Murray y la relación con lo trabajado en el curso

Eisner - Dimensiones Estéticas

Según Eisner, el aprendizaje artístico aborda el desarrollo de las capacidades necesarias
para crear formas artísticas, el desarrollo de capacidades para la percepción estética y la
capacidad de comprender el arte como fenómeno cultural. La comprensión del aprendizaje
artístico requiere que atendamos a cómo se aprende a crear formas visuales que tienen
naturaleza estética y expresiva.
Según este autor, el niño aprende en parte a la posibilidad que tiene de experimentar. Estas
experiencias contribuyen al desarrollo de estructuras de referencia que a su vez crean
expectativas que admiten o rechazan ciertos aspectos del entorno.
Comparándolo con Murray, que habla sobre la experimentación, el escuchar el entorno
sonoro en el que vivimos, que por más que hayan errores, permiten a los alumnos ser más
creativos.

¿De quién es la Música? Teresa Usandivaras

Según Teresa el canto es algo natural nuestro. Para cantar solo se necesita práctica. Como
dice “cantando se aprende a cantar”. Por otra parte, cantando se aprende música, y para
esto se necesita aprender a oír.
Relacionándolo con Schofer, enseñar música va en la libertad que se le otorga a los
alumnos para hacer música, a prueba y error, por medio de la experimentación, es lo mismo
que comenta Usandivaras, haciendo música se aprende a hacer música. No ir directamente
a la teoría sino a la práctica.

El aprendizaje musical de los niños. Silvia Malbrán

Según Silvia Malbrán, la enseñanza musical en el jardín de infantes es una forma de
estimulación temprana de las potencialidades expresivas. Este proceso de enseñanza
depende del estímulo que otorga el docente. Sugerir ideas nuevas o distintas en el área de
la música en práctica desempeña un papel fundamental. Fomenta la improvisación para
enseñar música, utilizando incentivos apropiados que alienten la búsqueda y el
mejoramiento de las iniciativas infantiles.
También habla de cómo determinar en qué fase de desarrollo rítmico se encuentran los
niños. Si hablamos de niños de 3 o 4 años, tratar de imitar un sonido de la naturaleza sea
con la voz o el cuerpo en general o algún elemento que se pueda utilizar como instrumento
que tenga a mano.
De esto habla Murray, de la improvisación como fase experimental para el docente, no ir a
lo teórico directamente sino musicalizando con el cuerpo o elementos que tienen a mano.

Proceso de musicalización
El objetivo específico de este es volver al individuo sensible y receptivo al fenómeno sonoro
promoviendo respuestas de índole musical.
La labor de la educación musical es mejorar el mundo sonoro interno que ya tenemos.
Según este, tiene 3 etapas:
1) Alimentación (estímulo/recepción): Estímulos musicales efectuados en el
ambiente que rodea a la madre. Es necesario promover de manera temprana
al niño con los objetos sonoros.
 2) Comunicación (respuesta): los niños bien estimulados son productores
activos de buena música, que podrán compartir con interés y alegría.
3) Toma de conciencia (generalización, alfabetización): En las etapas anteriores
el oído controla la afinación y la calidad sonora del canto, el ajuste en la
repetición de los modelos musicales, posibilita la improvisación coherente
con el estímulo musical. Al igual que el lenguaje hablado, el lenguaje musical
y la educación del oído culminan con la conciencia de las capacidades
sensoriales y afectivas que se desarrollan a través de la práctica musical.
Los tres procesos o etapas permiten la alfabetización musical del niño, que adquiere
sentido como la etapa superior y culminación del proceso de la educación del oído y
de la adquisición de las capacidades y habilidades musicales básicas.

La finalidad de Murray es que los docentes sean capaces de crear alumnos

creativos que sean sensibles y receptivos al paisaje sonoro. Por esto mismo, se
necesita pasar por un proceso de musicalización.

Ejes didácticos de Educación Musical y Modelo de Enseñanza

Cuando se trabaja potenciando la expresión se posibilita el contacto con el material
sonoro-musical, hay una cierta ejercitación básica, y se potencia sobre todo la
improvisación, la estructuración y la creación musical. El fenómeno musical presenta
tres aspectos: la audición, la interpretación y la creación.
Visibilizar una pedagogía musical actual es tratar de manejar con libertad y amplitud
las propuestas metodológicas. Es importante generar la práctica musical auténtica
en donde el saber sobre la música y el hacer música, interpretar o hablar de la
música se entremezclan. De ahí surge la necesidad de ir desde lo vivencial al
concepto.
Poner en práctica esto resulta muy complejo, por eso los docentes noveles e incluso
los más experimentados, a pesar de planificar las clases con detenimiento, en
ocasiones no logran motivar con enseñanza a los estudiantes.
De esto habla Schafer al mencionar que el enseñar música se inicia con la práctica a
través de la improvisación. Darles la libertad a los alumnos para visibilizar dicha
pedagogía. Además concuerda con lo difícil que es llevar a cabo esto, ya que
enseñar música se rige de la experimentación a prueba y error.