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Jorge Alberto Montejano Escamilla Nuevos Procesos de metropolización del territorio 36

Nuevos procesos de metropolización del territorio

*
JORGE ALBERTO MONTEJANO ESCAMILLA

Resumen

El proceso de metropolización territorial ha sufrido transformaciones conceptuales a lo largo


del siglo XX, principalmente debido a que ya no es un fenómeno que sirve sólo para explicar
el crecimiento urbano de las ciudades madre por sobre sus límites administrativos. En este
artículo se defiende la hipótesis que plantea al concepto de la metropolización del territorio
como un proceso o estadio avanzado del crecimiento urbano, bajo paradigmas completa-
mente distintos a los que dieron pie al proceso de suburbanización de la primera mitad del
siglo pasado.
Palabras clave: metropolización, sprawl, ciudad-región, ciudad dispersa, ciudad compacta.

Abstract

The metropolization process has experienced conceptual transformations throughout last


cen
mother cities beyond their administrative boundaries. This paper argues that metropolization
phenomena has to be seen as an advanced-stage process of urban growth under completely
different paradigms that led to the suburbanization process occurred in the first half of the
twentieth century.
Key Words: Metropolization, Sprawl, City-region, Compact City.

Fecha de recepción: 07/02/2013


Fecha de aceptación: 29/05/2013

*
Doctor en Urbanismo por la Universitat Politécnica de Catalunya. Profesor-investigador en el Centro de Inves-

Lomas de Padierna, Delegación Tlalpan, C.P. 14240, México, D.F. <www.centrogeo.org.mx>. Tel. (52) 55 2615-
2508. C.e.: <jmontejano@centrogeo.org.mx>.
a-
nas intermedias: el caso del ámbito central del Camp de Tarragona 1977-

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Introducción res de origen latino encuentran en el con-


adecua-
Este artículo parte de la revisión de literatu- do para su traducción al inglés. Por lo ante-
ra relativamente reciente sobre los nuevos rior, los textos a los que se alude en esta
procesos de metropolización territorial, investigación son, en su mayoría, de origen
acotados principalmente al ámbito de la latino e iberoamericano, lo cual no implica
región del sur de Europa y originalmente que no se haya revisado literatura anglosa-
estudiados para la elaboración del marco jona referente al crecimiento de las metró-
o- polis.1
polización del territorio y regiones urbanas Este artículo tiene como objetivos re-
intermedias: el caso del ámbito central del saltar la transformación que ha sufrido la
definición tradicional de metropolización en
revisión se destaca lo siguiente: 1) que las la opinión de diferentes autores; así como
principales fuentes de referencia son textos proponer una manera diferente de enten-
de origen latino y 2) que el término metro- der los elementos que posibilitan que el
polización en los textos consultados se uti- proceso de metropolización suceda a partir
liza primordialmente para describir las de la sugerencia de neologismos; además
transformaciones territoriales actuales, de dar a conocer una taxonomía propues-
desde la óptica de la forma urbana y bajo ta, gestada en Cataluña, la cual permite
el paraguas de la mundialización de la clasificar, estudiar y entender las nuevas
economía. formas de ocupación del territorio.
A pesar de la existencia de algunas
referencias al término metropolization, La metropolización del territorio
desde finales de los años cincuenta, pare-
ce ser que esta expresión no es amplia- El concepto de metropolización
mente usada en el ámbito anglosajón (bas-
ta realizar una búsqueda especializada en
1
Ni la Real Academia de la Lengua Española, ni los
la red). Sólo en años recientes el uso de diccionario Merriam-Webster o el Oxford consignan
ese vocablo en inglés ha aumentado con- el término como palabra perteneciente al español o
al inglés. Sin embargo, el diccionario Larousse
siderablemente, sobre todo en publicacio- francés consigna la palabra métropolisation como el
ceso de fortalecimiento del poder de las gran-
nes de origen asiático (China y Vietnam). des ciudades, por el crecimiento demográfico, por
la densidad de las redes de comunicación o por la
También ha aumentado debido a que auto- concentración de los organismos de control en to-

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La metropolización actual del territorio cialmente estuvo ligada a las dinámicas


se entiende como un proceso o sumatoria de la ciudad.
de acciones que han producido nuevas En etapas posteriores, dentro de terri-
relaciones y formas edificadas diferentes a torios metropolitanos ya consolidados,
las producidas por el crecimiento por agre- donde las relaciones jerárquicas de éstos
gación (ensanches) de núcleos histórica- con la ciudad central se han relajado (Boeri
mente definidos. Si bien los procesos me- et al., 1993; Hall, 1997; Indovina, 2007), se
tropolitanos han ocurrido desde finales del vislumbran dinámicas propias de un nuevo
siglo XIX y principios del XX, tanto en Esta- modelo de ciudad que nada tiene que ver
dos Unidos como en Europa (suburbaniza- con las formas ni las escalas detectables
ción industrial), la metropolización reciente en un núcleo urbano tradicional. Si en una
(desde los años sesenta del siglo pasado) primera etapa de expansión (la suburbani-
o- zación) las actividades y las dinámicas es-
taban íntimamente ligadas a lo que ocurrie-
otras lógicas económicas que emergen ra en el centro, en una segunda (el
después de la tercera revolución industrial surgimiento de espacios exurbanos) se
(lógicas posfordistas o posindustriales). ponen en duda los principios preexistentes
El proceso de una masiva dispersión de dependencia y comienzan a emerger
de las actividades sobre el territorio, equi- nuevos lazos entre nuevas centralidades
(hacia 1993, Peter Calthorpe consignó en
2
(Font, 2007: 10) encuentra su su Pedestrian Pocket que más del 40 por
fundamento en los cambios ocurridos, pri- ciento de los viajes pendulares residencia-
meramente, dentro de las ciudades conso- trabajo en Estados Unidos se realizaban
lidadas. Los procesos de reforma interior, entre los suburbios).
como la reconversión del suelo industrial Para Francesco Indovina (2007: 22)
en áreas centrales, impactaron definitiva-
mente en los procesos de dispersión, por a-
lo que la metropolización al menos ini- rios conjuntos urbanos e incluso de los te-
2 rritorios de urbanización difusa. [Es] una
En este sentido, Francesco Indovina (2007: 22)
integración completa que incluye las activi-
territorial de población, actividades y servicios
[constituyen] una forma diferente y más amplia de dades económicas, las relaciones sociales,
construir interrelaciones e interdependencias. Una
forma diferente de producción de ciudades , de una las actividades relacionadas con la vida

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o- lazos que mantenían unidos a los distintos


ceso por el cual se preservan determina- grupos urbanos, pasando de un sistema
das situaciones de intercambios (no sólo vertical a uno con mayor tendencia hori-
económicos) bajo estructuras y escalas zontal (figura 1).3 Indovina destaca como
completamente distintas y en contextos características de estos territorios metropo-
completamente nuevos. lizados una nueva tendencia a la distri-
La metropolización no se relaciona bución del potencial productivo en espa-
solamente con una dimensión urbana, sino cios exurbanos (donde las ciudades
que se presenta como un proceso que pierden ciertas actividades); una distribu-
permea distintos espectros de la vida, co- ción en el territorio de numerosos polos
mo los ámbitos social, económico, ecológi- especializados; la emergencia de flujos
co, político y administrativo. Indovina ar- pluridireccionales de pendulismo obligado
gumenta que si por área metropolitana se (residencia-trabajo y residencia-estudios);
entiende a un territorio conformado por la aparición de una movilidad no laboral
partes integradas entre sí funcionalmente, multidireccional (compras en los centros
la metropolización del territorio emerge comerciales periféricos) y una tendencia a
como el proceso observado a partir de esa la redensificación de las zonas ya urbani-
integración. Sin embargo, añade, el con-
cepto de metropolización adquiere una metropolización se caracteriza por la inte-
connotación distinta debido a que, a pesar n-
de la preexistencia de áreas y regiones dovina, 2007: 22).
metropolitanas, existe una tendencia actual
a que el conjunto del territorio se organice
mediante dichas áreas o regiones metropo-
litanas, situación que no ocurría en el pa-
sado. Probablemente el elemento más sig-
nificativo de la exposición de Indovina para
describir los efectos de la metropolización
sea el conjunto de transformaciones en las
3
jerarquías territoriales, pasando de unas Como sistema jerárquico vertical se entiende al
esquema arbóreo. Como sistema jerárquico hori-
hard a unas soft (Indovina, 2007: 24), es zontal se entiende al esquema de celosía o lattice,
cuya representación de jerarquías ordenadas sería
decir, transformándose gradualmente los una red, y una de la disolución de jerarquías, el
rizoma.

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Figura 1. Cuatro modelos metropolitanos

Este esquema que explica distintas relaciones jerárquicas entre distintas regiones metropolitanas o entre una misma a lo
largo del tiempo. Las jerarquías se transforman debido a los nuevos procesos de metropolización.

de nuevas morfologías, etc. (Font,


2007: 10).
La metropolización del territorio pue-
de resumirse como
Esta acepción del concepto de me-
la aparición o potenciación de
tropolización hace hincapié en un elemento
dinámicas de carácter urbano y de
su difusión por los diversos territo- esencial y común a todos los nuevos espa-
rios, que van integrándose funcio-
cios exurbanos: la emergencia de piezas
nal y económicamente y que van
asumiendo progresivamente carac- de características urbanas (exurbanas por
terísticas metropolitanas en cuanto
localización) que, aun cuando su escala o
al uso del espacio, consumo del
suelo y energía, estructuración emplazamiento espacial no recuerden en
funcional, movilidad pluridireccio-
lo absoluto a la ciudad tradicional, están
nal, existencia de polaridades es-
pecializadas, uso intensivo de los allí para cumplir una función que refuerce

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la idea de que el espacio exurbano es, en 3. Un cambio en los patrones de


asentamiento humano basados
realidad, una nueva ciudad en tanto que se
en la renta (expulsión del centro,
ven satisfechas las necesidades de los ex- generalización de vivienda fuera
de la ciudad central y sobrees-
urbanitas.
pecialización del suelo en áreas
Si la metropolización del territorio se céntricas) y su consecuente
cambio en los patrones de cre-
entiende como una acción, yo argumento
cimiento, pasando de una con-
que los agentes metropolizantes que posi- centración en el núcleo metropo-
litano a una desconcentración
bilitan este nueva realidad física el terri-
en favor de los espacios subur-
torio metropolizado serían los que tien- banos y exurbanos.
4. La generalización de edificación
dan a transformar el territorio en uno donde
de baja densidad fuera del
aparezcan dinámicas urbanas en las que núcleo central y una redensifica-
ción interna.
anteriormente no las había, que tiendan a
5. Una reorganización de las acti-
producir una integración funcional paulati- vidades productivas basadas
principalmente en un proceso de
na entre los distintos conjuntos urbanos y
descentralización de las activi-
donde se observe claramente el doble pro- dades de menor valor agregado
y una reconcentración de las
ceso de dispersión-concentración, carac-
empresas tecnológicas.
terística detectada por varios autores para 6. Una descentralización del con-
sumo y de actividades terciarias.
la mayoría de los conjuntos metropolitanos
7. Un significativo aumento de los
(Sassen, 1999; 2001; 2003; 2007; Graham flujos de personas y bienes en-
tre territorios posibilitados por la
y Marvin 1996) .
emergencia de una potente red
Con base en la literatura de casos re- de movilidad.
8. La aparición de nuevas polari-
visada y derivado del análisis que realicé
zaciones representadas por el
de la evolución del territorio del Camp de asentamiento de aglomeracio-
nes de piezas productivas o de
Tarragona, sostengo que estos agentes
consumo especializadas, con
metropolizantes pueden generalizarse gran capacidad de atracción de
flujos y actividades y su conse-
con sus salvedades, dependiendo de es-
cuente transformación del paisa-
pecificidades locales en je.
9. a-
cios naturales.
1. Un cambio de paradigma 10. Un cambio de escala de las ope-
económico-tecnológico a nivel raciones urbanísticas (figuras 1
mundial. y 2).
2. La aceptación de la división in-
ternacional del trabajo.

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Ciertamente, como lo señala Indovi- de industrias y de los servicios.


Con el tiempo, la suburbanización
na, el proceso de metropolización del terri-
adquirió espontáneamente formas
torio ha cambiado de connotación. En una discontinuas y policéntricas, atadas
por cierta dependencia financiera y
primera instancia, el término se utilizaba
política a la ciudad central, pero li-
para referirse al proceso mediante el cual bres de autoproveerse de fuentes
de trabajo, viviendas y servicios
el crecimiento de los núcleos centrales re-
(Hardoy, 1975).
basaba sus límites administrativos, exten-
diendo mercados de trabajo más allá de su
municipio original y fundiéndose integral-
mente con otras poblaciones.4 La capaci-
dad de atracción de las grandes ciudades
era tal que terminaba por desbordarse en
sus periferias, generando desequilibrios,
debido a que las economías regionales
eran incapaces de hacer frente al creci-
miento de determinados mercados locales
con una influencia que superaba a la re-
gión:
comenzó a producirse una subur-
banización creciente de las anti-
guas ciudades como focos de una
metropolización caracterizada por
la detención, y hasta la pérdida de
población de la ciudad central y el
crecimiento poblacional en los bor-
des de las áreas metropolitanas
atraídos por la nueva localización
4
Patrick Geddes (1915) acuñó el neologismo co-
nurbación para designar la integración física de
ciudades y pueblos industriales en una vasta ciudad

conurbación de Lancashire. Hacia1949, se recono-


ce el término área metropolitana por el Buró de
Presupuesto de Estados Unidos, cuyo objeto era el
reconocimiento de un espacio que contuviera
núcleos de población y comunidades adyacentes
de alto grado de integración con dicho núcleo. No
es sino hasta 1964, cuando Jean Gottman acuñó el

geográfica única, caracterizada más que nada por

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Figura 2. Uso del suelo y edificación en la región


metropolitana de Barcelona (1997-2000)

Las transformaciones que se aprecian en esta imagen reflejan varios de los procesos que los agentes metropolizantes tie-
nen sobre el territorio, como la expulsión de industria banal a espacios exurbanos, la insularización de espacios naturales,
etc.

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Figura 3. Formación de un corredor tecnológico en la periferia de Barcelona

Esta imagen muestra las nuevas piezas con algún componente tecnológico asentadas sobre la autopista B-30. Además de
reflejar la idea de una localización dispersa en el conjunto del territorio, estas piezas (junto con nuevos servicios al consumo)
conforman nuevas centralidades al concentrarse territorialmente, provocando mayor movilidad en todo el conjunto del territo-
rio.

En un nivel general, el proceso de cuentra puntos de coincidencia con la tesis


metropolización actual (al que François
Ascher denomina metápolis) es caracteri- el reflejo de la centralización del poder y de
la concentración económica a nivel nacio-
las riquezas humanas y materiales en las nal y de la debilidad de las economías re-
aglomeraciones más importantes, resulta- gionales para oponerse al crecimiento de
do de la globalización y la profundización ciertos mercados locales con una influen-
cia que supera a la región y que, en ciertos
(2004: 56). De manera interesante, en- asp

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1975: 66). Ello da la pauta para señalar las propias tecnologías de la información y
que estos procesos ocurren con mucho la comunicación.6.
mayor intensidad en nodos más potentes Creo que en un nivel local, la metro-
que en ciudades intermedias (no signifi- polización del territorio refleja principalmen-
cando que ello no ocurra), precisamente te un fenómeno universal caracterizado por
por albergar una gran fuerza centrífuga la dispersión de concentraciones de un
inicial, dada por sus infraestructuras y, en creciente número de habitantes y activida-
una posterior etapa, una mayor fuerza des en torno a un área urbana en constan-
5
centrípeta selectiva. te expansión, posibilitada por una red ma-
En un nivel mundial, regional y nacio- terial e inmaterial de flujos de bienes e
nal, la metropolización del territorio refleja información en la que las propias aglome-
un fenómeno universal caracterizado por la raciones se convierten en nodos de esta
concentración de un creciente número de red y donde existe una tendencia también
habitantes en áreas urbanas vastas y creciente a orientar la producción en servi-
abiertas, interconectadas entre sí a través cios avanzados y a una mayor movilidad
de una red material e inmaterial de flujos mediante la utilización de las propias tec-
de bienes e información en la que las pro- nologías de la información y la comunica-
pias aglomeraciones se convierten en no- ción.
dos de esta red y donde existe una ten- Pareciera que ambas definiciones
dencia también creciente a orientar la son idénticas; aunque en realidad no lo
producción en servicios avanzados y a una son, en el sentido en que al fenómeno de
mayor movilidad mediante la utilización de la dispersión a una escala mundial, regio-
nal y nacional no se le puede juzgar en
términos de transformaciones físicas, sino

5
meramente en términos estructurales y
Pensemos que las ciudades crecen en tamaño,
población, industria y servicios hasta convertirse en sistémicos. A la escala mayor le corres-
entes atractivos. Al rebasar determinado umbral
(masa crítica), se entremezclan dos tipos de fuer- pondería un tratamiento más cercano a la
zas: la primera, que hacía atractiva la ciudad y, una
segunda, de repulsión por disfunciones endógenas
definición de la mundialización o la regio-
(congestión, elevación de la renta, etc.). La tenden- nalización, precisamente porque la carac-
cia a la expulsión se dará de manera selectiva. Se
quedarán en la ciudad los de mayor nivel de renta, terística que más impacta es la concentra-
las actividades más redituables y las indispensa-
bles. La fuerza centrípeta que pro u- ción del poder y los nodos que se generan
a-
6
mente proporcional al poder y tamaño que ejerza la Definición propia basada en cita de Di Mèo (2008:
ciudad en cuestión. 1).

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en la red. A la escala menor, la de una re- las relaciones jerárquicas se han transfor-
gión metropolitana, las características que mado y donde existe un doble proceso de
más impactan son la dispersión física so- la concentración-dispersión (Ascher, 1995;
bre el territorio, la fragmentación y un rápi- Castells, 1997; Corboz, 2001; Gandelso-
do consumo del suelo, en tanto que el po- nas, 2007; Indovina, 1990; Sassen, 1998,
der de concentración se mantiene 1999; Secchi, 2005; Veltz, 1997). Es el re-
mediante la formación de clusters y me- trato de la no ciudad, o la anticiudad, ca-
diante su función como nodo a nivel mayor. racterizada por el desmoronamiento o la
disolución de lo urbano en favor de la ciu-
Imagen colectiva del territorio metropoliza- dad dispersa, en un universo de casas uni-
familiares aisladas o adosadas, donde se
desprecia a la calle como lugar de encuen-
Ya Ascher (1995) advertía que los
tro y donde se abusa del automóvil (Web-
procesos de metropolización son diferentes
ber, 1968; Choay, 1994; Delgado, 2004;
en cada sitio. En el sudeste asiático sigue
Koolhaas, 1994; Mitchell, 2001; Panerai,
una urbanización clásica alimentada por la
1986). Es una ciudad multiplicada donde
emigración campo-ciudad; en Gran Breta-
confluyen formas urbanas híbridas y donde
ña y Alemania se da por una anexión de
se suceden multiplicidades de flujos, nue-
ciudades periféricas; en Estados Unidos se
vas maneras de habitar y nuevas centrali-
e-
dades (Muñoz, 2008); una ciudad sin cen-
corridas: los trabajadores de las metrópolis
tro ni límites definidos (Dematteis, 1998;
colonizan nuevas zonas rurales y peque-
Fishman, 1987; Ingersoll, 2006; Soja,
ñas ciudades periféricas; en Francia, a di-
1992, 1995, 2000; Portas, 2009)7 tendiente
ferencia de Estados Unidos, los suburbios
a formar una estructura reticular donde los
son valorizados, sin embargo, algunas ciu-
nodos se convierten en puntos de atrac-
dades ya conocen el proceso de gentrifica-
ción de actividades (Dematteis, 1994; Cas-
ción de algunos barrios centrales; etcétera.
tells, 1997; Veltz, 1997; Webber, 1968) de-
Sin embargo, existe una visión com-
viniendo en una estructura policéntrica
partida sobre los efectos recientes de la
metropolización. La imagen colectiva de la
7
Nuno Portas (2009) hace una aportación muy inte-
mayoría de los territorios metropolizados resante sobre esta visión de la ciudad dispersa en
el sentido del límite, al señalar que mientras la ciu-
es la de un espacio fragmentado y polari- dad tradicional acepta o rechaza las tramas urba-
zado, especializado y discontinuo, donde nas, la ciudad dispersa no tiene esa posibilidad de
elección.

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(Gottmann, 1964; Boeri et al., 1993; Hall, que se desarrolla en un ciberespacio (Mit-
1997). chell, 2001; Echeverría, 1995; 1999) y una
Es un nuevo territorio donde prima lo ciudad de infraestructuras (Infrastructural
individual sobre lo colectivo; la reconstruc- City) que permite la enorme movilidad ex-
ción sobre la construcción; la antiforma so- urbana y la aparición de una ciudad de la
bre la forma; el vacío sobre el lleno; lo simulación (Sim City) formada caótica-
posmoderno sobre lo moderno (Harvey, mente a lo largo de la carretera y cuya
1990), donde se verifica la compresión del esencia es la de grandes espacios y pro-
espacio mediante un aumento en las velo- gramas complejos (productivos y comercia-
cidades y un decremento en las distancias, les), dispuestos de determinada manera
a la vez que acontece un alargamiento de para darse a notar con antelación, debido
los desplazamientos urbanos cotidianos al aumento de las velocidades represen-
(Ascher, 1995; Echeverría, 1995; 1999; tada magistralmente por el strip o cinta de
Sassen, 1999; Secchi, 2005; Veltz, 1997), Las Vegas (Venturi, 1978).
posibilitado por una ciudad de bits (Bit City)

Fig. 4. Vista aérea del proyecto de Mckeown, en el suburbio llamado San Francisco Heights, San Francisco, California.

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Fig. 5. Área residencial en, irónicamente, entreville , Virginia. Forma suburbana y exurbana relacionada con el concepto
de prawl y que se caracteriza por su baja densidad y abuso de la accesibilidad automotriz.

Es un fenómeno muy complejo de explicar, banos son percibidos con mucha dificultad
difícilmente reconocible en pocas palabras (Ascher, 2004, Lefébvre, 1971, Secchi,
y conceptos, debido a que rebasa (¿reba- e-
saba?) los medios tradicionales de análisis de comprobar un abuso de términos como
y los instrumentos tradicionales de la pla- passepartout
neación, ejemplificado por un estado de buenos para explicarlo todo, o mejor
agnosis en la que la incertidumbre sobre
cómo abordar el tema de la dispersión se 2007, 20).
convierte en el leitmotiv y los cambios ur-

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Fig. 6. Orland Park, Illinois, ciudad sin


centro a la e-
n-
te las ideas de Edward Soja.

Fig. 7. Retícula especulativa, Los Ángeles noroes-


te. La malla como modo de preferencia de expan-
sión. Al aumentar su escala, permite la localiza-
ción de artefactos de mayor peso en los nodos.

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Dicha complejidad ha propiciado la del Zwischenstadt,10 donde se parte de


omisión de algunos elementos esenciales conceptos relativos a la ciudad central (ur-
de la explicación de la formación de las banidad, centralidad, densidad, mezcla de
ciudades como el sitio (locus),8 la herencia usos del suelo y ecología), para contrapo-
cultural, la topografía o la historia. En este nerlos con sus opuestos en el territorio ex-
sentido, cabe preguntar si la no ciudad ha urbano (falta de urbanidad, policentralidad
hecho tabula rasa de los aspectos locales, o falta de centralidad, falta de densidad,
o simplemente no han sido incluidos en los especialización espacial, consumo de sue-
análisis genéricos de la ciudad contem- lo) y así definir el fenómeno.
poránea (Di Mèo, 2008)9. Al igual que se Ciertamente hay pistas que en princi-
ha observado la disolución entre los limites pio tienden a indicar que existen muchos
de la ciudad y el campo (Aymonino, 1972; elementos en común en el desarrollo de
Léfebvre, 1971; Mumford, 1961), el desa- estas nuevas exurbes que las hacen ser
rrollo de esta nueva forma de hacer ciudad parecidas, o al menos, distintas a las ciu-
ha sido descrita desde dicotomías concep- dades centrales. Los territorios tienen mu-
tuales (blanco-negro) y opuestos comple- chas similitudes en cuanto al modo de or-
mentarios (lleno-vacío), propiciando una ganización edilicia, estructura económica,
generalización de eventos descriptivos pa- u organización social. Los elementos hori-
ra esta nueva realidad, partiendo de la ba- zontales son semejantes, al tiempo que
se de la inexistencia de determinados áreas comerciales y residenciales están
fenómenos en la ciudad central. siendo dominadas por desarrollos de alta
La mayoría de las descripciones de plusvalía, construidos en estilos internacio-
los espacios exurbanos se han realizado nales (Clark, 1996). Comienzan a surgir
desde la experiencia de la descripción cua- transformaciones similares (que no igua-
litativa del tejido urbano, como en el caso les), como la mutación de viviendas en ofi-
cinas, de almacenes en lofts, etc.
La ciudad genérica ahora existe tam-
8
Lugar en el sentido en el que Aldo Rossi lo defin-
bién en Asia, Europa, Australia y África, y
locus, así concebido, enfatiza las condiciones
10
y calidades dentro de un espacio indiferenciado Zwischenstadt es un término alemán (difícilmente
traducible al inglés y al español) que describe un
(1982: 103). [ ] que no es
9
Edward Soja (1992: 127) ejemplifica la duda razo- ciudad ni paisaje, pero que contiene características
nable sobre la ausencia de historia en la exópolis: de ambos [ ] y que a pesar de no tener nombre,
,
2002).

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Strip en Las Vegas, no a una cinta urbana


el estilo de la ciudad genérica. Es evidente de cualquier otra latitud.11 Entonces, nos
que todos los casos exurbanos comparten encontramos de nuevo frente a lo que Guy
una situación común: las infraestructuras Di Méo (2008) considera una tensión entre
ya no responden más a una necesidad es- procesos específicos o genéricos, previa-
pecífica, sino que emergen como estrate- mente identificados por Jordi Borja y Ma-
gias de competitividad interregional (Kool- nuel Castells (1997) en su discusión sobre
haas, 1994). Lo que comparten en común lo local y lo global y, anteriormente, por
la mayoría de los territorios metropolizados Manuel de Solà-Morales (1997) en su Con-
tra el modelo de metrópolis universal:
que existe entre el rápido desarrollo exur-
bano, la decadencia de las ciudades ¿no elimina, hoy día, el concepto de identi-
céntricas y la obsolescencia del entorno u-
dad deriva del aspecto material de su his-
embargo, todas estas características que toria, del contexto patrimonial específico
representan genéricamente la nueva reali- que proporciona, se puede pensar, con
dad territorial lo describen todo a la vez,
pero, al mismo tiempo, no describen nada
en particular. Si el análisis es producto de
un reduccionismo de las dinámicas que no
suceden en la ciudad tradicional (baja den-
sidad, baja movilidad, etc.), entonces el
análisis es válido como diferenciador entre
el nuevo tejido exurbano y el tejido urbano
tradicional, pero no lo será si es que se
pretenden encontrar diferencias entre dis-
tintos casos exurbanos.
Por ejemplo, el fenómeno del Strip de
Las Vegas es un fenómeno posmoderno y
paradigma de la universalidad de los cam-
bios físicos; pero, al mismo tiempo, sola-
11
Lo mismo sucedería con los parques temáticos
mente es citado para describir al propio de Walt Disney o la aparición de la vivienda disper-
sa en Los Ángeles.

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Jorge Alberto Montejano Escamilla Nuevos Procesos de metropolización del territorio 52

Fig. 8. Sección oeste de Las Vegas, Nevada. La aplica- Fig. 9. Fortuna Foothills, Arizona. No importa el locus; la
ción de las mismas recetas urbanísticas para territorios malla especulativa (gridron) puede ser aplicada en cual-
tan distintos (un bosque, un desierto) producen la sensa- quier situación.
ción de una homogenización del territorio, sólo distingui-
bles entre sí por su medio natural (entorno).
A pesar de esto, es verdad que co-
Creo que un elemento que invaria- mienzan a aparecer más similitudes de te-
blemente contaría a favor de las descrip- rritorios metropolizados entre regiones que
ciones genéricas de Koolhaas de la ciudad han compartido lazos históricos, de inter-
contemporánea es que un urbanista o cambio de bienes e ideas, una topografía
geógrafo entrenado en la detección de similar o una región en común. Creo que
formas urbanas seguramente identificaría ello supondría, si no la desaparición del
con facilidad y rapidez fotografías satelita- concepto de locus, sí una ampliación ge-
les de metrópolis conocidas (por ejemplo, ográfica de su definición (las zonas margi-
Berlín y el río Spree; Londres y el Támesis; nales en México comparten, como mínimo,
Barcelona con la traza de Cerdá, Manhat- materiales edilicios, formas y procesos de
tan y su retícula, etc.); sin embargo, tendrá ocupación ilegal del territorio). Así, deter-
problemas al distinguir entre las zonas ex- minados asentamientos pueden ser com-
urbanas de Kansas City y el condado de parados entre Norteamérica e Inglaterra,
Orange en Los Ángeles, o entre Savigny- entre Francia y España, o entre España y
sur-Ore (Île de France) y algunas zonas Portugal (por ejemplo, la ciudad mediterrá-
residenciales de Fráncfort. nea).

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Jorge Alberto Montejano Escamilla Nuevos Procesos de metropolización del territorio 53

En algunos casos, se encontrarán pa- recer para dar paso a autopistas y nudos
trones comunes en el proceso de metropo- viarios, donde se localizarán empresas
lización como el caso de los litorales del manufactureras de productos de consumo
sur de Europa (procesos de litoralización); mundial, o la sustitución del denso tejido
en otros se encontrarán patrones comunes histórico en favor de rascacielos en ciuda-
en cuanto a densidad y formas de organi- des asiáticas).
zación territorial. Si observamos con aten- Esta estandarización no sólo es im-
ción, la tesis de Koolhaas sobre la homo- puesta, sino autoimpuesta, con miras a
genización del paisaje es perfectamente reproducir los modelos económicos mun-
válida si pensamos que ha existido una e-
estandarización en los procesos producti- o-
vos y en los hábitos de consumo a nivel mienza a percibirse mucho más fácilmente
mundial, produciendo asentamientos muy gracias a las nuevas tecnologías de telede-
similares mutuamente, los cuales atienden tección y fotografía satelital. Ahora más
a una demanda muy parecida entre sí, que nunca, es posible estudiar y comenzar
desplazando en muchas ocasiones los a clasificar los distintos tipos de territorios
modos de producción artesanal que con- exurbanos que, aún compartiendo vínculos
vertían los paisajes en elementos exclusi- globales intangibles (a nivel económico,
vos de la cultura local (por ejemplo, los político y social) se presentan en cada sitio
arrozales en Vietnam o la producción de como una variante local.
tapetes en India, que comienzan a desapa-

Fig. 11. Urbanizaciones de baja densidad, Barcelona,


España. La residencia de baja densidad como elemento
fundamental del concepto de la metropolización del terri-
Fig. 10. Cercano a Fort Lauderdale, Florida. La propiedad torio. Probablemente la dispersión en Europa adopta una
privada en su máxima expresión: la negación del espacio forma distinta debido a la histórica repartición del suelo.
público. El viario solamente se percibe como un agente

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Taxonomía de las formas del crecimien- En este mismo sentido, Muñoz agrega que:
to metropolitano12

desde finales de la década de [los


En el entendido en que los estudios urba-
ochenta], autores diversos centraron
nos sobre la ciudad posindustrial son rela- su atención sobre el problema del
vocabulario, planteando cómo los
tivamente recientes, se han suscitado di-
conceptos y palabras del urbanismo
versos debates taxonómicos sobre cómo aparecían de repente como estre-
chos corsés sin la suficiente pers-
debe llamársele a los nuevos fenómenos
pectiva para englobar las nuevas si-
de crecimiento físico que se observan
realidad [significaba] la incapacidad
allende las fronteras de la ciudad tradicio-
de representación de las nuevas
nal occidental. Las diferencias son tangi- realidades territoriales emergentes
(2008, 34).
bles entre el continente americano y Euro-
pa, y también son tangibles debido a su
Los distintos tipos de territorios metropoli-
extensión y función dentro de un sistema
zados han dado lugar a un sinfín de carac-
específico de ciudades. Manuel de Solà-
terizaciones, dependiendo principalmente
Morales apuntaba que en medio de la
de la visión disciplinar con la que se le mi-
mundialización, es muy importante leer las
ra, con el común denominador de compar-
diferencias:
tir todas un modus operandi y una forma
edificada distintos al de la ciudad compacta
las partes de las periferias, o las
tradicional:
partes de relación de las periferias
con el centro, hoy nos parecen lo
mismo. No sabemos distinguir por-
La ciudad actual, o si se prefiere los
que no tenemos los conceptos, la
territorios urbanos emergentes, ha
taxonomía, las palabras más des-
criptivas, las más reales y, quizás,
para generalizar, abusamos de los
términos funcionales o de las pala-
u-
bras mecanicistas para esconder
o-
nuestra imprecisión (Solà-Morales,
1996: 101).
algunas conceptualizaciones recien-

s-
12 tells, 1 i-
En este apartado aludimos a las formas de cre-
cimiento físico de las ciudades, no a las formas de
t-
crecimiento o asentamiento de la población, tan
atendidas por los geógrafos en las últimas tres
décadas, ya que el enfoque disciplinar es el arqui-
tectónico, el relacionado a la edificación y transfor-
mación física del territorio.

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Jorge Alberto Montejano Escamilla Nuevos Procesos de metropolización del territorio 55

(Font, 2007, 12).13

Claramente se aprecian cuatro tendencias:


una a la descripción de los nuevos territo-
rios desde los componentes del nuevo en-
torno tecnológico; otra desde su cambio de
escala;14 una relativa a su transformación
estructural y sistémica y, finalmente, la
más socorrida, por la característica más
fácilmente detectable desde cualquier
ámbito de observación: la densidad.15

13 Fig. 12. Urbanizaciones dispersas, este de Madrid, Espa-


El propio Antonio Font acuñó un neologismo para ña. Estas imagenes muestran claramente dos tipos de
referirse a estos territorios emergentes, deno- dispersión urbana: una de baja densidad (tradición anglo-
sajona) y otra de media densidad (tradición sureuropea).
14
Una de las descripciones que más nos interesa En conjunto, representan una sola imagen de territorios
es la que realiza Asc m n- metropolizados y fragmentados.
des conurbaciones extensas y discontinuas, hete-
rogéneas y multipolarizadoras [donde] los límites y
las diferencias físicas entre campo y ciudad se
15
A esta lista habría que sumarle otra de neologis-
mos que basan su término en el régimen de propie-
dad espacial, verificándose una tendencia a la pri-
vatización del espacio público, o a la generación de
espacios colectivos de propiedad privada, como las
gated communities , o las Common-Interested-
Developpments (CID), donde, como bien apunta
Vicente Verdú, en estas CID, conformadas por vi-
viendas, piscina, jardín, zonas de oficinas, escuelas
y comercios, no existe nada público: ni una plaza, ni
un banco, ni una 2004: 166).

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De la misma manera como en la ciu- entendida como la transformación


del suelo rústico en urbano; urbani-
dad tradicional se fueron reconociendo dis-
zación [entendida] como operación
tintas formas de crecimiento, también se de construcción de los elementos
físicos colectivos de la ciudad [y] la
han comenzado a reconocer ahora en un
edificación como la construcción
ámbito territorial. Las formas en que se (2003, 78).
materializa el crecimiento urbano, asocia-
Como resultado del orden entre operacio-
das a la evolución de los núcleos históri-
nes (parcelación, urbanización, edifica-
cos, han sido ampliamente estudiadas en
ción), en un ámbito específico y dentro de
España desde los años setenta por el La-
un rango temporal determinado por distin-
boratorio de Urbanismo de Barcelona
tos ritmos de actuación, se generaban pro-
(LUB). Manuel de Solà-Morales describía a
cesos urbanos diferenciados y reconoci-
las tipologías estructurales del crecimiento
bles por el planeamiento: el crecimiento
urbano como
por ensanche, el crecimiento suburbano, el
crecimiento por polígonos, el crecimiento
el conjunto de operaciones
materiales de construcción de la por ciudad-jardín; y otros no reconocidos
ciudad, según el orden y la impor-
por el planeamiento formal, como la barra-
tancia de cada una de estas opera-
ciones: parcelación, urbanización y ca, la invasión o los procesos marginales
edificación [donde] la parcelación es
de urbanización.

Figura 13. Tipologías estructurales del crecimiento urbano

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Jorge Alberto Montejano Escamilla Nuevos Procesos de metropolización del territorio 57

Las tipologías estructurales del cre- ámbito catalán, ha sido legada a una si-
cimiento urbano sirvieron para entender, guiente generación, en la que diversos au-
simplificadamente, los procesos de expan- tores, entre ellos el grupo de investigación
sión de la ciudad moderna, la cual crecía de la Escuela Técnica Superior de Arqui-
por lógicas de proximidad y contigüidad, tectura del Vallés (Barcelona), dirigido por
mediante extensiones que en su momento Antonio Font, ha desarrollado una profusa
investigación en la materia y de las cuales
esfuerzo realizado, actualmente se han emanan nuevas modalidades que permiten
sucedido dinámicas de crecimiento en terri- explicar algunas de las situaciones que
torios mucho más extensos, a mayor velo- reiteradamente acontecen en el conjunto
cidad y con resultados formales que reba- de territorios exurbanos.
san las tipologías estructurales propuestas. Este grupo propone un neologismo
Muchas de las tipologías estructura-
les del crecimiento que sirvieron para des-
cribir el ámbito urbano se repiten en un un afán por distinguirlo de un concepto uti-
ámbito exurbano. Basta mirar los ensan- lizado tradicionalmente para vincularlo a
ches en las ciudades intermedias, los polí- los elementos que constituyen a la ciudad
gonos en núcleos del interior o la emer- compacta o tradicional, ya que los segun-
gencia de paquetes o pedazos de ciudad- dos se suceden en un ámbito de una ma-
jardín que, en su conjunto, forman parte de yor escala, heterogeneidad y discontinui-
un territorio metropolizado. Pero a esta es- dad espacial, además de albergar
cala mayor, de fragmentos edificados l-
donde tanto el ritmo como las pautas edili- gunas de las formas de crecimiento tradi-
cias y la relación parcela-tipología ya no cionales con otras formas innovadoras
pueden analizarse bajo ninguna lógica de (Font, 2004, 336).
contigüidad , se volvió necesaria una Se hace hincapié en que las modali-
nueva categoría de tipologías estructurales dades representativas de estos territorios
que explicaran las múltiples formas que morfológicos no son procesos de creci-
configuran la exurbe. miento (dispersión, difusión, polarización,
o- etc.), sino la materialización física derivada
logías del crecimiento urbano (ahora exur- de los procesos y que estos territorios mor-
bano o de una urbanidad extendida) en el fológicos básicamente están constituidos

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por los tradicionales materiales urbanos, riabilidad son la localización, el tiempo de


pero que se diferencian claramente por el edificación y la cantidad. El primer factor
modo de articularse y por su localización. (localización) parece que se presentara
Cabe añadir a esta precisión que, aun como indiferente respecto de las lógicas
cuando existen piezas urbanas presentes geográficas primitivas que dieron origen a
en los territorios morfológicos (tejidos ex- la ciudad histórica (ciudad-río) y múltiple
urbanos), éstos presentan una diferencia ante un territorio tan vasto y perfectamente
tangible respecto de sus pares en localiza- conectado (ciudad compacta). El segundo
ciones urbanas en cuanto a la forma, las (tiempo) se asemeja mucho al timming de
dimensiones, las formas de agruparse, las las operaciones unitarias (polígonos), don-
dinámicas sociales, de movilidad, econó- de los tiempos de ejecución se comprimen
micas y ecológicas que generan. Por dejando de lado espacio para la diversidad
ejemplo, una fábrica no dejará de serlo por de tipos edilicios. El tercero (cantidad) se
estar dentro o fuera de la ciudad, pero la presenta como la edificabilidad sin límites.
novedad está dada por el cambio de pro- La ciudad compacta crecía con límites:
cesos productivos que le ha precedido a su primero de murallas; posteriormente con
nueva localización (de un edificio multiplan- límites económicos y, finalmente, con lími-
ta a uno monoplanta), por la relación que tes de necesidades. Los territorios mor-
guarda con la infraestructura (de viario- fológicos han crecido tanto y tan rápida-
edificio a viario-aparcamiento-edificio), por mente, que parece que no existieran
la relación de continuidad (antes contigüi- límites.
dad, ahora aislamiento), etcétera. Font y su equipo también advierten
Las operaciones que intervienen en la que los procesos de materialización de las
tipología estructural del tejido urbano (par- diferentes formas se refieren a un momen-
celación, urbanización, edificación) se to histórico determinado, sujetas a una
mantienen como elementos esenciales pa- evolución posterior a manos de procesos
ra la existencia de cualquier tejido, incluso como la densificación, la sustitución, etc.
en los territorios morfológicos. Las mane- (2007: 336). Y existe evidencia empírica de
ras de combinarse cambian respecto del las aseveraciones anteriores, como el caso
tejido urbano, pero se mantienen como los de la redensificación en determinadas áre-
pilares de cualquier asentamiento sobre el as exurbanas estadunidenses (Southworth
territorio. Los factores con una enorme va- y Owens, 1993; Scheer y Petkov, 1998).

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Jorge Alberto Montejano Escamilla Nuevos Procesos de metropolización del territorio 59

Territorios morfológicos
Los territorios morfológicos propues-
tos por Antonio Font y representativos de
una nueva realidad territorial en Europa
meridional han sido identificados bajo las
siguientes características:
Agregación. Denominación dada al
territorio morfológico representativo de la
ciudad compacta tradicional, pero desarro-
llado bajo lógicas posindustriales de desa-
rrollo, donde tanto la mezcla de usos del
suelo como las densidades y escala de
proyecto difieren substancialmente de los
ensanches tradicionales. Fig. 16. Nuevos asentamientos: Universidad Nova de
Lisboa, Facultade de Ciências e Tecnología, Almada,
Lisboa

Fig. 14. Tejidos agregados: ensanches en Vila-Seca,


España.

Fig. 17. Filamentos: ocupación exurbana en las inmedia-


ciones de Turín.

Fig. 15. Mutaciones: la reconversión del área industrial en


decadencia de Bercý, en París, Francia

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Mutaciones. Transformaciones internas de ral de la palabra: la difusión de los


áreas consolidadas. La relocaliza- valores urbanos en el territorio.
ción de las fábricas, después de la
primera crisis energética de 1973, Difusiones. Ocupaciones de matrices o re-
dejó muchos espacios vacíos en las des rurales de manera continua,
ciudades; éstos tenían que volver a mediante la edificación en los bor-
constituir parte del tejido urbano de des de los caminos que conforman
la ciudad (renovación de puertos, la malla. Este tipo de organización
zonas fabriles, etc.). Muchas de es-
tas transformaciones tendieron a la e-
terciarización del otrora uso indus- va un alto grado de compactación:
trial. la edificación ordenada en cruces y
sobre vialidades y caminos preexis-
Nuevos asentamientos. Unidades espa- tentes (véase la región del Véneto
cialmente independientes de centros central).
urbanos preexistentes y localizados
en las áreas metropolitanas. Los Urbanizaciones. Ocupación del territorio a
nuevos espacios productivos (par- partir de la actividad residencial de
ques tecnológicos, centros de nego- baja densidad en viviendas unifami-
cios), los parques temáticos (de liares. Son grandes consumidores
atracción), los grandes centros co- del suelo y promueven el valor
merciales, así como ciertos asenta- opuesto de la compactibilidad. La
mientos residenciales están inclui- problemática con estos asentamien-
dos en esta categoría. tos radica en el bajo índice de sus-
tentabilidad (debido al enorme gasto
Filamentos. Organización lineal de asen- energético motriz para llegar a estas
tamientos urbanos a lo largo de vías locaciones, entre otros factores) y
o caminos carreteros. Conllevan un en el significado de segregación so-
potencial de transformación del es- cial que comporta. Este tipo de ur-
pacio rural en el que coexisten for- banizaciones son muy comunes en
mas urbanas y espacios agrícolas. regiones mediterráneas europeas y,
Este tipo de procesos comportan un desde luego, es un modelo de im-
e- portación que ha afectado a territo-
rios como el mexicano.

Fig. 18. Difusiones: tejido disperso y de baja densidad al


sur de Roma, Genzano di Roma, Italia. Fig. 19. Urbanizaciones: Montepllier, Francia.

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Fig. 20. Ocupaciones puntuales, Sir de Reus, España. Fig. 21. Polarizaciones lineales, Toulouse, Francia.

guiendo las pautas marcadas por


Kevin Lynch en 1960 para el diseño
Ocupaciones puntuales.Proceso que com-
de la periferia). De nuevo, este tipo
porta la edificación sobre territorio
de asentamientos se da en casi todo
rural no urbanizado de tipología in-
el mundo, pues muchas de las em-
dustrial o residencial, no ligada de
presas que buscan estas locaciones
manera alguna a ningún centro ur-
son de carácter trasnacional y su
bano. Generalmente son de difícil
política de localización espacial no
acceso y parecen procesos de
tiene fronteras.
asentamientos de lógica individual.
Estas decisiones de asentamiento,
si bien no comportan ningún peligro A esta primera taxonomía deberán irse
al equilibrio territorial por el momen-
agregando nuevos términos tanto de
to, puede ser que en un futuro se
desarrollen como nuevos núcleos aplicación global, como de aplicación lo-
urbanos (imaginemos el origen de
cal , en aras de poder seguir estudiando
los primeros asentamientos antes
de la ciudad consolidada). Este tipo bajo un lenguaje común las nuevas formas
de ejemplos se encontrarían en
de metropolización del territorio.
cualquier continente del planeta; pe-
ro donde podrían ser mayores este
tipo de procesos son en áreas bien Conclusiones
comunicadas por redes telemáticas.
Polarizaciones lineales.Procesos de ocu-
pación del territorio en zonas de Este texto ha presentado diversas voces
confluencia de vías de comunica- que han detectado, en distintos estudios,
ción (tréboles de carreteras, latera-
les, etc.) y ligadas principalmente a una transformación en el significado del
actividades terciarias (ocio, comer- proceso de metropolización del territorio
cio, almacenaje). Los asentamientos
localizados en estas intersecciones actual. A pesar de que no es posible gene-
buscan satisfacer la necesidad de ralizar ni universalizar estos procesos
máxima accesibilidad y visibilidad
desde el camino (probablemente si- pues en cada lugar la metropolización se

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Jorge Alberto Montejano Escamilla Nuevos Procesos de metropolización del territorio 62

gesta de forma diferente y arroja territorios de clasificar estas nuevas formas de ocu-
metropolizados diferenciados , se ha en- pación territorial. El empeño de un grupo
listado una serie de agentes metropolizan- de investigadores de la forma urbana en
tes mundiales como motores de estas tras- Cataluña en clasificar y explicar la nueva
formaciones territoriales, que hacen de forma y procesos edilicios, debe de servir-
este proceso de crecimiento un proceso nos como base para el desarrollo de ulte-
diferenciado y estrechamente ligado a la riores estudios de la forma urbana locales,
dispersión actual de las actividades en el atendiendo a formas particulares de ocu-
territorio. Se han puesto de relieve las se- pación del suelo que nos permitan enten-
mejanzas en un plano general, enfatizado derlos y tomar ventaja de ellos.
diferencias locales y señalado la necesidad
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julio - diciembre 2013 volumen 3 número 2 publicación semestral


Jorge Alberto Montejano Escamilla Nuevos Procesos de metropolización del territorio 66

9. USGS (1998), <www.usgs.gov>. 13. M. d. Solà-Morales (2003).


10 y 11. USGS (2005), <www.usgs.gov>. 14-21. Bing Maps, <www.bing.com/maps>.
12. CNIG (2010), <www.cnig.es>.

julio - diciembre 2013 volumen 3 número 2 publicación semestral

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