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Nos alegramos de tenerte de nuevo con nosotros en este nuevo librito para
mentes inquietas.
Pero no nos quedamos ahí, también incluimos algunas ideas para aplicar la
teoría de las banderas y hablamos de cómo darte de baja en tu país de
residencia.
Adrián y Christoph
Sin duda, para la mayor parte de residentes en países de alta presión fiscal,
noviembre y diciembre son los mejores momentos del año para iniciar la
salida y tramitar el cambio de residencia fiscal. Sin embargo, cualquier
momento es bueno para empezar.
Por supuesto, esto no siempre es así de fácil. Sobre todo si sigues teniendo
posesiones o ingresos en tu país de origen, o si tu negocio te ata allí.
No cabe duda de que hay muchos casos en los que puede tener sentido que
te apoyes en nosotros para planificarlo de la mejor forma posible, para eso
cuentas con nuestro servicio de consultas :-)
• tu nacionalidad
Por supuesto no se hace todo de un golpe, hay que empezar por algún sitio,
y ese sitio es la residencia personal.
Así que para darte un empujón y ponerte las cosas más fáciles, te voy a
hablar de cuatro residencias que podrían interesarte, dos en Europa y dos
en América. De esta forma hay opciones para hispanohablantes de todo el
mundo.
Si quieres saber más sobre ellas puedes leer los artículos que tenemos en el
blog (enlazados desde más abajo) e incluso puedes escribirnos para que te
pongamos en contacto con nuestros asociados locales de confianza, así
puedes tramitar tu nueva residencia directamente.
Decía una chica argentina con la que hablé: "¿Paraguay, en serio?, ¿quién
querría ir a Paraguay?"
Puedes leer más sobre Paraguay en nuestro blog o responder a este email
para que te ponga en contacto con nuestro asociado para la residencia
paraguaya.
Para los que quieran un país mejor conectado y con más movimiento, o a
los que les vaya mejor que el país esté en Centro América en lugar de en
Suramérica, Panamá es otra gran opción.
Por supuesto, es importante que elijas una ubicación para tu empresa libre
de impuestos. En general, las LP (limited partnerships) son una muy buena
opción para residentes en Panamá, en Paraguay o en Georgia, ya que son
entidades transparentes fiscalmente, es decir, sus beneficios tributan allí
donde reside su dueño.
Al final, por lo tanto estamos hablando de unos 5 mil dólares para conseguir
la residencia, más otros 5 mil que tienes que tener líquidos para depositar
en un banco panameño (este dinero lo puedes sacar una vez realizados los
trámites).
Aquí tienes más información sobre Panamá. Por supuesto puedes responder
a este email si quieres que te pongamos en contacto con nuestros socios
para la residencia en Panamá.
Eso sí, has de tener cuidado para no recibir el dinero en forma de sueldo, ya
que en ese caso, al contrario de lo que ocurre con las otras tres opciones de
residencia que estamos viendo hoy, sí que pagarías impuestos y seguridad
social (los primeros 19.500 euros del sueldo son libres de impuestos, pero sí
pagas la seguridad social).
Puedes montar una sociedad en Chipre, en cuyo caso los costes totales se
acercarán a los 6 mil euros en el primer año.
También puedes optar por darte de alta como autónomo. En este caso te
costará unos 2.500 euros.
Así, una de las grandes ventajas de Chipre: si pagas seguridad social te dan
el certificado fiscal pasando allí sólo 60 días (si no pagas seguridad
social, en la opción para adinerados, tendrás que pasar 6 meses). Por
supuesto, no puedes residir en ningún otro país más de 183 días.
La seguridad social mínima que pagarás el primer año es de unos 120 euros
al mes.
En todos los casos tienes que alquilar una vivienda (unos 400 euros al mes)
durante todo el tiempo y tener contratado un seguro de salud (aparte de lo
de la seguridad social). Como te decía, necesitas un pasaporte europeo para
que esto funcione.
Para los que sí quieren salir de la UE, pero no quieren irse muy lejos,
Georgia tiene muy buenas cartas para convertirse en tu opción perfecta, ya
que como Paraguay y Panamá son países en los que no pagarás nada por
tus ingresos extranjeros.
Incluso si por alguna razón acabases teniendo que montar tu sociedad allí
(de modo que sí pagarías algo), el impuesto de sociedades es relativamente
bajo (un 15%) y se paga en diferido. Es decir, como en Estonia, no se
aplica hasta que no repartes los beneficios de la empresa vía dividendos.
Los dividendos de sociedades en Georgia repartidos a residentes no
tributan.
Tienes más información sobre Georgia aquí y como en los demás casos
puedes responder a este email para que te pongamos en contacto con
nuestro asociado allí.
En cada país es algo diferente y sin duda tiene sentido mirarlo caso por
caso, pero en general, tomando el ejemplo de España, la cosa queda como
sigue.
4. Informas a los bancos con los que vayas a seguir trabajando de que ya
no eres residente en España (tendrás que decirles de dónde eres
residente ahora). Puedes optar por crear nuevas cuentas una vez fuera
(necesitarás factura de consumo). No es obligatorio que cambies este
dato en todo los bancos, tener cuentas en España no te convierte en
residente allí, aunque estos bancos van a enviar información de tus
cuentas a Hacienda, algo que siempre está bien evitar.
9. Una vez que estás desvinculado de España, lo único que tienes que
tener en cuenta es que no debes pasar demasiado tiempo allí, no debes
tener una vivienda a tu disposición (si tienes una, mejor que esté
ocupada por otra persona) y que tus ingresos no provengan en su
mayoría de allí.
• Por otro está lo que dice la Agencia Tributaria. Para ellos la única forma
de darte de baja es con un certificado fiscal. Aunque sí es verdad que si
desapareces limpiamente, ya no preguntan por ti. Desaparecer
limpiamente significa que dejas de tener ingresos en territorio español
y, en el mejor de los casos, informas a tus bancos de tu nueva
residencia (para que así envíen la información a tu nuevo país, no a
España).
• Luego está lo que dictan los jueces que interpretan las leyes (está por
encima de lo que diga Hacienda). Ellos dicen que si no pasas en España
esos 183 días, esos seis meses que estás fuera no se te pueden
considerar una ausencia esporádica. Por lo tanto, aunque no tengas un
certificado fiscal, teniendo tu residencia principal en el extranjero y
pudiendo probarlo (sellos pasaporte, vuelos, etc.), ya no tienes
problemas.
• Y aún más, están los convenios entre países. Cuando hay dos países
que se disputan tu residencia, hay que ver lo que dicen sus acuerdos
internacionales.
Como ves, la residencia es una cuestión de grado, que suma indicios en una
dirección u otra. El certificado fiscal es lo que da la máxima seguridad, pero
conseguirlo puede ser costoso y no siempre es necesario.
Por supuesto, hay muchas más opciones y siempre se debe tener en cuenta
las características de cada caso, pero ahora sin duda tienes algo más de
información que antes.