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Tanto para ambos y para las distintas escuelas psicológicas se sigue la instrucción del trabajo de
ANTONIO SÁNCHEZ-BARRANCO RUIZ, publicada en 1996.
Aristóteles delimitó la psique o el alma como una realidad importante ubicando su pertenencia en el
planeta de la naturaleza, enfocando su entendimiento como algo susceptible de un procedimiento
experimental, lo cual representó un salto cualitativo de enorme significancia para el desarrollo de la
psicología como actividad científica “al sacar lo de la mente fuera del campo mítico y religioso,
permitiendo su importancia como algo sometido a leyes y a inicios naturales; o sea, un campo extraño a
lo metafísico” (Sánchez-Barranco Ruiz, 1996, p.34).
Aristóteles distinguió la materia de la forma, y las dos conforman un compuesto importante: “EL
ALMA podría ser el elemento formal del ser vivo y EL CUERPO HUMANO el elemento material,
constituyendo los dos una unidad importante”
Desde el siglo IV, ha habido un renacimiento de las ideas platónicas, quizás porque estaban más en
línea con las doctrinas cristianas prevalecientes. Uno de los pioneros fue AGUSTÍN DE HIPONA,
también conocido como San Agustín, de quien se dice que ACUÑÓ LA PSICOLOGÍA
INTROSPECTIVA.
Esta época se caracteriza por el valor de la verdad desplazada. La “Verdad Divina”, lo divino con la
propiedad indiscutible e indiscutible del conocimiento absoluto, su origen se encuentra más allá del
hombre en la Biblia. La razón ya no es suficiente, la fe debe ser utilizada como instrumento del
conocimiento. Esta línea de pensamiento se llama ESCOLASTICISMO, donde la función de la filosofía
es servir a la teología, o de alguna manera enriquecer o aclarar esta verdad doctrinal.
Es la FILOSOFÍA EMPIRISTA, como reacción al racionalismo cartesiano, la que abre los nuevos
horizontes, propiciando el estudio del material y los saberes encargados del cuerpo humano. De esta
manera también se consolida cada vez más una psicología alejada de la especulación filosófica y
empeñada en superar la herencia del dualismo cartesiano.
Uno de los máximos exponentes del empirismo fue JOHN LOCKE. Este reemplaza el concepto de
alma por el de con lo que se aleja del tema de la del alma para adentrarse al estudio de sus procesos
efectos, tratando de eliminar con ello las discusiones y metafísicas, hecho que abre las puertas a la futura
científica. Para LOCKE el conocimiento deriva de una fuente única que es la EXPERIENCIA,
llegando a ella a través de las impresiones sensoriales provenientes de los objetos del mundo externo.
Dicho todo esto se establecen tres grandes etapas en el desarrollo histórico de la psicología: