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Los desafíos que la ciencia nos propone sin duda abarcan muchos ámbitos, uno
podría ser en el ámbito de la moral, los desafíos bioéticos que presenta el
transhumanismo, incluso hoy, existen aquellos que cuestionan el homo sapiens diciendo
que ya es un ser obsoleto y prefieren hablar de esta era como una transición hacia el
posthumanismo. Otro desafío, como Iglesia, claramente es seguir profundizando aquello
que Laudato Si nos advierte sobre el paradigma tecnocrático y el peligro que supone
para la ecología global, entre otros riesgos… ¿Esto realmente se ha tomado en serio?
¿Produjo algún impacto en la conciencia colectiva de quienes vivimos en este mundo?
No quiero entrar valoraciones morales ya que no es este el objetivo de este trabajo, pues
dicho objetivo lo veremos más adelante. Por ahora, digamos que estamos haciendo un
análisis de la “realidad” respecto de la ciencia y tecnología que avanzan a la par como
dos naves que se nos escapan, mientras nos dedicamos como Iglesia a detenernos en
cuestiones reflexivas que dan vueltas en círculos, pero que nunca terminamos de aplicar
en lo concreto en nuestro lugar cotidiano.
El desafío en el que quiero detenerme, dentro de esta generación postmoderna, y
previendo que ya la tecnología nos ha atravesado a todos, y aún va a más, es ese espacio
cotidiano donde nos movemos cada día, y creo que la pandemia nos ha demostrado que
no podemos ocultarnos de las pantallas, me estoy refiriendo al mundo de la
conectividad, el internet, las redes, etc.
Retomando un poco con el concepto de transhumanismo, la comunidad
científica y los distintos expertos en este tema ven cada vez más cerca el advenimiento
del hombre máquina, el hombre cíborg parece algo de ficción aún, pero sí de
conectividad se trata basta que miremos un poco hacia nuestros jóvenes o a nosotros
mismos, si bien no estamos conectados a una máquina, en un sentido podemos afirmar
que si lo estamos porque lo que hacemos de nuestra “vida real” lo compartimos en
nuestras redes a través de los distintos dispositivos móviles como celulares o
computadoras, etc. sin los cuales no es posible acceder a este mundo.
Allí vemos, que los distintos momentos que queramos subir son compartidos
para que otros puedan ver lo que hacemos, por tanto de alguna manera vamos
construyendo una “vida virtual”… Hoy es así nuestra vida, atravesada entre dos
mundos, pero el siguiente nivel será aún más demandante y absorbente:
“El metaverso es la siguiente frontera para conectar a la gente, como lo fueron las redes
sociales cuando nosotros comenzamos”1.
Sin embargo, en este estar conectados no todo es color de rosas y podemos decir,
que si bien en la red social se comparten fotografías de felicidad, fiestas y demás
expresiones de vida social, muchas veces, solo se trata de salvar apariencias o pantallas,
ya que en la vida real, esas personas padecen luchas, vacíos interiores, depresión, y esto
sí es muy común sobre todo en la juventud donde todo lo que se sube es como ellos
dicen ellos por “postureo”, o mostrarse para ganar aceptación, o para simplemente estar
en la cresta de la ola de lo último y no ser un anticuado que luego sea el bicho raro del
curso y por ende el excluido del grupo, eso demuestra con los valores que se maneja la
autoestima.
En este aspecto ya son numerosos los autores y los estudios científicos que se
han hecho sobre el riesgo de permanecer constantemente conectados, la salud mental
con el tiempo se ve afectada, no en vano algunos países como Francia han tomado la
decisión desde 2018 a aplicar una restricción en el uso de smartphones a menores de 15
años en los colegios, es una medida que tiene como fin la desintoxicación de los
jóvenes… Si así es, el consumo prolongado de internet, redes pueden generar una
adicción, la hiperconexión genera un hábito malsano, que puede traer serios problemas
en el tiempo. Por otra parte Argentina, según encuesta de la UNICEF-Google, es el país
de la región donde más tempranamente se da el uso del celular con 9 años de edad.
Dicho esto a través de este trabajo pretendo hacer un análisis crítico de este
mundo que si no estamos conectados a algún dispositivo pareciera como si nos
estuviéramos excluyendo de la realidad… Claro que la realidad para este paradigma se
construye en ese mundo virtual que es, en realidad, copia ideal de este mundo
auténticamente real. Pero sobre todo quiero abordar el problema de la hiperconectividad
con vistas al futuro cercano, ¿Cuál es el límite? ¿Hacia dónde vamos? ¿Cómo podemos
adelantarnos viendo los signos de los tiempos? ¿Podrá la Iglesia seguir calando con su
1
Zuckerberg, M. (2021, 28 de julio), Today we’re launching the open beta for Horizon Workrooms
(Publicación de Facebook), Facebook. https://www.facebook.com/zuck/posts/10112681480900691
mensaje real del evangelio en este contexto? La Iglesia es germen de profetas, por eso
desde una perspectiva profética un tanto olvidada, la del profeta como visionario y
como vidente de los signos de los tiempos, hay que ir adelantándonos para que cuando
esto llegue no digamos, no estábamos preparados, ni advertidos. El difunto profesor
Sergio Rubiolo nos enseñaba que el mensaje de los profetas y la Palabra deben
actualizarse al presente de nuestras vidas para que esa palabra pronunciada por Dios
hace tiempo sea viva en el presente, el hoy de nuestra vida en nuestra situación vital
concreta. Pues bien, dice Jesús “estén alertas y vigilen…” (Mc 13, 33)… y uno podría
actualizar este mensaje agregando… “porque llegarán los días dónde la gente preferirá
vivir un mundo ideal irreal, antes que afrontar los dolores y cruces del mundo real”.
Estos 4 elementos por separado buscan traer novedades que faciliten la vida del
ser humano, sin embargo, cuando estas cuatro áreas de la ciencia contemporánea se
mezclan sin medir cual es el límite ético, podrán llegar a ser del ser humano como
explica en su libro Homo Deus, el escritor Yubal Harari.
Según Harari (2017), la tecnología está permitiendo que los humanos trasciendan los
límites biológicos y se conviertan en dioses capaces de diseñar y manipular la realidad a
su antojo (p. 17)2.
Estamos jugando, a ser dioses, a querer controlarlo todo… incluso la vida y la muerte.
Ahora, veamos un poco de que trata por cada una de estas áreas.
Transhumanismo
¿Qué es el transhumanismo?
Si vamos a un manual clásico y serio como lo es el del catedrático y filósofo
malagueño, Antonio Diéguez3, allí encontraremos una buena definición desde un
abordaje filosófico del tema, en donde captaremos la raíz de lo que mueve este
pensamiento.
2
Cf. Harari, Y. N. (2017). “Homo Deus: A brief history of tomorrow”, New York, Vintage Books, 1ª Ed”.
3
Cf. A. DIEGUEZ, Transhumanismo: La búsqueda tecnológica del mejoramiento humano, Herder,
Barcelona, 2017
A la hora de definirlo el autor parte de lo siguiente “El poder de una idea”,
sabemos que las ideas son la base de todo pensamiento platónico y lo opuesto en este
caso al pensamiento de que la realidad es mayor que la idea, porque para un idealista la
idea genera o recrea la realidad.
Allí Antonio dice lo siguiente:
“El transhumanismo es una filosofía de moda; la utopía del momento. Algunos llegan a
considerarla como la cosmovisión propia de la época postmoderna, dominada por el culto a
la técnica; el único gran relato posible tras el descrédito en el que han caído todos los
demás”. 4
Y el porqué del transhumanismo, como paradigma del ser humano, radica en que
busca como fin la victoria sobre la muerte en palabras de Antonio:
Por eso el esfuerzo científico en investigar hasta qué punto la maquina puede
ayudar al ser humano a traspasar estas barreras, aunque para ello tengamos que
deshumanizarnos y hablar de un futuro posthumano, o simplemente de hombres
maquinas:
“La ciencia sigue siendo un canal para la magia; la creencia en que para la voluntad
humana, con el poder del conocimiento, nada es imposible. Esta confusión de la ciencia con
la magia no tiene remedio. Va con la vida moderna. La muerte es una provocación a esta
forma de vida, porque señala un límite que la voluntad no puede traspasar”6
Mind uploading
4
A. DIEGUEZ, Transhumanismo: La búsqueda tecnológica del mejoramiento humano, Herder,
Barcelona, 2017, 11.
5
Ibíd., 13.
6
J. GRAY, La Comisión para la inmortalización: La ciencia y la extraña cruzada para burlar la muerte,
Sexto Piso, Madrid, 2014, 191.
nuestra mente a un soporte electrónico (mind uploading), lo que posibilitaría pervivir en
un mundo virtual abandonando nuestros cuerpos limitados y caducos.
Esto es lo que ya hemos visto en alguna película de Sci-fi serie como Black
Mirror 3x04 San Junipero, donde se nos presentas dos chicas que se conocen y
enamoran en un mundo virtual, lleno de personas avatares, que en la realidad muchos
ya han muerto pero que en ese mundo virtual es posible interactuar con ellos, puesto que
sus conciencias perviven allí cargadas como una nube.
Otro defensor transhumanista, Ray Kurzweil, considera que mind uploading es
un escenario probable, imaginando un punto en el futuro en el que "nos habremos
cargado efectivamente, aunque gradualmente, sin notar nunca la transferencia" (2005,
202). Además de una mayor longevidad, mind uploading también persigue el objetivo
de una mayor inteligencia a través de escapar de las limitaciones del cerebro biológico y
degenerativo.
“La identidad personal y los recuerdos pueden ser "respaldados", y la mente cargada se
beneficiaría al ejecutarse en un "compilador" más eficiente.”7
IA (Inteligencia Artificial)
7
Koene, R. A. (2013), uploading to substrate-independent minds, En M. More y N. Vita-More (Eds.),
“The transhumanist reader: Classical and contemporary essays on the science, technology, and
philosophy of the human future”, (pp. 147-148), Wiley-Blackwell.
abierta con la cual interactúas mediante un chat, es capaz de resolver casi cualquier
problema de distintos niveles educativos y si bien se la ve como una excelente novedad
para aprender, es un paradigma que nos invita a reflexionar hasta qué punto es
moralmente aceptable este tipo de recursos que pueden acabar con muchos empleos en
el mundo, además de correr el riesgo de “pensar” lo menos posible.
Metaverso
¿Qué es el Metaverso?
Realmente hablamos de una definición bien amplia porque, en realidad, se
tendría que hablar de más de un metaverso, ya que hay más de un proyecto de mundo
virtual.
Según Allan Trevor estudioso de este tema en su libro “Metaverso 360”
publicado este año, dice lo siguiente:
8
A. TREVOR, Metaverso 360: The future of Metaverse, Ind Allan Trevor, 2022, ly domain, 22.
Necesidad de un Avatar digital o sea una representación gráfica que se asocia a
un usuario en particular para su identificación en un videojuego, foro de internet, etc.
sería como la representación virtual de una persona física.
O en palabra de Michael P. Austin:
"Un Ávatar es una representación gráfica de uno mismo en un mundo virtual que utiliza para interactuar
con el mundo virtual y con otros usuarios"9
3. Atando cabos
9
Austin, M. P. (2021), “The Metaverse: A Very Short Introduction”, Oxford University Press. pág 27.
No es mi intención aquí hacer una definición de cada uno de ellos, sino más bien
quiero rescatar para nuestro tiempo la dimensión del profeta como vidente y visionario.
Dice Sicre Diaz:
“Los videntes aparecen en paralelismo con los visionarios (hozîm). Forman un grupo que,
mediante sus visiones y palabras, recuerda al pueblo su responsabilidad ante Dios. No
parece gente a la que se consulta para resolver pequeños problemas, sino sobre cuestiones
de sumo interés para la nación”. 10
Me encanta esta particularidad del profeta como alguien llamado a ver más allá y
ver a lo grande, que bueno sería que nosotros pudieras ser abiertos al Espíritu y mirar
por dónde van los signos de los tiempos, respecto a este tema.
Particularmente soy un convencido de que el mensaje del evangelio es real y
busca conectar con el hermano realmente, porque solo así el germen de la Palabra
transforma al ser humano. Ahora mismo veo el mundo venidero (y no muy lejos) con
personas que son un solo ser con las máquinas, en el sentido de que viven más en otra
“realidad ideal” que en la propia realidad, es una fuga mundi hacia una vida virtual, veo
muchas personas solas evadiendo los problemas de la realidad, en un mundo que se
construye para ser un paliativo de la misma, personas que visitan a sus seres queridos
que ya no están, pero allí están sus conciencias en avatares recreados por una IA, otras
personas viven allí manejando como en este mundo las finanzas, en una moneda cripto
inexistente en la realidad.
El Metaverso dará a nuestros jóvenes una nueva religión, la del Homo Deus el
hombre que se recrea a su gusto e imagen, el mundo en que soy la medida de todas las
cosas, donde todo lo dispongo según mis reglas. Aunque esto siempre será como la
adicción a las drogas, la euforia dura mientras esté allí, pero volver a la realidad es
doloroso. ¿Quién quiere un mundo que no me acepta, cuando hay uno en que me siento
libre?
¿Cómo nos preparamos para esto? ¿Esperaremos tener templos cada vez más
vacíos? (Lc 18, 8)… Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?
Tenemos que cuidar el presente, estando atentos a los signos de los tiempos (Lc 12, 54-
56) Dijo también a la multitud: "Cuando ven que una nube se levanta en occidente,
ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. Y cuando sopla viento del sur,
dicen que hará calor, y así sucede ¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la
tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente?”.
10
J. L. SICRE DIAZ, Introducción al profetismo bíblico, Verbo Divino, Roma y Granada 2011, 62.
Pienso que la propuesta concreta de Jesús de amar al prójimo de dar de comer al
hambriento, de beber al sediento… de escuchar al que está dolorido, de recibir al joven,
de escucharlo y acompañarlo, de hacerlo protagonista, de llevarlo a los que sufren, en
definitiva de sumergirlo en la realidad, no se va a olvidar, porque es el encuentro con el
Dios que está y que no se compara a ninguna sensación, es un encuentro que transforma
y contagia más que cualquier adicción y esta debe ser una prioridad urgente ya que de
los contrario en diez años estaremos asistiendo al fin de la realidad real, o por lo menos
al mundo como lo conocemos, y nos encontraremos inmersos en una atmósfera de
realidad virtual, donde humano y maquina se confunden y donde inteligencia ya no es la
razón humana propiamente sino una IA que está ahí para aletargar los sentidos y espíritu
humanos.
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