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Tema: La Utopía de crear Sociedades Ecológica en el Capitalismo Imperante.

¿Qué es utopía? El término Utopía fue desarrollado por primera vez en la obra

así titulada de Thomas Moro. En dicha obra, el concepto hacia referencia a un

lugar, una isla en la que se presuponía un sistema social y un gobierno ideales.

Francisco de Quevedo es el que traduce el término como lugar que no existe ni

puede existir.

Casi 400 años después la humanidad sigue soñando con la creación o, incluso,

con la aparición espontanea de una sociedad y una forma de gobierno ideales,

que logre revertir todos los estragos naturales y sociales que la “mala

organización” ha dejado a su paso hasta nuestros días, estragos que atentan

principalmente contra la propia permanencia existencial del ser humano como

especie. Sin embargo, en esta investigación hemos acuñado el término Utopía

como aquel lugar que justamente no existe ni puede existir bajo el dominio,

prácticamente generalizado en todo el mundo, del modo de producción capitalista.

Actualmente el sueño de una sociedad ideal pasa por la necesidad de erradicar

principalmente el daño que se le ha causado al planeta durante los años que bajo

el desarrollo del capitalismo se le ha causado al planeta. El modo de producción

basado en la sobre-explotación de los recursos naturales renovables y no

renovables ha generado grandes cantidades de productos de consumo

convertidos en desechos que contaminan el aire, los suelos, los océanos, los ríos

y lagos, y tanto un proceso como el otro, han traído consecuencias que hoy en día

atentan contra las condiciones necesarias para poder salvaguardar la


biodiversidad que constituye al planeta y los ciclos naturales que permiten la

propia existencia genérica del ser humano.

Bajo estas condiciones sociales, han surgido en los últimos años varias y múltiples

posturas que apuestan por la creación de una sociedad o un conjunto de

sociedades (naciones) ecológicas. La mayoría de dichas posturas no miran o no

señalan la necesidad de cambiar de modo de producción, sino de hacer este

mismo modo de producciòn menos agresivo con la naturaleza y sus recursos,

quedando así las políticas públicas y/o los movimientos ecologistas en un conjunto

acumulativo de buenas intenciones que no logran parar y mucho menos regular al

monstro de la sobre explotación. En resumidas cuentas, partimos del presupuesto

de que la naturaleza de estos “esfuerzos” hace cada vez más quimérico el sueño

de conocer una sociedad humana con una verdadera conciencia y prácticas

ecológicas.

¿Qué es una sociedad ecológica?

En los últimos 50 años el hacer humano ha modificado estratosféricamente el

curso de los ciclos de la vida, más que ninguna otra especie que haya existido en

la historia de la tierra, y más que en ninguna otra etapa de su existencia como ser

humano. Éstas transformación que el mismo ha provocado, afectan el curso de su

mismo desarrollo como humanidad y, a su vez, imposibilita la existencia de

múltiples especies, formas de vida y ecosistemas enteros. Ante estos hechos la

Ecología ha surgido como una necesidad teórica de comprender cuál es la

relación entre los seres vivos y la relación que a su vez estos mantienen con su

medio ambiente. Como necesidad práctica han surgido movimiento social


ecologistas y o posturas éticas ecologistas que buscan reconciliar la relación del

ser humano con la naturaleza que le rodea.

En la situación ambiental actual, surge la necesidad de crear sociedades

ecológicas, es decir, sociedades humanas que comprendan su relación simbiótica

con los conjuntos de seres vivos y con su medio ambiente en general. Y a partir

de esa plena conciencia biosistémica, planifique y desarrolle su hacer productivo,

económico y social.

¿Qué es el modo de producciòn capitalista?

Las distintas épocas históricas de la producción humana, poseen rasgos

comunes entre sí. El más esencial de todos ellos, es que la producción de los

elementos para el sustento de la vida humana; vestimenta, alimentación, vivienda,

conocimiento, etc.; es indudablemente social. Por tanto, un modo de producciòn

humano, es un modo de producciòn necesariamente social, y presupone una

relación entre todos los individuos que componen una sociedad.

Este modo de producción, ha exacerbado a su máxima expresión las formas de

explotación del hombre por el hombre que tienen como único fin saciar el apetito

por la máxima ganancia de la clase social en el poder. Explotación que descansa

en la propiedad privada mediante la cual el explotador ha descubierto que la

verdadera riqueza se encuentra en el trabajo humano y no precisamente en la

naturaleza como está es en sí. Pero el ser humano al ser un producto de la

naturaleza, y al estar abstractamente separados en lo sustancial, éste resulta

desnaturalizando de su condición ontológica, y la naturaleza deshumanizada de su


capacidad evolutiva, generándose entre ambos una contradicción que no es

propia de sí, sino del modo de producción en que se desarrolla el trabajo humano

socialmente determinado.

En otras palabras, tenemos que en el modo de producciòn capitalista basado en

la sobre explotación que un conjunto de individuos ejerce sobre otros, con el único

fin de seguir acumulando riqueza, la sobre explotación de los recursos naturales,

es sólo una consecuencia secundaria, que no puede ser resuelta o regulada

dentro del mismo margen económico capitalista.

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