicamente con modelos
disruptivos contra la iteración.
la instrucción y los hallazgos referenciales al respecto. La enseñanza condiciona a hacer
un proceso de retroalimentación de base, atendiendo a otros modelos y con el apoyo
necesario que permita el aprendizaje. La estrategia en un nuevo paradigma de
Educación Superior, favorece la vitalidad académica hasta el punto que, redes de
académicos orientadas a la innovación de las prácticas docentes en el aula, facilitan la
construcción colectiva del conocimiento.
3
El Gobierno trata de maquillar la controversia con el Consejo Nacional de Competitividad, el
Viceministerio de Economía para la Competitividad, la Mesa de Competitividad y el Comité Consultivo
del Sistema de Ventanilla Única de Comercio, y derivadas.
4
A Barnett (2001:32) le preocupa que estemos abandonando una clase de cerrazón para embarcarnos en
otra. Y es que el cambio consiste, esencialmente, en pasar del conocimiento como contemplación al
conocimiento como operación".
5
La cláusula de no competencia constituye una típica obligación de no hacer, es decir, donde se
compromete a no hacer determinadas acciones, particularmente no competir ni contradecir.
6
La norma UNE 66173 (2003, p. 4) entiende por competencia el conjunto de "atributos personales y (la)
aptitud demostrada para aplicar conocimientos y habilidades".
El contexto nos lleva a la calificación pragmática de la competencia, aplicando una
escala discreta de calidad,7 pues el asunto se encuentra dificultado entre “competencias
o pensamiento práctico”. Ya sabemos que lo académico no aporta capacitación alguna
al ser memorizados y evaluados los contenidos, precisamente porque estos se erosionan
en la memoria. Entonces, ante las políticas educativas en la sociedad basada en la
información, la formación del conocimiento requiere convivir en contextos sociales
heterogéneos, cambiantes, inciertos y saturados de información, caracterizados por la
supercomplejidad y de planteamientos que estiman que la funcionalidad es la meta de
toda educación. En este flujo de habilidades prácticas (pp. 77–78) se apoya el proyecto
DeSeCo para definir competencia como "la capacidad de responder a demandas
complejas y llevar a cabo tareas diversas de forma adecuada. Visto así, los rasgos
diferenciales de las competencias contienen un carácter integrador, abarcando
conocimientos, habilidades, emociones, valores y actitudes sociales (Pérez Gómez) En
síntesis, un saber que se aplica no de forma mecánica sino reflexiva puede ser una base
para elevar los niveles de competencias en un determinado país, pero no su nivel
intelectual ni ético.8
7
José Gimeno señala que lo aprendido puede ser empleado como recurso o capacitación adquirida en el
desempeño de cualquier acción humana, en las de carácter manual y también en las conductuales (ejercer
determinados comportamientos) intelectuales (utilizar una teoría para interpretar un suceso o fenómeno)
expresivas o de comunicación (emitir mensajes), de relación con los demás (dialogar) Pedir competencia
en estos casos es reclamar, simplemente, efectividad de lo que se pretende en la educación.
8
Eraut, en 1994 cuestionaba todo aquello que se refiere al contexto sociocultural como también a los
avances de la teoría del aprendizaje no exclusivamente psicológica. Mientras que J. Torres, sociólogo de
la educación, señala que la modernización psicologicista de las políticas educativas ha propiciado que en
educación se deje al margen el análisis más crítico de los contenidos a enseñar y a aprender en las
escuelas, centrándose prioritariamente en las capacidades.
La integración en los diferentes escenarios de aprendizaje y desempeño es una síntesis
de las experiencias que pueden ser referenciadas sobre Ejes formativos basados en
incompetencias. Su tránsito beneficia mediante acciones de diversa índole, sin
necesidad de programaciones ni taxonomías. Véase, el conocimiento y la habilidad son
los máximos depositarios del poder y la acción colectiva, siempre interrelacionados con
los sistemas operativos y el trabajo en equipo. La educación formal, clave para la
optimización del aprendizaje continuo, redefine las habilidades y competencias,
teniendo en cuenta las condiciones de incertidumbre, inmersas en redes de
administración horizontal. El hecho es que se espera hacer aportes valiosos
estableciendo relaciones cruzadas, ambiguas y a veces reaccionarias, pues una
capacidad adquirida no termina de ser una garantía social. En este caso, competencia y
calificación laboral abarcan no sólo las capacidades necesarias, sino la predisposición a
romper la incompetencia lastrada tradicionalmente con un enfoque holístico y elíptico
en situaciones de riesgo. En una compleja combinación de condiciones lo natural es
disponer de conocimientos, destrezas y aptitudes necesarios para ejercer el liderazgo
meritorio. La norma es sustituida por la transferencia de un ámbito laboral a otro,
entendiendo que la realización de una variada gama de actividades, a menudo
técnicamente complejas, requiere responsabilizarse en materia de análisis y
diagnósticos, diseño, planificación, ejecución y evaluación.
La lógica en el ámbito complejo permite saber encadenar unas instrucciones con las que
explicarse y demostrarse independientemente. Los contenidos son tan competenciales
como la instrumentalización de ambos, en tanto en cuanto el pensamiento necesita
articular un proceso de elaboración para entender desde una visión sistémica, lo que
representa una propuesta de corte socio constructivista. La reforma educativa, apenas
sirve para diseñar opciones menudas en los albores de la modernidad, que sólo buscan
esa respuesta de consenso y de reparto de funciones. Pero la nueva didáctica,
obsesionada con la consecución de competencias acumulables, pervierte el sentido
formativo del trabajo educativo. Este esquema se encuadra en un macroproceso y en
diversos niveles de especificidad (Merterns, 1997) desagregando la capacidad
instructiva de la perspectiva de competencia como proceso. Al final se sustituye la
omnipresencia de un método por otro, aparentemente recomendable en la mayor parte
de propuestas de construcción de planes y programas internacionales.
Para identificar los nortes de una sociedad progresista, tan similar a la liberal en sus
formas, la formación de los profesionales y ante la pérdida de la universalidad del
conocimiento por la universidad técnica, queda expuesta a todo tipo de ensayos y de
sistemas de aprendizaje. Por otro lado, la carencia en asignaturas de corte en la
excelencia, para atender los problemas propios, nos hace vulnerables ante las
condiciones de trabajo y el derecho. La falta de apoyo para las prácticas educativas con
logros ha sido un problema de construcción debidamente planificado. Entonces, como
habrá varias visiones para condicionar o determinar una diversidad de acciones, la
noción del problema comprende así el sentido de la reforma curricular. Más bien lo que
implica su carácter profundamente transformador es simplemente que funcione, pues ya
no importa el ser intelectual, ajeno a la universalidad, sino responder a las demandas del
ambiente. El método, la base en este caso del paradigma de la complejidad, se anuncia
en términos de estrategia del conocimiento, revelando la aptitud de las competencias
para emprender una acción en la incertidumbre.
2. Deconstrucción del concepto de no competencia
Hasta ahora los programas de investigación giran sobre sí, reemplazando al discurso con
tal claridad que, el marco analítico toma en cuenta los cambios en la condición de la
membresía y la comunicación social. Asumiendo la obsesiva patología de occidente por
dominar el planeta, globalizando los campos de acción de interculturalidades frente a
heterogeneizadores, no se puede armonizar la desigualdad bajo ningún concepto dentro
de un organigrama meramente económico. Un planteamiento de identidades
particularistas acepta el enfoque del análisis del sistema, plantea una convergencia en el
cambio evolutivo de las sociedades y tolera un realismo científico, pero sin perder la
autonomía cultural y el sentido identidad colectiva. Ahora, el sentido de una
glocalización en términos formativos, integra los sistemas sociales como componente de
las civilizaciones axiales, que iría de la mano con la universalización de la
particularización.
9
Reueven Feuerstein ¿Sabés qué es la Teoría de la modificabilidad cognitiva? Associazione “Insieme
Intelligenti”
generalidad. El enfoque integrado debe diseñarse en función de promover el desarrollo
de ciertos atributos, habilidades, conocimientos, actitudes y valores; todos ellos
amparados por la lógica formal, a la vez que cuestionados por la bioética estética. La
competencia de la acción se hace posible y factible, no solo porque seamos competentes
de diferentes maneras, supone por qué no, ser capaz ante todo de realizar un conjunto de
actividades según ciertos criterios deseables. Claro que la noción de competencia es
inseparable de la acción (Gallart, 1997) se considera a mitad de camino entre los saberes
y las habilidades concretas.
La teoría científica tiene un problema cuando afirma algo sin contar con las derivadas y
sin contar con los otros resultados. La duda, una vez considerada como la verdad más
pedagógica, dado que permite reconocer su extrema insuficiencia, rehabilita a la mente
en la misión de profundizar en el sentido de las cosas. Ante los sesgos cognitivos, lo
mejor es aprovechar los errores del pensamiento para variar su perspectiva, ya que de
alguna forma al no estar de acuerdo se abre la posibilidad de percibir la cuestión con
menos inconvenientes. Por ejemplo, si los atajos de nuestra mente llevan a materializar
una respuesta rápida, lo probable es incurrir en consecuencias superficiales
incompatibles con el espíritu de la competencia multitarea. Es óbice que, en función de
cada habilidad hay una proporcionalidad científica, que más que cuantificable, es una
forma de mejorar el conocimiento del capital humano y la capacidad para reconocer las
carencias propias.
En todo caso, la formación continua solo se entiende desde una humildad pragmática
con la que la curiosidad será in crescendo, o no será. Se trata de comprender con total
nitidez el alcance de la razón, de sus aristas y la cercanía de la próxima discrepancia.
Toda vez que, la materia de investigación, reflexión o asimilación, no es lo suficiente
inequívoca o plausible, existe el riesgo de pertenecer a ese 80% que piensa que esta
entre el 20% más inteligente (Principio de Meta-Pareto) Aun así, resulta desalentador el
dato o “Principio de Peter” cuando afirma que “En una jerarquía, todo empleado tiende
a ascender hasta llegar a su nivel de incompetencia” Y es que cuando surgen dudas
respecto a la valía de un argumento o capacidad, tanto la falta de formación, preparación
o adaptación, como una actitud despreocupada, manifiesta y a voluntad, quizá la
sensación no pase de lo que, en realidad significa la sensación de incompetencia.
No hay una definición diagnóstica que certifique un impacto negativo mayor o menor,
pues la verdad siempre será especulativa, 10 en una proporcionalidad acorde con el
«síndrome del incompetente» de forma que, la intervención inclusiva sobre los límites
de lo posible, es muy probable que requiera de programaciones totalmente distintas. Es
importante ser consecuentes con los resultados, pero muy intuitivos con las demandas,
pues el mejor escenario suele darse en la posición del ilustrado, no desde la posición del
iluminado o de hiperrealidad.11 En este sentido es preciso introducir cambios a nivel de
los procesos de cognición y también a nivel de los procesos de formación de la
personalidad. 12 Si los conocimientos son una condición necesaria para la competencia,
la situación la reduciremos de lo complejo a lo simple mediante operaciones mentales
complejas, con especial hincapié en la transferencia y en la movilización de
conocimientos en variadas situaciones problemáticas. El desarrollo de estas habilidades
es la propia exploración y conciencia cultural, y conforme los profesionales sean más
conscientes de sus propias ideas, valores, concepciones y estereotipos, tenderán a
10
Ley de Clarke: Cuando un científico eminente pero anciano afirma que algo es posible, es casi seguro
que tiene razón. Cuando afirma que algo es imposible, muy probablemente está equivocado.
11
Para Daniel Comín: Una cosa es sentir que eres incapaz de afrontar una determinada situación, y otra
muy diferente es sentir que eres incapaz de afrontar tu propia existencia.
12
La competencia cultural es un constructo complejo y no sólo por las múltiples dimensiones que la
configuran, sino también porque es al mismo tiempo un proceso y un resultado (Martínez y Calzado) Sin
ser consciente de los valores de nuestra propia cultura y sus implicaciones prácticas, corremos el riesgo
practicar una imposición cultural (Leininger, 1978)
proyectar en menor medida sus propios valores culturales, por lo que se volverán más
eficientes (Sue, Ivey y Pederson, 1996)
Hasta ahora los contenidos de aprendizaje establecen las condiciones metodológicas que
indican la condición de calidad. En cambio, la formulación de una competencia se hizo
en base a propiciar cambios sustanciales que fueran aplicables al conocimiento con
técnicas de resolución de conflictos. Quedarían en ese caso exentas todas las categorías
humanísticas y específicas, pues la teoría como objeto conceptual sería incompatible e
incompetente ante la vorágine tecnológica de la robótica. Claro que, siempre que se
desprecia se está condenado a la restauración y, en consecuencia, la condición de
referencia ha de evidenciar rasgos observables en el desempeño, así como el
lineamiento inteligente respecto del contexto social, histórico y académico, que tanto
esfuerzo verbaliza. La teoría tiene una finalidad, luego es práctica de referencia, al igual
que la competencia carece de incompetencia en el uso correcto de los indicadores de
logro.
13
Para Kierkegaard la libertad debe ser practicada y sobre todo vivida, en la libertad de elección, cuyo ser
consiste precisamente en la subjetividad, subjetivo singular. Este proceder a partir del análisis intuitivo de
los objetos, tal como son dados a la conciencia cognoscente, busca inferir los rasgos esenciales de la
experiencia y lo experimentado.
Idoneidad con el diseño instruccional
La educación como parte del sistema, presenta una resistencia al cambio mediante
abstracciones inmotivadas, y en clara disonancia con la hilación de ideas hábiles para su
propia pedagogía. Puede ser particularmente interesante generar cambios en las
actitudes, para interpretar y comprender el mundo real, tomando en cuenta las
directrices y lineamientos curriculares y su relación con el aprendizaje significativo.
Para desarrollar la capacidad intelectual, el concepto de habilidades del pensamiento se
refiere a conocer, reconocer, organizar y utilizar el conocimiento. Pues bien, razonar,
pensar de manera crítica, modificará las estructuras intelectuales, acomodando
desarrollo cognoscitivo y experiencia desde una posición eminentemente interesada. El
sujeto, aprende a pensar y a aprender, en tanto en cuanto considera inefectivo un modelo
pedagógico que le es ajeno, lejano y hasta ofensivo. Solo puede ser responsable de su
autonomía cognoscitiva, a partir de la información que proporciona el contexto y la
modulación singular con la que construye su escala de valoraciones personales. El
mundo no se puede reducir a la teoría triádica de la inteligencia y las habilidades de
pensamiento, porque la incompetencia de analizar la cultura educativa, no solo, no
implementa las estrategias didácticas adecuadas, representa una amenaza para poder
identificar interferencias en el proceso de aprendizaje y analizar sus posibles causas.
14
La innovación se ha logrado al convertirse los docentes-tutores y estudiantes en protagonistas de la
formación en el diseño de medios y el uso inteligente de la plataforma para el análisis del saber-hacer
psicopedagógico (http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:500888/Medina.pdf)
Diagnóstico de aprendizaje entre competencias nulas
15
La parte correspondiente a las preguntas abiertas se estudia con técnicas de análisis de contenido,
predominando los conceptos relativos a la integración de medios, la identidad profesional y la
planificación, mientras que las competencias que muestran menor intensidad en las narrativas son la
innovación y la interculturalidad.
16
Las competencias docentes: diagnóstico y actividades innovadoras para su desarrollo en un modelo de
educación a distancia (Dominguez, Leví, Medina y Ramos)
17
En la planificación de las asignaturas se contemplan de manera similar las circunstancias que hacen
referencia a la ubicación de la materia en su contexto: plan de estudios, título, evidencias científicas y
competencias de los alumnos.
complementaría saberes y aprendizajes, a través del abordaje de diferentes registros y de
involucrar conocimientos y procedimientos de otras áreas del conocimiento.
18
Rafael Porlán (1997) afirma: La investigación en la escuela, al estar apoyada en un proceso de
negociación constructivo e interactivo, entre alumnos, profesores y contexto natural, social y cultural,
evita en gran medida las disfunciones y esquizofrenias pedagógicas entre lo formal y lo real, lo académico
y lo experiencial de la enseñanza tradicional. (p. 101)
procesos de transición desde el punto de vista de la formación19 y de las políticas
institucionales. En cambio, la identidad profesional es una construcción singular,
de libre configuración y abierta a un proceso relacional, donde se ostentan
privilegios basados en la autonomía. La interacción permite la construcción
identitaria en el abordaje de momentos formales e informales de interacción,
colaboración y trabajo conjunto. Pero la política educativa se rige por los
programas y planes de estudio, algo que debe resolverse antes de que los
principales problemas, necesidades y deficiencias sean la herencia frente a la
necesidad de una formación más diversificada, en varias disciplinas, bajo el
dominio de bases de datos poderosas y nuevas ayudas tecnológicas, además de
las habilidades administrativas y sociales.
19
En palabras de Martínez (2014: 10) “no se trata solo del desarrollo de estrategias docentes, sino de
desarrollar las dimensiones que como persona tiene el profesor o profesora y que hace posible que la
enseñanza que imparta influya eficazmente en el aprendizaje de sus estudiantes”.
20
http://dx.doi.org/10.18800/educacion.201602.001
21
Para Seré (2002) la construcción del conocimiento científico escolar no radica en la herramienta
misma, sino que está supeditada en gran medida a la forma y el momento en el cual el docente las emplea
en los procesos de mediación.
22
Aguilar y Viniegra (2003) Montero (1997) Rozada (2007) Korthagen (2007, 2010) y Zeichner (2010)
citados por (Álvarez, 2012)
La actividad docente, en gran medida no fomenta el desarrollo de una autonomía
personal y esto es un fraude de ley. Schön (1983) invita a asumir la práctica inteligente
como una aplicación del conocimiento a las decisiones instrumentales, no vaya a ser que
la finalidad de un saber propio sea incompetente, técnicamente hablando. La reflexión
desde la acción por instinto no es incompetente de ningún modo, implica establecer
varios momentos durante la misma, la implementación de diferentes materiales
didácticos en los procesos de la mediación didáctica y la reflexión como parte
fundamental en la formación docente. En este sentido, no se atiende a los niveles de
ayuda necesarios, mientras que la gestión del acompañamiento pedagógico se configura
a partir de la relación dialéctica que se establece entre la identificación de la necesidad,
la comprensión del acto y la disposición supervisada. Esta supervisión pedagógica
requiere énfasis en los conocimientos, los métodos, procedimientos, y medios con los
que delimitar las dificultades.
La participación autónoma en un centro docente tiene por objetivo enfrentarse con éxito
a una tarea en un contexto determinado. Con esta expresión la idea de competencia se
asemeja al enfoque conductista en razón de la evidencia, a través de la constatación de
su existencia en la actuación o inferencia. La globalización implica un mayor acceso a
la educación, la incorporación de nuevos métodos de enseñanza, pero desde una mirada
más autónoma. Al haber más recursos la inserción de las competencias privilegia el
aprendizaje en estrategias didácticas que recuperan la experiencia, no la inteligencia de
la lógica. Con la implementación digital la circulación y protección del conocimiento se
traslada al contexto social mediante acciones de innovación científica y tecnológica que
transforman supuestamente la realidad. El escenario de un conjunto de competencias
específicas combina la calificación adquirida mediante la formación técnica y
profesional, el comportamiento social, la aptitud para trabajar en equipo, la capacidad
de iniciativa y la de asumir riesgos" (Delors, 1996, p. 94) A todo esto, habría que
reconocer que la noción de competencia es imprecisa, pues deriva de la dificultad de
integrar la finalidad pedagógica con la sensibilidad cognitiva. La competencia apenas es
un producto de un aprendizaje al concentrase solo en la habilidad y los recursos, al
margen del saber declarativo y timorato ante la complejidad deontológica.
En este estudio, donde la capacidad de reunir e interpretar con claridad las ideas,
conocimientos, problemas y soluciones, sustituye el término de calificación por el de
formación por competencias, se subraya una teoría del conocimiento y una manera de
relacionarlo en una disposición estratégica. Claro que, no basta con desarrollar nuevas
capacidades, sino de las habilidades necesarias que debieran ser adquiridas
tempranamente en el sistema educativo para hacer frente a las exigencias del cambiante
mundo del trabajo. Según la comisión de educación para el siglo XXI de la UNESCO,
una nueva formación educativa considera al mismo tiempo la capacidad de gestión, la
capacidad de aprender y la capacidad de trabajo grupal; por lo que se deriva una
relación directa entre los cambios tecnológicos y la organización de la competencia. Las
habilidades técnicas abarcan la capacidad de aprender por su propia cuenta, de
reestructuración productiva y de asumir una práctica de aprendizaje permanente. La
cuestión introduce el concepto de trabajo fundado en el conocimiento, en la perspectiva
de adecuar su organización y funcionamiento en respuesta a los nuevos desafíos
sociales. De manera que, ciencia y la tecnología pretenden hacer frente a los desafíos de
competitividad por medio de un patrón de acumulación y de control económico.
El profundo cambio social, además de invalidar la noción misma de competencia, dada
su eventualidad, ha colocado al discente en un escaparate de recalificación permanente,
bajo la amenaza de la idea de progreso, si se tienen condiciones de liderazgo. La
educación no tiene respuesta para este depredador disparate, por lo menos para quienes
no son capaces de adaptarse o adecuarse a las condiciones que ofrece este nuevo
escenario. Esto aumenta un contingente de seres hacia una inclusividad ficticia y hacia
una incompetencia clasista, que tarde o temprano alcanzará a todo el sistema. Entonces,
frente al acceso restringido al conocimiento y al mercado, particularmente en una
tentativa de máxima racionalización de la producción y la formación, no habrá más
remedio que universalizar el potencial autónomo y ver, si la eficacia por la vía del
control y el autocontrol, facilitará la planeación y diseños productivos en entornos más
flexibles y ecuménicos. Este tipo de análisis evidencia una racionalidad instrumental
que siempre estará al servicio del conocimiento y el uso inteligente de la gestión y no al
revés.
La
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