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el idioma guaraní se ve amenazado debido a la insuficiente gestión


gubernamental de promover el idioma en los altos estratos sociales y oficiales.
También se debe al avance de la educación pública impartida principalmente
en castellano, los efectos de la urbanización y el acceso a nuevas tecnologías
como el Internet, los teléfonos celulares, la televisión, entre otros, que
promueven la masificación del castellano, especialmente en las nuevas
generaciones criadas en zonas urbanas. Prueba de ello es que entre los años
2002 y 2012, al menos el 10% de la población de Paraguay dejó de usar el
idioma guaraní, según el Censo paraguayo de la DGEEC del año 2012iendo
mínimo en los mismos

Idioma guaraní

El guaraní es una lengua de la familia tupí-guaraní hablada por


aproximadamente 6,5 millones de personas en el Cono Sur de América,
incluyendo a los hablantes de Paraguay (que lo utilizan como idioma materno o
nativo) y a los que lo usan como segunda lengua

Historia

Inicios hasta el siglo XX

Históricamente el guaraní ha sido el idioma predominante de la zona que


actualmente abarca geográficamente el Paraguay y sus alrededores (noreste
de Argentina, suroeste de Brasil, sureste de Bolivia). La entrada del castellano
en Paraguay se hace con la llegada de los conquistadores, pero estos nunca
consiguieron crear ni mantener una comunidad de hablantes que tuviera
expresión relevante. Esto se debe al poco flujo de migrantes europeos y al
aislamiento geográfico, político y económico del Paraguay en relación con sus
vecinos —en parte debido a la lejanía y los conflictos—. Además, el mestizaje
era promovido por las autoridades en la época colonial, a diferencia de otros
países. Las familias paraguayas de aquel entonces, compuestas por el padre,
de origen español, y la madre de origen guaraní, eran generalmente
matriarcales, por lo que los hijos aprendían el idioma materno, es decir, el
guaraní.

A lo largo de la historia, y especialmente desde la expulsión de los Jesuitas, el


idioma guaraní ha sufrido persecuciones en los distintos territorios donde se
hablaba. En Paraguay, desde la Independencia de España, fue utilizado en las
diversas instancias gubernamentales, aunque luego el idioma guaraní ha sido
reprimido por los gobiernos paraguayos, especialmente desde el final de la
Guerra de la Triple Alianza, cuando llegó a prohibirse su uso y enseñanza en
las escuelas públicas como consecuencia de la derrota ante los ejércitos
invasores. A pesar de ello, el idioma continuaba siendo el más hablado en los
hogares.

Sin embargo, los gobernantes populistas usaban a menudo el idioma como


orgullo nacional para excitar el fervor nacionalista y promover una narrativa de
unidad social. Durante el régimen dictatorial de Alfredo Stroessner, el gobierno
se sirvió del guaraní para atraer a los paraguayos del interior, aunque el propio
Stroessner nunca dio un discurso en guaraní. El 25 de agosto de 1967, es
promulgada una nueva Constitución Nacional, que por primera vez dio una
calidad jurídica al idioma guaraní al reconocerlo como lengua nacional del
Paraguay, convirtiendo el 25 de agosto en el Día Nacional del Idioma
Guaraní.13

Por otra parte, el guaraní fue estratégico durante las guerras internacionales
que involucraron al Paraguay (la de la Triple Alianza y la del Chaco), ya que
todas las comunicaciones al frente se realizaban en ese idioma. Aun así, tanto
en el ejército argentino como en el brasileño había gente con raíces guaraníes
que hablaba el idioma en cuestión.
Actualidad

Tras el advenimiento de la democracia paraguaya, el guaraní se estableció en


1992 en la nueva constitución como un idioma oficial equivalente al español, y
a partir de esa década el MEC promovió la enseñanza del guaraní como una
materia más en las escuelas públicas, tanto en la comunicación oral como
escrita. Sin embargo, la enseñanza en el resto de las asignaturas sigue siendo
predominantemente en castellano, por lo que la mayoría de los guaraní-
hablantes han aprendido el idioma en el hogar.

El guaraní se convirtió en una lengua escrita hace relativamente poco tiempo,


por ende, la mayoría de los guaraní-hablantes solo saben hablar (oralmente) el
idioma. Pocos saben leer o escribirlo correctamente en el sistema de escritura
actual que enseña el Ministerio de Educación de Paraguay desde fines del siglo
pasado

Uso y distribución geográfica


El guaraní se puede considerar criollo, pero se dice que es mejor llamarlo
moderno, ya que es la variante mayormente hablada dentro del idioma guaraní,
en su variante paraguaya especialmente. El guaraní tribal es hablado por las
minorías indígenas de origen guaraní y turistas que se esparcen aisladamente
en sus respectivas tribus en Paraguay, norte de Argentina, oeste del Brasil,
sureste de Bolivia, entre otros.

Extensión geográfica del idioma guaraní.

El guaraní es hablado por cerca de 6,5 millones de hablantes, según datos de


Ethnologue (2020). La mayoría de los guaraní-hablantes son bilingües en
castellano, es decir, conocen y hablan ambos idiomas, aunque un importante
porcentaje se sigue manejando casi exclusivamente en guaraní (paraguayos de
zonas rurales).

La mayoría de los guaraní-hablantes en su versión criolla o moderna son


paraguayos residentes en el país. Así mismo, es hablado por un importante
número de paraguayos residiendo en el extranjero, o personas extranjeras con
ascendencia paraguaya. Igualmente es hablado por guaraní-hablantes no
paraguayos, generalmente situados al noreste de la Argentina, centro-oeste del
Brasil y sureste de Bolivia. Se estima que como Idioma materno es hablado por
cerca de 5,5 millones de personas, y como segunda lengua, por cerca de 1
millón de personas, para aquellos que fueron criados y/o utilizan mayormente el
español u otro idioma.
En Paraguay

A diferencia de lo que sucede en otros países del continente, y a pesar de que


su población indígena es solamente de alrededor del 1,5 % del total (siendo la
mayoría mestizos y blancos), el 77 % de los paraguayos habla y/o entiende el
idioma guaraní (ya sea como idioma materno o segunda lengua), en su
variante derivada de los extintos indígenas carios. Paraguay es una de las
pocas naciones casi completamente bilingües en el mundo. 20

Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares del año 2017, realizada


por la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, los idiomas más
hablados en el hogar la mayor parte del tiempo por la población de 5 años o
más en el Paraguay son: 40% solo guaraní, 30% español y guaraní y el 26,5%
solo español. El resto habla otros idiomas. 21 Los departamentos donde más se
habla el idioma guaraní en el hogar son: San Pedro (78,87%), Caazapá
(77,39%) y Concepción (71,34%); mientras donde menos se habla guaraní son:
Asunción (8,95%), Central (15,9%) y Alto Paraná (37,75%).

En los centros urbanos y principalmente en la capital se habla el jopará, un


dialecto criollo que adopta vocablos españoles a la estructura gramatical y
prosódica del guaraní. El guaraní hablado mayormente en el país es el llamado
guaraní jeheꞌa, un dialecto criollo caracterizado por la mezcla transformada de
vocablos del español al guaraní.
A pesar del rango oficial del idioma guaraní en el país y a pesar del alto número
de guaraní-hablantes, el idioma castellano sigue siendo mayormente utilizado
en cuestiones gubernamentales, en documentos oficiales, procesos judiciales,
procesos administrativos, profesionales, en los negocios, en los medios de
comunicación y en la educación —las clases se imparten principalmente en
español—, por lo que el guaraní se relega a utilizar en un entorno más
coloquial, de uso entre familiares y amigos.

Importancia

El guaraní fue la primera lengua indígena americana en alcanzar el estatus de


idioma oficial. En Paraguay, desde la Independencia de España, fue utilizado
en las diversas instancias gubernamentales, hasta el final de la guerra de la
Triple Alianza, cuando llegó a prohibirse su uso como consecuencia de la
derrota ante los ejércitos invasores. Durante la guerra del Chaco, se utilizó
como lengua principal en el Ejército que luchaba contra Bolivia. A partir de la
Constitución de 1967, la lengua guaraní es reconocida como lengua nacional y
el castellano la lengua oficial de la República del Paraguay. Con la
promulgación de la Constitución de 1992, ambas lenguas son oficiales.

En otros países, como Bolivia, tiene al idioma guaraní como oficial junto al
español y junto a otras 35 lenguas, según la Constitución Política del Estado
del año 2009. En la provincia de Corrientes, Argentina, el idioma guaraní es
oficial junto al español desde el 2004. En Brasil, el municipio de Tapucu en
Matto Grosso del Sur, tiene al guaraní como idioma oficial junto al portugués
desde el año 2010.

El guaraní ha sido reconocido como idioma de trabajo del Mercosur en el año


2006. Con respecto a esta situación, un periodista de El Mercurio Digital
expresó lo siguiente:

Es preferible aprender un idioma nuestro, que sea auténticamente


latinoamericano, que intercambiar expresiones e ideas con ropajes ajenos. La
Unión Europea contiene decenas de idiomas oficiales hasta de regiones cuya
población no sobrepasa el millón de habitantes. ¿Por qué aquí no se le da la
atención debida al guaraní, ya que otros idiomas nativos han ido caducando?
América Latina tiene la oportunidad de dar ejemplos al mundo. Esta atención
concedida al guaraní no significa el abandono gradual del portugués o el
español en los países del Mercosur, sino una manera de dar voz a una de
nuestras raíces, la indígena, y valorizar lo propio sin ningún sentimiento de
atraso o culpa. Los países llamados "desarrollados" tendrán que aprender el
guaraní y respetar el espacio cultural latinoamericano.
Bruno Peron Loureiro, periodista.

Así mismo, géneros musicales como la Guarania, la Polka paraguaya o el


Chamamé (siendo este último un Patrimonio cultural inmaterial de la Unesco),
están influenciados por la cultura guaraní y las letras de sus canciones son
escritos mayormente en idioma guaraní. Otros artistas de géneros musicales
modernos también incluyen el idioma guaraní en sus canciones. Por otra parte,
el guaraní está presente en el cine paraguayo a través de películas como
"Hamaca paraguaya" (2006) de Paz Encina, "7 cajas" (2012) de Juan Carlos
Maneglia y Tana Schémbori, y "Latas vacías" (2014) de Hérib Godoy, "Gritos
del Monday" (2016) del realizador David Miranda. Luego del latín y el griego, el
guaraní es el idioma que más nombres aportó a la nomenclatura científica

EL BILINGÜISMO PARAGUAYO
La unión del español blanco que llegó a esta parte del Continente, con la mujer
aborigen guaraní, produjo el mestizo paraguayo. Mientras tanto, el hijo del
padre y madre español, nacido aquí, es el que conocemos como el "paraguayo
criollo".

El mestizo, desde que empezó sus primeros balbuceos, fue influenciado por la
madre que le hablaba en guaraní, mientras el padre, por supuesto, le hablaba
en castellano. Siempre predominó en ese hijo mestizo el apego hacia el idioma
guaraní, su lengua materna, y el primer conflicto lingüístico con que tropezó
ese niño mestizo paraguayo fue cuando salió de su entorno familiar y tomó
contacto con el entorno social para su alfabetización, la que inicia en lengua
castellana.

En ese sentido, el paraguayo criollo no tenía inconvenientes, ya que su lengua


materna siempre fue el castellano. El problema se planteaba con el paraguayo
mestizo, al pretenderse alfabetizarlo en una lengua que no era su idioma
materno. De todos modos, el paraguayo criollo no estaba excento del problema
lingüístico, ya que de repente, al salir también de su entorno familiar, se
encontró con la influencia del idioma guaraní, hablado entonces por una
cantidad superior de niños mestizos, frente a los criollos que eran menos.

Así, de este contacto de las dos lenguas, de su interaccionar permantente y de


sus re<cíprocas interferencias, nace con el mismo paraguayo nuestro
bilingüismo, con las características apuntadas. Nuestro sistema educativo
siempre se hizo sobre la base de ignorar la existencia incuestionable del idioma
guaraní, pretendiéndose alfabetizar a los niños paraguayos en castellano, sean
ellos criollos o mestizos. Este craso error de nuestra política educacional
pública, en el sentido de no asumir nuestro bilingüismo, error que hemos
arrastrado hasta el año 1994, es la causa fundamental de nuestra
incompetencia lingüística.

Así como nunca se enseñó oficialmente el guaraní, nunca dejó de tener


vigencia en la comunicación diaria, familiar, informal, del paraguayo mestizo; y
pronto se proyectó esta influencia sobre el paraguayo criollo. Por este motivo,
salvo contadas excepciones, el paraguayo nunca manejó con soltura el
castellano; y como tampoco nunca se le enseñó el guaraní, nunca tuvo la
competencia lingüística que normalmente tiene un monoparlante o bilingüe
coordinado

Paraguay es un país único en el que la gran mayoría de los ciudadanos puede


comunicarse en una lengua indígena a todos los niveles porque, además de
ser de uso extendido, esa lengua es oficial junto con el español, y tiene el
mismo tratamiento a efectos legales.

Pero no siempre fue así. El guaraní fue una lengua discriminada y sus
hablantes sufrieron acoso y agresiones durante siglos. La última etapa de
persecución e intento de sofocar su uso fueron los 35 años de dictadura de
Alfredo Stroessner, que terminó en 1989.

Fue entonces cuando el guaraní empezó una carrera de reivindicación que


culminó con su proclamación como una de las dos lenguas oficiales de
Paraguay en la Constitución de 1992. Además, esta dedica su artículo 77 a "la
enseñanza en la lengua materna". Precisamente, las Naciones Unidas están
celebrando este 2 de febrero el Día Internacional de la Lengua Materna, que
este año se enmarca dentro de la conmemoración del Año Internacional de las
Lenguas Indígenas. 

Supervivencia del idioma

La ministra de la Secretaría de Políticas Lingüísticas de Paraguay, Ladislaa


Alcaraz, atribuye la supervivencia del guaraní a la transmisión de madres a
hijos y a la perseverancia de los hablantes, que se negaron a abandonar esa
lengua heredada del pueblo indígena del mismo nombre.

En Paraguay, un 90% de la población no indígena habla guaraní, lo que lo


distingue del resto de los países latinoamericanos, donde las lenguas
originarias sólo son habladas en las comunidades indígenas.

La mujer indígena guaraní ha transmitido la lengua a los niños


Esta es una de las causas de supervivencia del guaraní en Paraguay, y la
lealtad de los hablantes, que la siguieron hablando a pesar de muchas
situaciones de persecución, de prohibición, de imposición de una lengua
Europea.”De acuerdo con la ministra Alcaraz, en el caso paraguayo, la
población que pasó por un proceso de mestizaje dio origen a una nación
bilingüe desde el inicio, cuando los guaraníes empezaron a mezclarse con los
conquistadores españoles.

Orgullo

Esa promoción tiene que ver con la conciencia de la identidad, el


reconocimiento de la utilidad y el orgullo de hablar una lengua originaria.

Y se está logrando, poco a poco. Teresa Medina considera que la percepción


negativa del guaraní está cambiando y que es motivo de orgullo para muchos
paraguayos.

“Yo por lo menos, me siento orgullosa de hablar el guaraní porque me puedo


comunicar con la gente del campo, voy al mercado y puedo hablar con la
gente. Hay algunos que consideran todavía que no sirve para nada, pero no, es
un orgullo tener como idioma oficial el idioma de los indios y yo particularmente
me siento muy orgullosa de hablar el idioma de los indios."

Es necesario recordar que la lengua es una manifestación única del sentir de la


persona, y comprenderla como un patrimonio cultural de suma importancia
fortalecer nuestro idioma guaraní con una nueva visión, la formación de
paraguayos con saberes y conocimientos para mantener viva nuestra identidad
cultural en un mundo dominado por la tecnología.

Es triste y preocupante escuchar a nuestros compatriotas expresarse sobre


nuestro idioma guaraní con total rechazo, y más triste aún de algunos
educadores señalando que el idioma guaraní entorpece a nuestros niños/as,
todo esto por falta de amor y valoración a nuestra cultura. Aunque no sea
especialista en guaraní, cuán hondo llega en nuestros corazones escuchar
hablarlo y por qué no, que todos los discursos de los egresados se hagan en
guaraní más allá de aquellos discursos que son cansadores y aburridos

Por sobre todas las cosas es importante transmitir a nuestros hijos desde que
nacen la lengua guaraní con amor y responsabilidad por respeto y abnegación
a nuestros antepasados. Como dice un dicho un país sin historia, sin cultura,
sería un país sin vida. Rescatar todo el esfuerzo que hicieron de dejarnos un
idioma tan rico y codiciado por otros países.

No sería lo mismo escuchar de nuestros mayores contar un chiste, una


anécdota, los famosos mitos, leyendas en castellano, que escuchar en nuestro
dulce idioma guaraní.

Es urgente y necesario buscar estrategias, darle más importancia, ponerle más


condimentos de amor, por sobre todas las cosas, interés a lo nuestro.

Es grande el desafío que tenemos como paraguayos/as de mantener viva


nuestra identidad cultural y empecemos por conocer nuestra historia en todos
los ámbitos y así amar y valorizar nuestro guaraní por toda la eternidad.

El Guaraní, el idioma de confianza de los paraguayos.


El 25 de agosto de cada año se celebra el Día del Idioma Guaraní, en
recordación de que se dio una calidad jurídica al guaraní al reconocerlo como
lengua nacional del Paraguay por medio de la Constitución Nacional.

Para especialistas de la lengua, este bello y único idioma es un vehículo de


relacionamiento de confianza del pueblo.

Dulce, directo como pocos, y capaz de robar una risa con una sola palabra, el
guaraní guarda la contundencia y la capacidad aglutinante de un idioma que
sobrepasa las convenciones para embanderarse como un símbolo de la
identidad paraguaya.

Fue consolidado en la Carta Magna del año 1992 con la disposición de la


obligatoriedad de la enseñanza en la lengua materna del educando.

En nuestro país, oficialmente bilingüe, más del 87% de la población habla


guaraní, una lengua de tradición oral que lleva 500 años siendo transmitida de
generación en generación, sin perder su fuerza, pese al uso del jopara, la
combinación del guaraní y el castellano.

Apoyo a la promoción de la lengua

Primer decreto en guaraní: El documento del Poder Ejecutivo se emitió el 5 de


junio de 2015, después de 23 años de que el guaraní se convirtiera en idioma
oficial del país.

Fue bajo el Gobierno de Horacio Cartes. El documento aprueba los estatutos


de la entidad denominada Guarani Ñe'ẽ Rerekuapavẽ (Academia de la Lengua
Guaraní) y se autoriza su funcionamiento como persona jurídica.

Luego de las disposiciones del idioma en la Constitución, otro de los avances


en el sector estatal fue la promulgación de la Ley de Lenguas 4.251 en el año
2010. La normativa tiene por objeto promover y garantizar la utilización de las
lenguas oficiales de la República, el castellano y el guaraní.

A partir de la legislación, se creó la Secretaría de Políticas Lingüísticas, la cual


funciona hace poco más de seis años. El órgano tiene como propósito
fortalecer el bilingüismo oficial y la diversidad lingüística del Paraguay.

El Poder Judicial, por su parte, implementa el uso obligatorio del guaraní en


todo el ámbito jurídico desde el 2013.

Otras instituciones encargadas de velar acciones en favor de la lengua


vernácula del país son: la Academia de la Lengua Guaraní (Guarani Ñe’ê
Rerekuapavê) y el Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní, fundado el 23 de
septiembre de 1985.

Esta última institución agrupa a estudiantes, profesores, licenciados,


magísteres, doctores, individualidades e instituciones como centros culturales y
universidades

Nuestro bilingüismo: Ante la reforma Educativa

Después de muchos años de vigencia de la más sutil y repudiable


discriminación contra el idioma guaraní la actual Constitución Nacional ha
reparado ese daño que desde siempre se le ha causado al sentimiento del
paraguayo, declarando el guaraní como idioma oficial de la república junto con
el castellano. Es tal vez una las más patrióticas y significativas reivindicaciones
que contiene la Constitución nacional de 1992 porque el uso y conocimiento del
guaraní siempre fue un derecho de todo paraguayo auténtico y siempre ese
derecho le fue conculcado. Me refiero al paraguayo auténtico porque existen
unos pocos paraguayos que por su conformación cultural híbrida, nada les
importa del idioma guaraní. A algunos incluso les produce escozor que el
guaraní se haya oficializado. Esos pocos paraguayos siguen su lucha contra el
idioma ancestral de nuestro pueblo. Felizmente se puede individualizar muy
bien a esos pocos paraguayos, porque — ellos sin darse cuenta — en esa
lucha contra nuestra lengua de origen, se les va la mano y despotrican también
contra otros factores de cohesión social de nuestro pueblo, atacando nuestra
propia identidad nacional. Es el caso del paraguayo híbrido que no quiere
hablar el guaraní porque cree que con ello disminuye su status social cree que
hablando en castellano o cualquier otro idioma extranjero, es superior al que
habla en guaraní. Ese mismo paraguayo híbrido que dice que el apego al
"mbeju" o a otras comidas típicas paraguayas, no es sino un fanatismo
patriotero", es el que sostiene que "tales comidas debemos olvidar si queremos
progresar, porque nadie las conoce en Europa". Dicen estos compatriotas que
el "mbeju", el "vorí vorí" o el "pajagua mascada" no figuran en los menú de
Europa.

Ese es el criterio del paraguayo híbrido culturalmente; que está en contra del
idioma guaraní y, consiguientemente, en contra de otros factores de nuestra
cultura autóctona. Son esos pocos paraguayos los que sienten escozor por la
oficialización del idioma guaraní y por la adopción de la disposición
constitucional que crea la obligatoriedad de la enseñanza bilingüe en el
Paraguay.

Y aquí queríamos llegar: la enseñanza bilingüe marca el punto de partida


fundamental para el despegue hacia el desarrollo cultural de nuestro pueblo.
Porque con la enseñanza bilingüe el paraguayo va a tener la oportunidad de
aprender su idioma materno y al conocer bien su lengua materna que es la
lengua de su comunicación familiar y de rutina, ha de conocer mejor también el
castellano, y podrá manejar con fluidez y con la competencia debida ambos
idiomas oficiales de su patria y así, dentro de algunos años, con la
implementación de la enseñanza bilingüe, vamos a tener individuos bilingües
coordinados y van a desaparecer los paraguayos lingüísticamente
conflictuados. Al cabo de algunos años vamos a tener paraguayos que
conocen en forma adecuada la lengua castellana, con posibilidad de acceder, a
través de ella en forma inmediata a la cultura universal. Pero también, ese
paraguayo va a conocer en forma adecuada el idioma de sus ancestros, para
dejar de reprimirse y de retraerse en su propia tierra, y de esa forma sentir
seguridad de que no se le va a sustraer el idioma que el quiere como suyo.

EL BILINGÜISMO PARAGUAYO

El guaraní es hablado por cerca de 6,5 millones de hablantes, según datos de


Ethnologue (2020). La mayoría de los guaraní-hablantes son bilingües en
castellano, es decir, conocen y hablan ambos idiomas, aunque un importante
porcentaje se sigue manejando casi exclusivamente en guaraní (paraguayos de
zonas rurales).

El guaraní es una lengua de la familia tupí-guaraní hablada por


aproximadamente 6,5 millones de personas en el Cono Sur de América,
incluyendo a los hablantes de Paraguay (que lo utilizan como idioma materno o
nativo) y a los que lo usan como segunda lengua

El guaraní fue la primera lengua indígena americana en alcanzar el estatus de


idioma oficial. En Paraguay, desde la Independencia de España, fue utilizado
en las diversas instancias gubernamentales, hasta el final de la guerra de la
Triple Alianza, cuando llegó a prohibirse su uso como consecuencia de la
derrota ante los ejércitos invasores. Durante la guerra del Chaco, se utilizó
como lengua principal en el Ejército que luchaba contra Bolivia. A partir de la
Constitución de 1967, la lengua guaraní es reconocida como lengua nacional y
el castellano la lengua oficial de la República del Paraguay. Con la
promulgación de la Constitución de 1992, ambas lenguas son oficiales.

El guaraní ha sido reconocido como idioma de trabajo del Mercosur en el año


2006. Con respecto a esta situación, un periodista de El Mercurio Digital
expresó lo siguiente:
El guaraní se convirtió en una lengua escrita hace relativamente poco tiempo,
por ende, la mayoría de los guaraní-hablantes solo saben hablar (oralmente) el
idioma. Pocos saben leer o escribirlo correctamente en el sistema de escritura
actual que enseña el Ministerio de Educación de Paraguay desde fines del siglo
pasado.

El guaraní se puede considerar criollo, pero se dice que es mejor llamarlo


moderno, ya que es la variante mayormente hablada dentro del idioma guaraní,
en su variante paraguaya especialmente. El guaraní tribal es hablado por las
minorías indígenas de origen guaraní y turistas que se esparcen aisladamente
en sus respectivas tribus en Paraguay, norte de Argentina, oeste del Brasil,
sureste de Bolivia, entre otros.

El mestizo, desde que empezó sus primeros balbuceos, fue influenciado por la
madre que le hablaba en guaraní, mientras el padre, por supuesto, le hablaba
en castellano. Siempre predominó en ese hijo mestizo el apego hacia el idioma
guaraní, su lengua materna, y el primer conflicto lingüístico con que tropezó
ese niño mestizo paraguayo fue cuando salió de su entorno familiar y tomó
contacto con el entorno social para su alfabetización, la que inicia en lengua
castellana.

En ese En la actualidad, existe una gran cantidad de páginas y sitios web en


guaraní. El proyecto Wikipedia en guaraní también ha impulsado el progreso
digital de este idioma. Algunos periódicos paraguayos, como ABC Color y
Última Hora, publican algunos artículos en este idioma,

aunque su uso sigue sA pesar de los avances en preservar y aumentar el


estatus del lenguaje, sentido, el paraguayo criollo no tenía inconvenientes, ya
que su lengua materna siempre fue el castellano. El problema se planteaba con
el paraguayo mestizo, al pretenderse alfabetizarlo en una lengua que no era su
idioma materno. De todos modos, el paraguayo criollo no estaba excento del
problema lingüístico, ya que de repente, al salir también de su entorno familiar,
se encontró con la influencia del idioma guaraní, hablado entonces por una
cantidad superior de niños mestizos, frente a los criollos que eran menos.

En la actualidad, existe una gran cantidad de páginas y sitios web en guaraní.


El proyecto Wikipedia en guaraní también ha impulsado el progreso digital de
este idioma. Algunos periódicos paraguayos, como ABC Color y Última Hora,
publican algunos artículos en este idioma, aunque su uso sigue sA pesar de los
avances en preservar y aumentar el estatus del lenguaje, el idioma guaraní se
ve amenazado debido a la insuficiente gestión gubernamental de promover el
idioma en los altos estratos sociales y oficiales. También se debe al avance de
la educación pública impartida principalmente en castellano, los efectos de la
urbanización y el acceso a nuevas tecnologías como el Internet, los teléfonos
celulares, la televisión, entre otros, que promueven la masificación del
castellano, especialmente en las nuevas generaciones criadas en zonas
urbanas. Prueba de ello es que entre los años 2002 y 2012, al menos el 10%
de la población de Paraguay dejó de usar el idioma guaraní, según el Censo
paraguayo de la DGEEC del año 2012iendo mínimo en los mismos

En los centros urbanos y principalmente en la capital se habla el jopará, un


dialecto criollo que adopta vocablos españoles a la estructura gramatical y
prosódica del guaraní. El guaraní hablado mayormente en el país es el llamado
guaraní jeheꞌa, un dialecto criollo caracterizado por la mezcla transformada de
vocablos del español al guaraní.

En otros países, como Bolivia, tiene al idioma guaraní como oficial junto al
español y junto a otras 35 lenguas, según la Constitución Política del Estado
del año 2009. En la provincia de Corrientes, Argentina, el idioma guaraní es
oficial junto al español desde el 2004. En Brasil, el municipio de Tapucu en
Matto Grosso del Sur, tiene al guaraní como idioma oficial junto al portugués
desde el año 2010.

En Paraguay
Es preferible aprender un idioma nuestro, que sea auténticamente
latinoamericano, que intercambiar expresiones e ideas con ropajes ajenos. La
Unión Europea contiene decenas de idiomas oficiales hasta de regiones cuya
población no sobrepasa el millón de habitantes. ¿Por qué aquí no se le da la
atención debida al guaraní, ya que otros idiomas nativos han ido caducando?
América Latina tiene la oportunidad de dar ejemplos al mundo. Esta atención
concedida al guaraní no significa el abandono gradual del portugués o el
español en los países del Mercosur, sino una manera de dar voz a una de
nuestras raíces, la indígena, y valorizar lo propio sin ningún sentimiento de
atraso o culpa. Los países llamados "desarrollados" tendrán que aprender el
guaraní y respetar el espacio cultural latinoamericano.
Extensión geográfica del idioma guaraní.

Historia

Históricamente el guaraní ha sido el idioma predominante de la zona que


actualmente abarca geográficamente el Paraguay y sus alrededores (noreste
de Argentina, suroeste de Brasil, sureste de Bolivia). La entrada del castellano
en Paraguay se hace con la llegada de los conquistadores, pero estos nunca
consiguieron crear ni mantener una comunidad de hablantes que tuviera
expresión relevante. Esto se debe al poco flujo de migrantes europeos y al
aislamiento geográfico, político y económico del Paraguay en relación con sus
vecinos —en parte debido a la lejanía y los conflictos—. Además, el mestizaje
era promovido por las autoridades en la época colonial, a diferencia de otros
países. Las familias paraguayas de aquel entonces, compuestas por el padre,
de origen español, y la madre de origen guaraní, eran generalmente
matriarcales, por lo que los hijos aprendían el idioma materno, es decir, el
guaraní.

Idioma guaraní

Importancia
Inicios hasta el siglo XX

La mayoría de los guaraní-hablantes en su versión criolla o moderna son


paraguayos residentes en el país. Así mismo, es hablado por un importante
número de paraguayos residiendo en el extranjero, o personas extranjeras con
ascendencia paraguaya. Igualmente es hablado por guaraní-hablantes no
paraguayos, generalmente situados al noreste de la Argentina, centro-oeste del
Brasil y sureste de Bolivia. Se estima que como Idioma materno es hablado por
cerca de 5,5 millones de personas, y como segunda lengua, por cerca de 1
millón de personas, para aquellos que fueron criados y/o utilizan mayormente el
español u otro idioma.

La unión del español blanco que llegó a esta parte del Continente, con la mujer
aborigen guaraní, produjo el mestizo paraguayo. Mientras tanto, el hijo del
padre y madre español, nacido aquí, es el que conocemos como el "paraguayo
criollo".

Por otra parte, el guaraní fue estratégico durante las guerras internacionales
que involucraron al Paraguay (la de la Triple Alianza y la del Chaco), ya que
todas las comunicaciones al frente se realizaban en ese idioma. Aun así, tanto
en el ejército argentino como en el brasileño había gente con raíces guaraníes
que hablaba el idioma en cuestión. 14

Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares del año 2017, realizada


por la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, los idiomas más
hablados en el hogar la mayor parte del tiempo por la población de 5 años o
más en el Paraguay son: 40% solo guaraní, 30% español y guaraní y el 26,5%
solo español. El resto habla otros idiomas. 21 Los departamentos donde más se
habla el idioma guaraní en el hogar son: San Pedro (78,87%), Caazapá
(77,39%) y Concepción (71,34%); mientras donde menos se habla guaraní son:
Asunción (8,95%), Central (15,9%) y Alto Paraná (37,75%).

Sin embargo, los gobernantes populistas usaban a menudo el idioma como


orgullo nacional para excitar el fervor nacionalista y promover una narrativa de
unidad social. Durante el régimen dictatorial de Alfredo Stroessner, el gobierno
se sirvió del guaraní para atraer a los paraguayos del interior, aunque el propio
Stroessner nunca dio un discurso en guaraní. El 25 de agosto de 1967, es
promulgada una nueva Constitución Nacional, que por primera vez dio una
calidad jurídica al idioma guaraní al reconocerlo como lengua nacional del
Paraguay, convirtiendo el 25 de agosto en el Día Nacional del Idioma
Guaraní.13

Tras el advenimiento de la democracia paraguaya, el guaraní se estableció en


1992 en la nueva constitución como un idioma oficial equivalente al español, y
a partir de esa década el MEC promovió la enseñanza del guaraní como una
materia más en las escuelas públicas, tanto en la comunicación oral como
escrita. Sin embargo, la enseñanza en el resto de las asignaturas sigue siendo
predominantemente en castellano, por lo que la mayoría de los guaraní-
hablantes han aprendido el idioma en el hogar.
Guaraníes: historia, característica, idioma, y mucho más.

Los guaraníes son una tribu milenaria de indígenas que habitan principalmente
en Paraguay, aunque también se concentran en el sur de Brasil, norte de
Argentina y Uruguay.

En la actualidad su población se encuentra grandemente diezmada y aislada a


pequeñas reservas de tierra que no pueden abandonar y los lleva a sufrir
grandes problemas de salud y hacinamiento.
Los guaraníes se autodenominan como avá, un término que en su idioma
étnico cultural puede traducirse como “ser humano”.

Están ubicados en Paraguay principalmente, aunque también pueden ser


encontrados al noreste de Argentina, distribuidos en algunas de las provincias
de la Región del Litoral; al sur y suroeste de Brasil, más específicamente en los
estados Río Grande del Sur, Santa Catarina, Paraná y Mato Grosso del Sur.

El nombre de guaraní puede tener dos posibles orígenes. La primera teoría que
se maneja es que al llegar la cultura española a conquistar a América, los
colonos escucharon como los indígenas repetían una y otra vez  gritos de
guerra con la frase guará-ny, la cual se traduce en “combatid-los”.
La segunda teoría que este nombre surgió a partir de la deformación fonética
que sufrió la palabra “guariní”, esta significa “guerra” o “guerrear”. Este término
era usado por los indígenas para indicar a los españoles que ellos eran
guerreros.

Mestizaje español-guaraní
Para el año 1512 la Monarquía Hispánica había decretado las leyes necesarias
para regular el trato que se les daba a los indígenas, así como para abolir la
esclavitud a través de las Leyes de Burgos.

Sin embargo, se considera que la bula del papa Pablo III Sublimis Deus
durante el año de 1537 fue la que declaro finalmente los aborígenes como
hombres con todos los efectos y capacidades de cristianos.

Esto trajo como consecuencia la diferenciación de las diferentes colonizaciones


que se estaban llevan a cabo por pate de la cultura española, cultura
portuguesa y la cultura francesa con respecto a la cultura inglesa, donde es
mestizaje con los indígenas tuvo magnitudes agigantadas.
La iglesia católica buscaba que los indios se incorporaran a su civilización y a
su religión, aun cuando esto significara a renunciar a sus creencias que
formaban su identidad cultural.

Se tiene registro del mestizaje profundo que se vivía en este tiempo, entre los
cuales el más antiguo hace referencia a la época en la que el conquistador,
explorador y colonizador español de nombre Domingo Martínez de Irala fue
hecho Gobernador del Río de la Plata y del Paraguay en el año 1544.

Desde su ocupación y nombramiento en el cargo no solo hizo vida con varias


mujeres indígenas, sino que permitió que los demás agentes españoles
también pudieran estar relacionados con varias mujeres

Para el año 1512 la Monarquía Hispánica había decretado las leyes necesarias
para regular el trato que se les daba a los indígenas, así como para abolir la
esclavitud a través de las Leyes de Burgos.

Sin embargo, se considera que la bula del papa Pablo III Sublimis Deus
durante el año de 1537 fue la que declaro finalmente los aborígenes como
hombres con todos los efectos y capacidades de cristianos.

Esto trajo como consecuencia la diferenciación de las diferentes colonizaciones


que se estaban llevan a cabo por pate de la cultura española, cultura
portuguesa y la cultura francesa con respecto a la cultura inglesa, donde es
mestizaje con los indígenas tuvo magnitudes agigantadas.

Se tiene registro del mestizaje profundo que se vivía en este tiempo, entre los
cuales el más antiguo hace referencia a la época en la que el conquistador,
explorador y colonizador español de nombre Domingo Martínez de Irala fue
hecho Gobernador del Río de la Plata y del Paraguay en el año 1544.

Desde su ocupación y nombramiento en el cargo no solo hizo vida con varias


mujeres indígenas, sino que permitió que los demás agentes españoles
también pudieran estar relacionados con varias mujeres.

Guaraníes en la actualidad.
Tomando como base la información del apartado anterior, se debe conocer que
hoy en día muchas comunidades guaraníes se encuentran en la lucha de sus
territorios y derechos como pueblo originario.

Esto puede apreciarse en los esfuerzos que llevan a cabo los guaraníes
localizados en la provincia de Misiones, en la República Argentina, donde los
diferentes problemas amenazan con la desaparición del pueblo.

Las causas de estos conflictos residen en la falta de tierras, enfermedades


mortales como la desnutrición y tuberculosis, ligado a la falta de ayuda que
otorga el gobierno provincial y federal argentino.

Aproximadamente 7 mil guaraníes están agrupados en 76 aldeas, que deben


utilizar recursos naturales en grandes extensiones de tierra, teniendo que
moverse muchos kilómetros para cazar, pescar y recolectar frutos del monte.

Y es que además de la presión demográfica también se aprecia la explotación


forestal, que ha hecho que las comunidades no cuenten con suficiente espacio
para desarrollar su vitalidad, surgiendo problemas como la emergencia
alimentaria y sanitaria, teniendo grandes consecuencias en algunas
comunidades donde se aprecian niños con gran desnutrición y enfermedades
asociadas a la alimentación.
Durante el año 2004, 38 de estas aldeas hicieron una marcha a la Plaza 9 de
Julio, que se encuentra frente a la Casa de Gobierno provincial, en la ciudad de
Posadas, para reclamar un trato más justo y una mayor ayuda por parte del
gobierno.

Por su parte, en la región de Mato Grosso do Sul de Brasil los indígenas tienen
un impacto negativo heredado de la colonización por parte de los terratenientes
que les han arrebatados sus territorios ancestrales que eran usados para
monocultivos como la soja y la caña de azúcar.

Sumado a esto se aprecia una violencia por parte de grupos agro-ganaderos,


en busca de mantener su dominio en la disputa que conlleva el territorio,
haciendo que las formas de organización, producción e identidad cultural de los
indígenas se vea deformado.

Aproximadamente 7 mil guaraníes están agrupados en 76 aldeas, que deben


utilizar recursos naturales en grandes extensiones de tierra, teniendo que
moverse muchos kilómetros para cazar, pescar y recolectar frutos del monte.

Y es que además de la presión demográfica también se aprecia la explotación


forestal, que ha hecho que las comunidades no cuenten con suficiente espacio
para desarrollar su vitalidad, surgiendo problemas como la emergencia
alimentaria y sanitaria, teniendo grandes consecuencias en algunas
comunidades donde se aprecian niños con gran desnutrición y enfermedades
asociadas a la alimentación.

Durante el año 2004, 38 de estas aldeas hicieron una marcha a la Plaza 9 de


Julio, que se encuentra frente a la Casa de Gobierno provincial, en la ciudad de
Posadas, para reclamar un trato más justo y una mayor ayuda por parte del
gobierno.

Por su parte, en la región de Mato Grosso do Sul de Brasil los indígenas tienen
un impacto negativo heredado de la colonización por parte de los terratenientes
que les han arrebatados sus territorios ancestrales que eran usados para
monocultivos como la soja y la caña de azúcar.
Sumado a esto se aprecia una violencia por parte de grupos agro-ganaderos,
en busca de mantener su dominio en la disputa que conlleva el territorio,
haciendo que las formas de organización, producción e identidad cultural de los
indígenas se vea deformado

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