APUNTES SALVAMENTO APLICADO

Instalaciones acuáticas piscinas

El Guardavidas que desarrolle su labor profesional en una piscina debería inspeccionar todos los
posibles peligros, ya sea acciones o condiciones, que puedan producir daño a los usuarios de la
instalación. Durante la vigilancia el guardavida debe “estar alerta cada segundo”; su visión debe abarcar
toda la zona de baño. Nada sustituye la vigilancia adecuada. Durante la guardia el Guardavidas debe
evitar hacer otras tareas que no correspondan a su trabajo. Se conseguirá fácilmente prevenir
accidentes, si asegura: Un manejo correcto del público. - El cumplimiento de reglas. - El control de los
usuarios. - La vigilancia sistemática de la zona.
Otro factor importante y muy útil en instalaciones acuáticas son los mapas de riesgo, para poder
elaborar un Plan de Prevención que permita la eliminación, la reducción al mínimo y el adecuado
tratamiento de estos riesgos.
Infraestructura: Existen otros accidentes que pueden suceder además del ahogamiento. Con relación
al lugar físico, las formas y los lugares relacionados que ocupa y circunda una piscina, ya sea en una
piscina hogareña, en el club, en una piscina termal, etc., se debe tener en cuenta lo siguiente:
Forma del natatorio: Deben ser pensadas de manera de que favorezca la seguridad y la visibilidad desde
todos los ángulos posibles.
Agua: La temperatura del agua y la del ambiente. El nivel (pH) de cloro y la visibilidad del agua del
natatorio. La higiene del agua y de las instalaciones.
Rejillas internas de filtrado de agua u otra función: Deben ser de celdas pequeñas para impedir que un
segmento corporal quede “trabado”, no deben tener bordes o rebarbas cortantes, y deben ser de un
color contrastante con el del agua y el del natatorio.
Altura del agua y profundidad: Las distintas dimensiones deben estar marcadas en el fondo y borde, así
como también se debe señalizar la profundidad por fuera con carteles.
Desniveles del fondo: No debe resultar muy abrupto al ir caminando (cambio de profundidad), y que
esté pintada una línea a lo ancho, incluidas las paredes, marcando el desnivel y carteles en los bordes
de la piscina.
Borde: El borde más seguro para una piscina es el denominado finlandés, con recirculación de agua
permanente, tanto para la mantener la higiene como para asistir a alguna persona en problemas.
Escaleras: El tipo de material debe ser sin rebordes, de fácil transporte, y de colores contrastantes con
el fondo y el agua. La distancia entre la pared de la pileta, los escalones y las barandas debe ser
adecuada para que, al agarrarse a la estructura, no quede mucho espacio donde alguien pudiera quedar
atascado.
Acceso: Tanto sean escaleras o rampas, deben ser de material antideslizante. Pueden estar cubiertas
con goma, que también amortigua una caída, y poseer una baranda adecuada a una altura media sin
bordes romos. Es muy importante, al construir una piscina, tener en cuenta el acceso y la seguridad de

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las personas con discapacidades motoras, ya que en todos los cálculos se debe pensar en quienes
necesitan cuidados especiales.
Vereda: Debe ser antideslizante y estar libre de obstáculos con bancos, materiales deportivos o
cualquier otro objeto.
Observación visual en Natatorios
Al igual que en el mar, el Guardavidas deberá barrer el área del lado a lado con la vista, inspeccionando
a cada nadador o grupo de nadadores rápidamente. Si detecta una señal de las mencionadas o alguna
que atente contra la seguridad de alguna persona o grupo, debe intervenir.
Cuando una señal le causa dudas, debe examinar de vez en cuando rápidamente el resto del área y
volver la mirada a esa persona o grupo para evaluar la situación. Es importante que el Guardavidas no
se olvide de seguir mirando al resto de los bañistas mientras hace esta evaluación.

Parques acuáticos
Mantener la seguridad en complejos recreativos es un gran desafío para los guardavidas, ya que estos
parques tienen muchos tipos de atracciones de diversos tamaños y formas. Concurre gran cantidad de
público de todas las edades y, debido a ello, a diario son frecuentes los rescates. Trabajar en parques
acuáticos requiere una concentración constante por parte del Guardavidas. Cada atracción es diferente
y tiene sus propias necesidades específicas de seguridad y un entrenamiento específico de los
guardavidas, que deberán inicialmente familiarizarse con las características singulares de cada una y
cómo pueden afectar sus tareas de prevención o rescate.
Como en cualquier entorno acuático, hay que tomar precauciones apropiadas para prevenir accidentes
mientras se disfruta del agua:
Asegurarse de que toda el área está dirigida y cubierta por guardavidas. - Informar al usuario de todas
las reglas e indicaciones que dan los guardavidas. - Al cambiar de un juego a otro, la profundidad del
agua puede ser diferente y tal vez ese juego debe usarse de diferente manera. - Antes de comenzar a
deslizarse bajo un dispositivo de agua, es necesario adoptar una posición correcta, con la cara hacia

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arriba y los pies adelante. - Para algunas atracciones se proporcionan chalecos salvavidas. Si se puede
nadar, recordar llevar uno. Asegurarse de que esté colocado correctamente y de que los integrantes
del grupo también lo tengan bien colocado.
Los siguientes puntos deberían tenerse en cuenta a la hora de realizar rescates en parques acuáticos:
Cuando se lleve a cabo una asistencia o rescate, trate de colocar al accidentado de espalda a la dirección
de las corrientes, toboganes u olas. - Tener y conocer bien los códigos de comunicación de señales
entre guardavidas. - Saber dónde y cómo activar los botones de parada de emergencia de cada
atracción.
Aguas termales
Las aguas termales relajan los músculos y benefician la salud. Sin embargo, deben respetarse ciertas
normas de seguridad y conocer los efectos que estas aguas causan en el organismo. La temperatura del
cuerpo sube cuando el cuerpo está dentro del agua termal, ya que la temperatura del agua es mayor
que la corporal. Cuando la temperatura corporal sube más de lo normal, puede producir vértigo y un
golpe de calor, lo cual puede llevar a la pérdida del conocimiento, al sumergimiento y posteriormente
al ahogamiento.
Por esta razón: La temperatura del agua no debe ser superior a 41ºC. - Se debe limitar el tiempo de
baño en aguas termales a 15 minutos o menos; se debe descansar fuera unos minutos antes de volver
al agua si se quiere estar mucho tiempo. - No se debe ingresar a la terma después de beber alcohol. -
No permitir a los niños menores de 5 años el uso de la terma. Los niños pequeños son más propensos
a acalorarse porque sus cuerpos no pueden regular bien la temperatura. - No permitir a los niños
menores de edad ingresar a la terma sin supervisión.
- El agua caliente puede causar problemas de salud en personas que tienen ciertas condiciones médicas
especiales. - No deben tomar baños en aguas termales las embarazadas o quienes padecen de presión
sanguínea alta o baja, enfermedades cardíacas o diabetes. - Las personas que toman medicación deben
consultar a su médico antes de usar aguas termales. - En caso de tener una condición médica crónica,
consultar al médico si el agua termal pudiera agravarla.
Los centros que ofrecen servicios de aguas termales deben tener:
Médico para controles, toma de presión, etc. - Servicio de guardavidas. - Contratado un servicio de
emergencias médicas (SEM). - Sistema de comunicación entre ellos.
Ambientes naturales ríos, lagos y estanques
Los lagos, estanques, y ríos son sitios de aguas abiertas utilizados para realizar actividades acuáticas. En
general, el color del agua no es como el de una piscina y, por lo tanto, es más difícil ver a través de ella.
Los guardavidas deben tener esto presente y tener cuidado, porque tal vez no puedan ver lo que está
pasando bajo el agua. En estos lugares pueden encontrar condiciones potencialmente peligrosas y
diferentes a lo que están acostumbrados. Las condiciones pueden cambiar de hora en hora, por eso,
antes de entrar en el agua en una nueva área, es preciso hacer un reconocimiento minucioso. Pueden

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encontrarse campings alrededor de lagos interiores, parques nacionales, ríos, diques, etc. Algunos son
lagos artificiales hechos por un dique, otros lagos naturales se alimentan con el agua de los deshielos,
otros son bahías en áreas oceánicas, etc. Cada una de estas zonas tiene sus propias características,
como la claridad del agua, las corrientes y las condiciones costeras.
Un Guardavidas que brinde ayuda ante una emergencia es el mejor factor de seguridad. Incluso los
grandes nadadores pueden tener una emergencia médica inesperada en el agua.
Los guardavidas conocen y están preparados para:
Designar la zona de baño habilitada, teniendo en cuenta factores del entorno e informando a los
responsables que debe haber un área limpia y bien mantenida y un ambiente libre de basura, que
muestren la preocupación de la dirección por su salud y seguridad.
Seleccionar un área que tenga una buena calidad de agua y las condiciones naturales seguras. El agua
oscura puede ocultar tanto objetos como la flora acuática, que son riesgos. Las aguas contaminadas
pueden causar problemas de salud a los nadadores. Las mareas fuertes, las olas grandes y las corrientes
pueden transformar un momento de diversión en una tragedia.
Asegurarse de que la profundidad del agua sea la adecuada antes de entrar de cabeza. Muchos
nadadores se dañan entrando de cabeza en aguas poco profundas.
Realizar una entrada caminando y recorrer el área antes de habilitar el sector de baño. - Revisar si el
balneario tiene pontones seguros y que los puentes estén en buenas condiciones. - Prohibir nadar
debajo de balsas y puentes.
Evitar los canales de desagüe y arroyos. Los canales de desagüe y arroyos por donde corre el agua no
son buenos lugares para nadar o estar jugando, ya que después de lluvias pueden transformarse
rápidamente en ríos correntosos y tomar una vida humana con facilidad. Incluso los nadadores más
experimentados estarán en peligro ante esta situación. La presión del agua rápida corriendo en los
lechos angostos de arroyos y canales de desagüe es muy peligrosa.
Corrientes de río
Las características particulares de los ríos hacen que las técnicas de salvamento y los elementos de
seguridad se adapten al grado específico de cada uno, según su peligrosidad y la facilidad para efectuar
un rescate.
Las corrientes de río cambian de manera imprevisible y rápida. También pueden cambiar de dirección
abruptamente y, debido a los cambios del fondo, no se puede ver la corriente en la superficie, aunque
puede ser fuerte. Una corriente puede llevarlo contra un objeto inadvertido, como una piedra. Por eso,
cuando uno se ve arrastrado por la corriente del río, debe adoptar la posición de sentado y colocar los
pies hacia adelante para evitar pegar la cabeza contra algo.
Cuando se está fuera de la parte más fuerte de la corriente, nadar directamente hacia la orilla. La
corriente todavía lo llevará cuando nade hacia la orilla. Es preciso mantenerse lejos de ríos y canales de
desagüe después de lluvias, debido a los peligros de crecientes e inundaciones.

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Hidráulicos
Un hidráulico es una fuerza creada por agua fluyendo que cae hacia abajo sobre un objeto e invierte su
flujo. El flujo inverso del agua puede entrampar y retener a una persona bajo la superficie.
La superficie del agua puede parecer tranquila y engaña, porque no se puede ver el hidráulico en la
superficie. Para evitar este riesgo, hay que quedarse fuera de áreas donde cae agua. Si se cae en un
hidráulico, no se debe luchar contra la fuerza de éste, se debe tomar aire, sumergirse nadando hacia el
fondo y entonces nadar fuera hasta alcanzar la superficie.
Diques
Los diques son comunes en los ríos y lagos. Cuando una compuerta abre, el nivel de aguas abajo del
dique puede subir rápidamente y formar una gran pared de agua. La corriente sobre un dique puede
tirar a nadadores, buzos, pescadores y personas que realizan otras actividades, como por ejemplo
navegar.
Para estar seguro, se deben evitar todas las actividades acuáticas en la zona de compuertas aguas abajo
de un dique.
Obstáculos bajo el agua
Los obstáculos bajo el agua, como las piedras y los restos de estructuras viejas, pueden estar presentes
en cualquier lugar de aguas abiertas. A causa del viento, las corrientes y las grandes lluvias, algunos
obstáculos en el fondo pueden moverse o cambiar su forma diariamente. Al ingresar en aguas abiertas,
siempre hacerlo cuidadosamente, despacio y con los pies primero.
Inundaciones
Quienes viven o trabajan cerca de un área de agua siempre están expuestos a padecer inundaciones,
aun cuando raramente ocurran. Cualquier tipo de diluvio puede ser muy peligroso si se está
desprevenido y no se sabe qué acciones tomar.
Los ríos mayores son propensos a frecuentes inundaciones. Las aguas provenientes de los deshielos de
la nieve primaveral y las grandes lluvias pueden llevar a inundar algunas áreas. Muchas comunidades
enteras se ven afectadas por esto, incluso negocios, escuelas, plantas de tratamiento de agua potable,
etc.
Quienes pertenecen a una comunidad donde pueden ocurrir inundaciones, deben estar alerta a las
condiciones del tiempo y estar preparados para evacuar hacia zonas más altas. El agua puede subir
rápidamente y puede ser una trampa mortal si se demora la evacuación.
La creciente no es el único riesgo durante un diluvio. Pueden dañarse líneas de energía eléctrica y el
alcantarillado puede no ser seguro si se inundan las calles. El agua puede arrastrar todo tipo de restos.
Todos estos factores contribuyen a condiciones inseguras.

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Las grandes lluvias en un periodo corto de tiempo pueden transformar los arroyos pequeños y los
canales de desagüe que normalmente no ofrecen peligro a las personas en una amenaza rápidamente.
El nivel, el volumen o la velocidad de la corriente de agua pueden aumentar con rapidez.
No se debe perder tiempo para guardar pertenencias personales: cualquier retraso podría llevar a la
muerte. Muchas comunidades tienen canales de desagüe que ayudan a desviar grandes volúmenes de
agua lejos de los edificios y seguramente fuera de la ciudad. Apartarse de las bocas de desagüe
inundadas. Hay que enseñar a los niños a no jugar o intentar atravesar estos canales.
Las corrientes de inundaciones pueden entrampar a los pasajeros de vehículos a motor. A veces las
personas intentan manejar a través de las calles inundadas. Un río o un canal de desagüe que desbordan
por encima de una carretera pueden barrer un automóvil fácilmente. Como regla general, evitar
manejar en carreteras inundadas o encima de puentes que se inundan. Además, en las zonas inundadas
no se puede juzgar la profundidad real del agua.
En caso de inundación realizar los siguientes pasos: • Trasladarse a un lugar seguro antes de que el agua
de la inundación interrumpa el paso. • No intentar cruzar una corriente de agua que sobrepase las
rodillas. • Tratar de no circular por calles inundadas. • Abandonar los vehículos atascados. • Tener
cuidado con cables caídos y paredes electrificadas. • No manipular equipos eléctricos conectados en
lugares mojados. • No acercarse a las alcantarillas y los desagües. • Alejarse de los lugares donde
pueden producirse derrumbes. Cuando bajen las aguas, ser cauto al volver al domicilio: • Verificar el
servicio eléctrico, las líneas de agua y las líneas de gas. • Ante la duda de desplazamientos o estructuras
colapsadas, dar parte a los servicios de emergencia para la inspección y habitabilidad de la propiedad
Rescate con embarcación neumática
Al momento de elegir un tipo de embarcación, la más adecuada es un bote neumático, de una eslora
de 3,80 m y un motor de 25 hp de dos tiempos, ya que es fuerte y maniobrable, permite una buena
navegación, absorberá
mucho mejor los
impactos ante grandes
rompientes, al igual que
en los saltos, y permitirá
brindar mayor seguridad
para la víctima durante
la aproximación, el
rescate y el ascenso, y
por supuesto para los
guardavidas de la
embarcación.
Adaptaciones de la embarcación para rescate
En una embarcación para rescate, además de cumplir con todos los requisitos de cualquier
embarcación, todo debe estar muy bien amarrado: motor, tanque de combustible, tubo de rescate,

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bolsas estanco con materiales de rescate y efectos personales y debe además tener las siguientes
adaptaciones: fija pies, cabos de sujeción, cabo de proa, protector de hélice, cabos de remolque, bolsa
estanca con botiquín, estuche estanco para Radio VHF.
Es importante que la embarcación donde nos encontramos cuente con un acceso directo a la playa, ya
que esto permitirá un acceso rápido y libre a un apoyo de emergencias médicas (servicio de
emergencias médicas, SEM), el cual facilitará el trabajo de primeros socorros o la reanimación más
efectiva, ya que cuenta con los elementos técnicos necesarios para dicho trabajo.
Además, permite desligar al profesional de la responsabilidad de atender a la víctima, para que pueda
continuar patrullando y no descuide el área.
La dotación mínima en los botes de rescate es de dos tripulantes, un conductor y un auxiliar, ambos
guardavidas. No obstante, según el tamaño de la embarcación, la tripulación puede estar compuesta
por dos guardavidas auxiliares con conocimientos de trabajo en embarcaciones.
La mejor forma de distribuir los roles y las funciones sería: un conductor náutico a cargo de la
embarcación, sentado en la popa y el otro Guardavidas parado en la proa, desde donde puede tener
una mejor vista.
Si el segundo Guardavidas observa alguna anomalía, lo comunicará en tiempo y forma al conductor,
para que éste dirija el rumbo de la embarcación en forma urgente hacia el sector identificado.
Los integrantes de una dotación deben estar capacitados para efectuar todas las maniobras de forma
correcta y actuar en perfecta coordinación, para ello, lo ideal es que estas parejas conformadas por
conductor y auxiliar sean fijas, lo que favorece un mejor trabajo en equipo. Otro punto fundamental es
que la seguridad de la tripulación debe tener prioridad sobre cualquier cosa. Si el equipo no tiene
seguridad, la operación no se debe realizar.
El conductor es el responsable de la decisión final sobre la seguridad de la operación en su conjunto.
Todas las acciones deben ser examinadas con mucho cuidado por el conductor desde el punto de vista
de la seguridad, el aspecto más importante.
Es fundamental que el Guardavidas tenga conocimientos básicos sobre cómo efectuar salvamentos
desde embarcaciones, ya que muchas veces se encontrará ante distintas situaciones que tendrá que
resolver de la forma más efectiva
Es sumamente importante para la seguridad del equipo de rescate y el éxito de la intervención que el
Guardavidas auxiliar y todos los guardavidas que trabajen en la escena, en caso de que hubiera más de
uno, sepan posicionarse en relación al viento, a la corriente, al oleaje y a la rompiente unos instantes
antes de prepararse para abordar la embarcación a fin de no entorpecer la maniobra, ya que estos
factores condicionan al conductor para maniobrar la embarcación.
Guardavidas ingresa en el agua
El Guardavidas ingresará en el agua pisando un pontón de la embarcación, con una entrada de piernas
separadas y con el elemento sujeto por delante de su cuerpo.

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El ingreso debe ser desde la banda de la embarcación hacia atrás y dentro del círculo que ésta describe
cuando el conductor vira con el objeto de alejar la hélice del motor y evitar así el riesgo de que dañe al
Guardavidas o a la víctima.
Luego se aproxima a la víctima, le coloca el tubo de rescate, se quita la bandolera, le hace señas al
conductor, posicionándose para el abordaje, y le coloca la bandolera a la víctima, por seguridad. Una
vez que el Guardavidas ingresa en el agua, la embarcación continúa su recorrido en la misma dirección
y toma una distancia prudente de la víctima para poder virar y dirigirse en su rescate. Apunta con la
proa de la embarcación, siempre en sentido contrario a la corriente. Una vez que la embarcación se
coloca en el lugar correcto (donde se encuentran la víctima y el Guardavidas),
el conductor coloca el motor en punto muerto y ayuda a la víctima desde arriba, tomándola de las dos
manos, de cúbito ventral, logrando apoyar el abdomen de ésta en el pontón, ayudado por el
Guardavidas que todavía está en el agua. Una vez que la víctima está montada perpendicularmente
sobre éste, se le debe levantar una pierna para que el cuerpo quede paralelo sobre el pontón, teniendo
en cuenta que la cabeza debe quedar siempre hacia la proa de la embarcación. Luego se la acuesta en
el piso para comenzar con las maniobras necesarias.
Guardavidas sin ingresar en el agua
La otra técnica consiste en que el Guardavidas abrace a la víctima pasando sus brazos por debajo de las
dos axilas, por la espalda, y con un impulso role a la víctima sobre el pontón. Luego el conductor, sin
poner el motor en punto muerto, toma a la víctima por los pies y entre los dos (uno de las axilas y el
otro de los pies) la recuesten en el piso de la embarcación con un movimiento uniforme y continuo.
Victima traumatizada
En el caso de que la víctima deba ser inmovilizada, se acercará la tabla con la cabeza apuntando hacia
la embarcación, ya que es lo primero que debe subir.
Aquí se necesitará más de un Guardavidas y la ayuda del conductor, y realizar la maniobra en un lugar
de aguas tranquilas. Un Guardavidas desde arriba debe tomar la tabla en forma perpendicular a la
embarcación y hundirla verticalmente hasta que el Guardavidas que sostiene a la víctima con soporte
de cuello y mentón pueda apoyar la cabeza en la tabla. El Guardavidas que está en el bote sostendrá la
tabla para que el que está en el agua pueda soltar y ayudar a empujar la tabla desde el agua.
Para esta maniobra el conductor deberá cortar el motor y ayudar a subir la tabla que está apoyada
sobre uno de los pontones.
Una vez que se encuentran arriba de la embarcación, tomarán la tabla por sus laterales y en un solo
movimiento la colocarán sobre el piso en forma paralela a la embarcación, con la cabeza de la víctima
apuntando a la proa como en todos los casos. Se le colocará un collar, se controlarán los signos vitales
y se abrigará a la víctima.

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Moto de agua
Maniobra con victima consciente
El conductor deberá aproximarse hasta la víctima con la proa frente a las olas y el viento, disminuyendo
la velocidad. La victima debe quedar de la banda izquierda de la moto, y se la deberá orientar para que
levante el brazo izquierdo; el conductor la tomara del brazo y la llevara hacia atrás para que el auxiliar,
que estará de rodillas sobre la camilla de rescate y agarrado de la manija fuertemente con la mano
derecha, pueda sujetarla. El conductor no suelta a la víctima hasta que el auxiliar se lo indique.
El auxiliar agarra a la víctima con su brazo izquierdo, por la cintura, colocándolo a lo largo de la camilla,
boca abajo (decúbito ventral). Para que pase el cuerpo de la víctima, levantará la pierna izquierda y
luego sujetará a la víctima contra la camilla, agarrándose de las manijas y colocando una rodilla entre
medio de las piernas de la víctima, mientras navegan para dejar la zona de riesgo.
Maniobra con la víctima inconsciente
Localizada la víctima, el auxiliar se lanza al agua para contactarla. Cuando llega a ella, la sostiene por
detrás, cruzando su brazo derecho debajo de la axila y envolviendo el plexo solar con su brazo. Con el
brazo izquierdo, sujeta el brazo izquierdo de la víctima por el codo y lo levanta, extendiéndolo
perpendicularmente al agua sobre la superficie.
El conductor se aproxima de frente a las olas y al viento, disminuyendo la velocidad. El auxiliar y la
víctima deben quedar de la banda izquierda de la moto. El conductor deberá tomar el brazo extendido
de la víctima con su brazo izquierdo y lleva al auxiliar y a la víctima hacia la camilla.
El auxiliar se agarrará de las manijas de la camilla y acomodará a la víctima sobre ella; le dará seguridad
colocando una rodilla entre medio de las piernas y sujetándose de las manijas pasará sus brazos por
debajo de los brazos de la víctima para dejar la zona de riesgo.

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