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Reflexola 101
Reflexola 101
EBT
31-07-2023
Ser, sentir y saber: Oppenheimer, la película, me situó allí, en esta tridimensión del existir.
Ser para la muerte, asepsia contra la vergüenza, ser para la muerte de otros, no importa quienes:
Kioto se respetó porque Truman pasó allí su luna de miel. El asesino reivindica la superioridad
moral de su conyugalato sobre las vidas de los japoneses de Hiroshima y Nagasaki. Le avergüenza
que Oppenheimer revele su sonrojo posterior, le llama llorón y pide que jamás le vuelvan a invitar
a “ese llorón”. Diagnóstico exacto del bien casado, del marido ejemplar de ese que nos hace creer
que el poder no lo ha obnubilado: Oppenheimer es un llorón. Un científico llorón que no hizo caso
a Einstein cuando este le aconsejó que diera a conocer sus hallazgos también a los enemigos para
así hacer balanza en las tentaciones autoritarias de la pulsión de muerte.
Sentir del pusilánime, del que dijo, me tocó pecar no era mi intención hacerlo. Ética del
amodorrado, del cobarde, del que es incapaz de guardar un secreto como el que consiguió tener.
Del que no supo ejercer el valeroso y heroico disimulo calculado, la mentira piadosa (para con las
víctimas de la bomba) prefiriendo la sinceridad calculada (para con los fabricantes de la muerte).
Su revólver fue el más largo que el de todos, hizo avergonzar a la metralla, al galil y al gas mostaza.
Boom!!!!
Saber al servicio de la pulsión de muerte: el nombre en clave de su invento era el de Dios. Ese dios
del antiguo testamento, el de Sodoma y Gomorra. Vergüenza de la ilustración haber tomado por
suyo a un asesino capaz de todo, hasta de negarse a matar. Su hijo mayor fue carpintero, su hija se
suicidó a los 32 años.
Elogio, sí, a su esposa y su indignación. El alcohol fue su refugio ¿Quién está en condiciones de
amar a quien ama decir que sí a todo lo que le pide el poder? Oppenheimer sabía que Japón ya se
había rendido. La microscopía de la materia no sirvió, como sí a Pasteur, a Koch y a otros, para
salvar vidas. El prefirió su saber al servicio de la muerte. El infierno que es el mundo mucho más
después de su invento, lo tenga en su eterna desgloria.