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Clase 4

Herramientas para crear pizarras y


muros digitales
Introducción: del pizarrón a la pizarra digital

¡Les damos la bienvenida a nuestra última clase!

Cuando cerrábamos el encuentro pasado les mencionamos que en la siguiente


clase trabajaríamos sobre los pizarrones escolares y el pasaje hacia los
pizarrones digitales, pues bien, hemos llegado a nuestro último encuentro y es
tiempo de que analicemos qué hacemos y qué podríamos hacer con estas
herramientas... ¿comenzamos?

En muy pocas oportunidades solemos ver indicada en un plan de clase cuál será
la estrategia de utilización del pizarrón o de las paredes del aula o la escuela.
Concentrados/as en el saber a enseñar pareciera ser que la consigna de trabajo
y los recursos se llevan la atención y toman prioridad; sin embargo, cuando el
plan se pone en marcha, nuestras manos dibujan en el aire formas y figuras que
buscan dar soporte a aquello que queremos contar para que sea mucho más
fácil de comprender… tomamos una tiza e intentamos trazar líneas, bosquejos,
palabras de referencia que enriquecen por medio del lenguaje visual la idea que
hemos planificado enseñar.

A veces el pizarrón se comporta como un soporte y a veces como una


herramienta del pensamiento… al pensarlo como un soporte simplemente lo
usamos como un medio para colgar carteles, para dibujar o para dejar registro
de lo que se debe copiar, entre otras opciones. Como herramienta, solemos
colocar un desafío, un problema, una cuenta matemática para que, al momento
de resolverse a la vista de todo el grupo, se puedan analizar los pasos, los
resultados y las estrategias que empleó quien se presentó resolverlo o
simplemente para solucionar ese problema de forma conjunta y colaborativa,
haciendo partícipe a todas las personas que forman parte del grupo clase.
A diferencia del pizarrón tradicional la pizarra digital, como apoyo de la
comunicación oral, ha ido evolucionando y nos trae nuevos medios capaces de
presentar y representar imágenes cada vez más sofisticadas, con mayores
prestaciones y con una gran capacidad de trabajar icónicamente. Mientras que
en el pizarrón solemos dibujar flechas para indicar el sentido y la orientación de
una relación, la pizarra digital es posible ver el movimiento de esas flechas
ampliando la comprensión de la idea proyectada.

Para poder pensar nuestro pasaje del uso del pizarrón tradicional a la pizarra
digital es central que comencemos por analizar cómo usamos hoy el pizarrón,
qué rol cumple en nuestras clases, qué potencialidades y qué debilidades nos
ofrece. Solo analizando lo que hacemos con él podremos ir reconstruyendo la
estrategia de utilización que subyace en nosotros cuando lo utilizamos y de esta
forma podremos comenzar a proyectar lo que queremos que haga nuestra
pizarra digital.

Como elemento que configura el clima del aula, el pizarrón permite crear ideas a
través de dibujos ideo genésicos, es una fuente de imágenes emergentes que
cobran sentido en ese momento y en ese lugar para quienes están allí, tres horas
más tarde tal vez ingrese en la misma aula otro grupo de estudiantes y los
garabatos dejados ya no sean significativos y hasta resulten incomprensibles. La
información que se plasma en un pizarrón tradicional es efímera y situada,
rápidamente cambia con el paso del borrador y muchas veces solo es
comprendida si la persona está presente en el momento en que es utilizado. La
información que dejamos en una pizarra digital en cambio, puede ser
almacenada, guardada como un archivo de imagen, como un PDF o incluso
puede video grabarse; es decir que para nuestras futuras clases podríamos
utilizar el registro que guardamos de la pizarra digital para analizar lo que
hicimos en la clase de ayer y compararlo con lo que hacemos en la clase de hoy.

Si nuestra estrategia de utilización del pizarrón consiste en pensarlo como un


soporte de la explicación docente entonces la pizarra digital llevará la misma
impronta, no importa si es o no digital porque la finalidad y su forma de utilización
ya está en nuestro deseo; en tal caso por más que haya nuevas realizaciones
tecnológicas seguiremos aplicando viejas estrategias con nuevos productos…
veamos un ejemplo de pizarra digital utilizada como un pizarrón tradicional:

Si bien el video se enuncia como “Pizarra Virtual Interactiva” no logramos


identificar con claridad dónde estaría lo interactivo. Como
vemos canvas.app.chrome es una extensión del navegador de Google Chrome
que se comporta como un lienzo en el que solo una persona por vez puede dejar
plasmados sus dibujos, podemos utilizar esta herramienta digital cuando
realizamos una video clase para explicar un tema o un aspecto en particular.

Ahora, imaginemos que queremos lograr la participación de más de una persona


en el pizarrón digital, y que haya un trabajo colaborativo como una actividad en
el marco de una video clase o de una clase presencial; para esta actividad
podríamos utilizar una pizarra digital colaborativa como Jamboard
Diferencias entre pizarrones y murales

Los pizarrones, no importa si son físicos o digitales, permiten el dibujo libre, la


realización a mano alzada de esquemas, flechas, palabras, símbolos nacidos de
la creatividad libre del momento. Al referirnos a los murales, podemos
considerarlos como expresión artística (como por ejemplo el “Mural de la Luna”
de Joan Miró realizado en Barcelona), pero también como adjetivo que se utiliza
para referirse a lo vinculado con un muro. En nuestro caso vamos a tomar la
segunda acepción para avanzar en un nuevo tipo de recurso, el “Mural Digital”.

Para comenzar a pensar en esta herramienta vamos a volver al pizarrón… como


lo abordamos en la cápsula anterior, a veces el pizarrón se transforma en un
soporte que sostiene las producciones logradas en el aula. Solemos pegar en él,
con cinta adhesiva, los trabajos, los dibujos, los afiches que se van logrando a
partir de una consigna de trabajo áulico; en estos casos, nuestro querido pizarrón
hace las veces de un muro donde se pueden pegar y despegar papeles sin que
se dañe la superficie. –cuando queremos hacer esto sobre un muro (pared) del
aula es muy posible que terminemos dañándolo quitando pedazos de pintura–.
Un muro puede ser de tipo personal/privado (como el que usamos cuando
pegamos fotos de artistas en nuestra habitación) o público (como el que usamos
en la escuela cuando queremos compartir los trabajos que han realizado
nuestros estudiantes). Ya sea de una u otra forma, el muro es el soporte en donde
“colgamos” nuestras producciones.
Como los muros físicos, los muros digitales también pueden ser públicos, semi
públicos o privados, personales o colaborativos… cuando es personal, solo el/la
propietario/a puede publicar contenido, un ejemplo de este caso es “el muro de
Facebook”; en cambio, cuando es colaborativo, varias personas pueden publicar
en el mismo espacio. Un muro digital colaborativo nos permitiría trascender las
paredes de la escuela ya que al ser digital no hace falta que la comunidad vaya
hasta la escuela para ver nuestras producciones, sino que con solo hacer clic en
un enlace todos pueden ingresar y ver lo que hemos logrado. Un ejemplo de muro
colaborativo es el que nos ofrece una herramienta digital como Padlet, veamos
de qué se trata:

Una vez que hayamos realizado nuestro padlet podríamos compartir el enlace o
imprimir el código QR y pegarlo en el cuaderno o en un cartel para que cada
persona que desee ver nuestro trabajo acceda con su celular y vea lo que hemos
realizado por medio del entorno digital. Si lo permitimos Padlet también puede
albergar respuestas de nuestro público visitante, solo se trata de modificar los
permisos de publicación.

Padlet es un ejemplo de herramienta digital que funciona como Muro digital

Cuando queremos crecer en complejidad la herramienta digital que podríamos


utilizar es “Mural”. A diferencia de Padlet esta herramienta fomenta la utilización
de habilidades y conocimientos relacionados con el Pensamiento Visual y está
orientada específicamente a la resolución de problemas, veamos de qué se trata:
Mural es una herramienta digital colaborativa en línea, permite que grupos de
personas se reúnan para resolver una situación planteada. En nuestro caso esa
situación será de tipo escolar relacionada directamente con el contenido o saber
que es necesario enseñar.

Haciendo un alto en el camino podemos pensar a los pizarrones y los murales


de la siguiente forma:
Murales educativos y redes sociales

¿Son idénticos los murales educativos a los murales de las redes sociales
(RRSS) como Facebook, Instagram, Twitter y otros?

Cuando un texto escrito se publica en internet, en espacios como foros, blogs o


redes sociales se denomina “post”, así tenemos un verbo nuevo nacido en
tiempos actuales… el “posteo”. Cuando el posteo se realiza en “Instagram” se
denomina “publicación”; una publicación tiene una estructura determinada,
requiere una imagen, la escritura de una descripción, puede incluirse la ubicación,
un texto alternativo que describe las fotos para personas con problemas de
visión y permite habilitar (o no) la oportunidad para que nuestros visitantes dejen
comentarios.

Como Instagram es un mural digital público, resulta una de las referencias


actuales que podrían tener nuestros estudiantes sobre el uso de muros
digitales… ellos ya vienen trabajando desde las redes sociales en la publicación
en muros digitales, con los estilos de comunicación y contenidos definidos por
cada red social. Por este motivo, las ideas previas que traerían para publicar en
nuestro muro digital escolar podrían provenir de las que ven y realizan en sus
redes sociales… ¿es este tipo de publicación la que buscamos en un muro
educativo?, ¿cómo caracterizaríamos a las publicaciones en nuestros muros
para que se asemejen o diferencien de otras publicaciones o posteos?,
¿habilitaríamos el uso de posts con el estilo de los “reels”, usaríamos “tags” o
“hashtags”, permitiríamos el uso o no de votos, emojis,
filtros, followers, geotagging, historias, likes, memes, podcasts?¿Cómo
abordaríamos las publicaciones mal intencionadas de alguien que pasó por
nuestro muro digital?

Mientras que el profe explica la consigna e intenta señalar que para el muro que
están trabajando hay que hacer un video corto en el que se debe ver el relato de
una pequeña historia con referencia a la identidad del barrio, Ana le pregunta a
su compañera Clarita qué dijo el profe, a lo que Clara le responde: “Quiere que
hagamos un reel sobre el barrio”.

Y sí, los tiempos cambian, nada que no sepamos… como dijo Abraham Simpson
“Yo sí estaba en onda, pero luego cambiaron la onda. Ahora la onda que tengo
no es onda. Y la onda de onda me parece muy mala onda. ¡Y te va a pasar a ti! ”.
Si usted está “en la onda” de hoy, tal vez sus consignas de aula ya tengan
términos como hashtags, reels, likes, memes y podcasts, pero si no está “en la
onda” tal vez use los muros digitales con un lenguaje y un estilo diferente al que
ya están viviendo nuestros/as estudiantes y quiera que se asemejen más a lo
que solíamos hacer con papeles afiches y fibrones que con publicaciones tipo
post. De fondo el problema sigue siendo el mismo… ¿cuál es la distancia entre lo
que pretendemos enseñar dentro del mundo de la escuela y lo que está
sucediendo fuera de ella?

Para algunas comunidades emprendedoras, estamos transitando un “Mundo


VICAH”, es decir un mundo Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo e
Hiperconectado. La idea es transmitir una imagen de mundo en el que las
verdades eternas han caído; nada nuevo si lo analizamos desde la perspectiva
de las Revoluciones científicas de Thomas Kuhn (1922-1996) o desde el
Falsacionismo sofisticado de Imre Lakatos (1922-1972). Mientras que la escuela
que yo transité me enseñó conceptos que parecían inmutables, nacidos con la
impronta del Círculo de Viena y el Empirismo Lógico, la escuela de hoy vive en un
“Mundo Líquido” diría Zygmunt Bauman (1925 -2017). Sea como sea, hay que
tomar una decisión pedagógica central… teniendo en cuenta que el mundo
cambió, ¿usaremos nuestros muros digitales escolares con la impronta de las
actuales RRSS o no?

No es nuestra intención finalizar este debate ni dar respuestas cerradas a esta


pregunta, porque en el mundo de hoy es central que se tome una postura
personal sobre esta cuestión. Se trata más de aceptar cambios internos que
cada uno/a de nosotros debe asumir al momento de planificar y dar clases que
de dar un discurso con evidencias de que los tiempos han cambiado.

Murales interactivos

Así como Padlet es una de las herramientas que permite construir un Muro digital
existen otras opciones como por ejemplo las siguientes:

https://miro.com/es/ https://www.stormboard.com https://en.linoit.com

Los muros digitales no son una novedad en sí mismos, fueron uno de los
primeros recursos que circuló con mayor rapidez en la web; pero, como siempre,
si es la primera vez que escuchan sobre ellos, entonces son nuevos para
ustedes.
Lo importante que queremos rescatar de los muros interactivos es la
planificación de estos; como este curso toma a las planificaciones de aula y la
inclusión de herramientas digitales como núcleo central de reflexión, queremos
poner énfasis en esta relación cuando se trata de abordar los muros digitales
interactivos.

Para que un muro digital sea interactivo, este debe permitir que quien lo lea
pueda interactuar con él, ya sea haciendo clic o bien realizando intervenciones
que constituyan un diálogo. Para que haya un diálogo, la consigna que se
propone debe estar orientada en este sentido, si el muro digital se utiliza solo al
final de la secuencia de aula, entonces no habría respuestas publicadas allí que
retomar, porque estaremos finalizando la tarea. La planificación de la utilización
de muros interactivos requiere que estos sean considerados más como un
medio para recolectar respuestas de los interlocutores que como un corolario
que muestra al final de la secuencia lo que hemos hecho. En este punto vamos
a pensar en cómo usamos los “afiches” dentro del aula y cómo se diferencian de
los posts que buscamos obtener a través de un muro digital interactivo.

En algunas ocasiones, trabajamos en el aula con grupos de estudiantes de forma


que cada grupo debe exponer cómo ha resuelto la consigna que le dimos y volcar
sus respuestas en un papel afiche para acompañar la explicación oral de la tarea.
En estos casos, la escritura de la respuesta a la consigna puesta en un soporte
de papel, que luego es pegado en el pizarrón, se acerca más a la realización de
un post digital de tipo unidireccional que a uno interactivo; si en el soporte de
papel dejáramos un espacio en blanco para comentarios nos estaríamos
acercando más a un soporte que permite el intercambio de ideas.

Un muro digital debe dejar abierta la puerta para que haya respuestas o
comentarios para promover un diálogo. Podemos practicar –en el aula, en la
escuela y en el hogar– para dejar espacios en el papel y que otros participen,
opinando o dejando información, de forma que, al llegar a las RRSS, lo hagamos
con conocimiento, con respeto, con utilización de información confiable, con
apertura intelectual y con base en conocimiento social validado. Es posible
aprender la forma adecuada de publicar en RRSS y consideramos que la escuela
es el lugar central en donde esto debe suceder; para comenzar, lo podemos hacer
planificando la utilización de muros digitales escolares.

Según Dussel y Quevedo (2010), “en las últimas décadas se ha producido una
‘gran mutación estructural o simbólica’ que impacta enormemente en la
construcción de las subjetividades de niños, jóvenes y adultos”. La aparición de
posteos influye en la construcción de estas subjetividades mediadas por
entornos digitales. La circulación de bienes culturales por medio de las RRSS no
debe pasar desapercibida por la escuela y, tal vez, comenzar por planificar la
utilización de muros digitales sea el camino que podríamos transitar para hablar
sobre cómo, con qué tono y con qué base de conocimiento publicamos cuando
publicamos.
Tips para pasar del pizarrón a la pizarra digital

A través de esta clase fuimos comentando distintas estrategias para ir pasando


del uso del pizarrón a la pizarra digital y del muro al muro digital. A continuación
vamos a intentar sintetizar algunas ideas expuestas a través de tips a tener
cuenta:

• Para comenzar un plan de clase conviene explicitar para nosotros


mismos si el uso pedagógico didáctico del pizarrón será como soporte
o como herramienta del pensamiento.
• Al decidir utilizarlo como herramienta entonces deberemos presentar
un problema a resolver en el que el pizarrón funcione como un
mediador que permita encontrar la solución.
• Al utilizarlo como soporte debemos considerar que funcionará igual
que lo hace una pared o muro.
• Para pasar del uso del pizarrón físico a la utilización del pizarrón digital
podemos utilizar algunos programas como canvas.app.chrome y
Jamboard.
• Alternar el uso del pizarrón físico en el aula con la utilización del
pizarrón digital facilita y enriquece la forma en que nos relacionamos
con ambos al momento de expresar ideas.
• Cuando usamos al pizarrón como soporte lo estamos tratando de la
misma forma en que lo haríamos con el muro o pared del aula.
• Utilizar el muro del aula para sostener publicaciones nos permite
entrenar la realización de publicaciones que luego se harían en un
muro digital a través de internet.
• Existen muros digitales expositivos e interactivos, definir cuál utilizar
y por qué es parte de la intencionalidad pedagógica que se desarrolla
en el marco de la propuesta educativa.
• Un muro digital como Padlet se diferencia de otro denominado Mural
porque el segundo está orientado específicamente a resolver
problemas por medio del lenguaje visual.
• El trabajo con murales digitales escolares permite practicar y
reflexionar sobre el contenido y la forma en que se realizan posteos en
Redes Sociales (RRSS) de tipo públicas.
• Cuando se planifica la enseñanza por medio de Muros digitales hay
que tener en cuenta que nuestros/as estudiantes ya traen ideas y
estilos provenientes de sus propias RRSS.
• Un muro digital puede ser privado, semipúblico o público, es una
decisión docente establecer con qué tipo de mural se trabajará y con
sentido pedagógico didáctico lo hará.
Estrategias didácticas para abordar posteos en muros
digitales

Uno de los pilares que estructura nuestra tarea docente es la planificación. Al


trazar un plan de enseñanza, tenemos la posibilidad de ir graduando los
problemas que les daremos a nuestros/as estudiantes de forma tal que este
camino crezca, poco a poco, en complejidad. La programación de la enseñanza
nos permite también elegir y preparar los mejores recursos para que cada uno y
cada una de nuestros/as estudiantes enfrente los desafíos escolares que les
proponemos y evalúe si las herramientas que posee en ese momento alcanzan
o no para resolverlo. Con el pasar del tiempo, hemos ido dándole forma a ese
conjunto de actividades de aula y, gracias a los aportes teóricos, pudimos, como
comunidad docente, ir caracterizándolos. Así, hablamos de unidades
didácticas para diferenciarlas de proyectos, contamos con análisis de
casos, mesas de debate, juegos de rol, círculos de narradores y otras tantas
variantes para indicar que hemos organizado de una forma la secuencia de
actividades que propondremos en el aula... en sentido amplio, podríamos decir
que, antes de poner en terreno una propuesta didáctica, entre otros factores
también tuvimos en cuenta las estrategias didácticas.

En el marco de la escolarización combinada, estas estrategias didácticas


cobran mayor relevancia, pues el componente tecnológico viene a jugar un
papel central. Si está disponible, la planificación deberá tener en cuenta un
espacio para que se aborde la enseñanza y el aprendizaje de la herramienta
digital que se pretende enseñar; pero, como lo hemos dicho anteriormente, no se
trata de que la herramienta digital sea "el objeto principal de estudio", sino que
cumpla como mediadora para que, al resolver problemas, cada estudiante
encuentre en ella un apoyo para resolver el desafío planteado.

Si el problema escolar para resolver es "crear una infografía para explicar un


tema", esta podría ser realizada con fibrones, recortes de revistas y dibujos
propios; en cambio, si el problema para resolver es:

Para trabajar la identidad del barrio vamos a realizar un dibujo grupal


sobre cómo es nuestro barrio, para ello podríamos hacer circular una
cartulina que vaya de casa en casa o podríamos usar un pizarrón digital
¿Qué ventajas y desventajas tendría un soporte con respecto a
otro?¿Cuál nos conviene utilizar?.
entonces las estrategias didácticas deberán comenzar a contemplar que
aparecen nuevas complejidades (cuántos pizarrones digitales diferente
conocemos, qué ventajas/desventajas tienen unos sobre otros, cualquier
persona podría publicar en ellos, qué sucedería si alguien agrega mensajes de
insulto o agresión en él entre otras facetas).

Navegar, elegir, descargar y presentar buenos y malos posteos es una tarea que
el/la docente debe prever en el marco de realización del proyecto, invitar a que
los/as estudiantes busquen distintos tipos de murales (de grupos que apoyan el
cuidado del medio ambiente, de personas que promueven buenas costumbres
sociales, de organizaciones que profundizan la circulación de información
confiable, de grupos de estudio, entre otros) es sólo una de las actividades
posibles.

Volviendo a pensar la enseñanza en el marco de la escolarización


combinada podríamos pedirle a nuestros estudiantes que al realizar, por
ejemplo, un proyecto de investigación, un proyecto ciudadano o un análisis de
casos envíen sus posteos antes de ir a la clase presencial para que, como grupo
clase, se compartan y evalúen entre pares esas producciones cuando ya
estamos en el aula presencial. Por si no la conocen la metodología conocida
como "aula invertida" o "flipped classroom" podría ser una buena variante para
utilizar en el aula.

Conclusiones

Desde este curso queremos invitarlos/as a tomarse un momento para pensar


sobre todo aquello que es una herramienta en el ámbito escolar. Los pizarrones
y los muros físicos se combinan con los digitales para extender su dominio de
existencia, lo viejo se articula con lo nuevo y se combinan para darnos nuevas
alternativas de utilización, nosotros/as sabemos cómo usar paredes y
pizarrones... sólo es tiempo de agregarle a lo que conocemos las nuevas
posibilidades que nos ofrecen los medios digitales.

Es tiempo de combinar el uso de las herramientas físicas con las digitales para
crear nuevas alternativas de realización. No es nuestra intención que dejemos
de usar el pizarrón y el muro físico, lo que buscamos es que, al detenernos y al
analizarlos redescubramos las estrategias que generamos y veamos qué tanto
podemos aprovecharlas cuando las queremos proyectar como herramientas de
la mente.

Este cierre no sólo pertence a esta clase, también es un cierre del curso... ha
pasado más de un mes en el que estuvimos pensando, reflexionando y
conociendo distintas herramientas digitales; durante este tiempo les ofrecimos
la posibilidad de vernos a través de encuentros sincrónicos no obligatorios
porque creemos que el espacio de la palabra oral no puede ser reemplazado, la
charla, la risa, el intercambio de ideas y dudas también son parte de la enseñanza
mediada por entornos virtuales y no es nuestra intención que se pierdan.

Esperamos que hayan disfrutado de esta propuesta y que hayan logrado adquirir
alguna nueva herramienta, un nuevo desafío, alguna nueva actividad de aula que
enriquezca cada uno de sus portafolios personales.

Esperamos que, como nosotros, lo hayan pasado muy bien.

¡Hasta otra oportunidad!

Equipo de Coordinación y Tutoría

Curso 146. Planificando con herramientas digitales

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