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“La lógica”

La lógica es el estudio de los métodos y principios para distinguir el razonamiento


correcto del incorrecto. Se ocupa de los razonamientos ya formados y que son expresados
en forma escrita u oral. Es preciso dejar claro entonces que la lógica se ocupa de la
estructura del razonamiento, no de determinar si lo que se dice es un razonamiento
verdadero o falso, sino si la forma de ese razonamiento es correcta. Se tiene en cuenta
que la persona que estudia lógica tiene mayor posibilidad de razonar correctamente que
aquella que nunca se interesa por estas cuestiones. Analizar los razonamientos correctos,
reconocer sus errores o trampas nos ayuda a evitar esos errores y a no caer en esas
trampas.

LA ARGUMENTACIÓN

Uno de los asuntos que estudia la Filosofía es la argumentación. Es muy útil


abordarla, porque luego nos servirá para el resto de los temas que abordemos. ¿En qué
consiste?
Argumentar es dirigir a un interlocutor una buena razón (lo que llamamos
argumento) para hacerle admitir una idea e incitarlo a adoptar los comportamientos que
se consideran adecuados. La argumentación, de alguna manera, presupone el diálogo y a
menudo también presupone diferencias de opinión o de puntos de vista que generan
discrepancias entre interlocutores; intenta influir, transformar o reforzar las creencias y/o
los comportamientos de aquellas personas a quienes va dirigida. Un ejemplo claro es el
conjunto de argumentos que utiliza un vendedor para convencernos de que necesitamos
comprar el producto y que nos conviene hacerlo.

Los argumentos tienen de dos partes:

 Premisas. Son enunciados o proposiciones que afirman o niegan algo y son el


punto de partida del razonamiento, ya que de ellas y de su relación se desprende
la conclusión. Por ejemplo: El perro de Jimena ladra (premisa 1) y el perro de
Enzo ladra (premisa 2).
 Conclusiones. Son los enunciados o proposiciones que se derivan de las
premisas. Por ejemplo: Todos los perros ladran.

Sin embargo, no todos los argumentos que cuentan con esta estructura son sólidos.
Según la lógica (una rama de la filosofía), para que estos razonamientos sean sólidos
tienen que ser:

 Válidos. La conclusión tiene que ser una consecuencia lógica de las premisas.
 Verdaderos. Si las premisas son verdaderas, la conclusión también lo es y,
por ende, el argumento es verdadero.

Existen muchos tipos de argumentos, pero los más utilizados son:

 Argumentos deductivos. Parten de premisas, que son generalizaciones, para


llegar a una conclusión, que explica un caso particular. La información de la
conclusión se encuentra en las premisas. Por ejemplo:
Premisa 1: Todas las plantas realizan fotosíntesis.
Premisa 2: La albahaca es una planta.
Conclusión: La albahaca realiza fotosíntesis.
 Argumentos inductivos. Las premisas son afirmaciones sobre casos particulares
y de ellas se desprende una conclusión, que es una generalización. Por ejemplo:
Premisa 1: El subterráneo funciona bien en París.
Premisa 2: El subterráneo funciona bien en Nueva York.
Conclusión: El subterráneo funciona bien en muchas ciudades.

Muchas veces utilizamos argumentos cargados de mentiras o errores, porque lo


único que queremos es convencer al otro de algo que nos interesa. Por ejemplo: “A
Sebastián su padre le presta el auto todas las noches y aprueba con buenas notas las
materias. Creo papá, que te conviene prestarme tu auto”. A esto se conoce como falacia.
Falacia es un argumento débil o incorrecto, pero psicológicamente persuasivo. Es un
argumento que tiene la habilidad y voluntad de engañar con el fin de inducir en el error a
otra persona.
Hay distintos tipos de falacias, acá van algunas de ellas:
- Apelación a la ignorancia: consiste en tratar de que el otro acepte una conclusión
porque no hay pruebas en contra de la misma. Ej.: “Tenemos que aceptar que los
ovnis existen porque hasta ahora nadie ha podido probar que no existan”.
- Causa falsa: se produce cuando se unen mediante vínculos causales no
comprobados, dos circunstancias que no están conectadas. Ej.: “Hoy tuve un día
terrible porque así lo indicaba mi horóscopo”.
- Composición: es atribuir las características propias de un elemento al todo en el
que se integra. Por ej.: “Messi es un excelente jugador de futbol, luego la selección
argentina de futbol en donde juega, es un gran equipo”.
- División: es el caso inverso de la anterior. Consiste en atribuir las características
propias de un todo a cualquiera de sus elementos. Ej.: “Con seguridad María, que
integra el coro, debe tener una voz hermosísima”.
- Apelación a la fuerza: se da cuando se recurre a amenazas más o menos sutiles
para llevar al otro a aceptar una determinada idea. Ej.: “Sr, Pérez, el intendente se
siente muy molesto por la investigación que se está llevando a cabo para aclarar
lo que ocurrió con los fondos, de modo que esa investigación no podrá continuar”.
- Ataque al hombre o ad hominem: consiste en señalar aspectos negativos de la
persona que propone una afirmación, en lugar de atacar la afirmación en sí”. Ej.:
“No tenemos que aceptar como cierta su denuncia ya que tenemos entendido que
usted estuvo preso hace cinco años”.
- Apelación a la piedad: se produce cuando se busca la compasión de alguien para
que acepte como verdadera una afirmación determinada. Ej.: Cuando un detenido
para probar su inocencia, alude al hecho de que tiene tres hijos menores que
quedarían desprotegidos si se lo condena.
- Apelación a la autoridad: consiste en invocar a alguien prestigioso para apoyar
la verdad de una afirmación, aun cuando su área de conocimiento no tenga nada
que ver con lo que se está discutiendo. Ej.: “Raúl Matera fue un excelente
neurocirujano y era comunista. Por lo tanto el comunismo es la mejor posición
política que existe”.
- Apelación al pueblo: es hacer referencia a lo que hace todo el mundo, la mayoría
o el “pueblo” para llevar al otro a aceptar como verdadera la afirmación. Ej.: “Usé
los jeans NN; son los mejores ya que toda la gente joven los lleva”.
- Salto lógico o pendiente resbaladiza: se nota que la diferencia entre dos cosas o
sucesos A y B es insignificante y que, por lo tanto, si A es aceptable, bueno o
verdadero, B también debe serlo. Se repite esta operación, hasta llegar hasta un
punto Z. Así, se afirma que de aceptar A debemos considerar de igual modo a Z.
Ej: “Algunas personas que roban, son extranjeras; a su vez, cuando hay robos a
veces terminan con víctimas fatales. Habría que prohibir la entrada de extranjeros
para evitar los asesinatos”

Estos son sólo algunos tipos de falacias, hay muchos más; se emplean bastante en el
ámbito de la comunicación, publicidades y discursos políticos que quieren convencernos
para elegir o comprar algo que en realidad no necesitamos ni deseamos. Lo importante
es que podamos identificar esos argumentos tramposos y no ser manipulados.

Consignas:

1- Identifica en los siguientes ejemplos, el tipo de falacia de la que se trata. (Puedes


copiar el ejemplo en tu carpeta o directamente poner la letra y el tipo de falacia
que es)

a- Vamos a optar por la primera posibilidad, porque aquí mando yo.


b- ¡Qué sabrá ese ministro de salud de medidas preventivas contra la obesidad!
¿No ven lo gordo que está?
c- En Argentina hay mucha corrupción en el ámbito político. Esto se debe a que
nuestro país es el más austral del continente.
d- No está mal copiarse, porque todos los alumnos alguna vez se copian.
e- Llorar ante las cámaras es muy saludable, ya que así lo asegura la conocida
conductora de “talk-shows” María Cassini.
f- El sistema carcelario es un sistema opresor. Por lo tanto, el cuidador de celdas
Oscar Pérez es un opresor.
g- El libro de Filosofía “Apología” de Sócrates de editorial Eudeba, es muy
barato, por lo tanto, la colección completa de libros de Filosofía de editorial
Eudeba es barata.

FALACIAS:
a- Apelación a la fuerza.
b- Ad hominem
c- Falsa causa.
d- Apelación al pueblo.
e- Apelación a la autoridad.
f- División.
g- Composición.

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