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Universidad Alberto Hurtado.

Licenciatura en Teoría e Historia del Arte.


Historia Moderna.
Prof. Pablo Castro.
Antonia Pinto Castro.

PREGUNTA 1
Cuando hablamos de Renacimiento, desde una concepción universal, hablamos de renacer;
volver a nacer o revivir algo que estaba muerto u olvidado. En esta oportunidad, se
abordará el Renacimiento del S. XV – XVI que responde a un movimiento cultural, el cual
se manifiesta entre el marco temporal de la época de la Edad Media y la Edad Moderna. En
él se presencia un apogeo tanto cultural como social, incluyendo en aquello, al nuevo
hombre con un nuevo espíritu, esto debido al existente florecimiento en distintas disciplinas
del conocimiento. Previamente, en periodos anteriores existieron otros Renacimientos
como lo fue el Renacimiento Carolingio del S.VIII-IX donde se caracterizó por sus
reformas en diversos ámbitos socio-culturales mientras que, por otro lado, se encuentra el
Renacimiento del S.XII en el que surgen nuevas instituciones que fomentan y facilitan el
acceso al conocimiento.
Retomando el tema principal, se establece una relación entre el Renacimiento del S.XV –
XVI y el nuevo hombre, donde se manifiesta una nueva percepción sobre el individuo
como un ser racional que pasa a ser el centro de estudio. Se expresa un interés por recuperar
y mejorar la figura que se tiene del hombre, en esta ocasión, el sujeto se presenta como un
ser de libre albedrio, opulento en cuanto a diversos conocimientos y gozador de un nuevo
espíritu, es mediante aquello, que el hombre desde su libertad posee su propia elección y
decisión sobre las cosas, que concuerda con lo que sostiene Kant al mencionar que, es la
razón la que le otorga la libertad al sujeto. Otro factor que también mantiene relación con
esta nueva percepción del sujeto, es como se desarrolla la subjetividad y el propio punto de
vista, esto resulta ser mediante el juicio estético y la belleza, ya que, se valorará la
sensibilidad del individuo hacia el objeto a través de los sentidos. Es por ello, que se crea
una perspectiva que se relaciona con lo subjetivo, es decir, bajo la experiencia y el punto de
vista personal y especifico de cada individuo, que se manifiesta del espíritu humano que
esta impulsado por la razón y la inteligencia. Por ende, podemos sostener que el
humanismo busca educar y liberar al ser humano, lo que lo lleva a un aumento en la
importancia de la subjetividad.
Referente a lo anterior, el nuevo hombre se encuentra influenciado por el interés del
restablecimiento de la antigüedad clásica, pero con una renovación en cuando a los aspectos
socio-culturales. Es decir, se pretende construir nuevos conocimientos fundamentados en
los ideales de la antigüedad, como una forma de recuperar ciertos aspectos del mundo
clásico. Esto es posible observarlo en la utilización de los textos clásicos, donde los
humanistas son quienes los trabajan traduciéndolos y buscando una referencia en cuanto a
los conocimientos de diversas materias; historia, filosofía moral, disciplinas científicas,
entre otras. De esta forma, era posible que los humanistas analizaran los textos de manera
critica para poder mejorarlos, mediante aquello, se retoman las lecturas de renombrados
escritores de la herencia clásica, algunos como; Hesíodo, Homero y Virgilio. Con la labor
de los humanistas es posible establecer una relación con el Homo Universalis, dicho este,
como un individuo de espíritu nuevo, con superioridad respecto a los conocimientos
adquiridos y dominados, basados en la razón e ideales de la antigüedad. Aquello se
reflejaba principalmente en filósofos, quienes aparte de pensadores, tenían la capacidad de
ser políticos, lo que les da ese carácter universal, dado que, la cognición del sujeto era
considerado como una necesidad que, dicho con anterioridad, otorgaba cierta libertad, es
entonces que los humanistas eran considerados como eruditos.
Al mismo tiempo, el individuo renacentista comienza a experimentar nuevas vivencias con
su exterior, con una intencionalidad de redescubrimiento del mundo e interés en conocer
lugares nuevos, donde se presenta una nueva percepción sensible sobre la naturaleza. Es
aquí, que se produce un vinculo directo entre el paisaje y la experiencia espiritual donde
florecen sentimientos producto de la belleza de los paisajes y el placer de admirar
localidades desconocidas, aquello es lo que permite el goce espiritual. De igual modo, bajo
esta apreciación de experiencia estética del paisaje, es que nace una noción sobre lo bello y
lo perfecto que influencia e incentiva al goce del paisaje acompañado de una labor
intelectual, posibilitando así, viajes de descubrimientos. Pues, los humanistas consideran el
viaje como un ideal de sabiduría y conocimientos, producto de esta concepción muchos de
los viajeros y escritores comienzan a describir tanto sus experiencias como lo que esta al
alcance de su visión. Estas descripciones las realizan de un modo literario, ya sean escritos
en forma de diario o epístolas, un caso en particular que se destaca, es la carta escrita por
Petrarca sobre su viaje al Monte Ventoso, en la cual describe la preparación previa del
viaje, el camino hacia la cúspide y lo que contempla en el viaje de regreso. Principalmente
cuenta su propia experiencia de manera subjetiva sobre la relación que se establece entre la
belleza de la naturaleza y cuerpo-alma como una acción complaciente, dado que, se concibe
la naturaleza como un espacio de liberación apartado de lo mundano, para lograr el
encuentro de la naturaleza y el yo.
El acercamiento que se puede tener sobre el humanismo, responde a un tipo de movimiento
intelectual que se centra en estudios de la naturaleza humana, por ende, es posible
relacionarlo con conceptos como humanista y humanidades que, entre sí, el humanista
resulta ser quien domina las humanidades, en consecuencia de aquello, surge esta
concepción de Studia Humanitatis respondiendo a los estudios de diversas disciplinas del
quadrivium como; gramática, poesía, historia y filosofía, enfatizando en los valores
culturales que se presentaban en los conocimientos de las artes liberales, clasificando estos
entendimientos como la base del desarrollo moral del hombre, un claro ejemplo de aquello
es el siguiente; “Dado que el aprender es la característica del hombre y que la persona culta
es más humana que el ignorante, los antiguos apropiadamente se refirieron al saber cómo
humanitas”1. En la presente cita, si bien, se plantea la diferenciación que provoca el
conocimiento entre una persona culta y una persona ignorante, a su vez, también clasifica
que la persona culta es más humana, a lo que refiere, que siendo consciente y teniendo
conocimiento de su entorno resulta ser más racional, por lo que, es superior que una
persona inculta.

1
Peter Burke, El Renacimiento Europeo (Barcelona: Critica, 2000), 34.
Dentro del humanismo existen ciertos factores que lo caracterizan, uno de aquellos es el
uso del lenguaje e idioma como el latín y el griego, que a través de las traducciones
realizadas por los humanistas los textos podían ser difundidos en más de un idioma. Por
otro lado, los individuos comienzan a adquirir una actitud más critica en su día a día y
frente a los textos de estudios, se analizan con más profundidad y de manera racional, ir
más allá de solo una lectura, para así trabajar las capacidades y virtudes que posee el
hombre al solo hecho de pensar, con aquello, se busca una renovación en los programas
educativos de los intelectuales renacentistas, como también, una nueva percepción del
mundo y de los valores del hombre. Un acontecimiento relevante para el Renacimiento,
resulta ser el surgimiento de la Imprenta en 1450 con Johannes Gutenberg, con la cual se
logra una mayor difusión del humanismo que, a su vez, también es considerada como una
revolución en la comunicación, puesto que, permite la divulgación de escritos, libros y
documentos de la época con mayor rapidez, debido a lo anterior la transmisión del
conocimiento se encuentra en su mayor apogeo.
Durante el periodo del renacimiento surge un concepto denominado como Dignitas
Hominis, que responde según su traducción como Dignidad del Hombre. Respecto a esto,
es posible destacar el texto de Pico della Mirandola llamado “Oratio de dignitate hominis”
el cual reflexiona desde la idea del hombre como el centro de la problematización. En la
edad media se ubica esta clasificación mal vista sobre las crisis, enfermedades, oscuridad y
decadencia, por lo que, es representada con cierta negatividad y denominada como Miseria
Hominis. Lo que busca el hombre del renacimiento es desprenderse de esta miseria
humana, es por esto que Dignitas Hominis se vuelve el centro de las miradas, como un
objetivo para alcanzar y es lo que sostiene Pico della Mirandola sobre el nuevo hombre, que
goce de libre albedrio, capacidad de pensar y razonar, toma de autonomía y consciencia.
Oriente cumple un rol importante y fundamental para el desarrollo del Renacimiento, como
bien menciona Brotton sobre la creación de Europa producto de la interacción entre Oriente
y Occidente, inclinándose por los intereses artísticos y culturales de Oriente. Es de saber
que los países de Oriente eran superiores en varios ámbitos a diferencia de la Europa del
renacimiento como; valiosas mercancías hasta conocimientos técnicos, científicos y
artísticos

4) El humanismo y las relaciones con oriente


- Importancia del Oriente en el desarrollo del renacimiento. Relación con el comercio y las
embajadas diplomáticas con Oriente
- Examinar como se establece una recepción de elementos orientales
PREGUNTA 2
Primeramente, es importante comprender el contexto en el que tuvo lugar la expansión
ultramarina en el siglo XV, durante el Renacimiento. Durante este período histórico, los
hombres deseaban explorar más allá de sus horizontes, y como resultado de los cambios
sociales, políticos y económicos significativos que ocurrieron, surgieron nuevas
transformaciones. Europa lideró este fenómeno histórico al impulsar el proceso de
descubrimiento y buscar nuevas rutas comerciales fuera de su territorio. La consolidación
del estado moderno permitió invertir en exploración y viajes comerciales. Las Cruzadas
pueden considerarse un antecedente de los viajes a Tierra Santa. En la Edad Media, el viaje
también tenía un componente religioso y se buscaba el descubrimiento de riquezas, botines
y la obtención de gloria, lo que más tarde se convirtió en uno de los principales motivos
para la navegación y la apertura de nuevas rutas.
Los conflictos preexistentes entre el mundo ibérico y los musulmanes contribuyeron a la
necesidad de explorar nuevas rutas comerciales. La clausura de la ruta comercial por parte
de los árabes dificultó el intercambio de recursos con los mercados orientales. Como
resultado, Portugal y España se aventuraron a buscar nuevos caminos para llegar a estos
mercados y al mismo tiempo debilitar el poder islámico. En este contexto, ciertos factores
clave explican este proceso de apertura. Por un lado, se desarrollaron nuevos avances
tecnológicos que facilitaron los viajes a destinos desconocidos mediante la implementación
de nuevas tecnologías para la orientación. Esto requirió un respaldo por parte del estado, ya
que se entendía que estos viajes tendrían una finalidad política territorial y comercial. Los
instrumentos utilizados por los navegantes fueron fundamentales para comprender el
proceso de navegación.
Para llevar a cabo los viajes de exploración que duraban varios meses o incluso años, no era
suficiente contar solo con recursos económicos, sino que también era crucial tener
habilidades y organización para llevar a cabo los viajes con éxito. Tanto las habilidades
técnicas como los conocimientos teóricos eran importantes para el éxito de los viajes, en
particular los estudios geográficos y astronómicos resultaron fundamentales en la historia
de la expansión. El éxito de los portugueses en su expansión se debió en parte al desarrollo
de nuevas técnicas, como el uso de cartas, lo que les permitió entender el espacio costero y
determinar su latitud para lograr expediciones exitosas hacia el noroeste y sur de África,
obteniendo nuevas rutas para el intercambio comercial y la exploración. Además, el
astrolabio, el cuadrante y la brújula fueron instrumentos útiles en la observación del mar,
proporcionando mayor precisión y facilidad en la navegación.
La presencia y enseñanza de la astronomía árabe fue fundamental para el desarrollo de la
navegación guiada por los astros, en especial la estrella polar que permitía mantener una
posición clara y no perder de vista la tierra. Además, la mejora en las embarcaciones, como
la vela latina y los barcos de carabela, resultó crucial para las navegaciones profundas y las
futuras batallas. La toma de Ceuta por los portugueses proporcionó un mayor conocimiento
del continente africano y la oportunidad de obtener recursos y especies valiosas, como el
marfil y el oro, que establecieron nuevos y lucrativos comercios. La obtención de recursos
se hacía imprescindible debido a la deficiencia en la agricultura europea, por lo que la
adquisición de productos como la sal, el jengibre y el clavo de olor resultaba de gran
importancia.
Luego se estableció el tratado de paz entre España y Portugal, el cual confirmó el
monopolio del comercio, colonización y exploración de la costa occidental africana, así
como la posesión de todas las islas del Atlántico. El deseo de aventura y ambición del
hombre se asocia a los héroes y caballeros medievales, quienes buscaban no solo
expandirse sino también explorar y enriquecerse. Uno de los personajes más importantes
fue Cristóbal Colón (1436-1506), un explorador y navegante conocido por lo que se podría
considerar el "descubrimiento" de un nuevo mundo, lo que vinculó al continente americano
con el europeo. Aunque Colón buscó financiamiento en la corte de Portugal, fue rechazado,
y solo logró obtener apoyo de Castilla. En 1492, llegó a nuevas tierras, pero no eran las
regiones orientales que buscaba; entre las primeras islas que llegó nombró "San Salvador".
Esto podría interpretarse como una manifestación imperialista europea. Con esto
establecido, surge la pregunta de cómo se desarrolló la interacción entre los europeos y los
nativos del continente americano.
Inicialmente, Cristóbal Colón se mostró sorprendido al interactuar con los indígenas de
América. Admiró la naturaleza de estos hombres, su desnudez y su amabilidad, pero con el
tiempo se produjeron conflictos y comenzó a verlos como enemigos. Según el relato de Las
Casas, los indígenas no compartían la misma visión de los españoles sobre el valor del oro
y no tenían una concepción de comercio. Colón los veía como hombres que necesitaban de
él, de un hombre civilizado y cristiano. La evangelización fue uno de los motivos para
emprender el viaje, pero también aprovechó la oportunidad para controlar esclavos y
saquear recursos naturales. Además, se nombraron distintas islas y regiones, y la
comunicación con los indígenas se interpretó a su conveniencia, lo que contribuyó a la
concepción de un territorio conquistado.
En resumen, los viajes de Colón y sus informes sobre su viaje por América Central son
útiles para la reconstrucción etnográfica de la época y para entender la diversidad de
pueblos y culturas (como los Tainos, Mayas, Aztecas, etc.). Sin embargo, este proceso
también implicó una violenta supresión de las tradiciones y creencias de los nativos.
Además, en Europa, el descubrimiento de América significó un cambio en el eje comercial
de la región, pasando del Mediterráneo al Océano Atlántico. A pesar de que Colón creía
haber llegado a las Indias Orientales, quedó maravillado por las grandes riquezas que
encontró, lo que lo llevó a emprender un segundo y tercer viaje con objetivos más
definidos.
En resumen, el período de exploración iniciado por Colón fue el comienzo de un proceso de
globalización que transformó completamente la política, la economía y la cultura, y llevó a
la integración de todo el mundo. Este proceso expandió la imagen del mundo y cambió la
percepción del espacio, los mapas y la tierra, lo que fue fundamental para comprender una
nueva concepción del mundo

BIBLIOGRAFIA
BURKE, Peter. El Renacimiento Europeo. Barcelona: Critica, 2000.
BURCKHARDT, Jacob. Cap.2, “Desarrollo del individuo”; Cap. 3, “El resurgir de la
Antigüedad”; y Cap.4, “Descubrimiento del hombre y del mundo”. En La cultura del
Renacimiento en Italia. México: Porrúa, 1984.
CLARK, George. “La imprenta”. En La Europa Moderna: 1450-1720. Santiago: Fondo de
Cultura Económica, 1994.
BROTTON, Jerry. “Un renacimiento global”. En El bazar del Renacimiento. Sobre la
influencia de Oriente en la cultura occidental. Barcelona: Paidós, 2003.
PARRY, J. H. Europa y la expansión del mundo. México: Fondo de Cultura Económica,
1968.
TODOROV, Tzvetan, “Viajeros e indígenas”. En Eugenio Garín, El hombre del
Renacimiento. Madrid: Alianza, 1999.

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