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Descripción:

Los personajes tienen las siguientes características cada uno:


Lucas: Un chico muy extrovertido y divertido, pero algo holgazán, es de una
estatura alta, tez morena, cabello rizado y de complexión delgada.
Liam: Un niño inteligente y paciente, de estatura baja, tez blanca, cabello lacio y
complexión media.
Alana: Una niña molesta y en ocasiones engreída, de estatura promedio- Alta,
complexión delgada, tez blanca, cabello lacio y largo.
Martín: Un niño realista e indiferente, de estatura muy alta para su edad, mulato,
cabello café y una nariz que sobresalía por su tamaño.
Mateo: Un niño algo ingenuo y crédulo pero divertido, es de estatura baja,
complexión robusta, con muy poco cabello y tez blanca.
Carlos: Un adolescente agradable y amistoso, físicamente es alto, de tez morena,
cabello rizado y negro, y tiene pecas en las mejillas.
Isabel: Una niña estudiosa pero sumisa y desagradable en ocasiones, de estatura
media, cabello negro y corto, tez blanca y una complexión delgada.
Los espacios donde se desarrollan las partes del cuento son principalmente
los siguientes:
- Cementerio: Un lugar relativamente tranquilo, pero con un ambiente tétrico
y desalentador.
- Escuela primaria “Alcatraz” un sitio para aprender bastante común, con un
tamaño medio y un ambiente pacífico.
- Casa de Alana: Es un lugar muy grande, pero con un ambiente aburrido y
triste, contrastando con la personalidad de quienes la habitan.
Todos los personajes principales rondan la edad de 9-10 años, a excepción de
Carlos que tiene 16.
El narrador está presente en todas las acciones.
La Novia Fantasma
Había una vez una escuela primaria llamada “Alcatraz”
ahí estudiaba un grupo muy particular, el 4to Grado a quienes los demás
consideraban unos “inadaptados sociales” debido a las inusuales
características que presentaban algunos de los niños que asistían, por
ejemplo, había un chico llamado César a quien nombraban “El niño
raro” por sus gustos indescriptiblemente extraños, gozaba de realizar
bromas poco divertidas a sus compañeros y profesores, y era popular
por sus gustos excéntricos como el tráfico de animales, la isla de las
serpientes, su gusto por asesinar orugas y mariposas. Su familia era
completamente normal a excepción de él; también un pequeño grupo
de amigos conformado por Liam; un niño muy inteligente, pacífico y
maduro pero que ocasionalmente permitía que su mejor amigo Lucas lo
guiara a realizar actos bastante “Absurdos” de acuerdo a las leyendas
urbanas que le contaba, relacionado Lucas era un chico muy
extrovertido, pero no le interesaban mucho las clases y era muy
impulsivo, ellos tenían a otros dos amigos llamados Mateo y Martín,
Martín era un niño muy listo y escéptico que no caía en las leyendas que
Lucas les contaba ya que sabía que la mayoría eran completamente
falsas, mientras que Mateo era prácticamente lo contrario siendo un
chico algo bobo pero con un gran carisma que atraía a las personas, a
pesar de que siempre se aterrorizaba por los relatos. En el grado
también tenían a una niña llamada Alana quien era molesta, obstinada y
sarcástica, al igual que César le gustaba hacer bromas desagradables a
sus compañeros de clase, ella tenía una mejor amiga llamada Isabel una
persona muy estudiosa y amable, pero con una personalidad sumisa
que dejaba Alana le ordenara.
Un día normal en la pequeña escuela el ambiente era
completamente común, Lucas se encontraba contándoles a su grupo de
amigos una leyenda urbana que su hermano mayor Marcos le había
relatado la noche anterior, consistía en una supuesta mujer que falleció
en la iglesia donde se estaba por celebrar su boda debido a una bala
perdida que impactó en su cabeza, en la parte superior de su frente;
que por éstos días se encontraba asustando a todo aquel que fuera al
cementerio a mitad de la noche y se acercaba a su tumba.
Ninguno de los niños creyó en su historia a excepción de Mateo quien
quedó horrorizado tras el relato de su amigo, Martín lo criticó
llamándolo crédulo y explicando que dicha leyenda era imposible de ser
cierta ya que los entes paranormales no existen, se burló de la historia y
de la “Novia fantasma”. Aún con esto Lucas dijo que era mejor
asegurarse de que no fuese cierto y sugirió que debían ir al cementerio
esa noche para vigilar y no tener ninguna duda de que la leyenda era
falsa, Mateo afirmó qué aunque tuviera miedo deberían ir.
Martín y Liam comenzaron a burlarse de ambos diciéndoles que las
leyendas tienen parte ficticia y parte verídica, probablemente el
fallecimiento de la novia fue real pero que definitivamente no era
posible que su alma rondara por el cementerio, ellos dos decidieron
cambiar de tema.
El ambiente se volvió divertido hasta que Alana quien había escuchado
su charla desde la esquina del patio llegó junto con Isabel a decirles que
la historia que Lucas había contado era completamente verdadera ya
que dos de sus primos lejanos fueron hace unos meses y la vieron
claramente, ella retó a chicos para que sí fuesen al cementerio esa
noche llamándoles “Cobardes” si no lo ejecutaban, si bien Liam no
estaba de acuerdo no tuvo otra opción cuando sus compañeros
aceptaron incluso Martín, además si les causaba curiosidad por la
coherencia en el relato de su compañera.
Tras terminar las clases ése día Alana fue a su casa junto con Isabel
donde su hermana mayor no se encontraba, su padre estaba viendo
televisión y su madre dormía.
Todo estaba como siempre aburrido y de alguna forma triste en la
enorme casa, así que junto con su mejor amiga subió a su habitación
para realizar sus tareas y comenzar a crear su plan para más tarde hacer
una broma a sus compañeros con respecto a la novia fantasma, primero
tomó el vestido de novia de su mamá y algunas telas blancas de su
hermana para cubrirse el rostro, todo estaba listo para las 9:30 de la
noche.
Cuando llegaron al cementerio los chicos todo estaba pacífico, aunque
también era algo tétrico, ellos se adentraron hasta llegar al centro
donde había una capilla, entraron para comenzar a esperar. Tras un rato
de estar ahí Martín sugirió que deberían ya irse del lugar para que sus
familiares no sospecharan, ya que Liam, Lucas y él dijeron que tendrían
una especie de “Pijamada” en casa de Mateo, mientras que éste último
dijo a sus familiares que la fiesta era realmente en casa de Martín. Liam
estuvo de acuerdo con irse de una vez y convenció a sus amigos, todos
estaban saliendo hasta que escucharon un ruido.
El cuidador del cementerio era uno de los tíos de Martín y
ocasionalmente permitía que su hijo mayor Carlos trabajara en su lugar,
los chicos previamente le habían preguntado a él y a su padre si habían
visto algo antes de la novia fantasma, el dijo que sí para alentarlos a que
fueran debido a que realmente se encontraba ayudando a Alana a
asustar a los chicos, Isabel era una buena amiga de el hermano menor
de Carlos, Sami, y fue a través de él que lograron que las apoyara,
realmente Alana pensó en todo para idear el plan “Perfecto”.

El ruido que los niños escucharon anteriormente tensó el ambiente y los


puso muy nerviosos, comenzaron a indagar a través de las rejillas para
ver si era el ente, esto se intensificó mucho cuando vieron una sombra
blanca rondando la capilla, tomaron varias fotografías, pero se
atemorizaron porque no sabían cómo huir, Liam sugirió desembocar en
ése momento y correr lo más rápido posible a la salida.
Al salirse corriendo se toparon en frente del ente, todos se tiraron al
suelo como el alma les ordenó, todos tenían mucho miedo, hasta que
Alana apartó su velo y comenzó a reírse de ellos, les tomó varias
fotografías para pegarlas al día siguiente en la escuela.
Todos los chicos se enojaron mucho con ella y le reprendieron que no
debió haberles hecho una broma de esa magnitud, era un truco sucio.
Además de que no tenía razones válidas para jugar así con sus
emociones.
Ella se molestó y dijo que tenía las razones más valiosas,
siempre quedaba en segundo lugar por culpa suya, en calificaciones
debido a Liam, en deportes por Lucas, gastronomía por Mateo y juegos
electrónicos por Martín; nunca podía ganar por culpa de ellos, Liam le
dijo que aún con eso, ella debería esforzarse más para conseguir sus
propios méritos y el hacerles bromas no cambiaría nada, tras un largo
rato de discusiones decidieron marcharse los cinco porque ya era muy
tarde y además Carlos se los pidió.
Cuando estaban casi a la salida escucharon murmullos de
sus nombres; los seis se asustaron y observaron el enorme cementerio
sin encontrar nada hasta que una tela blanca se asomó tras la capilla,
empezaron a cuestionarse entre sí, si era otra broma por parte de
alguno, incluso de Liam o Martín, todos negaron asegurando decir la
verdad.
Carlos con su linterna de mayor intensidad se asomó,
pero no halló nada, siguieron indagando hasta ver una coronilla
plateada del otro lado del cementerio, todos corrieron hacia allá y
gritaron al ver a la novia fantasma “real” (A excepción de Carlos) y
corrieron hacia la capilla nuevamente, pero Liam alcanzó a ver unas
calcetas color morado que usaba el espíritu, le confrontó y descubrieron
que era ¡CÉSAR! Su compañero de clases, todos estaban eufóricos y el
ambiente cobró una gran sorpresa, todos le decían que era una terrible
broma, que ellos jamás le habían hecho algo lo suficientemente grave
como para él cobrar venganza de esa forma, César rápidamente aceptó
que era un truco sucio, pero les pidió ya irse de ahí ya que había sentido
unas brisas muy particulares.
Ésta vez lógicamente nadie le creyó y siguieron
discutiendo hasta que Carlos comenzó a actuar de forma muy extraña,
vomitó, gritó y se cortó en la mano izquierda, los niños gritaron y le
pidieron que parara, él salió de su transe y no comprendía bien lo que
estaba sucediendo, se alarmaron mucho y no sabían que hacer por la
sangre en su mano, hasta que César se quitó el traje. Sin ninguna
explicación éste comenzó a elevarse en el aire causándoles
desconcierto, se asustaron al ver la cara demacrada de una mujer
aparecer sobre el cuello del vestido.
Ella dijo llamarse Helena, contó con muchos detalles la
leyenda urbana y también como ella planeó todo desde el inicio,
poseyendo a Carlos para al fin ponerse un vestido de novia y darle fin a
un ciclo de dolor. Ellos se quedaron plasmados después del relato,
“Gracias” dijo el ente desvaneciéndose.
Al día siguiente en la escuela los seis compañeros
pidieron a sus compañeros que tuvieran más respeto ante las leyendas
urbanas que les contaban, ellos se quedaron con una gran moraleja:
Jamás debemos sentir celos por el éxito ajeno y todas las personas
tenemos la opción de redimirnos.

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