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RESUMEN
Palabras claves: Cantinera, Guerra del Pacífico, indígena, Rabonas, repase, sacrificio.
ABSTRACT
Rabonas, generally, marched at the end of the column of the infantrymen, they prepared the food
and attended to their husbands, couples, relatives or children; they repaired, patched and reinforced
uniforms for their best resistance against unequal combat, in addition, they performed other
domestic tasks. This is how they played the role of cooks, nurses, logistical support, sanctifying
religious, mothers, counselors, water carriers, burials and lovers of their couples or husbands.
Then, due to the involuntary situation due to the bloodthirsty attack of the enemy that did not
respect even children, youth or women; they will largely be left alone, single mothers or widows
with orphans, mothers without children or husband, women with family burden and, among others,
orphans. The brave indigenous, mostly illiterate, made their own history, and although they had no
names and surnames, we should consider them as deserving of honor and as representatives of a
true social culture and role model. Through these lines, tribute is paid to our Panaycunas (sisters, in
quechua).
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Escuela Profesional de Historia. Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann. Tacna-Perú. E-mail:
nelly2195villacaqui@gmail.com
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INTRODUCCIÓN
representa y tampoco figura el nombre de
Según la historia nacional, el rol de las alguna mujer. En el museo de sitio, entre
Rabonas, valerosas mujeres, trasciende la algunos de los objetos de exposición
época republicana. Se menciona, en algunas existentes como son los restos de humanos,
obras, que esta tradición es prehispánica, los uniformes, algunos restos de armamento,
incas solían combatir junto con sus mujeres. utensilios personales y vituallas de guerra,
Por ejemplo, Mama Huaco estuvo presente en entre otros, merece estar también una falda o
la fundación del imperio incaico, este es un pollera, una chaqueta que posiblemente
caso conocido por algunos textos como el perteneció a una tacneña corajuda que tuvo un
relato del cronista Sarmiento de Gamboa rol protagónico cuyo aporte fue de gran
(1943), mencionado en los ensayos de ayuda, como apoyo al militar, al luchador
historia andina de María Rostorowsky (2006). indígena o a algún familiar, teniendo en
cuenta que para aquel tiempo el ejército
peruano todavía era informal y no
En el transcurso del siglo XIX, se produjeron
institucionalizado. Algunos comentarios en
diversas luchas por alcanzar la liberación del
diversos escritos dan a conocer que muchas
yugo español, enfrentamientos y resistencias
de ellas quedaron tendidas sin vida al lado de
desiguales tanto en instrucción, número de
su esposo repasado por el ejército enemigo.
defensores, logística, tecnología en los
armamentos, así como con el uso de la A fines de la década de 1830, el viajero suizo
pólvora, entre otros acontecimientos, muchas Johann Jakob von Tschudi escribió: “En los
veces, infructuosos por falta de unidad entre ejércitos hay casi siempre tantas mujeres
los peruanos. Sin embargo, quienes siempre como hombres. Cuando Santa Cruz entró en
estuvieron presentes en los buenos momentos Lima, su ejército consistió de 7,000 hombres
y en las guerras o enfrentamientos fueron las seguidos por 6,000 mujeres” (Méndez, 2006).
conocidas mujeres acompañantes. Se cree que
esta costumbre de las mujeres quechuas, Es posible que la denominación “Rabona” se
collas, entre otras, de ir detrás de sus seres utilizara en Bolivia y Perú. En Chile, se
queridos, es antigua y que aún persiste como llamaba cantinera a la mujer que solía
práctica en algunas zonas del país, acompañar a los soldados de infantería. Pero,
marcadamente entre quechuas y aimaras. Es a diferencia de las peruanas o bolivianas, las
así que, desde los diversos movimientos de cantineras eran contratadas y percibían, por
resistencia, las campañas de independencia, tanto, un sueldo, vestían uniformes de su
enfrentamientos entre los caudillos, la Guerra batallón, tenían los implementos necesarios
del Pacífico y, por último, los enfrentamientos para el apoyo logístico a su grupo militar y les
civiles entre Cáceres y Piérola por la cortaban el cabello. Fueron muy pocas
ambición del poder político, la presencia de la chilenas del norte las que ayudaron
mujer fue muy significativa y de sacrificio, voluntariamente, ya sea en cualquiera de
incluso a costa de su propia vida, siendo las condiciones, como es el caso de esposas,
víctima también de la conocida práctica del madres, enamoradas, familiares o
repaso (Ahumada, 1884). simplemente voluntarias de gran corazón y
espíritu de lucha y servicio, quienes iban en
las marchas y campañas militares (Larraín,
Sin embargo, a lo largo del tiempo ellas han
2000).
sido ignoradas por escritores de diferentes
rubros como cronistas, historiadores, literatos,
entre otros. No han sido mencionadas ni Se cuenta que algunas de ellas, incluso, se
nombradas en los libros de la época y hasta vestían de hombres con el uniforme repuesto
han pasado desapercibidas por la historia, sin de sus esposos, para pasar desapercibidas y
un nombre propio registrado en ningún cumplir su objetivo (Sagredo, R. y Gazmuri,
documento oficial. Tampoco existe entre los C., 2006).
monumentos del campo del Alto de la
Alianza ningún nombre de alguna Rabona Mucho antes que el ejército peruano se
reconocida. Entre las tantas cruces, al institucionalizara, algunas mujeres incluso
parecer ninguna la vivían junto a sus hijos, o a un costado de los
cuarteles, para apoyar a sus esposos cuando
estos eran levados. En relación a la
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Participación significativa e ignorada de las rabonas indígenas tacneñas en la Guerra del
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formalización del ejército peruano, hay
discrepancias respecto a la fecha de maridos o parejas, reparando los uniformes,
constitución. Unos señalan que fue en octubre curando las heridas y realizando otras tareas
de 1820 con la creación del Escuadrón de domésticas, que en esa época incluso podían
Auxiliares de Ica. Otros investigadores considerarse de logística. Además, manifiesta
señalan que la primera unidad peruana que estas valientes mujeres estaban armadas,
escoltó a la recién creada bandera; otros el 18 y que sobre las mulas cargaban todo el bagaje
de agosto de 1821 con la Legión Peruana de necesario como las marmitas y las tiendas,
la Guardia, y los últimos en noviembre de entre otros pertrechos. Arrastraban en su
1822 cuando el reciente instalado Congreso séquito a una multitud de niños de toda edad.
agrupa a todos los cuerpos peruanos en una Hacían partir a sus mulas al trote, las seguían
división a la que llamó Ejército del Perú, bajo corriendo, trepaban así las altas montañas
el mando del General Andrés de Santa Cruz. cubiertas de nieve y atravesaban los ríos a
nado llevando uno y a veces dos hijos a sus
Sin embargo, investigadores e historiadores espaldas. Cuando llegaban al lugar que se les
coinciden en que se les llamaba “Rabonas” había asignado, se ocupaban primero en
porque estas valientes mujeres marchaban en escoger el mejor sitio para acampar.
la cola o rabo de las columnas militares, Enseguida, descargaban las mulas, armaban
llevaban consigo las prendas, ropa de cama, las tiendas, amamantaban y acostaban a los
jalaban las ramas para armar el cobijo y toda niños, encendían el fuego y cocinan. Si no
la batería para preparar los alimentos y saciar estaban muy alejadas de un sitio habitado,
la sed y el hambre de su indio-militar iban en destacamento en busca de
improvisado, ignorante, pobre; quien solo provisiones. Se arrojaban sobre el pueblo
contaba, muchas veces, con sus instrumentos como bestias hambrientas y pedían a los
de labranza como armas para defenderse y habitantes víveres para el ejército. Cuando les
defender a su patria. Los armamentos no eran daban con buena voluntad no hacían daño
funcionales en las manos de nuestros alguno, pero cuando existía resistencia se
valerosos soldados, inclusive tenían en batían como leonas y con valor salvaje
contra el idioma. Por lo tanto, no había una triunfaban siempre. Estas mujeres proveían
interrelación con los jefes instructores las necesidades del soldado, lavaban y
costeños o compañeros de causa, militares de componían sus vestidos. Además, vivían con
infantería entre otros, solo se entendían con los soldados, comían con ellos, se detenían
sus Rabonas. donde ellos acampaban, expuestas a los
mismos peligros y soportaban aún mayores,
Estas Rabonas muchas veces eran muy mal cumpliendo los deberes de la maternidad. Es
vistas, nuestras indias fueron tildadas de admirable lo que eran capaces de resistir.
mujerzuelas, como lo manifiesta Flora
Tristán, gran escritora de origen francés, HISTORIAY ORIGEN
quien llegó al país en busca de su arraigo
peruano y fue observadora de hechos de El origen de la Rabona se remonta al ejército
trascendencia histórica, pero al referirse a las realista peruano de las guerras
mujeres que lo dejaron todo por ir detrás de d e Independencia, donde los oficiales
sus seres queridos, se refiere a ellas como “las permitían que las mujeres de los reclutas
vivanderas de América del Sur”, término (generalmente indígenas y mestizos de las
utilizado en la Francia napoleónica para alturas de la sierra) acompañaran en la
referirse a las mujeres que acompañaban al campaña, incluso con sus pequeños hijos
ejército francés como cantineras o vendedoras cargados en la espalda y otro cogido de la
de provisiones, aunque las características mano, y no faltaba más de uno, ya grandecito,
propias de las Rabonas peruanas eran ayudando a su padre. Es posible que esta
diferentes como refiere s o r p r e n d i d a l a modalidad haya sido una estrategia para evitar
m i s m a T r i s t á n e n Peregrinaciones de la desmoralización y deserción de la tropa
una paria. En este libro, Tristán (1837) narra durante los primeros meses del
que, al darse el alto, las Rabonas preparaban adiestramiento.
la comida y atendían a sus Durante el caudillismo de los primeros años
de la república, también la presencia de la
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mujer
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Participación significativa e ignorada de las rabonas indígenas tacneñas en la Guerra del
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indígena de la sierra del Perú fue muy
importante, pues estuvo apoyando a su Según recogen Escobar y Parra (2009) en el
hombre luchador en el campo de batalla. En Diario Correo, en la batalla, estas aguerridas
la emancipación, el caudillaje, durante los mujeres eran las cocineras, enfermeras,
enfrentamientos de la guerra del salitre y curanderas, enterradoras y recolectoras de
posteriormente en los conflictos por el poder leña, además muchas veces, se veían en la
entre Cáceres y Piérola, la mujer andina de necesidad de robar productos de los campos y
las zonas altas de Tacna, con valentía chacras donde se proveían de víveres y
guerrera al lado de su combatiente, derramó verduras, frutas y hasta animales vivos.
su sangre en dichos infaustos Cuando era necesario, cargaban también la
enfrentamientos. bayoneta o las armas rústicas con las que
contaban nuestros indios valientes, como lo
Relatando la batalla de Tacna, el soldado investigaron algunos pocos estudiosos
boliviano Manuel Claros estampa en su diario sociales, entre ellos el Ing. Julio Escobar
que con sus compañeros fueron donde las Aguirre y el General del Ejército Peruano (en
vivanderas a conseguir algo de comer, y retiro) Germán Parra Herrera, quienes relatan
"felizmente donde la corocoreña Manuela lo siguiente: “Panaycunas o Rabonas
pudimos conseguir un buen plato de caldo y combatieron junto a sus hombres, a los
asado” (Claros, 1980, p.52). invasores chilenos no como una mezcla de
¿prostituta nativa? ni como rabo seguían a los
En nombre de todas ellas, que apoyaron y ejércitos en marcha para la satisfacción sexual
pelearon sin pedir nada a cambio, nuestra de los soldados, sino por cariño a la Patria.
promesa debe ser infinita si se trata de Raro, muy raro en la actualidad”
defender la familia, el honor y la integridad
de nuestra patria, hoy, mañana y por la El término solo era utilizado para
eternidad, aun con nuestras vidas. denominarlas en colectivo y no en forma
En Ayacucho, eran las Panaycunas (del particular. Quizás haya sido mencionado por
quechua “hermanas”). Con el tiempo, muchas primera vez por el gran poeta arequipeño
de ellas terminaban formando parte del Mariano Melgar (1813), en forma breve y
batallón, y no era inusual que caído su luego haya sido plasmado en sus obras para
hombre en combate le prodigaran los referirse a estas luchadoras y sacrificadas
primeros auxilios y asistieran en su agonía o indígenas, representantes de nuestra identidad
muerte, llegando a tomar incluso el rifle para nacional. Así como hay un monumento al
continuar el combate y luego enterrar a su soldado desconocido, que recibe
amado. Ellas no dudaron en pasar a las filas reverencias, agasajos y homenajes en
del militarismo. Si se daba el caso que la determinadas fechas ¿hay algún monumento o
pareja era asesinada por las bayonetas del algo similar en homenaje a la "Rabona
enemigo, la mujer podía apoyar a otro desconocida"? Es una ingratitud hacia
soldado, fuera indígena o no. Los hijos nuestras mujeres indígenas guerreras,
nacidos o criados en campaña solían pasar, en valerosas, muchas de las cuales jamás
algunos casos, el resto de su vida ligados a la volvieron a sus hogares porque perecieron al
milicia, incorporándose como tamborileros, lado de sus amados por luchar en defensa de
mandaderos, faeneros, aguateros, etc. desde la nuestra tierra, dejando más de un huérfano y
niñez, o como soldados desde la adolescencia familiares desolados.
y en algunas ocasiones quedaban En plena resistencia en la Breña (Junín y
reenganchados en el futuro. Ayacucho), teniendo como cabeza al líder
Es posible que estas féminas Rabonas, Andrés Avelino Cáceres “el Taita” o “el brujo
bondadosas mujeres que acompañaban a los de los Andes” como lo llamaban los
indios-soldados de Cáceres durante la lugareños, se supo que en adhesión a su causa
invasión de los chilenos, no solo llevaran miles de mujeres se estaban plegando a sus
alimentos, vituallas de guerra (conjunto de huestes del Mantaro, pero que fueron
alimentos para el grupo) y hasta aguardiente o agredidas por los invasores chilenos. Por ello,
cañazo para curar las heridas, sino también envió a Lima al propio General Lynch, quien
amor, pasión y belleza, para evitar también la encabezaba la expedición chilena, una
deserción. comunicación que decía: "vosotros están
atentando contra la vida
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La obra original El Repase fue pintada en 1888, pocos años después de terminada la Guerra del Pacífico (1879-1884). Ilustra a un
soldado chileno armado de un fusil con sable-bayoneta, a punto de ultimar a un herido peruano que es auxiliado por una Rabona
indígena a la que acompaña un niño de pecho que yace en el suelo.
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hombres.
En la madrugada del domingo 17 de marzo de
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Participación significativa e ignorada de las rabonas indígenas tacneñas en la Guerra del
Pacífico
pelearon, reemplazando al compañero muerto
y en muchos casos sacrificando la vida por los premio alguno de dinero.
suyos. Constantes, firmes, recurrentes, sus En segundo lugar, tenemos a la colaboradora
rostros indefinidos, que podrían ser los de Genoveva Ríos (niña), hija del Comisario de
millones de peruanos a lo largo y ancho del la Policía Marítima boliviana. El 14 de
país, corren, disputan, disparan, una y mil febrero de 1879, el Ejército chileno había
veces en los campos de batalla, dándole gloria desembarcado en Antofagasta. Entre la
al hombre y mujer de abajo que vibraron al confusión y el baleo, los incendios de barracas
compás de una sangre indomable que moría, y almacenes, entre el pánico desconcertante,
pero sin rendirse (Mujica, 2008). la admirable niña fijó sus ojos en el edificio de
la Policía, donde aún flameaba la enseña
tricolor. Genoveva volvió al sitio, se
encaramó por una ventanilla y desatando las
piolas se apoderó de la bandera como si en
ese estrujo estuviera protegiendo la misma
imagen de la patria.
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Participación significativa e ignorada de las rabonas indígenas tacneñas en la Guerra del
Pacífico
Además de las valientes mujeres andinas,
como es el caso de las Rabonas, también hubo conseguir transporte hasta Antofagasta. En
aportes de otras mujeres citadinas, como esta ciudad se casó con un músico chileno,
las arequipeñas. Ellas contribuyeron con su Santiago Pizarro, quien tiempo después fue
esfuerzo incondicional confeccionando condenado a muerte por asesinar a un
uniformes para nuestros soldados, docenas de soldado boliviano. Cuando se generó la
medias y prendas interiores para los valientes ocupación chilena de Antofagasta, Irene se
hombres. A un costado de varias máquinas de presentó al Ejército de Chile, y luchó como
coser, dan pie a la historia de César Augusto soldado en la batalla de Dolores,
Pérez, descendiente y coleccionista, sobre la destacándose de tal manera que el mismo
contribución de estas generosas mujeres, General Baquedano autorizó su
quienes confeccionaron 7 mil camisas para nombramiento como cantinera. Irene participó
los varones que marcharon a la guerra. En el siempre en primera fila (Pisagua, Dolores,
museo de Arequipa, portal de la Ángel es, Tacna, Arica, Chorri l l os y
Municipalidad de Arequipa, se exhiben 500 Miraflores), prestando además servicios de
piezas del conflicto de 1879. La colección curación de heridos y moribundos. Finalizada
pertenece a César Augusto Pérez, la guerra, volvió a Santiago, donde luego de
descendiente de uno de los oficiales del unos años murió humildemente en el año
Ejército Peruano. 1890. María Quiteria Ramírez (María la
Manuel Claros relata un incidente antes de la Grande), oriunda de Illapel, en 1879
batalla de Tacna, en pleno bombardeo de los bordeaba los 31 años. Vivió durante bastante
chilenos que probaban las defensas aliadas en tiempo en Iquique y fue amiga de Irene
la meseta del Intiorko; indica que una Morales. Prestó servicios en el regimiento 2°
Rabona, de nombre Lorenza (cochabambina), de Línea, donde fue detenida por los
había venido a la fila de combate a vender peruanos y llevada a Arica. Sus compañeros la
panes, cigarros, fósforos, etc. Allí habían llamaron “María la Grande” debido a su
estado comprando cigarros dos soldados estatura. Tuvo un destacado papel en la
cuando la bomba cayó al extremo de la batalla de Chorrillos, donde incluso tomó el
pollera de la mujer Rabona enterrándola con fusil y combatió junto a sus compañeros. Al
una columna de tierra; esta, restregándose los volver a Chile, reside en Santiago, pero muy
ojos decía en quechua “señor, tome su medio enferma del hígado.
de cambio”, y continúo con el negocio Juana López nació en Valparaíso en 1845.
(Claros, 1980). Junto a su esposo Manuel Saavedra y sus tres
hijos se integró al Ejército para ir a luchar al
CANTINERAS CHILENAS EN PERÚ norte. Sin embargo, su familia quedó dividida
en distintos regimientos. Su esposo y dos de
Entre las motivaciones que las mujeres tenían sus hijos mueren en la batalla de Dolores,
para enrolarse estaban su gran espíritu de mientras que su último hijo muere en la
servicio y amor a la patria. Aunque también campaña contra Cáceres y sus montoneras. La
debemos tener presente que muchas lo presencia de la mujer chilena en la Guerra del
hicieron movidas por situaciones personales, Pacífico (Larrain, 2006).
buscando incluso algún tipo de bienestar, A pesar de estas pérdidas, se quedó en
siguiendo a sus parejas e hijos. Usualmente, servicio hasta el final del conflicto. Entró a la
las cantineras formaban parte de capital peruana portando una espada que
sect ores sociales medio–bajo y bajo, la arrebató a un oficial enemigo. En ella escribió
mayoría de ellas provenía de grandes las fechas de las batallas en las que participó
ciudades como Santiago y Valparaíso. (Antofagasta, Pisagua, San Francisco, Tacna,
Entre las cantineras chilenas destacan Irene Chorrillos, San Juan, Miraflores), agregando
Morales y la Sargento Candelaria Pérez. Irene además un breve mensaje. Vuelve a Chile con
nació en el barrio de La Chimba, Santiago, el una espada y tres medallas, una por la
22 de octubre de 1848. Al morir su padre, ella Campaña de Lima, otra por Hu am ac hu co y
y su madre se fueron a vivir a Valparaíso una o t orgada por l a Municipalidad de
donde se desempeñó como costurera. Cuando Valparaíso. La pensión que le asignaron fue
su madre murió, Irene vendió su máquina de de 15 pesos (mientras que la de los hombres
coser para se acercaba a los 200 pesos). Muere víctima
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Participación significativa e ignorada de las rabonas indígenas tacneñas en la Guerra del
Pacífico
Durante agosto de 1910 se realizó un acto en
el cementerio general, donde Juana fue quienes se vieron obligadas a migrar o a
homenajeada y su tumba se hermosea desplazarse. Además, tenían que enfrentar y
(Chávez, 2010). afrontar la situación que les tocó vivir
haciéndose cargo de sus famili
CONCLUSIONES a s desestructuradas por la pérdida de sus
esposos o hijos. Es así que las viudas se
Debemos resaltar la presencia y participación vieron obligadas a enfrentar la pobreza, sin
activa de las Rabonas heroínas, tanto en los recurso económico alguno más que sus
movimientos pro independenci propias manos, empezando de cero, en
a , enfrentamientos entre civiles caudillos, en condiciones de analfabetismo, sin apoyo,
la Guerra del Pacífico (1879) y su apoyo en asumieron la sobrevivencia de su familia.
los conflictos políticos sociales de la década
de los años 80 en el país; cuyo sacrificio, REFERENCIAS
valentía y entrega no han sido mencionados
por cronistas, historiadores e investigadores. Araoz, G. (1895). Memorias del General
Es probable que su aporte no haya sido Gregorio Araoz de La Madrid.
considerado relevante o trascendente por Buenos Aires: Establecimiento de
tratarse de mujeres indígenas, que a pesar de Impresiones de Guillermo Kraft.
todo se organizaron, acompañaron a sus Ahumada, P. (1884). Guerra del Pacífico:
maridos a la sangrienta guerra, se encargaron Recopilación completa de todos los
del apoyo logístico, fueron enfermeras, documentos oficiales,
cargaban las bayonetas, se encargaban de los c o r re s p o n d e n c i a s y d e m
alimentos, limpieza, sin mencionar lo más á s publicaciones referentes a la
doloroso, que era enterrar a sus amados seres guerra que ha dado a luz la prensa
cuando perdían la vida defendiendo a la de Chile, Perú y Bolivia.
patria. En muchas ocasiones, asumieron Valparaíso: Imprenta i litografía
roles esporádicos de soldados improvisados, Excelsior.
en la guerra y empuñaron las armas, por Basadre, J. (1968). Historia de la República
ello no resultó extraño encontrar entre los del Perú 1822-1933. Lima: Edit. El
cadáveres esparcidos en el campo de Comercio.
batalla soldados junto a sus heroicas mujeres Chávez, J. (2010). La Guerra del Pacífico y la
e hijos. Idea de Nación. Lima: La casa del
Las Rabonas formaban una tropa libro viejo.
considerable, la cantidad muchas veces era Claros, M. (1980). Memorias de la Guerra del
casi similar a la de los soldados. Estas Pacífico. La Paz: Instituto de
valerosas mujeres precedían al ejército por Investigaciones Históricas y
espacio de algunas horas, preparaban todo en Culturales de la Paz.
el campo, dentro de casuchas precarias, que Cuya, R. (2017). Historia de la Guerra con
debían ocupar, también llevaban a sus niños Chile. Jorge Basadre y las razones
de todas las edades. de una guerra. Recuperado de:
https://www.grau.pe/historia-de-la-
El hecho social de participación femenina guerra-con-chile/jorge-basadre-y-
vino desde las guerras por la Independencia, las-razones-de-una-guerra/
pasando por las luchas caudillistas, hasta la Diario El peruano (8 de octubre de 1880).
Guerra del Pacífico. Mujeres del pueblo que Relación oficial de jefes, oficiales y
siguieron al Ejército combatiente, muchas de tropa de las baterías de Barranco.
ellas fueron pasadas a cuchillo en el mismo No.82
Campo de la Alianza. Escobar, J. y Parra, G., (08 de Julio de 2009),
Las rabonas, Lima: Diario Correo,
Los efectos negativos de los diferentes R e c u p e r a d o d e
conflictos comprometieron la salud física y https://diariocorreo.pe/opinion/las-
mental de las mujeres alto andinas de manera rabonas-156018/
diferente a los varones. Las Rabonas fueron Fernández, J. (Productor). (2009). Sucedió en el
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