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CONTESTACION A LA DEMANDA

La contestación a la demanda es un acto procesal en el cual la parte demandada


responde oponiéndose a lo que pretende el demandante, explicando las razones
de hecho y de derecho que justifican su postura. Mediante la contestación a la
demanda una de las partes se defiende de las acusaciones que han presentado
contra su figura.

Puede pretender el demandado con su contestación a la demanda que


la sentencia que se emita lo absuelva, es decir que se rechacen las pretensiones
condenatorias del demandante. Pero cabe también la posibilidad de que, en la
contestación a la demanda, el procesado admita los hechos que se le imputan de
manera simple o que los admita, pero haga algún tipo de aclaratoria o explicación.

La contestación de la demanda es un acto dentro de los procesos


civiles ordinarios. En todos los procesos, tanto en los juicios orales como en los
que no lo son, la contestación a la demanda debe hacerse por escrito.

Si bien el legislador utiliza el imperativo “deberá”, en puridad no existe obligación


de contestar la demanda. El propio CPC indica las distintas actitudes que puede
adoptar el demandado al ser citado con la demanda: allanarse, excepcionar,
reconvenir, contestar negativamente e incluso ser mero espectador (art. 126). Esto
en atención a que la defensa es un derecho y no una obligación. Así como el
proceso inicia solo a solicitud de parte (principio dispositivo), defenderse o no en el
proceso civil, dependerá del interés concreto del demandado.

En caso de decidir contestar, además de cumplir las exigencias formales del art.
110 CPC, el demandado “deberá pronunciarse sobre los hechos alegados en la
demanda sobre la autenticidad de los documentos acompañados” (art. 125.2
CPC). Aunque la Ley utiliza el imperativo “deberá”, no se trata de una obligación
sino más bien de una carga, ya que, de no hacerlo, se entenderá que admite los
hechos alegados y la autenticidad de los documentos aportados por el actor. Pero
podrá también aceptar los hechos y negar las consecuencias jurídicas pedidas en
la demanda. Igualmente podrá allanarse a una parte de la demanda, pero discutir
los demás puntos.

En todo caso, el contenido concreto de la contestación y la estrategia de defensa,


queda a criterio del demandado.

En el plazo de 30 días.

En el Código Procesal Civil el plazo para contestar la demanda es mayor al que se


otorgaba al demandado en el Código de Procedimiento Civil de 1975 (CPCA). Sin
embargo, el demandado no deja de estar en desventaja ya que solo tendrá 30
días para contestar y proponer la prueba que estime pertinente, frente al plazo
mayor con que contó el demandante. Pero en esto no existe error del legislador o
incluso lesión a algún derecho. Es simplemente el efecto natural de las cosas.
Incluso el demandante, salvo los casos de nulidad, no podrá intentar su acción en
cualquier tiempo y que está sujeto a plazos de prescripción y caducidad.

Si el demandado reconviene, el demandante tendrá igualmente treinta días para


contestar la contrademanda. El plazo es el mismo para reconvenir y contestar la
reconvención.

Reconvención

Otra de las acciones que se permite al demandado (art. 126 CPC) es la de


interponer una nueva demanda contra quien lo demandó: reconvenir. Esta
reconvención se sujetará a los trámites de los arts. 130 y ss. CPC.

El proceso ordinario es el único de los procesos de conocimiento en el que es


posible reconvenir (art. 131 CPC). La Ley expresamente lo prohíbe en el
extraordinario (art. 369.III CPC) y, aunque no está prohibido en sede del proceso
monitorio, el objeto limitado de este tipo de proceso no lo admite.

Momento para reconvenir: a tiempo de contestar.

Si el demandado decidió reconvenir, deberá hacerlo en el mismo momento


procesal y “en el mismo escrito de contestación” (art. 130 CPC). Pasado este
momento procesal precluye su derecho de reconvenir. Pero no el de deducir dicha
pretensión en proceso aparte.

Con esta norma se busca simplemente establecer un orden en el proceso. Si se


permitiese al demandado reconvenir en cualquier momento, tendría que
paralizarse el proceso para dar lugar a la contestación de la nueva demanda y,
sobre todo, se tendrían que repetir ciertas instancias para el saneamiento del
proceso o la producción de prueba.

De esta manera, por economía procesal, se logra tramitar por un mismo


procedimiento dos objetos procesales, el del demandante y el del demandado: “la
reconvención se sustanciará y resolverá juntamente con la demanda principal”,
indica el art. 133.III CPC.

La parte demandada podrá reconvenir.

La reconvención tendrá que sujetarse a los mismos requisitos de la demanda en


cuanto a contenido (art. 110 CPC) y pruebas (art. 111 CPC). Podrá igualmente ser
modificada antes de su contestación.

El demandante reconvenido podrá adoptar las mismas actitudes permitidas por el


art. 126 CPC, excepto, obviamente, interponer nueva reconvención (no es posible
la reconvención de la reconvención).

Excepciones

El supuesto regulado por el parágrafo V del art. 363 CPC es el de la interposición


de excepciones previas. Es decir, cuando alguna de las partes (demandado o
demandante reconvenido) alega alguna de las indicadas en el art. 128 CPC.

Si se opusieren excepciones contra la demanda o reconvención.

Interponer excepciones es una facultad de las partes. Por eso la norma está
redactada en condicional (“si se opusieren…”). Si el demandante o demandado lo
hace (excepciona) se activan las reglas del art. 363.V CPC. Pero incluso el juez,
respecto de algunas de ellas (v.gr., incompetencia, incapacidad, ausencia de
representación, cosa juzgada y transacción) puede apreciarlas de oficio sin que
las partes las hayan alegado.

En el catálogo de las posibles actitudes del demandado indica el art. 126 CPC las
de “plantear excepciones previas” y “contestar negativamente” la demanda. Es
decir, las distingue. Pero en realidad, cuando el demandado excepciona, está
contestando negativamente la demanda. Lo que sucede es que las excepciones
del art. 126 CPC son, casi todas, alegaciones procesales, lo que justifica su
tratamiento especial ya que deberán ser resueltas en la audiencia preliminar,
antes de dictar sentencia sobre el fondo.

Traslado y plazo para contestar: 15 días.

En cuanto al procedimiento de las excepciones, además del art. 363.V CPC se


deberá estar a las reglas de los arts. 128, 129 y 367 CPC. Por lo tanto, habrá que
distinguir entre:

1. El demandante tendrá (a) 30 días para contestar las excepciones, si junto a


ellas se interpuso reconvención, y (b) 15 días si el demandado solo
excepcionó, sin reconvenir;
2. El demandado, al contestar las excepciones a la reconvención, tendrá siempre
15 días.

El momento procesal para resolverlas será en la audiencia preliminar; “a tiempo


del saneamiento del proceso”, indica el art. 129.II CPC. Es decir, después del
intento de conciliación y antes de la fijación definitiva del objeto del proceso y
diligenciamiento de la prueba.
Con contestación o sin ella. La citación con la demanda, además de respetar el
principio de contradicción, permite el ejercicio del derecho a la defensa del
demandado. Por lo que, a efecto de la convocatoria a la audiencia preliminar,
habrá que distinguir entre:

A) El demandado contesta la demanda. Si el demandado contesta, el plazo de


cinco días para convocar a la audiencia preliminar corre desde el día siguiente. Ya
no es necesario esperar que se cumplan los treinta días de la contestación.

En una interpretación literal de la primera parte del art. 363.VI CPC el cómputo del
plazo para la convocatoria a la audiencia preliminar inicia al vencimiento de los
treinta días que tiene el demandado para contestar la demanda (o del demandante
para la reconvención).

Sin embargo, el plazo que fija el art. 363.III CPC (30 días) es a favor del
demandado, no del juez. Por tanto, cuando la parte contesta antes de dicho plazo,
no tiene sentido esperar que se completen los treinta días, porque la contestación
ya habrá dado fin a esa fase procesal (las alegaciones iniciales).

El sentido de esperar este momento procesal está en que es necesario, para el


adecuado debate procesal, conocer lo que el demandado tiene que decir sobre las
alegaciones del actor. Por ello, el cómputo se hace desde el día siguiente de la
presentación del memorial de contestación.

Por otro lado, si bien es posible que antes o después de la contestación se


interpongan incidentes, el plazo que fija el art. 363.VI CPC es desde la
contestación misma (o, en su caso, el vencimiento del plazo para hacerlo), y no
propiamente desde la interposición del incidente.

B) El demandado no contesta. El hecho que el demandado deje transcurrir el


plazo que le concede el art. 363.III CPC, sin ejercer su derecho a la defensa, no
paraliza el proceso.

No es necesaria la efectiva contestación del demandado para convocar a la


audiencia preliminar. El fundamento de esto está en que las partes son libres de
ejercer o no su derecho a la defensa. Por lo tanto, pueden decidir contestar la
demanda como no hacerlo. La falta de contestación no impide la continuación del
proceso. Lo que se traduce, a efectos de la audiencia preliminar, en que no es
necesario que efectivamente el demandado conteste la demanda, sino que,
estando debidamente citado, haya vencido el plazo para hacerlo. En este caso
computan los 30 días.

C) El demandado reconviene. El art. 363.VI CPC se refiere únicamente a la


contestación a la demanda y olvida mencionar la reconvención. A pesar de ello, en
atención al respecto al derecho a la defensa y la finalidad de la audiencia
preliminar, existiendo reconvención se aplican los mismos criterios de los puntos a
y b anteriores. Por lo tanto, el plazo para convocar la audiencia corre desde la
contestación a la reconvención (a) o el vencimiento de los treinta días, si el
demandante decide no contestar la contrademanda (b).

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