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ÉXODO 3: 10-12
INTRODUCCIÓN: tomaremos como ejemplo bíblico parte de la historia de Moisés e Israel para compartir un
poco acerca del propósito por el cual Dios decidió “LIBERAR” a Su pueblo de la esclavitud de Egipto, del
Faraón y los egipcios. Este debe ser el mismo propósito divino que la iglesia de hoy debiera entender
perfectamente; aprovechando la libertad espiritual y cristiana para también “SERVIRLE A DIOS”. Veamos los
hechos:
1. La misión y el llamado el específico que Dios encomendó a Su siervo Moisés: ¡Sacar a Israel de Egipto!
(vr. 10) Sacar (hb. Yatsá): liberar, rescatar o traer fuera
2. Lo que Moisés debía hacer por orden de Dios juntamente con el pueblo (Israel): “Servir a Dios” (vr. 12)
Servir (hb. Abad): horrar, culto, adorar (PDT), ministrar (servir), trabajar (en todo sentido) para algo, laborar
para alguien, ser un siervo (hb. Ebed)
De hecho este era uno de los propósitos por el cual Dios decidió “sacar” a Su pueblo de Egipto fue
precisamente para que Israel le “SIRVIERA” y fue reiterativo al respecto (Éxodo 3: 12; 4: 22, 23) ¡Ver tema
libres con propósitos divinos!
3. El mensaje directo y específico que Moisés llevó al Faraón de parte de Dios cada vez que hablaba con
él: ¡Deja ir a Mi pueblo (Israel) para que me sirva! (Éxodo 4: 23; 7: 16; 8: 1, 20; 9: 1, 13; 10: 3). ¡Libres para
servirle!
Aun hasta el Faraón y sus sirvientes tuvieron que entender, reconocer y confesar que Israel el pueblo de
Dios tenía y debía “salir” de Egipto para “SERVIR” al Dios único y verdadero: Jehová (Éxodo 10: 7, 8, 24; 12:
31). Después de la última plaga (la muerte de los primogénitos) el Faraón hizo llamar a Moisés y a Aarón y
les dijo: “Salid en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, SERVID A JEHOVÁ, como habéis
dicho” (Éxodo 12: 31)
Ese día los israelitas salieron de Egipto con el propósito trazado por Dios (Éxodo 12: 31-51). ¡Después de
haber “SERVIDO” por muchos años al Faraón, al Egipto y a los egipcios (Éxodo 1: 13; 6: 5; 14: 5); ahora son
“LIBRES PARA SERVIR A JEHOVÁ”; el Dios de Israel! (Éxodo 3: 12; 4: 23; 23; 7: 16; 8: 1, 20; 9: 1, 13; 10: 3; 12:
31)
Hasta la generación que Josué lideró (los nacidos en el desierto) y conquistó Canaán entendieron
perfectamente el propósito divino de “SERVIR A DIOS” hasta el final por haber sido libres de Egipto (Josué
24: 14-31[vr. 17]; Jueces 2: 6-10 [vr. 7])
Josué también involucró a su familia en este cometido y propósito divino de “SERVIR AL SEÑOR” cuando
dijo: “Pero yo y mi casa SERVIREMOS a Jehová” (Josué 24: 15). ¡Resaltamos que esta palabra “SERVIR” se
usa 16 veces en este capítulo 24 del libro Josué! (vr. 2, 14-16, 18-24, 31)
CONCLUSIÓN: entendamos por esta Palabra el propósito divino de nuestra libertad del Egipto (mundo), del
Faraón (Satanás) para exclusivamente “SERVIRLE A NUESTRO DIOS” siempre y hasta el final (1 Samuel 1: 11,
28). Entendamos que no hemos sido llamados y libertados para calentar una banca, conformarnos con ir a la
iglesia y regresar a la casa, ser unos simples observadores o espectadores o solamente recibir Palabra. ¡SINO
PARA SERVIRLE!
¡Vamos a involucrarnos en el trabajo de Dios y Su obra independiente de la manera en que podemos
hacerlo! ¡Seamos útiles en la obra de Dios! ¡Todos manos a la obra e inclusive los desocupados! (Mateo 20:
1-16 [vr. 6, 7]) y los que están lesionados (espiritualmente hablando) hagan todo lo posible por recuperarse
y arreglar lo que toca. ¡Dios quiere que volvamos a hacer útiles en Sus manos y en Su obra! (2 Timoteo 4: 11;
Filemón 10-13). ¡AMÉN QUE SÍ! ¡MANOS A LA OBRA!
LOS PRE-ENCUENTROS BÍBLICOS Bíblicamente hubo varias personas que experimentaron varios Pre-Encuentros o
circunstancias anteriores a su Encuentro con Dios que los llevaron a experimentar ese glorioso momento. Por ejemplo,
1. la mujer con lujo de sangre que fue sanada en su encuentro con Jesús, tuvo un Pre-Encuentro que la movió a
hacer aquel acto de fe de tocar el manto del Señor. Dice la Biblia que ella “oyó hablar de Jesús”. Esto animó a
aquella mujer y la preparó para su milagro (Marcos 5.25-34).
2. Otro ejemplo similar es la mujer sirofenicia cuya hija estaba atormentada por un demonio (Marcos 7.24-30).
3. Moisés, para poder tener aquel Encuentro maravilloso con Dios en la zarza ardiente, tuvo que llegar al “monte
de Dios”, es decir, al punto ideal donde El se le podía revelar y encontrar una respuesta adecuada de Moisés (Ex
3.1).
4. Y Jesús, antes de ascender al cielo, les indicó a los discípulos que se quedasen en Jerusalén y esperasen la
promesa del Padre, preparando así, la fe y la expectativa en ellos para recibir al Espíritu Santo en Pentecostés.
MUCHAS PERSONAS LO QUE HAN TENIDO EN SU VIDA ES UN ENCUENTRO CON SU NECESIDAD AL VENIR A JESÚS Y NO
UN ENCUENTRO CON JESÚS MISMO, POR ESO EN LOS PRE-ENCUENTROS SE LE HABLA DE JESÚS A LAS PERSONAS Y SE
LES LLEVA AL PUNTO EN QUE FÁCILMENTE PUEDAN TENER UN ENCUENTRO VERDADERO CON DIOS.