Poblamiento de América

Poblamiento de América

Las primeras poblaciones:

Hasta Cristóbal Colón las tierras americanas eran desconocidas en el Viejo Mundo, con excepción de los Normandos.
Desde el punto de vista teológico buscaban saber si los americanos eran o no seres racionales. Aparecieron dos tesis
diferentes:

 Todos los hombres son iguales

 Los racistas que defendían la diferencia humana

En la antigüedad Platón y Aristóteles planteaban dos tipos de naturalezas en el hombre: el sirviente por naturaleza y
los libres por naturaleza. El cristianismo no aceptó esta tesis de libertad humana y se declara en contra de la
servidumbre aristotélica.

Aunque la bula del Papa Paulo III en 1537 declaró a los indios verdaderos hombres y capaces de recibir la fe. Pues si los
indios eran hombres debían pertenecer a la misma creación, y querían establecer su ascendencia como hijos de Noé.

Arias Montalvo, expuso en una teoría: un nieto de Heber, pobló América por el Oeste; y un hijo de Sem, dio origen a
los de Brasil. Según esta teoría los americanos son de estirpe semita (árabes y judíos). Gregorio García en 1607, trataba
de demostrar que los indígenas americanos tenían su origen en antiguas inmigraciones judías, basándose en las
supuestas afinidades entre los indios americanos y los antiguos hebreos descendientes de Noé. El Padre de las Casas
quiso probar que las tribus israelitas vinieron a refugiarse a América, en el siglo VIII a.C.

Barón von Humbold, a comienzos del siglo XIX se unió a la idea de considerar a las diez tribus como Israel como raíces
del americano. Cuando visitó México, creyó ver tradiciones precolombinas similares a las del Antiguo Testamento. Los
Kinsborough también creyó que las diez tribus de Israel dieron origen al pueblo americano; y no sólo lo creyó sino que
emprendió la tarea de demostrarlo a lo largo de los primeros volúmenes de su obra “Antiquities of México” en 1831.

También se trató de probar que los cananeos despojados expulsados de Palestina por los hebreos pasaron a América.
Otros decían que fueron hebreos, fenicios y otros, como el historiador P. Mariana y el Fray Torquemada, pensaron en
los cartaginenses; basándose en las similaridades entre ellos y los aztecas: pictografías, grandes construcciones y
sacrificios humanos.

En estos tiempos la ciencia de la etnología no existía. Además tenían una idea errónea de que todo lo que dios había
creado era inmutable.

La escuela de Manchester a la que pertenece Elliot Smith, de la escuela de Manchester, defendia la idea de que los
primeros pobladores fueron los egipcios. En el silgo XIX el francés Brasseur de Bourbourg sostuvo la posibilidad de que
la cultura egipcia fuera una derivación de las culturas centroamericanas. Otro autor del siglo XX, Máximo Solo Hall,
opinó que los egipcios eran mayas. Otros hablan de un origen español, ario y africano. Otra hipótesis habla de los
antiguos continentes desaparecidos.

El mito sobre el continente sumergido de la Atlántida fue una de las creencias más populares entre los cronistas y los
hombres del Renacimiento que intentaron explicar el origen del poblamiento americano. Platón, quien nos hace llegar
este mito, habla de la Atlántida como un continente o isla enorme situada más allá de las columnas de Hércules

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(Estrecho de Gibraltar), habitada por un pueblo civilizado que los temblores e inundaciones habían hecho desaparecer.
Según esta creencia el continente americano estaba conectado con Europa y África a través de un largo territorio que se
extendía desde la península de Yucatán, Cuba y las Antillas hasta la entrada del Mar Mediterráneo.

La geología afirma que de haber existido la Atlántica su eventual hundimiento debió haberse producido en el período
terciario temprano, hace 60 millones de años, pero en esa época no existían los hombres en la tierra. Lo que sí ha
demostrado, junto con la oceanografía es que los procesos de glaciación que afectaron a gran parte de la tierra durante
el período pleistoceno fueron contemporáneos del hombre prehistórico, pero estos fenómenos paulatinos de avance y
retroceso de los hielos en ningún caso constituyeron sucesos catastróficos que hubiesen modificado en forma radical al
Atlántico.

Esta teoría fue defendida por el italiano Carli y el francés Brasseur de Bourgourg. Gamboa, cronista español del siglo
XVI, escribió que la Atlántida de Platón más que una isla era un puente terrestre que unía España y el Estrecho de
Gibraltar con América.

En síntesis, la ciencia rechaza la posibilidad de que haya existido la Atlántida, por no haber nada que lo confirme.

El primer estudioso en plantear una hipótesis razonable fue el cronista español José de Acosta. En 1590 conjeturó que
América fue poblada por inmigrantes que llegaron desde Asia aprovechando alguna región donde ambos continentes
se acercaban por el norte; cuando aún no se descubría el Estrecho de Bering. Esta visión que nos presenta se ajusta más
a las conclusiones obtenidas posteriormente por la ciencia.

El portugués Méndez Correa supone que el poblamiento primitivo se hizo a través de un continente antártico, en parte
desaparecido y en parte modificado.

Wegener (teoría de la deriva continental) sostiene que el doble continente se desprendió de una parte occidental del
bloque formado por Europa, Asia y África, y desde su separación, las partes se movieron en sentido opuesto. El recorte
general de la costa oriental americana encaja a la perfección con las costas de Europa y África.

Pero esta teoría no sirve para explicar el poblamiento de América, pues la separación ocurrió en la era Mesozoica,
mientras que el hombre es de la Cenozoica.

En 1884 el paleontólogo argentino Florentino Ameghino sorprendió a la comunidad científica al anunciar que había
descubierto en las Pampas Argentinas, restos óseos de remotos antepasados de especie humana. Afirma que no sólo el
hombre había surgido en nuestro continente sino que también fue la cuna de toda la humanidad, más exactamente la
pampa argentina. Para lo cual Ameghino presentaba pruebas geológicas, paleontológicas y osteológicas.

Su tesis fundamental era de que los restos humanos hallados en terrenos del cuaternario temprano y aún del terciario
tardío, de la pampa del sur de BS AS, correspondían a homínidos de una extraordinaria antigüedad y que
representaban los eslabones perdidos enunciados por Darwin. La genealogía se origina con un grupo de mamíferos del
período miceno, llamados Homunculus patagonicus que al desplazarse hambrientos se vieron forzados a erguirse sobre
sus extremidades traseras para así ubicar mejor sus alimentos, deviniendo en la evolución lineal los prothomos hasta el
homo pampeanus. Estos géneros se habrían difundido en primera instancia hacia Norteamérica y luego al Viejo Mundo
en varias oleadas migratorias, cruzando supuestos “puentes intercontinentales” a finales de la era terciaria.

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A partir de 1817 esta discutida teoría del origen pampeano sufrió una profunda crítica que la destruyó por completo.
Alex Hrdlicka consiguió rebatir una a una las pruebas acumuladas por Ameghino. Además, demostró que lo terrenos
pampeanos que Ameghino les atribuía una antigüedad pliocénica, pertenecían a un cuaternio tardío. Segundo,
descubrió que la calota pertenecía a un homo sapiens relativamente moderno, y por último reveló que el fémur no era
humano sino que correspondía a un pequeño felino. Con esto se descartó a América como centro geográfico de origen
de los homínidos.

La hipótesis del origen asiático: Hrdlicka

La escuela norteamericana, que representaba Hrdlicka, tiene una tesis totalmente opuesta a la de Ameghino.

La cuna de la humanidad está en el viejo mundo, viniendo de Asia, grupos de hombres con una sencilla cultura de caza
y recolección, pasaron el Estrecho de Bering y se difundieron por América. Provenían del Oeste y Norte asiático. En el
siglo XVI, José Acosta dijo que el poblamiento fue algo natural debido a la unión de Asia y América.

El primer autor que habló en serio de un origen asiático exclusivo y ofreció una prueba fue el viajero alemán Alejandro
Von Humboldt (S. XIX).

La escuela norteamericana tiene 4 premisas:

 El hombre americano pese a las diferencias entre los distintos grupos, es racialmente uniforme. O sea, tienen
características físicas similares.
 Los primitivos pobladores de América provenían todos de Asia.
 Entraron por la sola ruta del Estrecho de Bering y en época reciente Hrdlicka no admite una población coetánea
con la del viejo mundo. El poblamiento no fue anterior al neolítico (8 a 10 mil años). Hoy en día la mayoría
coincide en que el hombre entró mucho antes de lo que decía. Algunos dicen que en el pleistoceno inferior. Es
seguro que con el paleolítico superior y el homo sapiens comenzó la migración.
 Al llegar a América tenían una cultura de tipo inferior que se desarrollo y diversificó en el continente.

Según Hrdlicka, los primeros pobladores de América habrían sido cazadores paleomongoloides asiáticos que
ingresaron por el EdeB. A fines de la glaciación de Wisconsin, del periodo Pleistoceno.

El actual EdeB lo forman las aguas que cubren la plataforma continental que une a la península siberiana de Chukotsky
con la península de Seward en Alaska, de una profundidad de sólo 40 metros. Los estudiosos la conocen como Istmo
de Beringia. Éste quedó al descubierto por el fenómeno de la “eustacia glacial”, que ocasionó el descenso del nivel del
mar en 100 metros, durante la Glaciación de Wisconsin del Pleistoceno. Cierto es que la distancia entre los continentes
es de unos 90 kilómetros, encontrándose en el medio las islas Diómedes y un poco más al sur el archipiélago de las islas
Aleutianas, pudo hacer más fácil el paso de una a otra masa continental durante el Pleistoceno Tardío y el Paleolítico
Superior.

La teoría se apoya básicamente en semejanzas antroposomáticas entre el hombre asiático y los amerindios: cabellos
lacios y oscuros, ojos con pliegue mongólico, pómulos anchos y salientes. También señalo la famosa “mancha
mongólica”, una pigmentación verdosa congénita que tienen los asiáticos e indígenas que desaparecen con el paso de
los años. Hrdlicka era partidario del origen monoracial del poblamiento de América. Según él, entre los indios hay un

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conjunto de caracteres comunes. Este “aire de familia” se debería a que todos descienden de un tronco común: el
asiático mongoloide.

Los seguidores de esta teoría plantean que no sólo habrían avanzado hacia nuestro continente valiéndose del EdeB,
sino a través de otras rutas, como las islas Aleutianas y la corriente marina del Kuro Shiwo. A favor de su teoría
monoracial, también, sostuvo que todas las lenguas indígenas, como las asiáticas, eran polisintéticas y aglutinantes.

Para él las primeras bandas llegaron recién a fines del Cuaternario (12 mil años ap). Hrdlicka como buen seguidor de
las ideas de Antonio de Ulloa defendió la tesis sobre la homogeneidad del americano. Además, señaló que las
diferencias somáticas que existen entre las poblaciones americanas obedecen a las distintas oleadas migratorias y a las
condiciones climáticas del espacio geográfico americano…”La inmigración fue una deriva prolongada debido a presión
que se ejercía desde atrás, o la necesidad de encontrar mejores tierras para la caza y la pesca en unos lugares en los que
aún no se ofrecía resistencia por parte de otros pueblos”. De esta tesis, actualmente, no queda en pie más que la ruta de
Bering; el resto ha sido rebatido.

El punto más atacado de su tesis monoracial. Sus críticos (Paul Rivet y Mendes Correa) consideran que, aparte de los
mongoloides, también llegaron otros grupos migratorios paleolíticos, como melanésicos y australianos; o sea sostienen
una tesis poliracial.

Mendes Correa explica que “la lista de los caracteres, no tiene el alcance que pudiera atribuírsele a primera vista. Se
encuentran en ella muchos caracteres que no son comunes a todas las tribus de indios. Es preciso también poner en
evidencia que Hrdlicka señala entre los americanos que algunos caracteres importantes presentan una amplia
variabilidad, lo cual habla a favor de una heterogeneidad antropológica”.

El antropólogo y lingüista Franz Boas demostró que no todas las lenguas americanas son polisintéticas y aglutinantes y
que no existe un carácter común entre ellas. Y según Paul Rivet el estudio de los grupos sanguíneos no aporta tampoco
un argumento a favor del exclusivo origen asiático de los americanos. La antigüedad de 12 mil años a.C. que Hrdlicka
planteaba, ha sido ampliamente superada por los nuevos hallazgos.

El etnólogo y lingüista galo, Paul Rivet, coincidía con Hrdlicka que el principal contingente humano, llegó a América
por Bering, pero además sostuvo que junto a la inmigración asiática deberían considerarse otras procedencias y otras
rutas de penetración del hombre hacia América: por el Océano Pacífico y también de la Antártida y un rosario de islas
que acercan Australia al continente americano. También admite que estos procesos migratorios se habrían llevado a
caso después de la retirada de los hielos. Reconoce en América el componente mongólico como el más numeroso,
aunque no único. Rivet pensaba que el poblamiento de América era el resultado de varios movimientos migratorios
distintos, realizados en diferentes épocas, y por esto fue un defensor de la heterogeneidad racial del hombre americano.

En suma, se considera evidente que los contactos culturales asiáticos-americanos no se limitan a una sola inmigración,
sino que se admiten varias oleadas, los esquimales serían los últimos en ingresar al continente por esa ruta. Para
comprender en mejor forma la inmigración asiática es necesario visualizar las condiciones geográficas que favorecieron
la entrada al continente y caracterizar los restos arqueológicos de los primero hombres que habitaron América.

De partida la distancia entre el Cabo Deznev que es la proyección más oriental de la península asiática de Chukotka, y
el Cabo Príncipe de Gales, la más occidental de la península de Seward, en América, es de apenas 90 km, a medio

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camino se hallan dos islas, la pequeña y gran Diomede. La ciencia moderna ha demostrado que al momento de las
primeras migraciones el continente americano sufría los efectos de la era glacial y diluvial.

Se conoce que el proceso de desglaciación finalizó alrededor de 8 mil años a.C. También se ha comprobado con
bastante precisión que desde ap. medio millón de años, la superficie de la tierra estuvo sometida a los rigores de 4
glaciaciones.

Se estima que el hombre cruzó, por primera vez, el puente terrestre de Bering durante la última glaciación de
Wisconsin, que se inicia hacia 50 mil años y que abarcaba todo el actual territorio de Canadá y ¾ partes del territorio de
los EE.UU. Según Martínez”…toda la región del EdeB apenas alcanza una profundidad de 55 metros; bastaría que
bajara el nivel del mar en esa cifra para que existiera ahí un istmo de 800 kilómetros de ancho en su parte más estrecha.

Los estudios oceanográficos han servido para determinar las modificaciones experimentadas por aguas del Pacífico
durante la última glaciación. En los periodos glaciales el nivel de los mares fue más bajo y en cambio en los
interglaciales subieron.

Cuando el mar descendió a unos 45 a 50 metros, desapareció el EdeB y de esta forma Asia y América quedaron unidas
a través de una plataforma terrestre denominada Beringia. Se abría así una ruta transitable para pasar de uno a otro
continente. Los estudios señalan que en los últimos 50 mil años sólo en 2 oportunidades se produjeron regresiones del
mar que permitieron el libre acceso de hombres y animales.

Durante el período de Wisconsin temprano que abarca desde 50 a 40 mil años, las aguas descendieron 115 metros y
luego durante el Wisconsin tardío de 28 a 13 mil años, las aguas bajaron 120 metros. En las dos regresiones quedó
expuesta una ancha calzada intercontinental por la que transitaron las bandas de cazadores hacia Alaska. Para
Martínez, fue muy posible que algunos de los antiguos inmigrantes humanos a las Américas hayan sido cazadores de
bisontes que no hicieron más que seguir a su presa.

Es muy probable que posteriormente cuando se produjera la retirada de los hielos y las aguas del mar volvieran a
cubrir el puente terrestre de Bering, se haya usado como vía alternativa de entrada, el rosario de las islas Aleutianas que
conectan el Noreste de Asia con el territorio de Alaska.

La más temprana evidencia humana americana tiene una antigüedad de 38 mil años ap. y se encuentra en un
yacimiento arqueológico ubicado en el sitio de Lewisville en Texas; éstos ejemplifican los modos de vida que trajeron
los primeros inmigrantes. Según la morfología los artefactos excavados recuerdan a los restos líticos para golpear, cortar
o raspar del paleolítico europeo.

Por otra parte, si hubo puntos de proyectil hayan sido de materiales perecederos, como la madera endurecida, el marfil
o el hueso. A esto se lo denomina etapa arqueolítica porque los artefactos de piedra eran modelados en forma muy
tosca a partir de núcleos de lascas.

La cultura de los cazadores- recolectores inferiores es la menos conocida. Sabemos que estos primitivos recolectores
recogían especies de alimentos vegetales, comían raíces y tubérculos, bayas, frutos o nueces. Atrapaban aves, pescaban
y realizaban una caza de animales menores y preparaban hogueras donde calentaban sus alimentos. Vivian en cuevas o
barrancos y luchaban permanentemente contra el espectro del hambre. La escasez era el mayor problema de esa época.

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Socialmente formaban pequeños grupos familiares de no más de 30 a 40 miembros, llamadas bandas, eran igualitarias,
a lo sumo se cree que hubo cierto reconocimiento a aquellos hombres que tenían aptitudes especiales para las labores de
caza y pesca.

La prueba de la existencia de estos seres se encuentra por ejemplo en los hallazgos paleontológicos de los llanos de Old
Crow, en el territorio canadiense del Yucón, donde numerosos huesos de fauna fósil mostraban signos de haber sido
modificados por el hombre, también útiles y herramientas hechas hace 27 mil años. Se cree que el avance hacia el Sur
debió ser paralelo a las grandes cordilleras.

En Iberoamérica se han encontrado muchos restos dejados por recolectores, pescadores y cazadores inferiores que
ocuparon las extensas regiones de México hasta la Patagonia Sudamericana, pero ninguno de esos hallazgos tiene una
antigüedad similar a la asignada a los restos de California y Texas.

Por último, cabe señalar que hasta la fecha no se han encontrado fósiles paleo-antropológicos correspondientes a los
primeros inmigrantes.

Las relaciones interoceánicas: Rivet

El francés Paul Rivet trató de demostrar la existencia de relaciones intimas entre Oceanía y América. En sus
publicaciones de 1924 y 26 Rivet sostuvo que el hombre americano no entró solamente por Asia sino por diversas partes
del mundo, entre ellos Oceanía.

La idea de un origen múltiple de la población es anterior a Rivet. En el siglo XVII el historiador holandés Hugo Grocio
sostuvo que participaron asiáticos, escandinavos y oceánicos.

Los autores partidarios de un origen múltiple, a pesar de las diferencias en detalles de sus teorías, tienen sus rasgos en
común:

 Rechazo a la homogeneidad racial

 Son más las diferencias de los indígenas americanos que sus rasgos comunes
 Ninguno niega que parte de los primeros pobladores llegaron de Asia.
 Tampoco niegan que la vía de Bering fue tal vez la más importante.

Los nuevos aportes son en base a comparaciones lingüísticas, antropológicas y etnográficas:

El Elemento Australiano presente en Tehuelches y Onas de la Patagonia y tierra del Fuego, intervino activamente en el
poblamiento de América. Basándose sobre todos en la lingüística. Además hay similitudes etnográficas: éstos ignoraban
la cerámica y usaban mantos de pieles de animales, habitaban chozas en forma de colmena, y empleaban canoas hechas
de corteza de árbol. Entre los cráneos patagónicos hay rasgos australoides y el uso común de la pachamanca, la taqlla o
palo cavador, cultivos, dioses y leyendas.

Le fue difícil a Rivet demostrar como migraron pues los australianos no eran buenos navegantes. Primero aceptó la
sugerencia de Gauss, de que llegaron tripulando embarcaciones Mayo-polinesios. Esto era difícil de entender pues si no
eran buenos navegantes, no se explica cómo les dejaron manejar sus embarcaciones.

Luego Rivet aceptó la hipótesis del portugués Mendes Correa, quien decía que antes la Antártida era de mayor
extensión y de mejor clima.
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Un Segundo Elemento llamado Mayo-Polinesio habría intervenido también en el poblamiento primitivo. R comparó
las lenguas americanas del grupo Hoka de California y las de la familia malayo-polinésica. Encontró 140 concordancias
lingüísticas, danzas, rituales de enmascarados, puentes de suspensión, etc. Habrían entrado por mar. La Melanesia es
una región insular de Oceanía conformada por islas. Sus habitantes son de raza negra y tienen fama de ser buenos
navegantes. Según R, a comienzos del Holoceno, cruzaron el Océano Pacífico en canoas llamadas piraguas de balancín
y ayudados por las corrientes marinas habrían llegado a Centroamérica. Sus principales argumentos son:

1. Antropológicos: semejanzas óseas y sanguíneas entre los melanesios y antiguos cazadores que habitaron Brasil
hace unos 6 mil años.
2. Etnográficas: costumbres y rituales comunes entre tribus melanésicas amazónicas.
3. Culturales: uso de hamacas, mosquiteros, puentes colgantes, etc.
4. Lingüísticos: semejanza entre vocablos melanésicos con la de los nativos Hoka de Norteamérica. Ambos
elementos, australoides y malayo-polinésicos entraron antes que los mongoloides asiáticos. Luego entraron los
esquimales de origen uraliano. R reconoce que el elemento asiático fue el más importante.

En 1947 el explorador noruego Thor Heyerdal, para demostrarlo, realizó un viaje en la balsa Kon Tiki, partiendo del
Callao con rumbo a Oceanía. Llegó después de 3 meses de navegación a su destino; publicando luego un libro sobre su
experiencia.

Mendes Correa y la Teoría Australiana:

El portugués Mendes Correa, fue el principal defensor de una inmigración australiana ingresaron a través de la
Antártida, utilizaron sencillas balsas para llegar a Tasmania, las islas Auckland y la Antártida. Este gélido continente
pudo ser atravesado cuando gozaba un período de clima óptimo, hace unos 5 mil años ap., durante el Holoceno.
Después de siglos arribaron al Cabo de Hornos en Tierra del Fuego y poblaron la Patagonia. R apoyó su teoría.

El antropólogo estudió en la década del ’20, a los nativos de la Patagonia y la Tierra del Fuego (Onas, Kon, Tehuelches,
Alakalufes y Yagán) encontrando similitudes físicas, lingüísticas y etnográficas con los nativos australianos. Podemos
mencionar el grupo sanguíneo, formas craneales y el uso del boomerang. También el zumbador o churinga, un
instrumento musical de uso ritual.

Para él “La influencia australiana en América se muestra sin duda mucho más precisa en el extremo Sur del
Continente. Parece difuminarse progresivamente de Sur a Norte”.

Una variante de la teoría fue presentada por George Montandon, quien sugiere una migración malayopolinésica con
esclavos australoides, los cuales se instalaron en la Isla de Pascua, siendo utilizados en las construcciones de los colosos
llamados “moais”, y luego llegando a las costas americanas. En los viajes a tierra firme los esclavos habrían escapado de
sus amos.

Otras teorías de un origen múltiple: Imbelloni

La Escuela Histórico Cultural, sostiene que la etnología es una ciencia histórica, que cada una de las principales
culturas surgió de un determinado lugar y de ahí se propagó a las demás regiones. Todos los pueblos están sujeros al
principio de la difusión cultural. No hay un desarrollo independiente.

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Schmidt dice que en la formación de los pueblos y culturas americanas intervinieron por lo menos 5 elementos: 3 muy
arcaicos y de cultura inferíos; el 4º Neolítico y de cultura matriarcal y el 5º de origen Oceánico, que trajo las brasas de la
alta cultura.

El alemán Von Eickstedt sostuvo que las primeras migraciones son de edad pleistocena, primero los dolicocéfalos
(cráneos alargados), luego los braquilocéfalos (cráneos anchos) y al final los oceánicos.

R al mencionar las coincidencias que unen Oceanía con América admite que fueron los mismos melanesios y polinesios
y australianos que conocemos hoy, los que hace miles de años, antes de la llegada de los mongoloides asiáticos. Se
extendieron por A. el italiano Biasutti dijo que al hablar de inmigraciones de Oceanía no debemos referirnos a los
pueblos actuales, sino a Sociedades Humanas anteriores. Es decir que el poblamiento no está ligado con los pueblos
históricamente conocidos.

Imbelloni, profesor argentino, reconoce las siguientes oleadas:

1. Pobladores arcaicos llegados por tierra que compara con los desaparecidos Tasmanios, sus descendientes
americanos son los Fueguinos.
2. Gente parecida a la australiana, llegada por tierra. Altos, cabeza alargada, cultura inferior, sus descendientes
serian los Patagones y los nativos de las praderas norteamericanas.
3. Grupos análogos a los habitantes de Melanesia, gente negroide, bajos. Llegan por vía EdeB. Descendientes los
Láguidos de Brasil.
4. Parecidos en aspecto a los protoindonesios (islas de Malasia) vía marítima. Cultura media. Descendientes los
brasilitos.
5. Elementos mongolizados, estatura y cultura medias, antecedores de los Andinos y nativos del Sudoeste de
EE.UU.
6. Genuinos Indonesios: estatura baja, crearon la cultura centroamericana.
7. Una serie de contingentes posteriores y recientes entre ellos los esquimales y nativos del noroeste de
Norteamérica.

I dice que las oleadas no son conscientes empresas de conquista sino simples difusiones de pueblos que ocuparon la
parte más oriental del Viejo Mundo. Las oleadas más antiguas son del Pleistoceno y las más recientes en los primeros
siglos de nuestra era.

Canal Frau: 3 corrientes migratorias:

1. Durante las glaciaciones de Winsconsin: 40 mil años ap., EdeB, pasando de Asia a A del N, migraron hacia las
llanuras; durante Wisconsin III, nueva migración, hacia México y Centroamérica, de ahí al Sur.
2. Durante el mesolítico, de Siberia ingresaron a Alaska.
3. Durante el neolítico, de Oceanía e Indonesia, a Colombia y Panamá, de ahí a A del S.

Algunas pruebas:

La fauna terrestre asiática y americana se intercambio durante el pleistoceno y esto debió hacerse por tierra, debido al
puente intermitente entre ellos. El acercamiento es geológicamente reciente.

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Prehistoria siberiana: poblada tardíamente. Barrera ecológica para la difusión del homo erectus, por la rigurosidad del
pleistoceno. Había mamuts, rinocerontes lanudos, renos, bóvidos y liebre ártica. Éstos viven de musgos y líquenes, que
dependen de la humedad del ambiente. En Siberia solo hay glaciación de altura y piedemonte.

Los animales dispusieron de poca alimentación por que la tundra fue disminuyendo. El hombre cazador- recolector,
desciende en población por la falta de animales.

Los nativos americanos descienden, en gran medida, de las oleadas migratorias alrededor de 10 mil años ap. Sin
embargo, durante muchos milenios el avance de los asiáticos mongoloides al resto del continente estuvo bloqueado por
una gigantesca masa glacial; hasta que a fines del pleistoceno el incremento gradual de la temperatura permitió la
aparición del llamado Corredor de Mackenzie, a través del cual las bandas de cazadores se propagaron al resto de NA,
y más tarde SA.

Este paso surgió hace unos 14 mil años. Sin embargo existen instrumentos líticos fechados con 36 mil y 25. Se especula
que perteneces a bandas C-R que llegaron a través de un corredor más antiguo que el de Mackenzie o por vía marítima.
Los primeros pobladores de NA, como los Hombres de Clovis de EE.UU (11 mil años), fueron hábiles depredadores,
fabricantes de armas que les permitían cazar grandes mamíferos, muchos de los cuales fueron extintos por la incesante
cacería y los bruscos cambios climáticos a inicios del cálido holoceno.

El hombre para superar la barrera ecológica debió haber llegado al nivel cultural “industrial” en el que dispusiera de
armas más efectivas y vestimenta adecuada. Conocían las técnicas de producción del fuego, eran nómades que se
agrupaban en grupos de 20 a 40 miembros y se refugiaban en cavernas o campamentos estacionales, manejaban técnicas
de construcción de vivienda que le permitían sobrevivir en un medio tan hostil. Estos factores se dan entre los primeros
pobladores de Siberia hacia el 35 mil.

La industria lítica se desarrolla, siendo la Venus la que se destaca; vinculada a la fertilidad humana o animal (“Señora
de los animales”). Otras figuras representan animales aves en vuelo.

Viviendo del tipo tienda, hecha de huesos y pieles de animales cosidas. Se deja una pequeña abertura de entrada y una
arriba que permitía salir el humo del hogar interno.

Inmigraciones desde el Este hacia América

Se han postulado 2 hipótesis atlánticas. Por una parte, se maneja la proposición de que existen semejanzas culturales
entre los hombres del paleolítico superior europeo y los paleoindios americanos e incluso con los esquimales. Se ha
pretendido vincular al hombre de Cromagnon, a las personas de color de África y a los nativos de las Islas Canarias con
poblaciones de A. “La hipótesis de Greenman intentaba demostrar que los contactos entre Eu y A se habían podido
producir durante el pleistoceno final, desde ap. 20 0 15 mil años. En ésta teoría habrían emigrado hacia el N y NO de
Eu. Mediante diferentes tipos de embarcaciones y con el apoyo de los numerosos icebergs de la región y de un enorme
banco de hielo –que cubriría en aquella época desde Irlanda, pasaría muy al S de Islandia y Groenlandia hasta
Terranova- llegarían al continente A.

A finales de los ’60 Thor Heyerdahl atravesó el Atlántico nordecuatorial desde el N de África hasta unas islas del mar
Caribe en una embarcación construida de papiro a semejanza de las egipcias del antiguo imperio del Nilo. Demostró

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que era posible el viaje, pero ello no prueba que haya habido contacto. Pese a las pretendidas evidencias la mayoría de
los americanistas las han rechazado por carecer de fundamentos sólidos y no constituir contactos culturales estables.

En cambio para la 2ª alternativa hay fundamentos mucho más consistentes, nos referimos a la presencia de
escandinavos en A. Hacia el siglo X de nuestra era los vikingos, sirviéndose de unas frágiles embarcaciones llamadas
drakar y gracias a sus conocidas habilidades de buenos navegantes, lograron establecerse en Groenlandia y, en los
últimos años del siglo X y principios del XI, los normandos alcanzaron la costa oriental de NA., bautizando la región
como Vinlandia porque eran tierras donde crecían uvas.

Aunque los vikingos patrocinaron la colonización de Groenlandia, todo indica que no sucedió lo mismo en la costa
NA. A los escandinavos nunca les interesó establecer enclaves permanentes en tierra A.

Las tradiciones líticas de Norteamérica: Clovis y Folsom

Las tradiciones líticas más antiguas de América, corresponden a las puntas Clovis (11 mil ap.) y Folsom
(9 mil ap), encontradas en territorios de EE.UU.

Las puntas Clovis fueron halladas principalmente en Nuevo México. Son puntas líticas acanaladas de 10 a 12 cm de
largo y son casi perfectamente simétricas. Son bifaciales y filudas eran mortíferas para los mamuts, los cazadores se
dividían en 2 grupos; unos distraían al animal y otros arremetían para herirle.

Los hombres de Folsom, fabricantes de lanzas acanaladas pero de menor tamaño. Estas puntas eran eficaces para la
cacería de bisontes lanudos que se convirtieron en la presa preferida ante la extinción de los mamuts. Durante miles de
años, se convirtió en el principal sostén alimenticio. Se aprovechó al máximo su carne, su duro cuero para vestimenta y
vivienda, su estiércol como combustible, sus grandes cuernos y dientes para fabricar utensilios, armas y adornos.

El hombre de Meadowcroft

Fue descubierto y estudiado por James Adovasio, en Penssylvania, cerca de la costa atlántica de EE.UU. En la caverna
de Meadowcroft se descubrieron abundantes utensilios líticos como cuchillos y puntas bifaciales, lascas y raspadores.
Además, abundante material orgánico producto de la flora y fauna que sirvió de alimento; hasta el 16 mil sobrepasando
los 5 de las puntas Clovis.

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