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2. Importancia cuantitativa
La lengua española es oficial en una veintena de países, lo que hace que ocupe la segunda posición
entre las lenguas del mundo, aunque no lo sea por número de hablantes (entonces ronda el tercer o
quinto lugar). Primero, debemos diferenciar entre lengua oficial y lengua nacional. Alvar nos
define lengua oficial como aquella que es usada para la publicación de todos los instrumentos
legales, y con la que se comunican los ciudadanos que hablan distintas lenguas regionales (si un
vasco quiere hablar con un catalán, no lo pueden hacer ni en vasco ni en catalán, sino que recurren
a la lengua común: el español), mientras que una lengua nacional es aquella que se habla en una
nación, pudiendo haber más de una. En España, lenguas nacionales serían el catalán, el euskera y
el gallego, mientras que la lengua oficial en todo el territorio es el español.
En el caso de América, el español es el idioma oficial, pero en casi todos los estados existen lenguas
indígenas. Así, en las constituciones americanas hispanohablantes, el español la que aparece como
oficial, quedando las otras lenguas en situaciones diferentes dependiendo sus políticas lingüísticas.
En total hay 14 constituciones que toman al español o castellano como lengua oficial. En Ecuador,
por ejemplo, se considera al español como lengua oficial, y el quechua y otras lenguas aborígenes
como lenguas de cultura nacional. En España, el castellano es la lengua oficial para todo el
territorio, y cooficial en algunas comunidades autónomas: Galicia con el gallego; Cataluña, Islas
Baleares y Comunidad Valenciana con el catalán; y País Vasco y Navarra con el vasco. No
obstante, hemos de tener presente que no son lo mismo límites políticos que límites lingüísticos.
Por otra parte, como lengua minoritaria debemos decir que en el mundo hay diversas minorías de
hispanohablantes. Hablamos de lengua minoritaria en aquellos casos en los que la lengua es general
en una población minoritaria y se halla sometida por una o más lenguas (diglosia).
El español nunca tuvo tanto éxito en Filipinas como en América, esto se debe a la presión ejercida
por Estados Unidos a favor del inglés a partir de 1898, reduciendo considerablemente el empleo de
nuestra lengua en el archipiélago. Así, desde 1935, tanto el inglés como el español estaban
recogidas como lenguas oficiales del país y el tagalo (también llamado filipino) como lengua
nacional, alcanzando la oficialidad en 1987. Sin embargo, esta oficialidad la perdió el español, no
como el inglés, y en la actualidad se encuentra en retroceso en esta zona. En cambio, el código
criollo llamado chabacano se emplea bastante. Además, todavía hay filipinos que tienen el español
como lengua materna y el hecho de hablarlo en el país es un signo de prestigio social. De hecho, el
español ha dejado herencia en palabras del tagalo.
En África, además de en Ceuta y Melilla, se habla español en algunos enclaves del antiguo
protectorado de Marruecos, que recientemente han recuperado el español como reafirmación de
su identidad. También hay que mencionar la situación de Guinea Ecuatorial, donde conviven una
gran variedad de lenguas entre las que encontramos el español, que funciona como lengua general
para los ecuatoguineanos (enseñanza, burocracia, etc.); no obstante, comparte carácter oficial con
el francés y el portugués. Aquí, el español es lengua oficial desde 1978, mientras que las lenguas
aborígenes son consideradas lenguas de cultura.
Por último, hay que destacar que donde el español es una lengua minoritaria es frecuente la
aparición de códigos mixtos. Estos códigos pueden ser pidgin o criollos. Un código pidgin está
formado por dos o más lenguas y usado en unas actividades concretas. El español pidgin es una
simplificación del español actual, y sería más apropiado considerarlo una jerga. Por otra parte, un
código criollo se da cuando esta lengua mixta (pidgin) se emplea como vehículo de comunicación
para cualquier ámbito de la vida social y pasa a ser lengua materna. Hay varios criollos de base
española como el chabacano, hablado en Filipinas, que es una mezcla entre español y otro código
mixto, mezcla de portugués y malayo. Uno de los más conocidos es el denominado spanglish, nada
unitario, pues presenta distintos niveles de mezcla entre español e inglés.
3. Importancia cualitativa
Todas las lenguas son igualmente correctas mientras cumplan su función de comunicación en
cualquier ámbito social. Podemos decir que la lengua española posee un alto grado de
homogeneidad en todos los niveles. Como lengua de comunicación internacional encontramos
dos posibles consideraciones. Primero, si entendemos lengua internacional como vehículo de
comunicación para más de una nación, es obvio que el español lo es, ya que se habla y es oficial en
multitud de países. Mientras que si entendemos lengua internacional como la utilizada por
organismos internacionales o como medio de comunicación por hablantes de distintas lenguas
maternas, es el inglés el que ocupa el primer puesto. No obstante, nuestra lengua es una de las
oficiales en la ONU y de sus sistemas dependientes, aunque el vehículo de comunicación habitual
en estos foros es el inglés.
Como lengua de divulgación científica nuestra lengua está muy por detrás de la inglesa. En este
ámbito el español está en cuarto lugar, tras el inglés, el francés y el alemán. Esto se debe a que,
aunque el español sea internacional, la lengua franca en el momento actual es el inglés por la
hegemonía estadounidense.
Como lengua de cultura, el español siempre ha tenido gran relevancia en el plano literario, y
mucha de la literatura universal está escrita originariamente en este idioma, sea por escritores
españoles o americanos.
Como lengua extranjera, la enseñanza de lengua española figura en los planes de estudio de la
mayoría de los países gracias a su fuerte demanda. Las principales razones son el gran número de
hispanohablantes y el interés comercial. Así, en EE.UU. su enseñanza es obligatoria en secundaria,
y en Brasil lo es desde primaria. A parte, en 1991 se creó el Instituto Cervantes para regular la
enseñanza y difusión del español como L2.