Filosofía 1º Bachillerato

Argumentar la propia opinión es dar razones que la apoyen. La retórica es el arte de

persuadir de la verdad, no de ganar por ganar. Como afirma Schopenhauer, la mejor
manera de asegurar que se tiene la razón es dar con la verdad. Por eso, antes de opinar
acerca de algo conviene investigarlo a fondo para conocer cómo es.

Para argumentar la propia opinión, no basta con ofrecer un razonamiento. Conviene que
ese razonamiento no sea una falacia. Una falacia o sofisma es una argumentación falsa
con apariencia de verdad. Algunas de las falacias más comunes son:

1. Falacia del hombre de paja: consiste en desviar la atención del argumento que otro
ha dicho distorsionándolo y, a continuación, atacando esta nueva versión
distorsionada.

Ejemplo A
Persona 1: No me han convencido las propuestas de Ione Belarra.
Persona 2: Claro, como es una mujer no te parece convincente. En el fondo eres un
machista

Ejemplo B
Estás en contra de la pena de muerte porque, en el fondo, te importan muy poco los
derechos de las víctimas.

2. Falacia del monstruo: consiste en asociar el argumento contrario con algo que se
considera muy malo.

Ejemplos:
Esta propuesta política nos va a conducir a una nueva Venezuela.

Llevar un registro de los inmigrantes es claramente de extrema derecha. ETC.

3. Generalización excesiva: se trata de, a partir de una muestra pequeña y no

representativa, extraer una conclusión general. Algunas estadísticas, llamadas
aleatorias de teléfono etc. podrían dar pie a una generalización excesiva.

Ejemplo:
Como María, Pepe y Juan son altos y listos, todos los altos son listos.
Una vez fui al médico y se equivocó, por eso he decidido no ir nunca más.

4. Falacia del falso dilema (o blanco y negro): consiste en afirmar únicamente dos
alternativas posibles y autoexcluyentes en una determinada situación.

Ejemplos:
O votas al caos y la anarquía o votas a favor nuestro.
Comunismo o libertad.

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5. Falacia ad hominem: en vez de atacar un argumento, se ataca algo de la persona.

Ejemplos: como eres hombre, no puedes opinar sobre el aborto; como eres cura, no
puedes decir nada sobre el sexo; como eres rico, votas a la derecha; como eres de
izquierdas, quieres subvenciones y que el gobierno te mantenga, etc.

a. Ad hitlerum: consiste en señalar que Hitler o el partido nacionalsocialista hacía X y

de manera automática X queda desacreditado.

Ejemplos: Como a Hitler le gustaba hablar alemán, hablar alemán es algo propio de los
nazis o es malo.

b. Falacia de la falacia: desacreditar a alguien porque ha afirmado (o por descuido)

ha hecho una falacia.
Ejemplo: Como antes has hecho una falacia ad hitlerum, nada de lo que digas puede ser
cierto.

c. Tu quoque: se argumenta algo señalando que el otro también lo hace (en vez de
aportar razones que justifiquen o no aquello).

Ejemplo: Nuestro partido ha sido corrupto porque ustedes también lo fueron.

Thomas Jefferson estaba en contra de la esclavitud, pero él tenía esclavos. (Por lo tanto,
es un hipócrita).

6. Falacia ad populum: consiste en apoyar la argumentación sobre algo que dice, hace
o piensa la mayoría de la población.

Ejemplos: actualmente la mayoría de gente piensa que la Tierra es redonda. Por lo tanto,
tiene que ser redonda.

La canción de ese cantante es buenísima porque todo el mundo lo dice.

a. Ad lazarum: en este caso, la argumentación se apoya sobre lo que dice, piensa o

hace el pobre, presentándolo como la única verdad.

Ejemplo:
Ese político se ha bajado el sueldo. Por lo tanto, seguro que es cierto todo lo que dice.

b. Ad crumenam: es similar a la anterior, pero en este caso se apoya sobre lo que

dicen/piensan/ hacen los ricos.

Ejemplos:
Elon Musk se hizo rico vendiendo coches y dice que esa determinada marca es mala.
Esta ley seguro que es buena porque todos los que se oponen a ella son gentuza que no
llega a final de mes.

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c. Ad antiquitatem: se apela a la antigüedad de cierta costumbre o actuación para

defender que es buena o valiosa.

Ejemplos: algo es bueno o valioso porque siempre se ha hecho así.

Este vino es más bueno que este otro porque es más viejo.
Antiguamente las escuelas estaban mucho mejor y los alumnos eran más educados.
(Faltaría explicar el porqué de esta situación).
s mujeres deben quedarse en casa porque así se ha hecho siempre

d. Apelación a la novedad: se considera bueno o valioso lo nuevo por el hecho de ser

nuevo.

Ejemplos: El último modelo de IPhone es el mejor. (…)

7. Falacia de la ambigüedad: se trata de un tipo de argumento que se sirve de palabras

ambiguas, es decir, que tienen más de un significado, en un contexto en el que el
significado no queda suficientemente claro.

Ejemplos:
Los hombres son seres inteligentes. Las mujeres no son hombres. Por tanto, las mujeres
no son seres inteligentes → en el primer término la palabra "hombre" se refiere a "ser
humano"

8. Definición persuasiva: pretende describir el significado verdadero o comúnmente

aceptado de un término aunque, en realidad, emplea un uso poro común o alterado,
generalmente para respaldar un determinado punto de vista. A menudo se usan
nociones imprecisas pero cargadas de emoción, como "libertad", "terrorismo",
"democracia", etc.

Ejemplos:
La fe es la creencia irracional en un ser fantástico.
Definamos ateo como alguien que no se da cuenta de que Dios existe.

9. A silentio: consiste en sacar una conclusión basada en el silencio o en la ausencia de

evidencia.

Ejemplo:
Como estás callado es que no lo sabes.

Si mi amigo fuera un delincuente, constaría en algún registro policial. No consta en ningún

registro policial. Por lo tanto, no es delincuente.

10. Falacia ad baculum: se defiende un argumento apoyándose en la violencia o en la

fuerza.

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Ejemplos:
Si no estudias, te quitaré el móvil.
O firmas esta declaración de culpabilidad o te meto en la cárcel y mato a toda tu familia.
Si sales con mi hija te doy con el paraguas en la cabeza.