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Summer Callaway:
He estado enamorada de Cash Taylor, el mejor amigo de mi
hermano durante años. Siempre ha sido a quien podía acudir
cuando necesitaba algo: Consejos sobre citas, reparaciones de
automóviles y ayuda con la plomería. Solo que ahora quiero que
me ayude a tener un bebé.
Cash Taylor:
Summer tiene curvas para días y mi mente se va a lugares sucios
cada vez que la miro. Ella es la hermana pequeña de mi mejor
amigo, lo que significa que definitivamente está fuera de los
límites.
Pero cuando está desesperada por tener un bebé, insisto en ser
yo quien la ayude a tener uno. A la manera de los viejos tiempos.
Porque es hora de reclamar finalmente mi belleza curvilínea.
CONTENIDO ...................................................................... 4
DEDICATORIA ................................................................... 5
EPÍLOGO ......................................................................... 56
ADELANTO ...................................................................... 60
***
CASH
En cuanto entro en la clínica médica que dirijo en la ciudad, la
señorita Martha me entrega una taza de café humeante. Es mi
enfermera, secretaria y recepcionista, todo en un solo paquete
eficiente de pelo plateado peinado. Su único defecto es su
incapacidad para preparar una taza de café decente. Pero, a pesar
de ello, le doy un sorbo a la bebida caliente.
—¿Tienes las citas para mí? —Pregunto mientras me dirijo a la
sala de suministros que hace las veces de oficina y, en las noches
en las que he trabajado hasta tarde, de mi pequeño apartamento.
Divido mi tiempo entre el rancho familiar y mi clínica. Por muy
pobre que sea la mayoría de la gente del pueblo, este lugar nunca
ganará lo suficiente para hacer algo más que mantener las luces
encendidas.
La señorita Martha vacila y me detengo en la puerta. —¿Qué
pasa?
Ella frunce el ceño. —Ese elegante director de cirugía de Seattle
ha vuelto a llamar esta mañana. Ahora el paquete de beneficios
se ha duplicado. ¿Quieres que le diga que se lo trague?
—Todavía no. Estoy esperando un yate. —Le guiño un ojo.
***
CASH
Nunca he sido de los que saltan sin mirar. Pero la idea de que
Summer lleve el hijo de otra persona me llena de rabia y dolor.
Cuando su barriga crezca, quiero saber que fue porque yo puse
a mi bebé en ella. Yo. Nadie más.
Ella traga saliva. —No bromees con esto, Cash.
Inhalo su dulce aroma y lucho contra las ganas de besarla. Huele
como esas plantas de madreselva que trepan por el enrejado
fuera de su tienda. —No me estoy riendo, cariño.
Sus ojos se abren de par en par. —¿Hablas en serio?
—Claro que sí. —Doy un paso atrás porque su olor embriagador
me está confundiendo. Cruzo los brazos sobre el pecho y me
apoyo en la puerta, esperando su reacción. Haré lo que sea
necesario para convencerla.
Se muerde el labio inferior y me estudia. Luego empieza a
murmurar en voz baja, como si intentara decidirse: —Tienes
estudios universitarios y eres alto, y los Taylor tienen buenos
genes.
Por un momento, puedo verla. Una niña con rizos rojos en los
brazos de Summer y la imagen me golpea en el pecho. Si me
***
***
CASH
Summer se empuja contra mi pecho.
Murmuro una disculpa a medias y me doy la vuelta en la cama
junto a ella. Luego la estrecho entre mis brazos, tratando de
entender lo que acaba de suceder. Aquello iba a ser sólo sexo.
Pero en algún momento, todo cambió entre nosotros.
Ella me empuja de nuevo y trata de apartarse de mis brazos. Con
una sensación de hundimiento, me doy cuenta de que sólo soy
yo. Soy el único que siente que éste ha sido el mejor momento de
mi vida. Para ella, fue simplemente sexo. Una transacción. Un
medio para un fin.
***
***
SUMMER
Casi me duermo en el estrecho sillón de mi oficina cuando se
oyen golpes en la puerta trasera.
Entrecierro los ojos y miro la hora en mi teléfono para darme
cuenta de que no estoy sola. Jack está aquí. Debo haberme
dormido mientras seguíamos hablando.
***
JUSTICE
Nunca he conocido a Jack Callaway, pero sé quién es. Lo vi una
vez hace un par de meses en la tienda de comestibles aquí en el
Condado de Courage. No me vio y no es que sea lo
suficientemente valiente como para presentarme.
Sin embargo, había algo en la forma en que sus anchos hombros
rellenaban su camiseta que me hizo echarle un vistazo y pensar
que me mantendría a salvo. Es una tontería pensar en ello
cuando nunca he estado a salvo en ningún sitio. Pero él me hace
desear que sea una posibilidad real.
Me duele la cabeza mientras me despierto lentamente. Cuando
veo a Jack en el asiento de al lado, me doy cuenta de que debe
ser otro sueño sobre él. Pero es extraño. En la mayoría de mis
sueños con él, no lleva ropa y me toca de forma sucia.
—Hola, hermoso. —murmuro las palabras. Siempre le llamo así
en mis fantasías porque, de hecho, es hermoso. Su mandíbula
cincelada, su corte de pelo rubio y su penetrante mirada verde,
que no pierde detalle, se combinan para darle un aspecto frío y
austero.
Pero hay algo en su forma de comportarse. Como un hombre con
la tranquila confianza de que puede sobrevivir a los fuegos más
calientes del infierno.
Se ríe y es un sonido rico y gutural. —Hola, a ti también.
***
JACK
—Ojos abiertos, preciosa. —digo, tocando su suave muslo con la
punta de los dedos. Me está dando un susto de muerte y no tiene