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Técnico en Enfermería
Integrantes:
Estefanía Acosta
Deisy Echeverrea
Anabel Males
Patricia Tito
Docente:
Ibarra – Ecuador
PERIODO
Mayo-Septiembre 2023
OBJETIVO
Conocer los distintos dolores, sus orígenes, su tratamiento y el importante rol que cumple
la enfermera en el manejo del dolor en cuidados paliativos.
INTRODUCCIÓN
Los cuidados paliativos se enfocan en aliviar el sufrimiento físico, psicológico, social y
espiritual de los pacientes y sus familias. El dolor, en particular, es uno de los síntomas más
frecuentes y debilitantes en este tipo de atención. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
estima que aproximadamente el 80% de los pacientes en cuidados paliativos experimentan dolor
en algún momento de su enfermedad.
Para abordar eficazmente el dolor en cuidados paliativos, es crucial comprender su
naturaleza y características. El dolor se puede clasificar de diversas formas, dependiendo de su
origen, duración y características subjetivas. Una clasificación comúnmente utilizada es la
distinción entre dolor agudo y crónico.
El dolor agudo es de inicio reciente y se asocia generalmente con una lesión o
enfermedad aguda. Su duración es limitada y suele estar relacionado con un daño tisular
específico. Por otro lado, el dolor crónico persiste durante un período prolongado y puede estar
presente incluso después de que la causa subyacente se haya resuelto. En cuidados paliativos, es
común encontrar pacientes con dolor crónico debido a enfermedades como el cáncer,
enfermedades cardíacas avanzadas o enfermedades neurológicas degenerativas.
Además de la clasificación en agudo y crónico, el dolor también puede ser categorizado
según su origen. El dolor nociceptivo se origina en la estimulación de los receptores del dolor en
los tejidos corporales, como los músculos, huesos o articulaciones. Por otro lado, el dolor
neuropático es resultado de una lesión o disfunción del sistema nervioso, y se caracteriza por
sensaciones anormales, como ardor, hormigueo o choques eléctricos.
El dolor en cuidados paliativos
CLASIFICACIÓN Y EVALUACIÓN
Como afirma, Marta (s. f.) Existen diferentes clasificaciones del dolor en función de su
localización, cronología, curso y tipo de dolor.
Localización: región anatómica donde se localiza del dolor.
Cronología: Agudo (menos de 6 meses), crónico (más de 6 meses), episódico.
Curso:
Continuo o basal: aumentando o disminuyendo, sin llegar a desaparecer.
Irruptivo: exacerbación aguda transitoria, con o sin desencadenante, de 15-30 minutos
de duración, número variable de crisis diarias, con dolor de base controlado.
Tipo:
Nociceptivo:
Somático: origen en estructuras somáticas superficiales o profundas. Localizado y
producido por estímulos mecánicos, térmicos o químicos.
Visceral: originado en receptores de vísceras. Vago e impreciso, se manifiesta a distancia
de la lesión.
Neuropático: lesión directa de estructuras nerviosas. Descrito como sensación
desagradable, quemante, punzante.
Mixto: combinación de más de un tipo de dolor.
No implica que, ante un dolor difícil, no se pueda subir directamente al tercer escalón.
No asociar analgésicos del mismo escalón, excepto cuando asociamos fármacos de tercer
escalón para dolor eruptivo. No utilizar analgésicos de segundo escalón en combinación con
otros del tercer escalón.
Los coadyuvantes se prescriben según la causa del dolor, siendo independientes de los
posibles cambios de escalón terapéutico.
Los pacientes con buen control analgésico con opioides pueden necesitar dosis de rescate,
que se estima entre 1/10 y 1/6 parte de la dosis total diaria.
Tabla 1
BIBLIOGRÁFICAS