Está en la página 1de 19

Pre-Encuentro

Inicio de clases:
Del 29 de septiembre al 5 de Octubre
Final de clases:
Del 27 al 31 de Octubre
Cantidad de Clases:
5 clases, 5 semanas.
Para Aprobar:
Asistir a 3 de 5 clases.

Normas para cada líder de Territorio.


 Debe informar quienes darán el pre-encuentro en sus sectores.
 Debe informar la hora y el día en el que se hará el pre-encuentro cada
semana.
 Debe entregar SEMANALMENTE un informe de la clase con la siguiente
información: Cantidad de Asistentes (Con nombre, apellido y edad), y
tema impartido ese día.
 Al final de cada clase, el maestro deberá SIEMPRE debe repetir la
sección de “No olvidemos que para TU encuentro” y explicar su
importancia.
 La 5 clase se debe proyectar la película de “La cabaña” y al final dar
una BREVE enseñanza sobre ella.

Contenido programático.

TEMA #1: ¿Encuentro?


 ¿Qué es un encuentro?
 ¿Por qué necesito un encuentro?
 ¿Qué necesito para tener un encuentro?

TEMA #2: ¿Contra quién es nuestra lucha?


 ¿Quién es el enemigo?
 ¿Cómo actúa?
 ¿Cuál es su objetivo?
 Nuestra autoridad como creyentes.
 Preparando nuestra libertad.

TEMA #3: ¿Volver a nacer?


 Todos debemos nacer de Nuevo
 El nuevo nacimiento nos permite ver el Reino de Dios
 Nacerá una vida en Santidad
 El Espíritu Santo es quien trabaja en este nuevo nacimiento.

TEMA #4: ¿Merezco un encuentro con Dios?


 ¿Qué es la Justificación?
 ¿A quiénes Justifica el Señor y que beneficios trae?
 ¿Cómo somos justificados?
 De la Justificación a la santificación.
 ¿Y cómo la hacemos crecer?

TEMA #1:
¿Encuentro?
LA IMPORTANCIA DE TENER UN ENCUENTRO

El Encuentro es un retiro de dos o tres días, durante los cuales, Dios estará
impartiendo vida a cada uno de aquellos que participen en él. Recibirán dirección y
comprenderán cuál es el verdadero propósito de Dios para ellos. Cada uno de los
participantes debe asistir con un corazón plenamente abierto, con la pureza y
sencillez de un niño para poder recibir todo lo que Dios anhela ministrarle. Es
fundamental que durante el tiempo del Encuentro se hagan a un lado toda
clase de argumentos, conceptos erróneos acerca de Dios y prejuicios que
les puedan impedir recibir todo lo que Dios les quiere brindar.

He visto vidas que han sido transformadas totalmente durante estos días. Son
cambios tan radicales que, por lo general, no se ven en años enteros.

DIOS LE PIDIÓ AL PUEBLO DE ISRAEL QUE FUERA A UN ENCUENTRO

Usted recordará cuando el pueblo de Israel estaba oprimido en Egipto y Dios tuvo
que levantar a un libertador. Ese libertador se llamó Moisés, y él debió enfrentarse
ante el rey de Egipto. En nombre de Dios fue a hacerle una petición.

“El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro – contestaron--. Así que
debemos hacer un viaje de tres días, hasta el desierto, para ofrecer
sacrificios al Señor nuestro Dios…” (Éxodo 5:3).

Como podemos ver, la petición de Moisés reflejaba el anhelo de Dios de reunirse


con su pueblo durante varios días. Faraón no aceptó la propuesta. Por el contrario,
endureció su corazón y los trató de ociosos, recargándolos aún de más trabajo
para que, de este modo, no tuvieran tiempo para pensar en Dios. Pero Dios
comenzó a afligir al pueblo de Egipto con diferentes plagas.

El Faraón en la biblia refleja lo que generalmente el enemigo (Satanás) hace en


nuestra vida para que no podamos tener un encuentro con él Señor, llenándonos
de diversas cargas tales como excesivo trabajo, emociones negativas (Depresión,
enojo, desanimo, etc), problemas familiares, enfermedades, y toda clase de
circunstancias, con tal y no podamos tener ese encuentro que Dios tanto anhela
con nosotros. Sin embargo, si mantenemos firmes nuestra decisión y deseo de
encontrarnos con Dios y mantenemos activa la oración, Él mismo moverá todas
las circunstancias para que finalmente el enemigo sea derrotado y no sea un
obstáculo en nuestra vida. Así hizo el Señor con Faraón, y les mandó las
conocidas “10 plagas de Egipto” y luego de esto Faraón los dejó ir de camino al
encuentro con Dios.

“Voy a dejarlos ir para que ofrezcan sacrificios al Señor su Dios en el desierto,


con tal de que no se vayan muy lejos y de que rueguen a Dios por mí.”

(Éxodo 8:28).

¿Es importante apartarse de todo para tener un encuentro?

“Vayan y ofrezcan a su Dios aquí en el país. –No estaría bien hacerlo así—
contestó Moisés--, porque los sacrificios que ofrecemos al Señor nuestro Dios
resultan ofensivos para los egipcios. Si a la vista de ellos ofrecemos sacrificios,
que le son ofensivos, seguramente nos apedrearán. Tenemos que hacer un viaje
de tres días, hasta el desierto para ofrecerle sacrificios al Señor nuestro Dios,
pues así nos lo ha ordenado.”

Éxodo 8:25-27

Aquí el Faraón le pregunta a Moisés el por qué no era mejor ofrecer los sacrificios
allí mismo en Egipto, ya que era más fácil, sin embargo Moisés le explicó que
habían muchos contra que evitarían un correcto encuentro con el Señor. Así
mismo, el hacer un encuentro a puertas abiertas, un día cualquiera, con teléfonos
encendidos, y otras distracciones cercanas evitaría que tengamos un encuentro
pleno con el Señor y quizá ni lo lleguemos a conocerlo debido a todas estas
distracciones que nos ofrece la ciudad.

Durante este momento, el deseo del Señor es que tomemos un tiempo de quietud,
aislándonos por un corto tiempo de las actividades y evitando cualquier distracción
para oír claramente la voz de Dios. Este es un tiempo necesario que le permite al
Espíritu Santo poder llevar a cabo la obra de transformar corazones por completo.
El salmista dijo: “Encomienda a Jehová tu camino; y confía en él; y él hará” (Salmo
37:5). Poder encomendar, entregar, rendir la totalidad de nuestra vida a la
dirección de Dios es algo que podremos lograr en el Encuentro.

PABLO TUVO QUE IR A UN ENCUENTRO

Hechos 9:1-31

Uno de los más grandes hombres que ha tenido el cristianismo fue el apóstol
Pablo, conocido como Saulo de Tarso. Antes de convertirse al Señor, era un
acérrimo perseguidor de los cristianos, pero tuvo una experiencia que transformó
completamente su vida, llevándolo a defender la doctrina que antes condenaba.
¿Qué lo hizo cambiar de parecer? La respuesta es muy sencilla: vivió un
encuentro con Jesús. A todo aquel que tenga un encuentro personal con Dios, la
Cruz de Cristo le será revelada, y esto es lo único que podrá transformar
verdaderamente los corazones. Él dijo: “Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la
cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo
al mundo” (Gálatas 6:14).

Pablo, en su defensa ante el rey Agripa, explicó cómo fue su encuentro con
Jesucristo, diciendo: “Cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz
del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la cual me rodeó a mí y a los que
iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me
hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura
cosa te es dar coses contra el aguijón. Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el
Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tu persigues. Pero levántate, y ponte sobre tus
pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las
cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu
pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envió, para que abras sus ojos,
para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a
Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia
entre los santificados” Hechos 26: 13-18).

Pablo vio la luz; ésta era la manifestación de la gloria del Señor. Al tener un
encuentro personal con Dios le hizo ver que toda la agresión que tenía hacia el
cristianismo, en realidad, era un maltrato a sí mismo. Ese mismo día, Dios lo llamó
a servirle, dándole las instrucciones de cómo debía desarrollar su ministerio.

AL ASISTIR AL ENCUENTRO, USTED:

Le será ministrado lo mismo que Pablo recibió al encontrarse con Jesús:

1. Recibirá visión. “…para que abras sus ojos…” (Hechos 26:18)

“El pueblo tenía la mente cerrada, e incluso hoy, cuando leen el antiguo pacto, los
cubre el mismo velo. Todavía tienen ese velo ya que es sólo por medio de Cristo
como puede ser retirado. Aun hoy, cuando leen la ley de Moisés tienen un velo
sobre su corazón, y cuando alguno vuelve al Señor, el velo es retirado. En este
caso, «el Señor» significa el Espíritu y donde está el Espíritu del Señor, hay
libertad.”

2 Corintios 3:14-17 (PDT)


Sabemos que sin visión el pueblo perece. Lo primero que las personas deben
recibir al convertirse es la visión del Cristo crucificado y la realidad del amor de
Dios. Quien no pueda ver la Cruz en su genuina revelación, ni el amor de Dios
podrá entender el sentido de su llamado.

2. Experimentará una genuina conversión.

“…para que se conviertan de las tinieblas a la luz…” (Hechos 26:18)

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré
dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis
preceptos, y los pongáis por obra.”

Ezequiel 36:26-27. (RVR1960)

La conversión debe ser plena y total. Dios desechó al pueblo de Israel pues su
conversión fue de labios y no de corazón. Juan el Bautista le dijo a aquellos que
acudían a ser bautizados: “Haced frutos dignos de arrepentimiento”. La conversión
está muy ligada al cambio de estilo de vida y es lo que Dios hará en la vida del
nuevo creyente, colocando un nuevo corazón y cambiando así su caminar y sus
costumbres.

3. Entenderá que pasó del dominio de Satanás, al Señorío de Jesús.

“…y de la potestad de Satanás a Dios…”. (Hechos 26:18)

“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor,
sino que HABÉIS RECIBIDO EL ESPÍRITU DE ADOPCIÓN, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre!”

Romanos 8:15 (RVR1960)

En el pasado, Satanás se aprovechó la debilidad humana para esclavizar al


hombre, pero por medio de Jesús, cada creyente fue rescatado del control que el
adversario ejercía sobre su vida. El verdadero éxito de la vida cristiana victoriosa,
depende de nuestra relación personal con Cristo y el saber que somos HIJOS y no
más esclavos.

4. Entenderá que a través de la fe en Jesús, recibirá perdón de pecados.

“…para que reciban, por la fe que es mí, perdón de pecados…”. (Hechos 26:18)
Una de las estrategias del adversario ha sido esclavizar a las personas por medio
de la culpabilidad, haciéndolos sentir que sus pecados no han sido perdonados,
ejerciendo de esta manera un control sobre sus vidas. Los pecados que hemos
cometido merecían castigo, pero Jesús en su cuerpo cargó con todos ellos,
recibiendo el castigo que nosotros merecíamos.

El perdón de sus pecados está disponible si usted pone su fe en Jesucristo como


su Salvador. Efesios 1:7 dice, "En quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados según las riquezas de su gracia". Jesús pagó la deuda por
nosotros para que pudiéramos ser perdonados. Todo lo que usted tiene que hacer
es pedirle a Dios que le perdone a través de Jesús. Si usted cree que Jesús murió
para pagar por su perdón entonces ¡Él lo perdonará!

5. Comprenderá su privilegio en Dios.

“…herencia entre los santificados…”. (Hechos 26:18)

“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”

Romanos 8:32

Si Dios entregó lo que más amaba, su propio Hijo, para que nosotros fuésemos
salvos por el simple hecho de creer en Él, ¿no nos proveerá todo lo que
necesitamos? Puedo decir que Dios tiene mucho más para darnos de lo que
nosotros tenemos para pedirle. Podemos disfrutar de su herencia en este mundo,
y en el venidero: la vida eterna.

¿Aún crees que no podrás recibir todo esto y que no es para ti?

Pues, seguramente, el actual apóstol Pablo tampoco creía que recibiría la


revelación de la Cruz, y mucho menos convertirse en cristiano, pero él, quien
MATABA a los cristianos y negaba la resurrección de Cristo, tuvo un encuentro
con él y pasó a ser la persona más usada por Dios hasta el día de hoy,
escribiendo más del 50% del nuevo testamento y siendo el mayor misionero de
todos los apóstoles.

Quizá detestas a los cristianos y niegas a Cristo pero, ¿Ya has llegado a matar
alguno? Creo que no, y siendo así, no le llegas ni a los talones a Pablo, entonces,
si él recibió un llamado y revelación del Creador del universo. ¿Por qué tú no
podrías recibirlo? Abre tu corazón hoy, y deja que comience a cambiar tu vida.
No olvidemos que para TU encuentro:

 El enfoque es “Buscar el rostro de Dios” no es una salida de campamento ni


esparcimiento.
 Cada encuentrista debe llevar colchón o hamaca.
 El día viernes, el encuentrista deberá llevar su cena.
 En la primera clase de pre-encuentro, preguntar al encuentrista si está
trabajando, y cuál es su horario de salida. Todo esto para definir la hora de
salida del día viernes.
 Llevar materiales de aseo personal. (Papel higiénico, crema dental, jabón,
etc)
 Llevar cuaderno y lápiz para anotar.

TEMA #2:
¿Contra quién es nuestra lucha?

¿QUIÉN ES NUESTRO ENEMIGO?

Es un ser espiritual creado por Dios. Él era quien dirigía las alabanzas en el reino
celestial; además de gozar de respeto por su autoridad y su vida de santidad. Fue
el primer ser que dio lugar al orgullo en su corazón, y que, en su altivez, quiso
derrocar a Dios para tener un control despiadado, sobre todo. Su mayor
frustración fue que no pudo hacerlo, perdiendo todos sus privilegios, siendo
expulsado del reino de Dios, y convirtiéndose en un enemigo oculto de su obra.
Fue el primero en llegar al huerto del Edén, donde logró seducir a la mujer para
que ésta desobedeciera el mandato divino. Por esta causa, el Señor decretó
guerra permanente entre Satanás y la mujer, advirtiéndole que ésta le aplastaría la
cabeza, y él le magullaría el calcañar (Génesis 3:14-15). Su propósito primordial,
es sacar a Dios del corazón del hombre y bloquear su mente, para que el mensaje
de salvación no sea predicado ni aceptado en el mundo.

Pablo dijo: “Si nuestro evangelio está encubierto, entre los que se pierden está
encubierto; esto es, entre los incrédulos, a quienes el dios de este mundo les cegó
el entendimiento, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de
Cristo, el cual es la imagen de Dios (Efesios 6:12).
¿CÓMO ACTÚA?

Logra imponer el imperio del terror, y cuenta con la organización de un estratega


militar. Bajo su autoridad están: principados, potestades, gobernadores de las
tinieblas y huestes de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12). Se
caracteriza por: ser astuto (Génesis 3:1), mentiroso (Génesis 3:1-3), vengativo
(Salmo 8:2), destructor (Isaías 54:16), tentador (Mateo 4:7), acusador (Apocalipsis
12:10), príncipe de los demonios (Mateo 12:24), asesino (Juan 8:44), padre de
mentira (Juan 8:44), príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2), el dragón
(Apocalipsis 12:7-9), un león rugiente (1 Pedro 5:8), y por vestirse como ángel de
luz (2 Corintios 4:4).

¿CUÁL ES SU OBJETIVO Y QUE MEDIOS UTILIZA?

El objetivo principal del enemigo es sencillo, a veces creemos que es el hecho de


tener una vida terrible en la tierra, pero, su plan va más allá de eso y se basa en
“Alejarte de Dios, su voluntad y la salvación que Cristo nos regaló en la cruz
del Calvario.”

“…viene sino a matar, hurtar y destruir”


Juan 10:10

Él quiere solamente matar tu relación con Dios, hurtar tu propósito y destruir tu


vida presente y la venidera y no se detendrá hasta lograr ese objetivo en cada uno
de nosotros.

Entonces, si el objetivo de Satanás es tan obvio, ¿Por qué la mayoría de las


personas se ven arrastrados en su plan y caen en su trampa? La respuesta es
bien sencilla, y es porque él utiliza métodos y estrategias inteligentes, llamativas y
muy seductoras que terminan por jalar al ser humano a un abismo con él.

¿CUÁLES SON ESAS ESTRATEGIAS?

Aunque la oración es muy importante para mantener la comunión con Dios, su


Palabra dice en 2 corintios 2:11 “Pues no ignoréis las maquinaciones del diablo.”
Esto es porque en una guerra, aunque tengamos los soldados más capaces y
mejor preparados, si el ejército enemigo conoce el punto débil de su adversario,
vencerá de manera muy sencilla, pero si conocemos cual es el plan que está
orquestando, sabremos como contrarrestarlo y será imposible una derrota.
A continuación la lista de algunas de las estrategias utilizadas por Satanás, sobre
todo para que no puedas asistir a tu encuentro con Dios:

 La mentira.
o Te mentirá sobre: Tu necesidad de Dios, de tú utilidad para Dios, de
la realidad de Dios, sobre el merecer o no su amor.
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”
Juan 8:32

 La opresión.
o La opresión es simplemente un ataque constante, y él hará esto con
pensamientos negativos sobre tu vida, y sobrecargándote de cosas
que generarán cansancio y estrés en tu vida.
“Mayor es el que está en mí, que el que está en el mundo”.
1 Juan 4:4

 Gente que amas.


o Él utilizará a la gente que más quieres para desenfocarte, tus padres,
tu novio/a, tus mejores amigos, tu familia, etc. Ellos quizá
simplemente te digan que eso no es para ti, o te dirán palabras
hirientes para que no tengas luego ánimos de seguir buscando de
Dios.

“Aunque tu padre y tu madre te dejaren, con todo Jehová te recogerá”


Salmo 27:10

 Pecado, culpa y vergüenza.


o Estos tres, aunque son diferentes, por lo general actúan en conjunto,
ya que Satanás nos lleva a pecar, y en ese punto de nuestra vida
comenzamos a sentir culpa por nuestro pecado y vergüenza para
con Dios, trayendo como consecuencia que no nos acerquemos más
a Dios por esa misma razón.

“Acerquémonos pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar


misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”
Hebreos 4:16

 La enfermedad
o La enfermedad es otro de los métodos más utilizados, esta roba
nuestra vitalidad y ánimo para buscarle y servirle, y generalmente
viene en momentos importantes cuando queremos buscar de Dios,
como el encuentro.

“Por su llaga fuimos nosotros curados…”


Isaías 53:5

USE SU AUTORIDAD Y ATE AL HOMBRE FUERTE

La Palabra de Dios declara que nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte
si primero no le ata. Al estudiar este pasaje, comprendí que Satanás era ese
hombre fuerte que había atado las vidas de los hombres, jóvenes, mujeres y
niños, esclavizándolos al pecado. Al recibir esta revelación, comenzamos a atar
las fuerzas del mal y a Satanás. El Salmo 149:5 y 6 Dice: “Regocíjense los santos
por su gloria, y canten aún sobre sus camas. Exalten a Dios con sus gargantas y
espada de dos filos en sus manos”. La espada de dos filos es la Palabra, y se
utiliza para ejecutar venganza entre las naciones y castigo entre los pueblos, para
aprisionar a los reyes con grillos. Estos reyes son los principados demoníacos de
maldad que operan en los aires. Dios le dio a ustedes esa unción de atar reyes
con grillos; créalo.

PREPARACIÓN PARA LA LIBERACIÓN

 Tener un genuino deseo de vivir en libertad. Dios está dispuesto a darnos


libertad, y por medio de Cristo nos dio los medios para obtenerla, pero en
su libre albedrío el hombre debe desearlo de todo corazón (Mateo 11:28).
 Identificar las causas de las ataduras (Salmo 139: 23-24).
 Arrepentirse y confesar los pecados cometidos. La liberación no reemplaza
al arrepentimiento. Por el pecado, Satanás conquistó derechos legales
sobre nuestra vida. Éstos, sólo serán cancelados mediante un genuino
arrepentimiento y completa renuncia a tales pecados (Lucas 13:3).
 Tener fe (Hebreos 11:6).
 Apropiarse de la verdad (Juan 8:31-32, 36).
 Orar y ayunar: “Pero esta clase de demonios no sale sino con ayuno y
oración” (Mateo 17:21).

No olvidemos que para TU encuentro:

 El enfoque es “Buscar el rostro de Dios” no es una salida de campamento ni


esparcimiento.
 Cada encuentrista debe llevar colchón o hamaca.
 El día viernes, el encuentrista deberá llevar su cena.
 En la primera clase de pre-encuentro, preguntar al encuentrista si está
trabajando, y cuál es su horario de salida. Todo esto para definir la hora de
salida del día viernes.
 Llevar materiales de aseo personal. (Papel higiénico, crema dental, jabón,
etc)
 Llevar cuaderno y lápiz para anotar.

TEMA #3:
¿Volver a nacer?

El hombre fue creado con voluntad para escoger A Dios, el creador del universo,
le plació en su infinita sabiduría que todo estuviese gobernado por leyes, tanto en
el reino espiritual como en el reino natural. Por ello, al dar forma y vida al hombre,
condicionó su libertad a la exclusiva obediencia de su Palabra. Aunque Dios fue
muy generoso con la primera pareja, dándoles todas las cosas en sobre
abundancia, estableció para ellos un solo límite, el cual no deberían traspasar. Les
dijo: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que
de él comieres ciertamente morirás” (Génesis 2:17). El Señor no deseaba que el
hombre le obedeciera mecánicamente como robot; Él anhelaba que lo hiciera por
propia voluntad, utilizando la plena libertad de escoger que se le había concedido.

TODOS DEBEMOS NACER DE NUEVO

Nicodemo era un hombre muy respetado en su época, dedicado a enseñar la ley


tanto a líderes religiosos como al pueblo en general. Pero además, era un gran
moralista; ayunaba dos veces por semana, oraba dos horas por día y celaba
grandemente la doctrina. Sin embargo, una noche buscó a Jesús diciéndole:
“Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer
estas señales que tú haces si no está, Dios con él” (Juan 3:2), a lo cual Jesús le
respondió: “De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de nuevo, no puede
ver el reino de Dios” (Juan 3:3).

Que el Señor le hubiera dicho esto a Zaqueo, que era cobrador de impuestos, o a
María Magdalena, quien había cometido adulterio, o tal vez al ladrón que colgaba
en la otra cruz junto a Él, es muy probable que nuestra capacidad humana y finita
pudiera entenderlo. Pero notemos que Jesús dijo esto a una autoridad espiritual
entre los judíos.

EL NUEVO NACIMIENTO NOS PERMITE VER EL REINO DE DIOS

De la misma manera que tuvimos un nacimiento físico para llegar a este mundo,
también debemos experimentar un nacimiento espiritual para entrar al mundo
celestial. El nuevo nacimiento sólo se produce cuando aceptamos a Cristo en el
corazón como único Señor y Salvador. Este nuevo nacimiento es producido
directamente por el Espíritu Santo, quien a través de la fe, engendra el espíritu de
vida del nuevo hombre. Somos seres espirituales que vivimos en cuerpos físicos, y
a través de los sentidos nos volvemos consientes de la realidad de esta tierra. El
nacimiento físico es tan solo un paso que debe conducirnos al siguiente, es decir,
al nacimiento de nuestra naturaleza espiritual. Sólo cuando experimentamos esto,
adquirimos el derecho de ser hechos y llamados hijos de Dios. En este acto,
nuestros ojos espirituales se abren y podemos discernir con claridad el reino de
los cielos.

DIOS DESEA NUESTRO NUEVO NACIMIENTO

El apóstol Santiago escribe: “Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de
verdad, para que seamos primicia de sus criaturas” (Santiago 1:18). Dios dejó la
puerta abierta para que todo aquel que quiera, pueda nacer a la vida espiritual.
Jesús dijo: “Si el grano de trigo, no cae en tierra y muere, queda solo; pero si
muere, da mucho fruto” (Juan 12:24). El nuevo nacimiento implica un
desprendimiento de esta naturaleza afectada por el pecado, para que el espíritu
pueda fructificar en el reino espiritual.

Usted puede tener un corazón nuevo A Través del profeta Ezequiel, el Señor dijo:
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré
dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y guardéis mis
preceptos y los pongáis por obra” (Ezequiel 36:26-27).

Nadie en este mundo podrá jamás tener dos corazones al mismo tiempo; nadie
puede volcarse un poco a Dios y otro poco al pecado. Quien está del lado de Dios,
aborrece el pecado, y quien gusta de pecar, no sigue a Dios. La promesa de Dios
es: “corazón nuevo, espíritu nuevo”. Cuando esto sucede, Dios remueve de
nosotros el corazón duro y también el espíritu rebelde. El espíritu que recibimos es
el Espíritu mismo de Dios. Pablo lo comprendió cuando dijo: “¿No sabéis que sois
templo del Espíritu Santo, y que el Espíritu de Dios mora dentro de vosotros?”. El
Espíritu de Dios es el único que nos ayuda a entender las Escrituras, el que nos
da las fuerzas para obedecerla, y el que prepara el ambiente para que sus
promesas se cumplan.

NACERÁ A UNA VIDA DE SANTIDAD

Para algunos es un tanto difícil comprender plenamente cómo opera el nuevo


nacimiento. Eso fue lo que le sucedió a la bienaventurada virgen María cuando un
ángel le dijo que iba a concebir al Salvador del mundo. Ella preguntó: “¿Y cómo
será esto? pues no conozco varón”. La respuesta que le dio el ángel fue: “El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra,
por lo cual también el Santo ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lucas
1:35). El Espíritu Santo se hace parte de nosotros cuando nosotros decidimos
hacernos parte de Dios, Él es todo un caballero y jamás tratará de forzar las
cosas; no entrará a la vida de nadie sin ser invitado. Solamente se moverá a
través de nuestra fe en la Palabra de Dios. Por ello, por el solo hecho de creer en
las Escrituras y anhelar su cumplimiento en nosotros, el Espíritu Santo nos cubrirá
con su sombra y engendrará un santo ser, que nacerá en nuestras vidas. Es decir,
nos dará el derecho legal de ser también hijos de Dios.

Cada creyente debe obtener su propia experiencia


El Señor le dijo a Nicodemo: “El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, mas
ni sabes de dónde viene ni a dónde va, así es todo aquel que es nacido del
Espíritu” (Juan 3:8). Algunas veces, el viento es fuerte, huracanado y arrasador de
todo; pero otras, es suave y apacible. Lo mismo sucede con el Espíritu Santo:
Algunas veces, las conversiones van acompañadas por fuertes emociones,
mientras que en otras, la persona ni siquiera alcanza a percatarse cuándo sucedió
el nuevo nacimiento. El nuevo nacimiento significa que se nos entrega una nueva
vida en el momento en que aceptamos a Cristo en nuestro corazón como Señor y
Salvador personal. Jesús dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia” (Juan 10:10b).

EL ESPÍRITU SANTO CERTIFICA LA FORMACIÓN DEL NUEVO HOMBRE

El Espíritu Santo siembra en nosotros la vida de Cristo cuando nacemos de


nuevo: esa semilla germina y se desarrolla, manifestándose progresivamente en
nosotros. El nuevo nacimiento lleva la certificación del Espíritu Santo, por lo cual
no puede ser invalidado ni revocado (2 Corintios 1:22). Dios mismo sella con su
Espíritu a cada nuevo creyente, garantizándole vida eterna y herencia celestial, las
que se completarán cuando vayamos al Padre. Por eso, debemos evitar de
contristar al Espíritu Santo. “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30).

No olvidemos que para TU encuentro:

 El enfoque es “Buscar el rostro de Dios” no es una salida de campamento ni


esparcimiento.
 Cada encuentrista debe llevar colchón o hamaca.
 El día viernes, el encuentrista deberá llevar su cena.
 En la primera clase de pre-encuentro, preguntar al encuentrista si está
trabajando, y cuál es su horario de salida. Todo esto para definir la hora de
salida del día viernes.
 Llevar materiales de aseo personal. (Papel higiénico, crema dental, jabón,
etc)

TEMA #4:
¿Merezco un encuentro con Dios?
(Justificados por la fe)

La respuesta es bien sencilla: ¡SI! Y ¿Por qué? Pues, porque Jesús nos justificó
para poder vivir para él.
¿QUÉ ES LA JUSTIFICACIÓN?

La palabra justificado significa "pronunciado o tratado como justo". Desglosando el


mismo término, podemos definir, según un diccionario estándar, a una persona
justa como aquella que cumple con estándares, requerimientos o especificaciones.
Sin más ni menos de lo requerido para cierto propósito; si lo definimos por un
diccionario bíblico viene del griego Ióustou y del latín Justus que significa ser recto
y caminar en perfección delante de Dios.

Otro último término importante que se debe conocer antes de estudiar a


profundidad este tema es la justicia, que según el diccionario estándar es el
principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada
uno lo que le corresponde, esta es la cualidad del justo.

¿A QUIÉNES JUSTIFICA EL SEÑOR Y QUE BENEFICIOS TRAE?

Jesús, al morir en la cruz, buscó realizar un acto de justificación a humanidad. ¿Y


cómo sucedería esto?

Como se ha explicado con anterioridad, Jesús tomo un lugar que no le


correspondía, llevó el castigo de los pecadores, los injustos, los indignos, los
malhechores y por ello, fue clavado en la cruz. Sin embargo, el no cometió
ninguno de estos actos, más bien camino en la tierra con justicia y rectitud, caminó
en perfecta comunión con Dios, y aun así, fue tratado como el mayor de los
pecadores, ¿Es algo injusto no? Exactamente ese era el plan. Al atribuir a Jesús
un castigo por acciones que él no había cometido, el enemigo quedó endeudado
con él, y, y el pago de esa deuda fue “Nuestra justificación” Es decir, ser tratados
como él debía ser tratado. En el libro de Romanos los explica con más claridad:

“…Y el resultado del regalo del favor inmerecido de Dios es muy diferente de la
consecuencia del pecado de ese primer hombre. Pues el pecado de Adán llevó a
la condenación, pero el regalo de Dios nos lleva a ser declarados justos a los ojos
de Dios, a pesar de que somos culpables de muchos pecados. Pues el pecado de
un solo hombre, Adán, hizo que la muerte reinara sobre muchos; pero aún más
grande es la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, porque todos los
que lo reciben vivirán en victoria sobre el pecado y la muerte, por medio de un
solo hombre, Jesucristo.”

Romanos 5:16-17 (NTV)

“Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra
justificación”
Romanos 4:25 (NTV)

“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él”

2 Corintios 5:21 (RVR)

Para un cristiano, la justificación es el acto de Dios que no sólo perdona los


pecados del creyente, sino que le aplica la justicia de Cristo, esto quiere decir que
seremos tratados como Jesucristo, obteniendo los beneficios que prometen las
escrituras para los que caminen con justica y rectitud. Entre algunos de los
beneficios están:

 Nos escoge y aparta (Santificación): “Dios nos escogió en él antes de la


creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él”
Efesios 1:3
 Nos adopta como sus hijos: “…para ser adoptados como hijos suyos por
medio de Jesucristo” Efesios 1:5
 Nos redime y perdona nuestro pecado a tal punto que llegamos a la
condición original que tenían Adán y Eva antes de pecar (Comunión libre
con Dios)
“En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros
pecados, conforme a las riquezas de su gracia” Efesios 1:7
 Nos revela tanto su propósito como el nuestro. “Él nos dio a conocer el
misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano
estableció en Cristo…” Efesios 1:9
 Fuimos hechos herederos, para así recibir todas las promesas que Dios
aguarda en su palabra pasa sus hijos. “En Cristo también fuimos hechos
herederos…” Efesios 1:11
 Fuimos sellados con el Espíritu Santo, y así obtener la vida eterna. “…
Fueron marcados con el sello que es Espíritu Santo prometido. Éste
garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo
adquirido por Dios, para alabanza de su Gloria” Efesios 1:13-14

A los ojos de Dios, los creyentes tienen la justicia necesaria para obtener la vida
eterna.

¿CÓMO SOMOS JUSTIFICADOS?

Solo hay una manera de tener acceso a esta justificación, y la condición es la


siguiente: Tener FE. Solamente eso, no existe ninguna acción, buena obra, trabajo
o método que nos lleve a obtener esta justicia ya que, no es el resultado de lo que
nosotros hacemos sino, en cambio, de lo que Jesús ha hecho por nosotros (2
Corintios 5:17-21). La justicia nos es imputada por la gracia y la misericordia de
Dios. Dios hizo a Jesús pecado, para hacernos justos a nosotros, por lo tanto, si
creemos esa verdad, entonces somos justos, y por ese conocimiento y creencia
podemos actuar bien.

Dios estableció que fuera esta manera debido a que, era imposible para el
hombre, mediante sus propias fuerzas cumplir con todo lo que exigía la ley para
considerarse Justos o perfectos ante Dios.

“No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que
busque a Dios… Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer
las obras que exige la ley…”

Romanos 3:10 salto al verso 20.

DE LA JUSTIFICACIÓN A LA SANTIFICACIÓN.

La justificación es una obra completada y perfecta que sucede una vez por todas.
Cuando Dios el Juez proclama que el criminal es: “¡Justo! ¡Inocente! ¡Impecable!”,
no hay vuelta atrás. Dios sí o sí glorificará a los que justificó porque no es hombre
para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta (Números 23:19). Como
explica la famosa cadena de oro de la salvación en Romanos 8:30, “A los que
predestinó, a esos también llamó. A los que llamó, a esos también justificó. A los
que justificó, a esos también glorificó”. Gracias a la veracidad de la declaración
legal de Dios y a la impecable justicia de Cristo, el creyente puede estar
plenamente seguro de su salvación.

Pero la santificación nunca está completa en esta vida. Los cristianos no serán
enteramente santificados hasta la venida del Señor Jesús (Filipenses 1:6). Hasta
entonces, los siervos de Dios seguirán peleando contra su naturaleza caída y
esforzándose por andar en obediencia al Señor que los compró.

Donde la justificación es dada una vez para siempre, la santificación va creciendo


poco a poco.

¿Y CÓMO LA HACEMOS CRECER?


Creyendo que somos Justos como Dios nos ve, ya que, si nunca creemos que
Jesús se hizo pecado por nosotros y nos hizo justos, entonces nunca
comenzaremos a hacer lo que es recto en nuestra vida. Primero necesitamos
saber que hemos sido hecho justos. No podemos producir algo que no tengamos.
Él nos da su amor y entonces espera que nosotros amemos a los demás. Él
derrama sobre nosotros su misericordia y entonces espera que seamos amables y
misericordiosos con los demás. De mismo modo, Él nos da su propia justicia y
espera que actuemos correctamente.

Si fuésemos un manzano, no sería difícil para nosotros producir manzana. NO


tendríamos que luchar para producir fruto, porque sería el orden natural de las
cosas. De la misma manera, si sabemos que somos rectos con Dios, la respuesta
automática es hacer lo correcto; pero si creemos que somos “un viejo y
corrompido pecador”, entonces seguiremos pecando y pecando porque lo que
hacemos sale de nuestro “quien”: de lo que creemos que somos. Necesitamos una
conciencia de justicia y no una conciencia de pecado.

“Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.”

Proverbios 23:7

No olvidemos que para TU encuentro:

 El enfoque es “Buscar el rostro de Dios” no es una salida de campamento ni


esparcimiento.
 Cada encuentrista debe llevar colchón o hamaca.
 El día viernes, el encuentrista deberá llevar su cena.
 En la primera clase de pre-encuentro, preguntar al encuentrista si está
trabajando, y cuál es su horario de salida. Todo esto para definir la hora de
salida del día viernes.
 Llevar materiales de aseo personal. (Papel higiénico, crema dental, jabón,
etc)
 Llevar cuaderno y lápiz para anotar.

También podría gustarte