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RECICLAJE DEL CURSO DE SALVAMENTO Y SOCORRISMO ACUÁTICO.

FUNCIONES Y TAREAS
DEL SOCORRISTA.

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INDICE

1. LAS FUNCIONES DEL SOCORRISTA. ......................................................................... 4  


2. TAREAS DEL SOCORRISTA EN INSTALACIONES ACUÁTICAS. ........................ 17  

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1. LAS FUNCIONES DEL SOCORRISTA.

En primer lugar, es imprescindible que el socorrista atienda a una serie de principios por
los que se debería regir el Salvamento Acuático. Tales principios están orientados a evitar los
accidentes y reducir los daños en caso de producirse.

Estos principios generales se pueden resumir en los siguientes:

1. Prevención.
2. Vigilancia.
3. Control.
4. Presteza.
5. Diagnóstico y actuación.

1.1. PRINCIPIOS GENERALES DEL SOCORRISMO ACUÁTICO.

1.1.1 Prevención.

La mejor y más eficaz prevención que puede realizarse en relación con los accidentes
acuáticos y ahogamientos es la de llevar a cabo un programa de educación, en el que se aporten
datos y técnicas sencillas y prácticas sobre Salvamento Acuático, aclarando, sobre todo, lo que no
debe hacerse.

Fig. 1.- La prevención es el primer y principal principio general del Salvamento Acuático:
"es mejor prevenir que curar".

La popular, extendida y sabia frase "es mejor prevenir que curar", no sólo es cierta y
aplicada en Salvamento Acuático, sino que representa el punto de partida de la intervención de
toda persona relacionada con el mismo. En mi opinión, el mejor Técnico en Salvamento Acuático
es aquel que no tiene que salvar ni socorrer, es decir, aquel que desarrolla elementos de
prevención suficientes como para hacer innecesaria su intervención, ahorrando, además, malos
momentos y experiencias negativas a las personas proclives a accidentarse en el medio acuático
(niños, personas que no saben nadar, personas que abusan de la comida o la bebida antes del
baño, etc.). Bajo mi punto de vista, es de dudosa calidad aquel Técnico en Salvamento Acuático
que siempre está actuando, ya que me hace pensar que no tiene previsto lo que puede suceder y,
encima, no evita que los accidentados pasen por una experiencia angustiosa y traumática.

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Entre los aspectos básicos que cubren una adecuada prevención se encuentra el de la
información. Los responsables del Salvamento y Socorrismo deben extender al máximo una serie
de conocimientos mínimos sobre el medio acuático, los accidentes que ocurren en éste y cómo
prevenirlos. Se trata, en otras palabras, de aportar unos consejos que pueden ser enorme utilidad y
que pueden ayudar, si se cumplen, a prevenir accidentes.

Estos consejos, que se detallarán a continuación, se han resumido en OCHO y han sido
elaborados teniendo en cuenta las causas más frecuentes de ahogamientos. Si deseamos que
estos consejos sean puestos en práctica debemos lograr que sean conocidos por todos aquellos
que hacen uso del medio acuático. Las formas para lograr esto pueden ser diversas, pero la más
corriente es la de colocarlos en un cartel o tablón en el lugar o lugares más visibles de la zona de
baño o en aquellos sitios por donde se deba pasar obligatoriamente para acceder a aquella.
Quizás lo más eficaz fuera comunicarlos a la población a través de campañas publicitarias, pero
esto depende de decisiones políticas y de inversiones económicas que todavía no se prodigan lo
suficiente. Una forma fácil y viable es la de publicarlos en los periódicos, tan a menudo como sea
posible, siempre y cuando se cuente con la colaboración de las respectivas redacciones.

• OCHO CONSEJOS PARA EVITAR AHOGAMIENTOS:

1. Asegúrate de conocer la zona donde te vas a bañar: profundidad, fondos, oleaje, corrientes,
contaminación, etc. en espacios naturales desconocidos infórmate previamente.
2. Si no sabes nadar, no te bañes sólo, ni te alejes de la orilla. si sabes nadar, muévete siempre
paralelo a la orilla.
3. Respeta las normas y las indicaciones del técnico en salvamento acuático. como regla general:

a) En piscinas: no empujes a los demás, no saltes sin asegurarte antes de que no hay
nadie, no corras por el borde, no hundas en el agua a los demás y cumple las normas
e higiene.
b) En playas: procura bañarte en zonas vigiladas, no te alejes de la orilla, no bucees en
fondos desconocidos, controla las mareas y ten cuidado con cuevas, redes y algas.

Fig. 2.- Es preciso tener cuidado con los saltos al agua, son causa de graves accidentes.

Fig. 3.- Incluso juegos sencillos con pelotas pueden ser causa de accidentes cuando no se pone el cuidado preciso.

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4. Procura mojarte antes de entrar al agua. acostumbra tu cuerpo a la nueva temperatura de


forma progresiva. si sientes mucho frío sal del agua inmediatamente.
5. Respeta las horas de digestión si no estás acostumbrado a bañarte después de comer. evita
las comidas abundantes antes del baño. es peor el cambio de temperatura brusco que el
hecho de haber comido antes. entra al agua poco a poco.
6. Vigila de cerca a los niños pequeños. no conocen el peligro y no hace falta mucha agua para
que se ahoguen.
7. Si ves a alguien en peligro actúa con inteligencia: pide ayuda al técnico en salvamento
acuático. si no hay nadie mejor preparado que tú, analiza tus medios y posibilidades antes de
actuar. siempre es mejor un ahogado que dos.
8. Si estás en peligro conserva la calma, pide ayuda y confía en aquellos que van a ayudarte. un
cuerpo relajado y con aire en los pulmones flota y permite tener boca y nariz fuera del agua.

"PREVENIR PUEDE SER VIVIR... ¡NO TE ARREPENTIRÁS!"

Aunque ya ha sido apuntado en el consejo 3º, conviene profundizar en un tema de gran


importancia en la prevención, como es el de la delimitación de las zonas de baño. En una piscina
este aspecto puede que no sea de gran interés, aunque en ocasiones sí existen zonas en las que
se prohíbe el baño, como son aquellas de saltos. Sin embargo en playas, y en algunos casos en
ríos, lagos y pantanos, es imprescindible delimitar zonas de baño, señalando con claridad aquellas
en las que existe un peligro de cualquier naturaleza, como pueden ser corrientes, rocas, remolinos,
etc.

Por otra parte, y también relacionado con la prevención, TODOS DEBEMOS ACEPTAR
LA RESPONSABILIDAD DE NUESTRA PROPIA SEGURIDAD, Y PARA ELLO NADA MEJOR
QUE SABER NADAR Y PRACTICAR LA NATACIÓN.

Problemas frecuentes en el tema de la prevención, que encontramos habitualmente en


nuestro entorno, son:

• Insuficiente o nula adecuación de los programas educativos en relación estos


temas.
• Insuficiente legislación al respecto.
• Insuficiente o nula formación/información de la población.
• Sensibilización inadecuada de los responsables de las zonas de baño público y,
en general, de la población (salvo cuando han tenido desgracias personales
cercanas).
• Estadística insuficiente o nula respecto a los accidentes acuáticos y
ahogamientos.

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1.1.2. Vigilancia.

La vigilancia es, en cierta forma, uno de los aspectos básicos de la prevención, puesto que
si se realiza correctamente conseguirá en mayor medida evitar accidentes, y, por tanto, no será
necesario tener que intervenir en ellos.

El cómo se realiza esta vigilancia depende del lugar en el que nos encontremos, pero en
general se pueden establecer los siguientes criterios:

• que abarque la mayor zona posible de baño (silla o plataforma elevada, son
obstáculos que impidan ver, etc.).
• que se realice con el mayor número de medios auxiliares posibles (prismáticos,
walki-talki, silbato, campana, etc.).
• que se realice desde una zona en la que se tenga fácil acceso al lugar de año o,
en su caso, a los medios que se puedan utilizar para acercarse hacia el
accidentado (embarcación en el mar).
• que se realice en condiciones óptimas para el Técnico en Salvamento, sin
perjuicio para su salud (sombrillas, sillas estables, etc.).

Fig. 4.- Una vigilancia correcta requiere de medios y materiales al alcance del Técnico en Salvamento
Acuático.

En este apartado, además, se debe incluir el tema de la supervisión, tanto de los medios
que se emplean en la vigilancia, como de las personas que la realizan. Desgraciadamente, no
todas las personas poseen la profesionalidad que obliga a cumplir adecuadamente el trabajo que
les ha sido encomendado y conviene que siempre existan personas con una responsabilidad
mayor (coordinador, director, jefe, etc.) encargadas de comprobar que las medidas de seguridad
son las adecuadas y que la vigilancia se efectúa correctamente.

Los problemas más frecuentes en el tema de la vigilancia son:

• Carencia de recursos humanos para efectuar la vigilancia.


• Escasa o nula preparación en las personas que efectúan la vigilancia.
• Cansancio en las personas que efectúan la vigilancia.
• Carencia de medios y materiales que aseguren una correcta y eficiente
vigilancia.
• Inadecuada o inexistente labor de supervisión en relación con la vigilancia.
• Escasa o nula conexión de la labor de vigilancia con las siguientes fases del
Salvamento Acuático.

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1.1.3. Control.

Cuando un Técnico en Salvamento Acuático interviene en algún rescate o accidente, el


control que debe efectuar sobre el mismo ha de ser completo. Un buen Técnico no puede permitir
que sean las circunstancias las que le dominen a él, sino que, al contrario, debería controlar, desde
el principio al final de su intervención, todo aquello que puede influir en el salvamento que está
llevando a cabo. En este sentido, se ha de tener en cuenta, una vez más, las cualidades
personales mencionadas anteriormente de la preparación del Técnico en Salvamento Acuático y
también los contenidos que se imparten en la asignatura de Psicología.

Fig. 5.- El control del Salvamento es un principio general que requiere serenidad y eficacia.

Como norma general, este control se hace patente cuando se conserva la serenidad y la
tranquilidad, pero actuando con rapidez y, sobre todo, con eficacia. Siempre se ha de tener
presente que no es mejor Técnico aquel que arriesga su vida innecesaria e inútilmente. El que
pone en juego su propia vida, por falta de preparación o de reflexión, la está arriesgando
innecesariamente y también arriesga la vida de la persona que se está ahogando, ya que si a él le
ocurre algo, no logrará salvar a nadie. El mejor Técnico en Salvamento, por lo tanto, es aquel que
tiene éxito en su empresa, el que, demostrando sus habilidades, sus conocimientos, su experiencia
y su preparación, logra efectuar el salvamento o rescate.

Problemas frecuentes en el tema del control son:

• Escasa o nula preparación en las personas que efectúan el salvamento, lo que


les impide un control eficaz.
• Inseguridad en el Técnico en Salvamento Acuático.
• Riesgos innecesarios por "dejarse llevar" de impulsos y no llevar a cabo un
adecuado análisis de la situación.
• Riesgos innecesarios por intentar efectuar rescates mediante "exhibiciones"
inútiles y narcisistas.
• Excesiva confianza del Técnico en personas que no conoce para que le ayuden
o dirijan.

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1.1.4. Presteza.

La rapidez en las decisiones y en las acciones es siempre una de las principales


características de un buen salvamento y de unos buenos primeros auxilios. Pero cuando hablo de
presteza o de rapidez no me refiero a precipitación, nerviosismo y realización de las cosas sin
pensar; aludo a la prontitud y brevedad en nuestras acciones, ejecutándolas siempre correcta y
eficazmente, con habilidad y sin el menor riesgo para aquellas personas a las que se rescata.

Si se cumple este principio, se logrará, muchas veces, el inestimable adelanto a la muerte,


que, en determinadas circunstancias (como pueden ser los accidentes en el agua) lleva "ritmo de
velocidad".

Evidentemente, de nada sirven todas las acciones de un Técnico en Salvamento Acuático,


correcta, eficaz y rápidamente efectuadas, si a las mismas no se encadenan otras intervenciones
no menos importantes, como el transporte urgente a un centro hospitalario del accidentado. Este
tema, que queda fuera del control del Técnico en Salvamento Acuático, quizás requiere un
tratamiento distinto y de mucha mayor amplitud que la que pretende este texto, ya que es
realmente lento, con graves errores y, en general, vergonzoso. Por supuesto, siempre existen
excepciones, pero son escasas, como la inmensa mayoría de los ciudadanos hemos comprobado.

Fig. 6.- La presteza en Salvamento es siempre necesaria ante el "ritmo de velocidad" hacia la muerte que lleva el
ahogamiento.

Los problemas más frecuentes en el tema de la presteza son:

• Carencia de medios y materiales que aseguren una correcta y eficiente


vigilancia, que posibilita, a su vez, una rápida intervención.
• Incorrecta utilización de los medios y materiales al alcance del que efectúa la
vigilancia, de tal forma que percibe tarde o mal el peligro o el accidente.
• Preparación nula o insuficiente en el Técnico en Salvamento, que hace que se
retrase su intervención.
• Escasa o nula conexión entre las distintas fases del Salvamento Acuático.
• Carencia de accesos adecuados para ambulancias a las zonas de baño.
• Ausencia de una red organizada de evacuación de accidentados que ofrezca
mayores garantías.

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1.1.5. Diagnóstico y actuación

Este principio está suficientemente claro como para que no sea necesario profundizar en
él. Un correcto diagnóstico de lo que sucede y una actuación consecuente con éste posibilitará un
resultado final satisfactorio. Hemos de tener en cuenta que no se trata únicamente de resolver la
causa del accidente (por ejemplo sacando del agua a la persona que se está ahogando), sino que
se debe atender a la persona que lo ha sufrido, diagnosticando su estado y actuando
convenientemente en función del mismo. Pero este asunto ya se trata, de una forma más extensa,
en los siguientes temas y, por otra parte, en la asignatura de Primeros Auxilios.

Fig. 7.- Diagnosticar y actuar es la consecuencia práctica del Salvamento Acuático.

Los temas más frecuentes en el tema del diagnóstico y actuación son los siguientes:

• Escasa o nula preparación en las personas que efectúan la intervención,


Rescate o salvamento.
• Carencia de medios y materiales que aseguren una correcta y eficaz actuación
• Excesiva confianza del Técnico en personas que no conoce para que le ayuden
o dirijan, tanto en el diagnóstico como en la actuación.

1.2 SECUENCIA DE ACTUACIÓN EN SALVAMENTO ACUÁTICO.

Las actuaciones que se producen en Salvamento Acuático pueden ser catalogadas como
de gran complejidad y de vital importancia. Si se realiza un estudio detallado de todos los
elementos que intervienen en cada situación de salvamento (tal y como se realiza en la parte de
Psicología), se puede comprobar que el acto motor es de gran complejidad, que las características
preceptúales son de requerimiento considerable y que las características decisionales se
convierten en extremadamente complejas. Estas circunstancias hacen necesario un estudio
detallado de la secuencia de actuación en Salvamento Acuático.

En todo tipo de actuación existe una secuencia, más o menos prolongada, pero inevitable.
Desde la percepción de un problema determinado, hasta su resolución, se dan una serie de pasos
que es preciso estudiar con detalle, puesto que la mayor parte de las veces el resultado final
depende de ellos; de ahí que lograr realizarlos adecuadamente será la condición indispensable
para alcanzar el éxito perseguido.

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En el caso del Salvamento Acuático, las afirmaciones anteriores no sólo son ciertas, sino
importantísimas, ya que lo que está en juego la mayor parte de las veces son vidas humanas. Las
fases que a continuación se explican no deben suceder en un espacio de tiempo prolongado, pero
es fundamental tenerlas en cuenta si se desea realizar correctamente el salvamento:

• Percepción del problema.


• Análisis de la situación.
• Toma de decisión.
• Ejecución de las acciones elegidas para la resolución del problema.
• Evaluación final del salvamento.

Evidentemente, estas fases han de llevarse a cabo de una forma inmediata, exceptuando
la evaluación final, sin que entre una y otra exista excesivo tiempo, pero no por ello olvidando que
es preciso conservar la calma y hacer las cosas lo mejor posible.

1.2.1. Percepción del problema.


Esta fase es siempre la primera en darse y, quizás, por eso es la más importante. Depende de
los sentidos, vista y oído principalmente, y permite al Técnico en Salvamento conocer la situación y
sus circunstancias. Por lo tanto, requiere una atención especial por parte de éste, es decir, debe
estar constantemente pendiente de todo lo que sucede a su alrededor, principalmente de lo que se
refiere al agua.

Fig. 8.- La percepción del problema es el primer paso para resolverlo y de ahí su gran importancia.

En la percepción del problema intervienen como elementos esenciales los siguientes:

• Amplitud visual: capacidad de observar un espacio determinado, bajo el que


debería estar la zona a vigilar. En este sentido conviene que las condiciones en
las que el Técnico trabaje sean lo mejores posible, teniendo en cuenta alguno de
los criterios establecidos para la vigilancia en el tema anterior, por ejemplo
observando lo que sucede en el agua desde un lugar elevado (silla de
vigilancia), prismáticos si fuera necesario y ausencia de obstáculos que le
impidan una correcta visión de la zona vigilada.

• Valoración óptico-motora: cálculos mentales de espacio, tiempo, velocidad y


trayectorias, que pueden permitir conocer a qué distancia se encuentra la
persona con problemas, el tiempo que se tardará en llegar a ella, la trayectoria
que se debe seguir y la velocidad que es precisa para realizar adecuadamente el
salvamento. Este elemento de la percepción está muy relacionado con
experiencia del Técnico.

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• Agudeza visual: capacidad de dirigir la atención al punto exacto que interesa,


que es, lógicamente, en el que se encuentra la persona con problema También
de gran relación con la experiencia del Técnico.

• Percepción del movimiento: el que se está produciendo por la persona con


problemas y cualquier otro que exista a su alrededor e influya en el salvamento.

• Calidad perceptiva: que puede lograr que la percepción se convierta en


anticipación, de forma que, ante la interpretación de movimientos, señales o
circunstancias, se conozca de antemano lo que va a suceder, y Como
consecuencia, se actúe antes o se evite el problema. Por supuesto, este
elemento es, quizás, el que más precise de la experiencia del Técnico en
Salvamento Acuático.

1.2.2. Análisis de la situación.


En esta fase se examina y contrasta todo lo que está sucediendo, por lo que interviene la
memoria, los conocimientos y la experiencia. Analizar una situación concreta es un proceso mental
que no implica excesiva complicación normalmente se realiza sin necesidad de implicar una
voluntad determinada en ello, es más bien algo que surge de forma espontánea tras la percepción
de cualquier problema o situación, y de ahí que sea tan importante la amplitud de nuestros
conocimientos y experiencias, para que con ayuda de nuestra memoria sean utilizados
convenientemente.

Fig. 9.- El análisis de la situación es inmediato a la percepción del problema y decisivo para la toma de
decisión.

El análisis de la situación ayudará a una toma de decisión apropiada a cada circunstancia y


momento y será fundamental para facilitar la actuación correspondiente.

1.2.3. Toma de decisión.

Es un paso que siempre se da en función de las dos fases anteriores y sin él no existe la
posibilidad de efectuar la acción física que se necesita para resolver el problema. Es decir, para
realizar cualquier acción física o mental, hay que decidir primero hacerla y cómo hacerla. Tomar
decisiones es una capacidad especial que posee gran trascendencia en todos los sectores de la
sociedad y en todas las profesiones, pero en Salvamento Acuático adquiere una relevancia
especial, ya que las decisiones es vital que se tomen siempre con acierto y rapidez, factores de los
que dependen, en todas las ocasiones, el éxito de nuestra actuación, y, muchas veces, la vida de
las personas a las que vamos a socorrer.

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Fig. 10.- La toma de decisión es de trascendencia vital en Salvamento Acuático,


ya que de ella depende el éxito del rescate.

1.2.4. Ejecución de las acciones elegidas para resolver el


problema.

Efectuada la toma de decisión, se produce, en todo acto de salvamento acuático, la


consiguiente EJECUCIÓN DE LAS ACCIONES ELEGIDAS PARA RESOLVER EL PROBLEMA,
que pueden explicarse como el paso práctico, el que va a permitir físicamente el rescate. En esta
fase se dan una serie de acciones enlazadas que conviene conocer en profundidad (por lo que se
tratarán en otros temas) y que son las siguientes:

1. Entrada al agua. Con la que se inicia, lógicamente, toda acción salvamento.

2. Aproximación. Esta acción se efectúa siempre de la forma más rápida posible, utilizando
para ello los medios de los que se disponga embarcación tabla de windsurf, arnés, aletas,
etc.), siempre que sean apropiados en función de las circunstancias del caso. Si se
realizara a nado, se pensará en practicar el estilo que mejor domine el Técnico en
Salvamento y que le permita mayor velocidad y economía en su esfuerzo. Conviene,
durante la fase de aproximación no perder de vista al accidentado al que se va a rescatar
ni un momento, por si sucede algún tipo de acontecimiento especial que sea significativo
para el futuro del salvamento, como puede ser una pérdida de conocimiento, el
hundimiento en el agua, la adquisición de un estado de histerismo o pánico, etc. El no
tener en cuenta este último aspecto puede hacer fracasar el salvamento o retrasar
innecesariamente.

3. Control. Referido al que se debe efectuar sobre la persona a la que se va a rescatar y a las
circunstancias del entorno.

4. Método de remolque. Una vez que se ha controlado a la persona accidentada, se aplica


uno de los denominados métodos de remolque o sistemas que se utilizan para transportar
al accidentado en el agua, desde ella a un lugar seguro.

5. Extracción del agua. Acción con la que finaliza la parte acuática de todo salvamento y que,
en contra de la opinión de muchos, no debe ser realizada de cualquier forma y a "lo loco",
sino con seguridad y sencillez, en función de las circunstancias con las que se encuentre el
Técnico en Salvamento.
6. Diagnóstico y aplicación de los primeros auxilios. El último paso, y antes del traslado del
accidentado a un centro hospitalario, si fuera preciso, es diagnosticar el estado en el que
se encuentra y en función de él aplicarle los primeros auxilios que sean convenientes. Este
es un tema de gran importancia que se tratará específicamente en la asignatura de

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Primeros Auxilios. En todos los casos, y siempre que sea posible, se intentará hablar
continuamente con el accidentado, antes, durante y después del rescate, ya que, en
muchos casos, el salvamento se ve facilitado si se logra una comunicación con él y se le
tranquiliza convenientemente.

A continuación se puede apreciar una secuencia completa de un Salvamento Acuático, que


finaliza en la aplicación de los Primeros Auxilios, concretamente con la práctica de R.C.P.

Figs. 10 a 15.- Secuencia completa y ordenada, de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, de un salvamento
acuático.

1.2.5. Evaluación final del salvamento


Finalizado el salvamento y cuando el Técnico se encuentra ya tranquilo y descansado, es
el momento de evaluar todo el proceso que se ha llevado a cabo para realizar aquel. Un Técnico
en Salvamento Acuático responsable y con ánimo de mejorar día a día, no debe olvidarse de esta
fase, sino que intentará recapacitar sobre su actuación para corregir en el futuro las posibles
deficiencias que ha observado o reforzar los aciertos que ha tenido. El aprender de los propios
errores es uno de los sistemas que desde siempre ha utilizado el ser humano y el avanzar teniendo
en cuenta los éxitos obtenidos es la base del progreso.

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1.2.6. Organización del salvamento acuático.

Muy relacionado con la secuencia de actuación en el Salvamento Acuático se encuentra el


tema de su organización, que, en la mayor parte de los casos y lugares, ni siquiera existe. El
primer paso para determinar si se produce o no una organización del salvamento acuático es
comprobar si se dan todas las medidas preventivas necesarias para evitar al máximo cualquier tipo
de accidente en el agua. Por lo tanto, cualquier organización en este sentido debe atender las
medidas ya descritas en el apartado de prevención y vigilancia.

Ahora bien, un Salvamento acuático no termina cuando la persona accidentada en el agua


ha sido remolcada fuera de la misma, finaliza en el momento en que esta persona está fuera de
peligro. Por este motivo es muy importante que la actuación del Técnico en Salvamento no se
reduzca a sacar gente del agua, sino que ayude en una organización total del rescate y
recuperación del accidentado. Por supuesto, este aspecto no depende de él directamente, pero sí
puede ser parte activa para intentar que se lleve a efecto.

La organización del salvamento corresponde a las personas o instituciones propietarias del


lugar en el que la gente acude a bañarse, y están obligadas a que dicha organización sea lo más
completa y eficaz posible. Un modelo que me parece totalmente válido y que puede ponerse en
práctica con facilidad es el que se aplica en diversos países, entre ellos Bulgaria (Curso
Internacional para Instructores de Salvamento Acuático, 1987), denominado CADENA DE
SALVAMENTO.

En este país, en base al análisis sobre los accidentes acuáticos que se padecían, se
decidió crear la "Cadena de Salvamento", en la que intervendrían cuatro eslabones, enlazados
entre sí y en los que cada uno debe asegurar el éxito del siguiente. Estos eslabones son:

1. Puesto de Salvamento. Es el encargado de la evacuación del accidentado a la


estación de reanimación. Su actuación no debe sobrepasar un minuto. Es
responsabilidad directa de los Técnicos en Salvamento Acuático.
2. Estación de reanimación. Es la encargada de la realización del RCP (reanimación
Cardio-pulmonar). Su actuación no debe sobrepasar cinco minutos. En ella ya
puede intervenir un médico o especialista.
3. Transporte. Es el encargado del traslado del accidentado al centro sanitario. Su
actuación no debe sobrepasar los 20-30 minutos. Por supuesto, contando con la
debida asistencia y atención de un experto durante el traslado.
4. Centro sanitario. Es el encargado de atender al accidentado según sus
necesidades y con equipos humanos y materiales más completos.

En la cadena se comprobó que los accidentes graves no llegaban al tercer eslabón, por lo
que se pensó en introducir un anestesista en las primeras posiciones del salvamento, es decir en
los puestos de reanimación, con equipamiento, radio, etc. Este anestesista llega generalmente
antes de transcurridos 5 minutos al lugar del suceso, recibiendo el accidentado ayuda cualificada, y
en función de su estado explicando y solicitando lo que éste precisa para su atención.
Con la puesta en acción de esta cadena de salvamento se consiguió la siguiente evolución en las
estadísticas:

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- 1963 (sin cadena de salvamento). Una persona salvada por cada 8,8
ahogados.
- 1964 (comienza la cadena de salvamento): Una persona salvada por cada 1,05
ahogados.
- 1975 (11 años después de la puesta en marcha de la cadena de salvamento):
Una persona salvada por cada 0,16 ahogados.
- En la actualidad: Continúan los mismos niveles que en 1975 (se cree que son
casos inevitables).

En 22 años, en Bulgaria han sido salvadas más de 25.000 personas. Hemos de tener en
cuenta que este país no posee un gran índice turístico y, sin embargo, se encuentra preparado
para solucionar este tipo de accidentes. Por el contrario, España, que puede ser uno de los países
con mayor turismo del mundo, precisamente por sus playas, no tiene nada parecido, encargándose
de la vigilancia de playas voluntarios de la Cruz Roja o Técnicos en Salvamento contratados por
los Ayuntamientos, pero sin una legislación que controle el tema. Además, la formación de los
Técnicos en Salvamento Acuáticos se realiza con cursillos, en los que se carece del tiempo y de
los materiales suficientes.

Fig. 16.- Organización del Salvamento Acuático en "cadena".

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2. TAREAS DEL SOCORRISTA EN INSTALACIONES


ACUÁTICAS.

Uno de los factores más importantes que hacen diferenciar un salvamento de otro es el
lugar en el que se produce. Es cierto que todos los salvamentos acuáticos se realizan en el agua,
pero también lo es que las circunstancias de ésta varían enormemente según el entorno en el que
se encuentre. Por este motivo conviene que el Técnico en Salvamento Acuático conozca las
particularidades del rescate en cada uno de los posibles lugares en los que puede suceder.

La primera misión de todo Técnico en Salvamento es la de conocer perfectamente el lugar


en el que trabaja y estar preparado en función de sus peculiaridades, y por supuesto, si es posible,
analizar y prevenir todos y cada uno de los peligros que caracterizan la zona.

Las instalaciones recreativas acuáticas en las que el Técnico puede desempeñar su trabajo
de vigilancia e intervención y a las que me vaya referir son:

- Piscina.
- Parque acuático.

2.1. PISCINAS
En las piscinas las complicaciones no son excesivas y los salvamentos suelen ser fáciles.
En general, en lo que se refiere al salvamento acuático, se caracterizan por:

- Distancias cortas.
- Disponibilidad de materiales de rescate (salvavidas, balón salvavidas, etc.).
- Posibilidad de ayuda (otros empleados, sobre todo si es el médico, ATS O DUE).
- Normativa para su utilización que evita en muchos casos riesgos de accidentes.

Por sus circunstancias, en las piscinas conviene evitar de forma particular:

- Las escenas desagradables y los histerismos que se producen ante los accidentes.
- Las aglomeraciones de la gente ante el accidentado.
- El incumplimiento de la normativa que rige el funcionamiento de la piscina, sobre todo
en lo que se refiere a su seguridad y sanidad.

2.1.1. Los cursos de natación en las piscinas


Conviene hacer referencia a una situación que se prodiga casi de forma completa en todas
las piscinas: la de los CURSOS DE NATACIÓN.

En los cursos de natación, la seguridad del grupo de alumnos a los que se están
impartiendo las clases es responsabilidad del monitor, lo que no quiere decir que el Técnico en
Salvamento Acuático no intervenga en caso de ver un accidente. El monitor de natación debe
poseer habilidades y tener conocimientos básicos de salvamento acuático, pero en ningún caso

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sustituye al Técnico en Salvamento, ni mucho menos al médico. Son frecuentes las situaciones en
las que debe intervenir de forma eficaz para lograr que sus alumnos no sufran accidentes de
ningún tipo que les retrase el aprendizaje, pero, en cualquier caso, sus competencias se reducen a
sacar a su alumno del agua y, por supuesto, aplicarle los primeros auxilios si el lugar en el que
trabaja carece de Técnico en Salvamento o médico.

Tampoco debería olvidarse que la mejor forma de evitar accidentes es prevenirlos y por
esto el mejor consejo al respecto es que el monitor controle, antes de impartir sus clases, aspectos
tan diversos e importantes como la condición de la piscina (profundidad, estado del agua, zonas
peligrosas por ser deslizantes, etc), el nivel de sus alumnos (no perdiendo de vista a aquellos que
menos saben ya los que son demasiado "atrevidos") y las exigencias de la sesión que va a impartir
(vigilando con más atención en los momentos de mayores requerimientos). Así mismo, conviene
señalar a los alumnos cómo deben comportarse en el caso de que algo les suceda, buscando en
ellos una ayuda inestimable, y no un entorpecimiento en la acción del rescate.

2.1.2. Tareas del Técnico en Salvamento Acuático en


Piscinas
Las tareas que un Técnico en Salvamento debe desempeñar en la piscina en la que trabaja se pueden
resumir en las siguientes:

I. Comprobar que no existe ningún elemento peligroso para los usuarios antes de la
apertura de la piscina.
II. Controlar el botiquín y sus aparatos e instrumentos, sobre todo si el encargado del
mismo es el propio Técnico. En caso de la presencia en la piscina de médico, ATS o
DUE, las competencias en el botiquín son de éstos 'J no DE Técnico en Salvamento
Acuático.
III. Vigilar constante y permanentemente las actividades de los usuarios de la piscina,
tanto de los que están dentro del agua (que son los que representan mayor riesgo
potencial), como de los que están fuera de la misma (que, a veces también se
accidentan de variable gravedad).
IV. Exigir el cumplimiento de la normativa a todas las personas excepciones.
V. Realizar los salvamentos, si fueran precisos, con la mayor eficacia y seguridad posible,
evitando los contactos con el accidentado, utilizando material auxiliar, etc.
VI. Controlar al público en caso de necesidad de prestación de primeros auxilios, ya sea
en la propia orilla de la piscina como en el botiquín.
VII. Manejar correctamente el material del botiquín, incluida oxigenoterapia. Esto es
necesario, incluso, con un médico, ATS o DUE en la piscina, ya que puede darse la
circunstancia de que el responsable del botiquín no esté o de que esté atendiendo otro
caso. El material facilita el trabajo, pero sólo si se conoce perfectamente su manejo.
VIII. Asegurarse de que el accidentado es trasladado posteriormente a un centro sanitario
para su chequeo, aunque la recuperación haya sido positiva.
IX. Dar parte del accidente ocurrido a los organismos competentes, pueden ser dirección
de la piscina, Ayuntamiento, Policía, incluso prensa que después no se tergiverse el
caso, etc.
X. Enviar un parte del accidente a la Federación Española de Salvamento y Socorrismo,
para su control y elaboración de estadísticas.

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2.1.3. Condiciones ideales para el Salvamento Acuático en


Piscinas

De los lugares destinados al baño público, quizás son las piscinas instalaciones que se
encuentran más reguladas, por normativas más o menos estrictas y adecuadas. En este sentido,
casi todas las Comunidades Autónomas en España, han publicado decretos, órdenes o
reglamentos que rigen legalmente apertura y las condiciones de las piscinas, pero todos ellos,
excepto el de la Comunidad Autónoma Gallega (173/1992, DOGA 30-6-92), no son, todavía,
suficientemente claros y adecuados en el tema del responsable de la vigilancia y seguridad de la
piscina, ya que se debería especificar que ésta es competencia de personas tituladas en
Salvamento Acuático, tal y como lo hace el citado decreto de la Consellería de Sanidad de la Xunta
de Galicia.

Además del Técnico en Salvamento Acuático como responsable vigilancia y seguridad de


la piscina, en número apropiado en función diferentes vasos de agua y de los metros cuadrados de
lámina de agua, que es la condición ideal primera, se deberían dar otras, como son:

I. Carteles con normativa de utilización de la piscina correctamente distribuidos


para que sean vistos por todos los usuarios de la misma.

II. Flotadores salvavidas en número suficiente en función de la lámina de agua y de


los diferentes vasos, distribuidos por el entorno de estos, con dos condiciones
indispensables: cercanos al agua y de fácil manejo.

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III. Teléfono en el interior de la instalación y de fácil acceso. En muchas ocasiones el


teléfono se encuentra bajo llave o muy lejos del puesto de salvamento.

IV. Botiquín correcta y completamente equipado, en el lugar más estratégico de la


piscina y con salida fácil al exterior, por la comunicación con la ambulancia.

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V. Anulación de barreras que signifiquen peligro: trampolines, lavapies, escaleras


salientes, bordes cortantes, etc.

VI. Otras muchas condiciones que puedan servir para mejorar la prevención y anular
los accidentes y la labor del Técnico en Salvamento Acuático,

2.1.4. Equipamiento mínimo a disposición del Técnico en


Salvamento Acuático en Piscinas

- Silla de vigilancia de 3 mts. mínimo de altura, correctamente equipada con una


sombrilla y una bandera o indicativo de que es un puesto de salvamento.

- Flotador salvavidas, brazo de rescate, alargadera o similar a pie de la silla de vigilancia


para su rápida utilización por el Técnico en Salvamento Acuático.

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- Equipo personal compuesto por camiseta que identifique claramente al Técnico en


Salvamento Acuático (que debe llevar permanentemente), gorra, gafas de sol y silbato
o similar. Con el silbato es conveniente establecer un,.código de señales con el resto
de Técnicos para que todos sepan qué sucede en f de la señal oída.

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- Pequeño botiquín para intervenciones sencillas ante accidentes leves (heridas


pequeñas, picaduras, etc), a pie de la silla de vigilancia, que evite los desplazamientos
del Técnico en Salvamento al botiquín principal.

2.1.5. Accidentes más frecuentes en Piscinas


La prevención se puede practicar con mayores garantías si se conocen cuáles son los
accidentes más frecuentes, ya que de esta forma se pueden poner los medios para prevenlrlos y
anular los motivos que los causan. 'En este sentido, conviene saber que en las piscinas se repiten
bastante los siguientes accidentes:

- Golpes diversos, siendo muy preocupantes los que se producen en la cabeza en zonas
poco profundas, como ya se ha explicado en el tema de los métodos de remolque.

- Cortes sin excesiva importancia.

- Hidrocuciones, popularmente denominadas "Cortes de digestión".

- Accidentes provocados por consumo excesivo de alcohol, que crea un descontrol en la


persona afectada.

- Quemaduras solares de diferente consideración.

- Accidentes provocados por juegos peligrosos dentro y fuera de la piscina (buceos,


retos, "ahogadillas", empujones, etc).

- Insolaciones.

- Accidentes producidos por atrevimiento (niños que comienzan a nadar e intentan


cruzar la piscina, saltos al agua difíciles y peligrosos, etc).

2.2. PARQUES ACUÁTICOS

Actualmente el medio acuático se ha convertido en uno de los principales focos de


diversión y recreo. Desde las piscinas normales, con dimensiones y formas determinadas, en las
que únicamente se nadaba se ha evolucionado hacia piscinas distintas, con múltiples dimensiones
y formas, y en las que la diversión, el placer y el juego son los fines principales.

En España, donde el verano es largo y las horas de sol muchas, cada año son más las
instalaciones dedicadas a estos fines, siendo conocidas por el nombre de "parques acuáticos", que
tienen una aceptación y una afluencia de público que se incrementa con el tiempo.

Para el salvamento acuático la aparición y el éxito de estas instalaciones es de gran


importancia, no sólo porque con ellas aumenta la demanda de Técnicos en Salvamento Acuático
cualificados y titulados, sino también porque implican nuevas formas de actuación ante accidentes
distintos.

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2.2.1. Las instalaciones del parque acuático

Básicamente, un parque acuático es una macroinstalación, en la que el coniunto de


piscinas-atracciones tienen como fin primordial la diversión, el placer y el juego. Aunque son
muchísimas las formas de las piscinas-atracciones, las más comunes son:

- Piscina de olas, en la que mediante dispositivos especiales se provocan olas de


formas, alturas y periodos variables.

- Toboganes, que es la clásica estructura por la que se deslizan las personas,


facilitándoselo mediante agua que circula por la superficie del mismo.Las formas de los
toboganes son variables, siendo los más comunes los que combinan tramos rectos y
curvos, los que sólo tienen trazado recto, los que tienen trazado corto (rápido o lento) y
los que tienen un trazado de gran longitud antes de caer al agua.

- Corrientes acuáticas por las que los usuarios se dejan llevar.

- Lago, con gran superficie de agua en la que se pueden utilizar embarcaciones de


diferentes tipos.

- Todo tipo de piscinas infantiles, donde los niños pueden realizar gran número de
juegos acuáticos.

- Piscina de "barcos de choque", en la que los barcos tienen una protección que les
permite chocar unos contra otros.

- Piscina de surf con diseño especial para permitir el deslizamiento con material flotante
por su superficie.

- Río, que es un cauce de agua con corriente en la que se pueden utilizar piraguas o
canoas.

2.2.2. Características especiales en el parque acuático

Comprobado el tipo de instalación habitual en un parque acuático, puede dar la sensación


de ser un lugar con accidentes habituales y en el que el Técnico en Salvamento Acuático está
interviniendo constantemente; sin embargo, no es así, al menos en los parques acuáticos en los
que se respeta la normativa, ya que se caracterizan por un gran despliegue de seguridad para el
usuario, pudiendo destacarse en este sentido las siguientes características:

I. Personal de seguridad suficiente en número.


II. Organización del Salvamento perfectamente estructurada, con un director o jefe de
seguridad, un coordinador, jefes de zonas y técnicos en salvamento.
III. Personal de servicio médico completo y con amplios y modernos medios y materiales
de primeros auxilios en el botiquín.
IV. Materiales de salvamento y de alarma diversos y adecuadamente distribuidos.
V. Normativa más o menos rigurosa para la utilización de las diferentes atracciones, con

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abundante señalización y consejos por parte de los técnicos en salvamento.


VI. Técnicos en Salvamento conocedores de las peculiaridades de las atracciones, de sus
riesgos y especializados en la intervención para cada tipo de accidente.
VII. Entrenamiento adecuado de todo el personal de seguridad.
VIII. Diseño y práctica de un plan de emergencia y de un plan de evacuación en el parque
acuático.

Desgraciadamente, no todos los parques acuáticos pueden sentirse orgullosos de ofrecer


estas características, y, como sucede habitualmente en las diferentes zonas de baño público,
existen muchos que incumplen los mínimos de seguridad, por ejemplo teniendo personal de
salvamento sin titulación o dejando al margen cualquiera de las características que he reseñado.

2.2.3. Equipamiento mínimo a disposición del Técnico en


Salvamento Acuático en Parques Acuáticos
- Puesto de salvamento en función de las características de la instalación en la que se
presta servicio, correctamente equipado con una sombrilla y una bandera o indicativo
de que es un puesto de salvamento.

- Material de salvamento adecuado a las características de la instalación en la que se


presta servicio, a pie del puesto de salvamento para su rápida utilización por el Técnico
en Salvamento Acuático.

- Equipo personal compuesto por camiseta que identifique claramente al Técnico en


Salvamento Acuático (que debe llevar permanentemente), gorra, gafas de sol y silbato
o similar. Con el silbato es conveniente establecer un código de señales con el resto de
Técnicos para que todos sepan qué sucede en función de la señal oida.

2.2.4. Accidentes más frecuentes en Parques Acuáticos


En este tema la variación con las Piscinas no es significativa, salvo que los accidentes que
se producen suelen revestir mayor gravedad en el parque acuático. Así, por ejemplo, los golpes
son más graves, los accidentes provocados por juegos peligrosos también tienen mayor
repercusión y, en general, los atrevimientos pueden causar consecuencias negativas.

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