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Ideología de género o cuando se pierde el sentido común

Les comparto esta reflexión sobre el uso de la palabra género y las consecuencias que provoca
para el desarrollo de la identidad de las personas, especialmente de niños y adolescentes.
No es mi intención discriminar ni juzgar la condición sexual o las decisiones que las personas
toman con respecto a su modo de vivir la sexualidad, lo que pretendo es alertar a padres y
educadores sobre algunos temas referidos a la educación, que hacen al desarrollo de la
personalidad y del carácter, y que facilitarán o entorpecerán el desarrollo en plenitud de
aquellos a quienes estamos educando.

Javier Fiz Pérez - publicado el 28/02/18


Entender el género como “roles socialmente construidos” pone en peligro la construcción de la
identidad del ser humano Se ha estado oyendo durante estos últimos años la expresión
«género» y muchos se imaginan que es solo otra manera de referirse a la división de la
humanidad en dos sexos, pero detrás del uso de esta palabra se esconde toda una
ideología que busca precisamente hacer salir el pensamiento de los seres humanos de
esta estructura natural y bipolar.
Los proponentes de esta ideología quieren afirmar que las diferencias entre el varón y la mujer,
fuera de las obvias diferencias anatómicas, no corresponden a una naturaleza fija que haga a
unos seres humanos varones y a otros mujeres. Piensan más bien que las diferencias de
manera de pensar, obrar y valorarse a sí mismos son el producto de la cultura de un país y de
una época determinados, que le asigna a cada grupo de personas una serie de características
que se explican por las conveniencias de las estructuras sociales de dicha sociedad.
No se necesita mucha reflexión para darse cuenta de lo revolucionaria que es esta posición, y
de las consecuencias que tiene la negación de que haya una naturaleza dada a cada uno de
los seres humanos por su capital genético. Se diluye la diferencia entre los sexos como
algo convencionalmente atribuido por la sociedad, y cada uno puede «inventarse» a sí
mismo.

Peligros y alcances de la ideología de género


Al teorizar que el género es una construcción radicalmente independiente del sexo, el
género mismo viene a ser un artificio libre de ataduras; en consecuencia hombre y
masculino podrían significar tanto un cuerpo femenino como uno masculino; mujer y femenino,
tanto un cuerpo masculino como uno femenino.
Estas palabras que podrían parecer tomadas de un cuento de ciencia ficción que vaticina una
seria pérdida de sentido común en el ser humano, no son otra cosa que un extracto del
libro«Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity» (El Problema del Género:
el Feminismo y la Subversión de la Identidad») de la feminista radical Judith Butler, que viene
siendo utilizado desde hace varios años como libro de texto en diversos programas de estudios
femeninos de prestigiosas universidades norteamericanas, en donde la perspectiva de género
viene siendo ampliamente promovida, entendiendo por género “roles socialmente
construidos”.
La IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, realizada en setiembre
de 1995 en Pekín, fue el escenario elegido por los promotores de la nueva perspectiva
para lanzar una fuerte campaña de persuasión y difusión. Es por ello que desde dicha
cumbre la «perspectiva de género» ha venido filtrándose en diferentes ámbitos no sólo de los
países industrializados, sino además de los países en vías de desarrollo.

Definición del término género


Precisamente en la cumbre de Pekín, muchos de los delegados participantes que ignoraban
esta «nueva perspectiva» del término en cuestión, solicitaron a sus principales propulsores una
definición clara que pudiera iluminar el debate. Así, la directiva de la conferencia de la ONU
emitió la siguiente definición: «El género se refiere a las relaciones entre mujeres y hombres
basadas en roles definidos socialmente que se asignan a uno u otro sexo». Existen aún otros
postulados que las «feministas de género» propagan cada vez con mayor fuerza: «Cada niño
se asigna a una u otra categoría en base a la forma y tamaño de sus órganos genitales. Una
vez hecha esta asignación nos convertimos en lo que la cultura piensa que cada uno es -
femenina o masculino-. Aunque muchos crean que el hombre y la mujer son expresión natural
de un plano genético, el género es producto de la cultura y el pensamiento humano, una
construcción social que crea la verdadera naturaleza de todo individuo.»
En este sentido, el Colegio Americano de Pediatría alerta sobre las consecuencias que la
ideología de género tiene en el desarrollo pleno de los niños y adolescentes que, en busca de
su propia identidad, en algunas ocasiones se sienten confundidos con respecto a su
sexualidad. Entre los fundamentos que desarrolla dicha institución citamos los más
importantes:
 Todas las personas nacen con un sexo binario XX o XY, que se corresponden con los
caracteres de la mujer y el varón respectivamente. Son pocos los casos en los que una
persona nace sin un sexo definido como consecuencia de una desviación biológica
comprobable, lo que, en estos casos, no se corresponde con un tercer sexo.
 La percepción de cada persona sobre su propio género se va desarrollando a lo largo de la
vida y sólo en algunos casos por causas subjetivas o relaciones adversas, el sexo no se
condice con el género percibido. Estas personas dicen sentirse del sexo opuesto pero
biológicamente siguen siendo XX o XY aunque se sometan a tratamientos de hormonización
y transición sexual.
 La disforia de género es la creencia confundida de la persona de haber nacido “en un
cuerpo equivocado” (Pablo Muñoz Iturrieta). En la pubertad y adolescencia la búsqueda de
la identidad personal lleva a confunsiones y en algunos casos estas confusiones y dudas
tienen que ver con la sexualidad, pero la solución no es la hormonización y transición sexual
sino el acompañamiento y empatía por parte de los adultos.
 Niños sanos que son sometidos a terapias de hormonización ponen en riesgo su salud y su
capacidad reproductiva, necesitarán tratamientos hormonales durante toda su vida y las
terapias de transición son irreversibles.
 Al finalizar la adolescencia el 98% de los niños y el 88% de las niñas confundidos aceptan
su sexo biológico.

Esta ideología por consiguiente, promovida por la misma ONU está siendo origen de
confusión en la compleja misión y tarea de educar a los niños y a los propios hijos
partiendo de parámetros naturales que respeten la identidad del hombre y de la mujer.
Por esto mismo en los tiempos que estamos viviendo resulta cada vez más difícil poder
ofrecer a los propios hijos un contexto sereno y sano de crecimiento equilibrado en el
respeto de su irrepetible identidad que tiene también como base su propia identidad.

Luciana Ines Mazzei


Lic. En Orientación Familiar
Miembro de MIF
Fuentes:
 Declaración del Colegio Americano de Pediatría sobre los efectos la Ideología de Género
en niños –
https://www.acpeds.org/the-college-speaks/position-statements/gender-ideology-harms-children
 Atrapado en el cuerpo equivocado – Pablo Muñoz Iturrieta

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