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Además de esto, al concluir esta primera cita, el consejero debe haberse formado una
idea general del problema esencial de la persona, de tal manera que pueda trazar una
estrategia a desarrollar en las próximas reuniones a fin de ofrecer ayuda real al aconsejado.
Para poder cumplir con estos propósitos elementales hay tres asuntos de primera
importancia que deben ser abordados y establecidos en la primera sesión. A continuación,
presentaremos y explicaremos, de forma breve pero práctica, cada uno de ellos.
Con “quiénes somos” no nos referimos a una simple presentación cordial donde
damos a conocer nuestro nombre a la persona aconsejada. Esto, por supuesto, debe suceder,
pero nos referimos más a identificarnos inmediatamente como consejeros bíblicos. En este
punto debemos dejar bastante claro que nuestra intención será hablarles siempre
basándonos en la palabra de Dios en el abordaje de sus problemas, aconsejándoles con la
Biblia y sin salirnos de ella para evitar caer en posturas humanistas y seculares.
1
Hay de manera particular dos pasajes de la Escritura muy importantes para hablar de
esto:
2 Ti. 3:15-17 “15y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales
te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra.”
Finalmente, el texto establece con claridad que la Biblia contiene todo lo que
el hombre necesita para ser un hombre “…perfecto enteramente preparado
para toda buena obra”. Entonces, lo menos que podemos decir de esta
afirmación es que los métodos humanos para trabajar con los problemas del
alma humana son innecesarios.
El otro pasaje muy útil para esta labor es 2 Pe. 1:3-7 “3Como todas las cosas que
pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el
conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4por medio de las cuales
nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el
mundo a causa de la concupiscencia; 5vosotros también, poniendo toda diligencia por
esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6al conocimiento,
2
dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7a la piedad, afecto
fraternal; y al afecto fraternal, amor.”
Este pasaje, como el anterior, deja claro que todo lo que necesitamos para una vida
piadosa está disponible para nosotros por el poder de Dios mediante el conocimiento de
Jesucristo (v. 3). Nos muestra cómo las promesas de Dios dejadas para nosotros en su
palabra nos ayudan a desarrollar el carácter de Cristo (v. 4). Algo especialmente importante
de este texto es que enfatiza la importancia de la diligencia del aconsejado para aprovechar
los recursos de Dios para crecer y ser transformado a la imagen del Cristo (v.5).
Esta última idea nos conduce a considerar el segundo asunto imprescindible a tratar
en la primera sesión de consejería.
Ser honestos en sus respuestas y en la información que nos brindan para poder
darles un consejo bíblico certero y adecuado conforme a su necesidad (Efe.
4:25).
Les hablaremos además de nuestra expectativa de que cumplan con las asignaciones
para el hogar, explicándoles la necesidad e importancia que estas tienen para que la palabra
de Dios continue obrando en ellos el resto de la semana y no solo se expongan a ella
durante las sesiones de consejería. Estas tareas sirven también para llevar a la práctica, en el
contexto de la vida diaria, lo tratado en la reunión.
Otro asunto imprescindible, en esta primera sesión es implementar los llamados seis
elementos claves de la consejería. Estos no son exclusivos de la primera sesión, sino que
estaremos haciendo estos elementos en cada reunión que tengamos con los aconsejados. Sin
embargo, son vitales en este primer encuentro por lo que debemos asegurarnos de que no
falte ninguno de ellos. Estos elementos son:
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1) Desarrollar una relación significativa (de amor cristiano) con el aconsejado. De la
misma forma que Cristo nos mostró su amor al identificarse con nosotros en nuestros
padecimientos (He. 2:14-18, 4:15), el consejero debe mostrar empatía con el aconsejado
(Ro. 12:15) reflejando un genuino interés y deseo de ayudarlos (Fil 2:20; Hch. 20:31; 2 Co.
11:29-31). Esto es esencial para que el aconsejado permanezca en la consejería y se sienta
confiado de expresar sus problemas y preocupaciones. Es especialmente importante para
crear un ambiente amigable en el que el aconsejado se sienta en libertad de confesar sus
pecados en arrepentimiento sin sentirse enjuiciado y condenado (2 Co. 2:5-11).
2) Compartir la esperanza bíblica (Sal. 43:4-5, Ro. 15:4). Con frecuencia los
aconsejados buscan la consejería cuando ya los problemas que les agobian han avanzado
mucho y han perdido toda esperanza de que haya solución para ellos. Es la misión del
consejero, en especial en esta primera sesión, dejarles ver que Dios está obrando a través de
todas las circunstancias de nuestra vida para Su gloria y nuestro crecimiento en Cristo, esto
los animará a seguir buscando el favor de Dios para lidiar con sus problemas. Algunos
textos muy útiles para esto son 1Pe. 5:10; 1 Co. 10:13; 2 Ts. 2:16-17; He. 13:20-21; Ro.
8:28-29. En palabras de Jeremy Pierre y Reju Deepak en su libro El pastor y la
consejería:” La esperanza que ofrezcas no es decir que las cosas mejorarán en su
situación. Oramos para que esto sea así, pero sabemos que nuestro Señor Jesucristo usa
las tribulaciones para cumplir grandes cosas en la vida de aquellos que confían en él.”2
3) Reunir información relevante. La palabra de Dios nos advierte en Pr. 18:13 “Al
que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio.” Y ciertamente que uno de
los problemas principales que se dan en consejería es cuando el consejero está más presto
para hablar que para escuchar lo que el aconsejado tiene que decir sobre su problema,
violentando así la norma bíblica (Stg. 1:19). “Muchas veces, los cristianos quieren llegar
directamente a un territorio familiar al tener conversaciones con la gente en dificultades.
Ellos no entienden muy bien todo lo que está sucediendo, así que rápidamente se mueven a
porciones de las Escrituras que ellos sí entienden bien. El resultado es una fiel, pero no
muy pertinente aplicación de la Biblia. Debemos respetar los problemas que enfrentan las
personas al escucharlos detenidamente y tratar de comprenderlos.”3
4
que nos ayuden a comprender los detalles particulares de un problema dado. Un recurso
valioso para comenzar a recolectar información útil antes de la primera cita es la
implementación de un formulario de datos personales previo a la reunión.5
Conclusión.
5
IDP.pdf
6
Reju, Deepak; Pierre, Jeremy. El Pastor Y La Consejeria: (9Marks) The Pastor and Counseling (Spanish
Edition) (p. 78). 9Marks. Kindle Edition.
5
Espíritu y su Palabra. La diferencia, en gran medida, la hará cómo se conduzca y dirija el
consejero este primer encuentro con el aconsejado.
En este artículo hemos considerado algunos asuntos esenciales que, si son tomados en
cuenta, tendrán su efecto en el salón de consejería. Animamos a todo creyente que quiere
ser eficaz en este ministerio a seguir indagando y profundizando en el conocimiento de
estos principios de tal manera que pueda presentarse delante de Dios “…aprobado, como
obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Ti. 2:15).
Bibliografía
1. Reju, Deepak; Pierre, Jeremy. El Pastor Y La Consejería: (9Marks) The Pastor and
Counseling (Spanish Edition). 9Marks. Kindle Edition.
3. Jones, Robert D.; Kellen, Kristin L.; Green, Rob. The Gospel for Disordered Lives.
B&H Publishing Group. Kindle Edition. Teología de la consejería Bíblica, Heath
Lambert. Editorial Bautista Independiente.
4. Michael R. Emlet. Cross Talk: Where Life and Scripture Meet . New Growth Press.
Kindle Edition.
5. Tripp, Paul David. Instrumentos en las Manos del Redentor (Spanish Edition).
Publicaciones Faro de Gracia. Kindle Edition.
6. Jay E. Adams. The Christian Counselor's Manual (Jay Adams Library). Zondervan.
Kindle Edition.