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Historia de la filosofía

Te explicamos todo sobre la historia de la filosofía, sus etapas y sus corrientes


principales. Además, los filósofos más importantes y más.

La filosofía es una disciplina amplia, compleja y cambiante originada en la antigua


Grecia.
La filosofía como la conocemos, entendida como filosofía occidental, tiene sus
orígenes en la antigua Grecia. Al ser una disciplina amplia, compleja y cambiante,
una manera de comprenderla es a través de su historia, que está dividida en
distintos períodos.

Quienes estudian la historia de la filosofía muchas veces discrepan sobre el


comienzo o final de cada período, pero, a grandes rasgos, todos coinciden en la
división general de cuatro grandes bloques: filosofía antigua, filosofía medieval,
filosofía moderna y filosofía contemporánea.

Esta es la periodización clásica de la filosofía que comprende unos dos mil años,
desde sus orígenes y su desarrollo hasta la actualidad.

 Ver además: Etimología de “Filosofía”


Filosofía antigua

Desde Tales de Mileto, alrededor del año 600 a. C., hasta los neoplatónicos del siglo
VI d. C., el pueblo griego y otras civilizaciones mediterráneas ejercieron la filosofía
como una forma de conocimiento y también como un estilo de vida.

Se considera que los primeros filósofos fueron los llamados “presocráticos”,


por haber vivido y pensado antes de Sócrates. Se los conoce por haber dado el
paso del mito al logos (el pensamiento racional), ya que buscaron explicaciones
racionales, basadas en sus observaciones de la naturaleza, del origen de todo lo
que es. Entre ellos encontramos a Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxíemenes,
Jenófanes, Heráclito, Pitágoras, Parménides, Zenón, Anaxágoras, Empédocles y
Demócrito.

A los presocráticos sigue lo que se conoce como el período clásico griego.


Este comienza con Sócrates, contemporáneo al grupo de los sofistas (maestros de
la retórica), que fue maestro de Platón, quien a su vez enseñó a Aristóteles. Tanto
Sócrates como Platón y Aristóteles son considerados los filósofos más importantes
de la antigüedad y se los conoce como los “socráticos mayores”. Todos sus trabajos
siguen siendo objeto de estudio y discusión en la actualidad.
El período helenístico sucedió a los socráticos mayores. Este período va desde
la muerte de Alejandro Magno a la invasión de Macedonia por parte de los romanos.
En esta época convivieron las escuelas de Sócrates y de Platón, que fueron
continuadas por muchos de sus discípulos.

La filosofía antigua llega a su fin con el desarrollo de los pensadores de la


Antigüedad tardía: los epicúreos, los estoicos, los escépticos y, luego, los
neoplatónicos. El neoplatonismo es objeto de discusión entre distintos historiadores
de la filosofía, ya que puede ser pensado como una escuela de transición entre la
Antigüedad y el mundo medieval.

Filosofía medieval

La filosofía medieval se dio entre los siglos V y el VI, con la caída del Imperio
Romano en el 476, y VI d. C., con el surgimiento del Renacimiento. Su principal
característica es la inclusión de las ideas clásicas a los dogmas de las
grandes religiones monoteístas (el cristianismo, el judaísmo y el islam).

Este intento de conciliación entre filosofía y religión se desarrolló por un periodo de


casi mil años. Tras la aparición de Jesús de Nazaret, en el siglo I, y la posterior
evangelización del mundo occidental por sus discípulos, el cristianismo se volvió
la religión oficial del Imperio romano. Esto significó que la filosofía se vio forzada
a un segundo plano respecto de la teología: las herramientas filosóficas estaban a
disposición de las inquietudes teológicas y religiosas.

Los primeros siglos fueron escenario de los esfuerzos realizados por los padres de
la Iglesia, a cuya doctrina se llamó “patrística”. El más famoso de ellos fue Agustín
de Hipona (354-430), mejor conocido como San Agustín. Agustín incorporó
muchas de las ideas esbozadas por los neoplatónicos, quienes trajeron al
Imperio Romano las obras salvadas de Platón.

El trabajo de Aristóteles, por su parte, era todavía desconocido para la mayoría del
mundo occidental. Quienes llegaron a leerlo lo hicieron por medio de las
traducciones al latín de Boecio (477-524), quien tradujo Categorías, de Aristóteles,
e Isagoge, que es el comentario de Porfirio a Categorías.

Tras el decreto de 787 de Carlomagno, que estableció escuelas en todos los


monasterios de su imperio, apareció en el mundo medieval lo que se conoce
como “escolástica”. El mayor representante de este período fue Juan Scoto
Eriúgena (815-877), quien tradujo el trabajo de Pseudo-Dionisio.

La escolástica, que vio su apogeo entre los siglos XIII y XIV, surgió de manera oficial
luego de Eriúgena, con el trabajo de Anselmo de Canterbury (1033-1109). San
Anselmo es conocido por haber escrito el primer argumento
ontológico (basado en el ser) para probar la existencia de Dios.

En el apogeo de la escolástica se establecieron las principales universidades


europeas en las grandes ciudades. También se fundaron las órdenes de los
franciscanos y los dominicanos. De estas órdenes religiosas surge la figura de
Tomás de Aquino (1225-1274), conocido como Santo Tomás. Santo Tomás fue el
mayor conciliador entre la doctrina cristiana y la racionalidad griega, y dio origen a
lo que hoy se conoce como “filosofía católica”.

Filosofía renacentista
La filosofía renacentista o del Renacimiento es aquella que se desarrolló entre los
siglos XV y XVI. Durante este periodo se trabajó con mayor énfasis en las
problemáticas que conciernen a la filosofía natural, el humanismo y la filosofía
política.

Sus principales pensadores fueron Nicolás Maquiavelo, Erasmo de Róterdam,


Tomás Moro, Michel de Montaigne, Giordano Bruno, Nicolás de Cusa y Francisco
Suárez, entre otros.

A este período se lo considera de transición por ubicarse entre la Edad


Media y la Edad Moderna. Estos períodos tuvieron no solo una mayor extensión
en el tiempo, sino también una mayor radicalidad respecto a las problemáticas
tratadas y la forma en que se las trabajó.

Filosofía moderna

La filosofía moderna se caracterizó por ser un período en el que sus pensadores


trabajaron de manera autónoma respecto a los poderes políticos y religiosos.
Figuras como Hume o Descartes buscaron dar respuesta a muchas inquietudes
separándose de los criterios científicos y filosóficos de la mayor parte de la Iglesia.

El pensamiento moderno se desarrolló entre los siglos XVII y XX. Aun cuando
hay algunas disputas al respecto, se considera de manera casi unánime que la
filosofía moderna comienza con el pensamiento de René Descartes (1596-1650),
padre de la modernidad y del racionalismo, una de las principales corrientes
modernas de pensamiento. En esta corriente encontramos también a filósofos de la
talla de Baruch Spinoza y Gottfried Leibniz, entre otros.

Al racionalismo se opuso la corriente británica del empirismo. Sus principales


figuras fueron John Locke, David Hume y George Berkeley (aunque a este último a
veces se lo considera también racionalista). A diferencia del racionalismo, que
abogaba por una explicación racional del mundo, el empirismo explicó la realidad a
partir de los sentidos y las sensaciones que obtenemos a partir del encuentro con
los objetos.
Ambas corrientes, más allá de sus diferencias, se caracterizaron por tratar de
encontrar un criterio de verdad distinto al teológico, que era dado por revelación
divina o el dictamen de las autoridades de la Iglesia. Las dos escuelas fueron
contemporáneas a pensadores cuyo pensamiento a veces es difícil de clasificar,
como Thomas Hobbes o Jean-Jacques Rousseau.

Filosofía del siglo XIX


La filosofía del siglo XIX, al igual que la del Renacimiento, es difícil de clasificar. Con
ella aparece el pensamiento de Immanuel Kant, quien reconcilió al racionalismo
con el empirismo, y también el pensamiento de Georg Wilhelm Friedrich Hegel,
padre del idealismo alemán.

Tanto los trabajos de Kant como los de Hegel revolucionaron de manera absoluta
la forma en que se hacía filosofía. La Crítica de la razón pura, de Kant,
y Fenomenología del espíritu, de Hegel, son obras que al día de hoy se estudian de
manera exhaustiva, y se encuentra en ellas nuevas formas de pensar no solo cómo
conocemos la realidad, sino lo que ella es en sí misma.

El siglo XIX también dio luz a los trabajos de filósofos como Fichte y Schelling,
idealistas alemanes, o Arthur Schopenhauer, pensador radical que promulgó la idea
del mundo como un juego inútil de imágenes y deseos. También encontramos en
este período a Friedrich Engels, Karl Marx, John Stuart Mill, Kierkegaard y Edmund
Husserl, entre otros.

El siglo XIX, prolífico en pensadores e ideas propias y revolucionarias en más de un


sentido, fue también el siglo en el que vivió, pensó y escribió Friedrich Nietzsche. La
figura de Nietzsche, desde su aparición, es sumamente controversial, y ha
logrado dividir a la filosofía en grandes grupos según se fuera su detractor o
defensor.

Generalmente se considera que Nietzsche es quien da inicio al pensamiento


contemporáneo: después de él ya no se puede hablar de totalidades o
fundamentos de la realidad (y esto es lo que caracteriza a la filosofía
postnietzscheana y contemporánea).
Filosofía contemporánea

La filosofía contemporánea tuvo su inicio en el siglo XX y continúa hasta el día


de hoy. Por esta razón, y por ser un pensamiento vivo y en desarrollo, es difícil
trazar sus límites o características propias. Sin embargo, hay algunos elementos
posibles de mencionar.

El siglo XX fue el escenario donde surgieron las tradiciones filosóficas más


significativas de la filosofía contemporánea: la filosofía analítica y la
continental. La primera se desarrolló principalmente en el mundo anglosajón,
mientras que la segunda se dio en la Europa continental. Ambas corrientes fueron
contemporáneas al surgimiento del positivismo lógico, la fenomenología, al
existencialismo, el postestructuralismo y el materialismo filosófico.

Todas estas corrientes fueron partícipes de lo que se conoce como el “giro


lingüístico”, que consistió en una importante discusión respecto a la relación entre
el lenguaje y la filosofía. A su vez, este giro se dio en paralelo a la publicación de
los trabajos de Martin Heidegger, en la tradición continental, y Ludwig Wittgenstein,
a quien se ubica del lado de la tradición analítica. La figura de Heidegger generó
muchísimas polémicas en el mundo filosófico por su aparente y sospechada
adhesión al nacismo hitleriano de la Alemania de la Segunda Guerra.
Entre los filósofos más conocidos de la filosofía contemporánea, además de a
Heidegger y Wittgenstein, encontramos a Bertrand Russel, Karl Popper, Michel
Foucault, Jacques Derrida, Jean Baudrillard, Gilles Deleuze, Felix Guattari, Jean-
Francois Lyotard, Paul Preciado, Donna Haraway, Judith Butler, Hans-Georg
Gadamer, Simone De Beauvoir, Jean Paul Sartre y Giorgio Agamben, entre otros.

Fuente: https://humanidades.com/historia-de-la-filosofia/#ixzz7yUU6Hsl1

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