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ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANO.

El contenido de este recurso fue compilado por la Prof. Olga Reyes utilizando las
siguientes referencias:

Colón Juan (2007). Historia de América y los pueblos del Caribe. Sto. Dgo.
República Dominicana: Editora educando.

Poblamiento Americano Teoría de la Melanesia y La Polinesia (Consulta 10-12-


2011) First People in the Western Hemisphere came by boat?(Del London Times,
CNN and sci.archaeology, 4-12-99).

Teorías del poblamiento (consulta 8-12-2011)

americanohttp://www.cl/geografiagral/poblamientoamerica1.htm Poblamiento de
América (consulta 8-12- 2011).

http://www.google.com.do/imgres?q=noe+yel+diluvio& Origen del hombre


americano (Consulta 8-12-2011)

Teoría autoctonita Poblamiento de América (consulta 10-11-2011)


http://poblamerica.blogspot.com/2008/01/ameghino-y-la-teora-autoctonista.html

La Historia del poblamiento del hombre en el continente americano en sus


principios tiene varias teorías la cual vamos a enumerar las más acertadas.

Teorías del poblamiento americano entre ellas podemos encontrar las


siguientes

Teoría sobre el diluvio de Noé y las tribus perdidas de Israel

De la procedencia de estos primeros pobladores, se llegó a decir que provenían


de algunas de las tribus perdidas de Israel, ya que según la historia bíblica el
origen del hombre se sustenta en losa descendiente de Adán y Eva en el Jardín
del Edén específicamente de la flota de Ophir de Salomón y de Jobal

, ambos descendientes de Noé; o, segundo personaje importante en la historia


bíblica el que se encargó de preservar la especie humana así como cada una de
las especies animales en el planeta tierra sin duda, como dice otra versión, parte
de los huidizos hombres que se regaron por el mundo después de la caída de la
torre de Babel. Esta tesis del origen judío fue sostenida por hombres como
Bartolomé de las Casas, Rodrigo García, el Padre Durán, el historiador B. de Roo
y Lord Kingsborough.
El diluvio de Noé

El estudio de los fósiles humanos más antiguos demuestran que este comenzó a
poblarse nos 40,000 años A.C es el más joven de los poblamientos pués África,
Asia y Europa datan de cientos de miles de años

A la llegada de los europeos hasta América se habían desarrollado culturas


semejantes a la Mesopotamia y Egipto como es notable a la hora de comparar las
culturas de momificación y construcciones de pirámides y religión politeísta de
estos pueblos.

Momia americana
Momia egipcia

Teoría autoctonista

La Teoría Autoctonista de Florentino Ameghino

A fines del siglo XIX, el argentino Florentino Ameghino realizó importantes


aportes en los campos de la paleontología y la geología de su país. También
planteó una hipótesis sobre el origen del hombre americano y del mundo en
general. Para Ameghino, los humanos habrían evolucionado en las Pampas
argentinas, y desde este lugar habría migrado al resto del planeta. Este postulado
sobre la hominización causó gran revuelo, cuando fue presentado en 1879 en el
primer Congreso Internacional de Americanistas, realizado en París.

Ameghino planteaba que la cuna de la humanidad fue la Pampa argentina, en


la era terciaria. La genealogía se originaba con un grupo de mamíferos plano
angulados del periodo mioceno, que al desplazarse hambrientos por las llanuras,
se vieron forzados a erguirse sobre sus extremidades posteriores para así explorar
mejor el horizonte y ubicar sus alimentos, deviniendo en evolución lineal hasta
llegar al Homo Pampeanus. Algunos estadios intermedios en su cuadro
filogenético eran: el Tetraprotohomo, el Triprotohomo, y el Diprotohomo, hasta
llegar al Homo pampeanus. Estos géneros se habrían difundido en primera
instancia hacia Norteamérica y luego al Viejo Mundo en varias oleadas
migratorias, cruzando supuestos “puentes intercontinentales” a fines de la era
terciaria.

En 1908, el antropólogo checo-norteamericano Alex Hrdlicka rebatió


contundentemente esta teoría autoctonista, rechazándola en base a nuevas
evidencias. Fue Hrdlicka quien demostró:
a) que los estratos geológicos donde encontró los restos óseos, no eran de la era
terciaria; sino de la cuaternaria.

b) que a fines del terciario no existían “puentes intercontinentales” que unieran


América con el Viejo Mundo. Que aquellos restos fósiles eran de monos
americanos y felinos mezclados con huesos de humanos recientes.

c) que aquellos restos fósiles eran de monos americanos y felinos mezclados con
huesos de humanos recientes.
El paleontólogo argentino Florentino sostiene la teoría de que el hombre
americano es nativo del continente, y basa su teoría en el descubrimiento de
cráneos en la región de la pampa argentina esta teoría y fue descartada pero la
nombramos como referencia.

Teoría del poblamiento a través del estrecho de Bering

El antropólogo checoslovaco Ales Hrdilicka, sostiene que los primeros grupos


humanos de América hicieron su travesía a través del Estrecho de Bering o las
islas Aleutianas, procedentes de Asia este argumento se basa en la semejanza de
los indígenas americanos y algunos grupos asiáticos.

Indígenas de
América

Distribuidos en toda la
geografía americana
con culturas y rasgos
físicos semejantes
Grupos étnicos de Asia

Las investigaciones recientes respaldan esta teoría ya que fue posible gracias a
las glaciaciones ocurridas hace 70,000 años

Estrecho de Bering

Teoría del poblamiento desde la Melanesia a La Polinesia

El antropólogo francés sostiene en los años cuarenta del siglo XX cruzaron por el
estrecho de Bering pero agregando oros grupos primitivos como los polinesios y
los melanesios poblaron nuestro continente
Características más generales de la población de América

Los pueblos que poblaron América antes de la conquista tenían un desarrollo


desigual unos tenían culturas ágrafas, otros tenían su propio sistema de escritura
como los mayas, otros sistemas comunitarios como los tainos

En 1947 existía una teoría muy extendida entre el mundo científico para explicar
los movimientos migratorios de seres humanos hacia el Pacífico. Según esta
teoría, los primitivos pobladores de los millares de islas de lo que conocemos
como Melanesia, Micronesia y Polinesia, habrían partido desde las costas de
América del Sur para ir saltando de isla en isla hasta asentarse en prácticamente
todas las islas del Pacífico.

A fin de demostrar esta teoría, el 28 de abril de 1947, el aventurero Thor


Heyerdahl y cinco compañeros más, parten de Perú en un viaje épico que esperan
les lleve hasta Polinesia. Para ello, fabrican una embarcación de totora tal y como
presuponen que eran las de los primitivos navegantes que trataban de emular, a la
que llamaron KonTiki. Recorrieron 4300 millas (unos 8000 km) durante 101 días,
para llegar hasta el atolón de Raroia, en el archipiélago de Tuamotu, en la
Polinesia. De este modo, quedaba demostrado, en principio, que los antiguos
habitantes de las costas de Perú podrían haber llegado hasta las islas del Pacífico.
Pero, ¿es este el origen de los habitantes de
Polinesia?

La mayoría de expertos en arqueología, genética,


lingüística y otros campos del desarrollo humano,
están de acuerdo en considerar que a día de hoy, el
viaje de Heyerdahl y la tesis que trataba de
demostrar, carece de fundamento. De hecho, años
después de su hazaña, el propio Thor Heyerdahl
reconocía que “las ideas referentes a la colonización
del Pacífico antes de la guerra, eran poco más que
especulaciones”.

Se han descubierto, en diferentes excavaciones de


Australia, Nueva Guinea y las islas vecinas a esta,
del suroeste del Pacífico, restos humanos que tienen
más de 30.000 años de antigüedad. Incluso, existen
restos de asentamientos humanos en el norte de Thor Heyerdahl trató de
Australia que tienen una antigüedad estimada de demostrar el origen
entre 50.000 y 60.000 años. Sin embargo, y a pesar americano de los
de que a día de hoy se sabe que hace unos 30.000 pobladores de Polinesia.
años los primeros seres humanos que pisaron estas
latitudes se asentaron en las Islas Salomón, al norte
de Australia, seguramente teniendo como base el norte de Australia, no se tiene
ningún registro que permita determinar migración alguna más allá de las Salomón
hasta hace tan sólo 3000 años. Y recientes descubrimientos han permitido a los
arqueólogos hacer una casi rotunda afirmación: hasta el segundo milenio antes de
Cristo, ninguna de las islas más allá de las Salomón estuvieron ocupadas por ser
humano alguno.

La expansión y asentamiento de seres humanos a partir de esa fecha se cree que


estaría relacionada con el rápido desarrollo que alcanzaron las primitivas culturas
del Pacífico. Restos de cerámica, bellamente decorada y trabajada, fueron
hallados en Nueva Caledonia, en un lugar llamado Lapita, que ha dado nombre a
esta primitiva cultura. La cultura Lapita, parece ser que floreció a raíz de un grupo
inmigrante que procedía de diferentes lugares del sureste de Asia. De hecho, esta
mezcla étnica con los primitivos habitantes del Pacífico, causó tal impacto en las
culturas autóctonas, que a día de hoy se compara con el que sufrieron los nativos
americanos a la llegada de los europeos. Fue esta adelantada cultura la que
impulsó el movimiento migratorio hacia otras islas del Pacífico, en parte gracias a
sus fantásticos conocimientos en navegación.

La navegación de altura difiere significativamente de la navegación costera o con


tierra visible. No sólo debieron ser necesarias robustas embarcaciones, sino
también un sistema de orientación, determinación de la posición y de puertos de
resguardo así como fiables predicciones meteorológicas.

Según sostienen eminencias en la teoría del desarrollo y la tecnología, como


BunkminsterFuller, seguramente la combinación entre una explosión demográfica
y la anegación de muchas tierras en el sureste asiático, obligó al desarrollo
forzado de diversas tecnologías, entre ellas la náutica.

Vista de la distancia recorrida por la KonTiki en su viaje de 1947.

Estos primitivos navegantes debían ser, además de astrónomos, meteorólogos.


Los cuerpos celestes se usaban para determinar la dirección y para establecer
rutas orientativas: durante el día, el Sol y su sombra se empleaban para mantener
la ruta trazada; por las noches, las estrellas se utilizaban con el mismo propósito.
Se sabe también que empleaban compases. El compás emplea la salida y la
puesta de las estrellas para establecer la dirección: las estrellas siempre salen y
se ponen en las mismas latitudes, a pesar de la posición que tenga un navegante.
Por supuesto, si nuestra posición varía, parecerá que las estrellas aparecen en
una latitud diferente, si bien esos puntos fijados de salida y puesta pueden ser
usados para establecer el norte, el sur, el este y el oeste en cualquier dirección en
que nos encontremos.

Durante el día, el Sol sale por el este y se pone por el oeste. Sin embargo el Sol
sale y se pone directamente desde el este y el oeste, respectivamente, durante los
equinoccios de primavera y otoño. En otras épocas del año, los puntos de salida y
puesta del Sol cambian de latitud, con lo que dan la referencia varía.
Normalmente, estos primitivos navegantes comprobaban las latitudes de salida y
puesta (conocidas como declinación) entre las estrellas en la salida y puesta del
Sol para determinar la marcación exacta del Sol

Durante aquellos períodos de mal tiempo, los cuerpos celestes, obviamente, no


eran visibles, con lo que se hacía necesario encontrar otras formas de orientarse.
En esos casos se empleaban los flujos del oleaje y las corrientes del océano para
mantener el rumbo. Las corrientes oceánicas tienden a mantener la misma
dirección en ciertos momentos del año. De acuerdo a la tradición popular en
aquellas latitudes, se pueden determinar la dirección de las corrientes según la
posición de las estrellas por su ascendiente durante la puesta del Sol, o incluso
por el ascendente de cualquier estrella en cualquier momento. Los compases
también se pueden emplear para determinar la dirección del oleaje en un
momento dado, dando lugar a un compás de oleaje. También el navegante puede
poner atención a la dirección de los vientos mientras el cielo está despejado y
orientarse. A resultas de estas observaciones tendríamos un compás de viento,
que se empleaba cuando los cuerpos celestes no se pueden observar. Por
supuesto, la conjunción del compás de oleaje y del compás de viento permitía
navegar a estos marineros bajo pésimas condiciones meteorológicas, si bien
demandaba una atención extraordinaria para observar cualquier cambio en las
direcciones de las olas y el viento.

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