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Big Data y automatización: La Libertad de pensamiento y

conciencia desde la perspectiva del Aprendiz de Ciencia y Virtud.


Rodrigo Herrera Leiva
Aprendiz.

INTRODUCCIÓN

La francmasonería universal en su praxis concreta ha inspirado a la


humanidad por sus defensa de la Libertad de Pensamiento y de conciencia.

La Orden en general, y nuestra Logia en particular nos inculca que nuestra


institución en cualquiera de sus niveles, escala o ámbito en que se le quiera
analizar, no es una religión, mucho menos una secta o/u partido; por el
contrario, estudia con espíritu abierto y crítico todo lo concerniente a lo que
respecta al pensamiento, la naturaleza y la sociedad.

Ello se empieza a gestar en la mente de cada hermano recién iniciado desde


la misma noche de nuestra iniciación en que se nos descodifica basalmente
el concepto de G:. A:. D:. U:.

Leo el párrafo textual que mejor identifica la razón de ser, esencia o base
fundacional de nuestra Logia Ciencia y Virtud Nº 239 respecto del G:.A:. D:.
U:. tipificado en nuestro Ritual de Iniciación:

…”Aquellos otros de nuestros hermanos que no comulgan en religión alguna,


pueden ver en el Gran Arquitecto del Universo la sustancia universal con sus
actividades constructoras, con sus modalidades y leyes propias y fijas, sin
causa superior, realizando sus creaciones por causas secundarias, impotente
para realizar el milagro, y sin actos providenciales”.

“Cada masón, según su cultura, según su idiosincrasia, asigna esencia y


reviste de atributos al G:. A:. D:. U:. . “En cuanto a la Masonería ésta levanta
dicha concepción, como manifestación de respeto a todos los cultos, como
signo de alianza entre todas las creencias y concepciones sobre el origen del
mundo y de sus fenómenos, y como incógnita formidable para la ciencia”.

Sí, QQ:. HH:. como incógnita formidable para la ciencia. Sí QQ:. HH:. que gran
marco conceptual de Libre pensamiento y de Conciencia, pero también como
antes insinué de praxis consecuente y tonificante para las nuevas
generaciones del siglo XXI.

En efecto, las banderas de la Libertad de Pensamiento y de Conciencia han


sido enarboladas y plasmadas por la Masonería en todas las Cartas
Fundamentales de Humanismo Laico, a lo menos, desde la Declaración de la
Independencia de EEUU (1776), La Declaración de Hombre y del Ciudadano
(1791), hasta la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948,
entre otras.

Pero el mundo del presente siglo y venideros, precisamente por el desarrollo


de la Ciencia y la Tecnología nos plantea nuevos desafíos como es el de
proponer actualizados paradigmas epistemológicos, lógicos, y axiológicos.

Cierto, vivimos quizás los últimos lustros del ser humano tal como somos. La
revolución biológica o de la Ingeniería genética; de los cyborg o de prótesis
controlados mentalmente; y de la Inteligencia Artificial, nos notifican -aún
tímidamente- la llegado de un ser Post Humano; es decir, a mortal dada su
inevitable longevidad, más resiliente y versátil por su extremidades
ilimitadas; y más eficiente y eficaz dada la Inteligencia Artificial para
enfrentar desafíos ilimitados en el tiempo y el espacio.

A esto último se refiere nuestra plancha, más específicamente sobre el Big


Data y estos dos valores tan caros para nosotros los Aprendices, Compañero
y Maestro a escala planetaria.

DESARROLLO

Hoy todas las estructuras políticas o sociales competidoras pueden ser vistas
como sistemas de procesamiento de datos. Ello tiene que ver con el concepto
nuevo de dataísmo, el cual declara que el universo consiste en flujos de datos
y que el valor de cualquier fenómeno o entidad está determinado por su
contribución al procesamiento de datos.
El hombre es un animal de costumbres dijo el escritor Charles Dickens y
muchos otros escritores y filósofos han dicho algo parecido. ¿Por qué es esto
cierto? Porque cuando nos enfrentamos a una actividad nueva, a un
panorama distinto, a un reto inédito, requerimos de un esfuerzo extra de
nuestro cerebro para encontrar soluciones a las interrogantes que se
presentan, en cambio, al repetir una y otra vez la misma rutina, llegamos a
efectuarla sin pensar, en forma automática. Tenemos una enorme capacidad
de aprender cosas nuevas, pero también un altísimo apego a aquello que ya
aprendimos. Y una vez que algo se nos vuelve hábito, cambiar nos resulta
sumamente difícil. Este efecto, vulgarmente conocido como resistencia al
cambio, está sustentando en fuertes sesgos cognitivos.

El primero, llamado aversión a perder, fue demostrado experimentalmente


por primera vez a comienzos de los 80 por los célebres economistas Daniel
Kahneman, ganador del premio Nobel en 2002, y Amos Tversky. Expresado
en términos simples, la aversión a perder predice que a la mayoría de las
personas les duele el doble perder algo de valor x que ganar una cosa de
valor equivalente. La mayoría de las decisiones pueden ser planteadas como
oportunidades de ganancia o riesgos de pérdida. Y enfrentados a
exactamente la misma elección los resultados son dramáticamente
diferentes según se presenten los hechos de una u otra forma. Por lo tanto,
somos seres que repetimos patrones, y en consecuencia los datos que vamos
generando en el transcurso del tiempo crea patrones, los cuales son
predecibles a través de un buen procesamiento de los mismos.

De acuerdo al investigador e historiador Yubal Harari Ph.D de la U Oxford,


«podemos interpretar que toda la especie humana es un sólo sistema de
procesamiento de datos, siendo cada uno de los seres humanos un chip».
Este chip correspondería a una forma de almacenamiento inteligente de
información. Además, argumenta que el conjunto total de la historia del ser
humano puede leerse como un proceso de mejora de la eficiencia de este
sistema incrementando el número y variedad de procesadores/chips del
sistema, incrementando el número de conexiones entre procesadores e
incrementando la libertad de movimiento junto con las conexiones
existentes.

Harari llega a argumentar que el dataísmo, como cualquier otra religión,


tiene mandamientos prácticos. Un dataísta debería desear «maximizar el
flujo de datos mediante la conexión de cada vez más y más medios» y cree
que la libertad de la información es «el mayor bien de todos». Héroe de ello
ha sido Aaron Swartz, quien se suicidó en 2013 después de ser procesado
por liberar centenares de miles de artículos científicos del archivo online
JSTOR de forma gratuita, podría ser denominado el «primer mártir» del
dataísmo.

No pocos científicos de frontera coinciden con Harari constatando que el


dataísmo ya presenta un desafío existencial a la ideología moral dominante
del humanismo, que ve a los sentimientos humanos como la última autoridad
del mundo: «el humanismo se enfrenta ahora al desafío existencial y la idea
de libre albedrío está siendo amenazada...

Es decir, una vez que los sistemas Big Data me conozcan mejor de lo que yo
me conozco a mí mismo, la autoridad se desplazará de los humanos a los
algoritmos. Más claro aún, los científicos y aún políticos de frontera, no sólo
comparten absolutamente ello sino que arriban a la conclusión lógica que
con el tiempo los seres humanos le otorgaremos a los algoritmos la autoridad
para tomar las decisiones más importantes de nuestra vida, social, cultural o
política, e incluso íntima como –por ejemplo- con quién casarse, que música
o película adquirir.

Pero hay más, de todos los proyectos que actualmente están en desarrollo, el
más revolucionario es el intento de diseñar una interfaz directa en dos
sentidos cerebro-ordenador que permitirá a los ordenadores leer las señales
eléctricas de un cerebro humano y transmitir simultáneamente señales que
el cerebro pueda leer a su vez. ¿Qué sucederá si estas interfaces se emplean
para conectar directamente un cerebro a internet, o para conectar
directamente varios cerebros entre sí, creando de este modo algo así como
un internet cerebral?¿Qué puede ocurrirle a la memoria humana, a la
conciencia humana, y a la identidad humana si el cerebro tiene acceso
directo a un banco de memoria colectivo?

En una situación así, un cyborg podría, por ejemplo, recuperar los recuerdos
de otro; no oír acerca de ellos, no leerlos en una autobiografía, no
imaginarlos, sino recordarlos directamente como si fueran suyos propios.
¿Qué ocurriría con conceptos como el yo y la identidad de género cuando las
mentes se volvieran colectivas? ¿Cómo podría uno conocerse a sí mismo o
seguir sus sueños si el sueño no estaría ya en su mente, sino en un almacén
colectivo de aspiraciones?
Si fuera posible realizar una copia de seguridad de nuestro cerebro que
después pudiésemos conectarlo a un computador. ¿Sería el computador
capazr de pensar y sentir igual que un ser humano? Y, si así fuera, ¿Cuáles
serían sus derechos? Tendría conciencia de sí mismo? ¿Se trataría de una
persona? Si lo borráramos, ¿se nos podría acusar de asesinato?

El campo de la programación informática es en la actualidad uno de los


puntos más interesantes en el mundo de la ciencia informática. Intentar
emular los métodos de la evolución genética. Muchos programadores sueñan
con crear un programa que pueda aprender y que evolucione de manera
completamente independiente de su creador. En este caso, el programador
sería un <<primer motor>>, pero su creación sería libre para evolucionar en
direcciones que ni su creador ni ningún otro humano podría haber previsto.

Quizás obtengamos pronto la respuesta a estas preguntas. El proyecto


Cerebro Humano, fundado en 2005, espera recrear un cerebro humano
completo dentro de un ordenador, con circuitos electrónicos en el ordenador
que imiten las redes neuronales del cerebro. Si tiene éxito, eso significaría
que después de 4.000 millones de años de la vida orgánica, la vida irrumpirá
de repente en la vastedad del reino inorgánico, dispuesta a adoptar formas
que superarán nuestros sueños más fantásticos.

¿Qué hacer entonces, respecto nuestro libre albedrío, libertad de


pensamiento o de conciencia ante tales proyectos, realidades y
posibilidades? ¿Hemos transitado ya realmente del libre albedrío al libre
mercado donde los algoritmos conocidos por el Big Data insinúa si no ya
toman decisiones por nosotros?

Por cierto, como aproximación a una respuesta si pensamos en términos de


meses pudiéramos abocarnos a la guerra de precios entre EEUU y China; a la
disputa en ciernes entre EEUU e Irán, o a la revocación del tratado por parte
de EEUU del desarme nuclear con Rusia. Y si pensamos en término de meses,
los temas del Calentamiento Global, la desigualdad creciente o la disrupción
de Mercado Laboral cobran mucha importancia. Sin embargo, si adoptamos
una visión realmente amplia de la Vida los problemas antes señalados son
eclipsados por tres desafíos y procesos interconectados:
i) La ciencia converge hacia una ley universal –casi dogma- que sentencia que
los organismos son algoritmos, y que la Vida es procesamiento de datos,
información. Ii) La inteligencia está en proceso de desconexión con la
conciencia. Iii) Algoritmos no consientes podrían conocernos mejor de los
que nosotros nos conocemos.

Estos tres procesos nos plantean tres interrogantes claves que, como
genuinos francmasones, no debemos olvidar:

i)¿Son en verdad los organismos sólo algoritmos, y es la vida sólo


procesamiento de datos? Ii)¿Qué es más valioso: la inteligencia o la
conciencia? Iii) ¿Qué le ocurrirá a la humanidad cuando los algoritmos no
consientes puedan conocernos mejor de los que nosotros nos conocemos a
nosotros mismos?

CONCLUSIONES

Vivimos, QQ:. HH:., en una interfaz trascedente de nuestra humanidad, y


como masones no podemos permanecer ignorantes, desinteresados o
impasibles ante tan trascedente circunstancia y perspectiva. Nuestro Libro
del Aprendiz nos enseña el Arte Real: Pensar bien, hablar bien, actuar bien.

Ergo, es un buen comienzo la presente plancha que agradezco se me haya


concedido. Sin embargo, este escenario producto del desarrollo de la Ciencia
y de la tecnología precisa de filosofía moral y de filosofía política para nuestra
humanidad sea Justa y Perfecta.

La libertad de Pensar se precisa para sin dogmas ni coacciones podamos


encontrar las soluciones frente a estos vertiginosos y estructurales
transformaciones, y de Conciencia para respetara a quienes sienten que tales
circunstancias serán superadas por alguna divinidad.

En suma, nuestra tarea como Logia Ciencia y Virtud, y como Orden


Francmasónica Universal, tiene que ver con descodificar más y mejor nuestra
Cosmovisión Laica, para luego plasmarla en la realidad concreta más allá de
éstos, nuestros muros.
S:. F:. U:.

BIBLIOGRAFIA

1.- Libro Del Aprendiz. Oswald Wirt


2.- Homo Deus. Yubal Harari
3.- Diccionario Masónico

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