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HUMANISMO Y RENACIMIENTO EN EL SIGLO XV Y XVI1

Por: Daniel Andrés López Zambrano


Programa: Historia
Primer semestre

El objetivo del presente trabajo consiste en hacer una breve reflexión sobre el aporte
y los insumos artísticos y filosóficos que el Humanismo proporcionó a la epistemología
moderna. Para ello, se ha tenido en cuenta algunos factores históricos, con la finalidad de
brindarle rigurosidad a la presentación y argumentación del tema en cuestión.

En primer lugar, se podría decir que el Humanismo fue una corriente artística,
filosófica, científica, religiosa y política que surgió a mediados siglo XV y XVI en Europa
(67)2. También se podría resaltar que su gestación tuvo su principal momento en Italia a
partir del trabajo intelectual y cultural de autores emblemáticos tales como el poeta Petrarca
y G. Bocaccio en el siglo XIV. En cuanto a Petrarca, fue uno de los primeros poetas
renacentistas que se preocupó por construir una biblioteca personal, en la cual compiló un
amplio conocimiento sobre la literatura, la historia, la filosofía y el derecho romano. Cabe
agregar que muchos de los libros de su biblioteca que reunían la sabiduría ancestral de los
clásicos grecolatinos los transcribió con su propia pluma, convirtiéndose −si se permite el
término− en uno de los primero editores críticos de textos antiguos. Entre otras cosas, uno
de los principales redescubrimientos del mundo antiguo fue la filosofía de Platón, que fue
traducido por el humanista L. Bruni.

Lo anterior es para indicar la preocupación intelectual y cultural que tenían este


conjunto de hombres egregios para transformar, a partir del arte y la ciencia, la época y las
sociedades que habitaban. En este sentido, el flujo y la transmisión de conocimientos se
incrementó a través de las rutas mercantiles que a travesaron la mayor parte del territorio
europeo; por lo demás, el comercio de libros ya empezaba a tomar cuerpo y a convertirse

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El título corresponde a la lectura del segundo capítulo “Revolución espiritual” del libro Historia moderna
(1980), de M. Bennassar, J. Jacquart, F. Lebrun, M. Denis y N. Blayau; y, en segunda instancia, al análisis de
la presentación en formato vídeo de Humanismo y Renacimiento, de Fernández Luiña.
2
M. Bennassar, J. Jacquart, F. Lebrun, M. Denis y N. Blayau. (1980). Historia moderna: “Revolución
espiritual”. Ediciones Akal. S. A.

1
en una empresa rentable en el mundo aristocrático, y esto es un dato importante para el
ámbito cultural y comercial de occidente.

Por otro lado, hay que recordar que el Humanismo es producto de una combinación
compleja entre el mundo grecolatino y el mundo medieval judeocristiano. Por ejemplo, de
la cultura griega se adopta la noción de racionalidad, excelencia y libertad; de la cultural
medieval una inclinación por el cultivo del espíritu individual, pero no desde un modo
sagrado, sino secular y alegórico. En otras palabras, hay, pues, una racionalización del
espíritu moderno, de la moral y la ética del hombre. Como consecuencia, el mundo se
desacraliza y la lógica instrumental pasa a tomar un principio ordenador y regulador de lo
real y la naturaleza. El hombre empieza hacer el centro del mundo. Por otra parte, en el
Renacimiento hay, desde luego, un renacer del hombre occidental, ¿un renacer en qué
sentido? En el sentido de los valores aristocráticos de la cultura griega, hay una apropiación
de la filosofía aristotélica y de la literatura 3 clásica helenística y profana que fue excluida
por la escolástica del medioevo para la producción epistémica y artística: “filosofía y
ciencia se basan esencialmente en Aristóteles. De él se hereda una lógica y un modo de
razonamiento, una concepción del conocimiento y un corpus científico” (68).

Esto tuvo una consecuencia de índole espiritual para el individuo letrado del
renacimiento, cuya espiritualidad fue absorbida por la razón empírica y la objetivación del
hombre y del conocimiento. Se podría decir que este exceso de racionalidad fue una de las
contrapartes o crisis del Humanismo renacentista que se pueden evidenciar a simple vista.

No obstante, esta reflexión se basa en los aspectos artísticos y filosóficos que


contribuyeron al arte y a la filosofía posterior a la época humanística, ya sea para asimilarla
o interpelarla.

¿Cuál fue la mayor contribución del Humanismo al arte? Se podría decir que el uso
de la técnica fue el gran aporte de esta corriente a este campo, especialmente, en las artes
plásticas y en la arquitectura donde hubo una mayor innovación a partir de una técnica
experimental y mimética de la naturaleza humana. Existe en los artistas humanistas, como
el caso de Leonardo da Vinci, una idolatría por la técnica, una inclinación por el método
3
Aunque el concepto “literatura” es propuesto en el siglo XVIII por los románticos idealistas del círculo de
Iena, aquí se utiliza para designar los textos de carácter artístico y estético; es decir, antes de esta época se
utilizó el concepto de “poesía” para referirse al conjunto de obras artísticas.

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científico para elaborar objetos artísticos y modelos de pensamiento. Este aspecto metódico
sobresaliente del Renacimiento es tenido en cuenta por los autores del libro Historias
modernas y por Fernández Luiña en la revisión histórica e intelectual que hace del
movimiento humanista. Por otro lado, dentro del marco del arte renacentista se pueden
destacar autores como el ya mencionado da Vinci, F. Rabelais, A. Poliziano, M, Montaigne,
entre otros ilustres.

En cuanto a la filosofía, hay un retorno a la filosofía aristotélica que se interesa por


estudiar, reflexionar e interrogar la naturaleza humana a partir de la sistematización de la
conducta humana. En efecto, se conceptualiza la conducta del hombre y se interpela a este a
través de las dinámicas del lenguaje. Como se mencionó arriba, hay una preocupación
antropocéntrica de la filosofía, una intención de exaltar la condición humana por encima de
los demás seres de la Tierra, y entronizarlo como un Dios efímero y contradictorio.

Entre estos presupuestos filosóficos se destaca la Utopía (1516), de Tomás Moro, la


filosofía de Erasmo de Róterdam con su obra Elogio a la locura (1511), la filosofía de
Nicolás Maquiavelo con la obra El Príncipe (1513), y el método científico propuesto por
Francis Bacon. Esto por mencionar algunos de los filósofos más emblemáticos que
contribuyeron en la producción de conocimiento y de sentido.

A modo de corolario, se podría decir que la corriente humanística fue prolifera en


muchos aspectos vinculados al conocimiento que se desarrolló en dicha época renacentista.
El arte y la filosofía supieron interpretar y asimilar los textos de la filosofía y la cultura
grecolatina. En cuanto a la religión, surgió una forma secular de entender el mundo
espiritual y metafísico del hombre; es decir, el mundo de lo sensible e ininteligible. En
suma, siempre resultará ser una aventura apasionante ahondar las aguas turbulentas y
complejas de este movimiento importante en la historia de la humanidad.

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