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U.D.

14: TRANSICIÓN Y DEMOCRACIA EN ESPAÑA (1975-2015)

Aprobación de la Constitución de 1978:


Aprobada en el Congreso y en el Senado, y en el referéndum del 6 de diciembre de 1978, sigue estando
vigente. Fue una constitución progresista y de consenso, para que fuera asumida tanto por la izquierda
como por la derecha democrática. Sus características principales son:
El Estado español es un Estado social y democrático de derecho.
Monarquía parlamentaria (las funciones de la Corona son representativas y el Ejército queda
sometido al poder civil).
La soberanía reside en el pueblo y sus representantes son elegidos por sufragio universal.
División de poderes: legislativo para las Cortes bicamerales (Congreso y Senado), ejecutivo para el
gobierno y judicial para tribunales independientes.
Descentralización (Estado de las Autonomías).
Derechos y libertades de los ciudadanos: igualdad, libertad, libertad de expresión, de reunión y
asociación, de culto, derecho a la educación, al trabajo.
Estado aconfesional.

Creación del estado de las autonomías:


La Constitución de 1978 reconoce la existencia de diferentes nacionalidades y regiones con derecho a
formar su propio autogobierno (Título VIII). Las tres primeras autonomías establecidas fueron las de
Cataluña (Generalitat y Parlament), País Vasco (Lehendakaritza y Parlamento Vasco) y Galicia (Xunta y
Parlamento Gallego). Posteriormente, el Estado se constituyó por 17 Comunidades y dos Ciudades
Autónomas. Cada una se rige por su propio Estatuto de Autonomía, que fija las instituciones de
autogobierno y las competencias que le corresponden.

U.D. 15: EL MUNDO ACTUAL

1.- ¿POR QUÉ A PRINCIPIOS DE 1990 SE ACABÓ LA DIVISIÓN DEL MUNDO EN BLOQUES?

El nuevo mapa político europeo se debe a:


Desaparición de los regímenes comunistas en Europa oriental, a partir de la política reformista
de Gorbachov en la URSS, de forma pacífica mediante elecciones libres que privaron del poder a los
partidos comunistas (Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria) o mediante un alzamiento popular
(Rumanía) o una guerra desmembradora (Yugoslavia y los actuales países balcánicos
independientes).
La caída del Muro de Berlín (símbolo de la Guerra Fría y cuya apertura fue forzada por una
movilización popular el 9 de noviembre de 1989) y la Reunificación alemana el 3 de octubre de
1990.
Desaparición de la URSS, tras la perestroika de Gorbachov y el golpe de Estado de los inmovilistas
del PCUS, que provocaron las reformas para suprimir el régimen comunista y, por tanto, la
desaparición de la Unión Soviética, que quedó dividida en 15 repúblicas independientes (siendo
Rusia la más importante) tras el reconocimiento de la independencia de las repúblicas bálticas
(Estonia, Letonia y Lituania), de Ucrania y de Bielorrusia.
La creación de la Unión Europea, que actualmente engloba a 27 Estados europeos, tras el
referéndum británico sobre la permanencia.

2.- UN NUEVO ORDEN MUNDIAL


3.- EUROPA TRAS LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN

Los principales cambios producidos tras el derrumbe de la URSS son:


Desaparición de los bloques:
Los regímenes socialistas, a excepción de China, Cuba, Vietnam y Corea del Norte, han
sido sustituidos por Estados con economía de libre mercado y sistemas políticos
multipartidistas y electivos.
Aumento de la influencia de Estados Unidos en el mundo, convirtiéndose en la única
superpotencia y con el objetivo de promover un nuevo orden mundial basado en su
intervención política y militar (Kuwait, Iraq, Afganistán).
Nueva era en las relaciones internacionales, por la aparición de nuevos países en la escena
mundial:
Unión Europea, que incluye en la actualidad a la mayoría de países exsoviéticos.
Países emergentes (BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Conflicto de Yugoslavia, que dio lugar a guerras y a la desaparición del Estado comunista
yugoslavo, sustituido por repúblicas democráticas (Croacia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina,
Montenegro, Macedonia y Serbia).

4.- LA CONSTRUCCIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA

La Comunidad Económica Europea se transformó en 1992 en la Unión Europea a través del


Tratado de Maastricht, con el objetivo de una unidad política además de la económica, siendo sus
características principales:
Cesión de soberanía para adoptar decisiones comunitarias: mercado único, unión monetaria,
fondos estructurales y de cohesión…
Ciudadanía europea, que permite la libre circulación y residencia de personas en los países
miembros, y el derecho a votar y ser elegido en el Estado de residencia para las elecciones
europeas y municipales.
Supresión de las fronteras comunes entre la mayoría de los Estados europeos (Acuerdo de
Schengen, 1995).
Libertad, democracia y respeto de los derechos humanos (Tratado de Ámsterdam, 1997).
Reestructuración de las instituciones europeas (Tratado de Niza, 2001):
Consejo Europeo, formado por los Jefes de Gobierno de los 27 países, el Presidente del
Consejo y el Presidente de la Comisión. Su función es definir las actuaciones en los próximos
seis meses. Se reúnen en el país que tiene la presidencia rotatoria semestral o, si es una
reunión extraordinaria, en Bruselas.
Consejo de la Unión Europea, formado por un ministro de cada país y representa a los
Gobiernos de los Estados miembros. Su presidencia es semestral y rotativa.
Comisión Europea, formada por el Presidente y los Comisarios, elegidos por los Estados
miembros y que ejercen la función ejecutiva de los distintos sectores (economía, transportes,
cultura, agricultura…). Su sede está en Bruselas.
Parlamento Europeo, formado por los eurodiputados elegidos por sufragio universal en todos
los Estados miembros y que se organizan por partidos políticos. Su poder es el legislativo y su
sede está en Estrasburgo y en Bruselas.
Banco Central Europeo, institución que controla el euro y gestiona la política monetaria. Su
sede está en Fráncfort.
Tribunal de Justicia Europeo, que garantiza el respeto, la interpretación y el cumplimiento de
las leyes del Parlamento europeo. Está formado por un juez de cada Estado miembro. Tiene su
sede en Luxemburgo.
Moneda única, el euro (2002), cuyo funcionamiento está garantizado por el Banco Central Europeo.
Tratado de Lisboa: la doble mayoría se alcanzará cuando los votos favorables representen, como
mínimo, el 55% de los Estados miembros y el 65% de la población.

U.D. 16: GLOBALIZACIÓN Y REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA

La tercera revolución industrial ha sido propiciada por los avances en la electrónica, la


informática, la robótica y las comunicaciones, y ha provocado grandes cambios en las estructuras
empresariales, económicas y laborales dentro de la globalización.

Sus características principales son:


El enorme desarrollo de la I+D+i.
Avances tecnológicos: microprocesador (robotización de máquinas, fabricación masiva de
ordenadores, teléfonos móviles) y aumento de la velocidad y cantidad de información transmitida
(gracias a los satélites de comunicaciones, los cables de fibra óptica, Internet).
Nueva forma de producir: robotización, reducción de los costos de almacenaje, división del
trabajo, deslocalización.

Los agentes de la globalización que han impulsado esta nueva revolución industrial son:

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Empresas multinacionales, con origen y sede en los países desarrollados y que conectan las
economías de los países, organizan la división internacional del trabajo (investigación-producción,
distribución…) e imponen precios y dominan el comercio.
Bancos internacionales, dada la libre circulación de capital en el mundo, invirtiendo en empresas,
deudas de los países, compra de divisas, operaciones en la bolsa internacional, por lo que pueden
provocar tanto grandes beneficios como grandes pérdidas a empresas y países.

Los flujos de capitales, industrias y población han dado lugar a:


La deslocalización, que es el desplazamiento de industrias o servicios desde los países
tradicionalmente industriales a zonas del Tercer Mundo, porque los salarios son más bajos o
porque reciben rebajas fiscales por parte de los gobiernos.
La concentración de la dirección en pocos países o ciudades (Londres, Nueva York, Tokio).
Emigración desde los países del Tercer Mundo hacia los países desarrollados.

Las consecuencias negativas de la revolución tecnológica y la globalización son:


El subdesarrollo de África, cuyas materias primas (minerales, metales preciosos, petróleo,
productos agrarios) son explotadas y comercializadas por compañías radicadas en los países
industriales.
Explotación de la mano de obra en China, India y el sudeste asiático (jornadas excesivas, salarios
bajos, ausencia de protección social, trabajo infantil).
Aumento del paro o de trabajadores en situación precaria de empleo en los países del Primer
Mundo, como consecuencia de la robotización y la deslocalización industrial.
Los riesgos medioambientales, que exigen un crecimiento sostenible.

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