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- VERDADES OBVIAS:
Son afirmaciones simples de un hecho que está totalmente de acuerdo con la experiencia de
la realidad que tiene el paciente. Útiles para guiar la atención.
1.- Para seguir la experiencia del paciente. Pueden ser usados como un paso inicial o para
ponerse “en sincronización” con la experiencia inmediata del paciente. “Estas leyendo esto”,
“Tú estás aquí”, “Estás leyendo esta página”, “Tu puedes entender lo que estás leyendo”. Uso
de verbos ser o estar.
2.- Para guiar la atención, a la conducta y/o a eventos psicológicos. “Tú puedes percibir el
ritmo de tu respiración”, “Tú puedes comenzar a darte cuenta de sensaciones de comodidad
interna”, “Tu puedes escuchar los sonidos que están fuera de este cuarto”, “Tú te puedes dar
cuenta de la posición de tu cabeza”. Uso de verbos permisivos.
3.- Para ofrecer sugestiones. Es el uso de las ambigüedades del lenguaje, siendo el otro
quien responderá acorde a su idiosincrasia otorgándole un significado. “Tú puedes recordar
un tiempo agradable cuando eras niño”, “Tú puedes enfocarte en las sensaciones de
comodidad dentro de ti”, “Tu puedes estar abierto a nuevas formas de utilizar las verdades
obvias”.
Ejemplo integrativo: Meta: levitación de mano
“Tu brazo está ahora en tu pierna” (seguimiento), “Tu puedes percibir sensaciones de
movimiento” (guía atención), “Tu puedes realizar pequeños movimientos” (guía atención),
“Tu puedes tener la experiencia de tu brazo levantándose” (sugestivo).
4.- Para ratificar el trance. Dependen del contexto, son contingentes a las señales que
muestra el paciente. “Mientras he estado hablando contigo, tu frecuencia cardiaca ha
cambiado. Tú frecuencia de respiración se ha alterado. Tus movimientos motores han
cambiado. Y tú frecuencia de parpadeo es diferente”.
5.- Como evocaciones simbólicas. Son verdades obvias sugestivas basadas en la naturaleza
de la implicación contenida en el lenguaje. “Tus pies están en el piso” (Estás firme), “Estás
mirando hacia adelante” (Estás orientado hacia el futuro), “Eres todo oídos” (Estás
escuchando cuidadosamente), “Tu cabeza está en un lugar diferente” (Has cambiado
perspectivas).
Entendiendo entonces las verdades obvias como una simple declaración de un hecho de
comportamiento que el paciente ha experimentado tan a menudo que no lo puede negar, se
puede distinguir la siguiente categoría:
Motores:
- Cuando estamos cansados, nuestros ojos comienzan a parpadear lentamente y algunas
veces se cierran sin darnos para nada cuenta de ello.
Sensoriales:
- Usted ya sabe como experimentar sensaciones placenteras como la tibieza del sol sobre
su piel.
Afectivos:
- Todos nosotros hemos disfrutado notar a alguien sonreír por un pensamiento privado y
frecuentemente nosotros mismos nos encontramos sonriendo por su sonrisa.
Cognitivo:
- A veces nosotros podemos saber un nombre y tenerlo en la punta de nuestra lengua y
aún así no ser capaces de decir el nombre.
II.- PRESUPOSICIONES:
Son formas indirectas de comunicación que dan por hecho información de la que no hemos
hablado. Útiles para alterar la intensidad.
Ej: Objetivo: Relajación
Verdad Obvia : “Te puedes relajar” → Presuposición: “Tu puedes disfrutar la relajación”
1.- Agregando una cláusula, de tiempo, lugar, proceso, cantidad, duración. Ej. Meta:
Cerrar los ojos. “Yo no sé cuándo tu puedes cerrar tus ojos.” (presuposición de tiempo). “Yo
no sé cuándo vas a empezar a estar más activo” (presuposición de proceso)
2.- Utilizando un verbo auxiliar. Ej. Meta: Cerrar los ojos. “Tu puedes disfrutar cerrando
tus ojos”, “Tu puedes explorar cerrando tus ojos”. Meta: comodidad: “Tu puedes apreciar
mejor la comodidad del trance cerrando tus ojos”.
3.- Utilizando un adverbio. Ej. Meta: Cerrar los ojos. “Tu puedes cerrar tus ojos
lentamente”, “Tu puedes cerrar tus ojos repentinamente”, “Tu puedes fácilmente cerrar tus
ojos”.
4.- Utilizando “Ilusión de alternativas”. Ej. Meta: Cerrar los ojos. “¿Se cerrarán tus ojos
lenta o rápidamente?”. Meta: levitación de mano: “¿Se levantará tu mano izquierda o tu
mano derecha?”, “¿Entrarás en trance ahora o en unos minutos más?”
Conducta:
Tu puedes dejar tu libro a un lado.
Tu puedes poner tus manos en tus piernas.
Tu puedes mover tus manos a una posición cómoda.
Y tu puedes …. Continuar haciendo cualquier ajuste que profundice tu sensación de
bienestar.
Proceso:
Tu puedes escuchar.
Tu puedes entender.
Tu puedes prestar atención.
Y tu puedes… seguir cualquier sugestión razonable de bienestar.
Ej. “Tu mente consciente puede percibir la sensación de tus pies en el piso, mientras tu mente
inconsciente puede… disfrutar sensaciones de flotar, porque es agradable tener la experiencia
de muchas facetas diferentes de la consciencia que se está desarrollando”.
Ej. “Tu mente consciente puede notar la frescura, mientras tu mente inconsciente puede…
realmente tener la experiencia de comodidad, porque es agradable aprender cosas tanto
consciente como inconscientemente”.
Ej. “Tus oídos pueden escuchar mis palabras, mientras el resto de tu cuerpo puede disfrutar
desarrollando la comodidad, porque es agradable experimentar muchos sentimientos
valiosos.”
Un aspecto básico de la experiencia del trance es permitir a los procesos mentales que tomen
lugar por sí mismos. Nosotros le pedimos a un sujeto que “se relaje y deje que las cosas
sucedan”. No hacer es por tanto una forma básica de sugestión hipnótica indirecta que es de
valor particular para inducir trance. La mayor parte de la gente no sabe que la mayoría de los
procesos mentales son autónomos.
Cuando uno está relajado, el sistema parasimpático predomina y uno está fisiológicamente
predispuesto a no hacer más que realizar cualquier esfuerzo activo por hacer. A causa de esto,
es muy fácil aceptar las siguientes sugestiones para no hacer durante las etapas iniciales de
inducción del trance.
Ej. “Usted no tiene que hablar o moverse, o hacer cualquier clase de esfuerzo. Usted ni
siquiera tiene que mantener sus ojos abiertos”.
“Usted no tiene que molestarse en tratar de escucharme porque su inconsciente puede hacer
eso y responder a todo por sí mismo”.
Muchos fenómenos hipnóticos pueden ser experimentados al relajarse hasta el punto donde
nosotros simplemente abandonamos nuestros patrones habituales de control y auto-dirección.
Esto es lo opuesto a la situación de la vida cotidiana, donde hacemos esfuerzos concentrados
para recordar. En trance nosotros somos felicitados por olvidar (amnesia hipnótica). En los
asuntos cotidianos estamos forzados a actuar de acuerdo a nuestra edad; en trance logramos
éxito simplemente permitiendo que una cómoda regresión de edad tome lugar. ¡Desde este
punto de vista podemos entender cómo de verdad es más fácil y agradable experimentar un
trance que el esfuerzo extenuante que se requiere para estar normalmente alerta!
En estrecha relación con el “no hacer” está el no saber. en la vida cotidiana nosotros debemos
continuamente invertir energía y esfuerzo para saber. Cuán placentero es entonces, encontrar
una situación donde uno puede relajarse y no necesita saber, ¡Qué alivio! Muchos sujetos
pueden mirar luego a la experiencia del trance como una nueva libertad de las demandas del
mundo. Realmente ellos no tienen que saber o hacer algo; su inconsciente puede manejarlo
todo por sí mismo.
Mientras que las sugestiones de final abierto permiten la más amplia libertad posible para la
expresión de una respuesta terapéutica, las sugestiones que cubren todas las posibilidades de
una clase de respuestas son de más valor cuando el terapeuta desea enfocar la capacidad de
respuesta del paciente en una dirección particular.
Ej. “Ahora usted puede notar justo dónde el brazo está sintiendo algo y dónde no lo está
sintiendo. Justamente dónde puede hormiguear o entumirse o no sentir nada en absoluto”.
“Mientras su mano se pone más tibia, su frente puede ponerse más fría”
“Mientras usted hace duro ese puño, la parte baja de su cuerpo se puede
relajar”
Las preguntas son de valor particular como formas indirectas de sugestión cuando ellas no
pueden ser contestadas por la mente consciente. Tales preguntas activa procesos
inconscientes e inician respuestas autónomas las cuales son la esencia de comportamiento de
trance. Ej. Cierre de ojos. Las primeras pocas preguntas pueden ser respondidas por el
comportamiento de respuesta guiado por elección consciente. Las siguientes pocas cuestiones
pueden ser contestadas por intencionalidad consciente o bien por elección inconsciente. Las
pocas últimas pueden ser solamente contestadas en un nivel inconsciente o autónomo de la
capacidad de respuesta.
1. ¿Le gustaría encontrar un punto al que usted pueda ver cómodamente? 2. Mientras
usted continúa por un rato mirando ese punto ¿sus párpados quisieran cerrarse? 3. ¿Esos
párpados comenzarán a cerrarse juntos o separadamente?
4. ¿Lenta o rápidamente?
5. ¿Se cerrarán por completo al instante o primero parpadearán por sí mismos? 6. ¿Esos ojos
se cerrarán más y más mientras que usted se pone más y más cómodo? 7. Muy bien. ¿Pueden
esos ojos permanecer cerrados mientras que su comodidad se profundiza como cuando usted
se va a dormir?
8. ¿Puede esa comodidad continuar más y más de tal modo que usted más bien ni si siquiera
trata de abrir sus ojos?
9. ¿O más bien usted tratará y encontrará que no puede?
10. ¿Y qué tan pronto usted se olvidará de ellos porque su inconsciente quiere dormir? (El
terapeuta puede observar ligeros movimientos oculares mientras que los ojos cerrados del
paciente siguen los cambios en la escena interna soñada).
Las cuestiones pueden ser combinadas con no saber y con sugestiones de final abierto para
facilitar una variedad de patrones de capacidad de respuesta.
Ej.- ¿Y cuál será la manera efectiva de perder peso? ¿Sera porque usted simplemente olvida
comer y tiene poca paciencia con las comidas pesadas porque ellas le evitan hacer cosas más
interesantes? ¿Ciertos alimentos que le aumentan de peso ya no le atraen por cualquier
razón? ¿Descubrirá usted el gozar nuevos alimentos y nuevas formas de prepararles y
comerles de tal manera que usted se sorprenderá de que usted perdió peso porque usted
realmente no se perdió de nada?
La última pregunta en estas series es una ilustración de cómo las preguntas compuestas
pueden ser construidas con “y” y “por tanto” para facilitar cualquier tendencia que sea más
natural para el paciente.