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¿QUÉ ES LA CONSEJERÍA BÍBLICA?

para Theo Magazine, SEP/DIC 2019

El registro histórico de lo que somos aún como individuos regenerados por la obra del Espíritu de Dios se
compone de eventos y de cómo respondemos a tales eventos. Llegamos a ser la suma de lo que
enfrentamos en esta vida y de cómo reaccionamos a esas experiencias. Nuestra memoria y los efectos de
nuestras decisiones en el pasado dirigen el curso de nuestro presente, en vez de ser la Palabra de Dios la
responsable de hacerlo. Por tanto, muchos de nuestros problemas se deben a la ignorancia de cómo
responder bíblicamente en nuestra vida, y a cómo tornar nuestras adversidades en oportunidades de
crecimiento y madurez espiritual en Cristo.

Por tanto, la consejería bíblica es otorgarle a la Palabra de Dios la prioridad en toda necesidad de
respuesta a los conflictos humanos reconociendo su autoridad como guía práctica.

Muchos son lanzados de un lado a otro por las filosofías y


argumentos del mundo, pero nuestra batalla debe ser
someternos a la dirección del Espíritu de Dios para aplicar Su
sabiduría contenida en Su Palabra a los desafíos de esta vida.
Si no podemos hacer de la
La Biblia provee todas las respuestas necesarias para vivir Palabra de Dios nuestra
vidas victoriosas en medio de obstáculos, tentaciones,
pruebas y dificultades. guía práctica, debiéramos
Empero, es el pueblo de Dios mismo quien muchas veces
dejar de decir que ella es
carece de esta confianza en el poder restaurador de la Palabra nuestra guía de fe
revelada. Estamos tan acostumbrados al surgimiento de tantas
especializaciones médicas, conductuales, profesionales, que
no creemos que la Palabra de Dios sea el recurso autorizado y
suficiente para tratar las situaciones de nuestro corazón. De
hecho, si no podemos hacer de la Palabra de Dios nuestra
guía práctica, debiéramos entonces dejar de decir que ella es
nuestra guía de fe. Las Sagradas Escrituras es la Palabra revelada del que diseñó nuestro corazón, por
tanto no debemos menospreciar el valor y la efectividad de esa Palabra revelada al tratar cualquier
aspecto de nuestra vida, porque a fin de cuentas, el problema reside justo en nuestro corazón (Stg 4:1; Jer
17:9-10).

En adición a esto, las posturas que sugieren una relación inversamente proporcional entre la predicación
de sana doctrina y la consejería bíblica; donde se presupone que mientras más efectiva sea la predicación
desde el púlpito de la iglesia, menor será la necesidad de ministrar consejería bíblica particular, pudiera
constituirse en un argumento para relegar el ejercicio de la consejería a un segundo y tercer plano en el
ministerio. Las almas necesitan un sobreveedor, y los pastores estamos llamados a esta personalizada
tarea. Nuestra labor es cuidar de las almas (Heb 13:17).

AYUDANDO A LA GREY A HALLAR DESCANZO PARA SUS ALMAS


¿Cómo se cansa el alma? Existe una variedad de razones por las cuales nuestra alma puede llegar a
experimentar hastío o agonía hasta el cansancio. Estas razones constituyen en sí mismas cuestionamientos
inductivos que debemos saber manejar ante las personas a quienes el Señor nos permite ofrecer consejería
bíblica:
a. Una de las primeras razones que pudiéramos mencionar es el pecado, aunque no signifique que
absolutamente toda aflicción de nuestra alma proviene del pecado, pero el pecado es capaz de colocar
un gran peso en nuestro corazón cuando no somos capaces de entregarlo a Cristo en confesión y
apartarnos de él (Pro 28:13)
b. Cuando nos hace presos la angustia por las aflicciones de esta vida (Fil 4:6)
c. Cuando perdemos la esperanza en nuestros anhelos porque estos tardan (Pro 13:12).
d. Aun cuando sobreabunda lo material. Cuando vivimos una vida enfocada en lo material, en la
vanidad de esta vida, en la arrogancia, en la petulancia. En el desierto el pueblo pidió carne, y llegó
un momento en que se cansaron de las codornices que Dios les proveyó, porque en Su disciplina Dios
proveyó más de lo que ellos podían sostener (Num 11)

El discipulado es la disciplina que consiste en permanecer en Cristo. Si permanecemos en Su Palabra


seremos verdaderamente Sus discípulos; y conoceremos la verdad, y la verdad nos hará libres (Jua 8:31b,
32). Ese es el Jesús que predicamos. Él es el camino que debemos andar para encontrar descanso para
nuestras almas (Jer 6:16). Por esto debemos llevar al aconsejado a cambiar el enfoque en sí mismo y
hacer que torne sus ojos a Cristo. El falso-yo vive absorto en su ego, en su auto-compasión, en su auto-
defensa; y es a ese “yo” que tenemos que retornar a una experiencia con Su Creador que sea reveladora y
permanente. Efesios 2:12 nos brinda un perfil de la condición del falso-yo: sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

El verdadero-yo es aquel que entiende que Cristo pagó por todo el daño que pudo hacer y que pudo
recibir, toda mentira, toda violencia, todo adulterio, toda apatía, todo abandono… Cristo pagó la deuda
por todo ello, y proveyó los medios para manejar las tragedias de nuestra vida terrenal. No tenemos que
lidiar solos con estos efectos en nuestras vidas, pues con Él estamos juntamente crucificados, y ya no
debiéramos vivir nosotros, sino Cristo en nosotros. Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

EL CONSEJO BÍBLICO COMO OPORTUNIDAD PARA EVANGELIZAR


Una de las cosas graciosas en una persona que rechaza abiertamente el evangelio es verlo en medio de
una situación apremiante para su integridad física o su salud, tal como un terremoto, un fuerte huracán, un
riesgo elevado que atente contra su vida regularmente trae como consecuencia una humillación
coyuntural y momentánea ante la soberanía de Dios. Tal como Faraón sabía rendir su orgullo ante las
evidencias portentosas de la mano de Dios en su contra, para luego asumir nuevamente su orgullo y
necedad.

De la misma manera el hombre natural sabe venir en busca de Dios solo cuando tiene problemas y no ha
podido encontrar solución en ayudas “profesionales”. Y qué bueno que así sucede, porque cuando la
sabiduría del mundo ha fallado en retornar la paz y el sosiego a los corazones, ahí el Evangelio de Cristo
nos regala esa paz como nada ni nadie en el mundo puede dárnosla.

El consejo bíblico en el corazón del hombre natural está sujeto a las mismas limitaciones que lo están las
cosas que son del Espíritu. ¿Qué dice 1Cor 2:12 con respecto a las cosas que son del Espíritu, y que para
él son locura? No las puede percibir. Por tanto, es necesario que antes de pretender llevar solución con un
consejo bíblico a una persona, nos aseguremos que esa persona tiene una relación con Cristo, de manera
que pueda ser catalogado un hombre entendido de la realidad espiritual. No podemos pretender llevar
soluciones, debemos enfocarnos en llevar a Cristo y Su Palabra, que son la fuente de las soluciones. Es
necesario que depositemos fe en que haciendo esto podremos impactar la vida de cualquier persona que
necesite ayuda espiritual.

CONSEJOS PRACTICOS EN LA CONSEJERÍA BÍBLICA


El ministerio, y la cada vez mayor demanda de atención y cuidado a los grupos de la iglesia, impone una
carga no solo al pastor, sino al matrimonio pastoral. Se requiere una doble porción de sabiduría en el
Señor para poder administrarnos para Su gloria en este sentido. Es necesario que observemos algunas
pautas para la Consejería Bíblica:

- Pauta un tiempo particular para ofrecer consejería bíblica en la oficina pastoral o por medio de
la visitación. Visitar a un hermano/hermana que requiere consejería bíblica puede ser adecuado en
casos puntuales, pero lo más recomendable es pautar citas con el aconsejado en la oficina pastoral,
pues le permitirá fortalecer su sentido de compromiso con el cambio de enfoque en su vida, pero
debes pautar un tiempo para esto. Debes confeccionar un calendario para tu labor pastoral:
o Un calendario en el cual puedas identificar cuál tiempo dedicarás a tu devoción personal
(incluye oración y lectura de la Palabra de Dios)
o Cuál tiempo dedicarás a tu devoción familiar o con tu esposa (si no tienes hijos aún)
o Cuál tiempo dedicar a tu esposa y tu familia, en ese orden.
o Cuál tiempo dedicar a la preparación de los mensajes a predicar (incluye estudio de la Palabra
de Dios)
o Cuál tiempo dedicar a la Consejería Bíblica (incluye visitación)
- Establece la metodología para la Consejería Bíblica. Es necesario que cualquier metodología
incluya:
o Asignación de lectura de la Palabra de Dios al aconsejado, la cual leerán ambos durante el
tiempo que tome la Consejería.
o Asignación de registro escrito de evaluación personal de los textos asignados por parte del
aconsejado. Tú como consejero deberás tomar notas propias para cotejar con las conclusiones
del aconsejado.
o Asignación de memorización de versículos claves.
o Asignación de aplicación personal de los versículos en la vida diaria del aconsejado, y
registro del resultado inmediato y mediato que vayan experimentando.
- Establece normas de control para la Consejería
o Nunca ministres Consejería Bíblica a hermanas solas, ni en la oficina pastoral ni en tu casa.
Hazte siempre acompañar por tu esposa cuando vayas a visitar a una hermana, y nunca
recibas a una hermana si estas solo en tu oficina. Si no eres casado, hazte acompañar de algún
hermano o hermana de madurez espiritual de la iglesia.
o Siempre guarda la discrecionalidad de los casos de Consejería.
o No involucres a tu esposa en los casos de Consejería Bíblica de la iglesia. Ella no ha sido
llamada al ministerio pastoral, tú lo has sido. Imponer una carga del tipo que significa una
consejería a nuestras esposas hará de su experiencia como ayuda idónea del pastor una muy
difícil de sostener.
o Cuida tu matrimonio por encima de todo proceso de Consejería Bíblica. Perder nuestro
matrimonio por causa del ministerio, significa perder el ministerio por causa de nuestro
matrimonio.

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